Varona

No.60   Enero-Junio, 2015.    ISSN: 1992-82

Varona, la cultura y los profesionales de la educación

Varona, the Culture and the Professionals of the Educations

Dr.C. Ana María Ossorio Salermo. Profesora Auxiliar. Universidad de Ciencias Pedagógicas "Enrique José Varona". La Habana, Cuba.

Correo electrónico: anamos@ucpejv.rimed.cu

Recibido junio de 2014   Aceptado octubre de 2014


RESUMEN

En el artículo se realizó un acercamiento a uno de los grandes patriotas y pensadores cubanos de las etapas colonial y republicana: Enrique José Varona, quien en disímiles artículos periodísticos, ensayos y conferencias trató el tema de la cultura desde una perspectiva que aún tiene vigencia, por lo que constituye un referente indispensable para los profesionales de la educación. Sus ideas semióticas, axiológicas y antropológicas sobre la cultura; así como el papel de los artistas, los jóvenes y las mujeres en la sociedad revelan su marcada incondicionalidad a la patria que amó y defendió desde el campo de las ideas. Varona percibió la cultura como un espacio social en el cual se concentran, fundadoras y vitales, todas las voces del pasado y del presente, y no solo en su aspecto conceptual, sino también en la vibración de sus emociones, en un modo que, para él, incluye la percepción ética en tanto sentimiento colectivo; de ahí la importancia de que los estudiantes de las carreras pedagógicas se acerquen a esta importante arista varoniana.

PALABRAS CLAVE: pensamiento, cultura, cubano, semiótica, axiología, profesionales de la educación.

ABSTRACT.

The present article carries out an approach to one of the great patriots and thinkers of the Cuban colonial and republican: Enrique José Varona. The philosopher who discussed culture in various articles, essays and lectures from a perspective that is still valid, which is why he is an indispensable reference for studies of Cuban cultural thinking of all times. His semiotic conception, his moral and anthropologic concept of culture, as well as his idea of the role of artists, youth and women in society, reveal his clear unconditional love to his native country that he defended from the field of ideas. Varona sees culture as a social space in which all voices, founding and vital, of the past and the present, come together. Not only in their conceptual aspects but also in the vibration of their emotions, in a way, this includes in his opinion the ethic notion of collective feeling.

KEYWORDS: thinking, culture, cuban, semiotics, moral concept, education professional.


Introducción

Los estudios sobre el pensamiento cultural cubano que se desarrollan actualmente toman como referente los criterios lotmanianos que sugieren que la cultura es un macrosistema de comunicación, que permite la interrelación con la naturaleza, con la sociedad misma y sus individuos; y como nexo comunicativo, posibilita la relación con el pasado, actuar en el presente y proyectar hacia el futuro.

Desde esta perspectiva se enfatiza en la comunicación que esté marcada por un sentido axiológico; es decir, que sea portadora de valores. Tal concepción semiótica y axiológica de la cultura presupone también las funciones informativo-cognitiva y de control, lo que marca su carácter abierto, complejo y profundamente evolutivo.

De esta forma, al estudiar la figura de Enrique José Varona se destaca que las ideas acerca de la cultura, de este cubano excepcional, constituyen uno de los polos de imantación fundamentales en su prolífera obra, pues aunque no dedicó un texto específico y extenso al tema, a lo largo de su producción escritural, se encuentran sabias y agudas observaciones sobre el tema, pues Varona tiene una concepción de esta (la cultura) como proceso, donde una nación no solo se diferencia de las otras, sino de la que ella misma fue en un período precedente; a la vez, tampoco consiste en una modelación en lo absoluto inestable en el tránsito de una etapa a otra etapa, puesto que el carácter de un pueblo contiene cimientos -residuos- que la evolución no solo deja intactos, sino que reafirma.

La identidad cultural, por lo demás, no es para él figuración intangible, sino que muestra como un sello en cada individuo, el cual no es otra cosa que "obra" de la cultura, revelación de la identidad nacional, en la cual la moral desempeña una función de primordial importancia. Su imagen de la cultura parece adelantar, en más de un momento, la metáfora del siglo XX de la cultura como cámara de resonancias, pues Varona la percibe como un espacio social en el cual se concentran, fundadoras y vitales, todas las voces del pasado y del presente, y no solo en su aspecto conceptual, sino también en la vibración de sus emociones, en un modo que, para él, incluye la percepción ética en tanto sentimiento colectivo.

