La comprensión lectora en la educación media básica colombiana

Reading comprehension in colombian basic middle education

 

Lic. Marian Gisset Villota Ruiz. Institución Educativa Técnica Agropecuaria San Gerardo. Colombia
Correo: marian.villota@hotmail.com
ORCID: https://orcid.org/0000-0903-4739-6666  

Recibido: 5 de enero de 2024              Aprobado: 29 de abril de 2024


Resumen

En el artículo se investiga lo referido a la comprensión lectora y su importancia para la educación media colombiana.  El objetivo es explicar la incidencia de la lectura en la comprensión de los textos en la educación media básica. Se realiza un estudio bibliográfico sobre comprensión lectora. En este sentido, las instituciones educativas tienen una alta responsabilidad en tanto se requiere fomentar en los estudiantes el hábito lector que los conlleve al desarrollo de habilidades lectoras. La comunicación mediada por el texto científico incluye procesos inherentes del pensamiento como la interpretación de lo leído, sobre con énfasis en el proceso de enseñanza. Se concluye que los requerimientos para la habilidad de la lectura son: la comprensión y la interpretación. La lectura extensiva propicia el desarrollo de habilidades lectoras.

Palabras claves: proceso de enseñanza aprendizaje, hábito lector, formación

Abstract

The article investigates what refers to reading comprehension and its importance for Colombian secondary education. The aim is to explain the impact of reading on the understanding of texts in basic secondary education. A bibliographic study on reading comprehension is carried out. In this sense, educational institutions have a high responsibility as it is necessary to foster the reading habit in students that leads to the development of reading skills. Communication mediated by scientific text includes inherent thought processes such as the interpretation of what is read, with emphasis on the teaching process. It is concluded that the requirements for reading ability are: understanding and interpretation. Extensive reading encourages the development of reading skills.

Keywords: teaching-learning process, reading habit, training


Introducción

El proceso de aprendizaje humano y el proceso de apropiación de la experiencia histórica social constituyen una unidad. En el aprendizaje del ser humano, todo proceso de adquisición de experiencia individual constituye un proceso mediatizado por la cultura, es un proceso de apropiación de experiencia histórico social y esa apropiación deviene aprendizaje.

Para cumplir con el encargo propuesto a los sistemas educativos en el mundo, la educación colombiana y en particular la Educación Básica Secundaria deberá estructurarse en torno a cuatro aprendizajes fundamentales: aprender a conocer, es decir, adquirir los instrumentos de la comprensión; aprender a hacer, para poder influir sobre el propio entorno; aprender a vivir juntos, para participar y cooperar con los demás en todas las actividades humanas; por último, aprender a ser, un proceso esencial que recoge elementos de los tres anteriores.

En concordancia con las problemáticas referidas, puede concluirse que otro de los grandes desafíos que se afronta en la actualidad, es el de garantizar una educación de calidad para todos, donde sería imprescindible potenciar desde las instituciones educativas un proceso de enseñanza-aprendizaje que desarrolle el tratamiento adecuado de la comprensión lectora permitiendo entender la importancia de esta como factor crucial en el enseñar y aprender escolar, pues el desarrollo de esta  permite no solamente la incorporación de informaciones diversas, sino que también  permite la  incorporación de un individuo a un contexto determinado.

En la medida en que la comunicación mediante el texto escrito ha ido ganando en importancia, la interpretación de lo leído, ha ido aumentando y se ha convertido en un verdadero requerimiento para los aprendizajes, que tiene su impacto necesariamente sobre la formación de la personalidad.

Desarrollo

La lectura es un instrumento de vital importancia en todas las esferas de la vida social, para apreciar su funcionalidad es necesario considerar lo expresado por (Fay, 1956, comunicación personal) el 75% de lo que se aprende llega por vía de la letra impresa.  Se destaca el papel de este proceso al expresar que hoy día, a pesar de la aparición de nuevas vías y medios de asimilación de conocimientos, la lectura continúa siendo uno de los modos fundamentales para recibir la información visual.

Se consideraba que el proceso de enseñanza de la lectura exige, cada vez con mayor urgencia, del diseño de estrategias didácticas eficaces que partan de una modelación análoga a la complejidad de la lectura como actividad, tanto en su diversificación tipológica como en su estructura peculiar.  De ahí, la necesidad de acometer estudios que potencien su desarrollo.

