La textualidad y sus características en el discurso profesional pedagógico

The textually and its characteristics in the professional pedagogic speech

Dr. C. Oriniel Martínez Ibarra. Profesor. Doctor en Ciencias Pedagógicas. Facultad Humanidades. Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona. La Habana. Cuba

Correo electrónico:orinielmi@ucpejv.edu.cu


Recibido: octubre 2016                              Aprobado: abril 2017


Resumen
El presente trabajo asume la textualidad como categoría y hace alusión a sus características desde las posiciones teóricas de Roberto de Beaugrande, Rafael Núñez y Enrique del Teso. Las características de la textualidad son categorías de orden semántico, y esto explica su importancia en los procesos de significación implicados en la comprensión y construcción del discurso profesional pedagógico.

Palabras clave: textualidad, discurso profesional pedagógico

Abstract
The present work assumes the text as category and alludes to your characteristics from the theoretical positions of Roberto de Beaugrande, Rafael Núñez and Enrique del Teso. The characteristics of the text are categories of semantic order, and this explains your importance in the processes of involved meaning in the comprehension and construction of the professional pedagogic discourse. El presente trabajo asume la textualidad como categoría y hace alusión a sus características desde las posiciones teóricas de Roberto de Beaugrande, Rafael Núñez y Enrique del Teso. Las características de la textualidad son categorías de orden semántico, y esto explica su importancia en los procesos de significación implicados en la comprensión y construcción del discurso profesional pedagógico.

Palabras clave: textualidad, discurso profesional pedagógico.


Introducción

El contexto histórico social actual exige nuevas trasformaciones en la educación dado el desarrollo de las ciencias y la tecnología. Por lo cual se demandan en la Educación Superior la utilización de las estrategias curriculares, denominado también por algunos autores ejes transversalesen el proceso de formación del profesional; ya que estas integran saberes culturales que complementan la formación integral de los estudiantes y favorecen el desarrollo de habilidades, capacidades y valores. Estas posibilitan introducir su utilización en el sistema educacional, garantizando el vínculo de la escuela con la vida y el desarrollo científico-técnico.

El uso de las estrategias curriculares, responde a un momento histórico concreto, pues expresan una cualidad igualmente necesa­ria al concebir el plan de estudio de una carrera universitaria, y está relacionado con aquellos objetivos generales que no es posible alcanzar, con el nivel de profundidad y dominio requeridos, desde el contenido de una sola disciplina y demandan el concurso adicional de las restantes. Estas están normadas en la Resolución Ministerial 210/07, Artículos 35 y 38 en la cual se hace referencia a una de las principales funciones del colectivo de disciplina y de asignatura: asumir un enfoque metodológico adecuado para su desarrollo, teniendo en cuenta el papel que desempeñan las estrategias curriculares, los vínculos con otras disciplinas y entre sus asignaturas (1). La categoría textualidad, como la define Beaugrande R, ¨no es simplemente un conjunto de "unidades teóricas" o de "reglas", sino un logro humano en materia de hacer conexiones donde quiera que tengan lugar acontecimientos comunicativos1. Según este autor, la textualidad se logra cuando el texto tiene coherencia y cohesión, intencionalidad, aceptabilidad, informatividad, situacionalidad e intertextualidad (1).

Desarrollo

Para el estudio de las características de la textualidad se requiere del conocimiento de sus características, las que se muestran a continuación:

Se considera la característica esencial para admitir la existencia de un texto, y entre las característica de la textualidad, es esencial ya que si un texto no la posee, se convierte en un no-texto, o sea, deja de ser texto o no llega nunca a serlo. El rasgo esencial de la coherencia es que exista compatibilidad entre los mensajes de los enunciados. La incoherencia se considera el más grave de los errores de construcción, pues un texto incoherente, no puede ser comprendido por el que lee o escucha.

La coherencia puede ser lineal, si nos referimos a la relación de las oraciones en el párrafo o parágrafo; y puede ser global, cuando nos referimos a la relación de las partes con el texto en su totalidad. Un texto es coherente si resulta comprensible al que lo escucha o lee.

La coherencia se manifiesta en todas las dimensiones del texto: semántica, sintáctica y pragmática. Las conexiones entre los "significados" o "conceptos" constituyen la coherencia semántica; las conexiones entre lo que se dice y su adecuación al contexto donde se dice constituyen la coherencia pragmática, y las conexiones entre formas lingüísticas constituyen la coherencia formal o cohesión.

