Introducción
El pensamiento ambientalista de Fidel Castro Ruz es amplio y diverso como la vasta cultura y conocimientos que poseía sobre todas las ramas de las ciencias. Él fue reconocido internacionalmente por su ética, su humanismo, su coherencia y postura en su decir y su actuar, para evitar la autodestrucción de la especie humana en el planeta como consecuencia de los graves daños ecológicos que esta le ha ocasionado.
Numerosos autores han abordado el pensamiento ambientalista de Castro desde diferentes posiciones y puntos de vista que enriquecen la teoría existente, pero coinciden en su capacidad visionaria para predecir, ofrecer soluciones y denunciar los problemas ambientales que ponen en riesgo la supervivencia de la humanidad. Así como la necesidad de protección de la naturaleza y de los recursos naturales, a partir de un modelo de desarrollo sostenible que tenga al hombre como centro; fue una constante del pensamiento fidelista, reconocido por Sánchez y Pérez (2019), Céspedes (2020), Villalona (2020) y Argaillot (2024), entre otros; pero no logran contextualizarlo desde el Movimiento de Pioneros Exploradores (MPE).
Su ideología revolucionaria en torno al tema la puso de manifiesto en Cuba mediante una extraordinaria política ambiental que combinó recursos materiales, financieros y humanos, en favor de la educación de las nuevas generaciones. Donde ha jugado un rol esencial el MPE, a partir del notable aporte que la práctica del excursionismo y la exploración ejercieron en la formación de su naturaleza patriótica, revolucionaria y ambientalista.
Inspirado en sus ideas, el MPE se crea en 1977. Desde entonces, sus integrantes han realizado múltiples actividades en las variantes terrestres y marina, dirigidas al conocimiento, cuidado y conservación de la flora, la fauna y el medio ambiente. En cuya génesis están los aportes de Fidel Castro, respaldados en documentos históricos, libros, imágenes, discursos y su participación activa en actividades junto a los pioneros exploradores.
Desde esta perspectiva, la investigación proyectada en su fase teórica permitió identificar que, en la praxis, es poco conocido y estudiado el pensamiento ambientalista de Fidel Castro en el MPE como sustento de la ley y los objetivos del mismo. Es insuficiente la vinculación de las actividades que se realizan en el MPE con las concepciones ambientalistas de Fidel Castro, expresadas en discursos y otras actividades con los exploradores. Lo anterior permitió declarar como objetivo: profundizar en las concepciones de Fidel sobre el medio ambiente en el MPE, sustentado en el aporte que la práctica sistemática de la exploración y el excursionismo ejercieron en su formación integral, patriótica y ambientalista, así como las actividades que se realizan para su cumplimiento.
Materiales y Método
La tarea de investigar el pensamiento de Castro sobre el medio ambiente en el MPE se pudo alcanzar después de rigurosas incursiones, análisis y reflexiones colectivas de los autores sobre la temática. Esto motivó un análisis detallado de su etapa infanto-juvenil, del entorno familiar donde nació y creció, la revisión de documentos históricos, discursos inaugurales en centros y campamentos de exploradores, imágenes y otras literaturas especializadas para sustentar el crecimiento ambientalista universal que protagonizó. Lo anterior, permitió la obtención de los juicios y argumentos que, por su veracidad, condujeron a respaldar las informaciones científicas concluyentes sobre el tema. Para ello, se aplicaron los métodos: analítico-sintético, inductivo-deductivo, análisis documental y la observación, que demostraron la vigencia y aplicabilidad de sus ideas en el accionar del referido movimiento.
