Varona

No.70 Enero-Junio, 2020.    ISSN: 1992-82

La sexualidad y su educación en los púberes

Sexuality on puberty

Lic. Tatiana Montero Magre. Profesora. Dirección municipal de educación Plaza de la Revolución.
Correo electrónico: tatiana@gmail.com

Dr.C. Amado Rodríguez iglesias. Profesor Titular. Facultad de Comunicación. Universidad de La Habana
Correo electrónico: amado@yahoo.es

Dr.C. Johanes Romero de Armas. Profesor titular Vicedecano de investigación. Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona.
Correo electrónico: johanesra@ucpejv.edu.cu

Recibido: julio 2019      Aprobado: septiembre 2019


RESUMEN

La pubertad es una etapa de gran experiencia de aprendizaje, tanto en el mundo escolar como social; adquisición de nuevas formas de relacionarse con otros, aperturas a nuevas actividades sociales, de valores más amplios y diferentes que los reducidos de su marco familiar. La sexualidad como parte de la personalidad está condicionada por factores biológicos y sociales, en su formación y desarrollo, que deben analizarse desde una perspectiva integracionista para comprender y educar al púber en una educación sexual que lo prepare para una vida plena, saludable y feliz.

Palabras clave: Pubertad, Sexualidad, Educación de la sexualidad.

ABSTRACT

The puberty is a stage of great learning experience, so much in the school world as social; acquisition in new ways of being related with other, openings to social new activities, of wider and more different values that the reduced of its family mark. The sexuality like part of the personality is conditioned by biological and social factors, in its formation and development that should be analyzed from a perspective integrationist to understand and to educate to the puber in a sexual education that he/she prepares it for a full, healthy and happy life

Keywords: Puberty, Sexuality, Education of the sexuality.



Introducción

La pubertad es el proceso de cambios físicos en el cual el cuerpo de un niño se convierte en adolescente, capaz de la reproducción sexual. El crecimiento se acelera en la primera mitad de la pubertad, y alcanza su desarrollo al final. Las diferencias corporales entre niños y niñas antes de la pubertad son casi únicamente los Genitales.

Durante la pubertad se notan diferencias más grandes en cuanto a tamaño, forma, composición y desarrollo funcional en muchas estructuras y sistemas del cuerpo humano. Las más obvias son las características sexuales secundarias.

En sentido estricto, el término «pubertad» se refiere a los cambios corporales en la maduración sexual más que a los cambios psicosociales y culturales que esto conlleva.

La adolescencia es el período de transición psicológica y social entre la niñez y la vida adulta. La adolescencia abarca gran parte del período de la pubertad, pero sus límites están menos definidos, y se refiere más a las características Psicosociales y culturales mencionadas anteriormente.

Es importante destacar el hecho de que el comienzo de la pubertad está determinado por la carga genética, y que los factores Socioeconómicos, nutricionales y Psicológicos desempeñan un rol modulador.

Desarrollo

La pubertad es el periodo de la vida en el que se produce la Transición desde la infancia a la vida adulta. En este periodo se producen cambios que afectan a todos los Órganos y estructuras corporales, pero lo más llamativo es el desarrollo de los caracteres sexuales secundarios. Al final de la Pubertad, el cuerpo alcanza su forma y tamaño definitivos.

Los seres humanos transitan por un ciclo de vida en el que cada periodo se diferencia de otro por el grado de madurez biológica y psicológica, por la dinámica de la integración social y por el contexto de época en que se producen esa transición. Incluso en la percepción de lo temporal suele ser diversa en cada uno de los periodos de la vida, o diferentes para cada individuo.

Esos períodos suelen nombrarse edades y están sometidos a una clasificación: la infancia, la adolescencia, la adultez y la ancianidad. Como hemos visto, la sexualidad tiene periodo sensitivo en la adolescencia; que es un periodo donde se hace necesarios un conjunto de ajustes del individuo para funcional con respecto a si mismo y con el medio, y a la vez, estos ajustes inciden y se matizan por el medio cultural donde el individuo se relaciona.

