Varona

No.74 Enero-Junio, 2022.    ISSN: 1992-82

Reflexiones acerca de la evaluación del componente educativo en la Facultad de Ciencias Médicas con matrícula multinacional

Reflections about the evaluation of the educational component in the Medical Sciences Faculty with multinational enrollment

MSc. Yamila Lafaurié Ochoa. Profesora Auxiliar. Facultad de Ciencias Médicas Salvador Allende, La Habana, Cuba
Correo electrónico: yamilal@infomed.sld.cu
Código ORCID:https://orcid.org/0000-0002-8483-2984

Dr. C. Cirelda Carvajal Rodríguez.  Investigador y Profesora Titular. Facultad de Ciencias Médicas Salvador Allende
Correo electrónico: cireldac@gmail.com
Código ORCID: https://orcid.org/0000-0002-5348-9167

Dr. C. Evarista Ramírez Lafont. Profesora Titular Consultante, Facultad de Ciencias Médicas Salvador Allende
Correo electrónico:evarista@infomed.sld.cu
Código ORCID: https://orcid.org/0000-0003-0389-3142)

Recibido: julio de 2021   Aprobado: octubre de 2021


RESUMEN

El artículo presenta las reflexiones de las autoras sobre el proceso de evaluación del componente educativo, en un centro de formación médica con matrícula mayoritariamente multinacional lo que presupone el reto de educar en valores a estudiantes procedentes de diferentes culturas  que se preparan para laborar en contextos muy diversos, en lo social y político, que difieren a los del país que los prepara como profesionales; muestra los criterios teóricos que se asumen al enfrentar el estudio en lo filosófico, pedagógico y sociológico, así como las concepciones que sustentan las valoraciones a que se llegan y  que deberán aplicarse durante la investigación en que se involucran.

Palabras clave: carrera de medicina, evaluación del componente educativo, colectivo de año, formación de valores, matricula multicultural

ABSTRACT

The article presents the authors' reflections on the evaluation process of the educational component, in a medical training center with a mostly multinational enrollment, which presupposes the challenge of educating in values ​​students from different cultures who are preparing to work in various, diverse and different context, s well as socially and politically, from the country that prepares them as professionals, likewise shows the theoretical criteria that are assumed when facing the study in the philosophical, pedagogical and sociological aspects, as well as the definitions that support the evaluations that they wit the arrived and those that will have to be constructed during the investigation in which they are involved in.

Keywords: medicine career, evaluation of the educational component, collective of year, formation of values, registers multicultural



Introducción

Los diferentes fenómenos y procesos que la sociedad contemporánea genera, las expectativas e interrogantes sobre el futuro de la humanidad, demanda de las nuevas generaciones una formación profesional cada vez más integral, especialmente en el caso de los futuros médicos, formación que no solo debe estar expresada en conocimientos técnicos y científicos, sino acompañada de una cultura general integral, la apropiación de valores y conductas que permitan   establecer comunicaciones directas, comprensibles y francas con sus pacientes y familiares y propicien la disminución de riesgos, promover estilos de vida más saludables, desarrollar las capacidades humanas, así como utilizar de manera eficiente las nuevas tecnologías de la informática y las comunicaciones.

La política educacional cubana, respaldada por los lineamientos del Partido Comunista y la Constitución de la República de Cuba (2011, Título III, inciso c P.10) (1), recientemente aprobada, ratifica la necesidad de enfatizar en estos profesionales, la formación de elevados valores éticos, morales, cívicos y patrióticos, expresados fundamentalmente en el humanismo, la sensibilidad humana, la incondicionalidad, la solidaridad, el internacionalismo, el derecho del enfermo a ser tratado como paciente y no como mercancía, todo ello unido al amplio desarrollo de las habilidades profesionales.

Para lograr estos objetivos resulta imprescindible fortalecer la preparación de los docentes para enfrentar los retos del proceso desde todas las estructuras académicas, perfeccionar el trabajo metodológico, aplicar métodos novedosos y enfatizar en el componente educativo del proceso de formación.

