Varona

No.63   Julio-Diciembre, 2016.    ISSN: 1992-82

Hablemos del lenguaje


Dra. C. Ileana Domínguez García. Profesora Titular. Profesora consultante. Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona. Presidenta de la Comisión Nacional de la Carrera Español-Literatura.
Correo electrónico: Ileana.dominguez@ucpejv.edu.cu
Orcid: https://orcid.org/0000-0001-7474-1600


Estimados lectores:

Esta sección ha sido conducida por años por la Dr. Cs Angelina Roméu Escobar. Formada en sus ideas pedagógicas y científicas, es para mí una alta responsabilidad ser continuadora de la sección. En ella pretendemos ofrecer explicaciones acerca del buen uso de nuestro idioma y sugerir formas adecuadas tanto para la comunicación oral como para la escrita.

Nos gustaría que pudieran sugerir temas que les interesen y sobre los que tienen dudas, o simplemente sobre los errores que se cometen a diario.

Juan  Marinello expresó: “Un gran idioma es una gran trinchera y un gran camino (...) con tal de que se mantenga viva y dinámica la grandeza heredada.”

Y de eso se trata, de usar la riqueza de nuestro idioma, sin anquilosarlo y, reconociendo su grandeza, respetar las variantes que acepta para las diferentes situaciones en que nos encontramos al comunicarnos.

En este número  me gustaría hablarles acerca del uso de “mismo”.

Mismo /a/os/as -estas son sus variantes-, es un adjetivo de nuestra lengua que como tal debe usarse con un sustantivo al cual se refiera: la misma explicación, el mismo argumento, las mismas actividades, los mismos ejercicios. Actividad de la ciencia misma

También es posible usarlo cuando el sustantivo está omitido y en su lugar aparece un pronombre sustantivado: lo mismo, referido a algo anteriormente dicho  o a algún referente conocido por los participantes de la comunicación.

Es adecuado su uso en frases como así mismo, (de la misma manera), o a sí mismo (a él /ella), yo mismo, tú mismo, nosotros mismos.

Pero debemos evitar el uso y sobre todo el abuso de “mismo” como sustituto de algún referente anterior porque estamos violentando su función adjetiva y convirtiéndola en sustantiva.

Por ejemplo:

Aguayo (1959) concibe la tarea escolar como el “trabajo organizado bajo la dirección del maestro, haciendo uso de la iniciativa y libertad del niño” (5:197), por lo que da gran importancia al éxito de la misma a su preparación y motivación.

En este caso repite al referente tarea escolar. Puede repetirse en este caso la palabra tarea.

Las acciones de control permiten que el maestro perfeccione, por la retroalimentación, el proceso de elaboración y orientación de la misma.

En este caso se refiere a retroalimentación. Debió sustituirse por “su”. Es decir “de su elaboración y control”

Se van interiorizando y practicando nuevos niveles de estructuras que culminan con un pensamiento formal y la profundización lógica, normativa y discursiva de las mismas. 

En este caso repite a “estructuras”. Puede cambiarse por “estas estructuras”

Te envié el informe. En el mismo explico los aspectos de la evaluación y los parámetros de la misma.

En el primer caso remite a informe y en el segundo a valuación.

Puede arreglarse así:

Te envié el informe en el cual  explico los aspectos de la evaluación y sus parámetros.

Esperamos que esta explicación pueda ser ilustrativa para orientar hacia el buen uso de nuestro idioma.

Cualquier duda escriba a ileanadg@ucpejv.rimed.cu