Al respecto (Solé, 1997) considera que la lectura no puede ser considerada como un proceso de “arriba a abajo” ni absolutamente de “abajo a arriba”. Si fuera solamente de “arriba a abajo” sería casi imposible que dos personas llegaran a la misma conclusión sobre un texto leído; asimismo si la lectura fuera exclusivamente de “abajo a arriba”, no habría desacuerdo sobre el significado de un texto. No serían tampoco posibles las interpretaciones personales basadas en diferencias dadas por la edad.

Por otra parte, la autora considera que es demostrable que un lector activo procesa la información en varios sentidos aportándole sus conocimientos y experiencia, sus hipótesis y su capacidad de inferencia, un lector que se mantiene alerta a lo largo del proceso, construyendo una interpretación y que, si es objetivo, será capaz de recopilar, resumir, ampliar la información obtenida y transferirla a nuevas situaciones de aprendizaje. De ahí, que la lectura sea un proceso dinámico-participativo donde el sujeto/lector entiende, comprende e interpreta un texto escrito en correspondencia con la propia dinámica del texto en su contexto.

Otros autores refieren que leer es un proceso activo que relaciona de manera muy especial a un lector con un texto dado. La habilidad de leer supone comprender, interpretar.

Según (León, 2009) cuando se habla de comprensión, generalmente se piensa en un concepto único y perfectamente delimitado; sin embargo, hablar de comprensión exige que se tenga en cuenta la naturaleza diversa y compleja de los textos a los que se enfrenta el lector. Los diversos tipos de texto implican diferentes tipos de conocimientos (tanto lingüísticos, como no lingüísticos) que, a su vez, producen diferentes tipos de comprensión.  

Para (Roméu, 2013),  la lectura desde la perspectiva que se viene analizando es percibir las formas gráficas de las palabras escritas, comprender el significado de las mismas y que cuando se lee oralmente se traduce en sentidos articulados los signos o símbolos de la escritura.

Por lo anterior, es imprescindible acotar que en la escuela dentro de las asignaturas que permiten tributar a este fin, se encuentra  Lengua Castellana y Literatura las que sus fundamentos teóricos se sustentan en  las concepciones de la Lingüística del texto y el enfoque comunicativo, que centran su atención en el estudio de la lengua como medio esencial de comunicación social humana, y ponen énfasis en la caracterización del habla en las diferentes situaciones comunicativas en las que el hombre hace uso de esta  (Roméu, 2013).

Expresa (Domínguez ,  2013), que en los procesos de comprensión y construcción de significados, son manifestaciones de la comunicación humana, se revela la personalidad y las experiencias del individuo que se acumulan en el uso de la lengua y sus normas, así como su conocimiento del mundo y de los medios lingüísticos con los que se significa.

Consideran, los aspectos lingüísticos y psicológicos que convergen en estos procesos: la escritura (construcción) y la lectura (comprensión) revelan un sujeto que no está situado pasivamente en su medio, sino que lee los textos de su cultura y crea nuevos textos a partir de ella. Por otra parte, suponen que leer es una práctica cultural que consiste en interrogar activamente un texto para construir su significado. Se basa en las experiencias previas, los esquemas cognitivos y los propósitos de la lectura y del lector.

Diferentes autores plantean que la lectura y la escritura son procesos semióticos generadores de significación y de conocimientos y que leer es dar un sentido de conjunto, una globalización y una articulación de los sentidos producidos por las secuencias. No es encontrar el sentido deseado por un autor, lo que implica que el placer del texto se origina en la coincidencia entre el sentido deseado y el sentido percibido, en una especie de acuerdo cultural.

El docente cumple un papel fundamental como mediador en el proceso de enseñanza y aprendizaje, especialmente en lo que respecta a la comprensión lectora. Cardona et al. (2018) comenta que su papel va más allá de impartir conocimientos y se enfoca en facilitar y promover el desarrollo de habilidades de lectura en los estudiantes.

Al decir de (Burdano, 2018), sin el dominio de la lengua y sus estructuras y el dominio de la técnica de la lectura, difícilmente pueda lograrse una comprensión exitosa de lo que se lee. En la actualidad, como indica (Asensio, 2019) en un mundo cada vez más digitalizado, donde la información fluye rápidamente a través de pantallas y dispositivos electrónicos, fomentar hábitos de lectura en estudiantes de segundo a séptimo grado se ha vuelto más relevante que nunca. La comprensión lectora es una habilidad fundamental que no solo influye en el rendimiento académico de los estudiantes, sino también en su desarrollo intelectual, emocional y social.

