Introducción
En la humanidad, numerosas reseñas abordan las conductas adictivas bajo la dirección de actividades socializadoras o dentro de una aprehensión comunitaria. El artículo examina la pintura en relación con el efecto tabáquico y alcohólico, y subraya su impacto artístico en los hábitos perjudiciales, así como la apreciación de estas obras pictóricas como herramienta en la enseñanza docente. En esta época contemporánea, se ha convertido en una de las preocupaciones latentes de la sociedad, fundamentalmente en la nueva generación.
Según sustenta Orellana-Romero (2023), los adolescentes y jóvenes constituyen uno de los grupos más vulnerables ante su consumo. De ahí la importancia de conocer y entender por qué este sector es más propenso a ello, así como los graves riesgos que conlleva, para así contribuir en la elaboración de estrategias y en la toma de decisiones que permitan prevenir y actuar ante situaciones de esa índole (párr. 6).
La comunidad está permeada por el consumo de estas sustancias, lo que acredita una problemática desde la prevención. Esto requiere una intervención mediante herramientas que permitan modificar conductas y elevar conocimientos epistemológicos en los estudiantes. La aparición de patrones de consumo en los momentos actuales, unido al establecimiento de problemáticas relacionadas con la salud o el ajuste social, hace necesaria la participación de las facultades universitarias en el vínculo de variables socioculturales, educativas e informativas.
En esta línea de pensamiento, Estrada-Paneque aborda que “en la mayoría de los países latinoamericanos el uso de tabaco y bebidas alcohólicas forma parte de la vida cotidiana, como un acto social y cultural consolidado dentro de las costumbres sociales” (Estrada-Paneque, 2025, p. 20). La aparición de nuevas drogas y patrones de consumo también influye en la instauración y consolidación de problemáticas relacionadas con la salud o el ajuste social.
La Universidad constituye un espacio fundamental para implementar el enfoque de la educación para el desarrollo de los jóvenes universitarios, quienes representan la población sobre la que se desarrollan nuevos valores y actitudes ante los principales problemas del mundo actual (Berlanga Adell, 2021, p. 36).
Las aproximaciones ofrecidas se contextualizan al referir (Díaz, Díaz, 2021) que la pintura, como herramienta docente, es muy útil para fijar en el alumno las características clínicas de una determinada enfermedad. También puede ayudarle a desarrollar habilidades de observación y descripción al obligarle a fijarse en detalles que pueden pasar desapercibidos.
El artículo asume como objetivo identificar pinturas con el efecto tabáquico y alcohólico como herramienta en la enseñanza docente para su prevención en el individuo.
Materiales y Método
Se realizó un estudio con carácter cualitativo, descriptivo y documental que pretende entender y analizar un problema social encaminado a percibir las acciones humanas y sus productos. Ofrece herramientas para recoger de forma retrospectiva, información mediante un diseño bibliográfico realizado en la Facultad de Ciencias Médicas 10 de Octubre, durante el trimestre último de 2024.
Se emplearon métodos teóricos y empíricos para la evaluación de 37 obras pictóricas de Adriaen Brouwer, Jan Cossiers; Francisco de Goya, Paul Cézanne, Carl Spitzweg Bryan Lewis Saunders pintadas bajo los efectos del consumo tabáquico y alcohólico. Selección de cinco mediante muestreo aleatorio. Las pinturas ilustran imágenes sugerentes de la conducta adictiva, estampa representada para socializar signos y síntomas, consecuencias de las adicciones y articular su prevención. La estructura para el análisis fue: identificación de la obra (título, autor, estilo, tendencia y tema) y una descripción connotativa (lectura de los elementos formales y conceptuales planteados en la obra).
Resultados
El trabajo se sustenta en creadores significativos de la pintura y el dibujo de géneros a través de sus escenas de la vida cotidiana, interiores de taberna, fumadores y bebedores, y retratos expresivos de fuerte carga emotiva. Estos expresan diversos estilos y tendencias pictóricas, como Adriaen Brouwer, Jan Cossiers, Francisco de Goya, Paul Cézanne, Carl Spitzweg, Henri Toulouse Lautrec y Bryan Lewis Saunders. Las pinturas seleccionadas se identifican con el efecto del consumo tabáquico y alcohólico, mostrando imágenes sugerentes de la semiología de la conducta adictiva.
El propósito fundamental es escudriñar comportamientos adictivos que acontecen a la luz de expresiones artísticas propias de acuerdo con el estilo o una época; con la intención de actuar desde el pensamiento científico en los requerimientos benéficos para la prevención desde la enseñanza docente en los comportamientos sociales inapropiados.
