Varona

Revista Científico-Metodológica, Edic. Esp. mayo-agosto, 2022. ISSN: 2020-82

La labor pedagógica de la Dra. Cira Soto Palenque en la formación profesoral

Pedagogical work of Dr. Cira Soto Palenque in training professor

MSc. María del Carmen Hernández Díaz. Profesor Auxiliar. Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique J. Varona, Facultad de Educación en Ciencias Sociales y Humanísticas, Departamento: Español-Literatura
Teléfono: +53 72071406   Móvil: +53 56589907
Correo electrónico:maridelch@ucpejv.edu.cu
CódigoORCID: http://orcid.org/0000-0001-8785-0638


RESUMEN

Este trabajo es el resultado de la investigación realizada acerca de la vida y la obra de la Dra. Cira Soto Palenque, quien formó parte del primer claustro de profesores del Instituto Superior Pedagógico “Enrique José Varona”. El trabajo se sustenta en las entrevistas realizadas por la autora a la Dra. Cira Soto Palenque, así como a profesores que coincidieron en su contexto laboral, entre las que se pueden señalar las Doctoras. Lidia Turner, Ivonne Blanco (compañeras de trabajo) y la desaparecida profesora Élida Grass (alumna). Otra fuente de consulta lo fue la recopilación de opiniones emitidas, acerca de la Dra. Cira Soto Palenque, por la Dra. Angelina Roméu, Rosario Mañalich, quienes hoy constituyen personalidades de la pedagogía por la impronta que han dejado con sus obras en la educación cubana, especialmente en la UCP Enrique José Varona. La investigación se apoyó, además, en documentos que permitieran avalar los aportes a la enseñanza de la lengua materna, de quien fue considerada por sus compañeros y estudiantes “paradigma de la enseñanza de la gramática”. De igual manera se enfatiza en el autodidactismo realizado por la Dra. Cira Soto Palenque, labor realizaba con la finalidad de elevar su conocimiento con las nuevas concepciones y los nuevos enfoques que iban apareciendo en el mundo acerca de la lengua española y su enseñanza, que le permitieran un mejor desempeño de su labor pedagógica en la formación de profesores de español, particularmente de Gramática, para de esta manera poner la enseñanza en Cuba a nivel de otros países.

Palabras clave: aportes, enseñanza, español, gramática, lengua materna

ABSTRACT

This essay is the result of an investigation concerning to Dr. Cira Soto Palenque’s life and work, who integrated the first group of professors of the Superior Pedagogical Institute “Enrique José Varona”. The work is supported by interviews done by the author to Dr. Cira Soto Palenque and professors who coincided in her labor context, among them we can show Doctors   Lidia Turner, Ivonne Blanco (worker companions) and professor Élida Grass (her student). We also consult others sources it were the recompilation of opinions, about Dr, Cira Soto Palenque, by Dr. Angelina Roméu, Rosario Mañalich, who constituent today pedagogical personalities, because of the legacy of their Works in Cuban education, especially in UCP Enrique José Varona.  Moreover, the investigation is supported by documents that permitted to confirm her contribution to the teaching of the mother language. Dr. Cira Soto Palenque had been considered an exemplary model of Grammarˈ teaching by her fellow coworkers and students. This article seeks to emphasize Ciraˈ self-motivation to acquire relevant content pertaining to the study of didactics in order to increase her knowledge about Spanish language teaching, which in turn enhanced her pedagogic ability to form Spanish professors, in particular Grammar professors, and to place Cuba’s teaching at the same level of others countries.

Keywords: contribution, teaching, Spanish grammar, mother tongue


Introducción

Cada época y cada sociedad ha conocido personalidades, que fueron destacadas por los beneficios que aportaron en los diferentes campos del saber humano, y su contribución en la solución a problemas esenciales. El papel del individuo en el contexto que lo vio nacer y desarrollarse permite descubrir hasta qué punto ejerció o no influencia en el desarrollo social de su época. 

Al formar parte de una clase o grupo social, el individuo, cuya personalidad se ha ido desarrollando en la actividad y mediante la comunicación, se revela como personalidad y defiende los intereses y aspiraciones de su grupo en el contexto histórico.

