MSc. Isbel Barrera  Cabrera. Profesor Auxiliar. Universidad de Pinar del Río “Hermanos Saiz Montes de Oca.
Correo electrónico: ibcabrera@ucp.pr.rimed.cu.

Dr. C. Reinaldo Néstor Cueto Marín. Profesor Titular. Universidad de Pinar del Río “Hermanos Saíz Montes de Oca”.
Correo electrónico: rcueto@ucp.pr.rimed.cu

MSc. Ariel Caridad Reyes Torres. Profesor Auxiliar. Vicerrectoría de Investigaciones, Informatización y Postgrado de la Universidad de Pinar del Río “Hermanos Saíz Montes de Oca.
Correo electrónico: ariel.reyes@upr.edu.rimed.cu

Recibido: diciembre 2015      Aceptado: febrero 2016

Introducción

El educador tiene que estar preparado para atender las nuevas necesidades personales y sociales, y saber enfrentar y promover iniciativas ante nuevas contradicciones. Por estas razones, la orientación profesional pedagógica en la formación inicial de docentes debe desarrollar en los estudiantes, futuros educadores, un alto sentido de la responsabilidad individual y social, lograr que encuentre en el proceso de formación inicial y en su propio trabajo estudiantil cotidiano, los mecanismos que estimulen la motivación intrínseca por la labor educativa.

La orientación profesional en Cuba ha sido investigada por varios investigadores, entre ellos se destacan los aportes de González V. (1989, 2005, 2011, 2014) quien propone un enfoque personológico, dirigido fundamentalmente a lograr niveles de autodeterminación durante la selección y estudio de la profesión; Otero I. (1997, 2001) quien establece una estrecha relación entre el proceso de orientación profesional y los proyectos profesionales pedagógicos; Matos Z. (2003) expone un enfoque integrativo para el preuniversitario; por su parte Del Pino J. (1998, 2002, 2004, 2011) destaca la importancia del enfoque problematizador de la orientación profesional para el desarrollo de la identidad profesional; González K. (2005) centra dicho proceso en el modo de actuación profesional; Mariño T. y Olivares E. (2007) proponen un enfoque vivencial centrado en el aprendizaje creativo, entre otros.   A pesar de los grandes esfuerzos realizados por el Ministerio de Educación, las organizaciones políticas y de masas y las diversas investigaciones realizadas en el ámbito educativo, aún resulta un problema no resuelto en la Educación Superior Pedagógica el tema relacionado con la potenciación de los intereses profesionales pedagógicos desde el proceso de orientación profesional pedagógica, donde solo se han logran resultados discretos, evidenciado en las deficiencias que presentan los estudiantes en la formación inicial, siendo necesario una mirada diferente a este proceso, por tales motivos el presente artículo tiene como objetivo determinar los principales referentes teóricos que sustentan el proceso de orientación profesional pedagógica con enfoque grupal y su incidencia en la potenciación de los intereses profesionales pedagógicos de los estudiantes durante la preparación y habilitación hacia la profesión.

Desarrollo

La orientación profesional pedagógica con enfoque grupal. Algunas consideraciones teóricas

El estudio de este enfoque implica aprovechar las potencialidades del grupo escolar como espacio de intercambio de conocimiento, experiencias y vivencias, de reflexión y vivenciación, ante situaciones de aprendizajes profesionales que permiten llevar a cabo la potenciación de los intereses profesionales pedagógicos desde el proceso de orientación profesional.  

Con el ingreso a la Educación Superior y el estudio de la nueva carrera, los estudiantes se trazan sus propias expectativas, ya sean económicas, personales, laborales y profesionales, las que constituyen la base para su desarrollo durante el estudio y habilitación hacia la profesión.  

Una vez en el centro de formación pedagógica, las expectativas profesionales  constituyen la base para el desarrollo de los intereses cognoscitivos relacionados con la profesión, lo que posibilita todo un crecimiento profesional paulatino, consolidándose  las necesidades, motivos y actitudes profesionales en el proceso de formación y desarrollo de la personalidad del futuro docente, quien a su vez lo manifiesta en su autonomía profesional, durante la preparación y habilitación hacia la profesión pedagógica, cuando sienta que hizo una elección correcta, valorando su significado humano y social en general, pero que además lo evidencie a partir de sus intereses profesionales pedagógicos.  

