Dr.C. Josefina Caridad Piñón González, Vicerrectora de Investigación y Posgrado, Profesor de Emérito de la Universidad de Ciencias Pedagógicas “Enrique José Varona”.
Correo electrónico: josefinacpg@gmail.com  josefinapg@ucpejv.rimed.cu

Recibido: noviembre 2015      Aceptado: febrero 2016

Introducción

Para identificar el papel y el lugar de la universidad actual y con ello, poder establecer, del mejor modo posible su modo de formación, hay que buscarlo en la propia misión de la universidad, para lo cual es necesario centrar la atención en aspectos verdaderamente esenciales para su caracterización. Horrutinier, P declara que la idea es muy compleja y polémica, y que en cada estudioso de este tema es posible encontrar una respuesta diferente. El propio autor sustenta que como núcleo de la misión de una universidad moderna, se debe tener en cuenta: preservar, desarrollar y promover la cultura de la humanidad. Para Horrutinier, promover la cultura de la humanidad, desde la misión que debe asumir la universidad en el Siglo XXI, es ante todo, “garantizar la transferencia del acervo cultural de la humanidad de una generación a otra” (1).

Existe una tendencia muy frecuente en la literatura actual a restringir la misión de la universidad a ser portadora de conocimientos, donde el emisor es el profesor y el receptor el estudiante. La Universidad de Ciencias Pedagógicas “Enrique José Varona” desarrolla su acervo cultural con la alta responsabilidad de cumplir con la misión de  ser portadora de la formación del profesional, para desarrollar cultura, una condición necesaria de la universidad moderna, donde el quehacer investigativo es el proceso impulsor de su desarrollo.
Misión de la Universidad de Ciencias Pedagógicas  “Enrique José Varona”: La formación integral de profesionales capaces de asumir el reto de la educación de las actuales y futuras generaciones de cubanos en la capital y el resto del país, así como contribuir a la preparación, superación y desarrollo de los educadores de Latinoamérica, el Caribe y otras partes del mundo. En ella se identifican por líneas generales de la investigación científica las siguientes:

La formación integral y continua del profesional de la educación

Estudio de las regularidades y tendencias de las Ciencias de la Educación

De lo antes expuesto coincidimos con Alarcón, R., al decir que lo alcanzado nos obliga a profundizar y perfeccionar el trabajo, para lo cual se necesita de la retroalimentación de todas las experiencias, con el objetivo de hacer más eficiente nuestro modelo de gestión universitaria; esto hace pensar que hay que transformar las investigaciones para que el flujo de conocimientos tenga mayor intencionalidad sobre el desarrollo del profesional que se aspira formar.

Es incuestionable que la Universidad de nuestros tiempos trabaje en una nueva dimensión de responsabilidad colectiva con la sociedad, que exige y, por tanto, obliga a cambios cualitativos en el modelo de gestión para garantizar la integración de los procesos sustantivos, en aras de que los impactos en la universidad, en la sociedad y en el medio ambiental, sean cada vez más congruentes con los ideales de justicia social y de defensa del medio ambiente (2).  Ello conlleva a lograr un compromiso pleno del claustro y, en especial de quienes dirigen la institución que atraviesa por cambios conceptuales en la gestión de dirección a partir de encontrar en la sociedad su razón principal de existencia.

La Universidad de Ciencias Pedagógicas “Enrique José Varona” , desde su creación en 1964, ha asimilado, creado y desarrollado concepciones pedagógicas revolucionarias para formar un nuevo tipo de profesor, con sólida preparación científica, tecnológica y humanística, con dominio de la teoría y la práctica pedagógica actualizada y un compromiso probado, con la ideología de la Revolución Cubana. Para alcanzar tales propósitos se desarrolla un proceso de formación que busca contribuir al desarrollo de la cultura general integral de las actuales y futuras generaciones de profesionales de la educación, en las diferentes especialidades pedagógicas, esto evidencia que se encuentra preparada para gestionar el conocimiento y aplicarlo en la formación integral y continua, donde la investigación y la innovación aportan a la solución de necesidades sociales, culturales, económicas y ambientales.

