La literatura: fuente de la cultura del ser

The literature: source of the culture of been

Dr. C. María Luisa Pérez Rosales. Profesora Titular. Doctora en Ciencias Pedagógicas. Facultad de Educación Infantil. Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona. La Habana. Cuba
Correo electrónico: marialpr@ucpejv.edu.cu

MSc. Bárbara Lucila Guevara Marrero. Profesora Auxiliar. Facultad de Educación Infantil. Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona. La Habana. Cuba
Correo electrónico: barbaralgm@ucpejv.edu.cu


Recibido: octubre 2016                              Aprobado: abril 2017


Resumen
El trabajo proyecta una visión renovadora de la literatura al no centrar la atención en el cumplimiento del programa de estudio, ni en la periodización histórica, sino que se dirige al desarrollo de la cultura del ser al despertar sentimientos y emociones en el diálogo íntimo del lector con los textos seleccionados. El análisis del texto no se ciñe al resultado final, sigue el proceso de transformación cualitativa del sujeto cognoscente, gestor del conocimiento y del profesor que dirige la actividad docente. Hace énfasis en la magia de la literatura que nos transporta a lugares insólitos y nos convida a develar secretos bajo el encanto de la palabra que cristaliza en la voz firme y auténtica de los poetas seleccionados.

Palabras clave: literatura, cultura del ser, enseñanza de la Literatura

Abstract
The projected work a renewing sight of the literature when not centering the attention in the fulfillment of the program of study, nor in the historical |periodización|, but that is directed to the development of the culture of the be to wake up feelings and move in the intimate dialogue of the reader with the texts selected.The analysis of the text  the final result, follows the process of qualitative transformation of the |cognoscente| subject, manager of the knowledge and of the teacher that directs the educational activity.It makes emphasis in the magic of the literature that transports us to unusual places and invites us to secret |develar| below the charm of the word it crystallizes in the firm and authentic voice of the poets selected..

Keywords: literature, being's culture, teaching of Literature.


Introducción

Hoy día, resulta imprescindible reflexionar en torno al papel del arte y la literatura en el desarrollo de una actitud estética hacia la aprehensión de la realidad, como premisa para el logro de la calidad de vida; máxime cuando el mundo está marcado por los videojuegos, Internet, entre otros, en los que el producto presentado exige del receptor un papel activo en la interpretación de la información, erigida, a veces, con el ropaje del consumismo, la banalidad, al extremo de ensordecer.

La batalla en el campo de la ideología es compleja y necesita de la inteligencia del capital humano para enfrentar la guerra de la cultura del tener, modelo hegemónico que se expande con facilidad y llega a los hogares con las tecnologías de la informática y las comunicaciones.

Detrás de una información, se enmascara la subversión político-ideológica con la reproducción de un mundo imaginario, fastuoso, que tiene como soporte el dinero, la cultura del tener y nada tiene que ver con la realidad cruda que vive el mundo hoy.

Se trata de frenar la guerra cultural del tener, que opera a escala global y que pretende aniquilar la identidad, condena a sucumbir bajo los efectos del consumismo y opera con las leyes de mercado en detrimento del arte como forma de la conciencia social.

Este punto de vista está en consonancia con la Tesis sobre la cultura artística y literaria del Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba, donde se expresa:

“La sociedad socialista requiere de un arte que a través del disfrute estético contribuya a la educación del pueblo. El carácter generalizador y educativo del arte es un factor de gran importancia para impulsar y contribuir a fortalecer lo nuevo que surge en los hábitos de vida y de trabajo en la sociedad socialista en construcción, lo que no implica limitar el papel del arte y la literatura a una función didáctica, sino el reconocimiento de sus grandes posibilidades de formación y transformación del hombre” (1).

Desarrollo

En el campo específico de la literatura, el contenido objetivo lo constituye la realidad histórica que condiciona la conciencia del escritor puesta de manifiesto en la recreación artística de la realidad en relación con la valoración ideológica que hace de la misma; por tanto, el objeto de representación es el hombre en el proceso de la vida, matizada por la complejidad y diversidad de sus relaciones con la realidad.

Desde esta óptica, es muy certera la valoración que hace José Martí del papel de la literatura, en su artículo El poeta Whitman W., fechado el 19 de abril de 1887, cuando manifestó:
“(…) Cada estado social trae su expresión a la literatura, de tal modo, que por las diversas fases de ella pudiera contarse la historia de los pueblos, con más verdad que por sus cronicones y sus décadas (…)” (2).