Un balance de su aporte al pensamiento cultural cubano puede sintetizarse en dos cuestiones básicas. Ante todo, su idea de la comunicación entre la cultura del presente y la del pasado, la cual es, sobre todo, integrativa, pues Varona defiende el progreso, pero no de manera indiscriminada; por lo que con él, el siglo XIX entronca con el siguiente subrayando la vigencia dominante de un tópico en el pensamiento cultural cubano: la eticidad como primordial función normativa de la cultura. Varona aporta ya una evidente concepción de la cultura como sistema, idea que en él resulta un antecedente luminoso de la perspectiva antropológica de Fernando Ortiz.

Por ello, es que el objetivo del presente artículo es valorar otras ideas de Enrique José Varona que corroboran su trascendencia como pensador decimonónico que transita al siglo XX cubano y que es un referente indispensable para los profesionales de la educación.

Desarrollo

Hay muchas maneras de acercarse a la vida y a la obra de Enrique José Varona (Puerto Príncipe, 13 de abril de 1849 – La Habana, 19 de noviembre de 1933); sin embargo, se considera que una muy útil resulta la carta autobiográfica que desde La Habana, fechada el 2 de julio de 1917, le dirigiera al Sr. Don Ventura García Calderón en París, pues en ella no solo hace referencia a sus datos personales, sino que destaca la influencia de su padre en su sólida y bastante autodidacta formación humanística y enfatiza: "He cultivado diversas ciencias, especialmente la psicología; y he conservado y conservo, como don precioso de mi risueña edad infantil, el amor más profundo al arte inagotable, al arte, o lo que se nos presenta como tal en la naturaleza; y el arte en todas las invenciones humanas".(1)

Filósofo, poeta, ensayista, conferencista, periodista, crítico literario y de arte, políglota, psicólogo, pedagogo fundador y renovador, fue Varona, sobre todas las cosas, un patriota cuya integridad moral sirvió de guía a la juventud cubana en los sangrientos días de la dictadura machadista, pues ya en los aciagos tiempos coloniales el Apóstol se alegraba al verlo entre todas las penas que sufría Cuba "…como una flor de mármol"(2): tierno, sensible; pero firme e incorruptible.

Para Varona "La cultura es un barniz quebradizo que al menor golpe salta",(3) quizás por eso  cuando en La nueva era: Tejera-Borrero-Varela Zequeira, estudio fechado en La Habana el 28 de febrero de 1879, reflexiona sobre el compromiso ético de los poetas, afirma que "El poeta ha de llevar la voz por todos; nos hemos de reconocer en él; de lo contrario sus notas se perderán en el vacío. De aquí se desprende que el poeta ha de estar en el mundo, ha de seguir con interés las vicisitudes de su época, no ha de ser indiferente a la suerte de su país; y que mientras más llenos de acontecimientos sean los períodos históricos, y mayores las emociones que palpiten y pugnen en el corazón de los hombres de una época, más elementos encuentra la misma poesía subjetiva para enriquecer el diapasón de sus cantos".(4)

Así refiere Varona E J, "Los que han estado lejos de Cuba han podido vivir en comunicación más íntima con otras razas, con otras instituciones, han tenido que interesarse por otros problemas no menos pavorosos que los nuestros, han conocido nuevos y variados aspectos de la existencia individual y social; los que han permanecido en Cuba han podido sentir removerse en su alma todas las angustias de las horas críticas en la vida de un pueblo, todos los terrores de las grandes calamidades públicas, han podido escuchar el clamoroso concierto de todas las miserias humanas, y han aprendido por propia, larga y lastimosa experiencia cuan dura de sobrellevar es la pesadumbre de una desgracia colectiva. Unos y otros han de sentirse hoy más hombres y más artistas".(5)

