Varona

No.62   Enero-Junio, 2016.    ISSN: 1992-82

CREACIÓN Y TALENTO


Las potencialidades talentosas en  los niños de la educación preescolar

Potential in the talented children of preschool

MSc. Tania Salazar Collazo. Investigador. Instituto Central de Ciencias Pedagógicas,
Correo electrónico:    tania.salazar@iccp.rimed.cu.

Dr. C. Cristina de la Caridad Fernández Cabezas. Investigador. Instituto Central de Ciencias Pedagógicas.
Correo electrónico: cristina@iccp.rimed.cu

Recibido: octubre 2015      Aceptado: febrero 2016


RESUMEN

Este artículo ofrece una sistematización de los principales aportes a la conceptualización  del talento desde diferentes contextos y momentos históricos, resaltando los brindados por los estudiosos cubanos. Los cambios a lo largo de la historia en el concepto del talento influyeron notablemente en la identificación de sus características.
Los niños talentosos son el recurso más valioso de la sociedad, porqué serán los futuros artistas, autores, políticos y científicos, es necesario darles una atención adecuada y desarrollar su enorme potencial.
Además se ofrecen indicaciones para las educadoras, quienes tienen la oportunidad de identificarlos y potenciar su talento, así como sugerencias a la familia, para orientarlas y apoyarlas en la atención que les brindan a sus hijos con Necesidades Educativas Especiales.

Palabras clave. talento, educación inicial, potencialidades.

ABSTRACT

This article provides a systematic view of the principal contributions to the concept of talent (gifted children) in different historical periods and contexts, highlighting those offered by Cuban researchers. The changes of the concept throughout history have had noteworthy influence in the identification of its characteristics.
Talented children are society´s most valuable resource, because they will be the future artists, authors, politicians and scientists. They must receive adequate attention so as to fully develop their enormous potential.
It also offers instructions for educators, who have the opportunity to identify them and further develop their talent, as well as recommendations, orientation and support for their families in bringing up these children with Special Educational Needs.

Keywords: talent, initial education, potentialities.



Introducción

La atención al talento en edades cada vez más tempranas es un tema de urgencia que las sociedades científicas deben enfrentar. El reto de la educación del talento comienza a ser visto como una necesidad ante la globalización y todo país debe promover la excelencia de la educación desde una política de equidad.

El psicólogo H. Gardner, en el prefacio al libro “Internacional Hand Book of Research and Development of  Giftedness and  Talent”, plantea que pocos temas han suscitado tanta curiosidad popular, tanto interés científico y político y han resultado tan controvertidos y relevantes para la psicología y la educación, como el concerniente al talento.

Estados Unidos y España, entre otros, iniciaron el estudio de los niños talentos y su atención, siendo protagonistas de estos desafíos.Sus investigaciones brindaron aportes importantes a la conceptualización del talento.

Sus principales tendencias se distinguieron por abarcar desde un criterio de élite al de la equidad y del potencial del individuo y la satisfacción de sus Necesidades Educativas Especiales (NEE), y desde el énfasis en el área intelectual hasta destacar lo afectivo y lo social.

Estos estudios son cada vez más proyectados hacia la atención a la diversidad y a las valoraciones cualitativas, que han recorrido tendencias desde la psicología y la pedagogía, hasta la necesaria interdisciplinariedad. Por lo tanto, a la socialización, colaboración y participación de los propios sujetos y de los agentes y factores de su contexto.

En la literatura coexisten numerosas definiciones de talento, con pertinencia hacia referentes contextuales, multidimensionales y multifactorial, necesarios como un primer eslabón para el estudio objeto de investigación. Estos resultados también se han reflejado en Cuba a través de los antecedentes históricos y en la actual discusión sobre la atención del niño talento en la Educación Inicial.

Desarrollo

En la literatura científica existen numerosas definiciones de talento y cada investigador defiende la suya desde la posición teórica que adopta, por lo que, desde la antigüedad, grandes hombres opinaron sobre la necesidad de desarrollar las posibilidades que posee el ser humano.

