Varona

No.65  Septiembre-Diciembre, 2017.    ISSN: 1992-82

Leer y escribir. Dos estrategias para construir  discursos académicos

Reading and writing. Dos strategies to build academic discourse>

MSc. Julia Fabelo Tanda. Profesor Asistente. UCP Enrique José Varona.
Correo electrónico: juliafabelo@yahoo.com

Recibido: enero 2017                                   Aceptado: julio 2017


RESUMEN

Leer y escribir son actividades sociales y culturales, que debe ser aprendida durante todas las enseñanzas: primaria, secundaria, preuniversitaria y en la universidad, y que están relacionadas con las prácticas en que se producen. Además, son las herramientas de que dispone el estudiante, futuro profesional, para apropiarse de los conocimientos generales y profesionales y de los discursos que deberá exponer tanto orales como escritos. Estas como estrategias entrelazadas en la producción de discursos científicos y académicos son instrumentos que unen y combinan sus potencialidades multiplicando de este modo su poder como instrumentos del pensamiento y, cuyo objetivo final es la transmisión de los conocimientos a otros. Este artículo tiene como objetivo exponer algunos tipos de lecturas y escritura que permiten la construcción de  discursos científicos y académicos.

Palabras claves: actividad científica y académica, discurso científico y académico, leer, escribir.

ABSTRACT

Reading and writing are cultural and social activities. That must be learnt along all teaching levels elementary: secondary, preuniversity and at the university. These activities are mostly related to the practice in which they produced. Besides, they are considered the tools students have, teachers to be, to obtain the general and professional knowledge as well as the speech. They related must expose in an oral or written way. These tools are related strategies in the production of academic and scientific discours that as instruments combine and unify its potentialities gaining a higher intention as thought instruments because they final objective is the transmission of knowledge to others. The present article main goal is to expose certain types of reading and writings that allow the construction of scientific and academic discourses.

Key words: scientific and academic scientific activity, and academic discourse, reading, writing.



Introducción

La actividad científica y académica están indisolublemente relacionadas  con la escritura., sin embargo, en el contexto universitario se ha prestado poca atención a la función que el discurso escrito tiene en la misma construcción de la ciencia y en la construcción del conocimiento en entornos académicos. Los estudiantes universitarios tienen poca ayuda en el proceso de escribir y leer  para aprender. Se supone que estas son habilidades que ya han adquirido y lo único que deberán hacer es aplicarlas a nuevos contextos y a nuevos contenidos, pero ¿realmente los estudiantes universitarios tendrán desarrolladas estas dos actividades?

Según diferentes investigadores destacan el valor epistémico de la lectura y la escritura y afirman que no son habilidades que se aprenden y enseñan de una vez para siempre, en la educación básica, sino que es necesario enseñar a leer y escribir en todos los niveles educativos Dubois M.E. (2006), Marín M. (2006), Parodi G. (2008), Carlino P. (2009).

Leer y escribir son actividades sociales y culturales, y que como tales están relacionadas con las prácticas en que se producen. Además, son las herramientas de que dispone el estudiante, futuro profesional, para apropiarse de los conocimientos generales y profesionales y de los discursos que deberá exponer tanto orales como escritos.

Desarrollo

Escribir proyectos, tesis, artículos, trabajos de final de estudios suele suponer un reto para los estudiantes y por eso uno de los retos más evidentes que deben responder los profesores en las universidades es el de equipar a los estudiantes con los conocimientos y las herramientas necesarias para comunicarse en contextos científicos y académicos, entendido el primero como aquellos en los que, mediante  canales y formatos específicos, prima la finalidad de comunicar el conocimiento científico y,  en el segundo, la comunicación suele perseguir múltiples finalidades simultáneas: comunicar, pero también ser evaluados; obtener un reconocimiento; acreditar un grado y sus productos tienen como finalidad de facilitar que sus autoresingresen a la comunidad científica de forma progresiva.

La lectura y la escritura como estrategias entrelazadas en la producción de discursos científicos y académicos son instrumentos que unen y combinan sus potencialidades multiplicando de este modo su poder como instrumentos del pensamiento y, cuyo objetivo final es la transmisión de los conocimientos a otros. Este artículo tiene como objetivo exponer algunos tipos de lecturas y escritura que permiten la construcción de  discursos académicos.

Existen distintos  tipos de lectura y escritura: exploratoria, de elaboración y para comunicar, que implica la producción de discursos académicos, los que los profesores deben enseñar a sus estudiantes para lograr una eficiente construcción de discursos científicos y académicos.

