Dr. CMSc. Dayamith Menéndez Mendoza. Profesor Instructor. Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona. Facultad Ciencias de la Educación
Correo electrónico: dayamithbmm@ucpejv.rimed.cu

Neris Imbert Stable. Profesor Titular. Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona. Facultad Ciencias de la Educación.
Correo electrónico: nerisie@ucpejv.rimed.cu

Dr.C. Adalay Serra Castro. Profesor Asistente. Institución: Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona. Facultad Ciencias de la Educación,

Recibido: abril 2015          Aprobado: junio 2015

Introducción

Las demandas  actuales de la sociedad cubana a la formación inicial de los profesionales de la educación suponen tomar en consideración las potencialidades e insuficiencias que posee el joven estudiante. Hoy nadie pone en duda que entre los estudiantes que ingresan a la universidad pedagógica existen muchos que, aunque posee potencialidades suficientes para aprender bien, poseen algunas insuficiencias en el plano afectivo motivacional y actitudinal, de ahí la necesidad de fomentar en ellos las habilidades sociales en aspectos tales como la comprensión de los códigos presentes en la comunicación, las relaciones interpersonales en los grupos, estilos de afrontar las dificultades cotidianas, la autovaloración en su relación con el nivel de aspiración, entre otras.

El artículo trata acerca del trabajo que se realiza para contribuir al fortalecimiento de la autovaloración de los estudiantes de segundo año de la carrera Pedagogía-Psicología de la Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona y su expresión en el marco del grupo estudiantil, pues se valora la importancia del proceso de enseñanza- aprendizaje de las asignaturas de corte psicológico para la atención a la autovaloración, como indicador de la dimensión intrapersonal de las habilidades sociales que se expresa en situaciones de aprendizaje, al considerar que la imagen que el estudiante tiene de él mismo está interconectada con las exigencias del sistema de actividad y comunicación con los demás, el grupo y el contexto social en general.

La atención a la personalidad de los estudiantes de esta carrera le permite un nuevo nivel de identidad personal en el que se incluye el modo de actuación profesional, al mejorar la integración de las funciones subjetivo-valorativa y reguladora de la autovaloración y con ello la autoeducación de la personalidad y la calidad de la formación profesional. Así el objetivo del trabajo es analizar los resultados del diagnóstico y de la implementación de acciones educativas dirigidas al fortalecimiento de la autovaloración de los estudiantes y su expresión en el marco del grupo.

En la investigación se parte de un enfoque humanista de la educación de la personalidad, que implica una visión integradora de la didáctica en la que se expresa una relación dialéctica entre la enseñanza y la educación, entre los contenidos de las diferentes asignaturas de corte psicológico, en su nexo interdisciplinar, que permite la modelación de diversas tareas de aprendizaje que favorecen, el desarrollo de habilidades profesionales pedagógicas y la esfera afectiva motivacional del estudiante, así como el ambiente sociopsicológico del grupo estudiantil en el que realizan las diversas actividades formativas.

Se utilizaron la observación, la entrevista y el análisis de los productos de la actividad como método de investigación y sobre su base se implementó una alternativa didáctica que revela su carácter educativo e integrador y que contribuyó al desarrollo de la cultura pedagógica, de los estudiantes, a partir de la asimilación consciente del modo de actuación, en el que la autovaloración del desempeño profesional es una condición para la elevación de la calidad de la educación.

Desarrollo

La personalidad de maestros y profesores constituyen modelos de actuación para sus alumnos. Sus opiniones y valoraciones enriquecen la concepción de los estudiantes acerca de ellos mismos y del mundo; de su metodología para enseñar y de sus habilidades comunicativas dependerá, en cierta medida, el desarrollo de intereses cognitivos y la proyección futura.

En ese sentido la formación integral de estos profesionales supone especialmente el mejoramiento de su personalidad.

La influencia de la personalidad del profesional que ejerce la Pedagogía Psicología en las personas con las que interactúa es indiscutible, pues se requiere congruencia entre lo que piensa, siente y hace para que estas sientan disposición al diálogo sincero y que la ayuda se haga efectiva en la medida deseable. Es por eso, que la experiencia relacionada con el desarrollo de la habilidad dirección grupal en la que se ha trabajado durante dos cursos lectivos con estudiantes de esta carrera, integra de un modo u otro la dimensión intrapersonal y la interpersonal, pues resulta en la práctica imposible tratar estas dimensiones de modo separado.