Sin embargo, la atención al talento en edades más tempranas no ha sido un tema privilegiado en las investigaciones, pese a que desde la escuela histórico-cultural apuntan a que los primeros años de vida constituyeron para Vigotsky “[...] el período más denso y lleno de valor del desarrollo en general […]” (1). También apuntó que “[…] la regla fundamental del desarrollo infantil consiste en que el ritmo de desarrollo es máximo en el mismo inicio […]” (2), indicando la necesidad de no perder tiempo y brindar una atención oportuna a sus NEE, junto a la preparación que se debe brindar a sus familias.

Confucio (551-449 a.n.e.) fue el primero en plantear que los niños con habilidades superiores debían ser reconocidos y que, a su vez, esas habilidades debían ser desarrolladas. En la época de Platón (428-347 a.n.e.), los niños con dotes superiores eran denominados “Niños de Oro” (Torres, 2001). En la antigua Grecia se valoraba el talento del orador y del artista, mientras que en la antigua Roma se reconocía como talentoso al guerrero y al administrador.

En 1869, el británico Francis Galtón (1822-1911) publicó su libro “El genio hereditario”, en el cual hizo un estudio estadístico de hechos bibliográficos y concluyó que las diferencias individuales estaban determinadas por la herencia. Ese punto de vista considera que el talento está determinado por factores biológicos, defiende la herencia y subvalora el papel del medio social.

Sus criterios sobre el determinismo hereditario en el desarrollo intelectual encontraron, a través de la historia, criterios opuestos, como los de Carlos Marx (1818-1883) y Federico Engels (1820-1895), quienes demostraron el papel del trabajo, la educación y la vida en sociedad en la evolución humana y, sobre todo, en el desarrollo de sus capacidades (Fernández, 2002).
También, la italiana Ezechia Marco Lombroso (Hombres de genio, 1891); Galtón (El genio hereditario, 1869) y Constable (Pobreza y genio hereditario, 1905), llamaron la atención de sus contemporáneos sobre su propia visión acerca del origen, las características y la educación de los individuos excepcionalmente brillantes.

Para los estudiosos europeos, los trabajos del psicólogo alemán, Stern (considerado el padre de la psicología diferencial), publicados en 1916, bajo el título de Investigación Psicológica y Detección de los Talentos, constituyen el embrión de los estudios científicos, aún ya existiendo las investigaciones de Lombroso, Galtón, Costable y Cattell (1906).

El psicólogo Raymond Bernard Cattell, (1905-1998) planteó que era factible obtener una medida de las funciones intelectuales mediante pruebas de discriminación sensorial y tiempo de reacción. Incluyó pruebas de lectura, de asociación verbal de memoria y de aritmética y así intentó medir funciones psicológicas más complejas. Posteriormente, en 1906, realizó el estudio estadístico del hombre de ciencia norteamericano.

En el siglo XX, Alfredo Binet (1857-1911) se enfrentó al problema de medir las capacidades intelectuales a través de un test “para detectar aquellos niños que no podían seguir el ritmo regular de la escuela”. En 1904, al estudiar el nivel de intelecto de los niños con deficiencias mentales, preparó la primera prueba de inteligencia, lo cual constituyó un momento inicial en el desarrollo de los tests de inteligencia. Binet dio paso al florecimiento de la Psicometría, un eslabón fundamental para generaciones.

Los especialistas han ofrecido diferentes elementos sobre el talento. En primer lugar, establecieron que éste no es innato, en correspondencia con el postulado que concibe a la educación guiando el desarrollo y la influencia sociocultural. En segundo lugar, que su máximo desarrollo está dado en la medida en que se identifiquen y se potencien las posibilidades del niño desde las edades más tempranas.

El estadounidense Lewis Madison Termán (1877-1956) realizó en 1922 estudios sobre la inteligencia e inicio un proyecto de caracterización de escolares superdotados, a partir de una investigación longitudinal. Sobre las características físicas, intelectuales y de personalidad de una muestra de 1,528 niños talentosos (Estudios genéticos de los genios), de la clase media, que suele marcar un hito histórico. Definió a los niños superdotados como aquellos  que tuviesen un coeficiente de inteligencia (CI) superior a 140.