La Organización Mundial de la salud OMS), define el grupo de preadolescentes como la población entre diez y diecinueve años, y como jóvenes las personas con edades entre los quince y los veinticinco años. Existiendo una diferencia entre su etapa temprana (10-14 años y la tardía 15-19 años) esta diferencia se hace básicamente por razones est5adísticas y de planificación social.

El inicio de la adolescencia se define biológicamente con el comienzo del proceso de maduración sexual o pubertad. Las edades aproximadas en que se inician las modificaciones sexuales giran en torno a los diez y doce años, y la combinación de este crecimiento se logra cerca de los veinteavos.

El reconocer la diversidad de condiciones en que mujeres y hombres viven y enfrentan su adolescencia y juventud es sumamente importante. El proceso de adolescencia y juventud, en determinados países, puede ser más corto en zonas rurales o urbanas margines, en donde las condiciones socio históricos obligan a una incorporación precoz del trabajo. En cambio, en zonas más desarrolladas, se produce una prolongación de la juventud, debido a que los y las jóvenes toman más tiempo en la preparación para su inserción laboral.

En la situación de la pubertad el salto se hace mucho más agudo y riesgoso, si tenemos en cuenta que él/ella al inicio de su etapa, se encuentra bajo la autoridad y el control absoluto de los/las mayores que en unos breves años deberá desarrollar las competencias que le permitan autodeterminarse, tomar decisiones trascendentales para él/ella quienes lo rodean, a fin de poder desempeñarse de manera independiente y responsable en la vida de pareja, laboral y social en general.

La pubertad es una etapa de gran experiencia de aprendizaje, tanto en el mundo escolar como social; adquisición de nuevas formas de relacionarse con otros, aperturas a nuevas actividades sociales, de valores más amplios y diferentes que los reducidos de su marco familiar. Debe verse en la adolecía una etapa de eclosión de fuerzas y posibilidades, en que ni se es niño/a tampoco adulto/a. Es incontinuo descubrimiento, una curiosidad por todo y, a la vez, un gran sentimiento de libertad.

La inmadurez psicológica hace a las los púberes dependientes del/la adulto/a y crea la necesidad del intercambio con personas que poseen una experiencia más sólida en la práctica de las relaciones más humanas, a pesar de que este prefiere compartir más su tiempo con iguales que con sujetos de generaciones antecesoras. Una de las características del mundo del/la adolescente es, sin embargo, que la relación padre/madre-hijo/a (relación intergeneracional) se hace conflictiva, tanto porque los padres/madres no logran concienciar el cambio que están viviendo sus hijos/as y por ende, no elaboran nuevas estrategias de interacción con ellos /as.

Los/as púberes exigen una independencia que no son capaces de sostener en la realidad. Las situaciones conflictivas impiden que las necesidades de intercambio se satisfagan mediante una comunicación funcional en la relación paterno –filial y el/la preadolescente orienta la satisfacción de necesidades de aprendizaje hacia el grupo de sus coetáneos, colectivo en el cual siente que la relación le otorga un estatus de mayor equidad y rango propio. El grupo de los coetáneos comienza a desempeñar en esta etapa un papel más importante como mediador social vehículo de la información de la identidad genérica, entre otras razones porque la comunidad de criterios sobre sexualidad facilita la integración, mientras que el enfrentamiento de opiniones sobre este tema entre padres/madres e hijos/as, la ausencia del mismo y/o la prevalecía de prejuicios y tabúes sexuales entre los padres/madres, potencian la incomunicación y el distanciamiento del y la adolescente en un momento en que necesita despejar muchas interrogantes.

Las y los púberes se convierten físicamente, en unos pocos años cuando aún es inmaduro/a psicológicamente, en un/a adulto/a en apariencia, capaz de engendrar hijos/as y de disfrutar de la vida erótica en solitario y en pareja. Sin embargo, el varón no está preparado para ser padre y la muchacha no está en condiciones de enfrentar el embarazo, el parte y mucho menos asumir con toda la responsabilidad el papel de madre.