El triunfo de la Revolución en 1959 marcó una etapa de constantes cambios y logros en el sistema educacional en Cuba. La creación de nuevos planes encaminados a la superación de la población adulta sin descuidar la enseñanza de niños, adolescentes y jóvenes, lo que demanda de personal preparado para enfrentar la tarea, además, era necesario preparar a los maestros en ejercicio para que pudieran entender las nuevas concepciones y por tanto responder a los nuevos retos que requería un país en revolución.

Muchas han sido las generaciones de profesionales de la educación que hoy deben su formación pedagógica a aquellos primeros profesores que pusieron todo su empeño en prepararlos y colocarlos a la altura de su época. Hoy ellos identifican las bases de su formación pedagógica en aquellos primeros profesores cuyo loable empeño los preparó para extrapolar saberes y experiencias. Asimismo, mucho les reconoce también, la pedagogía cubana, por haber contribuido, con su experiencia, a las primeras investigaciones pedagógicas realizadas en Cuba, dirigidas a la realización de transformaciones que se correspondieran con el nuevo modelo de sociedad. La pedagogía cubana reconoce y agradece la labor llevada a cabo por estos profesores, las que estuvieron dirigidas a lograr transformaciones mediante investigaciones educativas de vanguardia, en correspondencia con el nuevo modelo de sociedad sustentado en los principios martianos, marxistas y leninistas que aún distinguen la visión formativa integral en Cuba.

En relación con el quehacer educacional del país en los primeros años de la Revolución, el compañero Fidel señaló: “La puesta en práctica de tales ideas y lo exitoso de la educación en Cuba han despertado el interés por nuestro sistema educacional y la admiración de maestros, pedagogos y dirigentes de otros países, así como de organismos internacionales relacionados con la educación”. (Castro, 1975: 123).

Sin embargo, suele ocurrir que fuera del ámbito de su desempeño profesional, muchos de estos docentes no son conocidos, pues su labor no ha sido lo suficientemente divulgada. Este es el caso de la Dra. Cira Soto Palenque, quien formó parte del primer claustro del Instituto Superior Pedagógico “Enrique José Varona” y que además colaboró en la formación de los primeros investigadores de este centro educacional.

El objetivo de este trabajo es revelar los aspectos más relevantes de la labor pedagógica de la Dra. Cira Soto Palenque en la formación profesoral durante los años 1962 a 1976.

En la elaboración de este trabajo se emplearon las entrevitas realizadas a la Dra. Cira Soto Palenque, a sus compañeros de trabajo y alumnos. Además se emplearon criterios emitidos acerca de la Dra. Cira Soto Palenque, publicados en revistas y en los libros elaborados por la Dra. objeto de estudio.

El método empleado fue el diseñado por el Dr. C. Rolando Buenavilla Recio, para la investigación de educadores.

En este sentido el Maestro expresó: “Lo pasado es la raíz de lo presente. Ha de saberse lo que fue, porque lo que fue está en lo que es”. (Martí, 1964: 281). En correspondencia con lo expresado por Martí, es necesario conocer la procedencia social de la Dra. Cira Soto Palenque, lo que se abordará de forma sintética, para después adentrarse en su labor pedagógica.

Desarrollo

Investigar sobre la vida y la obra de un maestro resulta siempre interesante, y así se expresa en lo siguiente “La educación constituye un importante proceso de creación humana en el cual los maestros son destacados artífices, pues éstos con su labor a lo largo de siglos han contribuido y contribuyen a la cultura”. Más adelante manifiesta que:

“La memoria histórica se ha encargado de reconocer y perpetuar la obra del magisterio, sobre todo la de los grandes educadores, quienes han trascendido las fronteras espaciales y temporales de sus vidas, debido a los aportes de su actividad y pensamiento pedagógico”.  (Sánchez-Toledo (1998: 10).