Se reconoce la importancia de la apropiación individual de la cultura en la actividad conjunta y comunicativa con los otros en el proceso de mejoramiento personal del estudiante, así como su carácter autodeterminado, con potencialidad para mejorarse en la interacción social, por tanto educable. Así la educación, como proceso social de transmisión de la cultura, constituye un eslabón básico en la activación de los mecanismos de apropiación que conducen a niveles superiores de desarrollo psicológico, entre los que se encuentran los que caracterizan la forma en que un contenido se expresa en las funciones reguladoras y autorreguladoras de la personalidad.

En correspondencia con lo anterior, la atención al joven que estudia la carrera Pedagogía- Psicología como sujeto de la educación es una pauta en el trabajo metodológico, con todas las aristas contempladas en el currículo del profesional, en las que se indica la atención a las tendencias que mejor expresan la integración cognitiva-motivacional en su actuación. Aquí se inserta el problema de la autovaloración, vinculada al compromiso del estudiante con el mejoramiento de su personalidad y con la preparación científica y técnica profesional que le garantiza la cultura pedagógica requerida en el desempeño laboral eficiente una vez graduado, cuyas bases psicológicas no pueden desligarse de la relación entre las necesidades educativas individuales y las sociales.

En este proceso el estudiante se prepara como creador de la cultura pedagógica y en esta se incluye el convivir, el relacionarse con otras personas e insertarse en diferentes tipos de grupos. Este aspecto constituye un elemento singular que sirve de base al desarrollo de la habilidad: dirección del grupo escolar, integrada a las habilidades profesionales pedagógicas del profesional de la educación y específicas del perfil de la carrera Pedagogía Psicología.

Entre las habilidades profesionales pedagógicas delimitadas para la carrera se encuentra: comunicar los contenidos socioculturales que demandan el logro de los fines de la educación en los diferentes contextos de actuación profesional pedagógico; orientar a sujetos individuales y colectivos, en función de su formación y desarrollo inmersos en diversas situaciones educativas del contexto de actuación profesional pedagógico; dirigir el proceso educativo y de enseñanza-aprendizaje, a partir de las problemáticas, de los fines de la educación y de los sujetos individuales y colectivos; y asesorar el proceso educativo y de enseñanza-aprendizaje a partir de los documentos normativos del sistema y nivel de educación, de las particularidades de los sujetos y los contextos de actuación profesional.

Se trabaja desde lo metodológica en la modelación de toda actividad de aprendizaje en la unidad de educación y enseñanza, en la que se intenciona la autoevaluación en su nexo con la evaluación y la coevaluación. Se implementa un instrumento de evaluación (Aun en fase de prueba y perfeccionamiento) que favorece que el estudiante tome conciencia de los niveles de dominio que logra en el desarrollo de sus habilidades profesionales pedagógicas, en cuanto a:

- La asimilación consciente del modo de actuación, en términos de los contenidos socioculturales que demandan el logro de los fines de la educación en los diferentes contextos de actuación profesional.

- La eficacia de la ejecución del modo de actuación, en término de ejecución correcta, independiente, rápida y flexible.

- La expresión afectivo – motivacional.

Lo más significativo es el papel que juega este proceder en la estimulación de una adecuada autovaloración, que no se reduce al reconocimiento de las potencialidades e insuficiencias de diferentes tipos, sino que favorece la motivación y el compromiso personal con los cambios, es decir el automejoramiento y ocurre de este modo, porque involucra la metacognición como proceso que permite la toma de conciencia y el control de todas las acciones que se involucran en el aprendizaje y como plantea D. Castellanos (2002) esta exige del estudiante el análisis y toma de conciencia de los procesos y conocimientos que se necesitan para ejecutar una acción, que posea las habilidades para la regulación de su actuación en el proceso de solución de problemas. Se entiende en esta investigación la estimulación como sistema de influencias pedagógicas, dirigido a alcanzar determinados logros en el funcionamiento y el desarrollo de la formación integral del profesional.

En esta tarea investigativa se trabajó con un grupo de segundo año con una matrícula de 21 estudiantes, apoyado en la observación, la entrevista y el análisis de los productos de la actividad del estudiante. Se tuvo en cuenta el diagnóstico realizado al culminar el primer año, en el que se identifican las fortalezas y debilidades personales, el cual se profundizó con la identificación de los contenidos propedéuticos, expectativas e intereses que sirven de base a las nuevas asignaturas.

