Varona

Revista Científico-Metodológica,  No.80 mayo-agosto, 2024. ISSN: 1992-8238

José Martí y Fidel Castro en dos tiempos: Clases sociales e integración Latinoamericana-Caribeña

Jose Marti and Fidel Castro in two times: social classes and Latin American-Caribbean integration

MSc. Grabiel Vargas Guevara. Profesor instructor. Departamento de Historia. Universidad de Oriente. Santiago de Cuba.
Correo electrónico: guevara@uo.edu.cu
ORCID: http://orcid.org/0000-0002-3103-1876

Dr. C. Manuel Fernández Carcassés. Profesor Titular. Departamento de Historia. Universidad de Oriente. Santiago de Cuba.
Correo electrónico: mfernandez@uo.edu.cu
ORCID: http://orcid.org/0000-0001-8182-7744

Dr. C. Yanet Leal Cosme. Departamento de Historia. Universidad de Oriente. Santiago de Cuba.
Correo electrónico: yanet@uo.edu.cu
ORCID: http://orcid.org/0000-0001-9412-6111


RESUMEN

El contexto universitario cubano precisa de la disponibilidad de textos actualizados que aborden la línea de pensamiento Martí-Fidel en torno a las clases sociales y a la integración Latinoamericana-Caribeña, para compensar la carencia de la interdisciplinariedad en los contenidos de las asignaturas Historia de América y Cuba acorde a los cambios sociales actuales. Por lo que se propone la elaboración de un material docente para la enseñanza universitaria en Historia de América y Cuba con la finalidad de elevar la preparación política ideológica de los estudiantes. Para el desarrollo de esta investigación y en correspondencia con las características de la misma se aplican diversos métodos y técnicas entre ellos: el análisis - síntesis para establecer los nexos de las relaciones entre el proceso de enseñanza - aprendizaje de las asignaturas del currículo base y del optativo. Inductivo - deductivo se aplicó en el análisis de distintas teorías para el cumplimiento de las tareas previstas. El método sistémico desde los fundamentos del materialismo dialéctico e histórico, que permite entrelazar los presupuestos teóricos para la elaboración de un material docente que enriquece la coincidencia en torno a la problemática planteada.

Palabras clave: unidad, proyección, pensamiento, equilibrio, discursos

ABSTRACT

The Cuban university context requires the availability of updated texts that address the Martí-Fidel line of thought regarding social classes and Latin American-Caribbean integration, to compensate for the lack of interdisciplinarity in the contents of the History of America and Latin American subjects. Cuba according to current social changes. Therefore, the development of teaching material for university teaching in the History of America and Cuba is proposed with the purpose of raising the ideological political preparation of students. For the development of this research and in correspondence with its characteristics, various methods and techniques are applied, including: analysis - synthesis to establish the links of the relationships between the teaching - learning process of the subjects of the base curriculum and the optional. Inductive - deductive was applied in the analysis of different theories for the fulfillment of the planned tasks. The systemic method from the foundations of dialectical and historical materialism, which allows the theoretical assumptions to be intertwined for the development of teaching material that enriches the coincidence around the problem raised.

Keywords: Unity, thought, projection, balance, discourse


Introducción

La época y sociedad contemporánea demandan de un ser social con sólida histórica y conciencia política para actuar en los diversos espacios donde interactúa, por ello el aprendizaje del contenido histórico acompañado de la obra de figuras relevantes en el arte de conducir a los pueblos resulta necesario. Por otro lado, preparar a los profesionales en cuales quiera de sus especialidades, posibilita preparar el futuro social de las naciones.

De manera que, encontrar la relación genuinamente ética en esencias sociales particulares como las clases y generales como la integración brinda propicia desentrañar las causas acontecimientos, sus repercusiones, como parte de un proceso relativo a un país como su interrelación con la Historia Universal en su conjunto.

En las décadas transcurridas del siglo XXI la humanidad ha entrado en un nuevo milenio donde se evidencia el acelerado crecimiento científico, tecnológico, de los servicios de comunicación y del transporte, junto grandes cambios económicos, políticos y sociales generando en el mundo la tendencia de pérdida de identidades nacionales y culturales, en muchos casos estimulados por el desconocimiento de sus historias.

Ante los retos que impone el desafiante mundo de hoy, el docente debe superase constantemente, para incidir en la formación y preparación de la sociedad, el papel que debe jugar la escuela en la solución de estos problemas es compartido por muchos países y está avalado por estudios que coinciden en reiterar la importancia que tiene la preparación histórico política para guiar el aprendizaje, de igual modo se hace necesaria la comprensión de conceptos estructurales que relacionados con el tema sustentan la propuesta,

En el proceso de producción de bienes materiales se establecen formas específicas de relación entre los propietarios de los medios de producción y los productores directos o trabajadores. Sin embargo, estas relaciones que se establecen entre los hombres, determinadas por la relación de propiedad donde rigen los medios de producción, es lo que es llamado relaciones sociales de producción.

Por otra parte, las diferentes relaciones sociales de producción dan origen a grupos sociales diferentes. Estos grupos son las llamadas clases sociales, Varona (2017) coincide con Lenin al enfocarlas en continua relación donde la integración es una vía para el logro de la emancipación económica ante la expansión transnacional de los monopolios.

Sin embargo, las clases sociales se estructuran por la propiedad sobre los medios de producción, el papel que desempeñan en la organización social del trabajo, y, consiguientemente, por el modo y la proporción en que perciben la parte de la riqueza social de que disponen. Es la razón para identificar los motivos de la lucha entre ellas mediante las nociones de la historia a través de un trabajo interdisciplinario.

