Dr. C. Mónica Alexandra Salto Cubillos. Docente-Tutora. Universidad Nacional de Educación (UNAE), Ecuador.
Correo electrónico: monica.salto@unae.edu.ec
ORCID: https://orcid.org/0000-0003-3583-7196

Dr. C. Juana Emilia Bert Valdespino. Docente-Investigadora. Universidad Nacional de Educación (UNAE), Ecuador.
Correo electrónico: juana.bernt@unae.edu.ec
ORCID: https://orcid.org/0000-0001-8356-4853

Recibido: enero 2024                               Aprobado: febrero 2025

Introducción

La familia es la primera fuente de aprendizajes del infante, ya que estipula normas, habilidades, valores y acciones que contribuyen a su formación. La parentalidad desde las actividades que ejecutan tanto padres, madres o cuidadores, propenden a fomentar el desarrollo y estimular la socialización; sin embargo, estas no siempre dependen de la estructura familiar, más bien están relacionadas a las actitudes e interacciones entre los miembros. Estos procesos de crianza obedecen a los contextos diversos donde se desenvuelven las familias, los que inciden directamente en las competencias parentales que los progenitores mantienen en el desarrollo de sus hijos.

Las competencias parentales positivas, se entienden como el sistema orgánico y dinámico de conocimientos, habilidades, destrezas, capacidades y valores que tienen los padres, madres y cuidadores únicamente, ya que son quienes directamente se interrelacionan con sus hijos y de los cuales reciben directa influencia en su crecimiento cognitivo, comunicacional, comportamental; unido a la tenencia además del anhelo filial de cuidado, protección, educación, y apoyo a sus hijos a construirse como seres sociales óptimos. (Lara y Quintana, 2022).

Esta concepción acepta que hay “competencias parentales negativas”, citadas por autores de antes de los 2000’, lo que si bien es contraproducentes con el enfoque de competencias: pues se adquieren competencias siempre de manera positiva, creativa, que permiten enfrentar retos y solucionar problemas lo que siempre las hacen “positivas”. No obstante, la bibliografía en la temática reconoce como competencias parentales “negativas” las que destacan en: comportamientos hostiles, rechazantes, inconscientes (Terán, 2019); cuando en opinión de estas autoras, sería más simple y factible reconocer ello como carencia de competencias y no catalogarlas en polos opuestos.

Una ineficacia frecuente en la ejecución de las competencias parentales, es la implementación de acciones demasiadas permisibles, las que van a influir también en el actuar y comportamiento del infante, lo que, por consecuencia en su posterior adolescencia y juventud.

Las competencias parentales se asocian al bienestar físico de los padres, la implicación que se logra por parte de los infantes en actividades académicas y la disciplina diferenciada por los estilos de crianza modelados. Estas competencias, como factores, permiten incentivar la motivación en los hijos y en su ámbito educativo, lo que le aporta sentido de pertinencia y apropiación para solucionar conflictos, para elevar la autoestima, al basarse desde luego, en la comunicación positiva, lo cual se constata en los estudios de Terán (2019).

En la actualidad, la pertenencia de competencias parentales como parte del acompañamiento al desarrollo infantil, es importante ya que favorece la calidad de interacciones entre padres e hijos desde el cariño y respeto, al contribuir al bienestar infantil opinan Romero y Vivanco (2024).

Las competencias parentales tienen funciones que se consideran básicas, las que permiten actuar con eficiencia, en el rol esencial que les compete a los padres, cuidadores y/o maestros, la función de protección que como familia y entorno seguro el ambiente debe ofrecer, donde se procura un adecuado crecimiento:

• la función afectiva que garantice un espacio desde el que se apoya el desarrollo psicológico del infante, a la vez que hace saludable el espacio entre todos los que forman parte de la familia, Mier y Córdova (2022).
• la función de estimulación, incentiva las capacidades en un ambiente natural y la función educativa, orienta los procesos cognitivos, afectivos y de comportamiento del infante, para hacerlo coherente en con sus metas, objetivos y productividad actual y posterior. Mier y Córdova (2022).

Independientemente de la generalidad o singularidad de la bibliografía, amén de que se utilicen distintas escalas, hay un denominador común en los textos y es que, el objetivo radica en el análisis de las competencias parentales y cómo estas influyen al acompañamiento en el desarrollo de los infantes.