La Universidad como institución innovadora,  responde al sistema de innovación “conjunto constituido por las organizaciones, las instituciones, las interacciones entre distintos actores colectivos y las dinámicas sociales generales que con mayor incidencia tienen las capacidades disponibles para la investigación, el desarrollo experimental, la innovación tecnológica y la difusión de los avances técnico-productivos” (3). Ello conlleva a considerar la innovación como un fenómeno interactivo donde confluyen factores sociales, políticos, institucionales y culturales, donde se rechaza la linealidad de los procesos y facilita  declarar que el conjunto de actores participantes en el proceso innovador deben tener en cuenta el aprendizaje interactivo, al respecto Saturnino  de la Torre considera que la innovación es un proyecto socioeducativo mediante el cual se posibilita el crecimiento personal e institucional; lo que  permite afirmar que no solo es necesario “saber” sino “saber hacer” en función del perfeccionamiento de la formación integral y continua de la educación superior.

Otros investigadores sobre el tema consideran que la innovación es el aspecto más visible de la ciencia para una población, o sea, es lo que las personas perciben de los resultados de la ciencia. Según González, M. y Vigoa, R. en la tercera edición del Manual de Oslo se amplía  la definición de innovación como la implementación de un mejorado  producto (bien o servicio), de un proceso, de un nuevo método de comercialización o de un nuevo método de organizativo,  en las prácticas internas de la empresa, la organización del lugar de trabajo  o  las relaciones exteriores (OCDE e Eurostat, 2005). Según estos autores la innovación es también un factor crítico para el desarrollo de los países, en el contexto de una sociedad y economía basada, de modo creciente,  en el conocimiento (4). Para la autora del presente artículo la innovación por su carácter social tiene por intención ir a la búsqueda de nuevas proyecciones de respuestas que respondan a una determinada situación socioeducativa, económica y  ambiental dirigida al cambio de los actores implicados para contribuir al perfeccionamiento en un contexto determinado. Esto no implica rechazar lo construido más bien retomar la historia y crecer en ella con mirada proyectiva renovadora y comprometida con el desarrollo local. Es imprescindible fortalecer la universidad como institución del conocimiento (relacionando con el desarrollo académico) e integrar sus diversas funciones (formación, investigación y extensión).

Desarrollo

No cabe duda  que las universidades de mayor categoría son las que hacen importantes contribuciones al progreso del conocimiento mediante la investigación, de hecho enseñan con programas de estudios y métodos pedagógicos más innovadores (5), menciona que la variable esencial, para la transformación de la sociedad como un todo -lo cual incluye al Estado, al mercado y a la sociedad - es la educación superior. Esto es así en la medida que se contribuya  de manera decisiva,  a modificar el entorno en su totalidad, ser clave para el perfeccionamiento de los niveles precedentes de enseñanza y construir espacios que den una verdadera dimensión de educación continua a la enseñanza universitaria. La concepción de universidades innovadoras, ha permitido el tránsito de  instituciones tradicionales a formadoras de profesionales con un desarrollo importante en la  investigación científica y tecnológica con  actitud y prácticas innovadoras. La esencia de las estrategias de transformación conlleva  especialmente a la necesaria construcción de una cultura innovadora del trabajo que adopta y promueve el cambio.

¿Cómo se encuentra la Universidad de Ciencias Pedagógica “Enrique José Varona” ante tales retos?, la respuesta a la interrogante constituye la esencia del objetivo del trabajo dirigido a socializar los resultados de la actividad científica educacional desde una concepción de integración científica innovadora  que propicia el reconocimiento de la institución  a nivel nacional e internacional, donde se evidencia su participación y contribución al desarrollo local.

Para comprender la respuesta a la interrogante, es necesario conocer que la  vía para asumir la concepción  de integración científica innovadora, en la Universidad de Ciencias

Pedagógicas  de “Enrique José Varona” tiene por  intención,  mediante  el proceso lógico aplicado,  extraer de la realidad educativa el criterio construido, esto llevó a la investigadora al estudio de la codificación de datos que responden a los balances de resultados sobre la ciencia e innovación tecnológica; la utilización del método de sistematización dirigido a conocer experiencias en diferentes contextos educativos; así como  el análisis de las consecuencias de los métodos de dirección impuestos, en determinados momentos. Ello facilitó  triangular resultados de concepciones y experiencias de especialistas, profesores, estudiantes y cuadros de dirección para trazar vías que conllevaran al cambio de mentalidad en cuanto a lograr paulatinamente una estrategia de trabajo en el área de la producción científica, con visión integradora, trasformadora y proyectiva.