Para comprender en qué consisten las clases según Seid (2021)

(…) no deben ser cosificadas, pues no existen como sustancias. Desde su perspectiva, lo que existe no son “clases sociales” tal como se las concibe en el modo de pensar sustancialista, sino un espacio social multidimensional, con diversos factores de diferenciación, poderes sociales o formas de capital. El espacio social es multidimensional porque es una estructura compuesta por múltiples campos. Cada campo es un ámbito de actividad determinada, diferenciado de los demás, que se caracteriza por tener algo que está en juego, por lo que vale la pena luchar y que los actores sociales que toman parte se esfuerzan por obtener: el capital específico del campo. (p. 69)

Otro de conceptos fundamentales es integración vinculada a la regional, en nuestro caso Latinoamericana-Caribeña y responde a las necesidades y dinámicas económicas por la defensa de las soberanías nacionales con naturaleza cooperativa donde el desarrollo es la liberalización del comercio y la eliminación de barreras de los factores de producción, tributa a la creación de mercados ampliados.

El pensamiento sobre la unidad como base para alcanzar la independencia y conservar la soberanía de los territorios que comprenden la región de Latinoamérica y el Caribe datan desde finales del siglo XVIII y tienen como su primer referente ideológico al prócer venezolano Francisco de Miranda. Estas ideas que sustentan el proceso de integración latinoamericano-caribeño surgen con anterioridad al concepto de latinoamericano, basado en los orígenes comunes que hacían de esta región una entidad socio-cultural.

La integración de Hispanoamérica había nacido bajo el sometimiento de España en un primer momento, sufriendo los desmanes del opresivo sistema colonial español, lo que fortaleció el espíritu de rebeldía en ellos, en gran medida heredados de las resistencias indígenas y de las rebeliones de esclavos negros. El segundo momento que daría paso a la integración fue el desarrollo del proceso de lucha anticolonial.

La segunda década del siglo XIX marcó un punto de inflexión para las colonias españolas de América quienes iniciaron su proceso emancipador aprovechando la coyuntura existente en la metrópoli cuando esta fue invadida por los ejércitos de Napoleón Bonaparte, hecho que en gran medida contribuyó a corroer las bases del decadente imperio español. (Fernández, 2023) sugiere que este factor fue determinante para que los habitantes de estos territorios decidieran desprenderse de la tutela de tan oprobiosa monarquía que gobernaba con brazo de hierro.

Simón Bolívar se convertía durante la 1ra mitad del siglo XIX en el más alto exponente teórico de la integración latinoamericana y sus acciones prácticas iban dirigidas a integrar las nacientes repúblicas en lo que denominó el pacto americano. Supo avizorar el interés que nacía en los Estados Unidos hacia Iberoamérica y advirtió sobre la naturaleza absorbente de los americanos del norte con respecto a nuestros pueblos y la humanidad en general.

Debemos señalar que dicho proyecto de integración regional no logró su plena materialización, existían grandes derroteros que mermaban la unidad de estos territorios, los mismos estaban marcados por una fuerte tendencia al localismo y la incomunicación que se manifestaba en intereses opuestos. Este fuerte arraigo a la localidad constituía una barrera ideológica en el camino, en pensar como un ser americano y en buena medida latente estuvo latente hasta las postrimerías del siglo XX.

Otros próceres de la independencia latinoamericana realizaron esfuerzos por hacer realidad proyectos unitarios, en su gran mayoría devenidos en fracasos por disensiones internas, que se manifestaron a través de tendencias como el localismo económico y el nefasto caudillismo, que fueron los factores esenciales en la no realización práctica de esa idea.

En la década del 80 del siglo XIX, los Estados Unidos —quienes desde 1823 habían plasmado en la Doctrina Monroe sus propósitos hacia el continente al expresar “América para los americanos”— robustecen con mayor energía su estrategia panamericanista, que aspiraba a establecer su hegemonía en la región a costa de los pueblos latinoamericanos, a los que consideraban inferiores y en su afán expansionista se consideraban estar destinados por la providencia a expandirse a costa de estos. José Martí, testigo de la ofensiva panamericanista, se convertiría en el sucesor ideológico de Bolívar y trazaría una estrategia encaminada a alcanzar lo que el denominaría el “Equilibrio del Mundo”, referente teórico de las concepciones unitarias de los pueblos de América Latina y el Caribe que trascendería las barreras de su época.

Los acontecimientos ocurridos en año 1898, tras la intervención militar del gobierno norteamericano en la guerra cubano-española, los Estados Unidos, vencedor del conflicto, emergió convertido en potencia mundial, apropiándose de importantes posesiones en el Caribe y el Pacífico. Las alertas hechas por Martí se hacían realidad, la región de América Latina sufriría de su voracidad imperialista a lo largo del todo el siglo XX y una vez iniciado el presente siglo continua bajo el asedio de su vocación imperial, estimulando la puesta en práctica de mecanismos y recetas neoliberales en la región y empleando una política agresiva contra los gobiernos de izquierda.

Para Cuba, las consecuencias son quizás mucho más complejas, pues durante todo el siglo XX, marcaría la lucha de un pueblo, primero por recuperar los territorios que el imperialismo estadounidense intentaba desposeerle de su estructura geográfica y nacional (la isla de Pinos, que no le sería reconocida a los cubanos dentro de su territorio nacional hasta 1925), y en segundo lugar, sus incesantes intentos por desprenderse de la tutela impuesta que no se alcanzarían hasta más de 60 años después de finalizado el conflicto.

Una vez alcanzado dicho objetivo a lo largo de toda la segunda mitad del siglo XX y comienzos del XXI, las relaciones entre ambos países (Cuba y los EE. UU.), se han visto enturbiadas a causa de las actitudes encontradas, provocadas por las apetencias estadounidenses de control y dominación sobre los destinos de la mayor de las Antillas y cuyo mayor exponente lo constituyen la política hostil de dicho gobierno por intentar asfixiar la economía de la isla y la permanencia sobre una porción de su territorio, desde el propio año 1898, espacio geográfico de vital importancia para los cubanos, ocupado por los Estados Unidos como resultado de dicha conflagración.