Entre las exigencias principales a los colectivos de año respecto a sus funciones, están el fortalecer el trabajo con la planificación docente, el diagnóstico integral de los estudiantes, la concreción de acciones conjuntas entre todos los actores del colectivo, expresadas en la Estrategia Educativa del año que debe integrar los tres procesos sustantivos de la universidad: la Docencia, con énfasis para la carrera de medicina, en la educación en el trabajo, como principal forma de organización de la enseñanza, además la investigación y la extensión. Finalmente, es importante la valoración del nivel alcanzado en el cumplimiento de los objetivos de año, periódicamente, a través de una adecuada evaluación integral del estudiante y la caracterización del colectivo al concluir cada año y su entrega al siguiente.

Un elemento significativo en la enseñanza universitaria actual y especialmente en la carrera de medicina en Cuba, a partir de las tradiciones solidarias con los pueblos más necesitados del mundo, lo constituye la presencia masiva de estudiantes de otras nacionalidades que se incorporan al proceso docente junto a los estudiantes cubanos desde inicios de la carrera o de manera significativa en las Facultades de Ciencias Médicas en todo el país , a partir del tercer año, procedentes de la Escuela Latinoamericana de Ciencias Médicas donde han iniciado su formación básica como futuros médicos.  

En particular, en la Facultad de Ciencias Médicas Salvador Allende de La Habana, esta presencia multinacional y por tanto multicultural se ha hecho evidente desde el año 2005, según la estadística universitaria. Estos estudiantes constituyen en la actualidad una cifra significativa en la composición de la matrícula de la Facultad con más del 45% de los estudiantes y en etapas anteriores llegó a constituir la mayoría de la matrícula universitaria.

Estas particularidades en la formación médica, unido a la elevada masividad y diversidad de los componentes del proceso,  profesores, directivos y escenarios docentes que van desde el aula tradicional, hasta el salón de operaciones, la consulta y cualquier otra dependencia de los diferentes niveles de atención a la salud, le impone retos especiales al Proceso Docente Educativo, como proceso único, integral e integrador en el cual se pueden apreciar diferentes dimensiones que se encuentran relacionados dialécticamente, en lo instructivo, educativo y desarrollador.

Estas características significan un reto para el trabajo educativo del claustro de esta institución, lo que ha motivado el interés científico de las autoras por profundizar en los elementos teóricos y metodológicos que permitan el perfeccionamiento continuo de una labor dirigida a entregar, a Cuba y al mundo médicos cada vez mejor formados no solo en su condición científico-técnica, sino también humanista. El objetivo del trabajo es reflexionar sobre el comportamiento de la evaluación del componente educativo en la carrera de medicina en la facultad de ciencias médicas Salvador Allende con matrícula multinacional.

Desarrollo

En la experiencia laboral de las autoras se ha podido identificar que, a pesar de los esfuerzos y logros alcanzados, la calidad creciente del claustro  de la facultad, el número creciente de los graduados y la calidad demostrada en el desempeño profesional posterior a la formación,  aún existen problemáticas que reflejan insuficiencias en el trabajo metodológico de los colectivos de año, que inciden negativamente  en la formación integral de los educandos y por consiguiente, ponen de manifiesto dificultades en el proceso de la evaluación  integral del estudiante durante su carrera, particularmente, en el aspecto educativo.

      Entre las problemáticas encontradas se pueden señalar:

Las problemáticas descritas sobre la gestión del colectivo de año, su influencia en el fortalecimiento de la autogestión del colectivo estudiantil, unido al gran reto que constituye para todos los profesores y estructuras académicas de la Facultad, en condiciones de diversidad nacional y cultural de sus estudiantes, exige un esfuerzo para realizar de forma adecuada el proceso de evaluación del componente educativo, buscando que satisfaga los propósitos de la formación de los profesionales para Cuba, y para aquellos que una vez graduados regresan como médicos a prestar servicios en diferentes contextos sociales y políticos. Esta problemática compleja requiere ser estudiada de manera que permita proponer las pautas para su perfeccionamiento, todo lo cual constituyó motivación para la realización de la investigación, que trata de atender el mejoramiento de la evaluación del componente educativo desde el trabajo metodológico de los colectivos de año de la carrera de medicina.