En cuanto a los intereses profesionales pedagógicos encontramos los estudios de Barrera I. (2012, 2013, 2014), Maury M. (2010); Crespo E. (2010); González J. M. (2005); Medina I. (2005); Del Pino J. (2004); Acosta E. (1989); González V. (1988) entre otros.

Los intereses profesionales pedagógicos durante la preparación y habilitación hacia la profesión en la Educación Superior Pedagógica se definen como: formaciones motivacionales que  orientan, dirigen e incentivan al estudiante hacia el contenido y estudio de la profesión pedagógica, a partir de la creación de expectativas, la consolidación de necesidades, motivos y actitudes, de valoración y desarrollo de sentimientos de atracción por dicha profesión, lo que sostiene su actuación durante todo el proceso de formación.

Durante la preparación y habilitación hacia la profesión pedagógica se deben aprovechar las potencialidades del grupo escolar como espacio de intercambio de conocimiento, experiencias y vivencias para llevar a cabo la formación de necesidades, motivos, intereses, aspiraciones, ideales, actitudes y valores asociados con la profesión pedagógica.

Un premisa teórica fundamental para trabajar con grupos escolares lo constituye la obra de Vigotski S. L. (1987) quien satisface, desde una óptica psicológica, la comprensión de la importante tesis de Carlos Marx referida a que la esencia humana no es algo abstracto inherente a cada individuo, sino que en realidad es el conjunto de las relaciones sociales y que la naturaleza psicológica del hombre constituye un conjunto de relaciones sociales, trasladadas al interior y que se han convertido en funciones de la personalidad y en formas de su estructura.

Por consiguiente, durante la preparación y habilitación hacia la profesión pedagógica el grupo escolar constituye un espacio donde la personalidad del estudiante se estructura como ser individual y sujeto psicológico, donde hace suyos los valores universales e históricos concretos a partir de los cuales orienta su actividad.

La psicología marxista ha realizado importantes aportes al estudio de los grupos, especialmente en lo relativo a la teoría del colectivo de Andreeva E. M., quien destaca los trabajos realizados por:

Makarenko A. S. y sus estudios sobre el papel del colectivo en el proceso de formación y desarrollo de la personalidad, la determinación de la estructura del colectivo y sus etapas de desarrollo, sentando las bases para la metodología de la educación colectiva en la escuela.

Petrovski, A. V. con su concepción del desarrollo del grupo al colectivo en el marco de su teoría estratométrica de la activación grupal.

Umanski L. I. y sus trabajos sobre los parámetros para medir los niveles de madurez socio – psicológica del colectivo primario.

Entre los indicadores del empleo de métodos y técnicas de trabajo en grupos, merecen una especial atención los estudios sobre la dinámica de grupo realizados por Lewin K. y sus colaboradores. Sus estudios evidenciaron la importancia de la atmósfera de grupo y los estilos de dirección para el funcionamiento, la productividad y el éxito de la tarea grupal, así como la influencia del grupo en el cambio de actitudes de sus miembros.

En el campo educativo, el estudio de los grupos ha cobrado gran connotación, entre los principales autores que han incursionado en esta temática, se destaca la obra de  Banny M. y Johnson L. (1971), los que realizaron aportes a la dinámica de grupal en educación, abordando elementos como, la interacción grupal, cohesión grupal y meta grupal, elementos estos que constituyen puntos de partida para el estudio de este nuevo enfoque de la orientación profesional pedagógica.

Un elemento de gran valor al fundamentar la orientación profesional pedagógica con enfoque grupal lo constituyen las interacciones que se establecen entre los miembros del grupo, pues estas van a mediar su desarrollo y el de cada uno de sus miembros. Al respecto Banny M. y Johnson L. (1971) refieren que “cuanto más frecuentemente actúan las personas unas con otras, cuanto más semejantes en ciertos respectos tienden a ser sus actividades y sus sentimientos” (1). En consecuencia plantea que la interacción constituye el centro del grupo, dando lugar al surgimiento de la cohesión, normas, metas, comunicación y estructura.