A continuación se expondrá cada una de ellas:

La lectura y escritura exploratoria

La elaboración de cualquier discurso científico y académico exige del autor considerables dosis de lectura; de lecturas de discursos de otros y de lectura de su propio discurso para asegurar su consistencia y legibilidad. La escritura científica o académica es una actividad que implica como condición necesaria la incorporación de otros discursos, de voces autorizadas que corroboren o cuestionen los argumentos propios, cuya comunicación a la comunidad científica justifican la tarea de escribir. Ello es así porque su propósito es contribuir a la generación de conocimiento, ya sea aportando evidencias nuevas que consoliden lo establecido, ya sea para matizarlo, cuestionarlo y abrir nuevas vías de investigación. El conocimiento se asienta sobre el conocimiento, el saber apunta otros saberes.

En la lectura exploratoria el objetivo del lector es decidir si le conviene o no leer determinado discurso.Esta decisión puede contar con supervisión externa; pero el estudiante debe ir aprendiendo a seleccionar de forma progresivamente autónoma, de tal modo que la consulta al tutor se reconvierta: no es lo mismo que se pregunte ¿qué leo ahora?, a que se plantee:

Creo que estos dos artículos me pueden ayudar a delimitar el marco teórico o,  pero, este tercero me plantea más dudas, ¿qué le parece?, ¿por dónde empiezo?

Por tanto, se trata de una lectura selectiva, en la que el lector tiene en mente lo que está buscando, recurre a determinados criterios y centra su atención en partes del discurso y elementos paratextuales capaces de proporcionar información útil para evaluar la conveniencia de proceder a una lectura atenta del discurso en su totalidad. Entre otros aspectos, la decisión puede apoyarse en la información que aporta el resumen que suele acompañar a los artículos que publican las revistas científicas y académicas, en los conocimientos sobre el autor  o los autores y su obra. Para ello, se deben responder a las preguntas siguientes:

¿A partir del resumen y de las palabras claves parece que este texto es una aportación que se debe considerar? ¿Para qué aspectos, objetivos, apartados (según el estado de elaboración se podrá precisar más o menos) parece pertinente?

¿El medio de publicación está bien considerado por los miembros de la comunidad científica y académica a la que se dirige?

Los autores, ¿tienen reconocimiento en el ámbito en el que se sitúa el problema de la investigación?  Sean o no conocidos ¿se puede establecer alguna línea de filiación entre ellos y otros autores cuyas aportaciones han sido ya consideradas?

¿Es un discurso reciente?

¿Las referencias bibliográficas están actualizadas? ¿Permiten intuir una línea de filiación temática de interés? ¿Remiten a otros autores reconocidos?

¿Se trata de un “clásico” (quizá imprescindible)?

Estas interrogantes tienen un carácter orientativo; quizá no puedan ser respondidas en su totalidad, pero ayudan, en primera instancia, a transitar desde una exploración intuitiva a una exploración guiada, a tomar decisiones razonadas acerca de los discursos que van a ser leídos. Para ello se necesita que los estudiantes tengan sesiones de trabajo con sus tutores, quienes no solo deben compartir sus conocimientos sobre los tópicos de estudio y los procedimientos metodológicos que permiten abordarlos, sino también su carácter de experto en las formaciones retoricas y discursivas propias de su ámbito de conocimiento; en el manejo de los criterios que ayudan a ubicar determinadas publicaciones, autores, líneas de investigación, etc. Así la ayuda en la elaboración de un trabajo científico adquiere el valor añadido de facilitar la introducción delinvestigador novel en los usos propios de una comunidad científica y académica. Entre ellos, saber cómo buscar y organizar fuentes documentales potencialmente valiosas.

Las actividades de lecturas deben ir acompañadas, en alguna medida por actividades de escritura, debido a que el volumen de información que se va obteniendo es desbordante, por lo que se debe recurrir a algún tipo de organización de las lecturas y de la información que el estudiante va obteniendo, dejando un rastro escrito, un registro del resultado de la lectura exploratoria que se ha llevado a cabo.

El empleo de la escritura tiene como función fundamental ayudar a fijar la información encontrada, la vía o  las vías empleadas para localizarla y los criterios empleados en su momento para seleccionar y valorar esta información, todo ello con el objetivo último de poder recuperarla con posterioridad de la manera más eficiente posible. Además, mediante la lectura exploratoria se pueden generar ideas interesantes y heurísticas que merecen la pena no perderlas de vista de cara a la elaboración  futura del trabajo.