Según la revisión teórica el conocimiento y preparación de los padres, madres y o cuidadores sobre las competencias parentales para el acompañamiento al desarrollo infantil, toma vital importancia, porque estos favorecen a un correcto crecimiento del niño/a. Por ende, el objetivo de este estudio es diagnosticar las competencias parentales que realizan las familias en el acompañamiento al infante en madres del área rural, -otra distinción importante del estudio- específicamente del cantón Cañar, para desembocar en propuesta de recomendaciones metodológicas que sirvan de modelo a mejorar esta cuestión; este último aspecto se considera novedad.

En este sentido, el presente artículo permite socializar el diagnóstico de las competencias parentales de los padres de infantes de 3 a 5 años del cantón Cañar en Ecuador, a través del levantamiento de información cuantitativa realizada con la “Escala de Parentalidad Positiva” (E2P), desarrollada y validada por la Fundación Ideas para la Infancia (FIPI) de Chile

Materiales y Métodos

El estudio se basa en un enfoque cuali-cuantitativo, es una investigación estructurada por dos momentos fundamentales:

• diagnóstico de las competencias parentales que tienen los padres de infantes de 3 a 5 años del cantón Cañar en Ecuador, -basada en la regularidad de estudios encontrados a la fache-.
• derivación de una propuesta de recomendaciones metodológicas que favorezcan las competencias parentales en función de los hallazgos de lo facto-perceptual, -aporte que trasciende las propuestas consultadas-.

El diagnóstico se realiza a través del levantamiento de información cuantitativa realizada con la “Escala de Parentalidad Positiva” (E2P), desarrollada y validada por la Fundación Ideas para la Infancia (FIPI) de Chile (2023), en una población de 30 representantes en este cantón rural. Esta muestra no probabilística por conveniencia, se basa en una investigación de campo con alcance descriptivo, cabe mencionar que los resultados permiten establecer el diagnóstico muestral preliminar existente, sobre cuatro competencias parentales evaluadas en la escala aplicada: las competencias de vinculares, formación, protección y reflexión, así como la determinación de las conductas más frecuentes relacionadas a las mismas con asociación tanto en los roles de los padres de familia en la crianza, como en los aportes en el desarrollo de sus hijos(as).

La investigación de campo parte de plantear como hipótesis descriptiva (H0): El acompañamiento parental a los niños de 3 a 5 años, apoya al Desarrollo Infantil Positivo, para este proceso se aplica la Escala de Parentalidad Positiva E2P, v.2 que propone cuatro competencias parentales: vinculares, formativas, protectoras y reflexivas; lo cual permitirá relacionar la h1 del desarrollo infantil de acuerdo con las competencias evaluadas, de lo cual se derivan recomendaciones metodológicas conducentes a la mejora de dicha relación. Se realiza en una población de 30 representantes en este cantón rural, esta muestra es no probabilística por conveniencia,

Se utiliza como herramienta de base el Manual Escala de Parentalidad positiva E2P, v.2, como versión más reciente. Se crea un pilotaje que permite encontrar los casos de vulnerabilidad de derechos de los niños de 0 a 5 años, basado en un modelo ecológico, actualizado, la teoría del apego y la parentalidad positiva.

Entre los instrumentos se utiliza la Escala de parentalidad E2P, v2, de 3 -5 años cuenta con la fiabilidad y validez de 10 jueces expertos por escala, profesionales en clínica infantil, investigadores académicos, con grados de cuarto nivel de formación en las áreas de medicina y educación.

Los datos se recogen a través de la escala antes mencionada, en infantes de 3-5 años, que contiene ítems sobre datos de quien contesta (nombre, edad, sexo, ingresos familiares, ocupación o en que trabaja, cuantas habitaciones hay en el domicilio donde reside la familia, estado civil, nacionalidad, cuantas personas viven en total en la casa, cuántas de estas son menores a 18 años, dirección del domicilio, la comunidad donde reside.

Y sobre el niño contiene: cuál es la relación filial o parentesco con el infante sobre el cual contestará el cuestionario, nombre del niño, edad en años y meses, sexo, escolaridad, si presenta alguna discapacidad o problema que preocupe en el desarrollo del infante) continuando con el instrumento mismo de la escala sobre las competencias parentales en los aspectos vinculares, formativos, protectores y reflexivas, variables de este estudio.

La escala de Paternidad Positiva (E2P/ 3-5 años) se aplicó para diagnosticar las competencias parentales que realizan las familias en el acompañamiento al infante en madres del área rural, específicamente del cantón Cañar.