La investigación de Termán y sus colaboradores de la Universidad de Stanford, no sólo constituyó un extenso estudio empírico longitudinal realizado hasta el presente, sino que rompió el mito del supuesto vínculo fatal entre genio y desajuste psíquico o patología. Además, planteó que el componente principal de la persona talentosa era un alto nivel de inteligencia, que el CI es la base del rendimiento académico y profesional sobresaliente que mostraron los sujetos de la muestra. Esto sirvió de detonante para una serie de investigaciones, más recientes, orientadas a determinar características distintivas de la sobredotación y el talento  más allá de un cierto nivel de inteligencia.

El también estadounidense Calvin Taylor (1915-2000) planteó en los años 60, su concepción sobre los talentos múltiples. En su modelo, se amplía el concepto de sobredotación porque incluye el desarrollo del talento en diferentes áreas: académica, creativa, planificación, comunicación, pronóstico y decisión.

El esclarecimiento de la estructura de las capacidades lo desempeñó la Psicología de orientación marxista. Autoridades como Rubinstein (1960), Teplov (1961) y Krutresrky (1965), entre otros, otorgaron mucho peso a la teoría de que el talento se define con el contexto en que actúa y depende de la interacción de factores internos y externos.

El polaco Arthur Rubinstein (1887-1982) consideraba que el talento general del individuo se manifestaba en el marco de las aptitudes especiales y estaba vinculado a las condiciones más generales de las formas rectoras de la actividad humana.

El ruso Boris Mikhailovich Teplov sostuvo que las personas talentosas tenían varias capacidades que interactuaban, de las cuales dependía su desarrollo exitoso y que la actividad práctica planteaba determinadas exigencias al ser humano, de ahí que no admitiera la existencia de un talento general, sino de un talento para algo, para una actividad.
Krutietzki dedicó varios trabajos experimentales al estudio de las capacidades matemáticas y, en ellos, encontró que las capacidades intelectuales generales, por su naturaleza, pueden actuar en una serie de casos, como capacidades específicas.

La superioridad en estos campos tiene una mayor manifestación en el desempeño sobresaliente. También, la creatividad y originalidad son características que distinguen el trabajo y el comportamiento verdaderamente talentosos.

Renzulli (1979), uno de los autores de más prestigio y difusión en esta esfera de la investigación, sostuvo que una definición de talento debe hacer alusión a otros componentes esenciales que no son estrictamente cognitivos e incluir la dimensión educativa de este fenómeno. Su concepción de los Tres Anillos, elaborada desde la investigación empírica, plantea que el talento consiste en una interacción entre tres grupos básicos de características humanas, capacidades generales por encima de la media, altos niveles de compromiso con la tarea y altos niveles de creatividad. Los niños sobredotados y talentosos son aquellos que poseen o son capaces de desarrollar este conjunto compuesto de rasgos y aplicarlos a cualquier área potencialmente valiosa de realización humana.

Gardner (1983 y 1991), creador de la teoría de las inteligencias múltiples, que describe como un conjunto de habilidades, talentos o destrezas mentales que permiten al sujeto resolver problemas y crear productos que trascienden un marco cultural determinado, precisó más este concepto y sostuvo que la inteligencia “[…] es un potencial biológico y psicológico, que puede realizarse en mayor o menor extensión como consecuencia de los factores experimentales, culturales y motivacionales que afectan a una persona” […] (3)

En Cuba, desde la antigüedad, se ha estado estudiando el talento. Enrique José Varona (1848-1933), pedagogo ilustre que creó la Escuela Pedagógica de la Universidad de la Habana, le concedió gran importancia al hecho de conocer a los alumnos, otorgándole a la Educación el papel de agente transformador del pensamiento.

La obra de José Martí muestra un marcado interés por la niñez, especialmente en La Edad de Oro (1889), en su texto Músicos, poetas y pintores, donde señala que el mundo tiene más jóvenes que viejos y define a la juventud como “la edad del crecimiento y el desarrollo, de la actividad y de la viveza, de la imaginación y el ímpetu”.

El Apóstol cubano abordó este tema desde varios ángulos, por ejemplo, desde la precocidad, definiendo las edades en las que fueron notables hombres como Mozart, Dante o Miguel Ángel. Asimismo, desde el ángulo de la familia, donde valora su papel para propiciar el talento de estos prodigiosos del arte. (Fernández, 2003).