Resultados
Numerosos investigadores han incursionado en el pensamiento ambiental de Fidel Castro, desde una concepción holística general, a partir de su esencia socio-humanista, que resalta la necesidad e importancia de conservar y proteger el medio ambiente, por parte de la especie humana, para evitar la destrucción del planeta. Su visión profética de los problemas ambientales, sus causas, consecuencias y sus principales responsables, convierten a Fidel Castro en el primer líder mundial en anunciar los cambios futuros del medio ambiente y su influencia sobre los fenómenos naturales que se avecinaban por el cambio climático, la desertificación, la sequía, inundaciones, catástrofes naturales, incendios, pérdida de la diversidad biológica y el peligro de la desaparición de la humanidad, por las secuelas de estas anomalías provocadas por la acción del hombre sobre la naturaleza, cuyo momento cumbre se evidenció en la Cumbre de Río en el año 1992. (Sánchez y Pérez, 2019)
En este contexto, concibió la humanidad como centro de su pensamiento ambientalista, desde el equilibrio que debe existir entre el hombre y la naturaleza para la preservación de la vida humana, por el presente y el futuro de esta especie, en interacción con el planeta. (Argaillot, 2024)
Otros investigadores conciben su pensamiento ambiental desde una visión intuitiva, casi adivinatoria de las causas y consecuencias del deterioro progresivo del medio ambiente, que lo convirtieron en una eminencia del movimiento contra la destrucción del planeta. (Santisteban et. al, 2021), insertado desde una perspectiva anticipatoria, premonitoria y profética del medio ambiente, nutrida por el conocimiento y las pruebas empíricas. (Céspedes, 2020),
Esta propia concepción visionaria, científica, cultural, y dialéctica del medio ambiente “ha sido un aporte del pensamiento de nuestro Comandante en Jefe y una solución a los serios problemas del medio ambiente quien propuso pagar la deuda ecológica y no la deuda externa, desaparecer el hambre y no el hombre”, (Villalona, 2020, p. 4).
Los criterios autorales antes abordado, conciben el pensamiento ambiental de Fidel Castro, desde una visión integradora y multifactorial, convirtiéndolo en un profundo conocedor de la naturaleza, de la necesidad, de su cuidado y conservación para las presentes y futuras generaciones, pero no logran interconectar este pensamiento con la concepción ambiental que motivó la creación del MPE, contenido en varios discursos inaugurales de centros y campamentos de exploradores a partir de las experiencias excursionistas recibidas a lo largo de su vida, materializada como combatiente-guerrillero en la Sierra Maestra.
Los autores de esta investigación coinciden en afirmar que el pensamiento ambientalista de Fidel Castro comenzó a forjarse desde su infancia, a partir de la educación recibida en el ámbito familiar, la interacción con la comunidad donde nació y creció (Birán), sus relaciones con los trabajadores del campo que acompañaban a su familia en las labores agrícolas; las que continuó en su adolescencia durante el tránsito por el colegio de Belén, y las influencias de los profesores del colegio Jesuita, que estimulaban este tipo de actividad, por las que él sentía gran atracción; reconocido por el propio Fidel en el acto central por el día de los niños celebrado en el Jardín Botánico Nacional, cuando señaló que después de una serie de actividades de exploración, lo nombraron jefe de exploradores de la escuela, y que a él le gustaba mucho escalar montañas, cruzar ríos, explorar la naturaleza, recorrer los campos, organizar campamentos donde les cogiera la noche, comer lo que se podía y pasar varios días en el bosque. (Castro, 1983)
Su vocación por la naturaleza, su ingenio como excursionista, su voluntad por crecerse ante las dificultades del entorno natural, su preferencia por subir montañas y aprovechar las bondades que el medio le brindaba, fue una constante que forjaron su carácter, su resistencia, sembraron la génesis de su profundo pensamiento de respeto y de amor por la madre naturaleza, hasta impregnarse en las ideas del estadista de talla mundial que fue, y que supo inculcar a las nuevas generaciones desde su interacción con los pioneros exploradores.