La solución presupone la aplicación de procedimientos metódicos con pretensión de validez, utilizando la reflexión, los razonamientos lógicos y respondiendo a una búsqueda intencionada.

El estudio da respuesta a la prioridad establecida por el Ministerio de Salud Pública y el Estado cubano sobre la educación de valores, en correspondencia con el ideal de profesional revolucionario que demanda la sociedad contemporánea, igualmente responde al propósito de nuestro sistema social recogido en el Lineamientos del Estado y del Partido Comunista de Cuba, No.122, como parte de los intereses esenciales que orientan el rumbo de la vida y la actividad social en el país. Asimismo, se corresponde con la prioridad del estado cubano para garantizar los indicadores de desarrollo sustentable para el 2030 definido por la Organización mundial de la Salud, al elevar la calidad de los servicios de salud y las condiciones de vida de la población mundial.

El perfeccionamiento del trabajo metodológico responde a una de las problemáticas definidas en el banco de problemas de la Facultad de Ciencias Médicas Salvador Allende, relacionadas con el trabajo educativo en condiciones diferentes a las tradicionales.

Es novedoso en tanto, se impone trabajar con un colectivo de estudiantes con amplia presencia multinacional, lo que hace muy diverso el trabajo educativo y el impacto en los estudiantes, a partir de la identidad cultural de los estudiantes; por otra parte, el empleo de la investigación acción participativa permitirá el diseño de una metodología que parte de las propuestas de los usuarios.

Para atender las problemáticas identificadas en este proceso, las autoras diseñaron un proyecto de investigación que ya avanza en la sistematización de los presupuestos teóricos y metodológicos que respaldan la evaluación del componente educativo desde el sistema de trabajo metodológico, el cual permitirá la determinación del sistema de indicadores para valorar el comportamiento de la evaluación de este componente en la formación del estudiante de la carrera de medicina.

En esta sistematización se asume una concepción que tiene como base:

Resulta necesario potenciar el desarrollo profesional de los docentes ante los retos que están presentes en la formación de pregrado y los estudios de posgrado en las universidades médicas cubanas, con énfasis en lo pedagógico y en los procesos de evaluación integral de los educandos.

Constituyen elementos esenciales para el trabajo docente metodológico de todo el claustro: el conocimiento de las particularidades para la  atención docente educativa de los estudiantes de las diferentes nacionalidades, conocer costumbres, tradiciones, aspectos esenciales de su historia y su cultura y las complejidades de cada país, estos elementos resultan imprescindibles para garantizar una adecuada caracterización individual y colectiva de los mismos, que permita ser consecuentes con la educación de la personalidad en y para el colectivo, reconociendo el papel de las influencias sociales en el desarrollo individual, es decir el desarrollo como resultado de la actividad social.

La posibilidad de realizar una evaluación adecuada del componente educativo, permite organizar científicamente el proceso docente y establecer las pautas para su perfeccionamiento, al considerar el crecimiento profesional del estudiante en sus diferentes etapas, como un proceso de formación condicionado histórico y socialmente.

Como indicó Lenin, “Para conocer realmente un objeto hay que abarcar y estudiar todos sus aspectos, todos sus vínculos y mediaciones. Esto jamás lo conseguiremos por completo; pero la exigencia de estudiar las cosas en todos sus aspectos nos previene contra los errores y la rigidez.”  Lenin, V. I (1948) (2)  

Los elementos antes expuestos permiten entender que en este tema se asume la evaluación del componente educativo en su carácter integrador, holístico y personológico, como proceso y como resultado. Evaluar el componente educativo a partir de esta concepción permite, potenciar la independencia, la práctica metacognitiva, las relaciones interpersonales, la reflexión, la responsabilidad y la creatividad, así como valorar cualitativa y cuantitativamente los cambios que se producen en el aprendizaje de los estudiantes, no solo en el orden de los contenidos de las materias de enseñanza, sino en cuanto al crecimiento individual y grupal.  