El estudio de la vida y la obra de personalidades que han dejado su impronta en la sociedad y en la época en que vivieron, resulta de gran valía, y de manera muy particular, si de educadores se trata, ya que permite la identificación de contribuciones que han marcado diferencias en los procesos pedagógicos.

En conformidad con el criterio autorizado de la profesora Ondina Lolo al afirmar lo necesario y útil que resulta el estudio de personalidades que han dejado una huella en la historia, cualquiera que esta sea, pues permite “…aproximar al alumno al conocimiento de la vida de esas personalidades de manera tal que pueda producirse un acercamiento afectivo hacia esa figura que deviene en modelo social de actuación y que puede ser seleccionada por el estudiante como patrón de conducta”. (Lolo, 2019:72).

Con este propósito, se toman como referentes los criterios de investigadores y profesores de la Universidad de Ciencias Pedagógica “Enrique José Varona”: Rolando Buenavilla Recio, María del Carmen Fernández Morales y otros, quienes plantean la necesidad de investigar y dejar constancia de los aportes legados a la pedagogía por personalidades. En correspondencia con lo expuesto anteriormente existen elementos que son recurrentes en la investigación de figuras históricas. Estos referentes son: el estudio de la vida y obra, los aportes, las limitaciones, las publicaciones o los trabajos que respaldan su obra y la valoración.

En este sentido, y como parte estudio de figuras históricas, se toma en consideración lo planeado por Buenavilla para el estudio de la biografía del personaje:

Dentro de los procederes para el estudio se considera importante identificar los elementos de los se dispone para descubrir la verdad sobre un hombre:

  1. De los libros acerca de él, escritos por otros autores

  2. De los documentos originales (crónicas, cartas, diarios, autobiografías, entre otras producciones científicas y culturales)

  3. Conversaciones referidas por testigos.

  4. Su obra.

  5. Memorias de los contemporáneos.  (Buenavilla, 2004:22).

A estos recursos pueden incorporarse los testimonios personales o colectivos, facsímiles, materiales audiovisuales, así como los aportes de otras fuentes no referidas por el autor.

Cira Delia Florinda Soto Palenque nació el 21 de julio de 1911 en la antigua provincia de Las Villas. Sus padres fuero Andrés y América, quienes, siendo aún muy jóvenes, contrajeron     matrimonio poco antes de la Guerra del 95, para irse juntos a la manigua a pelear por la independencia de Cuba. Por sus servicios, Andrés alcanzó el grado de Teniente de Caballería del Ejército Libertador y a ambos les fue entregada la Cruz de Honor de la Orden al Mérito Mambí. Los primeros contactos de Cira con la patria y sus héroes los tuvo desde muy pequeña cuando en las noches escuchaba a sus padres y compañeros, hablar de la guerra y de sus próceres: Gómez, Maceo, Martí.

Cursó sus estudios en su ciudad natal. Años después sus padres se trasladan para la capital, para darles mejor preparación a sus hijos. Así Cira culmina el bachillerato en el Instituto de Segunda Enseñanza de la Habana con excelentes notas. Matriculó la carrera de Pedagogía, y la de Filosofía y Letras. Al cierre de la Universidad en 1930, por la muerte del líder estudiantil Rafael Trejo, interrumpe sus estudios por tres años, los que dedica a dar clases en la escuelita “Soto” fundada por su familia y radicada en la casa familiar.

En la escuelita impartió clases de Historia, lo que le permitió vincularse al pensamiento de maestros devenidos patriotas como Mendive, Varela, Luz y Caballero y por supuesto Martí, quienes habían hecho valiosos aportes a la cultura y la identidad nacional. De regreso a la Universidad tuvo el privilegio de tener como profesores prestigiosas figuras, entre ellas los Doctores José Antonio Portuondo, Salvador Massip, Manuel Bisbé, Luciano Rogelio Martínez (padre de Rubén Martínez, Villena) y las Dras. Vicentina Antuña, y Camila Henríquez Ureña. 

Al graduarse, trabajó como profesora auxiliar durante dos cursos en el Instituto de Segunda Enseñanza de la Habana, en el que impartió clases de Gramática, labor que no era remunerada. Si bien esta labor no la ayudó económicamente, sí le permitió definir su futura especialidad, la gramática, a la que se dedicó por entero.

