Varona

Revista Científico-Metodológica, No.69 septiembre-diciembre, 2019. ISSN: 1992-82

En torno al placer de leer

Around the pleasure of reading

MSc. Olga Cristina Pedroso Caraballo. Asesora Oficina SCM. Palacio de la Revolución.
Correo electrónico: opedroso@cecm.cu

Recibido: junio 2019                            Aceptado: julio 2019

RESUMEN

La lectura es una de las principales vías de acceso a la cultura, contribuye a un mayor desarrollo de las habilidades comunicativas,    dominio del vocabulario y la ortografía; ejerce gran influencia en los sentimientos, las emociones y la imaginación.  Los libros son una vía para adquirir, para renovar y para enriquecer conocimientos; un medio de educación permanente, el crecimiento vertiginoso y el volumen de información del mundo contemporáneo que se obtiene con el surgimiento de las nuevas tecnologías, no han disminuido su atractivo. No existen indicadores que permitan medir quién es lector y quién no, pero hablamos de un “lector” cuando se mantiene una relación estable con los libros, cuando hay vicio de lectura. Una extensa bibliografía relaciona formas y actividades para desarrollar una estrategia en diferentes ámbitos. Como resultado de ello y de experiencias prácticas, en este trabajo se propone algunas acciones, para lograr que se produzca una necesidad por la lectura, ese placer irrenunciable.

Palabras clave: lectura, libro, cultura, educación, maestro

ABSTRACT

Reading is one of the main ways of access to culture, contributes to a greater development of communication skills, mastery of vocabulary and spelling; exerts great influence on feelings, emotion, imagination and all psychic processes. Books are a way to acquire, renew and enrich knowledge. The vertiginous growth and the volume of information of the contemporary world that is obtained with the emergence of new technologies have not diminished their attractiveness. There are no indicators to measure who is a reader and who is not, but we speak of a “reader” when there is a constant relationship with books, when there is a vice of reading. However, it is not always achieved in many children, young and adults. The objective of this work is to present some opinions of specialists on the act of reading and the need for interest in reading. It argues numerous reasons with respect to the importance given to reading and the need to achieve a strong motivation for this activity in the individual from the earliest ages and proposed actions to awaken interest in reading,  that could be done in schools.

Keywords: reading, book, culture, educations, teacher.



Introducción

Todos los seres humanos reciben la influencia del medio en el que se desarrollan y atraviesan por diferentes fases que contribuyen a la formación de su personalidad, como individuos Sin embargo, otros elementos no menos importantes, como el desarrollo tecnológico, los cambios políticos y económicos, los medios puestos al servicio del hombre y la automatización de algunos procesos, también ejercen una notable influencia en la formación del individuo y  la escuela, juega un rol primordial al brindar  una atención particularizada  a cada sujeto, para el logro de su adecuada  inserción en la sociedad, en correspondencia con la época, con sus posibilidades, con sus intereses y sus responsabilidades sociales.

Las escuelas han sido las instituciones sociales claves para satisfacer las necesidades educativas, así como también para la trasmisión del legado histórico cultural, y su premisa más importante ha sido la preparación de los ciudadanos para la vida y para sumir una actitud formadora en el presente que les ha tocado vivir y en el futuro

En las escuelas se educa, a partir de la formación que se trae de las distintas familias de procedencia y se forman hábitos. Pero los mismos para formarse requieren de días, meses e incluso años y se manifiestan después de una larga práctica.  A tal afirmación no escapa la formación del hábito de lectura.  El término “hábito de la lectura” comprende las mismas condiciones que se dan en toda formación psicológica, pues el acto de leer moviliza procesos intelectuales, volitivos, afectivos, o sea,  es un fenómeno complejo que implica desarrollo de capacidades y habilidades,   intereses  y motivaciones , en cuya formación  han de tenerse  en  cuenta las características de las distintas edades , las fases o momentos  de desarrollo de los niños, a fin de lograr que la lectura llegue  a ser voluntaria y su práctica sistemática llegue a   constituir , de hecho, un hábito. Se argumentan numerosas razones con respecto a la importancia que se concede a la lectura y a la necesidad de lograr una fuerte motivación por esta actividad en el individuo desde las edades más tempranas, por lo que representa en la formación intelectual, ética y estética. Este trabajo tiene el objetivo de exponer criterios de especialistas sobre el acto de leer y proponer acciones para despertar el interés por la lectura, dado el conocimiento que se ha obtenido por diversas vías de los problemas que se están afrontando con los estudiantes de distintas edades sobre los hábitos de lectura y la preparación de los maestros y profesores para enfrentar esta situación. Los métodos empleados fueron del nivel teórico: análisis-síntesis, inducción-deducción; del nivel empírico: observación, encuesta, análisis documental.