Y sus valoraciones críticas sobre estos tres poetas lo llevan a precisar, desde su perspectiva, cuál es la función del arte: "Muchos sostienen hoy que la función del arte es eminentemente social, que el arte debe inspirarse en las conquistas de la ciencia y del derecho y ser un poderoso propulsor en la vía de las futuras conquistas. Acepto gustoso esta doctrina, con una sola limitación: la de que el arte procede así inconscientemente. Es un factor social, porque es una de las formas de la actividad humana; es un productor de fuerza, porque eleva la escala emocional en el individuo, comunica las emociones de unos en otros, y por la comunicación las centuplica. Pero no pretendamos que el artista tenga siempre plena conciencia de los efectos que va a producir, fuera de la órbita del sentimiento estético; mataríamos el arte, desde el punto en que sustituyéramos la reflexión a la inspiración".(6)

Y termina afirmando con mucho optimismo que: "Por mi parte, reconociendo como reconozco, la suma importancia de la manifestación artística en la vida de un pueblo, no cerraré un estudio en que me he ocupado de la nuestra, sin excitar a la juventud que hoy se lanza llena de vigor a tomar su parte en la obra común; aconsejándole que no olvide a sus precursores, que no desoiga la severa enseñanza del tiempo pasado; pero que preste sobre todo el oído a los ruidos del día, que cuente los latidos del corazón de nuestra sociedad, que espacíe después su mirada por el horizonte del mundo contemporáneo, que busque todos los rayos de luz, vengan de donde vengan, y entonces purificando y enriqueciendo el corazón, fecundada la inteligencia y templada la voluntad, cree el artista, ensaye el sabio, elabore el pensador, y así podremos ver pronto realizado uno de los más gloriosos sueños de nuestros muertos ilustres, tener una arte y una literatura cubanas".(7)

En su Disertación sobre el espíritu de la literatura en nuestra época, en relación con el que debe animar a la cubana, después de la gran transformación social iniciada, leída en la inauguración del nuevo edificio del Ateneo de Matanzas en junio de 1880, afirma que: "En las épocas de transición tienen los espíritus ilustrados un alto deber que cumplir. El de señalar el término del movimiento evolutivo, el de suavizar las asperezas de los intereses o preocupaciones en conflicto, el de preparar, anticipándola en lo posible, la adaptación, el de alumbrar, en fin, las sombras que hay siempre para la generalidad a la entrada del mañana. Por estas razones la literatura en nuestra patria se encuentra hoy investida de una altísima tarea, si quiere verse pronto colocada en las mismas circunstancias que la literatura del resto del mundo culto. Con el auxilio de las clases ilustradas ha de procurar que se eleve al nivel intelectual en todo el país; y a medida que esto se verifique, verá formarse a su alrededor un público más y más numeroso que sabrá premiar sus desvelos".(8)

Y a continuación habla de las "…letras cubanas antes y después de la revolución".(9)

Para él, "…la falta de cultura (…) esteriliza"(10); por ello al referirse al liderazgo de las clases elevadas en el proceso de divulgación de la literatura en el pueblo afirma que "…demostrar a las clases elevadas, a las que fueron únicas depositarias de la cultura entre nosotros, que en los destinos futuros de Cuba, les está reservando un nuevo papel, tan brillante y espléndido como el pasado, y mucho más humano; el de convertirse de raza superior en clase educadora!".(11)

Y a continuación se refiere a la literatura como "…medio de comunicación cuyas impresiones son más duraderas que las de ningún otro, pues se registran en la sensibilidad y la fantasía, patrimonio afortunado de todos los hombres, en todas las clases y posiciones".(12)

De igual forma, resultan significativas las ideas varonianas sobre la función de la mujer en la cultura.* En su conferencia Ideas de Mlle. de Scudery sobre la educación de las mujeres, pronunciada en el Nuevo Liceo de La Habana, el 9 de diciembre de 1882, Varona afirma que: "Cualesquiera que sean las vicisitudes de esta sociedad, tendrá siempre como fin preferente la cultura de la mujer",(13) y después de hacer un profundo recorrido en relación con este tema desde la antigüedad clásica, analiza y ejemplifica las revolucionarias ideas que al respecto defendió en su momento la escritora Scudery M, para luego declarar que "Una educación para las mujeres, sólida y espiritual, o, de otro modo, profesional e intelectual".(14)