El triunfo de la Revolución Cubana abrió una nueva época para la región de América Latina y el Caribe. El liderazgo de Fidel Castro dio impulso nuevamente al propósito bolivariano-martiano por alcanzar la “Patria grande”, Cuba se convertiría en un baluarte en la defensa de los pueblos de la región y otras naciones del Tercer Mundo. Aneiros (2024) le destaca como un ejemplo a seguir en el 65 aniversario del triunfo de la Revolución. Por ello, se comprende que el proceso de integración promovido por la política exterior es multifacético, donde convergen estructuras económicas y políticas, basadas en el respeto a las diferencias y las expresiones culturales diversas, como premisas de la construcción de un espacio común.

Se plantea desde Cuba y Venezuela una estrategia que integre política, economía, sociedad y cultura, trazándose como objetivos garantizar la continuidad estado-nación. Que permita conjugar los intereses nacionales con los regionales para asegurar la inserción en el mercado mundial en condiciones óptimas de eficiencia, sustentabilidad y complementariedad. Lo que lleva a promover la equidad, cohesión social, disminución de pobreza, marginación y exclusión social para proteger la identidad nacional individual, dentro de una unidad más amplia.

Sin embargo, en la actualidad el contexto universitario carece de disponibilidad de textos actualizados que aborden la línea de pensamiento Martí –Fidel en dos tiempos relacionados con las clases sociales y la integración Latinoamericana-Caribeña, posee limitadas estrategias que faciliten la interdisciplinariedad entre las asignaturas de Historia de América y Cuba para impartir el contenido anteriormente señalado desde una perspectiva integral. De manera que, precisa de motivar el conocimiento sobre el pensamiento de José Martí y Fidel Castro en torno a las clases sociales y a la integración Latinoamericana-Caribeña con la finalidad de elevar la preparación política ideológica de los estudiantes y docentes. Por otra parte, los cambios económicos operados en la Cuba de hoy condicionan la existencia de nuevos sectores, grupos y clases sociales que sustentan la superestructura social.

Es por esta razón se declara como problema científico: ¿Cómo motivar al conocimiento sobre el pensamiento de José Martí y Fidel Castro en torno a las clases sociales y a la integración Latinoamericana-Caribeña? En tanto se formula como objetivo: la elaboración de un material docente para la enseñanza universitaria en Historia de América y Cuba con la finalidad de elevar la preparación política ideológica de los estudiantes.

Materiales y métodos

Para el desarrollo de esta investigación y en correspondencia con las características de la misma, se contó con una población de 41 estudiantes, de ellos 19 como muestra con criterios de selección intencional, pertenecientes al primer año de la carrera Historia.

Se utilizan como métodos teóricos análisis - síntesis para establecer los nexos de las relaciones entre el proceso de enseñanza - aprendizaje de las asignaturas del currículo base y del optativo. Inductivo - deductivo se aplicó en el análisis de distintas teorías para el cumplimiento de las tareas previstas. Histórico - lógico y ascenso de lo abstracto a lo concreto se utilizan a lo largo de todo el proceso investigativo, esencialmente, las particularidades del proceso de enseñanza-aprendizaje.

El método sistémico desde los fundamentos del materialismo dialéctico e histórico, que permiten entrelazar los presupuestos teóricos para la elaboración de un material docente que enriquezca la enseñanza universitaria de la Historia de América y Cuba.

El método descriptivo porcentual para el procesamiento cuantitativo de los datos obtenidos, el análisis de estos y la elaboración de gráficos ilustrativos. Los resultados de la revisión documental y la aplicación de los instrumentos elaborados, demuestran la objetividad del problema científico planteado, lo que evidencia la necesidad del trabajo con conceptos actualizados que faciliten la enseñanza de la Historia de América y Cuba en estudiantes universitarios.

Resultados

Se demostró que, el 71% de los estudiantes no conocen los escritos y discursos de José Martí y Fidel Castro en torno a las clases sociales y a la integración Latinoamericana-Caribeña. El 64 % declaró que no conocen las aplicaciones digitales para interactuar con los escritos y discursos de José Martí y Fidel Castro en torno a las clases sociales y a la integración Latinoamericana-Caribeña. El 80 % expresa que sienten interés por un tipo de lectura digital más acorde a sus intereses.

Las entrevistas a 5 docentes sobre las convergencias de pensamiento entre José Martí y Fidel Castro en torno a las clases sociales e integración Latinoamericana-Caribeña, respondieron tener el conocimiento lo que representa un 80 % sin embargo refieren la necesidad de contar con textos que puedan ser utilizados como referentes en el proceso de enseñanza aprendizaje de la Historia de América y Cuba.

El análisis del proceso de enseñanza-aprendizaje de la Historia de América y Cuba en este material docente se intenciona de manera didáctica entre problemas profesionales y modos de actuación profesional; desde el carácter de especificidad a nivel de perfil, que se evidencia en la búsqueda de información histórica, en la interpretación de lo histórico y en la comprensión de la sociedad cubana actual.

Objetivo general: Ofrecer al docente un soporte didáctico para la enseñanza universitaria de la Historia de América y Cuba para motivar al conocimiento sobre el pensamiento de José Martí y Fidel Castro en torno a las clases sociales y a la integración Latinoamericana-Caribeña con la finalidad de elevar la preparación política ideológica de los estudiantes.

Objetivos específicos:

Orientaciones metodológicas generales.

La connotación metodológica del material radica en que entrega una fuente de información como apoyo a la docencia, que tipifica lo didáctico-metodológico y la relación entre los componentes objetivo, contenido, método, que se concretan en este proceso teniendo en cuenta la orientación.