Desarrollo

“Bienvenida sea la fiesta del libro, pero tras       la celebración anual, el convite a la fiesta no puede caer en zona de silencio
(Pogolotti, G 2019:3)

En la compilación de artículos que hace la Dra Leticia Rodríguez, publicado por la Editorial Gente Nueva, bajo el título “Leer en el siglo XXI”, la argentina Débora Wainschenker expone interesantes criterios de varios especialistas sobre la referencia de qué es leer, algunos de los cuales se relacionan a continuación:

“-la reconstrucción de eventos que están detrás de los símbolos (Korzybsi)

-el proceso central del pensamiento por medio del cual el significado ha sido puesto en los símbolos que aparecen en la página escrita (Gray)

-Una interacción entre el lector y el mensaje escrito a través del cual el lector llega a construir el mensaje del escritor (Goodman)”

-un proceso de interacción entre el lector y el texto, proceso mediante el cual el primero intenta satisfacer… los objetivos que guían su lectura (Isabel Solé)

Los móviles para leer pueden ser múltiples; en su búsqueda se atribuyen a la familia y a la escuela papeles relevantes, de ahí que ante un adulto que rara vez toma en sus manos un libro o un docente que no sea mediador entre un estudiante y un libro se cuestione el desempeño de la escuela y la familia como promotores para formar buenos lectores. Al respecto declara la Dra Leticia Rodríguez “La formación de un lector comienza desde las primeras conversaciones, de la madre con su hijo todavía en el vientre…después viene la escuela sin embargo… cualquier mecanismo falla si no cuenta con ese docente inspirador con su ejemplo del abordaje a las más disímiles lecturas” (Rodríguez, L 2016:9)
Sobre las ventajas de realizar con frecuencia el acto de leer Maggie, B refiere: “la lectura frecuente e intensa no solo contribuye sino que constituye el modo más idóneo, el ejercicio ideal que culmina en un correcto, creativo y rico dominio de la lengua”, (Maggie, 1996), de igual modo llega a la conclusión de que nuestros estudiantes hablan y escriben cada vez peor porque leen poco, criterio que comparte la autora de este trabajo. Cabría preguntarse cuáles son las causas que contribuyen a la falta de interés por la lectura en los niños y jóvenes. Al respecto la destacada pedagoga cubana Dra Leticia Rodríguez señala:

“Muchos asocian el desarrollo de la capacidad de la lectura y particularmente el interés por ella, con la manera en que se aprendió a leer y escribir, ese sigue siendo tal vez, el momento más importante en la vida de todo estudiante” (Rodríguez, L 2007:7)

Es frecuente que algunas personas no lean porque no saben leer bien, no se les ha orientado debidamente hacia un fin, no logran con fluidez la decodificación de los signos lingüísticos y caen, por la trampa del menor esfuerzo, en otros medios de entretenimiento (el video, los juegos electrónicos o la lectura “chatarra”. Si hay dificultad en el dominio de los aspectos técnicos, se alejan del libro, pues el cine, la radio, la televisión, el video, los juegos electrónicos, le proporcionan placer con un mínimo de trabajo. Recae en este caso también en el maestro la responsabilidad de accionar sobre los escolares para perfeccionar su lectura y que dificultades de carácter técnico no impidan el acceso al material impreso.

En este sentido es muy importante también el trabajo por el conocimiento del idioma, el uso del diccionario; al leer se encuentran palabras cuyo significado se desconoce y hay que acudir al diccionario, lo cual favorece el conocimiento de nuevos vocablos y por consiguiente aumenta el vocabulario del lector; dado que “un buen libro emplea de manera enriquecedora el lenguaje y la imaginación” (Rodríguez, L 2016:8)

Al leer un libro se deben tener en cuenta determinados elementos que no constituyen habilidades como son: el estado de ánimo y el saber acumulado por la experiencia; estos elementos permitirán establecer una relación cómplice con el texto y aportarán al lector un mayor disfrute de la lectura y también un mayor aprendizaje.