La coherencia semántica se logra en la relación que se establece de las partes con el todo, es decir, la organización lógico-semántica del texto debe responder a la unidad de las ideas en torno al tema general de que se trata. La coherencia pragmática se logra mediante la relación entre el texto y el contexto.

La coherencia formal o cohesión se vale de recursos gramaticales y lexicales, que garantizan la relación mediante los propios recursos lingüísticos. Se consideran medios cohesivos gramaticales que garantizan la coherencia formal:

- La pronominalización. Los pronombres de diferentes tipos (personales, posesivos, demostrativos o deícticos, numerales indefinidos, distributivos), tanto en función sustantiva como adjetiva poseen función cohesiva. Si se refieren a lo que ya se mencionó, se dice que están en función anafórica; si anteceden a lo que se refieren, están en función catafórica.

(1) El árbol tenía varias ramas quebradas; este era un indicio de que por allí había pasado el ciclón.

(2) Este era un indicio de que por allí había pasado el ciclón: el árbol tenía varias ramas quebradas.

En (2), `este´ tiene función anafórica, pues se refiere a lo dicho anteriormente; en (1), tiene función catafórica, pues se anticipa a lo que se refiere.

Veamos otro ejemplo:

(3) "Su salud se había deteriorado bastante, pues era asmático; él mismo lo dice a su amigo en una de sus cartas..."

Obsérvese el empleo de pronombre posesivo su en función adjetiva que alude a Martí; con su empleo se evita tener que nombrarlo de nuevo directamente y el texto gana en coherencia.

- La elipsis u omisión de cualquier elemento, le concede cohesión al texto.

(4) La enseñanza es la disciplina del cuerpo. A los soldados y a los deportistas se les disciplina físicamente; a los estudiantes, intelectualmente.

En (4), hay elisión u omisión de la forma verbal `disciplina´, cuando se usa por segunda vez, pues no es necesario repetirla.

- La sustitución. En el texto se pueden emplear sustitutos, como son el sustantivo `cosa´, el verbo `hacer´, el adverbio `así´ y otros.

(5) Trabajó incansablemente toda la noche. `Lo hizo´ porque, al día siguiente, tenía que entregar el libro concluido.

En (5), la forma verbal `hizo´ del verbo hacer, sustituye a `trabajó incansablemente toda la noche´

Los conectores textuales. Entran en esta categoría las conjunciones, los adverbios, las frases conjuntivas y adverbiales, los que organizan el texto.

El orden de las oraciones en el discurso. El orden de las oraciones revela la calidad del pensamiento que expresamos, lo que se manifiesta en la lógica de las ideas. Un pensamiento desordenado, no puede ser comprendido, porque resulta incoherente.

Los medios cohesivos léxicos son:

La repetición de palabras: Una misma palabra se repite en el texto. Si se usa bien la repetición, resulta un recurso muy efectivo; pero si no es necesaria, entonces denota pobreza.

La sinonimia: Es el empleo de dos palabras que tienen el mismo significado.

Veamos un ejemplo en (6).

(6)"La correspondencia entre Martí y Gómez era constante. Ocho largos meses habían transcurrido desde el primer viaje del Apóstol a Montecristi" (2).

En este texto encontramos como medio de cohesión el empleo de Apóstol como sinónimo contextual. Se le denomina así porque dicha palabra se refiere a Martí en este contexto y no porque sea verdaderamente un sinónimo.

La antonimia: Es el empleo de palabras con significados opuestos.

La hiperonimia/ hiponimia: Según Núñez R., “(…) los términos de hiperonimia e hiponimia se utilizan en semántica para designar la relación lógica de inclusión; el hiperónimo es el término incluyente y el hipónimo el término incluido. Así, “animal” será hiperónimo de “perro” y este hipónimo de aquel” (3). Es el empleo de una palabra que constituye un término genérico, en el que se incluyen otros.

(7) Las flores aún estaban en el búcaro; las rosas y las azucenas tenían ya un aspecto marchito”.

En (7), `flores´ es el hiperónimo, y `rosas´ y `azucenas´, los hipónimos. Esta relación se puede invertir: “Las rosas y las azucenas tenían ya un aspecto marchito; las flores aún estaban en el búcaro”. En cualquier caso su efecto es cohesivo.

