Varona

No.60   Enero-Junio, 2015.    ISSN: 1992-82

Reseñas / Reviews


Conmemoran aniversario de la Cátedra Honorífica Vicente González Castro

Con motivo de conmemorarse el quinto aniversario de la Cátedra Honorífica Vicente González Castro, de la Universidad de Ciencias Pedagógicas "Enrique José Varona", sus miembros efectuaron una sesión de recordación, a tan destacada figura de la docencia, la investigación y la realización de los medios de comunicación en Cuba, quien integró el primer grupo de estudiantes de nuestra Casa de Altos Estudios, bajo la dirección de la Dra. Dulce María Escalona Almeida.

La ocasión fue propicia para resaltar los principales logros alcanzados en este lustro, encaminados fundamentalmente a contribuir a la sistematización de la labor desarrollada en el área de los medios de enseñanza y la tecnología educativa durante los 50 años de existencia del Varona, así como profundizar en la obra de quien, con su talento, esfuerzo y dedicación, fue capaz de desarrollar la cultura de los medios en el ámbito pedagógico, la que trascendió a claustros de diversos centros de estudio y universidades cubanas y extranjeras.

En este sentido, se presentó el resultado parcial del sitio web en elaboración, sobre la obra de González Castro, disponible en el portal Varona. Fueron entregadas por la Directora del Centro de Documentación e Información Pedagógica de la Universidad, tres de las publicaciones del profesor, en formato digital, como parte de la colaboración imprescindible en pos de la conservación de su obra escrita y las posibilidades que se ofrecen para su consulta permanente.

En la sesión se dio lectura a la convocatoria al concurso "Vicente González Castro: su impronta en la Pedagogía y la Comunicación", dada a conocer en el mes de septiembre, en la fecha del quinto aniversario de su desaparición física y se planteó como necesidad la ampliación del plazo de admisión de los trabajos.

El reportaje audiovisual, de la M. Sc. Dayamí Toledano, del Canal Educativo de la Televisión Cubana, realizado desde un enfoque personal, con los matices emotivos de quien tuvo la experiencia de sentir el influjo de Vicente, como discípula, bajo la nostalgia de su ausencia, selló esta conmemoración.


Imponen en condición de Categoría Docente Especial «Profesor de Mérito» a docentes de la Universidad de Ciencias Pedagógicas «Enrique José Varona»

-Luisa América Toledo Martínez, Profesora de Mérito

El día 25 de noviembre de 2014 se realizó, en el teatro "Conrado Benítez" de la Universidad de Ciencias Pedagógicas "Enrique José Varona", en solemne y hermoso acto, el otorgamiento de la Categoría Docente Especial Profesor de Mérito a la Dr. C. Luisa América Toledo Martínez, profesora de la institución.

El acto estuvo presidido por la Dr. C. Enia Rosa Castellanos, directora nacional de Formación Pedagógica del Ministerio de Educación, la rectora de la Universidad Dr. C. Deysi Fraga Cedré, los miembros del Consejo de Dirección, representantes de las organizaciones políticas, y contó con la participación de familiares de la profesora homenajeada, trabajadores y estudiantes de las carreras de Logopedia y Educación Especial.

Fungió, como maestra de ceremonia, la M. Sc. Carmen Founier; las palabras de Elogio del Dr. C. Rolando Esteban Buenavilla Recio, y la lectura de la Resolución, que ampara dicho otorgamiento, por la Dr. C. Yanelín López Rodríguez, decana de la Facultad de Educación Infantil.

Resultó destacada la actuación de la estudiante Indira Pérez Valdés, la que interpretó con su bellísima voz, obras de compositores cubanos de la preferencia de la profesora Luisa América, la que fue ovacionada por todos los presentes.

También se presentó un video con fotografías de la profesora desde su niñez hasta la actualidad, así como comentarios acerca de su vida y obra, destacando sus aportes a la Educación Especial, por la profesora Dr. C. Xiomara Rodríguez Fleitas, por un miembro de la Dirección de la Asociación Nacional de Sordos, M. Sc. Darío Regarreta Lima y la egresada Licenciada en Logopedia Daymaris Orchet Negría, que evidenciaron el quehacer de la labor educativa de la profesora en pro de las personas con necesidades educativas especiales.

Emocionante fue la entrega del diploma que acredita a la educadora como Profesora de Mérito, entregado por la Rectora, acompañado de aplausos de los asistentes puestos todos de pie.

Como cierre, estuvieron las palabras de agradecimiento, pronunciadas con gran emoción por la Dr. C. Luisa América, quien concluyó con un pensamiento martiano.

Elogio por el Dr. C. Rolando Esteban Buenavilla Recio

Hoy es un día luminoso para todos los trabajadores y educadores del Varona. Nos congregamos para reconocer a Luisa América Toledo Martínez como Profesora de Mérito de esta Universidad:

Después de conocerla por varios años y tener en mis manos la síntesis biográfica de su vida he encontrado, tal vez, las claves que definen el desarrollo de una personalidad fuerte, vehemente, capaz de darle cumplimiento con satisfacción a las más altas aspiraciones sociales y científicas de nuestro país en el campo de la educación especial, particularmente la enseñanza de sordos e hipoacúsicos.

Primera clave: la madre como ejemplo y guía espiritual e intelectual

Luisa América nació en Güines el 4 de julio de 1944: tiene 70 años. Es hija única, fue criada por su mamá y su tío en La Julia, una finca perteneciente a la actual provincia de Mayabeque.

Tuvo una niñez pobre, donde los lazos humanos mostraron con eficacia el valor de los sentimientos honestamente expresados. Madre e hija afrontaron los retos de una vida sin holguras, pero sin resentimientos, ni amarguras inútiles. El ambiente amoroso creado por su madre y el apoyo como jornalero de su tío fueron bienes que supieron atesorar.

