Varona

No.72 Enero-Junio, 202.    ISSN: 1992-82

Hablemos del lenguaje

Dra. C. Ileana Domínguez García. Profesora Titular. Profesora consultante. Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona. Presidenta de la Comisión Nacional de la Carrera Español-Literatura.
Correo electrónico: Ileana.dominguez@ucpejv.edu.cu
Orcid: https://orcid.org/0000-0001-7474-1600


Lenguaje y COVID: influencias

En el contexto de la pandemia, la ciencia y su lenguaje ha llegado a todos los medios de comunicación a nivel mundial. En este contexto, la divulgación científica ha cumplido el reto de tender puentes entre la compleja terminología de los especialistas y el público. La propia Real Academia Española (RAE) señalaba, al inicio de la enfermedad en su plataforma on-line, que las situaciones excepcionales generan palabras nuevas que pueden llegar a ser efímeras; no obstante, apunta que hay otras que serán recordadas porque han entrado en nuestra conversación diaria.

Y así ha sido. La COVID-19 ha traído consigo toda una “coronalengua” de tecnicismos, neologismos y acuñaciones populares. A las palabras que antes eran casi exclusivas del universo médico se han sumado otras de nueva creación: los neologismos. Uno de los más conocidos es infodemia. La OMS ha acuñado el acrónimo (infodemic en inglés), de info(rmación) + (epi)demia, para referirse al exceso de información, en gran parte falsa, sobre un problema, que dificulta su solución. Es neologismo válido. Otros como nasobuco, asintomáticos, confinamiento, aislamiento, desescalada y PCR, son algunos de los términos del argot científico que forman parte de nuestras conversaciones cotidianas. Así transformó el lenguaje la COVID-19.

La Fundación del Español Urgente (Fundéu) que selecciona cada año la palabra más popular, escogió confinamiento como palabra de 2020, por su uso diario y por ser de las medidas sanitarias que mantuvieron en casa a personas de todo el mundo ante los contagios de la COVID-19.

Esta no es una realidad nueva. Otros fenómenos como la computación y el acceso a Internet también enriquecieron el idioma. Pensemos en vocablos comunes que, en ese contexto, adquirieron otros significados: navegar, ratón y ventana son algunos de los términos con nuevas maneras de entenderlos.

Las nuevas realidades en el lenguaje traen consigo muchas dudas. Una de las dudas que nos asalta es ¿el COVID-19 o la COVID 19? La real Academia de la lengua española afirma: “El acrónimo COVID-19 que nombra la enfermedad causada por el SARS-CoV-2K (1) se usa con frecuencia en masculino, por influencia del género de coronavirus y de otras enfermedades víricas (el zika, el ébola)” (RAE, 2021). Por tanto, esta forma es válida. Y asegura también que “el uso en femenino (la C0VID-19) también es correcto y está justificado por ser enfermedad “Diseasse” el núcleo del acrónimo (COronaVIrus Diseasse)(ídem).

Otra pregunta sería: ¿Por qué escribir COVID-19 y no covid 19? Pues sencillo: Al ser un acrónimo de reciente creación, lo indicado ahora es su escritura en mayúsculas en todas sus letras. Como en otros muchos casos que usamos en el lenguaje cotidiano, solo si con el tiempo llegara a convertirse enteramente en el nombre común de la enfermedad, la escritura sería en minúsculas, covid-19. Recordemos que la lengua es un organismo vivo y su permanencia y cambios dependen del uso.

La otra duda podría ser: ¿Cómo pronunciarla, es palabra llana o aguda? Porque escuchamos diferentes maneras en diferentes regiones. Por ejemplo, los españoles la pronuncian como palabra llana. La Academia dice al respecto: No hay una norma que determine cómo se acentúan prosódicamente los acrónimos en mayúsculas; por lo general, suele aplicarse el patrón acentual mayoritario para palabras con estructura similar, en este caso sería [kóbid]. (Entiéndase que se está usando la transcripción fonética). Se sugiere la pronunciación como palabra aguda.

Algunas otras expresiones interesantes acerca del lenguaje y lo que es adecuado decir o escribir son:

foco del virus o el epicentro del virus. Decir epicentro del foco del virus, es expresión redundante pues reitera innecesariamente la misma información.

Con ese significado, pues, pueden considerarse válidos tanto los usos en masculino como en femenino. En cualquier caso, puede considerarse un uso metonímico válido, en el que se emplea el nombre de una técnica para referirse a la prueba o el test que se realiza con ella.

Asi va el lenguaje, como siempre, adecuándose a los tiempos y a los contextos.

 


Referencia bibliogáfica

  1. El nuevo coronavirus SARS-CoV-2 [severe acute respiratory syndrome coronavirus  

 

Bibliografía:

Fundéu BBVA.(2021) Noticias del español. Recomendaciones. Coronavirus, claves de escritura. Madrid: Fundación del español urgente; Disponible en: https://www.fundeu.es
Real Academia de la lengua española. (2021). Disponible en www.rae.org.es