Varona No.55 Julio-Diciembre, 2012.    ISSN: 1992-82

EN CASA


El proceso de enseñanza-aprendizaje del pensamiento martiano desde las Ciencias Sociales en la secundaria básica cubana

The Teaching-Learning Process of the Thoughts of Marti From Social Sciences in the Cuban Secondary School

MSc. Marisela María Gómez Mesa. Asistente. Universidad de Ciencias Pedagógicas "Enrique José Varona". La Habana, Cuba.

Correo electrónico: mariselagmesa@ucpejv.rimed.cu

                        

Recibido: febrero 2012                             Aceptado: mayo 2012

 


RESUMEN

El artículo recoge reflexiones en torno a la preparación que debe poseer el profesor de Ciencias Sociales de secundaria básica para poder transmitir a sus alumnos de forma creadora el pensamiento histórico-social de José Martí e impactar en su formación humanista a pesar de la distancia del tiempo en que vivió el Apóstol y los alumnos de hoy y las diferencias en el contexto histórico. Se proponen algunos presupuestos esenciales a tener en cuenta en el trabajo a realizar que trasciende el marco de la escuela para involucrar a la familia y la comunidad en este empeño por conservar las raíces martianas de la educación cubana y lograr hombres de su tiempo.

PALABRAS CLAVE: José Martí, ciencia social, cultura, profesor, enseñanza-aprendizaje.

ABSTRACT

This article gathers reflections around the preparation that a secondary school social science professor should transmit to the students in a creative manner regarding the historical-social thoughts of Jose Marti in order to make an impression in the student's humanistic formation despite the different times in which the Apostle and today's students and the different historical context. Essential proposals are made taking into account and transcending the school framework and involving the family and community in this endeavor to preserve the roots of Marti's teachings in Cuban education and to achieve men of their time.

KEY WORDS: Jose Marti, social science, culture, professor, teaching-learning process.


Introducción

El pensamiento de José Martí para la escuela cubana tiene un significado muy particular, por constituir uno de los pilares básicos de la ideología y de la pedagogía. Es imposible en Cuba cuando se enseña y se aprende Ciencias Sociales, separar la trilogía Revolución-Martí-Fidel y es imposible, además, considerar un buen profesor de Ciencias Sociales a aquel que no domine las claves pedagógicas martianas y las aplique consecuentemente.

El pensamiento martiano ha sido objeto de múltiples interpretaciones y análisis, desde sus contemporáneos a la fecha. En ese largo camino ha motivado la pluma de importantes escritores, pedagogos, historiadores, políticos e, incluso, ha tenido diferentes expresiones en la cultura artística cubana, tanto en la música, como en la plástica, la escultura, la literatura y el cine.

Su permanencia en el tiempo, a pesar de que en ese camino han estado también presentes detractores y manipuladores, es una prueba excepcional de los valores que en él encuentran los cubanos. Para que las nuevas generaciones, que en el tiempo están cada vez más alejadas de la existencia de José Martí como ser viviente, y se desarrollan en un mundo cada vez más complejo y contradictorio, puedan entender el arsenal de ideas que nos legó, es necesario que los profesores de Ciencias Sociales, que se desempeñan en el área de las Humanidades y que tienen ese encargo social en la secundaria básica, se preparen con las estrategias que les permitan conducir el proceso de enseñanza-aprendizaje, de manera que cada escolar se apropie de "su" José Martí, como guía de su formación integral. El presente trabajo se propone como objetivo: reflexionar sobre la preparación del profesor de secundaria básica en el conocimiento del pensamiento martiano para la transmisión consecuente de este nodo cognitivo y axiológico de la didáctica de las Ciencias Sociales.

Desarrollo

Las clases de Ciencias Sociales, en los tres grados de la secundaria básica son, por excelencia, el espacio idóneo para fomentar en los escolares el acercamiento al pensamiento del Maestro, por lo que todos los profesores de estas asignaturas están obligados a poseer una cultura martiana básica, dentro de su cultura histórica, la cual es fundamental para transmitir ese pensamiento de manera creadora, según las potencialidades de los contenidos de los programas de Historia, Educación Cívica, etcétera.