Su madre, Juana Paula Martínez, era una mujer muy linda y agradable al trato. Dedicó todos sus esfuerzos a la crianza de su hija. Ella fue el primer modelo de educadora que Luisa América tuvo ante sí. Luisa América vivía al lado de la escuela. Su madre le mostraba en qué constituía la labor de los maestros. Solía decirle: "Ser maestro es una profesión muy importante, hija". La maestra de sexto grado de la madre fue también la maestra de sexto grado de Luisa América: fue una coincidencia estimulante. Fue su madre quien la orientó y la ayudó para que entrara en la Escuela Normal de La Habana.

Y aquí entra la segunda clave: el papel de las instituciones educacionales en la formación de la personalidad de los jóvenes.

Resultaba un esfuerzo muy grande alcanzar una plaza para estudiar en la Escuela Norma, ese centro formador de maestros. Cientos de jóvenes se presentaban cada año, muchos de ellos tuvieron que repetir uno y otro año para poder ingresar en la institución, pero Luisa América logró su propósito en la primera instancia.

Cuando Luisa América entró en la Escuela Normal tenía que viajar diariamente desde Batabanó, que está al sur de La Habana, hasta la Escuela Normal que estaba ubicada donde mismo está hoy la Fulgencio Oroz, en Amenidad y San Joaquín, en el municipio del Cerro. En la Normal, Luisa tuvo muy buenos y prestigiosos profesores. La imagen que conserva de sus profesores de la Normal es como una estela que la ha acompañado en toda su vida profesional. Vestidos impecablemente, sin excesos ni extravagancias, tanto hombres como mujeres; que se distinguía por su ejemplo como educador, elevada conducta moral, forma de actuar y de expresarse con corrección, sin pedantería ni autosuficiencia. Los profesores te introducían con una brillantez extraordinaria en el mundo de la literatura, del arte, de la ciencia y la educación. Entre sus profesores Luisa América tuvo a Juan Marinello Vidaurreta, quien le dio a conocer a José Martí y la literatura cubana: sus clases se llenaban de sus alumnos y de los que no lo eran, desbordaban el espacio del aula.

Luisa América siente una gran admiración por los maestros: es capaz, a sus 70 años, de recordar sus nombres, desde la primaria hasta la Escuela Normal: un ejemplo que evidencia la huella que dejaron en su personalidad.

Pero Luisa América también recuerda a sus compañeros de estudio de la Escuela Normal: Angelina Roméu, Hortensia Sardiñas, entre otros. Siempre mantuvo el deseo de constituir una agrupación con sus compañeros para recordar sus tiempos de estudiantes y mantener viva la llama de la Escuela Normal. Entre sus compañeros de estudio contó con la amistad de Dionisio Valdés. Cuando digo ese nombre, tal vez a ustedes no les dice mucho, pero si digo el nombre artístico con el cual es conocido, con certeza ustedes lo reconocerán: me refiero a Chucho Valdés, el gran pianista cubano, fundador de los Irakeres y la Orquesta de Música Moderna. No solo "Chucho" fue su compañero de aula, sino que descubrió que Luisa América tenía una bella voz de soprano. La aconsejó para que estudiara música. La respuesta de Luisa no podía dedicarse a estudiar canto y abandonar sus estudios de magisterio.

Luisa América recuerda que en la escuela primaria tuvo una maestra que le enseñó a cantar. En diferentes actos escolares interpretó "La bella cubana" y "La Bayamesa", entre otras canciones patrióticas. Esas condiciones musicales, buen oído tonal y buen oído fonemático, han favorecido su trabajo como especialista en la enseñanza de sordos.

Cuando se graduó en la Escuela Normal comenzó a trabajar como maestra en una escuelita rural. En esa escuela crearon un aula de niños sordos. Esos niños se convirtieron para ella en un motivo para conocer todo lo relacionado con esa enseñanza. No sintió lástima, sino deseos de aprender para contribuir a resolver ese problema que la naturaleza plantea a la inteligencia y voluntad del hombre.

La tercera clave está vinculada con las grandes transformaciones que la Revolución ha emprendido en la educación, la escuela y la formación del personal docente. Por primera vez entró a formar parte de la política educacional de la nación, la educación especial.

La Revolución abrió no solo escuelas para niños con requisitos especiales, sino que comenzó a fomentar el estudio, la investigación y la formación de maestros para esas especialidades. En las vacaciones, Luisa América matriculó un curso que se había abierto donde recibió orientaciones para la educación de sordos, retrasados y niños con trastornos del lenguaje. Y recibe lecciones de profesionales que hoy son reconocidos como fundadores de la educación especial: el profesor Cabanas, Ileana del Valle, Graciela Fernández, Ramona Arrechea, el profesor Augier. Este curso contribuyó definitivamente a consolidar en Luisa América su vocación hacia la enseñanza de sordos.

Así comenzó su trayectoria en la enseñanza, el estudio y la superación, la investigación y el trabajo de organización y fomento de la educación de sordos e hipoacúsicos. Los momentos más significativos de esta trayectoria se enmarcan en:

- La línea central de investigación de la profesora durante toda su trayectoria laboral es la referida a la educación de las personas sordas y la correspondiente preparación del docente en el contexto cubano, tema central de sus tesis de diploma, maestría y doctorado. "Estudio del devenir histórico de la educación de las personas sordas en Cuba desde 1959 hasta el año 2005", que expresa las transformaciones de esta educación durante el proceso revolucionario, la que constituye la primera sistematización de carácter histórico en este campo.

or su importancia, fue seleccionada para su publicación como libro. Esta línea de investigación se ha continuado desarrollando hasta la actualidad, con la introducción de sus resultados científicos en el trabajo curricular (planes y programas de estudio), textos y materiales docentes, nuevos programas de la carrera de Educación Especial.

- También se destacan las investigaciones que ha realizado sobre: "Programa de estimulación temprana y preescolar para menores con discapacidad auditiva que no asisten a instituciones especiales", "Un salón de niños con discapacidad auditiva en un círculo infantil de niños oyentes", "Alternativas para lograr la continuidad de estudios y la integración socio-laboral de los egresados de escuelas especiales", "Cronología de la educación de las personas sordas en el ámbito nacional e internacional", "Estrategia psicopedagógica para la integración de un niño con implante coclear a la escuela regular". Los resultados de sus investigaciones se han introducido en el trabajo curricular, publicaciones, materiales docentes para las escuelas especiales y para la formación de maestros y profesores.