Los docentes obtienen la argumentación del contenido histórico y su contextualización, a través del empleo de la obra martiana y fidelista en el empleo de los textos del Cuaderno Martiano IV y las Obras Completas Tomo IV, La Ética Martina y El juicio del Moncada para su contextualización.

A continuación, se presenta la estructura y el contenido de cada una de sus partes:

Parte I. Reflexiones acerca de la enseñanza de la Historia en la formación del profesional universitario.

Es la Historia la más antigua y clásica de las ciencias sociales, al decir de los estudiosos. Su complejidad está dada en el seguimiento al desarrollo de la humanidad como proceso, así como a las diferencias y peculiaridades de este. Su esencia radica en su naturaleza la cual sigue, sin embargo, es que a partir de los estudios de Carlos Marx cuando se produce una valoración revolucionaria de esta ciencia, su comprensión materialista abarcar los nexos y relaciones estructurales, en la búsqueda de la verdad objetiva de los hombres.

La Historia como asignatura se diseña a partir de las conclusiones de la ciencia histórica, de las cuales se selecciona el contenido con un criterio pedagógico que se corresponda con la edad y madurez de los educandos. De modo que con arreglo didáctico existe sustentada en la producción científica de los historiadores.

El Sistema Educacional Cubano concede importancia vital a la enseñanza de la Historia en general y de Cuba en particular, constituyen una de las asignaturas priorizadas en los planes de estudio de todos los niveles de enseñanza. Poe otro lado, por razones político-ideológicas la Historia Patria desempeña un rol destacado en el desarrollo de valores y de una conducta ciudadana acorde con los principios e ideales de la Revolución Socialista que la distinguen ante el mundo, caracterizado por la unipolaridad y las posiciones hegemónicas del imperialismo norteamericano.

A través de los diferentes sistemas de enseñanza se pretende contribuir a la educación integral de los individuos, de ahí que constituya una constante, el perfeccionamiento de la educación, que incluye la revisión sistemática de los objetivos, la actualización del contenido, la incorporación de nuevos métodos, la modernización de los medios de enseñanza, las adecuaciones de la evaluación y la reconsideración de las formas de organización del proceso de enseñanza-aprendizaje, entre otros importantes aspectos.

En tal sentido, la Historia constituye una de las armas fundamentales para forjar el futuro, donde la misma tiene como función transmitir de generación en generación la experiencia histórico-social acumulada. De ahí que el vínculo Historia Universal - Historia Nacional ocupe un lugar importante en la relación de lo cognitivo y lo afectivo en función del proceso de formación de la personalidad de los estudiantes.

Es oportuno entonces reflexionar en torno a la Didáctica de la Historia, ya que es una de las ciencias que se ocupa del proceso de enseñanza–aprendizaje, revelando la relación ciencia Histórica- asignatura Histórica, nutriéndose de los resultados investigativos de otras como: Psicología, Didáctica General, Sociología de la Educación, etc., que junto a sus resultados científicos le imprime una identidad capaz de ir satisfaciendo las necesidades didáctico- metodológicas.

Las nuevas tecnologías de la informática y las comunicaciones constituyen un valioso medio para la transmisión interactiva del contenido histórico, el cual permite elevar a planos superiores el cumplimiento de los objetivos y funciones que tiene la enseñanza de las diferentes disciplinas, pues permite poner énfasis en la comprensión teórica y en el desarrollo de capacidades y habilidades, sobre todo en la resolución de problemas, a la vez que facilita nuevas formas de relación con el contenido.

En este sentido, se fortalece y apoya el desarrollo de una concepción informática en los escolares, familiarizándolos con la necesidad de almacenar, transformar, transmitir, acceder e interpretar la información en sus múltiples manifestaciones (textos, imágenes, sonidos); de manera que pueda hacer inferencias, arribar a conclusiones y ofrecer recomendaciones enriqueciendo su formación como ciudadanos de un mundo informatizado, vinculando el proceso de enseñanza de la historia con la informática y las posibilidades que esta brinda en la sistematización de los conocimientos.

Estimular el desarrollo del educando mediante el aprendizaje de la Historia requiere del trabajo con variadas fuentes y la correcta expresión y comunicación de los conocimientos. Para lograr que los alumnos asimilen todos los elementos que incluye el conocimiento del hecho histórico, deben desarrollar formas específicas de actividad cognoscitiva, que faciliten tanto la comprensión, como la explicación, argumentación y valoración de estos.

El reto es que, el alumno, en dicho proceso de búsqueda del conocimiento encuentre los elementos necesarios (de los hechos, que le permitan el dominio esperado y la posibilidad de aplicación y valoración; por otra parte, las exigencias planteadas a las tareas para la búsqueda ayudarán a que estimulen y enriquezcan su actividad intelectual e influyan en su educación, los videos, software, cuyo uso también es trascendental para un cambio en las formas de comunicación en las clases y en la actual posición de "receptor" del alumno. Con estos medios este tendrá la posibilidad de establecer nuevas formas de interacción, podrá aplicar conocimientos, exponer sus criterios, contrastar sus supuestos iniciales con la nueva información a partir de su utilización, lleve a los alumnos a la elaboración de su conocimiento a partir de dimensionar la esfera afectivo-motivacional.

El Ministerio de Educación Superior de Cuba establece como objetivo contribuir a la formación de un profesional no sólo académico; sino también sensibilizado con la labor social que realiza dentro de la población, y portador de un nuevo modelo de ser, que intenciona el desarrollo de una cultura general integral. Tales razones justifican la presencia de la disciplina Historia de Cuba en los contenidos curriculares de los estudiantes universitarios cubanos que recién ingresan a la educación superior en las diferentes especialidades.