En esto se aproxima la adultez, se espera que el/la adolescente se ajusta y haga un cambio de actitudes; ha sido educado en la tendencia, obediencia de conducta sexual, y ahora se le hará enfrentarse a la auto dirección, asumir responsabilidades, realizar conducta sexual.

Es importante que el/la púber en esta etapa sea capaz de llamar así mismo “yo” la más elemental formación de la identidad. El juego de esta etapa seria la difusión de la identidad, manifestada como la huida del mundo en el momento presente a causa de la incomprensión del propio ser y que hacer.

El individuo siente inestabilidad para lograr una identidad de si mismo, de su ocupación, tiene un sentimiento de soledad por lo cual, para estar unido se integra en un grupo, comparte y se sobre identifica que se pude llegar a perder la propia identidad y adoptar la del grupo.

Podemos apuntar en este sentido que en los/las preadolescentes hay que oscilar de un sentimiento debido a la riqueza de la vida emotiva e imaginativa, con deformación de la realidad e idealismo, marginación del mundo sentimental que adquiere un carácter apasionado; aparición de amistades exclusivas que difícilmente resisten la separación, actitudes ambientales extremas entre el deseo y amor platónico, que van unidas a una fragilidad en orientación sexual; una habilidad de carácter especialmente notada en la rebeldía contra los padres y las madres, rechazo a las ideas establecidas e inconformidad con la sociedad en que se vive, duda y afirmación del “yo”, necesidad de estimación, certeza, incertidumbre, timidez y búsqueda de originalidad.

Aparte de las conductas presentadas las y los púberes se enfrentan a una serie de dudas tales como: 

La sexualidad como parte de la personalidad está condicionada por factores biológicos y sociales, en su formación y desarrollo, que deben analizarse desde una perspectiva integracionista para comprenderla y educarla.

De aquí la importancia de dirigir conscientemente las influencias educativas que se ejercen sobre las/los preadolescentes por parte de las instituciones como son la escuela, los centros laborales, las organizaciones políticas y sociales y los medios masivos de difusión, por otro lado, están las no institucionales donde se encuentran: la familia, los grupos no informales y las relaciones interpersonales.

El grupo preferido en esta esta etapa es el de compañeros/as de la misma edad, lo cual responde a una fuerte necesidad del y la adolescente de comunicarse, relacionarse y ser aceptados por ellos/as, de formar parte de este grupo. Dado que la comunicación con los/las coetáneos es la actividad rectora en esta etapa, es importante que padres/madres y profesores/as no obstaculicen la participación del y la adolescente en grupos  de su edad, en que se detecten situaciones conflictivas (alumnos/as, rechazados/as, ignorados/as u otros) es necesario actuar para modificarlas ya que de no lograr una relación positiva con su grupo el/la adolescente se afectará su estabilidad y bienestar emocional y posiblemente en su rendimiento académico.

En estos, casos algunos/as alumnos/as se muestran inhibidos/as en extremo en el grupo, se sienten infelices, otros/otras se valen de diferentes mecanismos para llamar la atención del grupo y ganar su simpatía (hacer gracias, cometer indisciplinas, etc.)

En caso extremos, algunos/as púberes, movidos por esta necesidad no satisfechas de pertenecer al grupo de coetáneos, busca está relación con otro grupo, que lamentablemente a veces no tienen valores sociales positivos, por lo cual se alejan de la escuela, de la actividad de estudio y pueden presentar hasta problemas de delincuencia.

Es conveniente utilizar este afán de comunicación de los/las preadolescentes con fines docentes educativos. Los/las educadores/as deben manejar con flexibilidad el desarrollo de las actividades, eliminar la rigidez del formalismo en su relación, deben tener claro que ya no son niños/as pequeños/as, que tiene mayores posibilidades de hacer, es decir, y debe proporcionarse que lo hagan, esto contribuye a un mayor desarrollo del grupo y evitar situaciones de enfrentamiento de profesor/a alumno/a.