Las obras literarias son el resultado de experiencias quienes la han vivido,  desean vivir o que se han inventado ; en todos los casos hay un reflejo artístico de la realidad que se presenta ante el lector enriquecida, lo penetra, toca su sensibilidad, despierta su curiosidad, fortalece su aprendizaje sobre temas diversos, o sencillamente lo transporta a otro mundo y cuando el lector se encuentra en el protagonista, la obra resulta ya inolvidable, lo convierte en libro de cabecera, recurrente en momentos de dolor o de soledad pero si no hay identificación aunque sea mínima, se produce el rechazo.

El colombiano Fernando Cruz, (citado por Rodríguez Leticia 2016) refiere el criterio que comparte la autora de este trabajo “Para que la lectura y los libros produzcan los efectos que soñamos, se requiere como fundamento de primer paso, la educación en los sentimientos…el esfuerzo sostenido de educar en los buenos sentimientos…hay que mantenerlo. Cada vez que nazca un niño hay que empezar de nuevo trayéndolo a la humanidad”

¿Cómo despertar el interés por la lectura, cómo lograr el acercamiento a los libros?

“Con la necesaria paciencia, es posible lograr que de lecturas bien conducidas se consoliden sentimientos humanistas” Rodríguez, L 2016:10) El trabajo ha de comenzar desde las primeras edades, coincidimos con Sánchez G, JC cuando expresa “estimulemos el hábito de lectura y la capacidad de asombro

¿desde cuándo no dormimos a nuestros hijos leyéndole un cuento?... o preferimos que se duerman con el celular entre las manos…devolvamos siempre a nuestros hijos el país de los asombros y los poderes de la imaginación” (Sánchez, 2018:6)

La labor que se desarrolla en Cuba en torno a la lectura es ardua: Feria del libro, Lecturas frente al mar, Libros en movimiento, talleres de lectura, Sábado del libro, Jornadas por el día del bibliotecario y más recientemente el VIII Coloquio del bibliotecario entre otras para lograr el espontaneísmo, el enamoramiento por la lectura, sin embargo se considera que no son suficientes los índices que se alcanzan y este continua siendo un problema a resolver por la escuela, la familia, los medios de comunicación, etc.

Hoy existen 3 328 asociados por la Asociación cubana de bibliotecarios (ASCUBI), quienes “son flotadores en el amplio mar de información que sacude a la sociedad moderna”, (Alentado, y Alonso 2018: 6) su función va mucho más allá de conservar libros.

“Un buen bibliotecario asume el papel del maestro, asesora la búsqueda de datos para los trabajos de curso, para evitar que los padres suplanten a los hijos en la realización de tareas”…”Trabajé diez años en la biblioteca, fui extraordinariamente feliz. Compartí la pasión de iniciar en el disfrute de la lectura…con los poetas Eliseo Diego, Fina García Marruz, y Cintio Vitier”(Pogolotti, G 2019:3)

En la escuela el bibliotecario y el maestro juegan papeles protagónicos mediante el desarrollo de un trabajo planificado, organizado, sistemático - nunca dejado a la espontaneidad - llevando a cabo acciones encaminadas a fomentar el interés por materiales diversos de lectura, con la orientación sistemática a un colectivo de escolares  - lectores potenciales -  sobre qué leer. Ambos han de esforzarse por saber a fondo, qué les gustaría leer a los niños, no solo como tendencia colectiva de un determinado grupo de edad, sino también a nivel individual y en qué grado han desarrollado sus habilidades y capacidades lectoras

“En la batalla por conquistar nuevos lectores, ciudadanos activos, bien informados, motivados por la curiosidad y el hambre, de conocimientos, dotados de espíritu crítico, capaces de escapar a la manipulación mediática y al imán seductor de la tontería, se impone la necesidad de concretar las políticas culturales en encadenamientos productivos  y eficaces con la participación de todos los factores que dinamizan la vida”(Ibídem)

En todos los eventos de lectura, de una manera u otra los trabajos presentados han aludido a la necesidad de una estrategia para incentivar la lectura de los escolares en la  escuela y en el  aula, debe ser  concebida colectivamente - director, bibliotecario, maestro, familia-, o sea  concebir el modo de abordaje, el camino a transitar, las vías  a utilizar  para que se produzca el acercamiento y el encuentro final del escolar con el libro, porque la lectura por placer se contagia.