En 1949, Alonso Iglesias realizó los primeros estudios sobre el talento musical en las diferentes edades.

Los estudios cubanos más recientes del tema brindaron aportes desde diferentes perspectivas. Según Castellanos y Córdova (1992), el talento “[…] es una formación psicológica cualitativamente superior. Es el resultado de la integración funcional de la inteligencia y las capacidades especiales del hombre, con el desarrollo de fuertes intereses en una o más áreas con que este se halla profundamente comprometido emocionalmente. Esto conlleva a la capitalización de los recursos personales, a la actualización y despliegue de las potencialidades creadoras y a su concreción en forma de realizaciones de alto nivel de calidad, pertinencia y originalidad en la(s) esfera(s) de la actividad (desempeño talentoso) […]”. (4)
Fernández C. (2002) planteó que el niño talento es “[…] aquel que se caracteriza por sus resultados altamente satisfactorios en una o varias áreas del conocimiento, las artes y/o el deporte, con altos niveles de motivación por el aprendizaje y que se distingue por el estilo con que aprende y la capacidad para asumir o proponer cambios en los contextos escolar y familiar […]”. (5)

Vera C. (2001, 2002 y 2006) sistematizó el concepto de talento como “[…] una configuración psicológica de la personalidad que integra de manera dinámica las capacidades generales y especiales, una motivación intensa y estable, el esfuerzo volitivo y la creatividad que puede condicionar el éxito en un contexto de la actividad humana personal y socialmente valiosa[…]”. (6)Además, apuntó que es “[…] una estructuración muy compleja, pluridimensional, que representa la unidad dinámica de otros componentes complejos de la personalidad […]”.(7)

La configuración se hace más compleja por su carácter individual en interacción con el medio, a través de la actividad, donde pueden prevalecer diferentes tipos de talentos, lo que revela puntos de contacto con la teoría de las inteligencias múltiples de Gardner.

Vera N. (2011), otra estudiosa cubana, aportó la conveniencia de hacer énfasis en la esfera psicosocial y, muy especialmente, destacó las habilidades sociales como un componente estructural del talento, aspecto poco abordado en la literatura especializada.

Definió al talento como “[…] una configuración psicológica donde se combinan componentes estructurales de naturaleza cognitiva y socioafectiva y se logra el equilibrio entre ellos, fundamentalmente, por el rol mediador que desempeña el desarrollo de habilidades sociales, expresado en los planos inter e intrapersonal y en la singularidad especial  de  los  sujetos, en  sus  altas  capacidades  y  logros  creativos en aquella(s) área(s) de la actividad donde se manifiestan sus motivaciones intrínsecas y su esfuerzo volitivo […]”. (8)

Otros autores emplearon el término de capacidades y muy pocos se refirieron al talento.

Los niños talentos son el recurso más valioso de la sociedad, porqué serán los futuros artistas, autores, políticos y científicos, es necesario darles el tratamiento adecuado porque no atenderlos tendrá como resultado la pérdida de un enorme potencial; hay una posición social ambigua  y controvertida. Por una parte, existe conciencia de que la sociedad necesita de hombres cada vez más capaces para el desarrollo científico, pero a la vez se hace resistencia  a la idea de educar a quienes pueden hacer esos aportes.

Consideramos que la educación está llamada a ocupar un lugar esencial en el nuevo paradigma  económico. En este contexto, urge a la educación trascender sus tradicionales concepciones ante el desafío de promover en todo ser humano el acceso al conjunto de conocimientos, destrezas, competencias, actitudes y valores que le garanticen la participación y el protagonismo en la vida pública y productiva en la sociedad moderna.

La preocupación por el desarrollo de los sujetos talentosos está presente en los ideales de los filósofos desde la antigüedad y en la  actualidad se evidencia un movimiento internacional en torno a ello, lo cuál se debe a tres factores  principales: las exigencias de la sociedad actual, el creciente avance de la ciencia y la tecnología y el interés en el desarrollo del potencial humano.

La Educación Inicial

En Cuba, los niños en el periodo de 0-6 años de edad, reciben atención educativa por la vía institucional: círculos infantiles y aulas del grado preescolar, o por la vía no institucional: Programa Educa a tu hijo, recibiendo atención educativa un 99,5% de la población infantil, lo que les permite estar preparados para el ingreso en la Educación Primaria.