Al año siguiente, el 21 de noviembre de 1883, en su conferencia Dos teorías sobre el amor (Platón y Michelet), pronunciada en La Caridad del Cerro, analiza la exclusión de la mujer en la antigüedad helénica: "¡Ay de la mujer humillada por la naturaleza y por la ley!",(15) sometida a tutela perpetua como una forma de protección: "Para los helenos la mujer era radicalmente inferior, en el cuerpo y en el espíritu".(16) Y a continuación valora la evolución de tales concepciones hasta llegar a analizar la presencia de este problema en la Cuba colonial: "…en el fondo tenemos una sociedad antigua, edificada sobre las mismas bases de aquellas que tan memorable ejemplo han dejado al mundo con su caída: la esclavitud de una raza y el menosprecio de la mujer"(17); por lo que alerta que "Si no educamos a la mujer para que sea la cooperadora en la ardua labor de nuestra vida social; si no educamos a los jóvenes en el respeto y el amor a la mujer, que ha de ser su copartícipe en la tarea de la existencia, despidamos de nuestro pecho a su más dulce huésped, la esperanza…".(18)

Quizás por ello, el 9 de abril de 1905, comenta con mucha admiración el protagonismo de las francesas en la sociedad, cuyo coralario fue para él la fundación de la Academia Francesa Femenina, lo que consideró "…un golpe maestro".(19) Y el 19 de junio del siguiente año recrea la anécdota de Novella, la hermosa e inteligentísima hija del catedrático bolonés Giovanni Andrea, la que "…profesó Derecho canónico en la ínclita Universidad de Bolonia, no muy entrado el siglo XIV".(20)

En otro orden de cosas, en la obra de Varona se puede encontrar otras referencias a la cultura, verbigracia, en su conferencia Emerson, pronunciada en el Liceo de La Habana, el 13 de marzo de 1884, destaca la necesidad de conocer mejor a América y su cultura; y critica la postura de Tocqueville, quien "…condenó a la sociedad americana a la mediocridad en todas las manifestaciones superiores de la existencia social, le negó la posibilidad de llegar a la alta cultura en el orden de la inteligencia y en el de los sentimientos, la sentenció a la esterilidad en el dominio de la producción artística y de la especulación, atribuyendo a la democracia una fuerza niveladora, funesta a todo cuanto tiende a ponerse de relieve o sobresalir".(21)

Es tan versátil que cuando comenta las nuevas exigencias del teatro de inicios del siglo XX asevera que "El predominio de los estudios antropológicos se advierte en el cuidado con que los autores designan la estatura y hasta el volumen de sus héroes".(22)

Otros muchos acercamientos se pudieran y se debieran hacer al pensamiento de ese patriota cabal que es Enrique José Varona; ese que en 1883, en encendidos versos expresara su convicción de "…buscar en las forjas del tiempo/Los hombres que saben morir o vencer…",(23) así como "…mover a los pueblos que duermen/Sin patria, sin nombre, sin gloria, sin ley".(24)

Sirvan estos apuntes solo como una amplia, pero incompleta lectura de su vasta y singular obra, de culta y fina resonancia, pues como destacara Martí J al reseñar El Poeta Anónimo de Polonia, en El Economista Americano de Nueva York, en agosto de 1887: "Habla el cubano Varona una admirable lengua, no como otras acicalada y lechuguina, sino de aquella robustez que nace de la lozanía y salud del pensamiento".(25)

O en el sentido decir de ese gran poeta que fue Casal J: "Hombre de pensamiento, más bien que de acción, el señor Varona se consagró a servir a su patria, no con el arma en la mano y el odio al enemigo en el corazón, sino tratando de adquirir en la soledad del gabinete de estudio, el mayor número posible de conocimientos, los cuales debían de proporcionar más tarde, al solidificarse en su inteligencia, poderosos elementos a la cultura de su país".(26)

Conclusiones

Acercarse a las ideas varonianas sobre la cultura permite comprobar su trascendencia y vigencia, de ahí la necesidad de que los estudiantes de las carreras pedagógicas y los profesionales de la educación en ejercicio las conozcan para que puedan enriquecerlas en su diario bregar, pues preservar sus valiosos postulados sobre esta temática posibilitará continuar perfeccionando el sistema educacional como garante de la sociedad que se construye y en la que cada uno debe cumplir con el encargo social que se tiene.