Para la universidad de ciencias pedagógicas, la innovación supone el fortale­cimiento de la investigación que aúne calidad y perti­nencia y, a través de ello, la capacidad de producción y circulación de conocimientos, alineándolos con las necesidades y demandas de la sociedad, los sectores productivos, las comunidades y la sociedad toda. Esto conlleva a considerar  lo expresado por el Ministro de Educación Superior de Cuba, Alarcón, R. (2014), “la universidad innovadora será aquella capaz de gestionar conocimientos y promover innovación mediante la inte­racción con el entramado de actores colectivos, contri­buyendo al despliegue de los sistemas locales, regiona­les, sectoriales y nacionales de innovación” (6).

En el Congreso Universidad 2016 el Ministro de Educación Superior de Cuba, (2016),  resaltó la imperiosa necesidad de hacer de la universidad, una institución innovadora, a pesar que es interpretada de diversos modos, por ejemplo,  en algunos casos dentro de la lógica neoliberal se reduce a la universidad dedicada a hacer negocios, a capitalizar el conocimiento sin otras proyecciones. Esto destaca que la universidad innovadora es la antítesis de organizaciones estáticas, sujetas a modelos que pertenecen al pasado, es la institución que se reforma permanentemente, enriqueciendo su modelo de gestión, para cumplir mejor su función social mediante la sinergia de las actividades de formación, investigación y la extensión universitaria, vinculadas siempre con al sociedad, universidad que favorece los procesos de acceso, permanencia y egreso de los estudiantes, actualiza sistemáticamente al posgrado e incorpora las tecnologías más avanzadas y pertinentes para los fines educativos, ello conlleva a fortalecer la investigación  para que aúna la calidad y pertinencia, la capacidad de producción y circulación de conocimientos alineando las necesidades y demandas de la sociedad, los sectores productivos y la comunidades.

La Universidad de Ciencias Pedagógicas “Enrique José Varona” dirige su gestión de conocimientos en políticas centradas en la innovación,  que implica  superar dialécticamente el modelo lineal por modelos más interactivos, no se aferra a modelos rígidos, de ahí que:

La comunidad universitaria toma por base un sistema edu­cativo, científico y tecnológico.

La investigación tiene por soporte una comunidad universitaria comprometida con   el  desarrollo creativo e innovador, capaz de fortalecer la colaboración y cooperación entre los actores que trabajan con interés  y capaci­dad para recibir trasmitir conocimientos que favorecen  el desarrollo local.

La  universidad como institución innovadora en su propio accionar debe evidenciar la afirmación de  que para que haya integración es necesario las interconexiones entre los resultados científicos para su posterior introducción y generalización en la práctica educativa; esto permite tomar en cuenta procesos como: EL intercambio científico hacia dentro y hacia fuera de la universidad lo que posibilita la elevación de la calidad intrínseca, al mismo tiempo que se abre al entorno a la satisfacción de sus necesidades y a la búsqueda de nuevas experiencias para su ulterior desarrollo. La cooperación, dirigida a  establecer un trabajo científico coordinado entre los investigadores cuya tendencia no sea modificar el trabajo científico individual, sino potenciar el carácter socializador y colectivo encaminado a encontrar alternativas que faciliten el cambio o perfeccionamiento del objeto investigado. La colaboración, regida por el compromiso individual y colectivo de contribuir a resolver con eficacia los problemas educativos y trazar estrategias conjuntas que respondan a las nuevas realidades surgidas de las contradicciones de la práctica social (7).

La integración científica a partir de una concepción innovadora permite afirmar que:

La investigación debe estar  directamente dirigida a las trasformaciones deseadas.

La comunidad universitaria con intencionalidad y protagonismo tiene que trabajar por investigar y los cuadros de dirección facilitar la implementación de resultados, donde la evaluación constituya un proceso de retroalimentación y reconstrucción para el perfeccionamiento del trabajo educativo.