Según Narvión Castellano (2023), “el consumo de drogas significa una verdadera problemática para la salud mental y física de las personas, y uno de los pilares para su atención es la prevención de este consumo” (párr. 5). Con respecto a sus efectos, se puede mencionar que los trastornos debidos al acceso de este tipo de sustancias aparecen de forma prevalente en los adolescentes hasta llegar a la edad adulta, lo cual deriva en trastornos y otras patologías en el individuo, siendo nocivo para la salud.
La principal fortaleza de este enfoque es su potencial aplicación en necesidades específicas, tales como incentivar la coherencia entre el mensaje de la obra y la aprehensión irracional a fetiches, desde épocas arcaicas hasta la sociedad actual, en el reconocimiento de conductas que deben ser rectificadas y renovadas en los individuos para evitar este fenómeno social. Sus metas apuntan al énfasis de la apreciación pictórica, comunicativa u operacional, que condicionen el desarrollo de habilidades preventivas del consumo de estos productos.
Al respecto, Noa Pelegri (2023, p. 6) apunta que la droga ha sido fuente de inspiración para el arte, ya sea música, pintura, escultura, cine, literatura o fotografía. Esto la coloca como mediadora entre el ser humano y el mundo, influenciado por el contexto sociocultural e histórico del momento en que se producen, las vivencias y problemáticas personales de quien las crea.
La relación entre las conductas adictivas en la producción artística es otra visión de la relación arte-consumo alcohólico y tabáquico, de modo tal que su dependencia ha sido un comportamiento asumido por los artistas para crear sus obras desde épocas vetustas, como se refleja en la figura 1.
Figura 1. El fumador, de Adriaen Brouwer
Fuente: (Vigué, 2008, p.17)
En esta pintura, el autor relaciona el consumo de estas adicciones con las clases sociales más bajas y la poca pulcritud, aspecto que caracterizó a este pintor, quien vivió entre 1605 y 1638, en una vida marcada por el maltrato, la pobreza y la delincuencia (Vigué, 2008, p. 17). Sobre el hábito de fumar, se observa en la figura 2.
Figura 2. El fumador, 1636 Brouwer Adriaen
Fuente: (Vigué, 2008, p.17)
La pintura representa un autorretrato de Brouwer. Desde el punto de vista circunstancial, afloran características higiénicas y ambientales de una taberna sucia y desorganizada. En esta pieza, los personajes —un grupo de jóvenes artistas— están fumando y consumiendo cervezas en una sugerente imagen de disfrute y diversión, típico de la primera etapa de la embriaguez (Vigué, 2008, p. 18).
El tabaquismo es considerado la peor y más grande epidemia que ha afectado al hombre. Su poder destructivo viene determinado porque goza de aceptación social y por la exposición voluntaria. En los tiempos actuales, existen dos tipos de acciones que pueden influir en el aumento o disminución de esta epidemia: la acción médica y la acción preventiva (Amaro, 2005, p. 33).
El desafío para el profesional académico radica en ofrecer vías, a partir de la apreciación de las pinturas, para difundir la prevención de las adicciones desde la enseñanza docente. Se busca procesar información novedosa acerca del peligro que irradia al utilizar sesgos cognitivos a favor del consumo, y no ignorar el contenido del mensaje como un mal social que corroe y destruye.
El impacto artístico de las pinturas en la prevención subraya una labor pedagógica y didáctica dirigida a las nuevas generaciones, basada en la promoción y el prejuicio como pilares fundamentales. “La prevención es la meta fundamental y más deseable para todas las enfermedades, pero en el caso de las adicciones representa un reto complejo, por el número y variedad de sustancias, sus efectos en los individuos y el contexto social y legal en que se encuentran” (Amaro, 2005, p. 36).
Se afirma que el Sistema Nacional de Salud en Cuba garantiza el tratamiento a las adicciones de forma gratuita para el paciente y sin escatimar recursos materiales en las instalaciones sanitarias. Las terapias involucran a los familiares y el mayor esfuerzo se destina a fomentar y prevenir este problema social.
Figura 3. Reunión de fumadores y bebedores de Jan Cossier
Fuente: (Miñón, 1973)
El tabaco, por lo novedoso de su uso se pone de moda en las reuniones sociales, y los propios autores aparecen fumando juntos con otros artistas o amigos.
El incremento de la adicción tabáquica en el recién finalizado siglo estuvo íntimamente relacionado con el crecimiento de la industrialización del tabaco, la accesibilidad del producto y la propaganda cuidadosamente dirigida hacia el aumento de su consumo. (González, 2023) .
En la figura 4 se observa el vicio del alcohol.
Figura 4. El borracho de Carl Spitzweg.