El adolescente de secundaria básica, por su edad, está inmerso en un proceso de cambios y transformaciones biológicas y psicológicas; al mismo tiempo, está en un proceso de formación de su conciencia política y su ideología.

El eminente pedagogo y psicólogo suizo Piaget J, al referirse a las edades comprendidas entre los 12 y los 14 años, reconoce que las características psicológicas del niño de estas edades permiten un estudio más sistemático de las Ciencias Sociales.(1) En estos momentos se interesa ya por los hechos reales, por la vida de los grandes hombres, exige detalles sobre el lugar y la época, quiere saber de cómo empiezan y terminan los hechos.

Dar a conocer el pensamiento martiano es enseñarles cultura, es contribuir a formar valores, por lo que los espacios dedicados a ello deben ser organizados, planificados, ejecutados y controlados de manera cuidadosa. Su pensamiento "…constituye un paradigma válido en tanto verdadero y vigente proyecto emancipatorio con significación continental, a partir del profundo humanismo que lo caracteriza (…) y proporciona una singular comprensión y proyección en torno a la cultura y los valores".(2)

La dimensión axiológica de este proceso se debe expresar en el enfoque que se utilice, determinado por la relación entre los conocimientos culturales que posee el Héroe Nacional, los valores humanos que destaca en su pensamiento histórico y su significación para los estudiantes en lo individual y lo social.

La importancia de la transmisión de este pensamiento se puede argumentar a partir de un grupo de razones que se consideran de gran significación:

Muchos pudieran ser los argumentos para defender este último criterio porque en Martí "…lo genial es condición primera, pero estuvo asistida por una consagración al conocimiento directo y a la meditación, al esfuerzo de saber y comprender…".(3)

Para ejemplificar brevemente lo anterior, la autora de esta investigación se apoyó en su acercamiento a la pintura como crítico de arte y, en especial, al pintor español Francisco de Goya y Lucientes.

Se seleccionó a Francisco de Goya, como ejemplo, por ser uno de los grandes de la pintura universal. De él escribió Martí: "Es de mis maestros, y de los pocos pintores padres"(4) y "…con pasmoso, aunque rápido y tal vez no intencional estudio de la naturaleza, aquél ojo privilegiado penetrábalo todo"(sic).(5)

En los Cuadernos de Apuntes que Martí acostumbraba a llevar, en los cuales dejaba plasmadas las impresiones que recibía, aparecen sus notas sobre algunas de las obras del afamado pintor. Allí se encontrarán sus impresiones sobre La Maja vestida y la Maja desnuda, La Tirana, Entierro de la Sardina, Casa de Locos, Corridas de Toros y Cuadros de la Inquisición. Sobre La Maja desnuda decía:

Nunca negros ojos de mujer, ni encendida mejilla ni morisca ceja, ni breve, afilada y roja boca, -ni lánguida pereza, ni cuánto de bello y deleitoso el pecaminoso pensamiento del amor andaluz, sin nada que pretenda revelarlo extraordinariamente, ni lo afee,- halló expresión más rica que en la Maja. No piensa en un hombre, sueña. ¿Quiso acaso Goya vencedor de toda dificultad-vestir a Venus, darle matiz andaluz, realce humano, existencia femenil, palpable cierta? Helo ahí.(6)

Es considerado José Martí también como un pintor gigante,(7) por dos razones fundamentales: por sus conocimientos sobre la pintura, lo que le posibilitó ejercer una crítica autorizada en diferentes publicaciones de su época con un estilo muy personal y porque describió, con palabras en otros textos, a veces de disímiles temas, hechos, figuras, lugares, estados de ánimo y otros elementos, de forma tan original y bella, que prueba esa capacidad para expresar lo visto como si pintara con la palabra. Este es el hombre que después preparó la Guerra Necesaria.