El estudiante participa del autodiagnóstico sistemático del desarrollo de su lenguaje, de la atención, de sus estilos de aprendizaje y comunicativos, así como del nivel de funcionamiento de su personalidad y su expresión durante la actividad de estudio. En los resultados del diagnóstico aparecen algunos aspectos coincidentes con los hallados en estudiantes del mismo año académico en el curso anterior.

Se encontró que los contenidos psicológicos relacionados con la estructuración consciente-activa de los elementos esenciales que movilizan su actuación y un esfuerzo volitivo estable son débiles, por lo que no favorece que ocurran cambios rápidos como exige el proceso de formación profesional, y se manifiesta en lo siguiente:

• Es muy alta la aspiración de alcanzar calificaciones sobresalientes en las evaluaciones finales en un 61,9% (13 estudiantes), no tan así en las sistemáticas que con frecuencia, varios de estos, no hacen las tareas orientadas, piden que se les permita entregarlas en otro momento o la hacen parcialmente sin cumplir las exigencias planteadas. En contraposición, solo en un 23,8% (5 estudiantes) aparece en el proyecto de formación profesional, de modo explícito y con alta reflexión, la aspiración de mejoramiento intelectual y de lograr aprendizajes duraderos; estos son los que aceptan la sugerencia de rehacer una tarea con vista a rectificar las insuficiencias señaladas.
• La autoevaluación de la atención, de la memoria, de los estilos de aprendizaje y del lenguaje resultó notablemente alta. Solo el 33,3% (7estudiantes) marcó algunos indicadores de los explorados en el valor medio, el resto de los indicadores fueron evaluados de muy alto por el 66,6% (13 estudiantes). Sin embargo, en el proceso de enseñanza-aprendizaje se observa que con frecuencia se entretienen con facilidad, no escuchan con precisión, distorsionan los fonemas y se producen cambios de palabras, que al tener significados diferentes limitan la comprensión de los conocimientos, con notable repercusión en las calificaciones, así se encontraron cambios tales como: pensamiento abstracto, por pensamiento absoluto, constituir por contribuir. De este aspecto, lo más importante a considerar para el trabajo educativo es que algunos se molestan, especialmente si se afecta la calificación. Esto revela la necesidad de continuar la búsqueda de los factores asociados a estas debilidades, profundizar en las particularidades de la autovaloración y las vías para fortalecer el papel regulador de esta.
• Se manifiesta una baja conciencia de la tendencia orientadora de la personalidad hacia lo individual, lo cual repercute en las relaciones interpersonales y en la adecuada inserción en el grupo, en función del cumplimiento de las tareas de responsabilidad individual en el marco de actividades conjuntas, comprometidas en la estrategia educativa del grupo.
• Se observa también, en algunos casos, la tendencia a culpar a otros por el resultado obtenido en algunas tareas individuales o colectivas, lo cual obstaculiza la solución adecuada de los conflictos surgidos y revela que la autovaloración alta que hicieron de sus habilidades comunicativas, no se corresponde totalmente con la realidad. Esta insuficiencia le limita la posibilidad de establecer relación empática, de pedir y recibir ayuda oportunamente.

Las debilidades señaladas repercuten en la percepción y la valoración que el estudiante hace del profesor y de algunos de sus compañeros de estudio, así como en el grado de satisfacción por la carrera y por el grupo. Supone monitorear sistemáticamente las expectativas de los estudiantes respecto a la carrera, al grupo y al lugar que le corresponde individualmente en la dinámica de relaciones, en función del ajuste de los procedimientos didácticos y educativos empleados en el proceso formativo dirigidos puntualmente al mejoramiento del autoconocimiento, a la profundidad de las valoraciones y a que se produzcan cambios actitudinales.

Los resultados del diagnóstico sistemático constituyó la base del trabajo educativo, concretado en la estrategia educativa del año y en particular en las asignaturas de corte psicológico: Psicología de la Personalidad, Psicología del Aprendizaje y Comunicación Educativa. En el proceso de enseñanza-aprendizaje de estas asignaturas se aprovecha oportunamente el sistema de conocimientos para colateralmente dar atención a las debilidades identificadas, hacerlos partícipe del análisis de los factores que están en la base de estas y sus consecuencias. En algunos casos, en correspondencia con la problemática particular, la atención se hizo de forma individual, mediante el Gabinete de Orientación Educativa o en el trabajo directo profesor–estudiante.

En la organización didáctica del proceso de enseñanza de estas asignaturas se concibieron tareas favorecedoras de la integración de contenidos diversos, apoyado en métodos que propician la reflexión grupal y la autoevaluación y la autovaloración con énfasis en lo siguiente:

• En las relaciones comunicativas, principalmente con los compañeros, y su inserción en el grupo.