Podemos afirmar que Luisa América Toledo Martínez, en su larga y fructífera trayectoria laboral de 48 años dedicados a la Educación Especial es un ejemplo del dominio de las competencias que exige su profesión: maestra, logopeda, subdirectora, asesora, metodóloga, en Educación Especial; Profesora Adjunta de la Facultad de Educación Infantil del Instituto Superior Pedagógico "Enrique José Varona", colaboradora del Ministerio de Educación como responsable de colectivo de autores de la asignatura Matemática, en la especialidad de Sordos e Hipoacúsicos, profesora de la Unidad de Formación de Maestros Terapeutas de la Escuela "Salvador Allende", Jefa de cátedra del Instituto de Superación Educacional (IPE); Jefa de Sección de Educación Especial en la Provincia La Habana; colaboradora del CELAEE desde su creación; metodóloga de superación e investigación de la Dirección Provincial de Educación en Ciudad de La Habana.

A partir del año 2006 labora como Profesora Auxiliar de la Facultad de Educación Especial en la Sede Universitaria de La Habana Vieja; Jefa de la disciplina Formación Pedagógica del Departamento de Educación Especial; Coordinadora del Proyecto "Mejoramiento de la calidad educativa" en el Estado de Tabasco, México (2003-2005); Coordinadora del Proyecto "Mejoramiento del desarrollo de la audición residual de niños sordos e hipoacúsicos", como parte del Proyecto Cuba-Italia y de un Proyecto con la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana.

La docente ha desarrollado una destacada labor como tutora de trabajos de diploma, donde tres de ellos han obtenido premios en eventos a nivel nacional.

También ha publicado 18 textos; de ellos, tres en México, 12 cuadernos de ejercicios y 14 orientaciones metodológicas de las asignaturas Matemática y Lengua Española para la educación de niños sordos e hipoacúsicos. Autora de 16 programas de las asignaturas antes señaladas y de Educación Auditiva, como de artículos y ponencias, en diferentes revistas y eventos nacionales e internacionales.

La doctora Luisa América también ha integrado las filas de los cooperantes en educación, prestando servicios en otros países, como Venezuela, México, Belice, Ecuador, España e Italia.

La Universidad de Ciencias Pedagógicas "Enrique José Varona" ha circulado por los medios electrónicos el currículo vitae de Luisa América, donde se puede encontrar la fructífera vida de una educadora ejemplar de nuestros tiempos.

Queremos cerrar estas palabras compartiendo con ustedes las valiosas opiniones que, acerca de su personalidad y su condición de educadora, nos han ofrecido personas que la conocieron desde muy joven y que han trabajado codo a codo con ella:

Ileana del Valle, una especialista de primer nivel en la educación especial, graduada del famoso Instituto Tecnológico de Massachussetts y de universidades europeas (Noruega), nos ha afirmado con gran emoción: "Luisa América ha trabajado con niños muy difíciles. Tiene una paciencia y un amor al trabajo encomiables. Nunca pierde la paciencia. Es una persona modesta, exige en su especialidad; esforzada, amorosa, respetuosa. Ha tenido y tiene especiales condiciones para tratar con esas vidas. Muy dedicada: estudiaba a profundidad la personalidad de cada niño y, por eso, podía lograr éxitos.

Otros profesionales, como Angelina Roméu Escobar, Raúl Rodríguez Calzado, Xiomara Rodríguez Fleitas, Gudelia Fernández Pérez de Alejo y Santiago, Director del CELAEE, nos permiten afirmar que es una persona ejemplar en todo el alcance que tiene este concepto; trabajadora incansable: no dice que no a ninguna tarea que le plantea la institución; tiene un fuerte compromiso social, con la educación y sus alumnos, es una persona de principios, de firmeza en sus ideas, muy ética, justa; exige al máximo a sus alumnos; a sus  aspirantes siempre les dice que lo pueden hacer mejor: suele revisar una y otra vez las tareas hasta que sus alumnos alcanzan el más alto nivel posible en contenido y redacción; ha logrado siempre que gran número de estudiantes participen en los eventos estudiantiles: los estudiantes confiesan que a Luisa América no se le puede decir que no; tiene un espíritu de contemporaneidad: siempre está al día en los adelantos de las ciencias de la educación y asume los nuevos retos como el implante coclear; logra tener buenas relaciones con los dirigentes de base y de las organizaciones afines, como la ANSOC; es una profesional culta; es decir, en el campo de la literatura y la múscia; un propósito guía su vida como profesional y como persona: ayudar a todo el mundo, tiene un alto espíritu solidario.

Quiero cerrar esta intervención con un pensamiento. Todos tenemos un sueño, vivir en un mundo mejor. Y nos parece distante y a veces imposible tenerlo a nuestro alcance, tocarlo con la mano. Sin embargo, ese mundo existe, está aquí: la vida y obra de Luisa América, sus sueños y creaciones, sus esfuerzos y realizaciones; el amor y admiración de sus compañeros y de sus estudiantes, de sus hijos y de su esposo, la huella dejada con su labor sistemática de constructora de un mundo mejor, constituyen una parte sustancial de ese mundo que todos deseamos.

Palabras de saludo de la Dr. C. Luisa América Toledo Martínez

Mis saludos a todos los que participan en este hermoso acto.

Nuestro Héroe Nacional José Martí escribió: "Agradecer es un gusto. Al que peca se le olvida."

Por eso para mí resulta de gran placer, agradecer a la Universidad de Ciencias Pedagógicas "Enrique José Varona", el otorgamiento de la categoría docente especial "Profesor de Mérito", como reconocimiento a la labor de contribuir a la educación de niños, adolescentes, jóvenes y adultos con necesidades educativas especiales y a la formación de los maestros y especialistas que brindan atención educativa a estas personas.