- La distribución del léxico: La temática del texto se identifica por los términos que en él se emplean y el significado que aportan. Así, en un texto de botánica, se mencionarán las plantas, las flores o los frutos; en un texto de pedagogía, se emplearán palabras como educación, maestro, alumno, enseñanza, aprendizaje. Por otra parte, el léxico también se selecciona teniendo en cuenta el auditorio y el contexto en el que vamos a producir un texto.

Según Beaugrande R. (2000), considera, además de la coherencia:
Intencionalidad: Todo texto encubre la intención comunicativa del hablante que exige, de quien lee o escucha, hacer inferencias. La intencionalidad hay que buscarla entre líneas, subyace en el texto que captamos literalmente o, simplemente, la inferimos por los saberes que tenemos acerca del tema.

Aceptabilidad: Atañe a lo que los oyentes se comprometen a hacer; está relacionada con la capacidad del texto de ser admitido por el receptor.
Informatividad: Tiene que ver con cuán nuevo o inesperado es el contenido. Si el texto reproduce lo que ya conoce el lector, carece de informatividad. Se busca en el texto la información nueva.

Situacionalidad: Concierne a las circunstancias en curso durante la interacción. El texto resulta comprensible en un contexto dado.

Intertextualidad: Involucra las relaciones con otros textos, en especial los que provienen del mismo "tipo de texto" o de "uno similar".

Veamos cómo se comportan algunas de estas características:

El concepto de “desarrollo” no es un concepto neutro. Tiene un contexto bien definido dentro de una ideología del progreso, que supone una concepción de historia, de economía, de sociedad y del propio ser humano. El concepto fue utilizado en una visión colonizadora, durante muchos años, la cual dividió a los países del globo en “desarrollados”, “en desarrollo” y “subdesarrollados”, sujetos siempre a un patrón de industrialización y de consumo. Este concepto supone que todas las sociedades deberán orientarse por una única vía de acceso al bienestar y a la felicidad, alcanzables únicamente por la acumulación de bienes materiales” (4).

El fragmento anterior resulta un enunciado coherente y en su construcción, el autor se ha valido de diferentes recursos cohesivos. Como recursos cohesivos gramaticales se puede observar:

La elipsis u omisión de sujeto entre las oraciones 1 y 2.

La pronominalización: pronombres relativos: que, el cual; pronombre demostrativo en función adjetiva “Este concepto”.

Uso de conectores: la conjunción `y´

El orden de las oraciones

Como recursos cohesivos lexicales se puede observar:

La repetición de palabras: el concepto, este concepto.

Distribución del léxico: desarrollo, progreso, economía, ideología, visión colonizadora, son términos propios de las ciencias políticas.

En dicho texto, también encontramos presentes otras características como la intencionalidad, la aceptabilidad, la informatividad, la situacionalidad y la intertextualidad.

Para lograr la textualidad, Núñez R., Martínez E. (1996), además de la coherencia, se refieren a otras tres nuevas características de la textualidad, que no aparecen incluidas en las anteriores: la progresión temática, la pertinencia y la búsqueda del texto acabado (5).

1. La progresión temática

Constituye una característica fundamental de la textualidad, mediante la cual se logra la permanencia y avance temático. Es una propiedad microestructural y permanente, que nos permite tener la sensación "de estar en el mismo texto y, a la vez, de no estar en el mismo punto temático" (6). Tiene que ver con la utilización que se va haciendo de la información conocida o compartida y la información nueva.

2. La pertinencia: explicitud, gradualidad y relaciones semánticas

Constituye un rasgo de la textualidad caracterizado por el hecho de que el texto muestra con claridad lo que se dice en cada enunciado y a propósito de qué se dice. Para Núñez y del Teso, la pertinencia “(…) es un factor muy fácil de situar apelando a la intuición del hablante: Un texto incorpora adecuadamente este factor si deja ver con claridad a propósito de qué dice lo que dice en cada enunciado, es decir, si el receptor entiende bien lo que dice un enunciado y sabe a qué viene o por qué tiene algo que ver lo que dice con lo que se viene diciendo en el texto” (7). Se considera que el tratamiento teórico de este concepto no es sencillo, pues no siempre resulta fácil explicar por qué una frase viene a propósito de otra, ni se pueden explicar los factores que demuestran que las cosas vienen a propósito de lo que se está diciendo. Se manifiesta en la gradualidad, la explicitud y las relaciones semánticas que se establecen.