La cohesión del grupo constituye un indicador que permite comprender desde el proceso de orientación profesional pedagógica si existe interiorización o no de la tarea grupal, que tiene su centro en el objeto de la profesión pedagógica. Mientras más unido esté el grupo en cuanto a la forma de pensar, sentir y actuar, denotará cohesión, lo que influye significativamente en el establecimiento de objetivos y metas comunes para cada uno de sus miembros, dando lugar a la meta grupal.

Banny M. y Johnson L. (1971) plantean que “en  la medida que la meta grupal sea comprendida y aceptada por el grupo, dirige, encauza y guía la conducta de sus miembros” (2). Es por tanto una necesidad para potenciar los intereses profesionales pedagógicos desde el proceso de orientación profesional pedagógica con enfoque grupal, que el objeto de la profesión se convierta en contenido explícito de la meta del grupo. 

Hacer referencia al trabajo grupal en el proceso de orientación profesional pedagógica conduce a concebir al estudiante como un ser social, integrante de un grupo, donde tiene lugar la apropiación de los contenidos en un sistema de relaciones interpersonales, de comunicación y de intercambio de experiencias, tanto en el plano cognitivo como en el afectivo.
Pichón – Riviere (1985) al analizar el proceso grupal, define el grupo como “…un conjunto de personas que comparten un  tiempo y un espacio en función de una tarea en la que se interrelacionan a partir de interjuego de adjudicación y asunción de roles, en el que intervienen sus mutuas representaciones internas”. (3)

El grupo se constituye así en un lugar de intermediación entre la estructura social y la estructura individual. Desde la estructura social se asignan valores y roles que van contribuyendo a generar un determinado tipo de sujeto ideológico, pero la interiorización de esta cultura socio histórica por la persona tiene lugar, según los planteamientos ya analizados, de Vigotski S. L. a través de la relación con otros en un espacio grupal, lo que confirma la importancia del trabajo en grupos.

El llamado Grupo Formativo tiene sus raíces teóricas en la concepción de Pichón – Riviere  E., acerca del proceso grupal. En esta concepción la tarea del grupo se constituye en el eje de la espiral de su desarrollo.

Sorín M. (1984) siguiendo la idea anterior hace énfasis en la tarea grupal y la interpreta como la razón de ser del grupo, que se construye y reconstruye por el propio grupo operando como su motor impulsor, por lo que, cuando está realmente interiorizada, más que una meta a alcanzar, es un propulsor que impulsa constantemente el funcionamiento grupal.

Basándose en lo antes planteado, el proceso de orientación profesional pedagógica con enfoque grupal debe convertir el objeto de la profesión en el centro de la tarea grupal, dando lugar a la tarea grupal profesional, la que va a dinamizar todas las interrelaciones grupales en función de un desarrollo profesional pedagógico exitoso.

En relación con la tarea grupal Pichón – Riviere E. (1985), distingue los siguientes elementos:

• Lo temático y lo dinámico.
• Lo manifiesto y lo latente.
• Lo explícito y lo implícito.
• La pre-tarea, la tarea y el proyecto.

Lo temático se refiere al contenido de la tarea, mientras que lo dinámico va a dar cuenta de los aspectos relacionales, del desempeño de roles y del movimiento de la pre – tarea, tarea y proyecto.

De ahí que siendo las formas de organización de la docencia una vía fundamenta para llevar a cabo la orientación profesional pedagógica, en función de potenciar los intereses profesionales pedagógicos en los estudiantes universitarios, estas deben estar enfocadas en las exigencias del modelo del profesional, fundamentalmente en dar solución a los problemas profesionales para que estos se conviertan en tareas grupales, respondiendo al tipo de egresado que se quiere formar.

Desde este enfoque se pretende que la tarea grupal profesional organice la estructura interna del grupo, dígase: relaciones, roles status, funciones, entre otras, que hagan que más que un hecho evidente (observable) en el interior del grupo, se convierta en contenido explícito para cada miembro del grupo.

Al respecto concordamos con Castellanos Noda A. V. (2014) cuando al referirse a los niveles de realidad de la dinámica grupal plantea que “los aspectos latentes o explícitos son los que permiten conocer la esencia del funcionamiento del grupo” (4).  Por lo que la orientación profesional con enfoque grupal, requiere  formar en el joven universitario, durante el estudio y habilitación hacia la profesión pedagógica, sentimientos, valores, actitudes y modos de comportamiento asociados a la profesión y que siendo contenido psicológico de la personalidad, se expresen en sus intereses profesionales pedagógicos.