Considero justo expresar que para ser acreedora de esta categoría he contado, tanto en mi trayectoria estudiantil, como laboral y académica con el apoyo incondicional de mi familia, en especial de mi madre y mi tío, ya fallecidos, pero que fueron esenciales durante mis primeros pasos. Más tarde de mi esposo, mis hijos y mis hermanos. Agradezco también a mis excelentes maestros desde el nivel primario en una escuelita rural, en la finca La Julia en Batabanó, donde comencé mis estudios hasta llegar a la universidad. Todos contribuyeron con su ejemplo a mi formación inicial y permanente, a ser constante tenaz en el propósito de elevar mi nivel profesional y humano.

Gracias a mis compañeros de estudio y de trabajo, a mis amigos, con los que compartí y los que aún me acompañan. A mis directivos que me han servido y sirven de guía, de ayuda valiosa en el noble empeño y sacrificado ejercicio de educar. De todos he aprendido y recibido ayuda, respeto y cariño.

Gracias a mis estudiantes universitarios por hacerme partícipe de sus sueños, aspiraciones, fracasos y éxitos, en el sendero humano, aunque no menos exento de obstáculos, para ser formadores de nuevas generaciones de cubanos.

Un agradecimiento muy especial a las personas con necesidades educativas especiales y a sus familiares por servirme de acicate para ser cada día una mejor docente, por brindarme la satisfacción y el alto compromiso de contribuir a su educación, a su participación activa en la sociedad, a su felicidad.

Gracias al proceso revolucionario cubano, a sus líderes, por materializar los anhelos de bienestar y justicia del pueblo cubano, entre los que se destacan el derecho a la educación y salud gratuitas.

A todos los que han hecho posible la realización de este extraordinario e inolvidable acto y a quienes han participado en su celebración, llegue mi reconocimiento infinito. Me siento profundamente feliz.

Quisiera concluir citando a José Martí, remanso inagotable de sabiduría: "…desventurado aquel que no sabe agradecer. No hay hermosura mayor que el agradecimiento".

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- Carlos Rojas Arce, Profesor de Mérito

El 22 de enero de 2015, a las 2:00 p.m., en el Teatro "Conrado Benítez" de la Universidad de Ciencias Pedagógicas "Enrique José Varona", tuvo lugar el acto de investidura de la Categoría Docente Especial "Profesor de Mérito" del Dr. C. Carlos Rojas Arce.

Presidieron el acto el Dr. C. Rolando Forneiro Rodríguez, viceministro de Educación; Dr. C. Enia Rosa Castellanos, directora nacional de Formación Pedagógica; Dr. Cs. Gilberto García Batista, presidente de la Asociación de Pedagogos de Cuba; Dr. C. Gustavo Deler Ferrera, presidente de la Asociación de Pedagogos en La Habana, Dr. C. Eva Escalona Serrano, directora de Ciencia y Técnica del Ministerio de Educación; Dr. C. Deisy Fraga Cedré, rectora de la Universidad de Ciencias Pedagógicas "Enrique José Varona"; Dr. Cs. Julia Aurora Añorga Morales, Académica Titular de la Academia de Ciencias de Cuba; profesores de Mérito y profesores Invitados; miembros de la Junta de Acreditación Nacional; directivos y miembros de la Comisión Nacional de Grados Científicos; miembros del Tribunal Permanente de Grados Científicos; representantes de la embajada de Angola, de diferentes convenios nacionales e internacionales: Brasil, Colombia, Angola y de la Oficina de la Unesco; familiares del homenajeado, profesores, estudiantes y trabajadores, en general.

En el acto el Dr. C. Edmundo de Jesús de la Torre Blanco dio lectura a las palabras que enviara a su núcleo del Partido el Dr. C. Rolando Buenavilla Recio, dedicadas al Dr. C. Carlos Rojas Arce.

El Dr. C. Justo Alberto Chávez Rodríguez, Profesor Invitado de la Universidad, Investigador Titular del Instituto Central de Ciencias Pedagógicas y Profesor Académico de la Academia de Ciencias de Cuba, hizo las palabras de Elogio al Dr. C. Carlos Rojas Arce.

La Dr. C. Josefina Caridad Piñón González, vicerrectora de Investigaciones y Postgrado, dio lectura la Resolución que oficializó la condición de Categoría Docente Especial "Profesor de Mérito" al Dr. C. Carlos Rojas Arce.

La Filial de la Sociedad Cultural José Martí, de la capital, otorgó al homenajeado la Medalla 160 Aniversario del Natalicio de José Martí. Hizo la entrega la profesora M. Sc. Ligia Ruiz Espín, miembro de la Junta Directiva de esta institución.

Finalmente, el Dr. C. Carlos Rojas Arce dedicó algunas palabras a todo el personal que lo acompañó en este emotivo acto.

La parte cultura del acto estuvo a cargo de grupo Mariachi Juvenil, de La Habana.

Palabras del Dr. C. Rolando Esteban Buenavilla Recio

Quiero agradecer las múltiples llamadas, visitas y atenciones de todos los compañeros militantes o no que han dado una extraordinaria muestra de preocupación por el estado de mi salud: esto me conforta y me da fuerzas para luchar contra esta enfermedad. Gracias a todos.

Como no puedo estar presente en el acto de otorgamiento de la condición de Profesor de Mérito de Carlos Rojas quiero expresar ante los compañeros del núcleo mi solidaridad con ese reconocimiento. En mi opinión es el primer alumno fundador del Varona que recibe tan alto honor. Creo que se hace justicia. Desde su ingreso al Varona Carlos ha sido testigo y partícipe de todas las grandes tareas asignada a la institución: como estudiante, alumno ayudante, integrante de la práctica docente, trabajador en las distintas esferas del trabajo voluntario,  miliciano que pasó las escuelas que se desarrollaron aquí en Ciudad Escolar Libertad, en las actividades políticas, culturales, científicas, primero con una gran modestia y luego fue destacándose dentro de los estudiantes de Química.