El programa de la disciplina de Historia que reciben las carreras de Licenciatura en Historia y en Educación Marxismo Leninismo-Historia tiene la misión de contribuir a la formación integral. su objetivo en particular es la reconstrucción de la historia nacional sobre una base científica y clasista que incluya su interrelación con los fenómenos históricos mundiales, y contemple la vida material y espiritual de nuestro pueblo en sus especificidades socio clasistas, políticas, culturales, e ideológicas.

Enfatiza en el estudio de la realidad cubana mediante la comprensión de sus problemáticas esenciales, a través de una correcta asimilación de la interrelación pasado–presente, que permita a los jóvenes especialistas participar creadoramente en la lucha ideológica, cultural, educativa y otras que libra nuestro pueblo. De la misma forma debe colaborar en la creación de su base informativa, metodológica y de habilidades que le permita complementar su formación profesional.

Por ello, la interdisciplinariedad está recogida en las indicaciones de los programas de estudios de ambas carreras, y en igual correspondencia las que reciben prestación de servicios en la Disciplina de Historia de Cuba. El vínculo entre las Disciplinas Historia de Cuba-Historia de América ocupa un lugar relevante para el tratamiento con los contenidos relacionados con las clases sociales y la integración Latinoamericana-Caribeña específicamente en Cuba I y América II y III.

De manera que, los docentes son los encargados de diseñar una estrategia didáctica metodológica que permita la interrelación de los contenidos respondiendo a los diferentes ejes temáticos que ameriten tales propósitos, para lo cual la integración de los conocimientos se presenta pertinente, vinculada a las experiencias de los jóvenes. Por ello, se tiene libertad para definir los objetivos del aprendizaje para una amplia variedad de conocimientos organizados en el currículo. Los que vinculados a lo cotidiano y popular aporta nuevos puntos de vista, pues refleja intereses e interpretaciones de la sociedad con una visión más amplia.

Parte II. Reflexiones martianas acerca de las clases sociales y la integración Latinoamericana-Caribeña para lograr el equilibrio del mundo.

La historia la realizan los hombres más allá de las circunstancias y condiciones sociales, en ello juega un papel determinante el sector, grupo o clase social a la que pertenece. De manera que, condicionado por las influencias culturales, el protagonismo en la realización de revoluciones esta matizado por el origen y estudio de múltiples seres sociales capaces de impulsar o derrocar gobiernos.

José Martí, quien tuvo una vida breve y vigorosa, sufrió destierro por el colonialismo español debido a sus actividades revolucionarias por la independencia de su patria, se vio forzado a peregrinar por Europa y varias naciones de la cuenca del Caribe y Estados Unidos. Comprendió que la posición geográfica de Cuba, le otorgaba un puesto de importancia estratégica entre las os Américas, su patria estaba ligada al destino de los pueblos latinoamericanos y emprendió una obra de carácter universal para lograr con sensatez la paridad en la brecha que separaba a la América de Washington, de nuestra América. La cosmovisión martiana sobre el equilibrio del mundo, era resultado de la recepción del pensamiento bolivariano sobre la integración de los pueblos latinoamericanos en el pacto americano, y las alertas tempranas que había realizado sobre los peligros que emergían de los Estados Unidos con respecto a Iberoamérica y a la humanidad en su conjunto.

La defensa de la identidad de los pueblos latinoamericanos, los llamados de alerta a estrechar la unidad, fue la tarea emprendida por Martí en sus recorridos por Latinoamérica, más el incesante llamado a los gobiernos de estos pueblos en apoyo la independencia de Cuba, dotando a la causa cubana de un sentido universal, beneficiosa para el mundo, lo que permitiría consolidar la independencia de Hispanoamérica y salvar la honra de Estados Unidos, abandonando este la agresión a sus vecinos y eligiendo un camino al intercambio comercial justo con los mismos. Así la América de habla inglesa no sería excluida de la gran patria americana y se integraría a la gran familia de pueblos americanos.

Martí enjuició la actitud del gobierno estadounidense con respecto a la Revolución del 68, en su valoración sobre el codicioso vecino del norte, al apoyar a una monarquía europea contra una colonia hija de esta tierra, era sin dudas la adopción de una política anticubana y antiamericana, que no se correspondía a la altura de lo que representaba dicha nación , la cual sus políticos hacían mostrar como el pilar de la libertad en el continente americano (realidad hiperbolizada que ha trascendido las fronteras de nuestro hemisferio mostrando a los EE.UU. como el protector de las libertades del mundo), y que las naciones latinoamericana debían copiar acríticamente su modelo de sociedad.

Comprendió que la posición geográfica de Cuba, le otorgaba un puesto de importancia estratégica entre las dos Américas, su patria estaba ligada al destino de los pueblos latinoamericanos y emprendió una obra de carácter universal para lograr con sensatez la paridad en la brecha que separaba a la América de Washington, de nuestra América.

La cosmovisión martiana sobre el equilibrio del mundo, era resultado de la recepción del pensamiento bolivariano sobre la integración de los pueblos latinoamericanos en el pacto americano, y las alertas tempranas que había realizado sobre los peligros que emergían de los Estados Unidos con respecto a Iberoamérica y a la humanidad en su conjunto.

En el año 1894 publicó el artículo titulado: “El tercer año del Partido Revolucionario Cubano. El alma de la Revolución y el deber de Cuba en América”, donde se ofrecieron a la comunidad de exiliados cubanos y al público en general, ideas claves para la comprensión del papel que ejercían Cuba y Puerto Rico en el logro de la equidad entre las dos Américas.

Desde su puesto de soldado, el 18 de mayo de 1895 el día antes de caer eternamente con los pobres de la tierra, como había expresado con anterioridad en uno de sus poemas, escribió una carta devenida en testamento político a su gran amigo Manuel Mercado, donde exponía sus convicciones anticolonialista y latinoamericanista.