En entrevista concedida a Frei Betto (1985), en el libro “Fidel y la Religión” reconoce:
En el caso mío, me gustaba el deporte, las excursiones, las caminatas, escalar montañas, todo aquello ejercía gran atractivo sobre mí. (…) Es que yo mismo tampoco me imaginaba que me estaba autopreparando como guerrillero, pero cuando veía una montaña me parecía casi un desafío. La idea de escalar aquella montaña, de llegar hasta arriba, se apoderaba de mí. (pp. 130-131)
Sus continuas aventuras excursionistas por la geografía cubana durante su adolescencia, le permitieron ganarse el respeto y la admiración de sus compañeros de aula, así como del colectivo de profesores del colegio Jesuita que lo designaron General de Exploradores: “El Padre Amando Llorente simpatizaba con Fidel, a quien designó general de exploradores después de una excursión a las montañas de Pinar del Río” (Blanco, 2009, p. 209).
La interacción que mantuvo siempre con la naturaleza y los constantes intercambios con campesinos, propiciaron el aprendizaje de sus vivencias ambientales y socio-culturales que incorporó a su personalidad, como sustento práctico en la lucha guerrillera en la Sierra Maestra, desde la interacción con los recursos que la naturaleza le ofrecía y que transmitió a los guías y pioneros exploradores en varias de sus visitas de intercambio por centros y campamentos de exploradores.
Su sapiencia sobre la naturaleza y la geografía cubana, fueron determinantes para incluir dentro del plan del asalto al Cuartel Moncada, marchar hacia la Sierra Maestra a continuar la lucha guerrillera aprovechando las características físico-geográficas de ese macizo montañoso, aspecto que sirve de inspiración a los exploradores cubanos en función de aprovechar lo que la naturaleza brinda para subsistir en condiciones ambientales difíciles o de la vida en campaña como innovaron los combatientes cubanos.
… ese contacto con la naturaleza, con las montañas, esas experiencias, me ayudó a pensar en la lucha guerrillera, en utilizar el terreno, tal como lo habían hecho nuestros mambises, en la lucha contra la tiranía. Y aquellas experiencias que tuve como explorador, me ayudaron mucho; creo que tuvieron una influencia notable en la concepción de la táctica de nuestra última lucha. (Castro, 1983, párr. 5)
Fig.1. Ingenio de los mambises aprovechando los recursos de la naturaleza para subsistir en condiciones de la vida en campaña. Experiencias aprendidas por Fidel e inculcada a los pioneros exploradores.
Fuente: Padrón, (2010)
Estas experiencias y vivencias personales, influyeron en la formación revolucionaria y ambientalista de Fidel que lo motivaron a librar la última y definitiva etapa de lucha por la independencia nacional, aprovechando sus vivencias como excursionista, las condiciones naturales de la región oriental de Cuba y la creación del MPE luego del Triunfo de la Revolución, al constituir una idea expresa de él, sustentada a lo largo de su vida como patriota y guerrillero materialista dialéctico.
¿Qué es el Movimiento de Pioneros Exploradores?
En su dimensión y alcance real son varios los autores que lo conciben como una organización social especial de participación masiva, como una valiosa vía para enriquecer los sentimientos patrióticos vinculados a las tradiciones combativas y de lucha de los cubanos para la formación integral de los escolares, así como para el desarrollo de la educación ambiental desde la satisfacción de las necesidades de excursionismo y exploración en contacto directo con la naturaleza, entre los que se destacan: Turner (1994); Bonet (2001); Guzmán (2002); Domínguez (2003); Mosquera (2005); Ávalos (2014); Martínez, (2011), Toledo (2012), Acosta (2022), la Organización de Pioneros José Martí (OPJM) (2014 al 2023) y González et al (2025).
El MPE es reconocido también, como una vía de funcionamiento de la OPJM, que incluye los procesos de ingreso y de categorización, cuyas actividades se encaminan al conocimiento y conservación del medio ambiente, el estudio de la historia, al rescate de las tradiciones campesinas que tienen como espacios para su realización las escuelas e instalaciones pioneriles: palacios de pioneros, campiñas, campamentos docentes-recreativos y los centros de pioneros exploradores. (Suárez et al, 2020)
Los autores disienten en considerar el MPE como una vía de funcionamiento de la OPJM y sí, uno de sus movimientos dirigidos a la formación revolucionaria, ambiental, solidaria e integral de sus miembros a partir del vínculo con las tradiciones socio-culturales y de lucha del pueblo cubano.