Una inadecuada relación entre lo temático y lo dinámico trae como consecuencias una sobrecarga de ansiedades, una elevada resistencia al cambio y a la tarea grupal.

Lo manifiesto está constituido por todo aquello que en el grupo puede ser observado, como el comportamiento del estudiante, mientras que lo latente está integrado por el conjunto de elementos y factores, que estando de alguna forma presentes en la situación, no se expresan directamente en un momento dado, pero si influye significativamente en lo manifiesto, pues son aquellos fenómenos psíquicos que orientan, dirigen, impulsan y sostienen la actuación del sujeto.

Se coincide con Bermúdez Morris R. (2002) cuando al referirse a la tarea grupal plantea que la tarea explícita, como su nombre lo indica es conocida con claridad por todos los miembros del grupo y se expresa abiertamente, es perfectamente clara y consciente para el grupo. Esto demuestra que guarda relación con el objetivo que el grupo se plantea, que está claro para él.

Esta misma autora se refiere a la tarea implícita como la tarea que no está clara, no es evidente, ni consciente para los miembros del grupo, pero que es común para todos los miembros y está volcada hacia el interior del grupo, aunque está oculta a la observación.

No basta entonces con que el grupo universitario se plantee una tarea explícita entorno a su crecimiento y futuro desempeño profesional de sus miembros, sino constituye una necesidad que el proceso de orientación profesional logre una adecuada armonía entre la tarea explícita y la implícita. La tarea del grupo debe estar dirigida a explicitar lo implícito a través de un movimiento dialéctico de indagación y esclarecimiento.

Un elemento ocurrente durante el trabajo de orientación profesional pedagógica en los grupos escolares lo constituye el control que debe tener el orientador o facilitador – coordinador de la dinámica grupal, de la pre – tarea, partiendo de que ella ponen en juego las técnicas defensivas del grupo, movilizadas por la resistencia al cambio y destinadas a postergar la elaboración de ansiedades, que funcionan como obstáculo epistemológico.

Constituye entonces una necesidad la adecuada orientación de la tarea grupal  profesional por parte del orientador, que logre movilizar, concentrar y centrar la atención en el proceso que se desarrolla, siendo preciso una adecuada atención al cambio de una actividad profesional a otra, y ante la presencia de la pre – tarea lograr de esta una herramienta para un paso de nivel dentro del propio proceso de orientación profesional pedagógica con enfoque grupal, sin perder la esencia de la tarea grupal profesional planteada y con cierto control de los posibles retrocesos.

Al respecto Bermúdez Morris R. (2002) plantea que “[…] es muy importante ayudar al grupo a elaborar sus ansiedades, a vencer sus resistencias, ya que estas pueden bloquear el aprendizaje, la comprensión y asimilación de la información y los procesos de cambios en las estructuras mentales para recibir e incorporar lo nuevo” (5).

Sustentados en lo antes planteado, con el ingreso de los estudiantes a la Educación Superior Pedagógica e incorporado al grupo escolar, la aparición de la tarea grupal profesional constituye un momento crucial para que esta movilice la atención de los miembros del grupo hacia su futuro profesional, y en la medida que se accione en su logro, surja asociado al proyecto del grupo, los intereses profesionales pedagógicos en cada uno de sus miembros.

El proyecto surge cuando se ha logrado una pertenencia e identificación de los miembros con la profesión pedagógica y se concreta entonces en la  planificación grupal, donde el grupo se plantea objetivos que van más allá del aquí y el ahora, construyendo una estrategia destinada a alcanzar dicho objetivo.

En la orientación profesional pedagógica con enfoque grupal, la pre – tarea, tarea y proyecto no se corresponden necesariamente con la apertura, desarrollo y cierre de una sesión de trabajo grupal, sino se debe trabajar para que la tareas grupal profesional y los proyectos grupales tengan altos niveles de significación para los miembros del grupo. Por otra parte el grupo puede abrir y cerrar una sesión sin haber podido salir de la pre – tarea.