Los requisitos evidencian  el nivel alcanzado por la Universidad,  una vez que sus 38 proyectos de investigación dan por resultados 68 respuestas dirigidas a:

Sustentar en las comisiones de carreras el sistema de conocimientos teórico –prácticos que proyecta la educación superior en el nuevo Plan de Estudio, donde se conciben las carreras con una duración de cuatro años y en donde se articula la formación inicial, la preparación para el puesto de trabajo y la formación continua como un único proceso integrado. En este  proceso integrado la preparación  para el empleo  constituye el  eslabón articulador para perfeccionar la formación inicial y continua.

Los premios y reconocimientos a nivel nacional e internacional, manifiestan la visibilidad y consolidación de los aportes al desarrollo educativo en diferentes contextos. 

La relación de las líneas  de investigación con los programas de maestrías, especialidades de posgrado y la formación Doctoral, como productos de los  proyectos de investigación, dirigidos al perfeccionamiento de los actores encargados de implementar la producción científica en función del cambio deseado. 

La incorporación de estudiantes desde su práctica laboral  en diferentes grupos de desarrollo y proyectos, lo que conlleva a formar la cultura por el trabajo científico como parte de su formación integral.  

Alarcón Ortiz, R. (2016) afirma que no siempre la innovación se basa directamente en la investigación científica, se debe apoyar en el aprendizaje, en la capacitación de los trabajadores, tanto manuales como intelectuales, en el aprender haciendo, en el aprender interactuando, entre otra vías y considera que la formación de grado, posgrado y la extensión universitaria son formidables vehículos para fomentar el aprendizaje.

Al respecto la Universidad de Ciencias Pedagógicas “Enrique José Varona” desarrolla durante cinco años un plan  de capacitación en los municipios de educación,  donde 11 444 maestros y cuadros de dirección son  atendidos según sus necesidades en su desempeño profesional pedagógico, además de nutrirse con la participación de diferentes actores de organismos y empresas a establecer convenios que fortalecen la formación inicial y permanente de profesionales en diferentes áreas del saber científico. Si a estos resultados se le añade la matrícula en cursos por encuentro, durante el curso  2015-2016, que se desarrollan en las sedes universitarias en los municipios de educación Plaza, San Miguel del Padrón y  La Habana Vieja,  el total general asciende a 19 524 matriculados.

La universidad cubana ha vivido en las últimas décadas un conjunto de cambios relevantes – afirman Nuñez Jover, J y Quiñones,  A. (2016),  al respecto llaman “giros” a los cambios,  que desde la Reforma Universitaria de 1962 generalizó la investigación científica en la vida universitaria; en cuanto al “giro de la innovación”, declaran que  ocurrió  desde fines de los 80 y más recientemente  el “giro territorial”, al referirse a la actual concepción de desarrollo local. El contexto social que dio lugar a estas transformaciones demandó desde el primer momento una fuerte relación de la universidad con la sociedad; la universidad se concibió como un agente del desarrollo y en consecuencia, la pertinencia social se integró como valor clave al funcionamiento institucional, condición  que actualmente es retomada desde una concepción cualitativa y contextualizada al desarrollo socioeducativo (8).

El  “giro territorial”  de las universidades comenzó con el proceso de la municipalización de la educación superior,  orientada a garantizar el acceso pleno en las Sedes Universitarias Municipales, lo que  constituye una innovación institucional que facilitó la formación inicial y continua; sin duda estas trasformaciones tuvieron consecuencias favorables para los municipios y en especial para los estudiantes en formación sin excluir a  los profesionales matriculados en programas de posgrado. Es significativo el trabajo realizado por  la Universidad de Ciencias Pedagógicas “Enrique José Varona” al tener 3 277 maestros y cuadros de dirección graduados en programas de académicos de posgrado  (maestrías (2875); especialidades (373) y doctorado (29) en diferentes niveles de educación  (desde la educación infantil hasta la educación media superior).
González  Pérez, M. y  Vigoa Hernández, R. (2016) plantean que el conocimiento tiene un costo, y no es barato, “el costo del conocimiento se transfiere al costo y al precio de los productos” y en la medida que se incorpora es fuente de valor por ser una expresión del trabajo. El recurso “conocimiento” tiene también particularidades que lo diferencias de otros recursos, es infinitamente expansible, siempre se puede generar más, no se gasta, se enriquece en la medida que es aplicable y se vincula  a un contexto concreto, nacional o local. Si bien el conocimiento requiere de un constante perfeccionamiento ajustado a las necesidades sociales, las instituciones de la educación superior requieren de un cambio de concepción sobre cómo generar el conocimiento a partir de llevar un control continuo y sistemático de los aprendizajes, aspecto aún no logrado totalmente con el rigor que demanda el cambio social (9).