La predicción de José Martí acerca el peligro de la expansión estadounidense por las Antillas, se materializan en el año 1898 tras la derrota de España en la Isla de Cuba por acciones conjuntas entre el Ejército Libertador y el cuerpo expedicionario del Ejército Norteamericano, estos últimos obviaron a los hijos de Cuba en las negociaciones de paz. Este acontecimiento marcó el comienzo de la ocupación norteamericana de las últimas colonias españolas en América y el Pacífico.

Parte III. Valoraciones de la línea de pensamiento de Fidel Castro en torno a las clases sociales y la integración Latinoamericana-Caribeña.

En Martí hay un pensamiento de justicia de la perspectiva liberal progresista a diferencia de Fidel Castro, de pensamiento socialista; es cierto, hay una continuidad en el tránsito del liberalismo al socialismo, pero este responde a condiciones históricas específicas concretas.

Durante su primer viaje al exterior Fidel Castro, en Venezuela pronunció un discurso el 23 de enero de 1959 en la Plaza del Silencio, en Caracas, desde esa tribuna en la patria de Bolívar denunció las maniobras imperialistas contra Cuba, hizo referencia a la sapiencia de los pueblos de América sobre la fuerza radicada en la unión y la necesidad de la misma para evitar los males que aquejaban la región.

El líder de la Revolución Cubana, fue el motor impulsor en muchos de los acuerdos aprobados en la Conferencia Tricontinental, de la cual Cuba fue anfitriona en 1966. Los compromisos contraídos dieron a la luz el surgimiento de la Organización de Solidaridad con los pueblos de Asia, África y América Latina (OSPAAAL) y la Organización Latinoamericana de Solidaridad (OLAS). La Revolución Cubana actuó como garante para establecer el equilibrio del mundo, y dio pasos para la integración de los pueblos de Latinoamérica y el Caribe con otras naciones del Tercer Mundo, para el logro de una alianza que le permitiese enfrentar la explotación imperialista y dar fin a la descolonización de los territorios que aún permanecían en manos de potencias imperialistas.

Fidel, en sus recorridos por las diferentes regiones del mundo, ofrecía su "Mensaje de pueblo a pueblo” resaltando la necesaria integración, la cual debía manifestarse dentro de las naciones y entre las naciones. En su cosmovisión para alcanzar la seguridad colectiva de las naciones de Latinoamérica y el Caribe, esta región no debía estar desvinculada del resto de las naciones tercermundistas, todo el Tercer Mundo debía estar unido en el propósito de establecer una alianza común para enfrentar el modelo neoliberal, el proteccionismo en el comercio con la Unión Europea y los Estados Unidos, era necesario alcanzar un Nuevo Orden Mundial, el mismo se alcanzaría solamente a través de la unidad.

El Comandante en Jefe Fidel Castro, llevó a cabo un arduo batallar por la concientización de los pueblos pobres del mundo, sobre la necesidad de revertir el Orden Mundial, explotador e injusto que habían establecido el bloque de países desarrollados y que situaba a los Estados Unidos a la cabeza del mismo, imponiendo sus intereses con el poder económico y la fuerza militar. Advirtiendo, que ese orden imperante conducía a la catástrofe medioambiental y ponía en peligro a la especie humana.

Las crisis y fracasos de los modelos capitalistas de desarrollo económico en Latinoamericana y el Caribe reflejan la diversidad de realidades sociales y desigualdades de la región que la convierten en una de las más vulnerables del mundo. Los desajustes y descrecimientos en indicadores de impacto social hacen a estas zonas históricamente igualmente dependientes y frágiles, aún cuando se hayan operado crecimientos industriales relevantes en los años de 1930 a 1950 y al compás de los procesos desarrollistas de los años sesenta y setenta. Hacia la década de los ochenta nuestros países mostraron la quiebra de la deuda y entraron en el modelo neoliberal que ha determinado la consolidación de la hegemonía del gran capital monopolista y financiero, De tal manera y quizá como nunca antes el destino de la evolución económica del área depende de la dinámica global del capitalismo a escala internacional. Se entenderá que la crisis económica mundial repercute entonces con una mayor crueldad en esta área.

El proceso de transnacionalización de las economías latinoamericanas y caribeñas, no excluye a casi ningún país, y se expresa, por ejemplo, en la integración final - o en su dependencia estructural - de las burguesías del continente al gran capital monopolista y financiero. Una de las fórmulas que ha recibe apoyo del capital trasnacional son las relaciones económicas liberales que, como variante extrema de dependencia al capital extranjero, de concentración y centralización de las riquezas nacionales por éste y el gran capital “nacional “asociado mantiene la división en clases sociales acompañado de proyectos anti- integracionistas.

En nuestra región se observan condiciones de subdesarrollo heredadas del proceso de conquista y colonización lo que favorece la necesidad de incrementar las inversiones para lograr el desarrollo, esencia que se impone en el estrecho mercado interno a causa del dominio de los monopolios extranjeros donde las empresas trasnacionales desvían las ganancias hacia los mercados de otros países, lo que acentúa la descapitalización y su dependencia financiera de la balanza comercial y de pagos de los países latinoamericanos son manipulados por el FMI y la banca privada internacional.

El material es una propuesta posible de aplicar a los contenidos curriculares y optativos que propician el accionar reflexivo de los docentes y estudiantes, por consiguiente, permite articular los saberes históricos presentes en la obra martiana y fidelista. Por otra parte, favorece la interdependencia positiva en la construcción del aprendizaje procedimental profesionalizante desde la relación construcción de realidades y aprehensión significativa en el proceso de enseñanza-aprendizaje de la Historia de América y de Cuba. Se intenciona al trabajo con valores humanos reconocidos como: la identidad nacional, el patriotismo, y el humanismo, así como un adecuado comportamiento social, representado en estos, en correspondencia con la realidad social, cultural que se expresan a través de la forma de pensar y actuar.