La tarea grupal profesional es el objetivo que se propone el grupo, que responde al objeto de la profesión pedagógica y le da sentido a su actividad. Es una tarea de aprendizaje profesional, que durante el estudio y habilitación hacia la profesión tiene como centro la potenciación de los intereses profesionales pedagógicos en correspondencia con los problemas del desempeño profesional de los futuros docentes.

Se parte de que aprender significa ubicarse lo mejor posible en la realidad; asimilar activa y personalmente la cultura; implica construir nuevas posibilidades de relación con el mundo, con los demás y consigo mismo, supone la modificación de la realidad en los planos, mental, personal subjetivo, práctico concreto y social, todo ello en relación armónica con la futura vida profesional en el campo de la pedagogía, para dar salida a los conocimientos adquiridos en una rama específica del saber.

Este enfoque en la orientación profesional pedagógica requiere de un proceso de enseñanza – aprendizaje sustentado en situaciones de aprendizajes profesionales creadas para que el estudiante aprenda a aprender, se adentre desde lo académico en el mundo de la profesión pedagógica, apropiándose de conocimientos, experiencias, desarrollando vivencias afectivas que propicien su crecimiento personal y profesional, a la vez que se potencien sus intereses profesionales pedagógicos.

En este sentido Minujín A. (1995) define la situación de aprendizaje como “el dispositivo grupal que toma en cuenta tanto el texto como el contexto, los aspectos temáticos y dinámicos, explícitos e implícitos del grupo escolar, de manera tal que se organice la actividad y la comunicación de los estudiantes para que aprendan a conocer la realidad y sean capaces de transformarla” (6).

La situación de aprendizaje profesional es una situación creativa, ya que implica un enfrentamiento con lo nuevo, en la que el profesor presta un importante servicio social al crear condiciones para que el estudiante se apropie de los contenidos profesionales de forma creadora.

Desde esta perspectiva, para que el profesor universitario logre un proceso de orientación profesional pedagógica con enfoque grupal, ha de planificar y organizar la situación de aprendizaje profesional sobre la base de las exigencias del modelo del profesional que se quiere formar, orientar a los alumnos que participan en ella y evaluar tanto el proceso como el resultado, este último caso, lo que se quiere potenciar en los miembros del grupo, sus intereses profesionales pedagógicos.

En estas situaciones se fortalece la formación y desarrollo de un futuro docente que asuma las bases de la profesión pedagógica, quien juega un papel protagónico en un dinámico y contradictorio proceso de orientación profesional pedagógica con enfoque grupal, dirigido a la potenciación de los intereses profesionales, para proyectar su futuro profesional pedagógico.

La orientación profesional pedagógica con enfoque grupal en la ESP, es comprendida como eje dinamizador  del proceso educativo que centra la atención en las relaciones interpersonales, para llevar a cabo un sistema de influencias políticas, psicológicas, pedagógicas y sociales, dirigidas a la potenciación de los intereses profesionales pedagógicos en los futuros docentes, a partir de ofrecer vías, métodos y procedimientos para la asimilación de las bases de la profesión pedagógica, satisfaciendo ciertas necesidades individuales y sociales  que surgen en el contexto del grupo escolar.

Por tanto, la potenciación de los  intereses profesionales pedagógicos durante la preparación y habilitación hacia la profesión no pueden darse al margen de la actividad y la comunicación que establece el estudiante con sus coetáneos, pues la orientación profesional pedagógica con enfoque grupal es un proceso comunicativo por excelencia. Se considera además un papel preponderante al sistema de influencias educativas que en el mismo se generan, a partir de las relaciones humanas que se establecen en el proceso de actividad conjunta del centro educacional y las demás agentes y agencias socializadoras.

Es en la relación dialéctica entre la actividad y la comunicación que se establece el vínculo profesor – alumno, alumno – alumno, alumno – conocimiento, alumno – vivencia, alumno – profesión, alumno – práctica concreta, entre otras.  En esta red de vínculos durante el proceso educativo se va estructurando la personalidad del estudiante en formación y va teniendo el grupo un lugar importante en la potenciación de los intereses profesionales pedagógicos de cada uno de sus miembros.