Los/las púberes reciben múltiples influencias a través de la enseñanza de diversas materias y de la forma de comportamiento de los/las maestros/as y compañeros/as. La forma de abordar los temas sexuales en clases y/o fuera de ella va forjando en los/las alumnos/as modelos y normas de conductas sexuales, o bien les permite a restringe ir aplicando aquello que aprendieron durante los primeros años dentro del medio familiar.

El/la profesor/a orientador/a sexual, debe en primer lugar realizar la exploración (apoyándose de técnicas y métodos) y el diagnostico de los problemas y necesidades sexuales de los/las púberes. En segundo momento planificará, teniendo en cuenta los resultados, el conjunto de acciones. Luego introduce los contenidos de la sexualidad y su educación en las actividades curriculares. En el cuarto paso se aplican los programas de intervención curricular y se emplean diferentes formas para orientar a los padres y las madres, sobre los aspectos fundamentales de la sociedad y su educación de sus hijos e hijas.

Esto requiere que maestras y maestros desarrollen en los/las preadolescentes conocimientos, actitudes, valores y modos de compartimiento en correspondencia con su individualidad y con su contexto, de manera que se pueda articular armónicamente, sin conflictos y trastornos. Tal aspiración solo se puede lograr en la formación de una nueva moral, capaz de brindar diferentes alternativas para que los hombres y mujeres, por muy su generis que sea su personalidad y su sexualidad que tengan las más amplias posibilidades de opción en correspondencia con el legado de expresiones de masculinidad y feminidad que ha aportado el desarrollo humano y en los que puedan encontrar, un sentido personal de acuerdo a sus potencialidades.

Luego, se hace necesario que maestros y maestras, cultiven en el ser humano la posibilidad y el derecho de determinar sus límites personales, conjuntamente con el respeto de los ajenos, de ahí entonces se deba desarrollar “…una “conciencia crítica, dialéctica,” ser verdaderamente activo, cuestionador, divergente, transformador de sí mismo y de su contexto atendiendo el carácter complejo y contradictorio de está. Capaz, a su vez de penetrar, y vencer obstáculos y desafíos que la vida personal y social, con toda su heterogeneidad con pluralismo y diversidad de personas, cultura etnias, la enfrentan”.

Es decir, se requiere de un proceso educativo profundamente humano, personalizado, democrático y contextualizado, que articule las necesidades personales y sociales capaz de preparar a las personas, con independencia de su sexo, para crecer libre y responsablemente en todas las dimensiones existenciales (del individuo, la pareja, la familia y la sociedad) con la responsabilidad.

La escuela y la familia deben responder a su relación con los/las preadolescentes, respetar y escuchar sus criterios, analizar su nueva posición social y actuar de acuerdo con él/ella.

La educación Sexual es un proceso de preparación de las nuevas generaciones para el encuentro con el otro sexo y con la propia sexualidad, en concordancia con los intereses y exigencias del individuo y de la sociedad socialista.

Por eso es válido destacar que este proceso debe estar dirigido fundamentalmente a la educación de las normas morales, del sentido personal como relación subjetiva e individual del hombre respecto al contenido que se le trasmite.

Todo lo anterior demuestra la importancia de esta investigación, ya que la sexualidad Es una parte importantísima en nuestras vidas. La sexualidad la sentimos, la vivimos, pero no es fácil hablar de ella. Una de las razones es que tradicionalmente no se podría hablar de estas cosas. Por eso no hemos hablado ni hemos escuchado mucho sobre la sexualidad. Así hemos pensado cosas, como que la sexualidad era algo malo, sucio y feo; era solo los genitales; era solo para tener hijos o únicamente para adultos casados.

La sexualidad es una dimensión humana que abarca todo nuestro ser, no solo nuestros genitales. Conocer nuestro cuerpo, nuestros sentimientos y deseos, nuestras posibilidades, nos permitirá ser personas más sanas, más libres y responsables; en definitiva, nos ayudará a desarrollarnos mejor.

