Varona

No.61   Julio-Diciembre, 2015.    ISSN: 1992-82

Hablemos del lenguaje


Dra. Cs. Angelina Roméu Escobar. Profesora Titular. Profesora Consultante. Profesora de Mérito. Universidad de Ciencias Pedagógicas "Enrique José Varona". La Habana, Cuba
Correo electrónico: angelinare@ucpejv.rimed.cu



Estimados lectores:

¿Sabe usted cuándo los textos que lee o que  escribe están bien construidos?

Para que un texto resulte adecuado a la comunicación debe poseer determinadas características, a las que se les denomina características de la textualidad. La textualidad, según Beaugrande, ¨no es simplemente un conjunto de "unidades teóricas o de reglas, sino un logro humano en materia de hacer conexiones donde quiera que tengan lugar acontecimientos comunicativos”.

Estas características son: la coherencia, la progresión temática, la pertinencia, el cierre semántico, la intencionalidad, la aceptabilidad,  la informatividad, la situacionalidad y la intertextualidad.

Las conexiones entre recursos gramaticales, tales como los pronombres, los conectores, la elipsis, el orden de las oraciones, y recursos léxicos, como la repetición de palabras, los sinónimos, la distribución del léxico y otros,  garantizan la coherencia formal o cohesión; las que permiten la unidad de los significados posibilitan la coherencia semántica y las que garantizan la adecuación del texto al contexto, la coherencia pragmática.  La progresión temática nos revela la permanencia y avance del tema que se está desarrollando. La pertinencia tiene que ver con la explicitud, la gradualidad y las relaciones semánticas en el texto. El cierre semántico nos indica que el texto está acabado y que tiene una relativa independencia. La intencionalidad revela la intención del que habla o  escribe; la  aceptabilidad  atañe a lo que los  oyentes se comprometen a hacer; la informatividad tiene que ver con cuán nuevo o inesperado es el contenido; la situacionalidad concierne a las circunstancias en curso durante la interacción y la intertextualidad revela la huella de otros textos en el texto que leemos o escribimos.  De dichas características, la más importante es la coherencia, pues si el texto no es coherente, se dice que es un no-texto. Profundiza en este tema, y comprobarás cuán útil te será para comprender y construir textos.


Beaugrande,  Roberto de   (2000). La saga del análisis del discurso.   En: El    discurso  c omo   estructura   y   proceso.    Estudios   sobre   el   discurso I, Compilador  Teun A. van Dijk. Barcelona:  Gedisa, p. 93