Como principio ético de la evaluación se hace énfasis en el papel del profesor en el contexto histórico actual con la autoridad moral que lo debe caracterizar en su papel de evaluador, lo que supone que asuma responsablemente su papel profesional, complementando sus juicios por diferentes vías, especialmente la autoevaluación. En estos aspectos adquiere especial relevancia el ejemplo personal de los docentes, su preparación y maestría para que los resultados del proceso sean debidamente asumidos en lo individual y en lo colectivo.

Es significativa la producción de varios autores, pertenecientes a distintas áreas del conocimiento como: pedagogos, filósofos, representantes de las humanidades, periodistas, comunicadores sociales y dirigentes políticos, relacionada con el tema de la formación de valores, como Martí, J. Varona, E.J.; Hart, A, Guevara, E.; Chávez, H. y Castro, F., entre muchos otros, y durante las últimas décadas; entre estos, se destacan:  García, G. (2002); Ojalvo, V.  y Col. (2002); Fabelo, J. R. (2003); Chacón, N. (2002, 2008), Addine, F. y García, G. (2004), Mendoza, L. (2009), Báxter, E. (2002, 2003, 2007, 2009). Esta última ha sido considera como una de las autoras cubanas más destacadas.

En la educación cubana actual se aplica, en todos sus niveles, un enfoque pedagógico holístico, cuyo objetivo es la formación integral y armónica de la personalidad del educando, lo cual es extensivo a la educación superior. En esta integralidad se tiene en cuenta el lugar y papel de los valores en dicho proceso formativo, al que por su complejidad se le debe prestar una atención especial e intencionada, a partir de la precisión de los métodos, procedimientos, vías y medios necesarios, para alcanzar los objetivos propuestos.

Sobre este aspecto resulta significativo hacer referencia al criterio del maestro y médico mexicano, Ignacio Chávez, cuando expresara “no hay peor forma de mutilación espiritual de un médico que la falta de cultura humanista. Quien carezca de ella podrá ser un gran técnico en su oficio, pero en lo demás no pasará de ser un bárbaro ilustrado, ayuno de la comprensión humana y de los valores del mundo” (Chávez, I., 2010) (3)

La educación en el trabajo, como eje esencial en la formación del estudiante de medicina, exige de él un alto grado de responsabilidad que lo sitúa en una posición fundamental dentro de la pirámide docente asistencial; a él le son asignadas tareas de importancia asistencial en el seguimiento de los pacientes, de conjunto con su profesor; su aprendizaje queda expresado en las historias clínicas de los pacientes que le son asignados, pero los valores guardan un vínculo que resulta difícil desvincularlo con carácter absoluto; un ejemplo de ello es la relación entre: humanismo, responsabilidad y solidaridad; no solo frente a situaciones excepcionales, dentro o fuera del ámbito nacional, sino como conducta diaria, lo que hace complejo el quehacer del docente encargado de educar, de profundizar en las aptitudes de sus estudiantes y de establecer el adecuado seguimiento y control en todo el ámbito del Proceso Docente Educativo. En este sentido la ciencia, en particular la ciencia pedagógica es la encargada de ofrecer las vías para alcanzar la efectividad de este trabajo, por lo que requerimos de investigar cómo lograrlo en el proceso docente en el que se mezclan estudiantes de diversas nacionalidades. 

Resulta vital para la carrera de medicina la evaluación de los avances alcanzado por los estudiantes en el fortalecimiento de los valores, especialmente valores como la responsabilidad reflejado en primer lugar para el estudiante en su actitud ante el estudio y la adquisición de conocimientos científicos y técnicos, unido a su actitud en la atención adecuada de los pacientes.