Otros investigadores, le conceden al MPE un rol importante por la posibilidad que ofrece de contribuir a la educación de los escolares, en un entorno diferente al aula clásica, a partir de la vinculación del niño con la naturaleza para la protección del medio ambiente. (Suárez, Boizán & Ricardo, 2021).
A pesar de existir diversidad de criterios y opiniones entre los autores consultados, por lo general, subdimensionan su importancia y valor educativo, al ceñirlo solo, a la realización de actividades recreativas en contacto directo con la naturaleza y no a su influencia para la formación integral de los estudiantes desde una dimensión socio-ambientalista y conservacionista del medio ambiente. De igual manera, reconocen insuficientemente las variantes terrestre y marina para su funcionamiento, así como el papel que desempeñan los instructores y guías en la planificación, organización y dirección de las actividades y procesos del mismo, aspecto que dificulta comprender el rol que estos desarrollan como organizadores, conductores de las actividades y procesos con los exploradores.
Los criterios autorales anteriormente abordados, asienten para asumir la definición de MPE que aporta González et al (2025), al considerarlo como:
El movimiento de la Organización de Pioneros José Martí que agrupa, de manera voluntaria y masiva, a los niños y adolescentes cubanos de primero a noveno grados, quienes, autorizados por los padres y conducidos por los guías e instructores, se preparan para la vida en condiciones de campaña, mediante la realización de múltiples actividades terrestres y marinas en contacto directo con el medio socio-natural, dirigidas a consolidar su formación patriótica, ambiental, revolucionaria, solidaria e integral, para satisfacer las expectativas de aprendizaje sobre el campismo, el excursionismo, la exploración y la supervivencia, vinculados a las tradiciones combativas y de lucha del pueblo cubano. (p. 4)
Esta definición, integra las ideas patrióticas y ambientalistas de Fidel, desde su afición excursionista y de exploración a la naturaleza, que tributaron a la forja de su carácter, su personalidad, su espíritu de resistencia, perseverancia, amor por la naturaleza, su cuidado y conservación; que supo transmitir a los integrantes del MPE, compilados en intercambios con los niños, en imágenes, materiales audiovisuales y memorables discursos demostrativos de su sabiduría y su experiencia sobre la vida en campaña, (fig. 2).
Fig. 2. Los pioneros exploradores demuestran a Fidel habilidades aprendidas para la vida en campaña, durante la inauguración de los centros de exploradores Ramón Paz Borroto, de Granma y Comandante Pinares, de Pinar del Río. Fuente: Sitio Fidel Soldado de las Ideas: http://www.fidelcastroruz.name/de/node/84635?width=600&heig ht=600
En el discurso de inauguración del centro de exploradores Ramón Paz Borroto, de Santo Domingo, Granma (1981), Fidel destaca las dificultades que tuvieron que afrontar como guerrilleros por la escasa preparación o adiestramiento previo para la actividad de exploración y excursionismo, asociado, a la falta de recursos y de instructores o guías que los enseñaran.
No teníamos ni hamaca, ni nailon, ni casa de campaña, ni todos los implementos que tienen ahora los exploradores, ni instructores que nos enseñaran; nos mojábamos, dormíamos en el suelo, y teníamos que enfrentar grandes dificultades en nuestras actividades como exploradores. (…) Porque puede decirse que uno de los primeros deportes que practiqué en mi vida fue el de la exploración. (Castro, 1981, párr.17)
De igual manera, reconoce la importancia y necesidad de interacción de pioneros y guías para la subsistencia en condiciones de campaña, desde el contacto directo con la naturaleza, aspecto que cumplimenta la ley de los exploradores: “Ama la naturaleza, a la patria socialista y se prepara para la vida en campaña”, (Suárez, Acosta & Almaguer, 2020, p. 74).