Fuente: (Miñón, 1973)
Los elementos presentes en este cuadro permiten apreciar que el individuo expresado se encuentra en una etapa de embriaguez caracterizada por la pérdida de los hábitos higiénicos y por llevar a las persona a asumir actitudes poco aceptadas socialmente, como es el hecho de dormir en plena calle. (Miñón, 1973)
En conductas de pensamiento estas obras ilustran un apreciable malestar psicológico o la incapacidad de recordar un aspecto importante debido a amnesia disociativa o una percepción distorsionada, manifestaciones asociadas al consumo tabáquico y alcohólico. Por tanto, se reconoce que desde la enseñanza docente las acciones preventivas nunca estarán agotadas y su efectividad se mide en la decisión responsable de retardar la primera aproximación y de evitar involucrarse en un ambiente proclive a esas actitudes.
Toulouse-Lautrec es otro de los pintores más destacados de la pintura universal e innovador del gran movimiento cultural europeo de fines de siglo XIX. Supo romper con los cánones establecidos del Impresionismo en esa época. Entre sus obras significativas vinculadas al consumo del alcohol y adentrado en la vida bohemia parisina. (Toulouse-Lautrech, 2012) Se sostiene que Toulouse-Lautrec, al parecer, bebió durante los años 1886 a 1888 de forma compulsiva, cada día y a todas horas, las palabras “vamos a beber algo”, estaban constantemente en labios de Lautrec. (Carcas, 2012, p.397)
Desde este punto de vista, se ha señalado que hay poca diferencia en relación al alcohol con los tiempos de Toulouse-Lautrec, como se observa en las figuras 5. Los pacientes alcohólicos siguen marginados y los profesionales especializados, entregados y comprometidos con ellos (Carcas, 2012, p.428).
Figura 5. Autorretrato en la taberna 1
Fuente: (Carcas, 2012)
Autorretrato en la taberna 2
Fuente: (Carcas, 2012)
Se evidencia en la apreciación visual de estas pinturas y al comparar los hallazgos disímiles en el componente conceptual de estos artistas de la plástica en relación con el consumo desde épocas pretéritas, que la adicción es un padecimiento crónico, recurrente y progresivo que origina consecuencias nocivas. Se advierte desde el impacto artístico su prevención, fundamentalmente en los jóvenes de hoy, con la intención de reivindicar y articular una labor educativa y pedagógica en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
La aprehensión visual de las pinturas posibilita al individuo formarse una idea de la apariencia de la persona con pensamiento irracional o deterioro mental por su consumo, y motivarlo para que reflexione acerca del deterioro de las funciones psíquicas y cognitivas inducido por su adicción.
García López (2025) apunta al respecto que las pinturas sobre las drogas son una poderosa forma de expresión artística que captura la complejidad y los efectos destructivos en nuestra sociedad. A través de su vívida representación visual, estas obras de arte nos invitan a reflexionar sobre los peligros y las consecuencias de las drogas, al tiempo que nos inspiran a buscar soluciones y promover un cambio positivo. Estas pinturas no solo nos confrontan con la cruda realidad del consumo, sino que también nos hablan del poder transformador del arte y su capacidad para generar conciencia y comprensión.
Resulta beneficiosa la estrecha relación existente a todos los niveles de la sociedad entre las instituciones sanitarias y los procesos de enseñanza-aprendizaje para agotar todas las potencialidades en dialogar acerca del tema desde edades tempranas, primero con la incorporación a los planes de estudio, luego con las charlas de expertos y en la divulgación documental. La población debe aprender rápidamente el riesgo de las adicciones y lo dañino de las mismas.
El primer paso para erradicar una adicción es reconocerla como tal, y padecerla no convierte a la persona en alguien malo o pervertido, sino en una víctima. Tampoco resulta signo de debilidad acercarse a un consejero profesional, porque en ocasiones se puede lograr la superación en solitario, pero en la gran mayoría de los casos se debe buscar a alguien de confianza para hablarle francamente del problema.
Una vez eliminada la fase activa del consumo tabáquico y alcohólico, se necesita cambiar estilos de vida; desde el sistema de creencias y valores, hábitos conductuales, motivaciones y el alejamiento de amistades poco recomendables por personas con modos de comportamientos saludables.
A lo largo de los anales de la humanidad, en correspondencia con el grado de consumo y las motivaciones de los hombres, han sido mutantes las aspiraciones de la verticalidad de su prevención. Conjuntamente, el sistema de valores evidencia un deterioro en los cambios ocurridos en la salud y en el comportamiento práctico-moral de los hombres.