Conformado por 60 preguntas con respuestas en la escala de Likert de cinco puntos distribuidos entre:

• __(Nunca)
• __ (Casi nunca)
• __ (A veces)
• __ (Casi siempre)
• __(Siempre)

Las preguntas se refieren a situaciones habituales de crianza en los últimos tres meses de convivencia entre padre, madre o cuidador con su niño/a, cómo, por ejemplo; estar atentos a lo que es agradable o desagradable para el infante que pueden ser expresadas por movimientos faciales, actitudes, expresiones verbales, o malestar corporal. Reconocer las cosas que le asustan (obscuridad, personajes imaginarios). Anticipar o exponer actividades que se realizarán a futuro cercano como (ir al parque, visitar algún familiar o amigo). Y la prevención o cuidado del infante cuando están juntos o lo encargan en algún lugar.

El instrumento E2P (Ωt1= 1; Ωt60= 60); se estructura con las cuatro competencias parentales.

• Vinculares (Ωt1= 1; Ωt16= 16); contiene 16 preguntas alineadas a: Durante los últimos tres meses, en la crianza de mi hijo o hija yo… (» Conozco qué cosas le dan miedo a mi hijo/a (ej., la oscuridad, personajes imaginarios, etc.,

Le explico cómo espero que se comporte antes de salir de casa (ej., le digo: "mantente cerca mío cuando estemos en la calle", "si vamos al supermercado solo podrás elegir una cosa", etc.»).

• Formativas (Ωt17= 17; Ωt32= 32) con 16 preguntas sobre: Durante los últimos tres meses, en la crianza de mi hijo o hija yo… (» Le explico a mi hijo qué haremos antes de ir a alguna parte (ej., le digo: "vamos a visitar a tus abuelos, ir de compras, ir al médico, ir al zoológico", etc.,

Enseño a mi hijo/a cuáles son sus partes íntimas y cómo deben ser cuidadas en cuanto a privacidad e higiene.»).

• Protectoras con 15 preguntas (Ωt33= 33; Ωt48= 48). Durante los últimos tres meses, en la crianza de mi hijo o hija yo… (» Cuando no estoy con mi hijo/a, estoy seguro/a que el adulto o los adultos que lo cuidan lo tratan bien, Reviso mis prioridades para asegurarme de proteger el desarrollo de mi hijo/a [ej., en qué gastar el dinero, el tiempo destinado al trabajo versus la familia, etc.]»).
• Reflexivas (Ωt49= 49; Ωt60= 60) con 11 preguntas. Durante los últimos tres meses, en la crianza de mi hijo o hija yo… (» Me preparo para los momentos difíciles que vendrán en esta etapa de crianza (ej., me informo de cómo apoyarlo en su ingreso al colegio, sé que presentará conductas desafiantes, que tendrá interés por conocer el porqué de las cosas y hechos, etc.),

Siento que he logrado mantener una buena salud mental [ej., me siento contenta/o, me gusta cómo me veo, etc.]»).

La tabla de interpretación indica:

• Alta frecuencia desde el decil 10 al 6 con un valor total máximo de la suma de las cuatro competencias parentales (Ωt221= 221-224; Ωt235= 235-máx),
• Frecuencia intermedia desde el decil 5 al 4 con la suma total de las competencias parentales de (Ωt220=216-220; Ωt215= 212-215),
• Frecuencia baja desde los decil 3 al 1 en la suma de todas las competencias parentales (Ωt0= 0-195; Ωt211= 204-211).

Sin embargo, para este estudio se analizará por cuartiles estableciendo 3 niveles en las siguientes interrelaciones:

• Q1 (≤ 62) = BAJA FRECUENCIA;
• Q2 (Ωt=63¸ Ωt=75) = FRECUENCIA INTERMEDIA
• Q3 (≥ 76) = ALTA FRECUENCIA.

Esta investigación tiene una posición inicial positivista, donde la concepción de Ciencia relacionada a la explicación de los problemas sociales, permite el surgimiento del estudio del ser humano, desde un análisis de los hechos verificados por la experiencia, caracterizada por ser anti metafísica y con una preocupación por la exactitud de los resultados científicos. Un enfoque cuantitativo basado primeramente en la relación sujeto-objeto, con relación al conocimiento social busca la explicación y la predicción de una realidad vista desde una perspectiva externa y objetiva.