En 1940 comenzó a trabajar en la Escuela Normal de Maestros de La Habana, ya con un salario, así se vinculó a la formación de maestro, lo que años más tarde no sería solo una forma de subsistencia económica, sino que constituyó la razón principal de su existencia.

En el año 1941 contrajo matrimonio con Gerardo Pallí López, años más tarde tuvo su primer hijo, a quien perdió víctima de un accidente del tráfico a la edad de cinco años. Después nació Isidora, quien siendo aún una jovencita decidió marcharse para los Estados Unidos junto a su padre. A pesar de estas pérdidas Cira no se amilanó y continuó con su labor en la formación de maestros, depositando en sus estudiantes toda su sabiduría y amor. A pesar de los estudios de Pedagogía que había cursado en la Universidad de La Habana, fue la práctica profesional la que le permitió hacerse de su propia pedagogía para tener un mejor desempeño en el proceso de enseñanza aprendizaje.

Cuando Cira comienza a impartir Gramática en el Instituto de Segunda Enseñanza de la Habana, el enfoque que se utilizaba era el normativo, regido por la Academia de Lengua Española, pero los conocimientos que había adquirido en la Universidad sobre la gramática funcional de Andrés Bello la llevan a percatarse que ese enfoque era obsoleto, lo acepta por su condición de profesora novel, pero no lo comparte.

El Apóstol y la impronta de su pensamiento estuvieron muy presentes en la trayectoria laboral y resultados pedagógicos de Cira, quien de esta manera era consecuente con el ideario patriótico que había recibido en su más temprana formación, razón por la que al trabajar con los libros de Gramática Castellana de Amado Alonso y Pedro Enrique Ureña, cambia los textos de los libros por textos martianos. Expresó Cira a la autora de este trabajo: “Yo tenía mucho apasionamiento por Martí, por lo que él había escrito y entendí que enseñaba, que estaba tan bellamente escrito, que todo ejemplo que sacaba, lo hacía de Martí”. (Cira, comunicación personal, 8 de febrero de 2008).

Evidentemente la sustitución de los textos del libro, por los textos martiano permitía a los alumnos reforzar valores de identidad cultural y patriótica. Al paso de los años una alumna le escribió a Cira: “Doctora, yo conocí a Martí a través de usted, porque usted enseñaba la Gramática a partir del análisis de textos martianos, y fue así que de paso conocimos a Martí de una forma más profunda”. (Documento mostrado por Cira 10 de marzo de 2008).

Cuando conoció de los nuevos métodos y enfoques propuestos por el filólogo y fonetista español Tomás Navarro, los empleo para hacer transformaciones en sus clases de Gramática. En la preparación de sus clases, Cira hacía una selección cuidadosa de los textos que utilizaría de manera que les sirvieran para poblar la mente de sus estudiantes de ideas útiles.

Cuando se inició la Campaña de Alfabetización en 1961, a pesar de sus 50 años de edad, Cira estaba firmemente dispuesta a incorporarse a la noble tarea, pero a petición de la Dra. Dulce María Escalona Almeida, funcionaria del Ministerio de Educación en esa época, se incorpora a otra tarea de igual envergadura, el “Plan Fidel”, dedicado a la formación emergente de profesores de Secundaria Básica, y a la superación de los que fungían como tal. A pesar del cúmulo de trabajo, dedica parte de su escaso tiempo libre a alfabetizar a personas de la ciudad, así se convirtió en alfabetizadora popular.

En 1962 comenzó a trabajar en la Universidad de la Habana, en la que se mantuvo durante un curso. Al año siguiente se traslada para la Escuela de Artes y Letras, perteneciente a la Facultad de Humanidades, de la que era decana la Dra. Vicentina Antuña, quien la seleccionó para impartir cursos de pregrado y posgrado de Español en la antigua Unión Soviética. A esta etapa de su vida se refiere con mucho orgullo, pues recuerda que de ese lejano país regresó satisfecha por la labor desarrollada y por la experiencia adquirida. Durante los años 1963 al 65, impartió seminarios y cursos de superación para   los maestros en las Escuelas de Superación Pedagógicas, para lo cual tuvo que elaborar los programas de estudio y seleccionar los textos que emplearía.