NOTA

*En tal sentido, se recomienda consultar la conferencia de Vicentina Antuña, en el ciclo del Colegio de Doctores en Ciencias y Filosofía y Letras de Camagüey, como parte de las múltiples actividades académicas que se desarrollaron, en homenaje a Enrique José Varona en el centenario de su natalicio. T. I. Dirección de Cultura. La Habana, 1951. pp. 235-250.

 

Referencias

(1)VARONA E J. Una carta autobiográfica. Letras. Cultura en Cuba 6. La Habana, Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 1989. p.4.

(2)MARTÍ J. Nueva York, mayo 22 de 1889. Epistolario. T. III. La Habana, Cuba: Editorial de Ciencias Sociales; 1993. p.108.

(3)VARONA E J. Con el eslabón. Enrique José Varona. Política y sociedad. La Habana, Cuba: Editorial de Ciencias Sociales; 1999. p.257.

(4)VARONA E J. Estudios y conferencias. La Habana, Cuba: Edición Oficial; 1936. p.129.

(5)VARONA E J. Estudios y conferencias. La Habana, Cuba: Edición Oficial; 1936. pp.133-134.

(6)VARONA E J. Estudios y conferencias. La Habana, Cuba: Edición Oficial; 1936. pp.146-147.

(7)VARONA E J. Estudios y conferencias. La Habana, Cuba: Edición Oficial; 1936. pp.147-148.

(8)VARONA E J. Estudios y conferencias. La Habana, Cuba: Edición Oficial; 1936. p.186.

(9)VARONA E J. Estudios y conferencias. La Habana, Cuba: Edición Oficial; 1936. p.186.

(10)VARONA E J. Estudios y conferencias. La Habana, Cuba: Edición Oficial; 1936. p.186.

(11)VARONA E J. Estudios y conferencias. La Habana, Cuba: Edición Oficial; 1936. p.187.

(12)VARONA E J. Estudios y conferencias. La Habana, Cuba: Edición Oficial; 1936. p.188.

(13)VARONA E J. Estudios y conferencias. La Habana, Cuba: Edición Oficial; 1936. p.201.

(14)VARONA E J. Estudios y conferencias. La Habana, Cuba: Edición Oficial; 1936. p.217.

(15)VARONA E J. Estudios y conferencias. La Habana, Cuba: Edición Oficial; 1936. p.277.

(16)VARONA E J. Estudios y conferencias. La Habana, Cuba: Edición Oficial; 1936. p.277.

(17)VARONA E J. Estudios y conferencias. La Habana, Cuba: Edición Oficial; 1936. p.283.

(18)VARONA E J. Estudios y conferencias. La Habana, Cuba: Edición Oficial; 1936. pp.284-285.

(19)VARONA E J. Cavete, consules. Violetas y ortigas. La Habana, Cuba: Edición Oficial; 1938. p.240.

(20)VARONA E J. El feminismo de antaño. Violetas y ortigas. La Habana, Cuba: Edición Oficial; 1938. p.284.

(21)VARONA E J. Emerson. Estudios y conferencias. La Habana, Cuba: Edición Oficial; 1936. p.294.

(22)VARONA E J. Modernismo escénico. Violetas y ortigas. La Habana, Cuba: Edición Oficial; 1938. p.215.

(23)VARONA E J. Dos voces en la sombra. Poesías escogidas. La Habana, Cuba: Editorial Letras Cubanas; 1983. p.173.

(24)VARONA E J. Dos voces en la sombra. Poesías escogidas. La Habana, Cuba: Editorial Letras Cubanas; 1983. p.173.

(25)MARTÍ J. Homenaje a Enrique José Varona en el centenario de su natalicio. T. II. La Habana, Cuba: Dirección de Cultura; 1951. p.270.

(26)CASAL J. Homenaje a Enrique José Varona en el centenario de su natalicio. T. II. La Habana, Cuba: Dirección de Cultura; 1951. p.272.

 

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