De modo que, esa posibilidad de dormir en el bosque, de cocinar en el bosque, de adaptarnos al bosque, fue una cosa decisiva sin la cual nosotros no habríamos podido hacer la guerra.(…) Si nos viéramos en la necesidad de combatir de nuevo defendiendo la patria, si nos viéramos en la necesidad de utilizar nuevamente las montañas y los bosques, entonces cuanto no valdrá haber aprendido primero a vivir en los bosques, en las montañas, en los campos, y a orientarnos, a encontrar cualquier punto y conocer un mapa. Hay pocos placeres mayores que el que la naturaleza puede brindar al hombre. (Castro, 1981, párr.19, 20)
Fig. 3. Los guías y pioneros exploradores se adiestran para la supervivencia en condiciones de campaña aprovechando los recursos naturales como legado de las ideas de Fidel.
Este propio escenario sirvió para que Fidel reconociera los efectos negativos que los fenómenos naturales y la actividad humana le ocasionaron al lugar, provocando erosión, pérdida de la diversidad biológica y una activa deforestación que lacera las bellezas naturales de las montañas y del río de la zona. Al mismo tiempo, hace un llamado a los pioneros para enfrentar y evitar esas prácticas negativas que ponen en riesgo la existencia de la vida humana; aspectos incorporados desde entonces, al accionar del MPE.
El hombre, en los años subsiguientes, ha causado alguna despoblación de esta área. La naturaleza, a través del ciclón Flora ha causado también importantes cambios en el valle del río, ensanchando el cauce, ampliando el área de arenas y pedregales. Pero no hay duda de que por obra del hombre y por obra de la naturaleza se han producido cambios en esta región, cambios que entristecen; porque se han derribado muchos árboles y se ha sembrado poco. (Castro, 1981, párr. 42)
En igual sentido, observó y reconoció otros problemas ambientales que no existían en la geografía agreste de la zona durante el momento histórico que el Ejército Rebelde combatió por esas montañas y que se han convertido en graves problemas globales que los exploradores deben afrontar de manera responsable y creativa. Al respecto señala:
Aquí, frente a nuestras montañas, podemos darnos cuenta de cómo el hombre y la propia naturaleza van transformando el paisaje. No es exactamente el paisaje de ahora el que veíamos aquí en aquellos años de la guerra, esa montaña que está frente a nosotros, estaba en gran parte cubierta de bosque. (Castro, 1981, párr. 41)
Y continúa llamando la atención de los exploradores, para que puedan hacer frente, a los efectos catastróficos que los habitantes de la zona le habían ocasionado al medio ambiente del lugar, como resultado de la práctica de una agricultura de subsistencia originada por la pobreza heredada del saqueo, la explotación, el desempleo y el latifundio de los gobiernos anteriores.