En el período comprendido entre los últimos meses del 1965 y los primeros de 1966, se publican los ocho tomos correspondientes al Segundo Año de los Cursos de Superación para Maestros en los que aparecen, junto a otras asignaturas, las unidades de español.   Años más tarde, las dieciséis unidades de español se extraen del libro y se conforma un libro único en dos tomos, con el título Español Cursos de Superación para Maestros, en los que, al referirse a las unidades, aparece la nota siguiente: “que en forma amena y con gran sentido pedagógico redactara la notable profesora Cira Soto”. (Soto, 1970:10) 

Este libro sale a la luz en 1970. En el tomo I aparece la introducción al curso, la que está redactada en registro coloquial, aspecto, que, según la experiencia de esta autora, hace que los estudiantes se identifiquen más con el libro y sus contenidos al ser los destinatarios de los mensajes e integrarse al coloquio. En él, Cira explica todo lo que se estudiará en el curso: gramática, ortografía, lectura, redacción y literatura cubana, con lo que se propone integrar el conocimiento acerca de la lengua. De cada aspecto contenido en el libro ofrece una explicación.  Así refiere: “Para un maestro es indispensable conocer la lectura en la adquisición de habilidades comunicativas, de comprensión y de construcción de significados, y la necesidad de practicarla de manera sistemática desde los primeros grados. (Soto, 1970:11).

Para Cira la mejor manera de conocer a profundidad la historia de Cuba, es mediante el estudio de su literatura, ya que la literatura es socialmente significativa. En este sentido convoca a la lectura completa de la obra, y no solo fragmentos aislados, que no aportan nada al conocimiento de la época y del autor. Para el estudio de las obras hace una periodización en la que incluye: período, escritores y obras representativas que amplíen el conocimiento de los estudiantes, por lo que expone que no solo se realizará el estudio de las obras por su valor estético, sino por el valor formativo que tiene toda obra literaria.

Lo expuesto conduce a asegurar que su objetivo al estructurar los contenidos del libro, fue contribuir al dominio de la lengua materna mediante el estudio sistemático de textos convenientemente seleccionados y ordenados: primero de la literatura cubana; después hispanoamericana y por último española con lo que contribuiría a la familiarización primero con los escritores del patio y de  esta manera propiciar un conocimiento más amplio del español hablado en Cuba, para luego ponerlos en contacto con escritores de Hispanoamérica y de España.

Lo que demuestra que para Cira era muy importante descubrir primero lo nuestro, lo autóctono y, a la vez, ofrecer al estudiante la posibilidad de adquirir un bagaje lingüístico y cultural que les permitiera comprender la literatura de otros países, pues, aunque se trata del mismo idioma existen particularidades en cada región debido a la variabilidad lingüística o las variaciones de la lengua: diacrónicas, diatópicas, diastráticas y diafásicas.

Cira le concedió suma importancia a la categoría dialéctica contenido-forma al aseverar que en el curso se tendría en cuenta la forma, pero que el contenido es lo más importante, pues si la intención del autor no ha sido únicamente lograr una obra de arte, y solo se ha preocupado por dar a su expresión la corrección y la forma que le permitan influir en sus lectores, se debe estudiar por el valor formativo que tiene toda obra literaria. 

Aclara que en la mayoría de los casos la necesidad de defender ideales y solucionar problemas patrióticos se han puesto por encima de la intención artística, y cita como ejemplo el caso de José Martí, a quien lo impulsó el deseo de ser útil a la patria y a la humanidad y expresa que” … toda obra es el reflejo de la cultura del pueblo en el que vive el autor, de su desarrollo político, de sus instituciones, de su organización política, de su estructura social”.  (Soto 1970: 12).