Una vez terminada esta etapa, el estudiante necesita elaborar con voz propia su investigación y para ello se va a valer de la escritura; una composición escrita que va a dejar de ser una mera herramienta para fijar y organizar la información, una escritura, hasta cierto punto reproductiva, para pasar a ser un instrumento para pensar, desarrollar y elaborar ideas que irán configurando el contenido del texto académico. La lectura por su parte deja de ser una lectura para conocer y valorar el potencial de interés de determinadas fuentes documentales para su trabajo, para pasar a ser una lectura en profundidad de las fuentes seleccionadas. Este tipo de lectura se puede realizar con distintos objetivos concretos, pero siempre va a perseguir el conocimiento detallado y la comprensión de las fuentes.

Lectura y escritura de elaboración

La escritura de elaboración es una escritura personal, cuyo objetivo es servir de soporte al propio pensamiento para poder contribuir e ir estructurando aquello que pretende decirse en el discurso, su contenido. Se trata de una escritura exploratoria para uno mismo, notas y apuntes que no están sometidos a las exigencias formales y de legibilidad que comporta la incorporación de la perspectiva del futuro lector.

La escritura de elaboración y la lectura que siempre la acompaña  puede llegar a ser el momento de mayor creatividad en el proceso de composición de un discurso académico, siempre y cuando el escritor se arriesgue lo suficiente y adopte un enfoque profundo y reflexivo, aprovechando el potencial de la interacción que se establece entre el problema el qué decir y el problema cómo decirlo.

Esta puede adoptar formalmente una gran diversidad de formatos: listas de ideas, esquemas más o menos elaborados, mapas conceptuales, borradores de textos más completos, etc. Cada escritor adopta con el tiempo su formato preferido con el que se siente más cómodo, el que se caracteriza por una escritura básicamente predicativa y sintética, que suele incluir términos poco precisos e informales y, a menudo signos con un significado personal e idiosincrásico. Sin embargo, aunque sea un discurso para sí mismo. Cargado,  además, de elipsis e implícitos que de momento somos capaces de  rellenar  mentalmente, es recomendable que, a medida en que se avanza, el escritor intente elaborar productos escritos cuyo nivel de precisión y explicación vaya incrementándose poco a poco. Según Vigotski, en ese esfuerzo progresivo de explicitación es donde radica buena parte del poder de la escritura como instrumento para pensar.

La escritura exploratoria es una escritura lenta y tentativa, que requiere de tiempo, concentración y material de lectura disponible. Antes, durante y después a lo largo de todo el proceso este tipo de escritura va de la mano y se produce concomitantemente a la lectura y a la relectura continuada de fuentes documentales, que se emplean con  objetivos diversos.

La lectura de elaboración tiene lugar cuando el investigador se encuentra frente a un discurso cuya asimilación se considera necesaria para su propio trabajo. Esta es exigente y precisa; no se satisface con saber de qué va el discurso, ni puede abandonarse sin más cuando resulta improductiva. Se lee con la intención de aprender, para acceder a la información que proporciona el discurso y para elaborar conocimiento mediante de su lectura; tiene que permitir identificar lo que se comprende y lo que no queda claro; lo que se comparte y lo que contradice las propias expectativas, valorar hasta qué punto la lectura de un discurso resuelve satisfactoriamente las finalidades que lo motivaron. Es una lectura estratégica, sometida a objetivos precisos, por ejemplo:

Conocer el estado de la cuestión sobre un tema.

Ampliar perspectivas conceptuales.

Profundizar en una perspectiva conceptual.

Profundizar en un aspecto o contenido específico vinculado a un aspecto o contenido específico del propio trabajo.

La lectura de elaboración se facilita si previamente se atiende a los índices que contribuyan a contextualizar el discurso y a recuperar el conocimiento previo pertinente y necesario: el conocimiento del autor, la lectura atenta del resumen  (si el discurso cuenta con él), la reflexion sobre el título y los subtítulos que puedan aparecer. Por lo general, suele ser recomendable proceder a una primera lectura, que proporciona una visión general, para a continuación releer  los pasajes (apartados concretos, el discurso en su totalidad) que por su interés o dificultad merezca atención adicional.