Coincide con la interpretación estética de la creación artística literaria Engels, en la carta que enviara a Miss Harkenss, escritora de inspiración socialista, pero que a su juicio, si hay algo que criticarle a su obra maestra MisterGrant es que su relato no es suficientemente realista, por lo que acude a ejemplificarlo con la obra de Balzac, a quien califica como maestro del Realismo cuando expresa:

“(…) Su gran obra es una perpetua elegía que deplora la descomposición irremediable de la alta sociedad; todas sus simpatías van hacia la clase condenada a desaparecer. Mas, pese a todo ello, su sátira no es nunca más hiriente, su ironía más amarga, que cuando hace, precisamente, actuar a los aristócratas, esos hombres y mujeres por los cuales sentía una simpatía tan profunda (…)” (3).

Por consiguiente, la literatura constituye una de las variedades del arte y como forma de la conciencia social se distingue por su capacidad de elocuencia, de ser expresión estética de la cosmovisión del escritor y a la vez generalización de la vida, capaz de despertar hasta las más íntimas emociones humanas. De ahí, su finalidad: interpretar estéticamente la realidad y suscitar en el hombre el placer estético.

Y es que la literatura convida al diálogo íntimo del lector con el texto y en esa atmósfera de complicidad conviven los personajes, el lector y el escritor conformando unidad dialéctica, afloran estados de ánimo y se produce la transacción mundo exterior-mundo interior en la que actúa como mediador la policromía del sentimiento estético que proyecta un ideal de vida históricamente determinado. Es en este contexto que emerge la conmoción, el placer estético, el disfrute ante el mundo del arte.

Asimismo es preciso señalar que el placer estético no se restringe a la categoría de lo bello, incluye lo grotesco, repugnante, malsano; presupone una disposición diferente hacia la vida que tiene matices y no admite ser encasillada, ni mutilada. El hombre aprende a desentrañar lo bello en lo feo. Expresión de lo antes expuesto es la canción infantil titulada Lo feo, de la cantautora cubana Teresita Fernández, en la que aborda la transfiguración de lo feo en bello, su carácter relativo, a modo de ejemplo se reproducen estos versos:

(…) A las cosas que son feas
ponles un poco de amor
y verás que la tristeza
va cambiando de color

Aquí sobresale la preponderancia del texto, la inflexión del verso poético es ampliada en un esfuerzo melódico, tiene contacto con la canción tradicional cubana, su estilo es muy personal y se ubica en el terreno de la música de vanguardia.

Es que tal como señala la escritora y ensayista Henríquez Ureña C en Invitación a la lectura, “cuando una obra literaria realiza plenamente su función las dos fuentes de saber y placer no solo coexisten, sino se funden: placer estético, que es actividad superior del espíritu; saber, que radica en el fondo y el significado artístico también” (4).

El abordar el desarrollo de una actitud estética hacia la vida desde la literatura supone ennoblecer el alma para la apreciación y disfrute de la creación artística, es disposición para detenerse en mínimos detalles, que a los ojos de los otros, son insignificantes, es llegar a la autoafirmación como ser humano mediante un proyecto de vida inteligente y viable que refine el gusto y contribuya al enriquecimiento espiritual, y por consiguiente, a la calidad de vida.

Desde la didáctica de la literatura, contribuir al desarrollo de una actitud estética hacia la vida,  hace necesario profundizar en la base orientadora de la actividad: análisis del texto, teniendo en cuenta la creación de un ambiente psicológico agradable y la formulación de tareas de aprendizaje que conduzcan al unísono a aprender y a disfrutar, propicien el tránsito de la dependencia a la independencia cognoscitiva, el respeto al punto de vista del otro, por el texto tener tantas lecturas como lectores.

La concepción materialista dialéctica sobre la formación y desarrollo de la personalidad reconoce la naturaleza social de la psiquis, determinada por la relación que se establece entre las condiciones de vida y de educación del sujeto, la actividad y  la comunicación en el proceso de apropiación de la experiencia histórico-social. Este proceso integra las esferas cognitiva y afectiva que conforman una unidad dialéctica.

En aras de esparcir la magia de la literatura, se hace hincapié en la relación positiva o negativa que establece el sujeto con el conocimiento de acuerdo con las necesidades de su personalidad.