El tipo de estudio se considera transversal, ya que recolecta datos en un solo momento en un tiempo único. Su propósito se centra en describir en esta etapa de la investigación, las principales variables y analizar su comportamiento en un momento dado, con un diseño descriptivo típico que aborda las características de una sola muestra.

La población de estudio son todos los niños de 0 a 6 años, para recolectar los datos de una muestra aleatoria no probabilística por conveniencia y accesibilidad, de 30 padres de niños de entre 3 a 5 años del cantón Cañar, donde se cuenta con el consentimiento ético de cada participante.

La recolección de datos se realizó en el mes de marzo del 2024; se procedió a viajar al cantón Cañar, donde se ubica a los padres, madres y/ cuidadores de los niños/as en el Centro de Salud para la aplicación de los instrumentos de investigación, luego las investigadoras se desplazan por el parque central del lugar, para obtener la cantidad de la muestra determinada, se aplicó la encuesta a través del uso del instrumento el cual se encontraba diagramado en el software de Google Forms, en otros casos se entregó la escala física para que la leyeran y respondieran, posteriormente estos datos son transcritos al Google Forms. También se compartió el link de ingreso al Google Forms y el escaneo del código QR.

Una vez abordada la persona, el encuestador procedió a informar sobre la situación, objetivo y necesidad de esta actividad, con la aceptación del participante se realizó la firma del consentimiento ético informado sobre la total discreción de la información proporcionada, para luego de ello avanzar a responder la encuesta. La participación fue voluntaria.

Se utilizó el software Statgraphics para el análisis de cuartiles, y promedios por cada competencia parental de la escala. Mediante la prueba de hipótesis se midió la relación de las variables, y la cercanía a la hipótesis planteada para no rechazarla. De esta forma se prueba si la H0 es aceptada. Los análisis de una variable sobre las competencias parentales positivas en el desarrollo infantil presentan los siguientes resultados.

En la segunda y etapa final del estudio se hacen inferencias para elaborar recomendaciones metodológicas que permitan mejorar de manera continuas las competencias parentales en la muestra de estudio, al reconocer que estas pueden ser aplicadas a otros contextos en muestras similares.

Resultados

En Ecuador las competencias parentales (ver tabla 1) se constatan en estudios de:

Tabla 1. Análisis del estado del arte de la investigación sobre competencias parentales en Ecuador, basado en el procedimiento matemático-heurístico Viltre-EA (2024).

El análisis del estado del arte aporta las siguientes regularidades y tendencias:

• La actualidad (temporalidad) del texto basado en los últimos tres años es del 75% lo que se considera que para Ecuador la línea temática de las competencias parentales viene siendo de interés en el ámbito psicopedagógico; ello permite inferir que es un área temática en la que se puede aportar.
• En el enfoque metodológico el 75 % de los textos encontrados muestran como regularidad presencia de estudios de tipo cuantitativo, con una tendencia al exploratorio, comparativo, relacional; esto refiere carencia de investigaciones propositivas que vayan más allá de lo meramente descriptivo.
• De igual manera el 62.5% de los textos son artículos originales de investigación, aspecto que re-significa una tendencia a investigar en el tema para el ámbito ecuatoriano; no obstante, se considera debe rescatarse el interés por el desarrollo de tesis de maestría y doctorado en la línea investigativa.
• En cuanto a la localidad, las autoras prefieren de manera operacional analizar al interior de Ecuador, y se constata que mayormente es en Cuenca (25%) y Guayaquil (37.5%) las zonas geográficas a nivel de país que en el último período destacan por el interés investigativo ene le tema; lo que demuestra un posible semillero de investigación, pero deja la debilidad de que a nivel de país hay zonas que no consideran el tema importante del todo.
• Finalmente, de los textos analizados solo el 25% demuestran trabajar en el grupo etario de interés de las investigadoras, lo que refuerza las potencialidades de aportes y propuestas que trasciendan lo que hasta ahora con relevancia existe en el tema.

Se asume la definición de Gómez y Contreras, (2023); quienes definen a las competencias parentales como un conjunto de saberes, actitudes, y ejercicios de crianza vinculares, formativas, protectoras y reflexivas; todas estas aprendidas, heredadas, o creadas a partir de la necesidad de los padres por guiar el desarrollo de sus hijos.