Discusión

El estudio de las clases sociales como elemento caracterizador en la formación y desarrollo de las naciones latinoamericanas y caribeñas la Historia Social vinculada a los contextos económicos propicia conocer sobre el ejercicio de la justicia, el conocimiento de las leyes y el poder. En este sentido (Martí, 1892) señala que:

Hermanar es nuestro oficio. No hay más que dos clases entre los hombres: la de los buenos, y la de los malos. Enoja, oír hablar de clases. Reconocer que existen es contribuir a ellas. Negarse a reconocerlo, es ayudar a destruirlas (pp.52-53).

Martí realizó una valoración sociológica de la sociedad estadounidense que le permitió comprender el desarrollo económico-material extraordinario de la misma, se percató que estaba imbuida de un espíritu egoísta. Supo reconocer el papel cada vez más preponderante de los monopolios en estrecha alianza con la empresa expansionista. Su comprensión clara de la política estadounidense con respecto a nuestros pueblos, lo lleva a escribir unas crónicas sobre la Conferencia Internacional Americana, convocada por el gobierno de los Estados Unidos y que fue celebrada en la capital de dicha nación en el invierno de 1889.

Fueron útiles para lograr profundizar en los análisis sociológicos del Apóstol, las investigaciones de Guzmán (2017) incursionan en los orígenes y evolución de su pensamiento sociológico, además de su aplicabilidad demostrado la autenticidad del pensamiento latinoamericano y cubano en este sentido.

El conocimiento de la estructura de los diversos países en que vive: España (donde verifica, más allá de obvias similitudes espirituales, la diferencia entre ese país y el suyo), diversas naciones hispanoamericanas (México, Guatemala, Venezuela), donde arriba a la comprensión de un área más vasta en la que se encuentra inserta su patria, área que llamará nuestra América (Retamar, 1983, p, 93).

Autores como (Pacheco, 2022 y Vázquez, 2023) coinciden en que la estancia de José Martí en Estados Unidos propició la comprensión a profundidad del rol en la sociedad de los déspotas, de las masas adoloridas, de los jefes de las revoluciones, del papel y el sufrimiento de los emigrados en el desarrollo de la industria y la agricultura. Criterios con los que se coinciden, pues las contradicciones que se generan entre las clases sociales y los grupos de poder son antagónicas e incentivan enfrentamientos políticos y culturales que en ocasiones devienen en revoluciones que favorecen el cumplimiento de demandas sociales.

En la carta entregada por el propio Martí en 1893 al general Máximo Gómez a nombre del Partido Revolucionario Cubano, explicaba al Generalísimo el alcance ecuménico de la independencia de Cuba, más para el gozo de la humanidad, que para la localidad. Por otro lado, el 25 de marzo de 1895 una vez más, manifiesta la importancia de la Revolución Cubana para Latinoamérica en epístola dirigida a Federico Henríquez y Carvajal y en el Manifiesto de Montecristi insiste en la necesidad del equilibrio del mundo donde las Antillas juegan un papel medular.

Por otra parte, Amaya (2022) refiere que:

Diversas serán las concepciones y las influencias ideológicas que Martí concibe a través de su peregrinaje americano. Las vivencias acumuladas, las culturas compartidas marcarían y ayudarían a comprender los riesgos que amenazaban a nuestros pueblos. Abordar de manera exhaustiva el complejo proceso de formación y elaboración de las concepciones sociológicas de Martí, es obra que excede los límites del actual trabajo. (p. 128)

El pensamiento martiano tiene como aspecto relevante la defensa de la identidad de nuestros pueblos latinoamericano-caribeños ante la discriminación procedente de la vieja Europa y de la nación del norte, al ponderar los valores del latinoamericano como imagen de un futuro posible. Por ello, (Alfaro Blanco, 2020) plantea que el pensamiento ético de José Martí y su visión humanista de la educación aun aporta esencias a los ideales de desarrollo humano y social contemporáneos en América Latina.

Según Torres et al. (2018) aseguran que:

(…) es en México, Guatemala y Venezuela donde Martí ahonda su pensamiento latinoamericanista, sustentado en su vínculo con lo natural y con la cultura propia de estas tierras que le permiten absorber y trasvasar sus criterios formados hasta entonces. Comienza, para él, la fase de universalización, creciente síntesis, en la cual Cuba ha de jugar un papel primordial (p. 690).

Sin embargo, debemos señalar que su peregrinar por los países mencionados en la idea anterior, no despertaron en José Martí las alarmas sobre el peligro naciente en Norteamérica contra la América Latina. Es precisamente su estancia en tierras estadounidense donde analiza las brechas económico-sociales existentes entre esta nación y los pueblos latinoamericanos. Supo comprender que estos últimos estaban merced de las ambiciones mercantiles de los monopolios norteamericanos que aspiraban a expandirse por la región latinoamericana y caribeña en estrecha alianza con las élites gobernantes.

Para José Martí el vínculo con la cultura debía fomentar la construcción de la integración de las Repúblicas Latinoamericanas en el ejercicio de la política y el respeto a los hombres de bien, sustentada en la identidad de cada nación, aunque alabó los avances tecnológicos y culturales de la nación norteña, alerta sobre sus planes de hegemónicos hacia nuestros pueblos.

Los Estados Unidos pasarían a ocupar un lugar de peso en la política internacional e insertándose en las luchas por el reparto del mundo. La región de América Latina –Caribe se convirtió en su patio trasero, desplazando a las viejas potencias que aspiraban el dominio económico de las repúblicas latinoamericanas, las que fueron sometidas a través del empleo de diversos métodos, entre los que sobresalió el uso de la fuerza.