Cira incursionó también, en los estudios lingüísticos realizados por el lingüista ginebrino, Ferdinand Saussure. Aprendió acerca de lexicología y semántica, y fonética. Comprendió que todos los conocimientos adquiridos de manera autodidacta, facilitan la enseñanza de la lengua materna. No tardó en aplicarlos en el Curso de Superación para Maestros, impartido en el anfiteatro de la Universidad de La Habana en el año 1964, labor que alternaba con las clases en el Instituto Pedagógico “Enrique José Varona”, entonces facultad de la Universidad de La Habana. Allí se desempeñó como profesora de Gramática, además de fungir como Jeja del Departamento de Español de la institución.

En este mismo año, y en este mismo centro crea, por iniciativa propia, el Grupo de Investigación y Desarrollo formado por 16 profesores, cuya finalidad era investigar las causas de las deficiencias cognoscitivas de los estudiantes que ingresaban en la institución.  La primera investigación desarrollada fue acerca de la ortografía. Más tarde realizó otras referidas a la Gramática, a la Fonética y la Fonología, a la Semántica y a la Metodología de la enseñanza de cada una de estas disciplinas. Para ello se realizaba la revisión bibliográfica de las diferentes disciplinas, que luego era expuesta y debatida en el grupo con el propósito de elaborar materiales para la enseñanza de la lengua, que utilizarían los estudiantes que se formaban como profesores de Español.

De esta investigación surgieron los libros “Forma, función y significado de las partes de la oración”, “Sintaxis del español contemporáneo” y “Ejercicios de Gramática Española I, II, III”, (1980, 1988, 1992) destinados a estudiantes de los primeros años de la carrera Español y Literatura, cuyas autoras habían cursado estudios de gramática con la Dra. Cira Soto Palenque.

Cira no solo formó parte de los técnicos del Departamento Metodológico de la Dirección General Politécnica y Laboral del Ministerio de Educación que laboraron en los Programas de Perfeccionamiento del Sistema Nacional de Educación, efectuado en el año 1976, sino que además presidió la comisión de Español y Literatura, en los que inserta los conocimientos que había adquirido sobre estudios lingüísticos y de manera particular sobre gramática, lo que demuestra la voluntad de la Dra. Cira Soto Palenque de que se profundizara en el estudio de la lengua materna para lograr su dominio.

En los programas de la enseñanza media se concebía el estudio de la lengua separado del de la literatura, por tanto, cada disciplina tenía su propio programa, y su libro. La Dra. Cira Soto Palenque colaboró en la revisión y aprobación de los contenidos de ambos libros. Al concebir los programas tuvo en cuenta el conocimiento progresivo, es decir, los contenidos abordados en los programas de la enseñanza primaria prepararían al estudiante para lo que estudiaría en la enseñanza media, y así sucesivamente, cuidando que los contenidos no se repitieran, sino que se profundizaran utilizando nuevos métodos y enfoques, lo que evidencia la aplicación del principio de la asequibilidad de la enseñanza.

Con la colocación de los contenidos en los programas de la Enseñanza Media tenía dos propósitos: potenciar el conocimiento acerca de la lengua que se habla, en aras de lograr su dominio, porque como expresara Sócrates, el gran  filósofo griego, el conocimiento hace virtuosas a las personas, porque el que conoce el bien actuara en correspondencia con sus saberes; y que los métodos y enfoques novedosos, y además prácticos, que ya se aplicaban en otros países, estuvieran al servicio  del  sistema educacional cubano, era su empeño revolucionar la enseñanza de la lengua en Cuba.

Es obvio que para acometer el perfeccionamiento del sistema de enseñanza era necesario preparar a los profesores que impartirían esos conocimientos, así surge la carrera de Licenciatura en Educación en diferentes especialidades y con ella la creación de la bibliografía adecuada, que respondiera a los requerimientos de los programas. En la búsqueda de mejores vías para la enseñanza de la lengua materna, particularmente de la gramática, la Dra. Cira Soto Palenque transitó por todos los métodos y enfoques de su tiempo, desde el normativo hasta el generativo y transformacional. Reconoció las ventajas de todo nuevo enfoque que aparecía para el estudio de la lengua materna, en particular de la gramática, los pone en práctica en sus clases, demostrando así la su funcionalidad de cada enfoque.