Los niños talentos en estas edades tienden a ser más precoces en la memoria que en la inteligencia general, rendimiento en la lectura o razonamiento especial. En cuanto a las habilidades, se muestran muy diversos y la adquisición de habilidades académicas avanzadas no necesariamente está relacionada con su nivel intelectual. De manera que los niños con habilidades avanzadas pueden tener mayor dificultad en la adaptación y esto puede traer resultados desiguales en las áreas del desarrollo físico y social.

A partir de estas consideraciones, se hace necesario que el proceso de identificación se comience con niños a partir de los 3 años de edad, y que estos sean favorecidos por las modalidades de atención que brinda esta enseñanza, Círculo Infantil y el Programa “Educa a tu hijo”.

Este proceso tendrá como única vía la observación al niño y la recogida de información a través de la familia. Para la observación es necesario:

Ubicar al niño en un entorno educativo favorecedor

Orientar a la familia en el manejo con su hijo.

En la educación inicial, es importante que sea el docente, el que detecte cuándo existe un niño con altas potencialidades, pues es el profesional el que debe adquirir la preparación suficiente de conocimientos Psicológicos y Pedagógicos para dar tratamiento y orientar a la familia y para que, desde las primeras edades se sienten las bases para todo su desarrollo, manifestando signos.

En la educación preescolar, existe la tendencia de confundir la precocidad intelectual con el talento.
Manifestaciones de  potencialidades talentosas en la educación inicial:

Indicaciones a los educadores:

La precocidad intelectual puede ser una premisa para el niño talento.

En el juego se aprecian talentos especiales para la música y el dibujo; los educandos con un alto desarrollo intelectual general, lo realizan de manera más rica.

Es importante potenciar y favorecer el desarrollo de esa capacidad extraordinaria para un campo concreto, sin olvidar la formación integral.

Atención a las diferencias individuales, evitar el Síndrome de Disincronía (Desarrollo heterogéneo específico de los sujetos intelectualmente sobredotados. Consistiría en un desfase, una ruptura, entre la esfera intelectual y las otras facetas de la personalidad). Este fenómeno puede producir problemas de relación  entre:

Sugerencias  a la familia:

La familia constituye el medio socio cultural más importante en que se desarrolla el niño desde su nacimiento: En ella aprende los primeros patrones en el desarrollo de la marcha, el lenguaje, la socialización, a conocer el mundo que le rodea y a formar su comportamiento ante él, así como la formación de sentimientos y emociones, por lo que resulta vital en esta etapa que la educación favorezca su preparación, ante niños con talentos.

A continuación ofrecemos algunas sugerencias a las familias:

La precocidad intelectual supone un desarrollo más rápido que el resto de los niños de su edad, pues están presentes habilidades o realizaciones antes de lo esperado para su edad. No es tanto un fenómeno intelectual como evolutivo.

Es llamativo que en las observaciones realizadas por las autoras, (programadas, independientes, juego, conjunta) no se evidencia atención educativa diferenciada a los niños con niveles altos de desarrollo, se observa atención educativa diferenciada a los niños con niveles de desarrollo bajo en mayor medida que a los niños con niveles de desarrollo alto, las orientaciones metodológicas no ofrecen orientaciones acerca de la atención educativa diferenciada y cuándo se ofrecen están referidas a los niños con dificultades en el alcance de los objetivos.

Conclusiones

  • Es importante determinar los niños con talento desde edades tempranas  para que, de esta manera, los docentes puedan dar tratamiento a las diferencias  individuales y estimular la zona de desarrollo próximo, dándole vigencia al legado de Vigostky, la educación promueve al desarrollo.

    El educador que no atienda a las diferencias individuales puede conducir a una desigualdad de oportunidades. Cuándo un niño bien dotado vive en una familia de buen nivel socio-cultural, la insuficiencia en el proceso educativo se verá muchas veces compensada en casa, y quedarán preservadas las potencialidades para el éxito. Al contrario,  los  educandos de  un origen socio-cultural no adecuado no pueden contar más que con la institución  para responder a su curiosidad intelectual y para estimularla.