Al tener en cuenta lo anterior, resulta complejo para el profesor enfrentar con calidad el proceso de enseñanza-aprendizaje de su pensamiento y su vida, por lo que la preparación que realice en el orden científico teórico, pedagógico y político-ideológico debe ser muy cuidadosa.

A juicio de esta autora, cualquier estrategia que el profesor trace, con el fin de lograr una formación martiana en sus estudiantes, tiene que tener su sustento fundamental en la cultura martiana que este haya alcanzado en su formación profesional.

En un primer acercamiento a la definición de este concepto se considera por cultura martiana para el profesor de Ciencias Sociales de secundaria básica el dominio de un sistema de conocimientos martianos, que forma parte de su cultura histórica, asimilados en su conformación, proyección en su época y permanente vigencia en todos los ámbitos de la sociedad cubana, que le permita adoptar una posición transformadora en lo profesional y lo social, a partir de dominar sus expresiones de humanismo, eticidad, antimperialismo y la concepción en relación con la cultura y los valores de José Martí.

El sistema de conocimientos martianos que debe poseer el profesor de Ciencias Sociales para desarrollar la enseñanza del pensamiento de José Martí no debe dejar de incluir:

...La Edad de Oro (…) lleva pensamiento hondo y ya me la hecho acuesta, que no es poco peso, ha de ser para lo que quisiera yo ayudar, que es llenar nuestras tierras de hombres originales (…). El abono se puede traer de otras partes, pero el cultivo se ha de hacer conforme al suelo. A nuestros niños los hemos de criar para hombres de su tiempo y de América. (8)

En este aspecto es necesario reflexionar que para cualquier profesor de Ciencias Sociales, en la educación donde se desempeñe, resulta imposible transmitir absolutamente toda la riqueza epistemológica y axiológica que se encierra en su obra escrita, partiendo de su volumen, diversidad de temas, estilo del lenguaje que utilizó, vocabulario de la época en que vivió, su vasta y sólida formación cultural, entre otros elementos.

Se trata, por tanto, de penetrar su obra con la visión de un profesor comprometido, que va a la búsqueda de su modo de razonar, de la conformación en él de su pensamiento histórico-social, que tiene su sustento en esa vasta formación cultural y en la práctica revolucionaria.

Por proceso de enseñanza-aprendizaje del pensamiento martiano en secundaria básica se considera la transmisión por parte del profesor, y la apropiación creadora por parte de los alumnos, de la vida y la obra escrita de José Martí, uno de los nodos cognitivos y axiológicos fundamentales en la conformación del cuadro del mundo donde se desarrolla el proyecto social, que tiene una influencia decisiva en la formación humanista de los estudiantes.

La responsabilidad sobre la preparación en el pensamiento de José Martí debe contribuir en los profesores a continuar el desarrollo de las habilidades profesionales, para el trabajo con documentos, el uso de los medios de enseñanza y, dentro de ellos, el libro de texto de las asignaturas, las Tecnologías de la Informática y las Comunicaciones, dotarlos del conocimiento de las fuentes de la obra martiana, así como documentarlos en el dominio de las metodologías que favorecen el aprendizaje y el desarrollo de las formas de sentir, de actuar y de pensar de los estudiantes, de acuerdo con el sistema de valores de la sociedad en que viven y las características de su edad.

Castro F, en la velada conmemorativa por los Cien Años de Lucha, en La Demajagua, Manzanillo, el 10 de octubre de 1968, expresó en relación con el pensamiento de Martí: "Y a los revolucionarios cubanos más que a nadie nos hace falta tanto cuanto sea posible, ahondar en esas ideas, ahondar en ese manantial inagotable de sabiduría política, revolucionaría y humana".(9)

Para el profesor de Ciencias Sociales en la secundaria básica, que influye decisivamente en la formación humanista y humanística de los escolares en estas edades, el estudio del pensamiento martiano es, además de una necesidad, un imperativo. "La vitalidad de su pensamiento y su vida casi mística es una suerte de misterio que nos acompaña como dijera en frase legendaria José Lezama Lima. Estudiando su obra se hallan argumentos para comprender el presente y encarar el futuro, ese estudio germinal nos conduce a la unidad y a la verdad, logremos una niñez martiana para tener hombres de bien en el futuro".(10)

Conclusiones

La conformación de una cultura martiana es parte inseparable de la cultura histórica que debe poseer todo educador cubano; es un componente esencial para impartir Ciencias Sociales en la secundaria básica y debe constituir un aprendizaje paciente y creador, pero con marcada intencionalidad.