La literatura destaca un conjunto diverso de competencias parentales de las cuales las autoras asumen el criterio de Gómez y Contreras, (2023); quienes afirman que las establecidas en el Manual de Manual “Escala de Parentalidad Positiva – E2P v.2” son: las vinculares, las protectoras, las formativas, y las reflexivas. A continuación, se revelan las asumidas, como referente teórico-metodológico relevante en la investigación:

• Competencias parentales vinculadas o vinculares: conjunto de conocimientos, habilidades y prácticas de crianza diaria que promueven un apego seguro y un desarrollo socioemocional adecuado en los niños. Estas competencias se manifiestan a través de prácticas de crianza socioemocional, que incluyen comportamientos verbales, físicos, afectivos y visuales de los padres para involucrar a sus hijos en intercambios personales mediante abrazos, besos, caricias, sonrisas y juegos cara a cara. Es crucial para estos intercambios la cercanía emocional, la apertura, la escucha y la empatía. (Romeo, Vivanco y Vivanco, 2024, p. 4786).
• Competencias parentales protectoras: comprenden conocimientos, actitudes y prácticas cotidianas que crean condiciones propicias para el desarrollo infantil, reducen el estrés tóxico y protegen la integridad física, emocional y sexual de los niños, garantizando sus derechos y necesidades de desarrollo humano. (Romeo, Vivanco y Vivanco, 2024, p. 4786-87).
• Competencias parentales formativas: son las actitudes y prácticas de crianza que favorecen el desarrollo, aprendizaje y socialización de los niños. Estas competencias incluyen:
• Organización de la experiencia: Estructuración de un entorno adecuado para el niño, facilitando la exploración y el aprendizaje.
• Autonomía progresiva: Fomentar la capacidad del niño para ser autónomo en diversas situaciones cotidianas.
• Mediación del aprendizaje: Facilitar la exploración y el descubrimiento del mundo, integrando aprendizajes significativos.
• Disciplina positiva: Regular el comportamiento del niño mediante la anticipación, explicación, ejemplo y negociación, respetando sus derechos.
• Socialización: Transmitir normas y reglas sociales, introduciendo al niño en los valores y costumbres de su comunidad y cultura. (Romeo, Vivanco y Vivanco, 2024, p. 4787).
• Competencias parentales reflexivas: Incluyen la creación de contextos de buen trato, la provisión de cuidados diarios, la organización de la vida cotidiana y la conexión con redes de apoyo social. Se enfocan en cuidar y proteger la integridad física, emocional y psicosocial del niño, satisfaciendo sus necesidades de desarrollo humano. (Romeo, Vivanco y Vivanco, 2024, p. 4787).

El estudio se realizó con 30 participantes, entre padres, madres y/o cuidadores de niños de entre 3 a 5 años de edad.

Participantes entre los 23 a los 56 años (M = 1,13; DT = 0,35). 23 años: n=2; 24 años: n= 2; 25 años: n=4; 26 años: n=1; 27 años: n=2; 28 años: n=1; 29 años: n= 3; 30 años: n= 2: 31 años: n= 1; 32 años: n= 2; 33 años: n= 1; 34 años: n= 1; 35 años: n= 3; 36 años: n=1; 37 años: n=1; 39 años: n= 1; 42 años: n= 1 y 56 años: n=1.

El 0,87% (n=27) del sexo femenino y el 0,3% (n=3) de sexo masculino.

Los padres tienen un nivel académico: Superior el 0,30% (n=9), Bachiller 0,37% (n=11), Primaria 0, 30% (n=9) y ninguna el 0,03% (n=1).

Las ocupaciones a las que se dedican por el sector rural son: estudiantes el 0,07% (n=2), ama de casa 0,50% (n=15), empleados privados (en locales comerciales, agricultura y ganadería) el 0,43% (n=13).

Del estado civil están casados el 0,46% (n=14); solteros 0,46% (n=14) viudos 0,03% (n=1) y divorciado 0,03% (n=1). La relación que tiene con los infantes es madre 0,90% (n=27) padre 0,07% (n=2) cuidador 0,03% (n=1).

Los hijos/ as de los participantes son: edad de entre 36 meses (3 años) 0,7% (n=8); de 48 meses (años) 0,33% (n=10) y de 60 meses (5 años) 0,40% (n=12). De los cuales el 0,60% (n=18) son mujeres y el 0,40% (n=12) son varones.

Asisten a la escolaridad atendidos por el Ministerio de Salud MIES y por el Ministerio de educación; el 0,17% (n=5) CNH; 0,43% (n=13) Inicial 1; 0,20% (n=6) Inicial 2 y 0,20% n=6) Preparatoria.