Todo lo aprehendido por Cira relacionado con la lengua materna y sobre todo de la gramática, lo transmitía a sus discípulas, las que, a su vez, lo aprovechaban para profundizar y elaborar materiales. Así se evidencia en la caracterización formal, funcional y semántica de cada parte de la oración (libro Forma, función y significado de las partes de la oración), que permite profundizar y ampliar el estudio de la lengua, pues para Cira el estudio de la gramática era fundamental para el que quisiera conocer una lengua. Al respecto expresaba: “[…] el conocimiento práctico debe estar siempre cimentado en el dominio científico que la gramática moderna ha alcanzado sobre las estructuras de la lengua”. (Soto, 1970: 13).

Cira para la preparación de sus clases, dedicaba mucho tiempo a la búsqueda de aquellos textos que fueran de actualidad y dejaran una huella positiva en sus estudiantes, y a la vez le permitiera tratar las estructuras gramaticales. Por ese motivo manifestó a la Dr. C. Lidia Turner que escogía los textos del Che “[…] por la precisión en el uso del sustantivo, adjetivo y las formas verbales –pretéritos imperfectos e indicativo en su mayoría–, que utilizaba con eficaz valoración de sus características temporales y aspectuales”. (Turner, 2007: 137).

El Apóstol expresó “Para ser recompensado se necesita ser útil”. (Martí, 1764). Y Cira lo fue tanto, que su nombre ha sido citado por personalidades de la lengua y la literatura, referidos a pedagogos del siglo XX, muestra de ello es lo expresado por en un artículo:

“Otros pedagogos de gran relevancia encargados de la formación de profesores de español son la Dra. Cira Soto Palenque, María Luisa Rodríguez Colombié, el Dr. Salvador Bueno, la Dra. Beatriz Maggi, la Dr. C. María Dolores Ortiz, y otros muchos cuyas ideas y concepciones pedagógicas están presentes en una escuela cubana de enseñanza de la lengua y la literatura”. (Roméu, 2007: 100).

Para referirse al impacto que debe dejar el profesor en sus estudiantes, Fidel lo hizo con las siguientes palabras:

“Las verdaderas convicciones del hombre se manifiestan cuando sus puntos de vista concuerdan con su modo de vida. En ello estamos en el deber de ser muy cuidadosos. La vinculación de la palabra con la acción, de las convicciones con la conducta, son la base del prestigio moral del educador”. (Castro, 1971:2).

La ejemplaridad de su modo de actuación se advierte en lo siguiente:

“Cuba ha tenido grandes docentes. En Gramática aflora un paradigma en el orden científico y profesional: la Dra. Cira Soto Palenque. Todo su discipulado recuerda sus clases, pero formando parte de ella su bien peinado moño, sus trajes sencillos acorde con la figura y el movimiento de sus manos, un verdadero arte, solo comparable a la armonía de su suave voz. Como dice el marxismo, contenido y forma son una unidad y la presencia personal del maestro se vincula a aquel momento mágico de la clase que hace de ella una obra de arte y del maestro un artista. Si se hiciera un recuento de los profesores formados por la Dra. Soto, se constataría esa influencia de contenido y forma”. (Mañalich, 2002:77).

Testimonian los entrevistados que junto a Cira Soto laboraron y estudiaron:                  

“Cira era una excelente profesora, y en su especialidad era la mejor, pero lo que más me impactó de ella era la esmerada selección de los textos que emplearía en sus clases, y sobre todo los de Martí, así logró que en su pensamiento revolucionario y apasionado. Cira hizo que me enamorara de Martí”. (Grass, É. 2009)

“Desde el primer momento que vi la clase de Cira quedé anonadada por las cosas que explicaba, daba cosas nuevas, a pesar de ser profesora, yo era graduada universitaria, pero lo que Cira daba allí resultaba nuevo para mí por el enfoque que empleaba. Cira era una profesora muy creativa nos hacía pensar diferente a como nosotros habíamos recibido ese contenido. Al cobo de 25 o 30 años más tarde le conté a Cira como aun recordaba sus clases, su forma de moverse en la plataforma del anfiteatro, siempre sonriente, la manera peculiar de abanicarse, su dicción, entonación e inflexión de la voz. Yo quería imitarla en todas estas cosas. Era una artista que nos hacía olvidar los problemas familiares, (Turner, L., 2010).