Claro que históricamente el latifundio, el desempleo, obligó a miles de familias campesinas a venir a estas montañas, y la técnica de cultivo era tumbar el bosque, ni siquiera utilizar la madera, quemar los árboles, plantar allí por algunos años vianda, después derribar otra área del bosque para hacer lo mismo una vez agotado y erosionado el suelo de la anterior. O en ocasiones se plantaba café, después de las viandas y quedaban entonces los cafetales, pero el bosque iba desapareciendo, (…) pero después de la Revolución se han deforestado también en cierta medida. (Castro, 1981, párr. 43)
Especial significado para los pioneros exploradores, representó el discurso en el acto central por el Día de los Niños, celebrado en el Jardín Botánico del Parque Lenin, donde le hace un llamado a expresar su vocación revolucionaria, de amor por la naturaleza y de ser dignos sucesores de la actual generación, inspirados en la vocación naturalista del pueblo cubano, preparándose para la vida en campaña desde los centros de exploradores, en tanto, les ayudarán a tener más confianza en sí mismos y aumentar la capacidad de superar dificultades y problemas. En este orden reconoce:
Nuestro pueblo vivió en las montañas, en los llanos, absolutamente identificado con la naturaleza; durante 10 años en nuestra primera guerra de independencia, tuvieron que vivir haciendo muchas de las cosas que hacen los pioneros exploradores: durmiendo en hamacas, preparando los alimentos en condiciones muy rudimentarias, soportando la lluvia, soportando el calor, soportando la guerra, soportando enfermedades, soportando privaciones de todo tipo. (Castro, 1983, párr. 8)
Esta concepción visionaria y ambientalista ya había sido plantada por Fidel un año antes (1982), en el discurso de inauguración del centro de exploradores Comandante Pinares, en Loma del Taburete, antigua provincia Pinar del Río. Al respecto, propone la creación de un poderoso ejército de conservacionistas desde el movimiento de exploradores, donde las actividades a desarrollar en los centros y campamentos deben dirigirse al cuidado y protección de la flora y la fauna, en tanto resulta imprescindible que las nuevas generaciones tengan una cultura proteccionista de la naturaleza que les permita utilizar sus recursos de manera responsable y austera.
Es necesario crear una cultura de la naturaleza en nuestro pueblo, llevándolo a ella, enseñándole a cuidarla y a disfrutarla, convirtiendo el movimiento de excursionistas en un poderoso ejército de protectores de la flora, la fauna y el medio natural en general. (Castro, 1982, párr. 98)
Para cumplir con lo antes explicitado, el MPE tiene objetivos bien definidos que aportan a la educación ambiental de sus miembros, como tributo a las aprehensiones recibida por Fidel, entre los que se destacan: realizar actividades patrióticas, deportivas, de recreación física y cultural en contacto directo con la naturaleza que propicien el conocimiento de la flora, fauna, el medio ambiente de Cuba, la localidad y su preservación; preparar a los pioneros físicamente, desarrollando las habilidades y destrezas necesarias para valerse en condiciones naturales, de la vida en campaña y en el mar; vincular a los pioneros con los campesinos en los lugares posibles, poniendo en práctica, que el pionero explorador es amigo del trabajador del campo y aprende de él sus experiencias. (Acosta, 2022)
Para cumplir con los objetivos y las leyes del MPE, que consagra el pensamiento ambientalista de Fidel; este se organiza en etapas (Moncadista y José Martí) y variantes (terrestre y marina). La variante terrestre realiza sus actividades, generalmente, en bosques, campos, ciudades, campiñas, montañas y escuelas alejadas de las costas, (fig. 4). Por su parte, la variante marina: la conforman las tripulaciones en aquellos colectivos cercanos a una zona costera, realizan sus actividades generalmente en el mar, (fig. 5).
Fig. 4. Los pioneros exploradores terrestres, realizan patrullajes en el bosque en la sierra “Las Casas”, en la finca “El Abra”, Isla de la Juventud.
Fig. 5. Los exploradores marinos, realizando labores de limpieza, de las costas de la playa Paraíso y las márgenes del río Las Casas, Isla de la Juventud.
