Varona

No.78 Septiembre-Diciembre, 2023.    ISSN: 1992-82

Reseñas


La educación cubana en el corazón del Varona

Estimulante fue la visita de los ministros de Educación y Educac ión Superior de Cuba a la Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona. La Dr. C. Nayma A. Trujillo Barreto y el Dr. C. Walter Baluja, luego de escuchar atentamente una apretada síntesis de la caracterización de la institución presentada por la rectora Dr. C. Milda Lesbia Diaz Masip, reconocieron la justeza de la condición de Universidad de Excelencia otorgada el pasado año por la Junta de Acreditación Nacional a la casa de altos estudios.

Ambos expresaron su reconocimiento, respeto y admiración, además, ratificaron la confianza en el cumplimiento exitoso de la misión de formar educadores integrales durante estos casi 60 años, en la que fuera bautizada por el Dr. C José Ramón Fernández como la madre de todas las demás universidades

Es significativa la visión integrada de ambos ministerios en reunión de trabajo conjunta MINED-MES, además de que constituye, para ambos, su primera visita al Varona, luego de asumir sus nuevas tareas, lo que fuera reconocido por varios de los miembros del claustro presentes en el Teatro Conrado Benítez, espacio propicio y simbólico para el encuentro.

Es expresión de unidad y de continuidad, porque la educación en Cuba es una sola, al brindarse todas las posibilidades y vías en pos de la formación integral del ser humano, desde los niveles educativos, el pregrado y el postgrado, y particularmente en aras de la profesionalización pedagógica.

Este constituyó uno de los principales reclamos de apoyo de la ministra al claustro del Varona, luego de reconocer la rápida e integral respuesta de la institución a la necesidad de cobertura docente. Expresó, además, las preocupaciones, que transversalizan el sistema educativo, en relación con la didáctica en la educación no bancaria y en buscar juntos todas las variantes posibles para la formación con calidad de los educadores. Para ello, resaltó: “(…) es necesario hacer sólidos proyectos de investigación donde se evalúen los resultados, se experimenten variantes y sobre todo, se logren vínculos estables entre el sistema educativo y los centros formadores”. Cabe resaltar la exhortación de elevar juntos el ingreso a carreras universitarias y la invitación a apoyar en el desarrollo de seminarios regionales de preparación a los maestros en octubre próximo.

El Ministro de Educación Superior, por su parte, ratificó la satisfacción experimentada una vez más durante la visita a la Universidad desde otras funciones, por la manera en que se disfruta el compromiso con la educación y con la Revolución. Reconoció, además, el respeto de la comunidad universitaria por su historia, que es parte importante de la que expone la educación y, especialmente, la formación pedagógica en el país.

Convocó a impulsar la transformación digital, a buscar espacios televisivos de participación para promover la cultura, a desarrollar la movilidad nacional de estudiantes y profesores, a exportar nuestros servicios, a dotar al maestro de las herramientas necesarias para emplear la psicología y la pedagogía en situaciones de vulnerabilidad. Exhortó, además, a:

“(…) promover la calidad en el ingreso a la profesión, a actuar diferente y de manera integrada y a incentivar en el futuro profesor el trabajo científico, la comunicación digital y en idioma inglés, formar competencias necesarias para contribuir al logro de una educación más motivadora, creativa y pertinente”.

Al concluir el encuentro, el ministro Walter Baluja visitó el Proyecto Agrocel MEDILABs que, días después, se presentaría y aprobaría exitosamente en el Consejo de Ministros como Mypime.

Unido a estas solicitudes, misiones y tareas concretas, constataron la decisión resuelta de una comunidad universitaria motivada y comprometida para no defraudar esa confianza y satisfacer las demandas formativas con profesionalidad, creatividad y humanismo, porque la educación cubana vive en el corazón del Varona


Obituario

‘‘…la expresión sencilla de virtud es la única fuerza, en la vida y en la literatura…’’ Martí (1993)

Unas palabras dedicadas a la maestra Rosario Mañalich Suárez

Hablar de Charito, así la nombramos, es fácil. Solo las circunstancias hacen difíciles estas palabras. Por eso me voy a servir de otras, escritas por personas cercanas que, como yo, la admiran: Jaime García, Marisela Rodríguez, Barbara Fierro, Lissette Mendoza. Ella merece este espacio en nuestra revista.

Los que la conocimos, trabajamos con ella o fuimos sus alumnos, abrigamos el privilegio de compartir con una mujer excepcional. Maestra, ante todo, alfabetizadora, fundadora de la enseñanza técnica y profesional, asesora nacional de Español y Literatura en la Dirección de Formación y Perfeccionamiento del

Personal Pedagógico del MINED durante 22 años; profesora del Varona: siempre trabajó en la formación de maestros de varias generaciones. Con su ejemplo, invitaba. ¡Quizás no sabía que era un paradigma de muchos de sus estudiantes o compañeros!