La preparación de los profesores de Ciencias Sociales en la secundaria básica es tarea individual y colectiva, e incluye trazar las estrategias de enseñanza-aprendizaje del pensamiento martiano, a partir de los referentes tratados en el presente trabajo y otros que contribuyan a la búsqueda de las mejores opciones para lograr jóvenes martianos, no solo por lo que dicen, sino por lo que hacen.

 

Referencias

(1)PIAGET J. (Apud Nociones de espacio, tiempo y representaciones en los niños). 2005; [7 páginas]. Disponible en: monografias.com (Consultado marzo 15, del 2011).

(2)MENDOZA L. Cultura y valores en José Martí. La Habana, Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 2008. p.162.

(3)LIZASO F. Martí, crítico de arte. En: Cairo A (Ed). Valoración múltiple. José Martí. (79-95). T. 2. La Habana, Cuba: Editorial Casa de las Américas 2007; p.79.

(4)MARTÍ J. Obras completas. T. 20. Carta a Enrique Estrázula, 19 de febrero de 1888. La Habana, Cuba: Editorial de Ciencias Sociales; 1975. p.189.

(5)MARTÍ J. Obras completas. T. 15. Goya. La Habana, Cuba: Editorial de Ciencias Sociales; 1975. p.133.

(6)MARTÍ J. Obras completas. T. 15. Goya. La Habana, Cuba: Editorial de Ciencias Sociales; 1975. p.130.

(7)RODRÍGUEZ R. Martí en el imaginario de las artes plásticas. En: Yo sé de un pintor gigante. Arte cubano. (7-10). La Habana, Cuba: Ediciones Consejo Nacional de las Artes Plásticas; 2003. p.8.

(8)MARTÍ J. Obras completas. T. 20. Cartas a Manuel Mercado, 3 de agosto de 1889. La Habana, Cuba: Editorial de Ciencias Sociales; 1975. p.147.

(9)CASTRO F. Discurso en La Demajagua, Manzanillo, 10 de Octubre de 1968. En: Díaz H (Comp). Fidel Castro: cinco textos sobre nuestra Historia. La Habana, Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 2008. p.63.

(10)ESCRIBANO E. José Martí para educadores. Biografía. La Habana, Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 2011. p.42.

 

Bibliografía

ÁLVAREZ R M, ET AL. Didáctica de las Ciencias Sociales. Bolivia: Editorial Kipus; 2006.

DÍAZ H. El museo, vía para el aprendizaje de la Historia. La Habana, Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 2005.

DÍAZ H. Enseñanza de la Historia. Selección de lecturas. La Habana, Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 2002.

HIDALGO I. Cronología mínima de José Martí. En: Toledo L (Ed). Valoración múltiple. José Martí. T.1. La Habana, Cuba: Editorial Casa de las Américas; 2007.

MAÑALICH R, ET AL. Didáctica de las Humanidades. La Habana, Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 2008.

MARTÍ J. La Edad de Oro. Tercera reimpresión. La Habana, Cuba: Editorial Gente Nueva; 2004.

MARTÍ J. Obras Completas. Libro de apuntes. Edición Conmemorativa por el Cincuentenario de su muerte. La Habana, Cuba: Editorial LEX; 1946.

RIVAS E. Pensamiento Filosófico de José Martí. La Habana, Cuba: Editorial de Ciencias Sociales; 2008.

VITIER C. Cuaderno Martiano II. La Habana, Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 1996.