Del numeroso grupo de estudiantes de química y física, siempre en mi mente sobresalieron tres figuras: Acanda, ese joven de recia personalidad que no debió de morir tan joven, Acevedo, de amplia frente y expresión viva a flor de labios, y Carlos Rojas que era más modesto, con agradable sonrisa y palabra oportuna que se destacó por su fidelidad al compromiso establecido. Desde esos años iniciales los jóvenes comienzan a mostrar y desarrollar su verdadera personalidad. En Carlos Rojas, la institución, sus compañeros, la Juventud siempre podían contar con él, aunque preguntara por qué y para qué ante la tarea señalada. Convencido de su justeza podía garantizarse su absoluto cumplimiento. Esa actitud la ha acompañado hasta el día de hoy.

Fundador de las actividades científicas como estudiante y luego como docente, en las conferencias de profesores y en las reuniones metodológicas; vicerrector de investigaciones y postgrado que dejó una huella entre los profesionales más jóvenes del Instituto porque supo controlar con precisión las innumerables tareas planificadas, pero con realismo y sin extremismo burocrático. Siempre fue un crítico fuerte del hábito de llenar papeles sin resultados prácticos, teóricos o metodológicos perceptibles. Fue un momento de alza de las investigaciones en el Varona y de la superación postgraduada. Todavía quedan tareas en las cuales puso su mano que no han sido reconocidas a plenitud como el incremento y empuje de los grupos de desarrollo y la salida a la palestra pública de investigaciones del Varona. Fue un propugnador del trabajo independiente y la búsqueda del autodesarrollo de los docentes e investigadores. En Cuba apenas se trabajaba a profundidad esta temática. Carlos le dio realce y organizó su metodología. Con un trabajo de esta temática contribuyó a la inauguración de la Revista Varona.

Cuando se planteó para los profesores de la educación superior que debían integrarse a la enseñanza media Carlos fue nombrado director de una escuela y tuvo un éxito extraordinario. Aquí al Varona recuerdo que vino una mamá a interesarse por Carlos porque quería agradecerle lo mucho que había hecho por su hijo cuando él fue director. Esas son huellas que un educador va dejando en el camino.

Una tarea que lo dio a conocer nacionalmente fue la constitución del Programa de Formación del Profesor General Integral. Si se hurga a profundidad en los pasos que se dieron para hacer realidad este experimento pedagógico: la huella de Carlos está presente en cada una de sus etapas. El informe de su investigación es una verdadera joya de precisión, realismo, fundamentación pedagógica, psicológica. A mí, años después, me sirvió para constatar las dimensiones de la influencia educativa. Tema que había estado virgen desde el punto vista experimental.

No quiero seguir extendiéndome, eso corresponde al que hará el elogio de su vida y obra, pero todos hemos sido testigo de su dedicación al reordenamiento y consolidación de todo el proyecto del doctorado curricular cuando estaba en juego la evaluación de nuestra Universidad. Aun convaleciente tuvo arrojo para enfrentar una tarea tan compleja como esa. Tuvo la paciencia y el conocimiento necesarios para armar, en un conjunto inteligible, decenas de planillas e informes incompletos, datos dispersos, currículos imprecisos, darle sentido a lo que había sido ciertamente labor de muchos compañeros, pero que tal vez por inexperiencia no formaban un entramado coherente. Fueron varias reuniones convocadas al efecto, presionados por el tiempo. Cuando al fin lo vimos rindiendo su informe todos constatamos con satisfacción: ese es Carlos, Carlos Rojas Arce formado en el Varona, fiel a la Revolución y a Fidel. Ese es nuestro compañero y hermano. ¡Felicidades!

Saludos: Rolando Esteban Buenavilla Recio

Palabras de Elogio del Dr. C. Justo Alberto Chávez Rodríguez

 El hombre por los sentidos recibe

Impresiones… - y la razón- que lo

comunica con el mundo real.

(Martí J: O.C., T.19, p. 418)

Estimados colegas:

Resulta un gran honor para mí que se me haya designado para expresar unas palabras en este acto, en que se le ha concedido al Dr. C. Carlos Rojas Arce la condición de Profesor de Mérito de esta prestigiosa Institución. Trataré de cumplir con lo que se me ha pedido con la sencillez con que ha de tratarse todo lo relacionado con tan excepcional figura de la educación cubana.

Carlos nació el 25 de enero de 1949, en el seno de una familia campesina de San Juan y Martínez, en la provincia de Pinar del Río, y aunque lo trasladaron para La Habana (Guanabo) en 1953, con solo cuatro años, él nos ha contado acerca de la alegría y la emoción que sentía cada vez que pasaba sus vacaciones en ese lugar, tan especial, con sus parientes más cercanos.

El poblado de San Juan y Martínez está tocado por la magia de la naturaleza. Posee un clima muy estable y agradable todo el año. Tiene las tierras más fértiles que se pueda pensar, sobre todo para el cultivo del tabaco, considerado el mejor del mundo.

El paisaje que rodea a la comunidad es impresionantemente hermoso, y el río que corre cerca del pueblo le completa la poesía al lugar.

Hay un hecho muy singular, en ese pueblo, apenas se conoció la esclavitud en la época colonial, pues el cultivo del tabaco requiere del cuidado de manos amorosas y libres para crecer lozana y para que produzca la hoja que el buen puro requiere, por eso un inspirado músico cubano le cantó al: Tabaco verde en flor… Allí vivían campesinos libres, blancos y negros.

En este mismo lugar, nació en el siglo XIX, Rafael Morales y González (Moralitos), con una gran vocación para el magisterio y con una personalidad muy hermosa, que murió combatiendo por la independencia de Cuba a inicios de la guerra grande. Es una pena que se conozca poco de la vida y de la labor educativa y revolucionaria de este hombre.

También, el pueblo fue la cuna de los Hermanos Luis y Sergio Saiz, quienes fueron brutalmente asesinados, en la flor de su edad, en 1957, por la estupidez humana.