Gradualidad: consiste en que cada frase añadirá algo nuevo y no se producirán saltos abruptos en el texto. “La información contenida en el texto es una información que se renueva a medida que avanza el propio texto” (8). Se espera que cada frase añada algo a lo que el texto haya dicho hasta ese punto, de ahí que se considere que un texto bien construido debe instalarse entre la expectativa de que habrá información añadida y la resistencia a que la información nueva represente un añadido brusco que rompa la unidad.

Explicitud: Se manifiesta en el hecho de que en el texto se anticipa o anuncia lo que habrá de venir, lo que constituye un factor de jerarquización. Expresiones tales como: "a continuación", "por ejemplo", "por el contrario", "además", etc. son marcadores textuales que además de dar coherencia al texto, contribuyen a su explicitud. Constituye el segundo factor que contribuye a que el receptor tenga la sensación de que el emisor concatena sus mensajes de una manera relevante. Según Núñez y del Teso, se aspira a que “(…) el “gasto” verbal del enunciado sea proporcional al carácter más o menos informativo del dato que introduce. Cuanto mayor sea la información que aporta un dato, con más explicitud y detalle esperamos que se nos exprese” (9).

Relaciones semánticas. Tienen que ver con la organización del contenido y cómo avanza: por adición; por relación causa-efecto; por relaciones temporales (presente, pasado o futuro), o espaciales (adentro, afuera, arriba, abajo, etc.), por paralelismo; por contraposición; por la relación entre lo general, lo particular y lo singular, etc.

4. La búsqueda del texto acabado.

Todo texto, en tanto lo es, se caracteriza por poseer cierre semántico, que le otorga autonomía y relativa independencia. Al construir es necesario lograr el cierre coherente del texto.

Veamos cómo se comportan las características antes mencionadas:

Relojes y ciclos humanos

El hombre posee múltiples relojes biológicos que van marcando ritmos y ciclos de distinta periodicidad. Entre los más estudiados están:

Los circadianos: que se repiten cada 24 horas, aproximadamente, como el sueño, la vigilia y las variaciones de la temperatura corporal que se registran a lo largo del día.

Los sinódicos: varían entre 24 y 28 días, lo que se relaciona con el ciclo lunar y son semejantes al período de tiempo que transcurre entre cada menstruación, en el caso de las mujeres.

Los infradiarios: de menos de 24 horas, como los milisegundos que tarda una neurona en transmitir una señal.

Los estacionales: que se repiten por temporadas a lo largo del año y pueden observarse en los cambios de ánimo y depresiones estacionales que afectan cuando llega el otoño y se agravan en invierno.

Los distintos relojes tienen implicaciones sobre el metabolismo y, por tanto, influyen sobre la salud, las enfermedades y el estado de ánimo de las personas.

Este breve artículo aparecido en Juventud Rebelde (agosto de 2001), revela con claridad la categoría textualidad y todas las características que hemos abordado; no obstante, nos detendremos en las dos últimas: la pertinencia (que comprende la gradualidad, explicitud y las relaciones semánticas), y la búsqueda del texto acabado.

La gradualidad se observa claramente pues cada frase añade algo nuevo y no se producen saltos abruptos en el texto. A partir de la idea temática expresada en la primera oración, acerca de los diversos relojes que rigen la vida del ser humano, se enumeran estos y se explican, uno a uno.

La explicitud se revela en la manera como se anuncia lo que viene a continuación. Por ejemplo, refiriéndose a los relojes se dice “Entre los más estudiados están”, y a continuación se caracteriza cada uno de ellos.

El último párrafo aporta el cierre semántico al texto.

Conclusiones

El dominio de las características de la textualidad constituye una necesidad tanto para el que lee como para el que escribe.

Las características de la textualidad son categorías de orden semántico, y esto explica su importancia en los procesos de significación implicados en la comprensión y construcción del discurso profesional pedagógico.

Tanto al leer como al escribir, resulta indispensable tener en cuenta la progresión temática, la coherencia, la pertinencia, el cierre semántico, la intertextualidad, y otras.

El desconocimiento de dichas características constituye la causa de múltiples errores que con frecuencia se presentan en la construcción oral y escrita.

 

Referencias bibliográficas