Por consiguiente se requiere un maestro que lea, pero además que esté interesado, informado, preparado y provisto de libros: que sepa recomendar el libro adecuado para el niño que lo requiera en el momento justo. No se debe olvidar que muchas personas no leen porque sus primeras lecturas resultaron experiencias frustrantes. El entorno escolar tiene la responsabilidad de accionar para corregir las deficiencias de los escolares en la  lectura, lo cual no significa que se desvincule del trabajo que ha de desarrollar la familia para apoyar y contribuir al logro resultados exitosos y que puedan vencerse las  dificultades de carácter técnico.

¿Cuáles son los puntos de partida teóricos que sustentan la promoción de la lectura en la escuela?

La formación de lectores será más efectiva si en lugar de la improvisación y la espontaneidad partimos de concepciones científicas, que se han acumulado como un valioso caudal de experiencias realizadas por educadores del mundo entero, recogidas en una bibliografía cada vez más numerosa.

Una apretada síntesis de esas ideas que han resistido la prueba de la práctica y del tiempo son:

Un elemento básico de esa preparación del docente lo constituye el conocimiento de la literatura infantil y juvenil nacional y universal, pues la inmensa mayoría de las personas desarrollan la necesidad de la lectura sólo si entran en contacto, desde las edades más tempranas, con ese fascinante terreno de las letras.

“La lectura tiene que convertirse en un hábito desde las primeras edades. Contra la modorra, el acomodamiento al uso de resúmenes simplistas, el empleo fraudulento del corta y pega, acicatea la búsqueda de la verdad, desarrolla la capacidad de concentración e impulsa la imaginación creadora. No puede concebirse una sociedad del conocimiento y una respuesta adecuada a las demandas de innovación científica, prescindiendo de esas cualidades.

Subestimados por muchos, el arte y la literatura alientan la facultad de soñar. Los sueños preceden la búsqueda de soluciones”(Pogolotti, G2019:3)
Existen numerosas periodizaciones del desarrollo de los intereses de lectura durante la infancia y la adolescencia. En Cuba es muy conocida la elaborada a comienzos del siglo XX por la norteamericana Catherine Dunlap-Cather, de la que se ha extrapolado a otras manifestaciones literarias lo que ella circunscribía a la narración de cuentos.

Al margen de terminologías específicas de uno u otro autor, parece haber consenso en que las fases en la evolución de los intereses literarios, tomando como base la agrupación por edades, con carácter sólo indicativo y flexible, son las siguientes:

De dos a cuatro-cinco años. Se interesan, generalmente por escuchar la lectura de los cuentos con elementos cotidianos y repeticiones; las poesías de acentuado ritmo, con juegos de palabras, motivos humorísticos o fuerte emotividad.

Todas las edades deben considerarse aproximadamente, es posible realizar subagrupaciones, pues a un niño de dos años y medio no le interesa exactamente lo mismo que a uno de cinco.

De seis a ocho- nueve años. Predomina el gusto por las narraciones maravillosas, como los inmortales cuentos de hadas; por las historietas; por la poesía de exaltación patriótica apropiada para la recitación pública, por las revistas concebidas especialmente para esta etapa de la vida.

De nueve a once-doce años. Sin que se abandonen del todo las preferencias anteriores, se manifiesta una orientación hacia los relatos de orientación realista y los textos de divulgación científica, histórica, deportiva y cultural.

De doce a catorce-quince años. Coincide con el inicio de la adolescencia. Las preferencias de los dos sexos tienden a diversificarse, e incluye la actual ciencia-ficción, la novela policíaca, la moderna narrativa fantástica los escritos que revelan la vertiginosa revolución científico-técnica de nuestro tiempo. Es más frecuente en las muchachas la narrativa y la lírica de temática amorosas.

De quince a dieciocho años aproximadamente. Fase de maduración, en ella se consolida el hábito de la lectura y se produce el contacto pleno con toda la literatura y las diversas expresiones de textos no literarios. Interesa especialmente, por razones obvias, la escritura, en libros y revistas, acerca de la temática juvenil.

Es decir, debe lograrse el paso desde la satisfacción del interés más o menos transitorio (digamos, de la lectura sobre perros porque tales animales le apasionan) hasta el surgimiento de necesidades estables y diversas. 