El trabajo docente se debe planificar, organizar y desarrollar con óptima calidad, se hace imprescindible un control sistemático en todos los escenarios donde se ubiquen los estudiantes para desarrollar las tareas correspondientes a la educación en el trabajo; es por ello que el trabajo metodológico que realizan los médicos-docentes con el propósito fundamental de elevar su maestría pedagógica se hace, cada vez, más necesario. Este trabajo, en la facultad de medicina Salvador Allende debe transformarse, abandonar la rutina y utilizarse como una verdadera herramienta para lograr la excelencia en los procesos formativos, aplicando para ello los métodos la investigación científica.

Una escuela renovadora que trata de formar hombres emprendedores, seguros y con recursos para superar situaciones, tiene que fundar su pedagogía en la estima de su propio alumno. El alumno tiene que vivir una experiencia básica de haber sido querido y medido, no por su rendimiento o su comportamiento escolar, sino por sí mismo, por lo que es él, habrá que ayudarle a identificarse con sus propias limitaciones y fracasos y también sus cualidades y éxitos, es decir con su propia realidad de él (Gaceta oficial de la República de Cuba (2018) (4)

A pesar de las características de la carrera de medicina y el impacto que puede ocasionar la falta de conocimiento o los errores de un futuro profesional médico para los seres humanos, el proceso de formación y el sistema de evaluación debe tomar en cuenta problemáticas que se comparten en varias partes del mundo, por ejemplo, el enfoque de una educación centrada en los errores de los estudiantes en su proceso de enseñanza aprendizaje. Al decir de Villarroel (1990), en ocasiones a los docentes les preocupa más, las deficiencias y culpas de los alumnos, que sus aspectos vigorosos y sus dotes; si estamos interesados en el aprendizaje de una persona dentro de un sistema escolar, se ha de desarrollar un sistema que lo estimule a aprender y luego reconocerle lo que haya aprendido. El sistema de calificaciones muchas veces le cierra esta oportunidad o lo desestimula a que pueda superar las dificultades.

El concepto evaluación ha sido definido en muy diversas formas, pero en su esencia hay consenso en que, “la evaluación es un proceso que tiene como objetivo la obtención e interpretación sistemática de información válida y fiable del objeto o actividad estudiada, para contrastarla con su marco de referencia y, sobre su base, formar juicios de valor que permitan la toma de decisiones encaminadas a su mejora o perfeccionamiento” (Torres, P. et al 2009) (6)

Al referirnos al proceso de evaluación del componente educativo lo hacemos desde una mirada que enfatiza en el accionar pedagógico que deben desarrollar el colectivo de año, en lo que este proceso constituye un aprendizaje, desde este posicionamiento y apoyando la teoría del conocimiento de Vygotsky, se intenta explicar la diferencia que existe entre lo que el estudiante es capaz de hacer por sí solo y lo que tiene que lograr con la ayuda de sus compañeros y del colectivo.

El proceso evaluativo debe constituir un proceso continuo de construcción de saberes, de fortalecimiento de valores y del espíritu crítico y autocritico, de creación de conciencias, por esta razón la evaluación integral del componente educativo debe enfocarse hacia una perspectiva integradora, interdisciplinaria y de participación colectiva.

Desde el punto de vista sociológico se reconoce que el desempeño profesional del futuro Médico General  presupone una constante interrelación con los individuos, las familias y la sociedad, no solo desplegado en la Atención Primaria de Salud, sino en sus tres niveles de atención, por tanto se requiere de un médico con perfil amplio, multifacético en el que se integren saberes desde diferentes dimensiones, acompañado de una cultura que le permita comprender los retos del mundo actual desigual y globalizado, en los que a pesar de los disimiles avances de la humanidad continúan imperando la hegemonía capitalista e imperialista, la explotación social, las carencias, el desarrollo para pocos y las dificultades para las mayorías, entre otros elementos. Corresponderá entonces formar un médico líder del equipo de salud de conjunto con su comunidad, con un enfoque de intersectorialidad, proponer alternativas de solución a los problemas de salud que se presentan, producir cambios en el pensamiento saludable de las personas, prevenir más y atacar los factores de riesgo, promover hábitos saludables de vida, elevar la calidad de vida e impedir el progreso de las enfermedades y la incidencia de secuelas invalidantes en los seres humanos. De ahí la necesidad de su preparación integral y no solo de su preparación técnica y científica.