Hay que recordar, durante la lectura, los objetivos perseguidos para evaluar en qué grado se comprende, persistir, centrarse en el contenido. La elaboración característica de este modo de leer supone una carga cognitiva que, simultáneamente, se aligera y se facilita mediante la manipulación del discurso: subrayarlo, anotarlo, releerlo, y sobre todo, gracias a la escritura que tiene lugar mientras se lee: tomar notas, realizar un listado de dudas, tomar citas textuales incorporando autor, año, página, libro o artículo de donde se extrajo, y tras ella: resumir, sintetizar, etc.

La lectura de elaboración requiere de condiciones contextuales que faciliten la concentración; de determinadas condiciones personales: si se está fatigado, si no existe un cierto grado de motivación intrínseca, se debe esperar el momento más preciso para continuar la actividad y así podrá disfrutar y sentir la experiencia emocional de aprender; si leer aburre, si no se conecta, hay que preguntarse qué está fallando: quizás no se sabe por qué se lee ese discurso; quizás se comprende a un nivel demasiado superficial; quizás el discurso es demasiado difícil quizás no está tan claro el problema de la investigación; o tal  vez otras preocupaciones o intereses roban protagonismo a la tarea, etc., y tomar las medidas adecuadas.

En conclusión la lectura de elaboración es imprescindible en el aprendizaje, en la construcción de conocimiento, así como en la progresiva incorporación en la comunidad científica y académica. Además, esta no es solo una lectura para uno mismo que puede conducir a comprender, elaborar, integrar y establecer relaciones entre lo nuevo y lo dado, para alumbrar modos propios de enfocar un problema, de abordarlo y resolverlo, sino también, una lectura que incorpora a la comunidad científica, lector externo (diversos lectores del discurso) al que se dirigirá el producto de la elaboración de tantas lecturas, cuyos criterios van siendo asimilados por el escritor-lector, en la interlocución imprescindible que es característica de la literatura científica.

La lectura y la escritura de elaboración debe dar tarde o temprano a la composición del discurso académico, el que será finalmente sometido a la mirada de otros, en especial a la mirada de la comunidad académica de la cual se inserta el proceso de investigación que se encuentra en el origen de todo proceso.

Lectura y escritura para comunicar

Aquí el objetivo que persigue el investigador mediante las tareas de lectura y escritura es la elaboración de un discurso que haga público los resultados del trabajo realizado.

Para la elaboración del discurso académico el escritor debe representarse de algún modo al futuro lector o lectores del discurso a quien finalmente destina el discurso, para ello debe tener en cuenta y representarse aspectos como: el nivel de conocimiento que tenga sobre la temática que se abordará en el discurso, los objetivos y motivos que presidirán su lectura o sus expectativas respecto al discurso. En este sentido, la escritura del discurso definitivo suele implicar para el escritor un conjunto de retos dados por las tres actividades que conlleva escribir este tipo de discurso:

Planificar: antes y después de la escritura

Escribir o textualizar: el control de la actividad durante la escritura

Revisar

La elaboración de un discurso no suele ser un proceso solitario. Es recomendable que el escritor someta el discurso total o parcial a la lectura y revisión por parte de otros colegas y compañeros, es decir, que trate de verificar la legibilidad del discurso desde el punto de vista de un lector real, a modo de “ejemplo” del futuro lector, quien debe poseer conocimientos suficientes en la temática del discurso, ello permitirá detectar inconcreciones, vaguedades y problemas de coherencia y cohesion del escrito, aunque,  no debe olvidar que este debe ser supervisado y revisado finalmente por el tutor que guía todo el proceso.

Además, no se debe olvidar que la composición final del discurso supone una vez más actividad de lectura, de distintos tipos de lectura, la que persigue como finalidad el control y la revisión, esta última, no se dirige en exclusivo al texto producido; ella exige con frecuencia volver a la revisión de los documentos de los que se ha nutrido, que no desaparecen del horizonte del escritor-lector una vez que han sido consultados; esta vuelta sobre lo leído es necesaria para dar cuenta, del engarce y la articulación entre el propio trabajo y el trabajo de otros autores.

También permite subsanardeterminadas inconsistencias del discurso  mediante la búsqueda de nuevas evidencias que permitan completar, ampliar, refrendar, contraponer, etc. lo construido.

Conclusión

Teniendo en cuenta lo antes planteado se llega a la de que leer y escribir son herramientas que el estudiante debe dominar no solo para aprender conocimientos, sino también, para la vida profesional.


 

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