Adentrarse, específicamente, en los sentimientos, permite precisar que son considerados vivencias afectivas de paulatina aparición, tienen carácter generalizador, existen por un período prolongado y surgen sobre la base de las emociones, las cuales son una vía de expresión de los mismos. Pero cómo despertar sensación de bienestar y placer por la lectura si no se tiene en cuenta el punto de vista del lector, a partir de las múltiples vivencias y experiencias acumuladas a lo largo de la vida, si no se le permite soñar, viajar a mundos desconocidos en el proceso de construcción de la realidad recreada artísticamente.

Muchos son los autores que se han referido al tema de la lectura cuando plantean:

“La lectura es como un sexto sentido (…) Leer nos comunica con el mundo (…) Leer no es solo aprender a conocer, es sobre todo compartir” García Marruz F (1985)

“Leer es comprender, reaccionar inteligentemente ante lo leído” Gayoso Suárez N (2003)

“Leer es un proceso activo que relaciona de manera muy especial a un lector con un texto dado” Rodríguez Pérez L (2007) (5).

Hoy la lectura plurilingüe y la multilectura forman parte de la vida contemporánea y transita como señala Cassany por tres planos: las líneas, entre líneas y detrás de las líneas. Del significado literal a las inferencias hasta llegar a la intención comunicativa del autor, su ideología, su cosmovisión.

Desde esta óptica sería inteligente detenerse en qué tipo de lector se tiene delante y cuáles son los niveles y sentidos del texto. Los niveles o estratos del texto, analizados por diversos especialistas con nomenclaturas diferentes, llevan a situar como primer nivel: ¿qué dice el texto?, segundo nivel: ¿qué opino del texto?, tercer nivel: ¿para qué me sirve el texto? en los cuales no hay fronteras que delimiten uno del otro y se dan al unísono los sentidos o significados que porta el texto: literal, implícito o inferencial y complementario o cultural.

El placer estético supone como señala Henríquez Ureña C (1975). “El desarrollo de la capacidad de apreciación”, que está relacionado con la gama de denotaciones y connotaciones que tiene el encanto de la palabra en diferentes contextos, “su carácter proteico y seminal” como apunta Maggi, B (1988)

A modo de ejemplo, una invitación a escudriñar en la obra de Fayad J, representante de las vanguardias artísticas, posibilita entrar en contacto con la magia de la literatura al alimentar sentimientos de amor a la obra humana auténtica, desprovista de artificios, saborear la poesía diáfana, sencilla, sensual, sin rodeos, con voz propia.

En cierta ocasión el propio autor expresó: “La poesía es una lucha permanente, una batalla de sangre y de luz entre el hombre y el tiempo, entre el hombre y sus circunstancias, entre el hombre y todas las cosas que pueblan el universo. La poesía debe ser el fruto de un diálogo constante del poeta con todos los objetos, con toda su suerte de acontecer. No solo con la maravilla de las estaciones, del día y de la noche, de lo próximo y lo lejano, de lo posible y lo imposible, no solo con el fantasma melancólico de la lluvia y con el cuarzo sublime de los ojos de una mujer, sino también con realidades de carácter científico, con las causas que llevan los pueblos a la guerra, con la cara abominable del hambre, con el pasado más irrecuperable, cuya belleza infinita, es monstruosa, y el porvenir ilimitado y no menos bello y monstruoso(…)Y creo que la obra de un poeta debe ser testimonio profundo y abierto de su tierra y de su época.”

El poeta que nace en Zacatecas, México en 1930 y que a fines de 1949 llega a La Habana, vive días difíciles en busca del pan cotidiano; pero no por eso deja de leer obras de los clásicos españoles y José Martí.

En 1950 tiene contacto con algunos números de la revista Orígenes y conoció del trabajo paciente y profundo de los poetas que formaban parte de este grupo: Cintio Vitier, Eliseo Diego, Lezama Lima, entre otros. De ahí la influencia de una poesía hermética e intimista, en la que hay un reencuentro con el pasado, imágenes que se encadenan.

En 1962 con su poemario “Por esta libertad” ganó el premio Casa de las Américas; llega a ser consejero de cultura y prensa en la embajada de Cuba en México.

Entre 1985 y 1988 encontramos una poesía colmada de impresiones sensoriales donde se dibujan vivencias y se edifica el futuro.  Poco antes de morir el 12 de noviembre de 1988, escribió:
Hoy, mientras caminaba
Hoy, mientras caminaba
de lado a lado
la sonora ciudad
resplandeciente,
pensaba en ti,
mirándote arder
reflejada en vidrieras
y espejos: mirándote
sobreponerte al polvo
cotidiano, al estrépito
de los motores, toda tú
dibujada en una pared
con la belleza de los días.
Mientras caminaba
de lado a lado
la cambiante,
misteriosa ciudad,
pensaba en ti,
te amaba, compañera
quiero decir, te amo

El autor comienza el poema con el adverbio de tiempo hoy, con el que enmarca el encuentro fortuito entre él y su amada; elemento que determina la cohesión textual y que se ve reforzada con el empleo de la subordinada adverbial de tiempo que da paso a la descripción del ambiente ciudadano, bullicioso y el efecto que produce en el hombre eternamente enamorado; se dan imágenes sucesivas que apoyan la relación íntima y sensual que se establece entre él y su amada.