Se orientaron varias tareas en equipos, tanto para el componente académico de las asignaturas de la disciplina Fundamentos psicológicos, como las del componente laboral-investigativo y extensionista. Una tarea colectiva de gran interés la constituyó la búsqueda, en dúos, de investigaciones que profundizan en las problemáticas de las diferentes esferas de regulación de la personalidad de los escolares de diversas edades, para posterior en equipos de cuatro integrantes elaborar un artículo científico.

Este tipo de tarea, además de potenciar la integración de conocimientos con la Introducción a la Metodología de la Investigación Educativa y las asignaturas de Psicología, conllevó a estimular la autovaloración acerca de cómo las relaciones interactivas y comunicativas de los estudiantes en estos equipos estaban repercutiendo en la calidad de la tarea y en la atmósfera grupal. 

Para favorecer la autovaloración del aspecto comunicativo les resultaron de utilidad los cuestionarios con los que evaluaron varios indicadores de su conducta asertiva y su disposición a la comunicación, desde la asignatura Comunicación Educativa, así como   el Sondeo de expectativas individuales respecto al grupo. La socialización de los resultados constituyó un factor de confrontación entre la autovaloración y la valoración de los demás, que indica el trabajo educativo que se requiere para que ambos polos jueguen el papel en la autoeducación.

Fue visible la contradicción entre lo que algunos esperan de los demás y lo que declaran que pueden esperar de ellos los demás, cómo quieren que lo traten y cómo tratan en la realidad a algunos compañeros en el grupo.

• En los contenidos afectivo-motivacionales.

Entre las tareas se incluyó la valoración del funcionamiento de la personalidad, a partir de la lectura y análisis de diferentes fuentes bibliográficas, algunas refieren aspectos de la vida de diferentes sujetos y sobre su base, la realización de tareas de autoanálisis que favorecen la autoconciencia y la autovaloración. Entre estos:

• “Siempre hay un verso que apuntar”. Entrevista a Yunier Riquenes un joven escritor y promotor de la Editorial Oriente. 
• “Lo que aprendí de mi padre” de Graziella Pogolotti.

En el proceso de realización de estas tareas se les propuso tener en cuenta los indicadores que caracterizan la forma en que un contenido se expresa en las funciones reguladoras y autor reguladoras de la personalidad que forman parte de los conocimientos que aparecen en el programa de la asignatura: rigidez-flexibilidad, estructuración temporal del contenido psicológico, mediatización de las operaciones cognitivas, capacidad de estructurar el campo de acción, estructuración consciente-activa de la función reguladora de la personalidad o esfuerzo volitivo estable en la  conceptualización y elaboración de los elementos esenciales que movilizan la personalidad.

Otras tareas estuvieron dirigidas a la autoaplicación de algunas técnicas de exploración psicológica y la socialización de los resultados en el grupo lo cual favoreció que cada estudiante escuchara criterios y sugerencias respecto a qué hacer para eliminar las debilidades autoidentificadas. Las técnicas autoaplicadas por los estudiantes constituían tareas de las asignaturas Psicología del aprendizaje, Psicología de la personalidad y Comunicación Educativa, entre estas: Diez deseos, Completamiento de frases, 16-PF, Disposición para la comunicación, Composición Como soy, cómo quiero ser y cómo me ven los demás, Memorias sobre el primer amor, Test de autorreconocimiento de la conducta asertiva, Inventario de rasgos personales, Cuestionario de la inserción social del joven.

Se realizó una tarea integradora utilizada como forma de evaluación final de la asignatura Psicología de la Personalidad en la que los estudiantes podían incluir resultados de tareas de las otras asignaturas. Lo más notable del informe, en el sentido autovalorativo, era la identificación de las fortalezas y debilidades y el planteamiento de posibles acciones para la eliminación de las debilidades.

En las conclusiones elaboradas por los estudiantes en su evaluación final se encuentran indicadores que revelan la contribución del trabajo educativo realizado al mejoramiento de la autovaloración, en el sentido de la toma de conciencia de sus potencialidades y debilidades y de la movilización de los recursos psicológicos para la autoeducación, lo cual es favorable porque hace al estudiante protagonista del proceso formativo personal y profesional. Entre estas conclusiones se encontraron algunas muy interesantes:

 “Las técnicas empleadas a lo largo del trabajo cumplieron su objetivo, sin duda me ayudaron a tener una perspectiva más objetiva de lo que quiero, una opinión mucho más acertada de mí misma y un conocimiento superior de mis potencialidades y debilidades”.