A raíz de los avances en el dominio de los saberes relacionados con el uso desmedido de estos tóxicos, se plantea que “tanto el consumo de riesgo como la dependencia van a generar consecuencias, muchas veces graves, no solo a la persona que bebe, sino también a su familia y entorno. Algunas de esas consecuencias pueden desaparecer, pero otras pueden ser difíciles y ser necesario la derivación a un recurso específico y especializado en drogodependencias” (Carcas, 2012, p. 69).
El psicólogo Díaz (2022) considera que la recuperación de una adicción, llámese tabaquismo, alcoholismo u otra droga, es un proceso para toda la vida, y es recomendable vincularse a un grupo de apoyo como ayuda para mantener por siempre los buenos propósitos.
La tarea preventiva y diferenciada enfocada hacia el prejuicio del consumo de tóxicos en la actualidad requiere del papel de los educadores —responsables y comunicadores— ante este fenómeno que traspasa las fronteras en lo referente a la salud y en comportamientos inadecuados. Específicamente, la verticalidad de la prevención en la enseñanza docente, la ayuda familiar y comunitaria constituyen una intervención paliativa, un principio preservador ante el consumo.
Este tema nos obliga a socializar un cambio de orientación en el desarrollo de las capacidades de comprensión y a reevaluarse los enfoques socioculturales que han caracterizado a las conductas adictivas. Asimismo, se busca despojarlos del carácter discriminatorio y acercarlos al pensamiento científico y a los nuevos conocimientos, donde lo social alcance su objetiva expresión en el proceso evolutivo de la enfermedad. Indudablemente, se profesa que esta es una tarea imperiosa en el contexto de la época actual.
, cabe destacar que la prevención todavía no ha logrado un encaje; el artículo expresa una oportunidad para promover el compromiso social en las Universidades y fomentar valores para eliminar o disminuir factores de riesgo que puedan influir en los comportamientos sociales y biológicos.
Es de interés subrayar respecto al consumo del tabaco lo expuesto por Escamilla Torres (2025), quien señala que “según la Organización Mundial de la Salud, se estima que mueren 8 millones de personas al año, de las cuales 7 millones consumen tabaco de forma directa y alrededor de 1.3 millones son fumadores expuestos al humo de tabaco. Este es uno de los principales factores de riesgo en la incidencia de diversas enfermedades crónicas no transmisibles como enfermedades cardiovasculares y respiratorias, así como de más de 20 tipos de cáncer y otras enfermedades sistémicas. Es así como el tabaquismo es considerado un grave problema de salud y una epidemia mundial”.
Discusión
La identificación del impacto alcohólico y tabáquico desde la pintura y su prevención como herramienta en la enseñanza docente permiten el dominio de la semiología de la conducta adictiva. Los resultados están en correspondencia con un artículo publicado por Pina Gil (2024), al sustentar que el consumo de drogas, alcohol y tabaco tiene efectos profundamente negativos sobre la salud pública a nivel mundial. Estas sustancias no solo generan dependencia y enfermedades físicas, sino que también afectan gravemente la salud mental y el bienestar social. Los sistemas de salud se ven abrumados por la carga económica que implica el tratamiento de las enfermedades asociadas a estas adicciones, y las familias y comunidades también sufren el impacto social.
Las autoras, en correspondencia con el impacto de las pinturas seleccionadas como herramientas de enseñanza pedagógica, asumen también el criterio de Noa y Elías (2023, p. 2) en el sentido de la interrogante: ¿en qué medida las obras pictóricas ilustran los efectos del consumo tabáquico y alcohólico? Estas resultan un medio de enseñanza-aprendizaje para el tratamiento didáctico de la adicción, y su impacto artístico coadyuva a la prevención.
Desde el pensamiento científico de las autoras, el artículo contribuye a la percepción de riesgos y a identificar las pinturas como herramientas de enseñanza docente para vincular la prevención en una labor transformadora, reivindicada y articulada en la dimensión educativa-formativa. En las circunstancias actuales, conlleva comportamientos sustentados en fortalecer las campañas universitarias desde la vinculación pedagógica y didáctica, para sensibilizar a los jóvenes a través de un enfoque multifacético y coordinado, con el propósito de argumentar la necesidad de la prevención, para su requerimiento benéfico y la capacidad de generar conciencia y comprensión.
Referencias Bibliográficas
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Declaración de conflicto de interés y conflictos éticos
Las autoras declaran que este manuscrito es original, no existe conflicto de intereses.
Contribuciones de los autores
MSc. María Caridad González Alonso: redacción del artículo, fundamentos teóricos, diseño de la metodología, revisión de la aplicación de la norma bibliográfica.
MSc. Deynis de los Ángeles Regueiro Suárez: diseño del artículo, fundamentos teóricos - metodológicos, revisión de la aplicación de la norma bibliográfica.
MSc. Tania Maturell Pérez: confección y aplicación de instrumentos, Traducción de términos.