En los estudiantes de la educación secundaria el hábito lector incide en la mejora de su comprensión lectora (Barzola, 2020) por la diversidad de textos con las que trabajan. Dicho autor considera la importancia de la lectura para las relaciones de empatía y la inteligencia emocional, permitiéndoles comprender mejor a los demás; de manera que el buen hábito y por consiguiente la comprensión de textos también favorece las relaciones interpersonales.

En este sentido, (Pinchao, 2020) reconoce que la lectura es una puerta hacia el conocimiento, la imaginación y el pensamiento crítico. El cultivo del hábito lector desde la edad temprana, según Tenesaca y Criollo (2020), implica el sostenimiento de este a lo largo de la vida  con impacto significativo en el intelecto, vocabulario, y como ya se ha dicho en las relaciones interpersonales que en la educación secundaria tienen una mayor expresión por el nivel que ya alcanza la comunicación entre los estudiantes y el propio proceso de enseñanza aprendizaje.

Cuando la lectura se fomenta desde edades tempranas (Daza, 2021) los beneficios no solo tributan el componente académico también estimula la imaginación y la creatividad, los horizontes culturales, fortalece la empatía y el entendimiento de las emociones humanas, en el caso de los estudiantes de segundo a séptimo grado, se les brinda una valiosa herramienta para enfrentar los desafíos del mundo actual y para seguir aprendiendo y creciendo a lo largo de sus vidas.

Fomentar los hábitos de lectura no solo propicia un acercamiento al mundo circundante y por tanto al conocimiento de este es que conjuntamente se incentiva la sensibilidad en los estudiantes de este hábito que podrá estar presente durante toda su vida. (Chica, Valenzuela, Casimansa y Alemán, 2022).

Según (Rojas, 2022) y la autora, los padres desempeñan un papel crucial en el fomento del hábito lector en sus hijos. Su participación activa y la creación de un entorno propicio para la lectura pueden marcar una gran diferencia en el amor que los niños desarrollan por los libros, se amplía adolescentes y jóvenes sobre todo en un entorno donde las tecnologías juegan un papel protagónico en tanto junto con ellas también aparece un nuevo tipo de lector. Los padres pueden incidir en la lectura, su tipo y contenido.

Por otro lado, la apropiación de la experiencia histórica social se produce mediante el proceso de aprendizaje, sea dirigido o espontáneo. Por lo tanto, apropiación y aprendizaje, en el ser humano, son dos caras de un mismo proceso. (Bermúdez, 2024).

A partir del análisis de los diferentes posicionamientos acerca de la lectura y de la diversidad de criterios que al respecto han sido ofrecidos por diferentes autores, se puede concluir que existe un hilo conductor con respecto a reconocer que el fin de la lectura es la comprensión de lo que se expresa en el texto.

Se considera que el éxito en la actividad académica se encuentra directamente relacionado con un efectivo ejercicio del hábito lector. Esto quiere decir que cuando la lectura se realiza de manera consciente, responsable y crítica, se logran desarrollar herramientas cognitivas, meta-cognitivas y socio-afectivas requeridas para consolidar una estructura de pensamiento crítico, racional y constructivo, a la vez que permite enriquecer el léxico para poder así respaldar cualquier opinión emitida. El desarrollo de la lectura permite el acceso a la información y al conocimiento, por consiguiente, permite la mejora de la comprensión lectora.

Comprender un texto requiere de cinco tipos de conocimientos: lingüísticos, específicos sobre el tema que se está leyendo, generales del mundo, de organización del texto y de conocimientos estratégicos y metacognitivos. Por lo tanto, se puede afirmar que los procesos cognitivos implicados en la comprensión lectora están sujetos a buscar el significado en todo lo que se lee y lo que se pretende transmitir; asimismo fusionarlo con los conocimientos obtenidos previamente e integrarlo en la memoria.

La comprensión lectora es una actividad cognitiva de mucha importancia y complejidad, que a su vez se apoya en las habilidades, sub-habilidades y destrezas que desarrolla el lector. Junto a ello la ampliación de su conocimiento, vocabulario y concepto.

La comprensión lectora tiene tres niveles, es así que dentro de este proceso se pueden identificar niveles como:

Comprensión crítico intertextual: se explota la fuerza de la inferencia, desde una lectura de “Enciclopedia” es decir que el lector traiga a escena los saberes de múltiples adquisiciones, siendo capaz de emitir juicios sobre el texto leído, aceptarlo o rechazarlo, pero con argumentos. Según Eco (1992) el lector se convierte en un crítico de la lectura, tomando una posición de reflexiones a partir del conocimiento que se tiene sobre el texto leído

En la sociedad colombiana el área de Lengua Castellana y Literatura   permite desarrollar las habilidades comunicativas en los niveles de interpretación, argumentación y proposición a través de la lectura, escritura, escucha y expresión oral, desde un proceso integrado que se trabaja a partir del grado preescolar hasta once, teniendo como base los lineamientos curriculares y la política de estándares básicos en el área de humanidades.