Sobre si presentan alguna discapacidad tenemos que el 0,97% (n=29) no presentan ninguna y el 0,3% (n=1) si la tiene.

Y finalmente sobre algún problema que le afecte al niño tenemos que el 0,80% (n=24) no presentan ningún problema, mientras que el 0,20% (n=6) si tiene.

A continuación, los resultados del resumen estadístico (tabla 2) obtenido de los instrumentos al evaluar las competencias parentales:

Tabla 2 Resumen Estadístico para Competencias parentales “vinculares”

Fuente: elaboración propia basada en resultados de la escala E2P

Nota: Expresan los datos obtenidos en el análisis del Statgraphics.

Los datos reflejan como =69,00; con una = 73 y una =76; de estos datos concurre la ð = 8,42. Estableciéndose en un Q1 =62 y Q3 =76. Dando como resultado una frecuencia Intermedia (ver tabla 3).

Tabla 3 Resumen Estadístico para Competencias parentales “formativas”

Fuente: elaboración propia basada en resultados de la escala E2P

Nota: Expresan los datos obtenidos en el análisis del Statgraphics.

En el análisis de los datos tenemos que con los n=30 participantes la =66,27; una

= 68,5 y una =70. La ð= 8,53; el Q1= 59 y el Q3= 74. Se obtiene una frecuencia baja (ver tabla 4).

Tabla 4 Resumen Estadístico para Competencias parentales “protectoras”

Fuente: elaboración propia basada en resultados de la escala E2P

Nota: Expresan los datos obtenidos en el análisis del Statgraphics.

Este análisis evidencia que el n=30 tiene un = 69,57; =68,5. La ð= 6,89 donde el Q1= 64; y Q3=76. Frecuencia Intermedia (ver tabla 5).

Tabla 5 Resumen Estadístico para Competencias parentales “reflexivas”

Fuente: elaboración propia basada en resultados de la escala E2P

Nota: Expresan los datos obtenidos en el análisis del Statgraphics.

Este análisis evidencia que el n=30 tiene un = 52,5; =52, una = 60. La ð= 9,33 donde el Q1= 47; y Q3=58. Frecuencia baja (ver tabla 6).

Tabla 6 Resumen Estadístico para Total de datos

Fuente: elaboración propia basada en resultados de la escala E2P

Nota: Expresan los datos obtenidos en el análisis del Statgraphics.

Los datos obtenidos permiten la prueba de hipótesis y su análisis busca comprobar que Ho: El acompañamiento parental a los niños de 3 a 5 años apoya al Desarrollo infantil positivo. Teniendo n=30, la = 257,36; una ð de 29,53; en un p= 95,0 % para sigma: [23,5171; 39,6963] sea posible o no.

Dada una muestra de 30 observaciones con una ð= 29,529, un estadístico x2= 29,0, el valor-P = 0,930132 y el α= 0,05 No puede rechazarse la hipótesis nula con un 95,0% de nivel de confianza. El intervalo de confianza muestra que los valores de sigma soportados por los datos caen entre 23,5171 y 39,6963. Por ende, se acepta la hipótesis y se comprueba que el acompañamiento parental si apoya el desarrollo infantil positivo en los infantes de 3 a 5 años.

En función de la H0 El acompañamiento parental a los niños de 3 a 5 años apoya al desarrollo infantil positivo de los infantes, al relacionar la h1 el desarrollo infantil, tenemos que la hipótesis es aceptada, es decir que el acompañamiento parental a los infantes de 3 a 5 años si apoyo al desarrollo infantil positivo de los hijos. Una parentalidad positiva desde la ética social de ser padre, madre o cuidador alude a las responsabilidades de acompañamiento escolares, sociales, emocionales.

Pautas metodológicas

Las autoras conciben que no es suficientes con estudios cuantitativos, descriptivos y correlaciónales donde se señale de manera sistemática la carencia de competencias parentales, esto ha sido señalado con anterioridad por los autores sistematizados, solo una actitud propositiva será capaz de transformar las carencias detectadas en este propio diagnóstico.