Y, por supuesto, nació el profesor por excelencia Carlos Rojas Arce como hemos apuntado anteriormente. Esta coincidencia entre hombres que nacieron y amaron su hermoso lugar de nacimiento, y vivieron felices allí, resulta muy significativa, si recordamos que Martí dijo: que el hombre tiene dos madres: la naturaleza y las circunstancias. Y, podremos estar o no de acuerdo, pero el medio natural y social en que el hombre se desenvuelve lo condiciona de alguna manera, como se aprecia en el carácter y cualidades muy específicas que coincidieron entre estos hombres de etapas históricas diferentes.

Y el medio cultual que completó y consolidó la personalidad de nuestro biografiado fue, precisamente, el Varona; esa fue su circunstancia. Con solo 14 años ingresó en esta institución para comenzar su formación magisterial, en el mismo año en que este venerable centro fue fundado (1964).

Acá fue descubierto por la mirada sagaz de la Dra. Dulce María Escalona, para que junto a otros, se comenzaran a preparar para ejercer de profesor en un futuro. ¡Qué acierto tuvo la insigne educadora cubana!, que entregó la última parte de su vida al desarrollo de la educación que pedía la Revolución en el poder, sobre todo, en lo relacionado con la formación de profesores.

Carlos terminó sus estudios que lo capacitaban para ser profesor de Química y como tal ejerció la docencia, con una gran dedicación y amor a esa profesión, guiado, como él dice, por sus excelentes profesores.

El joven fue seleccionado para estudiar el doctorado en la antigua URSS, convirtiéndose en el doctor más joven que existió en Cuba en su momento. Recalificándose, más tarde, en la hermosa y culta ciudad de Leningrado.

Pronto se distinguió por la calidad de sus clases, no solo por el buen uso que hacía de la Pedagogía y de las técnicas para enseñar, sino y muy especialmente, por el arte de educar, por su tino y tacto pedagógicos. Puede decirse que la Dra. Escalona no se equivocó al seleccionarlo para cumplir tan importante misión en la sociedad.

Al seguir su camino como docente, nos encontramos que explicó no solo esa disciplina, sino también Pedagogía y Metodología de la investigación científica. Esto le permitió ir ampliando sus intereses, no solo en las ciencias naturales sino también  en las humanísticas.

Se produce, entonces, un hecho que denota su sensibilidad, pues no se limitó a trasferir el canon de las ciencias naturales a las sociales y humanísticas, sino que apreció la diferencia, en su esencia, de estas ciencias y las enfrentó de una manera adecuada, cuestión está no siempre lograda por los científicos y profesores que se forman en las ciencias naturales, exactas y técnicas que suelen miran, desde esa óptica, a las diferentes problemáticas que enfrentan las otras ciencias, y las quieren someter a su arbitrio. Por lo que se puede afirmar que Carlos ha seguido siendo un Químico por excelencia, pero es un hombre que percibe más allá de lo que la razón y las evidencias permiten, sin traicionar la ciencia, como recomendaba Martí.

Carlos me ha confesado que él se ha sentido muy orgulloso en haber formado parte de la dirección de esta institución, en diferentes cargos, por muchos años, lo que le ha permitido ampliar su capacidad acerca del conocimiento de la realidad educacional, que va más allá del aula y de la clase.

Existe una relación de trabajos publicados por Carlos, en diferentes Revistas, que llegan a tener hoy una alta calidad como: Varona y Órbita Científica. Allí se pueden encontrar artículos suyos, así como en libros, en los que hemos tenido la oportunidad de participar en estos últimos años.

Nos parece, sin embargo, que debió haber escrito más de sus experiencias personales, quizás, se le pueda aplicar lo que Martí expresó de Luz, que no lo hizo, porque le faltó tiempo, por dedicarse a formar hombres en el pleno sentido del concepto; por supuesto, que está a tiempo de escribir sus experiencias para bien de la memoria histórica, que tanta falta le hace a las nuevas generaciones.

Con esto queremos enfatizar que la naturaleza y la cultura cubanas, que refleja esta institución, han contribuido a formar el hombre que hoy recibe la condición de Profesor de Mérito. Este particular permite apreciar el valor de esta Universidad, no solo en la formación de los alumnos, sino de los profesionales que han estado y están en ella.

Carlos ha sabido conjugar su capacidad de científico y de profesor, y tener una alta dimensión política, lo que le ha permitido, no solo ejercer su trabajo en Cuba, sino fuera del país, pues su prestigio llega a varios países de Nuestra América, en los que ha prestado sus servicios y ha cumplido misiones importantes.

Ha recibido diferentes condecoraciones y distinciones, que solo la alcanzan los que aman y luchan por la educación cubana.

Este hombre, de carácter sanjuanero, que significa sencillo y bondadoso, también posee un robusto carácter cuando de defender sus ideas y los ideales de la Revolución, se trata. Lo hemos conocido enojado, discutiendo con ardor y criterio sus ideas y eso, por cierto, lo hace más realista y digno, y más humano.

Estamos seguros que la Universidad ha hecho un gran bien al conceder esta distinción a tan insigne profesor, que es muy merecida por los resultados de su trabajo y por su vida. Al igual que su región vueltabajera ha recibido los embates de los vientos huracanados de la vida, y ha sabido resistirlos como la palma  real, símbolo de la nación cubana, que no se doblega y si tiene que caer lo hace entera.

Felicidades a Carlos por este sencillo pero sentido homenaje que te brinda una de tus madres nutricias: la Universidad de Ciencias Pedagógicas "Enrique José Varona".

Muchas gracias

Palabras del Dr. C. Carlos Rojas Arce

Mucho he esperado este momento desde que tuve conocimiento de la propuesta presentada por la dirección de nuestra Universidad para que se me otorgara la categoría de Profesor de Mérito, no por el orgullo o la satisfacción natural que esto produce en cualquier persona que se haga merecedora de ella, sino por el profundo compromiso que para mí representa con todos aquellos que lo promovieron y, muy en especial, con todos los que han hecho o hacen con su entrega de todos los días esta Universidad que tanto quiero.