En el caso particular de Colombia de acuerdo con los referentes expuestos hasta aquí, se encontrará en los Estándares Básicos de Competencias del Lenguaje que han sido definidos por grupos de grados (1 a 3, 4 a 5, 6 a 7, 8 a 9, y 10 a 11) a partir de cinco factores de organización que son: Producción textual, Comprensión e interpretación textual, Literatura Medios de comunicación y otros sistemas simbólicos, Ética de la comunicación.

En Lengua Castellana y Literatura para la Educación Básica Secundaria, plantea los siguientes requerimientos que deben ser cumplidos por el estudiante al terminar sexto grado:

Tales aspiraciones se pueden lograr con el empleo de estrategias, metodologías o alternativas que tengan como objetivo desarrollar las diferentes habilidades en los estudiantes. De esta manera, una de las habilidades que más ayuda al estudiante en su vida presente y futura es la comprensión lectora.  Uno de los tipos de lectura reconocida por el docente es la lectura extensiva. Se considera que el docente que pretenda que sus estudiantes practiquen la lectura extensiva debe considerar cada uno de los principios antes presentados para poder cumplir con el objetivo propuesto para este fin.

El objetivo primordial de la lectura extensiva es la comprensión global del texto y con ella se pretende que el estudiante sea capaz de asimilar la información aunque no conozca todas las palabras que aparecen en el texto. Este tipo de lectura se utiliza con el objetivo de desarrollar habilidades como: proponer un título, extraer la idea central, resumir un texto, elaborar esquemas entre otras. A los estudiantes se les da libertad para escoger materiales de lecturas que les interesen y se les delega más responsabilidades en encontrar materiales adecuados a su nivel.

La lectura extensiva es la clave para el desarrollo de la habilidad comprensión lectora, la competencia lingüística, el vocabulario, la ortografía y la escritura, debido a que conlleva a la exposición a una abundante cantidad de textos escritos, para una comprensión global, con el fin de obtener información y placer, y por supuesto, lograr que la escritura y lectura sean dos procesos dentro de uno: lectoescritura.

La lectura extensiva es una lectura autónoma que ofrece al estudiante múltiples beneficios. Estos beneficios se consideran subjetivos, de acuerdo con palabras de Ruiz (2011), ya que los mismos varían según el tipo de lector, sus intereses y necesidades. Este tipo de lectura representa para el lector/estudiante una posibilidad para:

La importancia de la a lectura extensiva en el proceso de enseñanza-aprendizaje es que representa una oportunidad de aplicar conceptos concernientes al proceso de lectura a nuevas situaciones de aprendizaje, al favorecer el papel interactivo y autónomo del lector en su proceso de construcción de significados y sentidos. Numerosos beneficios de aprendizaje conllevan la lectura extensiva, tal vez el más importante es el de poder leer un libro desde el nivel inicial, lo cual produce una sensación de logro y satisfacción inmediata.

La práctica de este tipo de lectura fomenta la fluidez y reduce el miedo a los textos más extensos; aumenta el vocabulario activo y pasivo y consolida estructuras lingüísticas previamente aprendidas; uno de sus beneficios se traduce en una mejora de la destreza escrita. Generalmente, al ser una actividad individual, el estudiante de distinto nivel de competencia puede leer a su propio ritmo sin sentirse presionados por el ritmo del grupo; estimula la autonomía del estudiante al permitir que el aprendizaje ocurra fuera del aula; y a aquellos estudiantes que no tienen el hábito de la lectura se les puede mostrar el placer de leer. La práctica sistemática de la lectura extensiva contribuye a formar en los estudiantes el hábito de leer en forma independiente.

Conclusiones

La sistematización seguida en la investigación sobre la comprensión lectora permite concluir que:

  1. La lectura expresiva es facilitadora  del proceso para la comprensión lectora en los estudiantes de la educación secundaria en Colombia
  2. La lectura extensiva es una lectura autónoma que ofrece al estudiante múltiples beneficios
  3. La lectura extensiva es el tipo de lectura que, como proceso individual, se realiza en silencio para alcanzar la comprensión y construcción de saberes globales con el fin de obtener información y construir los conocimientos, al consultar uno o varios textos escritos; propicia el desarrollo de habilidades lectoras.

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Contribuciones del autor

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