“Considero que el principal aporte de la Dra. Soto a la pedagogía fue su ejemplo, porque en Cira se conjugaban armónicamente los rasgos que deben caracterizar a un profesor universitario: poseía un             amplio dominio de los contenidos de su especialidad y de los principios pedagógicos; tenía un elevado             nivel político y moral, así como también madurez ideológica, pero sobre todo la caracterizaba su             capacidad creadora tanto en el trabajo científico como en el pedagógico”. (Blanco, I. 2011).

Cira es considera como un paradigma científico y profesional de la enseñanza de la Gramática en Cuba. Cuando triunfa la Revolución, ya Cira ostentaba las categorías siguientes:

Después del triunfo revolucionario obtiene las categorías:

Durante su vida laboral recibió las condecoraciones siguientes:

Conclusiones

 

Referencias Bibliográficas

Asociación de Pedagogos de Cuba. (2000.). “Pedagogos del siglo XX”. En revista Con Luz Propia No. 9. Ciudad de La Habana. Cuba

Blanco, I. (2015). Entrevista concedida por la Dra. Ivonne Blanco. La Habana, Cuba.

Buenavilla, R. (2004). Proyecto de investigación: Contribución de destacadas figuras de la cultura nacional al desarrollo de la educación cubana. (Metodología de la investigación de la vida y obra pedagógica de destacados educadores). Instituto Superior Pedagógico: “Enrique José Varona”, Ciudad de La Habana.

Castro, F.  (1971). Discurso pronunciado el 1ro de mayo. Periódico Granma. La Habana, Cuba.

Castro, F.  (1975). Informe Central Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba. La Habana, Cuba

Departamento de Orientación Revolucionaria del Comité Central del Partido Comunista de Cuba

Grass, E. (2008). Entrevista telefónica, concedida por la profesora Élida Grass. La Habana, Cuba.

Lolo, O. (2019).  “El estudio de las personalidades relevantes” en Didáctica de las Ciencias Sociales. La Habana,

Cuba. Felix Varela

Mañalich R. (2002) “¡Adiós, maestra!’’, en Pita B, Benítez S. Maestro ¡Secretos Pedagógicos! La Habana, Cuba:  Pueblo y Educación.

Martí, J.  (1964). “Cartas de Martí”, en Obras Completas, t. 12.  La Habana, Cuba: Ciencias Sociales

Martí, J. (1964).  “Escuela de electricidad”, en Obras Completas, t. 8. La Habana, Cuba: Ciencias Sociales

Sánchez –Toledo, Ma. (1998). Tesis presentada en opción al grado científico de Doctor en Ciencias Pedagógicas. Instituto Superior Pedagógico “Enrique José Varona”. La Habana, Cuba.

Soto, C. (1970). Curso de Superación para Maestros. Español. T. 1 y 2.  La Habana, Cuba: Pueblo y Educación.

Roméu, A. (2007). “La escuela cubana de enseñanza desde sus raíces”, en Revista Bimestre Cubano de la       Sociedad Económica de Amigos del País. Volumen C II. Julio-diciembre. Época III No. 27. La Habana, Cuba.

Turner, L.  (2008 y 2015). Entrevista concedida por la Dra. Lidia Turner. La Habana. Cuba.

 

Contribución de los autores:

Autor único.

Declaración de conflictos de interés
Los autores declaramos que este manuscrito es original, no contiene elementos clasificados ni restringidos para su divulgación ni para la institución en la que se realizó y no han sido publicados con anterioridad, ni están siendo sometidos a la valoración de otra editorial.

Los autores somos responsables del contenido recogido en el artículo y en él no existen plagios, conflictos de interés ni éticos.