Y aunque hay que continuar en los estudios posteriores perfeccionando este aspecto, las inferencias obtenidas desde lo cuantitativo permiten proponer como pautas metodológicas para mejorar las competencias parentales las siguientes:

• Formar desde el diagnóstico previo las competencias parentales “positivas”: El enfoque de competencia asumido declara que las mismas son positivas, lo que enuncia el desmonte del mito de competencias parentales negativas e indica la aceptación de que las competencias parentales positivas pueden ser formadas y con ello modificar conductas, comportamientos, habilidades y conocimientos de padres, cuidadores y maestros en el proceso de crianza de los infantes.
• Relacionar la formación de las competencias parentales con los modelos conductuales de padre, madre o cuidador: Las competencias parentales dependen directamente de los modelos conductuales que asumen padres y cuidadores frente a la crianza del infante, pero están complementados en su potencial transformación positiva por todos los agentes y agencias que intervienen en los actos de educación, formación y socialización del infante.
• Entender el carácter sistémico de las competencias parentales: Las competencias parentales desde lo metodológicos pueden verse separadas, pero su formación debe entenderse como un complejo de interinfluencias complementadas ya que la formación, favorece mejorar el vínculo, el vínculo sólido proviene de la reflexión constante, entre mayor las capacidades y habilidades formadas, se potencia la posibilidad de protección del infante.

Discusión

Las competencias parentales se concretan fundamentales en el rol de padres, madres o cuidadores, pues estas conforman al ser de manera holística desde los aspectos emocionales, sociales y mentales que son aplicadas al momento de socializar, cuidar, proteger y educar a sus hijos. En entendimiento de los resultados del diagnóstico y como resultante las pautas metodológicas propuestas, dejan en claro que las competencias parentales no siempre están intrínsecas en la persona, tampoco son aprendidas en aulas escolares, pero si son trasmitidas de generación en generación dentro de cada familia, es decir en un contexto específico.

Se crea inicialmente un pilotaje que permite encontrar los casos de vulnerabilidad de derechos de los niños de 0 a 5 años, basado en un modelo ecológico de Bronfenberenner, actualizado, la teoría del apego (Pascual, 2024) y la parentalidad positiva. Como se aprecia en el diagnóstico entones las competencias vinculares están asociadas a la mentalización, sensibilidad parental, calidez emocional e involucramiento parental. En cuanto a las competencias parentales formativas están más orientadas al acompañamiento de aprendizajes el apoyo en este aspecto es significativa para el control de la conducta y la regulación cognitiva.

Sobre las competencias parentales protectoras se ven más direccionadas a observar el rol del cuidador sea padre, madre u otro para proteger y salvaguardar a sus hijos/as asegurando un desarrollo armónico, sano e integral (Acevedo et al., 2024). Análisis de las competencias parentales reflexivas invitan a repensar la crianza más allá de lo preestablecido culturalmente, ya que muchas de las normas, tradiciones, costumbres y decisiones que dentro de la familia se realizan van pegadas a la forma en que fuimos criados, replicando por generaciones limites dentro de las familias, se busca una reflexión que amigue la toma de decisiones y la realidad contextual donde se desenvuelve el infante actualmente (Lazo et. al., 2022).

En el contexto actual y con las influencias tecnológicas estas deben ser adquiridas con mayor necesidad y premura, pues es necesario el acompañamiento a los infantes desde el conocimiento sumado a la experiencia. Por lo que el objetivo del estudio fue diagnosticar las competencias parentales que realizan las familias en el acompañamiento al infante, puesto que los entornos naturales familiares son eje de influencia en los comportamientos humanos.

Los resultados los cuartiles presentaron en este estudio que las competencias parentales Vinculares y Protectoras tienen una frecuencia intermedia por lo que según el manual E2P se consideran en una Zona de Monitoreo; es decir un acompañamiento a los padres preventivo, donde se puede trabajar con talleres, charlas, sobre estas habilidades parentales que deben desarrollar más, considerando necesario aplicar el cuestionario nuevamente una vez que se haya realizado el apoyo. (Gómez y Contreras, 2023).

Las competencias parentales formativas y reflexivas según los cuartiles obtenidos se ubican en baja frecuencia, a lo que se asume como Zona de Riesgo, teniendo que ser intervenidas por especialistas lo más pronto posible. Acciones como terapias sean individuales o familiares (Gómez y Contreras, 2023).

Las competencias parentales vinculares y protectoras en este estudio se asociaran la una como efecto del otro, ya que aquellas prácticas de apego filial o muestras de cariño, generosidad, empatía, solidaridad entre otras repercuten en el desenvolvimiento social seguro y apropiado del infante, estas conexiones fortalecen también los lazos familiares siendo estas; en el rol de padres, madres o cuidadores quienes procuran cuidado, protección, bienestar y accesibilidad a la vida, consecuentes de ese vínculo creado entre ambas partes.