En medicina el humanismo es una forma de vida en la que se valora y se hace énfasis en el bienestar del ser humano.

La evaluación del componente educativo en los futuros profesionales de la medicina cubanos en el contexto de la sociedad socialista tendrá que responder a la elevada responsabilidad histórica y social que asumirá este profesional, expresada en su desempeño laboral posterior, dentro del país  o en contextos diferentes, en los que la muestra de sus valores humanistas y solidarios, y sus valores profesionales lo conviertan en embajadores del sistema de formación de los profesionales de la medicina, sobre la base de los principios que rigen la sociedad cubana actual.

Para lograr estos propósitos es necesario profundizar en la calidad del proceso de evaluación integral de este profesional en todas las etapas de su formación. El reto de la enseñanza no está solo en el profesor o la institución, al aportar los conocimientos técnicos y científicos acumulados, brindar una gama de experiencias culturales e investigativas, a la par que se perfecciona el entorno de formación vinculado de manera directa a la práctica asistencial, sino también, en evaluar de forma integral y constante todos esos aprendizajes, en estimular la visión crítica y autocrítica de los educandos en relación a cómo ellos están alcanzando esos avances, en lograr con métodos cada vez más participativos  la independencia de los estudiantes en el logro  de su crecimiento.

La complejidad de este proceso radica entonces en ver al estudiante como individuo que se educa y se transforma en la dinámica de sus relaciones sociales y cómo el colectivo de año pudiera encontrar los mecanismos más adecuados para realizar esa evaluación, partiendo del hecho que el colectivo ejerce influencia sobre sus miembros y a la vez estos influyen sobre el propio colectivo, evidenciando el carácter de dinámica social de este proceso.

Las insuficiencias y deficiencias que aún persisten, evidencian la necesidad de transformar a educandos y trabajadores de los centros educativos a partir del rescate, la formación y la consolidación de valores morales, que permitan trabajar por la excelencia en los servicios de salud, teniendo en cuenta las demandas y potencialidades educativas del alumnado, dada su diversidad.

Para este estudio la evaluación es considerada como el componente del proceso educativo que revela el estado de los procesos de desarrollo cognitivo, afectivo, volitivo y comunicativo del estudiante en relación con los objetivos a lograr, que se expresa a través de un juicio y que tiene la intención de la mejora. Se desarrolla como un proceso sistemático en todos los contextos donde se produce la educación del estudiante (durante su proceso docente, la educación en el trabajo, el trabajo con la comunidad, matutinos, actividades culturales, actividades deportivas, eventos científicos, entre otros) y tiene sus especificidades para el proceso de enseñanza- aprendizaje a través de todas las estructuras didácticas (tarea, clase, tema, asignatura). Se caracteriza por ser cualitativa, de proceso, investigativa, continua y final, contextualizada, democrática, formativa, al servicio de valores.

En la evaluación del proceso educativo se promueven dos tipos, la evaluación interna con tres alternativas de realización (autoevaluación, coevaluación y la heteroevaluación) y la evaluación externa.

Cuando el proceso evaluativo se estructura y aplica correctamente es un factor de alto nivel educativo en sí mismo. Esta función alcanza un nivel más alto en la medida que el estudiante participe de manera activa en el control de su aprendizaje y el de sus compañeros, mediante la autoevaluación, la coevaluación y la heteroevaluación.