La potenciación de los intereses profesionales pedagógicos desde el proceso de orientación profesional pedagógica con enfoque grupal, se convierte en un proceso donde ocurren contradicciones que en la medida que sean comprendidas e interpretadas por el facilitador se pueden subordinar al desarrollo de la dinámica grupal, dadas entre el querer ser y ser, el hacer y el pesar, el querer permanecer y el crecer, donde el estudiante en un acercamiento a los contenidos de la profesión pedagógica, se interese más y más por conocerla, vivirla y disfrutarla,  desde el interés por cada una de las disciplinas científicas que la componen. Por su parte juega un gran papel la imagen que se van formando de la tarea grupal profesional, que se debe convertir en meta final para el desempeño profesional futuro.

En este enfoque grupal de la orientación profesional pedagógica no se pueden dejar de tener en cuenta en la dirección del proceso educativo en general y el proceso de enseñanza – aprendizaje de cada asignatura en particular, partir de la tarea grupal, que tiene en su centro el contenido profesional pedagógico, en estrecha relación con las interrelaciones que se dan en el marco del grupo escolar, que van propiciando una mayor comprensión de los indicadores del desarrollo grupal y con ello la potenciación de los intereses profesionales pedagógicos.

En las teorías de grupo, un aporte significativo lo es la obra Petrovski A. V. (1979) quien elabora la concepción estratométrica del colectivo como grupo de un alto nivel de desarrollo; en la que se ubica en el centro de las relaciones interpersonales a la actividad intragrupal con lo que se abre las puertas a una interpretación más coherente de los problemas que se manifiestan en los grupos.

Este autor, partiendo de esta concepción estratométrica le da respuesta a múltiples interrogantes que pueden surgir alrededor del trabajo con los grupos escolares y le refiere gran importancia a la actividad docente, clasificándola como la actividad grupal rectora para la apropiación de contenidos esenciales, en el seno del grupo escolar y que son de gran valor para su desarrollo. Al respecto plantea: “en las condiciones de la actividad docente bien organizada ocurre la asimilación de los contenidos esenciales y el desarrollo de los hábitos, la formación de la concepción comunista del mundo, la independencia de los alumnos, y se forman las cualidades valiosas de la personalidad, las convicciones y los ideales. (7)

En la Educación Superior las actividades docentes se convierten en el centro de los procesos sustantivos universitarios y cobran cada vez gran connotación por constituir la guía orientadora del resto de las actividades que en ella se realizan. Partiendo de esta realidad, la planificación de la clase no puede estar al margen del objeto de la profesión pedagógica y de los procesos grupales que intervienen en su desarrollo exitoso, aspecto que tiene que ser interiorizado en el proceso de orientación profesional pedagógica con enfoque grupal.

Por otra parte es imprescindible tener en cuenta el rol del profesor como el protagonista y el responsable de la orientación grupal, facilitador de la dinámica de grupo y líder del grupo, como un agente de cambio que participa desde sus saberes en el enriquecimiento de los conocimientos y valores más preciados de la cultura y la sociedad, que asume la orientación profesional pedagógica de manera  planificada y organizada guiando a los alumnos y favoreciendo la coevaluación, la autoevaluación y la heteroevaluación del proceso y el resultado.

El proceso de orientación profesional pedagógica con enfoque grupal durante la preparación y habilitación hacia la profesión, parte de que el alumno es el protagonista y el responsable de sus aprendizajes como un participante activo, reflexivo y valorativo de la situación profesional pedagógica, donde asimila los contenidos de la carrera en forma personalizada, consciente, crítica y creadora en un proceso de crecimiento contradictorio y dinámico en el que construye y reconstruye con los otros sus aprendizajes, con vistas a alcanzar su realización plena desde el punto de vista profesional.

En este proceso de relaciones interpersonales, en el marco del grupo escolar, no solo se intercambian conocimientos, experiencias, vivencias, sino también se desarrollan sentimientos de atracción hacia la profesión, y en la medida que el estudiante en formación interioriza los modos de actuación profesional pedagógico se van potenciando los intereses profesionales pedagógicos,  a la vez que se hace realidad en su quehacer diario y en su comportamiento en los diferentes contextos de actuación.