El pensamiento de Fidel Castro se encuentra recopilado en discursos, reflexiones y anécdotas, por ello autores tales como Díaz y Morera (2020) lo enfocan según criterios de investigación o aplicación práctica, demostrado en la contextualización de conceptos como clases sociales y latinoamericanismo. Los cuales permiten un análisis teórico singular desde la filosofía, la sociología y la historia.

Por otra parte, Botello (2021) expresa al referirse a la idea de pensamiento de integración latinoamericana y caribeña entre José Martí y Fidel Castro que el segundo retoma la esencia para defender el sueño de los próceres, en sus propuestas se expresan ideas básicas relacionadas con la unidad, la hegemonía que ejercen los Estados Unidos y las transnacionales; la independencia económica. Lo que se convierte en pilares básicos en la proyección latinoamericanista de la Revolución y a su vez en contenido necesario en la enseñanza de la Historia de América y Cuba.

Esta expansión de la influencia norteamericana en el Caribe era activamente discutida por los círculos políticos de Washington. La lucha por la integración de Latinoamérica y el Caribe persigue el propósito de crear una gran patria americana. Es el resultado de las aspiraciones de varios próceres de la independencia, donde Simón Bolívar y José Martí ocupan un puesto relevante por los análisis que realizaron para la edificación de la unión Latinoamericana-Caribeña, la defensa de las identidades de cada una de las naciones implicadas y el rechazo al modelo de la América anglosajona, impracticable en nuestros pueblos. Ambas figuras concibieron a través de la unidad la garantía para alcanzar el desarrollo de los pueblos de Nuestra América y su seguridad colectiva frente a los peligros nacidos desde el territorio estadounidense y de la lejana Europa.

Tras el triunfo de la Revolución Cubana en el año 1959, su máximo líder Fidel Castro proyecta sus tesis sobre la integración de América Latina y el Caribe, para dar cumplimiento al proyecto bolivariano – martiano. Impulsando una estrategia dirigida a contrarrestar la política expoliadora norteamericana en la región, basada en la unipolaridad y el unilateralismo en las relaciones internacionales; haciendo un llamado desde diferentes espacios en la necesidad de lograr la unidad y la viabilidad de la integración de Latinoamérica y el Caribe , y al establecimiento de una alianza con los otros pueblos tercermundistas para enfrentar las amenazas en común y alcanzar un nuevo orden mundial más justo para todos los pueblos del mundo.

Fidel Castro en Birán conoció de cerca la pobreza. Sus recuerdos de esta etapa lo remontan a las filas de desempleados analfabetos que hacían colas en las proximidades de los cañaverales, sin que nadie les llevara una gota de agua, ni desayuno, ni almuerzo, no tenían albergue, ni transporte. Al referirse al papel que jugaron estas circunstancias según (Aneiro, 2024) en la formación de su ideal de justicia social Fidel ha expresado:

(…) creo que toda la vida tuve una idea de lo justo y de lo injusto, y bastante temprano porque lo viví y lo sufrí (…) Creo que un conjunto de cosas me hicieron, primero, poseer ciertas normas éticas, y luego, la vida me hizo imposible adquirir una cultura de clase, una conciencia de una clase diferente y superior a la otra (…) esa fue la base con la cual después desarrollo una conciencia política (…) en mi caso, no la adquiero porque proceda de una clase pobre, proletaria, campesina, humilde, no la adquiero por mis condiciones sociales, mi conciencia la adquiero a través del pensamiento, a través de la razón, y a través del desarrollo de un sentimiento y de una convicción profunda. (p. 4)

El 16 de octubre de 1953 en su histórico alegato de autodefensa, expuso la responsabilidad de los militantes martianos con nuestra América y el papel de Cuba con la patria grande tras la revolución triunfante, la misma estaba en total correspondencia con los postulados éticos martianos de “solidaridad y latinoamericanismo” (Castro, 2005), Cuba estaría a la altura del compromiso que Martí había contraído con el ideario bolivariano. Ejemplos como este destaca Ricardo (2021) en su estudio acerca de la integración latinoamericana y caribeña en la oratoria de Fidel Castro.

El discurso de Fidel Castro de aquel 16 de octubre de 1953 tuvo una esencia clasista, el cual agrupaba a los sectores sociales con los cuales se podía llevar a cabo la revolución hija de las ideas martianas. Otros autores abordan la temática en torno a la presencia del ideario martiano, durante el proceso de lucha armada en busca del triunfo revolucionario profundizando en la ética martiana de los jóvenes de la generación del centenario.

El contexto universitario cubano precisa de la disponibilidad de textos actualizados que aborden la línea de pensamiento Martí –Fidel en torno a las clases sociales y a la integración Latinoamericana-Caribeña, para compensar la carencia de la interdisciplinariedad en los contenidos de las asignaturas Historia de América y Cuba acorde a los cambios sociales actuales.

El material docente que se ofrece con enfoque didáctico con énfasis en el componente contenido, evidencia la convergencia de pensamiento entre José Martí y Fidel Castro en esencias históricas como las clases sociales y la integración Latinoamericana-Caribeña sustentado en la búsqueda de información histórica.

José Martí y Fidel Castro asumen los retos de su tiempo, se convierten en revolucionarios en la lucha por la derechos y deberes ciudadanos; favorece el uso y disfrute de las riquezas originadas del trabajo y de la igualdad sin distinción de clase, género, raza, sexo o cultura.

 

Referencias bibliográficas

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Amaya Falcón, Y. (2022). La concepción sociológica de José Martí. Una contribución al ser latinoamericano. Revista Santiago número especial, 128. https://santiago.uo.edu.cu/index.php/stgo/article/view/5790/4936

Aneiros Alonso, J. L. (2024): Un ejemplo a seguir en el 65 aniversario del triunfo de la Revolución. Revista Honda, (67). https://martianoscuba.wordpress.com/wp-content/uploads/2023/10/honda-67-completa.pdf

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