No exagero si les digo que mentalmente he ensayado, casi siempre antes de dormirme, estas palabras de agradecimientos que ahora pronuncio, no por la manera en que debía decirlas, sino por el contenido con el que debía iniciarlas y desarrollarlas.

Finalmente, terminé por convencerme de que tenía que hacerlo desde el corazón y no tanto con la razón, entonces decidí iniciar este breve discurso recordando y agradeciendo a dos personas que me entregaron lo mejor de ellas para poder ser lo que hoy soy, con virtudes y muchos defectos como todo buen ser humano, me refiero a mi madre y a mi esposa, mis eternas confidentes, a mami y a Damy, ya hoy ausentes físicamente pero muy presentes en todo momento y muy en especial en este acto que hubieran disfrutado tanto como yo.

La primera, mi madre, por asegurar junto a mi padre, felizmente hoy aquí conmigo a sus 90 años, en este acto y por el que pedí canciones rancheras con las que me solía dormir siendo un niño, mi educación en aquellos tiempos en que la escuela pública de Guanabo casi siempre estaba cerrada a pesar de que habían tantos maestros sin empleo, lo que hizo que se vieran obligados a recurrir a la escuela privada, que reclamaba de ellos el pago de la matrícula, mensualidades y todo tipo de materiales docentes, lo que hizo a mi mamá lavar para la calle, como antes se decía, para poder logarlo apoyando con ello a mi papá que tenía un salario muy bajo para estos fines. A mi madre le debo en mi aprendizaje, la bondad, la honradez y a no ser rencoroso, que es equivalente a saber perdonar, como tres rasgos de su personalidad que la hicieron para mí la mujer más buena y linda de la tierra.

A Damy, mi compañera, amiga y esposa de siempre, le agradezco el haberme apoyado sin reparar en sacrificios y aplazamiento de sus propias metas personales, desde muy temprano en nuestras vidas en común de más de 40 años, para permitirme vencer las no pocas tareas que me vi en el deber de realizar, muchas veces restándole horas a su sueño para poder cumplir con sus tareas profesionales y muy en particular, la exquisita preparación de sus clases. A ella le debo los mejores consejos recibidos en mi vida y su ejemplo de firmeza revolucionaria, además de su sentido del deber, la disciplina y el respeto a sus estudiantes a los que se entregaba de manera ejemplar, ya dije que se consagraba a la preparación de sus clases por ese respeto, sorprendiéndome casi a diario dormida en la madrugada con la cabeza apoyada en la mesa sobre sus planes de clase. Digo todo esto aprovechando este escenario para rendirle también un muy merecido homenaje como educadora destacada y muy en particular, de esta Universidad a la cual se entregó con toda su inteligencia y entusiasmo hasta casi los últimos momentos de su vida.

Queridos compañeros y compañeras, no resulta fácil, después de vivir los momentos que en este acto he vivido, sustraerme a la necesidad de expresarles en pocas palabras lo que ha significado en mi vida y para mi vida el Varona, al que le llamo así no de manera  irreverente, lo digo así porque el Varona siempre ha sido Varona a pesar de los cambios de nombre que ha tenido: Instituto Pedagógico (entonces facultad de la Universidad de La Habana), Instituto Superior Pedagógico, Universidad de Ciencias Pedagógicas; en fin, esta escuela como yo le decía en mis primeros años en esta institución y que hoy la creo merecedora de esta altísima categoría, ahora consciente de todo lo que este concepto encierra, un producto genuino de la Revolución que al cabo de sus 50 años se puede reconocer como una de sus más valiosas realizaciones por los aportes a su obra educacional y que todos estamos en el deber y la obligación de defender, para asegurar su continuidad histórica.

Como en algún momento dije, el Varona es mi casa, mi segunda casa, en el sentido estricto de la palabra. Entré con 14 años y aquí me formé como adolescente, joven y adulto. Eso es algo de lo que uno no siempre se da cuenta, pero te marca, el Varona tiene su propia identidad y se le reconoce así.

Aquí tuve el inmenso orgullo de conocer y, en no pocos casos, recibir sus enseñanzas, a destacadas figuras de la pedagogía y la educación cubanas en general, que ya tristemente algunos de ellos no están con nosotros, otros sí aportando todavía toda su sabiduría a la obra educacional de la Revolución: Carlos Manuel Valdés Gárciga, Ramón Albo López, Guillermina Labarrere Reyes, Graciela Barraqué Nicolau, Dolores Brewil Grandal, Rafael León Avendaño, Cira Soto, Elena Wiswel, Carmen Vázquez Suárez, Rafael Acevedo del Monte, María de las Mercedes Suyi, Hilario Santana de Armas, Hiram Hernández Robau, Angelina Roméu Escobar, por solo señalar algunos ejemplos.

Queridos compañeros y compañeras que hoy me acompañan en este acto de tanta significación para mí como ser humano y, muy en especial, para mi Universidad Varona, la que honrando a los hijos que ha formado en su seno, se crece en toda su estatura y para todos los tiempos, permítanme finalizar con tres momentos más de reconocimientos.

No puedo dejar de expresarle a la Dra. Josefina Caridad Piñón González mi más sincero agradecimiento por ser la entusiasta promotora desde hace no pocos años de la propuesta para que se me otorgara, como miembro de la Vicerrectoría de Investigaciones y Postgrados, esta categoría que con tanto orgullo, respeto y agradecimiento recibo en el día de hoy, sinceramente Josefina muchas gracias. Dr. C. Deisy Fraga Cedré, rectora de nuestra universidad, infinitas gracias también por avalar esta propuesta hoy convertida en realidad de mi condición de Profesor de Mérito, y por asegurar este lindo y tan emotivo acto que nunca olvidaré y por lo que te estaré eternamente agradecido. Para las dos, y para todos los que contribuyeron a la realización de este acto que no fueron pocos, desde mi corazón muy emocionado, un beso muy grande de este profesor del Varona que a pesar de sus casi 66 años próximos a cumplir, se siente muy joven, sobre todo en este escenario desde el que tuve el inmenso placer de recibir durante seis años consecutivos en mi condición de decano de la entonces destacada facultad de química, seis ingresos de jóvenes empeñados en formarse como profesores de química a los cuales siempre les recordaré, como parte de mi vida que no es otra cosa que una vida entregada a la formación de personas dignas de llamarse cubanos.