La Universidad de Ciencias Pedagógicas “Enrique José Varona” desarrolla un entramado de relaciones,  donde cada componente juega un papel esencial desde la integración científica con visión  innovadora, expresada en la práctica desde la estructura siguiente:

El tejido de relaciones que se manifiestan en la integración científica innovadora permite afirmar que la investigación  tiene carácter innovador en la medida que  está directamente vinculada a las trasformaciones deseadas.

Conclusiones

Lo logrado en la Universidad de Ciencias Pedagógicas “Enrique José Varona” como Universidad del Siglo XXI está dado por el cambio en el pensar y actuar, ajustado al desarrollo socioeducativo que reclama nuestros tiempos.

Referencias

1. Horrutinier Silva  P. La universidad latinoamericana en la época actual tendencias, retos y propuestas innovadoras. (Curso 23. Congreso de Pedagogía 2009). La Habana. Cuba: Editorial Educación Cubana;  2009,  p. 7.
2. Alarcón Ortiz R. Conferencia inaugural. “Universidad Socialmente Responsable”. (9no Congreso Universidad 2014). La Habana. Cuba: Editorial Universitaria; 2014, p.3.
3. _____________________.  Conferencia inaugural “La ciencia de la educación en una universidad integrada e innovadora. (Congreso Pedagogía 2015. 26 al 30 de enero de 2015). La Habana. Cuba: Educación Cubana; 2015,  p.6.
4. González  Pérez M., Vigoa Hernández R. La investigación y la innovación en la universidad. (Curso No. 15 en el 10mo Congreso Internacional de Educación Superior Universidad 2016). La Habana. Cuba: Editorial Universitaria;  2016, p. 9-18.
5. López S. Estrategias para la construcción de universidades innovadoras. Revista Educación Superior y Sociedad; Vol. 11 (Nº 1), p. 3-8
6. Alarcón Ortiz R. Conferencia inaugural. “Universidad Socialmente Responsable”. (9no Congreso Universidad 2014). La Habana. Cuba: Editorial Universitaria; 2014, p.6.
7. Piñón González J.  La integración científica, un desafío en la relación ciencia y sociedad (Congreso de Pedagogía 2014) . La Habana. Cuba: Educación Cubana; 2014, pp.4-5.
8. Núñez Jover J. y Alcazar Quiñones A. ¿Universidad y desarrollo local/territorial?. Argumentos conceptuales para las políticas institucionales. En: Universidad y desarrollo local: contribuciones latinoamericanas. La Habana. Cuba: Editorial Universitaria Félix Varela; 2016, p. 191. 
9. González  Pérez M. y  Vigoa Hernández R. La investigación y la innovación en la universidad. (Curso No. 15 en el 10mo Congreso Internacional de Educación Superior Universidad 2016). La Habana. Cuba: Editorial Universitaria;  2016, p. 9-18.

Bibliografía

Alarcón Ortiz, R. Conferencia inaugural Universidad innovadora por un desarrollo humano sostenible: mirando al 2030. La Habana. Cuba: Editorial Universitaria; 2016.

García Cuevas, José Luis y González Pérez, M, Gestión universitaria del conocimiento y la innovación para el desarrollo local. (Curso No. 2 en Congreso Internacional de Educación

Superior.  Universidad 2016). La Habana. Cuba: Editorial Universitaria; 2016.

Núñez Jover, J. Referentes para un debate sobre el papel de la ciencia universitaria. En: La ciencia universitaria en el contexto de la actualización del modelo económico cubano. La

Habana. Cuba: Editorial Universitaria Félix Varela; 2013.