    Es de vital importancia que la comunidad científica cubana busque aportes de los docentes de educación inicial comprometidos con la atención a la diversidad. Es indispensable formar personal cada vez más preparado para descubrir y atender a los niños talento y a sus familias.
  •  

    Referencias

    1. Vigotsky L. Obras completas. Fundamentos de Defectología. (t. II. Capítulo 5). La Habana, Cuba: Pueblo y Educación; 1989, p. 114

    2. Vigotsky L. Obras Completas. (t. II. Capítulo 5).  La Habana, Cuba: Pueblo y Educación; 1989, p.117

    3. Lorenzo R. El talento ¿Se hereda o se adquiere? La Habana. Cuba: Editorial Científico-Técnica; 2010.p. 29.

    4. Colectivo de autores. Inteligencia, creatividad y talento. Debate actual. La Habana. Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 2007. p. 22.

    5. Fernández C. Propuesta para el diagnóstico del talento por los CDO, para su atención en la escuela. Ciudad de La Habana, Cuba: ISP Enrique José Varona; 2002.

    6. Vera C. Estrategia didáctica para el desarrollo del aprendizaje de los escolares con talento académico de la Educación Primaria. [Tesis en opción al grado científico de Doctor en Ciencias Pedagógicas]. Ciudad de La Habana. Cuba: ISP Enrique José Varona; 2008, p. 22.

    7. Vera C. Estrategia didáctica para el desarrollo del aprendizaje de los escolares con talento académico de la Educación Primaria. [Tesis en opción al grado científico de Doctor en Ciencias Pedagógicas]. Ciudad de La Habana. Cuba: ISP Enrique José Varona; 2008, p. 22.

    8. Vera N. Estrategia psicopedagógica para desarrollar las habilidades sociales en los escolares con talento académico del segundo ciclo de la Educación Primaria. [Tesis en opción al grado científico de Doctor en Ciencias Pedagógicas].  La Habana. Cuba: Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona.  Facultad de Educación Infantil; 2011,  p. 33

     

    Bibliografía

    Acosta  L.  Identificación de premisas del talento en la edad preescolar. En: Prevención y Educación Preescolar. Selección de lecturas. La Habana. Cuba: Editorial Pueblo y Educación;  2009.

    Castellanos  D. Talento: Concepciones y estrategias para su desarrollo en el contexto escolar.  La Habana, Fernández  C. La identificación de las características del niño talento. alternativa metodológica. [Tesis en opción al Grado Científico de Doctor en Ciencias Pedagógicas]. La Habana, Cuba: IPLAC; 2012.

    Gardner  H. La mente no escolarizada: Cómo piensan los niños y cómo deberían enseñar las escuelas. Barcelona,  España: Editorial Paidós; 1993.

    Maxwell J. El talento nunca es suficiente. Tennessee. Estados Unidos de América: Editorial Grupo Nelson; 2007.

    Lorenzo R.  El maestro y la familia en el proceso de desarrollo del talento. La Habana, Cuba: Impresión ligera; 2009.

    Lorenzo R.  El talento ¿Se hereda o se adquiere? La Habana, Cuba: Científico y Técnica; 2010.

    Martínez M.  Inteligencia, creatividad, talento. Debate actual. La Habana, Cuba: Pueblo y Educación;  2002.

    Rodríguez A. Prevención y diversidad. La Habana, Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 2009.

    Torres O. Algunos antecedentes sobre el desarrollo del talento. La Habana, Cuba: Impresión Ligera proyecto ARGOS; 1996.

    Torres O. Propuesta de una estrategia pedagógica para el desarrollo del alumno talentoso. [Tesis en opción al grado científico de Doctor en Ciencias Pedagógicas]. La Habana. Cuba: ISPEJV; 2001.

    Vera C.,  Vera N. El maestro como fuente de identificación pedagógica. La Habana. Cuba: Impresión ligera. Proyecto ARGOS; 1993.

    Vera C. Manual para la identificación de talentos escolares en la Educación Primaria. (Tesis de Maestría). La Habana, Cuba: ISPEJV; 2001.

    Vigotsky L. Obras completas. Fundamentos de Defectología. (t. V).  La Habana, Cuba: Pueblo y Educación; 1989.

    Vigotsky L. Pensamiento y Lenguaje. La Habana. Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 1982