El componente educativo constituye  la dimensión esencial del proceso docente  que pone énfasis en los elementos que tienen que ver con la formación y consolidación de valores, actitudes y  modos de actuación, en cualquiera de los espacios en que se esté desarrollando el proceso de formación, incluido los procesos de relación que se establecen en el ámbito universitario, dígase profesor-alumno, alumno-alumno, alumno-trabajador, alumno-paciente y en todas las actividades que desarrolle la universidad en sus tres funciones sustantivas docente- asistencial, investigativa y extensionista, en correspondencia con la política universitaria en  relación con el modelo de profesional de la salud que se aspira formar, y  se concreta en la actuación de los colectivos de años  en las condiciones  de cada institución de Educación Superior, en la  que se hace imprescindible la preparación metodológica del claustro, lo cual implica la adquisición de conocimientos, habilidades pedagógicas y didácticas, métodos y procedimientos de trabajo, que en consecuencias generen un crecimiento personal de evaluados y evaluadores en cuanto a la responsabilidad, compromiso, percepción individualizada de la evaluación y  su significado; elementos que constituyen condiciones importantes para el éxito del  proceso formativo de los futuros profesionales de la salud.

Esta definición operativa de la evaluación del componente educativo permite tomar en consideración algunos elementos básicos de su ejecución en la Facultad de Ciencias Médicas Salvador Allende, son ellos:

Está demostrado que las características del proceso de formación que se desarrolla en las Facultades de Ciencias Médicas atemperadas a los retos de la sociedad actual, a pesar de los logros, demandan de un fortalecimiento de la labor metodológica para el aporte constante de herramientas a los docentes en cada colectivo de año, teniendo en cuenta que tanto sus líderes, como el resto de sus miembros  fueron formados, fundamentalmente, para la asistencia, sin embargo las labores docentes se enmarcan dentro de su perfil de graduado, por lo que resulta imprescindible la preparación constante y la búsqueda de nuevos métodos que contribuyan a incrementar la calidad de la labor educativa para alcanzar mejores resultados. La atención a los elementos teóricos sistematizados en este trabajo, brinda vías para el mejoramiento del proceso de formación del futuro profesional de la medicina desde el trabajo metodológico del colectivo de año.

Conclusiones

Con este trabajo se logra un acercamiento teórico y metodológico acerca del proceso de evaluación del componente educativo en la formación del médico, en la Facultad de Ciencias Médicas Salvador Allende con matrícula multinacional.

Se reconoce y fundamenta el papel del Colectivo de año como el protagonista principal en la conducción del proceso de formación integral de los estudiantes por ser la estructura académica de básica en la que interactúan estudiantes y profesores, en una dinámica de crecimiento mutuo, al cumplir con las funciones con las cuales están responsabilizados.

Los fundamentos que se asumen tienen su base en la filosofía materialista dialéctica que considera al hombre como ser social y, en tal sentido, los criterios pedagógicos y sociológicos que se valoran reconocen la educación que emanan del contexto sociocultural como el factor transformador de la personalidad.

 

Referencias Bibliográficas

Constitución de la República de Cuba Título III inciso c. Lineamientos del Partido Comunista de Cuba, 2011 p. 10

Lenin, V. I. (1979). La dialéctica y los métodos científicos generales de investigación. Instituto de Filosofía AC-URSS y Departamento de. Filosofía AC-Cuba, p. 453

Chávez, Ignacio (2010). Grandeza y miseria de la especialización médica. Aspiración a un nuevo humanismo. III Congreso Mundial de Cardiología. Bruselas 1958. Publicado en artículo de Ruy Pérez Tamayo.  Revista de la Facultad de Medicina de la UNAM, Vol. 53, No 6, p22

Gaceta oficial de la República de Cuba 2018).  Ministerio de Educación Superior.   Resolución N0.2 / 2018 Reglamento Metodológico.

Villarroel. J. (1990). Evaluación educativa. Estudio critico- alternativo de cambio. Editorial Universidad de Guayaquil, Ecuador. Localizable en: https://sites.google.com/site/

problemasenlaevaluacion/problematica-de-la-evaluacion Consultado en marzo del 2020

TORRES, P y colectivo de autores. Evaluación de la calidad de la educación en Cuba. Fundamentos, estructura y resultados (2009) localizable en  http://www.cubaeduca.cu/media/www.cubaeduca.cu/medias/pdf/4743.pdf (Consultado en mayo del 2020)

 

 

 

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