Desde la perspectiva de las autoras basado en los resultados es importante trabajar las estrategias de apoyo en estas competencias parentales por la influencia actual y rápida en la información que puede provocar frustraciones en los padres, madres o cuidadores y estas plasmadas en las prácticas parentales sobre el desarrollo del infante que lo traumaría para el resto de su vida. En la actualidad las dimensiones emocionales se han convertido en un foco de atención por la complejidad de los problemas sociales.

De igual manera se constata que las competencias parentales formativas y reflexivas, referidas a la guía en el ámbito de aprendizaje del niño y con ello lo escolar, y la concienciación o búsqueda de mejorar o aprender sobre el desarrollo y crecimiento del niño. Estas se asocian, desde el reconocimiento de las limitaciones que como padre, madre o cuidador presenta ante las orientaciones cognitivas del infante y la búsqueda o culpabilidad negativa de un apoyo escaso o nulo; por defecto el posicionamiento paternal debe ser visto en algunas ocasiones desde el comportamiento individual, un auto reconocimiento de las practicas parentales.

Es el apoyo en tareas escolares, reconocimiento y validación del ser, comunicación, manejo de situaciones complejas, afecto, diversión entre otras que en el diario vivir se ejecutan. El acompañamiento del padre, madre o cuidador en el desarrollo del infante es importante e influyente ya que el conocimiento del mundo y la adquisición de aprendizajes sobre el mismo tiene etapas, y en los infantes de 3 a 5 años esta es pre-operacional es decir valora lo simbólico y lo lógico, pero en todas ellas se dan procesos de asimilación, acomodación y equilibro, que son guiados por los cuidadores primarios y/o seguros.

Se presenta finalmente una comparación entre este estudio con otros al aplicar la escala E2P. Con una muestra de n=30 la media que se obtuvo en este estudio por competencias es Vinculares: 69; Formativas: 66,27; Protectoras: 69,57; Reflexivas: 52,5. En el estudio Propiedades Psicométricas de la Escala de Parentalidad Positiva (E2P) v.2 en Trujillo-Perú, 2022, con n=180 padres de niños de 3 a 5 años se obtuvieron las siguientes medias: Vinculares: 51.34; Formativas: 50.27; Protectoras: 50.58 y Reflexivas: 49.38 (Quipuscoa, 2023). Y la investigación Competencias Parentales y Estrés Parental en Progenitores de Niños con Espectro Autista, Atendidos por La Asociación Abrazos, Cusco - 2022 con un n=235 muestra los siguientes resultados en las medias que a continuación se relacionan: Vinculares: 37.37; Formativas: 33.01; Protección: 49.17 y Reflexivas: 28.93. (Calvo y Vilchez, 2024). Como se observa las muestras trabajadas en los estudios hasta triplican la del estudio, por lo que incurre en medias más bajas sobre las competencias analizadas.

Como hallazgos peculiares se alinean a los postulados de algunas de las preguntas, desde la competencia reflexiva; como limitaciones del estudio está la recogida de datos por ser un cantón pequeño y muchos padres migrantes. El tratamiento de este estudio aporta a la urgente necesidad de formar a los padres, madres y cuidadores del cantón Cañar en las competencias parentales, que desde el empirismo y la tradición aportan y acompañan al desarrollo de sus hijos de entre 3 a 5 años; sin embargo, los hijos requieren este apoyo durante todo el transcurso de la vida.

Hay que reconocer que las competencias asociadas al aspecto emocional y protector existen, estos aun no alcanzan un nivel óptimo y las formativa y reflexión son aún más urgentes de tratar, pues el bienestar del padre se verá manifestado directamente en el desarrollo del hijo. Las tres pautas metodológicas aportadas son un avance significativo en varios sentidos: por una parte, rompen con la rigidez cuantitativa de los estudios precedentes a la vez que buscan abordar la formación de las competencias parentales asociadas a las inferencias de los métodos estadísticos aplicados en un enfoque mixto de investigación. Por otra parte, instan a sistematizar esta nueva perspectiva ya que de nada sirve conocer el problema si de manera proactiva no se insiste en acciones que transformen la realidad educativa del cantón Cañar asociado al estado de las competencias parentales.

Referencias bibliográficas