Junto a la correlación (yo-tú) se da el paralelismo sintáctico, solo que al principio utiliza los adjetivos en función atributiva, antepuesto (sonora) y pospuesto (resplandeciente) al sustantivo ciudad y al final utiliza los adjetivos (cambiante), (misteriosa) en función atributiva, antepuestos al sustantivo ciudad.

Combina magistralmente el tiempo copretérito amaba con el presente del modo indicativo amo con el que define categóricamente su posición ante la vida al llamarla con el sustantivo compañera e intercalar a modo de aclaración una expresión coloquial: quiero decir.

En ella el autor proyecta su amor, se reafirma como eterno enamorado, sus evocaciones son tiernas y miran al futuro, nada pasa inadvertido , por tanto, el mundo circundante le ayuda a reafirmarse como hombre de estos tiempos: intrépido, abarcador, desembarazado, sincero y da paso a una poesía conversacional.

Al decir de Roque Dalton: “Su poesía está llena de la poderosa marejada de vida de su tiempo. Su poesía, además, recoge esa vida, toda la vida, en nuevos vasos de voz.”

Otro exponente que aboga por la eticidad del comportamiento humano y que actúa como antídoto a la cultura del tener es Nicolás Guillén, el Poeta Nacional, quien supo fundir en sus obras el sentir de su pueblo y elevar a escala universal la dignidad humana con su poesía militante.

Su estirpe mambisa y procedencia racial favorecen el conocimiento profundo del espíritu nacional unido a su innata vocación poética e inclinación por la lectura. Es a partir de 1920 que comienzan a publicarse sus versos en revistas y periódicos locales.

La primera estancia de Guillén en La Habana (1921-1922) como estudiante universitario de Derecho, amplía su ámbito cultural al entablar amistad con personalidades como Rubén Martínez Villena.

En 1922 regresa a su Camagüey y prepara su primer libro Cerebro y Corazón que no llega a publicar en este momento. Pasa cinco años sin escribir y regresa definitivamente a La Habana y a sus poemas, ahora, con aliento vanguardista, que abre una nueva etapa en la poesía nacional.

En 1930 escribe Motivos de son el libro destaca al negro cubano  con todas las alegrías y dolores; ajusta el contenido al ritmo del son. Al año siguiente, 1931, escribe Sóngorocosongo y en el prólogo el autor califica a sus versos de mulatos porque el espíritu de Cuba es mestizo; en él anuncia el sentimiento antiimperialista que lo acompañaría toda la vida.

A la caída de la dictadura machadista sigue el golpe de estado batistiano en enero de 1934, escribe West Indies Ltd en el que la preocupación social y la denuncia contra la explotación se profundizan aún más y en 1937 escribe Cantos para soldados y turistas y España: poema en cuatro angustias y una esperanza, que alcanza proyección universal.

Asiste en España al Congreso internacional de escritores en defensa de la cultura, junto a Juan Marinello, se le otorga el ingreso al Partido Comunista de Cuba. Al regresar a Cuba en1938 se incorpora a la lucha contra la dictadura batistiana.

En 1947 se publica El son entero donde el poema-son expresa plenamente el sentido de cubanía.

En 1951 escribe Elegía a Jesús Menéndez, inspirada en el vil asesinato al líder de los trabajadores azucareros en 1948. En 1949 y después (1951-1952) publica en la prensa comunista décimas o coplas dirigidas a criticar, con veta humorística la actualidad nacional y a veces la internacional.

En 1954  recibe el Premio Lenin por la Paz, otorgado por la Unión Soviética, a partir de ese momento no puede regresar a Cuba, viaja por distintos países y se radica en 1958 en Buenos Aires donde publica su libro La paloma de vuelo popular , de alto contenido humano y revolucionario.

Después del triunfo revolucionario, regresa a Cuba, es designado presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba. A partir de entonces (1964) publica nuevos libros: Poemas de amor; Prosa de prisa; Tengo en el que hace patente su protesta ante la injusticia; El gran Zoo (1967); El diario que a diario y La rueda dentada (1972); Por el mar de Las Antillas anda un barco de papel (1977).