Por el significado que tiene el grupo en la formación  integral de la personalidad de sus miembros y teniendo en cuenta que las relaciones interpersonales en los estudiantes en el plano universitario tienen una existencia temporal prolongada, pues generalmente conviven meses y años, es que se hace necesario buscar nuevas vías para la dirección del proceso de orientación profesional pedagógica, que permitan perfeccionar la labor educativa del profesorado universitario y que tenga como centro el estudio de los grupos.

Conclusiones

Por lo anterior planteado se puede concluir que la orientación profesional pedagógica ha sido un tema debatido a nivel nacional, e investigado desde diferentes posiciones y enfoques. 

Durante la preparación y habilitación hacia la profesión se hace necesario que el profesor aproveche las potencialidades que brinda el grupo escolar como agente dinamizador, espacio de interacción, intercambio de conocimientos, experiencias y vivencias para potenciar los intereses profesionales pedagógicos, lo que constituye una necesidad en la Educación Superior Pedagógica.

Referencias

1. Banny M. A.; Johnson L. V. La dinámica de grupo en educación. La Habana. Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 1976, p. 103.
2. Banny M. A.; Johnson L. V. La dinámica de grupo en educación. La Habana. Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 1976, p 71.
3. Pichón Riviére E. Il processo grupale. Loreto: Editorial Lauretana; 1985, p.  35.
4. Castellanos Noda A. V. El grupo como espacio y desarrollo. En: Juventud y grupo en la educación superior: apuntes desde la Psicología. Centro de Estudios para el Perfeccionamiento de la Educación Superior. La Habana. Cuba: Editorial Universidad de La Habana; 2014, p. 188
5. Bermúdez R., Pérez L., Dinámica de grupo en educación: su facilitación. La Habana. Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 2002, p. 15.
6. Minujín A.¸ Avendaño R. Crecer es transformarse. En: Temas de Psicología Pedagógica para maestros IV. La Habana. Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 1995, p.9.
7. Petrovski A. V. Teoría psicológica del colectivo. Ciudad de La Habana. Cuba: Editorial Pueblo y Educación;  1979, p. 274.

Bibliografía

Barrera I. Estrategia educativa dirigida a potenciar los intereses profesionales pedagógicos, en estudiantes de la Universidad de Ciencias Pedagógicas “Rafael María de Mendive”. [Tesis de Maestría en Educación]. Pinar del Río. Cuba: Editorial Universidad de Ciencias Pedagógicas “Rafael María de Mendive”; 2012.

Calviño M. Trabajar en y con grupos. Experiencias y reflexiones básicas. La Habana. Cuba: Editorial Academia; 1998.

Cueto R. Estrategia educativa para el desarrollo de la orientación profesional vocacional pedagógica con enfoque multifactorial. (Informe de resultado del proyecto institucional). Sancti Spíritus, Cuba: Editorial Universidad de Ciencias Pedagógicas “Capitán Silverio Blanco Núñez”; 2012.

Del Pino Calderón J. L. La orientación profesional en los inicios de la formación superior pedagógica. Una propuesta desde el enfoque problematizador. [Tesis en opción al grado científico de Doctor en Ciencias Pedagógicas]. La Habana. Cuba: Universidad de Ciencias Pedagógicas ‘‘Enrique José Varona’’; 1998.

González Maura V. La Orientación Profesional en la Universidad. La Habana, Cuba: Centro de Estudio para el Perfeccionamiento de la Educación Superior. Universidad de La Habana; 2007.

Mariño T.,  Olivares E. El aprendizaje creativo vivencial y el desarrollo de la motivación profesional pedagógica en los futuros profesores. Material digitalizado. 2007.

Matos Z. La orientación profesional vocacional: una metodología integradora para su desarrollo en el preuniversitario del territorio guantanamero, [Tesis en opción al grado científico de Doctor en Ciencias Pedagógicas]. Guantánamo. Cuba: Universidad de Oriente; 2003.

Otero I. Modelo de orientación profesional pedagógica (OPP) para estimular el proceso de desarrollo de proyectos  profesionales pedagógicos en los estudiantes. [Tesis en opción al grado científico de Doctor en Ciencias Pedagógicas]. Villa Clara. Cuba: Universidad Central de las Villas; 2001.

Vigotsky S. L. Historia del desarrollo de las funciones  psíquicas superiores. La Haba­na. Cuba: Editorial Científico Técnica; 1987.