“Las técnicas autoaplicadas me permitieron la identificación de algunos contenidos psicológicos que constituyen fortalezas y debilidades en mi personalidad y concebir sobre su base, vías para el automejoramiento”.

“El autoconocimiento de la personalidad es importante para el psicopedagogo. Me ayudó a implicarme mejor en asuntos inter e intrapersonales y lograr una buena comunicación. El buen conocimiento y dominio de las técnicas aplicadas es importante para el éxito profesional y el mejoramiento personal y me ayudaron a realizar una mejor reflexión sobre mí misma”.

 “Es sumamente importante que no solo conozcamos a nuestros estudiantes, sino que primero debemos conocernos nosotros mismos, autovalorarnos para así ser capaces de autorregularnos como sujetos sociales que conforman la sociedad contemporánea actual. Es por ello que las técnicas autoaplicadas permitieron consolidar el conocimiento de mi personalidad, mi autoestima y conducta asertiva en la actividad cotidiana.”

“Con este trabajo se puede ver la importancia que tiene para el graduado de la carrera Pedagogía-Psicología hacer el autoestudio de su personalidad: descubrí cosas acerca de mi personalidad que consideraba que no formaban parte, con lo que mejoré mi autoconocimiento.”

• En los contenidos cognitivo-instrumentales.

El carácter integrador de las tareas, visto en la atención a los distintos tipos de contenidos de aprendizaje se apoya en el proceso de asimilación del sistema de conocimientos de las asignaturas de la disciplina Fundamentos psicológicos de la educación, que implica la dirección de la actividad del estudiante por la importancia de las operaciones cognitivas como mediadoras de este proceso. Su mejoramiento influye en su flexibilidad, capacidad de estructurar el campo de acción, estructuración consciente-activa de la función reguladora de la personalidad para afrontar las tareas que les permiten su formación profesional y los problemas que surgen en el grupo estudiantil como singular contexto de formación profesional.

La aplicación de los conocimientos a la práctica en sus diferentes dimensiones: personal, grupal, institucional y comunitaria, le permitió a los estudiantes no solo aplicar lo aprendido, sino también resignificarlo sobre la base de nuevas experiencias y valoraciones individuales y colectivas. De este modo, las tareas que facilitaron la adecuada elaboración de un informe escrito, en el que se combinó la teoría de la personalidad como categoría psicológica, con la práctica del autoconocimiento, potenció el desarrollo cognitivo y afectivo motivacional, con la mirada en la autovaloración de la actuación en las mismas, así como las que aplicaron en el análisis y valoración de los problemas observados en su entorno y especialmente en los contextos en los que realizaron tareas extensionistas y de carácter laboral e investigativo.

La realización de estas tareas favoreció cambios en los estudiantes:

• Hubo mejoría en la asimilación de la cultura psicológica por la construcción de significados y sentidos, a partir del dominio del sistema de conocimientos, habilidades y valores.
• Mejoró el autoconocimiento en cuanto a fortalezas y debilidades, especialmente las que tienen que ver con el nivel de protagonismo en todas las tareas y con las relaciones interpersonales en el grupo.
• Hubo una mirada crítica y autocrítica a la dinámica del grupo como contexto de interinfluencia y al rol individual de cada estudiante en el mismo.
• Mayor conciencia de la importancia de elevar el nivel de desarrollo de la autovaloración para que movilice la autoeducación y la asimilación del modo de actuación profesional.

Conclusiones

En la formación inicial de los estudiantes de la carrera Pedagogía-Psicología constituye una necesidad el desarrollo de las diferentes dimensiones de las habilidades sociales en función del cumplimiento eficaz de sus funciones profesionales una vez graduados. 

La autovaloración e inserción de los estudiantes al grupo en los estudiantes de segundo año de la carrera Pedagogía Psicología constituye una arista de las habilidades comunicativas en las que se identificaron debilidades y se concibieron acciones educativas sobre la base  de las potencialidades que tienen los contenidos de las asignaturas de corte psicológico.

La organización didáctica de la actividad de estudio en las asignaturas de corte psicológico dirigidas al mejoramiento de la autovaloración e inserción de los estudiantes al grupo constituyó una meta alcanzable, con el protagonismo del estudiante, el acompañamiento de los compañeros del grupo y con la ayuda profesional de los profesores, expresado en la toma de conciencia de sus potencialidades y debilidades y de la movilización de algunos recursos psicológicos para la autoeducación.

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