Se precisa garantizar que al lector principiante le guste e interese realmente leer, y descubrir ese placer depende, en gran medida, del modo en que se ha abordado la lectura en la primera etapa, para desear practicarla, continuarla y renovarla como algo irrenunciable, que no tiene sustituto. Tiene la escuela, la función preponderante de lograr que ese aprendizaje “cautive". Muchos principiantes, a medida que avanzan, se sienten atacados por la "fiebre" de la lectura: quieren leerlo todo, quieren poseer cuanto libro ven, comienzan a confiar en el libro como medio de descubrimiento de todo lo que les interesa. Sin embargo además de dotar a los jóvenes de las técnicas y mecanismos para descifrar los signos gráficos no puede perderse de vista el objetivo primordial de comprender lo que se lee, para lograr amor por la lectura.

A partir de un diagnóstico de los fondos bibliográficos, de la situación de lectura de los docentes y de los escolares con los que se va a interactuar, de sus familias y la comunidad, han de seleccionarse cuidadosamente los métodos y procedimientos que deben aplicarse.

De manera que, al concebir la estrategia de promoción de lectura se tendrá en cuenta:

Es imprescindible que el maestro lea la obra previamente para decidir las acciones que podría desarrollar; está en él “determinar" las más eficaces para propiciar el interés por la lectura según las características
individuales y grupales; tener en cuenta en su quehacer diario a favor de la lectura que la misma contribuye al autodescubrimiento al aprendizaje significativo, que involucra al individuo y sus sentimientos, lo cual conlleva a que se produzca un cambio en su conducta. Es necesario establecer la comparación con la televisión, y todas las modernas técnicas de entretenimiento actual, que van ganado terreno y muchas veces conducen a la formación de valores negativos, demostrar las ventajas de leer

Muchos especialistas de habla hispana, han abordado en disímiles ocasiones el tema de cómo despertar el interés por la lectura, Leticia Rodríguez, Georgina Arias, Beatriz Maggie, Juan Ramón Montaño, por citar algunos. Ofrecemos un compendio de sugerencias, enriquecido con resultados de investigaciones sobre el tema y actividades prácticas de docentes de vasta experiencia en la aplicación de acciones de promoción para desarrollar a nivel de escuela o municipio:

 
Las acciones propuestas requieren de un trabajo en el aula que lleve al contacto directo del joven con el material de lectura y con el maestro como mediador.

Estas acciones que pudieran calificarse como técnicas de animación pueden ser realizadas previas a la orientación de la lectura, posteriores, o realizadas durante la lectura y pueden aplicarse en el horario docente o no, previa coordinación con la bibliotecaria. Sería conveniente que se realizara al menos una técnica cada semana, de manera que durante el curso el alumno haya podido disfrutar de un número considerable de títulos.

Es muy importante vincular el contenido de los libros leídos con sus vivencias, no debe olvidarse que la lectura prepara para la vida

La efectividad real de la estrategia se constata mediante el método de observación científica, registrando la conducta sistemática de los escolares con relación al libro y la lectura a partir de indicadores como los siguientes:

Conclusiones

El análisis realizado a partir de la bibliografía consultada y los resultados alcanzados en la práctica, permite arribar a las siguientes conclusiones:
Según estudios realizados por la UNESCO, las estadísticas de los índices de lectura en la etapa de la adolescencia en la casi totalidad de los países, resultan alarmantes.

En Cuba, aunque no existen estudios a gran nivel de esta problemática, se evidencia que existe un incremento del hábito de lectura en la población, pero se constata, por diferentes vías, que aún los resultados son insatisfactorios.

Los egresados de los diferentes niveles de enseñanza presentan limitaciones en este sentido, lo que obedece al insuficiente trabajo de los diferentes factores involucrados en esta tarea, fundamentalmente, al trabajo de la escuela y a la falta de hábito de lectura de los docentes.

El interés por la lectura no es innato ni se desarrolla de manera espontánea, sino que es el resultado de un trabajo orientado y sistemático desde las edades más tempranas.

Para lograr el fomento de la lectura se requiere de un sistema de    influencias en el cual la escuela y el maestro, desempeñan un papel fundamental

En la escuela, en general, y en las aulas, en particular, debe existir un "proyecto" de promoción y animación de la lectura para lo cual los maestros deben estar debidamente preparados.

La formación y la superación de los maestros deben contemplar su preparación como promotores de lectura y su actualización constante con relación al trabajo desde el aula.

Es necesario un trabajo armónico y coordinado entre todos los factores para lograr resultados efectivos con relación a la promoción de la lectura. En el sector rural, este trabajo se hará atendiendo a las características de las diferentes zonas y a los recursos materiales y humanos de que se dispone.

Por otra parte se hace necesario enfatizar en la necesidad de:

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