Muere el 17 de julio de 1989, el último de la tríada de poetas cubanos de talla universal: José María Heredia, José Martí y Nicolás Guillén.

Exponente del poemario Tengo es el poema Responde tú…

Responde tú…
Tú, que partiste de Cuba,
responde tú,
¿dónde hallarás verde y verde,
azul y azul,
palma y palma bajo el cielo?
Responde tú.

Tú, que tu lengua olvidaste,
responde tú,
y en lengua extraña masticas
elgüel  y el yu,
¿cómo vivir puedes mudo?
Responde tú.

Tú, que dejaste la tierra,
responde tú,
donde tu padre reposa
bajo una cruz,
¿dónde dejarás tus huesos?
Responde tú.

Ah, desdichado, responde,
responde tú,
¿dónde hallarás verde y verde,
azul y azul,
palma y palma bajo el cielo?
Responde tú.

Estamos en presencia de un poeta militante que puso su pluma al servicio de la patria, por eso desde el propio título con el auxilio de la reticencia (…) le exige con tono imperativo a aquel que se envilece ante el brillo del dinero y que abandonó a la madre patria a que responda, poniendo de manifiesto al mismo tiempo el empleo del estribillo, con el que logra el ritmo interior de los versos de arte menor y la musicalidad en toda su amplitud.

Acto seguido con la utilización de la interrogación retórica: ¿dónde…cielo?, lo invita a la reflexión, se auxilia de la reiteración de los elementos cromáticos verde y azul para dar paso al empleo de los símbolos: palma y cielo, con los que alude a su Cuba linda, a lo autóctono, lo identitario.

Seguidamente lo increpa por renunciar a su lengua y vivir en el silencio total, por eso nuevamente recurre a la interrogación retórica: ¿cómo vivir…?

Posteriormente, lo censura por haber dejado a los suyos, lo más sagrado, por los cantos de sirena y no tener ni siquiera un destino seguro por lo que acude a la interrogación retórica:

¿dónde dejarás tus huesos?

Convencido está el poeta que él no ha podido hacer realidad su paraíso terrenal y por eso con dolor acude a la interjección: Ah, que combina magistralmente con la interrogación retórica:

¿dónde hallarás…? e inmediatamente le exige en tono imperativo que responda.

La magia de la literatura no se ciñe a la composición poética escrita en verso y mucho menos a la rima, su secreto está en lograr que el lector navegue por mares desconocidos al encuentro de lo insólito, donde no medie las imposiciones y sí el respeto al otro, en el encanto de la palabra que cristaliza en la voz firme y auténtica del autor y en el éxtasis del lector.

Es la literatura la fragua donde se teje el alma de la patria y la trinchera donde se genera la cultura del diálogo, de la inteligencia, de la sensibilidad y el buen gusto, frente a la cultura del tener, la banalidad, la enajenación y la colonización de la mente humana.

Conclusiones

Los criterios expuestos ponen de relieve que la literatura deviene en fuente de saber y de placer y en ese sentido coexisten; no tener en cuenta este precepto lleva a distorsionar el efecto particular y especial que genera la lectura en cada lector.

La función connotativa del lenguaje en la literatura y su contribución al cultivo de la sensibilidad convida a que constantemente estemos leyendo el mundo, lo transformemos y seamos mejores seres humanos.

Educar en la cultura del ser como antídoto de la cultura del tener conlleva al cultivo de la inteligencia, de la utilidad de la virtud, en la capacidad de discernir cuándo se está en presencia de una obra de arte y cuándo es fruto de la chapucería y la banalidad.

Referencias bibliográficas

  1. PCC. Tesis sobre la cultura artística y literaria. En: Programa del 1er Congreso del PCC. La Habana. Cuba: PCC; 1975.
  2. Martí J. El poeta Walt Whitman. En: Literatura Universal 2 Antología. La Habana. Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 1979.
  3. Engels F. Carta a Miss Harkenss. En: Literatura Universal 2 Antología. La Habana. Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 1979.
  4. Henríquez Ureña C.  Invitación a la lectura. La Habana. Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 1975
  5. Rodríguez Pérez, Leticia y otros: Curso Lectura y comprensión Universidad para todos, Ed. Academia, 2010

 

Bibliografía

Timoféiev L. Fundamentos de teoría de la literatura. Moscú. Editorial Progreso; 1979.