Su sonrisa cautivaba y sus modos suaves de decir, con una palabra llena de poesía, nos hacía soñar con la literatura o la didáctica, igual si se refería a la interdisciplinariedad o a las humanidades. Todo hechizaba en su voz. Sobre ella afirma el profesor Jaime García: “Su magia encantadora…lograba estremecer la esfera motivacional de sus alumnos y transportarlos en espacio y tiempo, con el imprescindible despliegue de la fantasía y la imaginación, al contexto, la época, las ideas del texto (…)”. (García, 2017, p. 46)

Con especial habilidad lograba que volviéramos al texto de referencia, y comprendíamos que, por encima de lo informativo, daba valor a lo formativo. Así calaba dentro de todos con su andar despacio, su palabra suave y precisa y su alta idea del profesional de la educación.

Lissette Mendoza, también profesora del Varona, compañera y amiga, afirma que fue pionera en la concepción, ejecución y divulgación de la didáctica de las humanidades. (Mendoza y García, 2011).  Así como era diestra en conducir las clases, lo era para la investigación. Ha incursionado en diversas áreas del conocimiento como literatura universal, métodos de análisis literario, didáctica de la lengua y la literatura, didáctica de la educación superior, interdisciplinariedad y formación humanística, entre otras. Fue presidenta de la Comisión de Lenguas y Artes del Congreso Internacional de Pedagogía de La Habana. Ha impartido numerosas conferencias y cursos en institutos y universidades extranjeras en Moscú, Leningrado y Bielorrusia, Suecia, Erfurt y Dresden (RDA), en Sao Paulo, Brasil; en Colombia; Panamá y Venezuela. (García, 2017)

Es autora de múltiples artículos, ponencias y documentos entre los que se destacan los del Plan de Perfeccionamiento del Sistema Nacional de Educación, en la elaboración de diferentes planes de estudio para la formación de maestros, los diseños curriculares de los planes A, B y C de la educación superior pedagógica y el Programa director de lengua materna. Ha asesorado más de diez documentales didácticos sobre escritores cubanos: Onelio Jorge Cardoso, Félix Pita, Eliseo

Diego, José Antonio Portuondo, Alejo Carpentier, Mirta Aguirre, Regino Pedroso, Gertrudis Gómez de Avellaneda, Raúl Roa. Sus libros Taller de la palabra, Didáctica de las humanidades, Metodología de la enseñanza del Español-Literatura, Literaturas Antiguas Orientales. Ensayos y Antología, La enseñanza del análisis literario: una mirada plural, son muy apreciados hoy día.

Ha merecido un sinnúmero de distinciones entre las que destaca la categoría docente especial de Profesora de Mérito otorgada por la Universidad de Ciencias Pedagógicas Juan Marinello, de Matanzas. De allí, Bárbara Fierro, alumna, compañera y amiga, asegura que de ella aprendió no solo de literatura, sino también de la vida, del modo de ser maestro y de cómo ser fiel a lo que uno cree.

Con Horacio, su compañero en la vida, maestro como ella, han sido luz para los maestros y profesores que hemos tenido el privilegio de beber de sus sabidurías al compartir espacios académicos y sociales.

Al final de su vida, regresó a la inocencia de la niñez en una enfermedad que hacía del olvido y la memoria, juegos de azar e incertidumbre. Nunca dejó su sonrisa, su gusto por los dulces o su amor por Horacio, Maricharo y la literatura. Desde esa visión, les comparto un poema que escribió Marisela Rodríguez, quien la amó y admiró como muchos y ocupó un lugar especial en su corazón:

Ella sola es la sonrisa (me gustaría titularlo así)
No es que la vida la está hundiendo en la desmemoria.
Es que está repartida en los recuerdos de todos los que un día se sirvieron del acto creador de su memoria prodigiosa.
Ella sola es la memoria.
No es que le estén impidiendo el camino, el camino único y certero.
Este se multiplica en cada sendero de sus discípulos, alumbrado una vez por su cálida voz de cristal y el optimismo brillante de su mirada.
Ella sola es el camino.
Tampoco le han robado la sonrisa plena de ángel renacentista.
Es que se hizo perenne en el rostro tatuado por los años, porque cada arruga es el resultado de un acto de sonrisa.
Ella sola es la sonrisa.
Y podrían arrebatarle la memoria, el camino y la sonrisa, pero nunca le quitaron el amor


 

Referencias bibliográficas

García, J. (2017). Una vida consagrada a educar y enseñar. Revista Educación, 151. Editorial Pueblo y Educación.

Martí J. (1993). Epistolario, t. 4. Centro de Estudios Martianos. Editorial de Ciencias Sociales.

Mendoza, L. y García, J. (2011). Rosario Mañalich Suárez en el humilde y hermoso ejercicio de la educación. Varona, 52, 4-8.