La observación realizada a diversas actividades del MPE en los colectivos pioneriles y en el centro de Exploradores “Amistad con los Pueblos” de la Isla de la Juventud, permitió corroborar cómo los miembros de este movimiento, rinden tributo al pensamiento ambientalista de Fidel Castro. Entre las actividades más significativas observadas se encuentran:
La realización de acampadas y excursiones; la observación y descripción de la naturaleza; el escalamiento de montañas; la supervivencia en campaña; la confección de viveros de plantas maderables, ornamentales, medicinales y comestibles silvestres; la repoblación forestal; investigaciones sencillas sobre la naturaleza, el medio ambiente, la historia de Cuba y la localidad; el senderismo; la limpieza de playas y ríos de los desechos sólidos; la eliminación de plantas invasoras; la realización de comederos de animales en el bosque; confección de trochas contra incendios de conjunto con los guarda bosques; la realización de rutas para el excursionismo y la exploración; la realización de concursos de conocimientos sobre la naturaleza; conversatorios con especialistas del medio ambiente; la identificación y protección de especias de plantas y animales en peligro de extinción; la siembra de mangles en lugares costeros; la realización de croquis de áreas protegidas y amenazadas por diversas causas; la orientación por medios naturales y artificiales; el patrullaje de bosques para evitar incendios o la caza furtiva; la celebración del día de la manigua; conteo de especies de aves y plantas en peligro de extensión; la celebración el día del explorador en la manigua; la confección de objetos rústicos para la supervivencia con materiales variados de la naturaleza “el ingenio del mambí”; práctica de deporte en la naturaleza (de la naturaleza hagamos deporte); talleres: somos lo que nos rodea; confección de mapas de riesgos de áreas amenazadas de la comunidad para apoyar las acciones gubernamentales; la elaboración de platos tradicionales y comestibles silvestres; entre otras.
Estas actividades se caracterizan por el conocimiento de la naturaleza y la conservación del medio ambiente desde la identidad local, el excursionismo, la exploración a lugares desconocidos, la movilidad, el desplazamiento oculto en el terreno, la marcha de día y de noche, la recopilación de datos en los lugares que se explore, la creatividad y la solidaridad ante las dificultades.
Discusión
Los resultados del estudio teórico realizado evidencian que el pensamiento ambientalista de Fidel Castro en el MPE es casi nulo, poco conocido, e insuficientemente estudiado y divulgado. Además, en la praxis, es insuficiente su vinculación con las actividades que se realizan en el referido movimiento, a pesar de existir una coherencia con sus principales ideas contenidas en discursos y otras actividades de excursionismo y exploración que realizó a lo largo de toda su vida.
En este contexto, la literatura científica analizada y los autores consultados en relación al pensamiento ambientalista de Fidel Castro, lo abordan desde una concepción integradora y multidimensional, a partir de su esencia socio-humanista, para salvar la especie humana y que esta comprenda la necesidad e importancia de proteger el medio ambiente, para evitar la destrucción del planeta y la suya propia, Sánchez y Pérez (2019). En igual sentido, Santisteban et. al (2021) y Céspedes (2020), abordan la autoridad moral de Fidel en relación al tema, su visión futurista, casi profética y adivinatoria para entender los problemas ambientales, sus causas, consecuencias y sus principales responsables; lo que encuentra respaldo en Villalona (2020) y Argaillot (2024), al revelar su esencia dialéctica y científica, encaminado a minimizar los problemas globales, para el adecuado equilibrio que debe existir entre el hombre y la naturaleza.
En este orden, existe total coincidencia entre los criterios expuestos con anterioridad y los que asisten en esta investigación, al entender el pensamiento ambiental de Fidel Castro, desde su capacidad integradora, humanista y preventiva, con una visión paradigmática del planeta, por sus conocimientos y aportes en favor de la naturaleza, su cuidado y conservación para las futuras generaciones, que precisa de una conciencia ambientalista que salve a la especie humana de su autodestrucción.
Sin embargo, esa propia amplitud de criterios autorales no logra percibir el aporte del pensamiento ambientalista de Fidel en el MPE, limitando la contribución que este puede realizar al desarrollo de una cultura ambiental en los pioneros cubanos, desde las actividades que promueve y organiza en contacto directo con la naturaleza.
Desde esta perspectiva, la literatura científica explorada sobre el pensamiento ambientalista de Fidel Castro en el MPE, es muy limitada, casi inexistente, pues no se reconocen autores que lo aborden de manera explícita, por lo que, la discusión en este aspecto se circunscribe al análisis de las ideas de Fidel Castro contenidas en discursos, e intercambios con pioneros exploradores, ya expuestos y discutidos en los resultados de este artículo. No obstante, se recogen algunos destellos de la contribución ambiental del MPE en los niños y adolescentes cubanos, en destellos conceptuales planteado por Martínez (2011), Suárez, Acosta & Almaguer (2020), Acosta (2022), y la OPJM (2014 al 2023), que, en unidad de criterios subrayan su dimensión socio-ambientalista que subdimensionan su importancia y valor educativo, al ceñirlo solo, a la realización de actividades recreativas en contacto con la naturaleza y no a su influencia para la formación patriótica e integral de los estudiantes.