Desde que nacemos somos sexuados. La sexualidad no es algo que no podemos quitar o poner. Todo ser humano es un ser sexual. Durante toda la vida tenemos necesidades y conductas sexuales según la edad. No podemos hablar de la sexualidad humana sin tener en cuenta que es algo que está en constante cambio.

La sexualidad tiende a provocar ternura, comunicación, cariño y amor entre las personas que se relacionan. La vida sexual no termina nunca, porque seguimos siendo sexuados durante toda la vida.

Las posiciones asumidas por la autora, a partir de la sistematización teórica efectuada, sobre la sexualidad y su educación y las concepciones referidas al escolar primario, posibilitaron definir en la presente tesis,educación de la sexualidad de escolares del segundo ciclo de la educación primaria como: el proceso educación integral de la sexualidad de los niños y las niñas del segundo ciclo de la educación primaria  lo que propicia el desarrollo de conceptos, actitudes, sentimientos, valores y comportamientos que permiten fomentar estilos de vida equitativos y saludables.

A partir de la operacionalización de esta definición se determinan como dimensión de la educación de la sexualidad de escolares del segundo ciclo de la educación primaria: los contenidos sobre la sexualidad y su educación.

Dimensión: contenidos sobre la sexualidad y su educación.

En el desarrollo de la educación de la sexualidad, tiene su expresión el funcionamiento cognitivo y afectivo-motivacional de la personalidad.  Esta dimensión integra los conocimientos, habilidades, los ideales, los sentimientos y valores que posee el alumnado y la forma en que opera con ellos. Responden a los objetivos y exigencias de la educación primaria, a partir de los conceptos, las regularidades, leyes y teorías que se debe conocer de la sexualidad y su educación en esta etapa de la vida.

Dimensión: Contenidos sobre los escolares del segundo ciclo de la educación primaria

En esta dimensión se integran los contenidos referidos a los conocimientos, valoraciones que realiza el alumnado sobre aspectos referidos a su desarrollo psicosexual en la etapa de la pubertad o adolescencia temprana, a partir de sus motivos, afectos, emociones, sentimientos, e ideales.

Para conducir el diagnóstico de esta investigación y a partir de la fundamentación teórica y metodológica, se determinó la variable, dimensiones e indicadores a tener en cuenta en correspondencia con el objeto de estudio, y los métodos y técnicas a aplicar (Tabla 1).

Tabla 1. Dimensiones e indicadores de la variable: La educación de la sexualidad de escolares del segundo ciclo de la educación primaria

Dimensiones

Indicadores

Contenidos sobre la
sexualidad y su
educación.

 -Conocimientos sobre la sexualidad.
- Conocimientos sobre la educación de la sexualidad.
-Conocimientos sobre género.
-Conocimientos sobre mitos, prejuicios  y estereotipos de la sexualidad.

Contenidos sobre los púberes del segundo ciclo de la educación primaria

-Conocimiento de los cambios físicos, psicológicos y sociales de la etapa. 
-Valoración sobre el papel de la familia en la etapa.
-Conocimientos sobre la violencia en las relaciones interpersonales

El estudio de los fundamentos teóricos y metodológicos del desarrollo de la sexualidad y su educación en lo referido al escolar del segundo ciclo de la educación primaria realizado, evidencia la importancia de la educación de la sexualidad en la preparación de los niños y las niñas en, para asumir en su vida personal un desarrollo sexual pleno, sano, responsable y enriquecedor.

Conclusiones

Los fundamentos teórico – Metodológicos actuales destacan la importancia de la educación de la sexualidad en esta etapa de la vida del ser humano, evidenciando que la sexualidad se construye, se vivencia, se expresa y educa a lo largo de toda la vida como una manifestación psicológica de la personalidad desde de un enfoque integrador y holístico en el que se enfatiza la necesidad de desarrollar una sexualidad plena, enriquecedora, responsable y feliz.


Bibliografía

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