De igual manera, es imperceptible el reconocimiento que le brindan a las variantes terrestre y marina para su funcionamiento, así como, al papel que desempeñan los instructores y guías en la planificación, organización y dirección de las actividades y procesos con los exploradores, aspecto que dificulta comprender su rol como organizadores, conductores de las acciones vinculadas a: las acampadas, las excursiones, los días del explorador, el deporte en la naturaleza, la categorización, el desarrollo de los turnos de capacitación pioneril, entre otros.
Desde la visión de los autores, para lograr interconectar el pensamiento ambiental de Fidel Castro en las actividades y procesos que se desarrollan en la vida diaria con el MPE en los colectivos pioneriles, campamentos, campiñas, palacios, etc, se debe estudiar a profundidad la esencia de dicho pensamiento e integrarlo a todos los espacios, lugares, momentos y condiciones objetivas del entorno, para desarrollar en los pioneros cubanos, una sapiencia conservacionista del entorno, desde una perspectiva patriótica. Aspecto reflejado por Fidel en varios discursos inaugurales de centros y campamentos de exploradores, sustentado en sus experiencias excursionistas a lo largo de toda su vida, consolidado en la etapa como combatiente-guerrillero en la Sierra Maestra, lo que urge continuar su pesquisa bibliográfica, científica, y gráfica, e incorporarlo conscientemente, a las actividades que se planifican en el referido movimiento.
En este contexto, los autores consideran que las concepciones visionarias de Fidel Castro Ruz sobre el medio ambiente en el MPE, se forjaron a lo largo de su vida, desde el aporte que la práctica sistemática de la exploración y el excursionismo ejercieron en su formación integral, patriótica y ambientalista y, aunque es poco conocido y estudiado, constituye guía para la acción y sustento teórico-práctico en el desarrollo de las actividades que desarrollan los pioneros cubanos para la vida en campaña y el mar, como legado del pensamiento ambientalista que Fidel les inculcó y que los exploradores cumplimentan en la actualidad.
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Villalona, Labrada, D., y Labrada, Oro., A. (2020). Vigencia del pensamiento de Fidel Castro en la protección y conservación del medio ambiente en Cuba, Revista Caribeña de Ciencias Sociales. En línea https://www.eumed.net/rev/caribe/2020/04/vigencia-pensamiento-castro.html http://hdl.handle.net/20.500.11763/caribe2004vigencia-pensamiento-castro.
Declaración de conflicto de interés y conflictos éticos
Los autores declaramos que este manuscrito es original, no contiene elementos clasificados ni restringidos para su divulgación ni para la institución en la que se realizó y no han sido publicados con anterioridad, ni están siendo sometidos a la valoración de otra editorial.
Los autores somos responsables del contenido recogido en el artículo y en él no existen plagios, conflictos de interés ni éticos.
Contribuciones de los autores
Autor 1: Ibrahin González Ramírez. Autor principal: Participó en la redacción del artículo, sus fundamentos teóricos, el diseño de la metodología y en la valoración de los resultados con fuentes probatorias, así como en la compilación de imágenes.
Autor 2. Ana Gloria Rubié Cabrera. Diseño del artículo, contribuyó a los fundamentos teóricos, desde la revisión bibliográfica de discursos de Fidel, Referencias bibliográficas.
Autor 3. Magdalena Moreno Martínez. Revisión del contenido, búsqueda de información en documentos históricos, revisión ortográfica, y de las normas de asentamiento APA Javeriano, así como, los elementos de informática.