Quiero expresar mi agradecimiento de manera especial, al Dr. C. Justo Chávez Rodríguez, por haber asumido el reto de hablar de mi persona en este acto, se imaginarán que eso no es tarea fácil cuando se tiene que procurar extraer lo mejor de una persona porque es lo que todos esperan y cuando para unos es una cosa y para otros es diferente. En honor a la verdad, al Dr. C. Justo Chávez estoy seguro que no le fue difícil por dos razones esenciales; la primera, por su elevada e impresionante cultura que nos deja a todos impactados siempre que le escuchamos pronunciarse en los múltiples escenarios en los que lo hace, lo que le ha llevado a convertirme en un sanjuanero ilustre como también lo es mi padre aquí presente y que seguro se ha emocionado mucho y tanto como yo, porque bastante de tabaco sabe y de lo duro de este cultivo, y la segunda, porque él, Justo, y yo, a lo largo de muchos años hemos logrado afincar unas relaciones que nos permiten afirmar que somos los dos "amigos para siempre".

De igual manera, no puedo dejar de agradecer en este momento a Leonardo, esa persona extraordinaria que, como mi mejor compañero y amigo y por qué no, como mi hijo mayor, ha sabido acompañarme en los momentos más difíciles de mi vida, brindándome su apoyo incondicional sin reparar en nada, dándome con ello, y en especial en los últimos dos años, entre otras, la posibilidad de continuar mi vida activa en el día a día como profesor de esta universidad.

Por último, dedico este momento final a quien es merecedora de todos los reconocimientos y alabanzas por su indiscutible obra educacional, me refiero a la Dra. Dulce María Escalona, maestra a la que esta Universidad nunca deberá olvidar y que todavía tiene pendiente el estudio profundo de su obra educativa tanto en el campo de la enseñanza de las matemáticas como de la pedagogía en general. Permítanme leerle lo que un día escribí sobre tan ilustre maestra de todos los tiempos para, en un aniversario más de su desaparición física, leerlo ante su tumba. A ella, a mi querida doctora y maestra para siempre, le dedico esta categoría que hoy mi universidad Varona, su universidad, me ha conferido.

Todavía tenemos fresco en la memoria el recuerdo de aquellos años en los que siendo muy jóvenes o quizás mejor, muy niños, emprendimos el camino de la hermosa y difícil tarea del magisterio. Muchos lo hicieron por vocación, otros por el compromiso político ante la convocatoria de la Revolución. Algunos renunciaron a lo que posiblemente habían soñado o simplemente asumieron por la influencia del medio familiar. Diversas pueden haber sido las motivaciones; sin embargo, ello no es lo más importante, esa masa de jóvenes -casi niños- que entonces éramos, pronto, muy pronto, se transformó en un grupo monolítico convencido de ser maestro.

¿Cómo se produjo este fenómeno? Sin lugar a dudas mucho influyó en ello el excelente claustro con que pudimos contar, lleno de sabiduría y, sobre todo, portador de un infinito amor al magisterio y deseoso de hacer triunfar este primer gran experimento de formación masiva de profesores. Se multiplicaron en sus alumnos a partir del ejemplo y la entrega sin límite, y tuvimos el privilegio de ser conducidos por una de las figuras más prominentes de la Educación cubana de todos los tiempos y pedagoga de talla universal: la Dra. Dulce María Escalona Almeida.

Recordarla en un día como hoy es, ante todo, agradecerle lo mucho que dio en los últimos años de su muy fructífera vida por hacernos hombres y mujeres dignos de una Patria empeñada en ser diferente y por la que ella tanto luchó. Agradecerle, también, por su ejemplo de entereza y humanismo, por sus lecciones de ética profesional, por su profundo sentido de la justicia, de la dignidad humana, del deber, por su confianza en los jóvenes y su capacidad para crecer.

Recordar a la Dra. Escalona no es compromiso de un día, es un deber y una necesidad de cada día para hacer las cosas mejor, y si no perfectas, casi perfectas. Los que la conocimos nos preguntamos, unas veces en broma y otras en serio, qué pensaría la Doctora de esto o de aquello que nos acontece hoy como educadores. Lo hacemos porque ella es un paradigma de maestra, crítica implacable con la mediocridad, la vulgaridad, las soluciones fáciles, la superficialidad, la indisciplina y el paternalismo, que tanto daño hacen cuando de educar se trata.

El triunfo de la Revolución la sorprende ya jubilada; sin embargo, su bien ganado prestigio como pedagoga y su firme posición política demostrada en la lucha activa desde muy joven contra los regímenes dictatoriales que oprimían a la Patria, la llevaron a reincorporarse al trabajo para colaborar con el Gobierno Revolucionario, convencida de que como ella misma dijera, "cuando la Patria hace el reclamo, no hay más respuesta que la lucha". De esta manera, a los 58 años de edad, emprende con entusiasmo renovado una labor de creación cuyos resultados, mantienen su vigencia hasta nuestros días.

Que perfecto equilibrio de ternura y dureza, inteligencia y autoridad; rasgos que le permitieron hacer y que hoy hemos comprendido. ¡De qué otra manera hubiera sido capaz de cumplir la misión encomendada por la Dirección de la Revolución de formar verdaderos maestros a partir de esa masa heterogénea que puso en sus manos en 1964, a los pocos años del triunfo, ya con 63 años de edad, con la creación del Instituto Pedagógico "Enrique J. Varona"!

No pocos la cuestionaron, y algunos hasta se rieron, por encabezar esta empresa en pleno corazón de la Universidad de la Habana, no acostumbrada a compartir su recinto con tan jóvenes discípulos, algunos con menos de quince años. Quien para ese entonces ya era una personalidad consagrada como Doctora en Pedagogía y Ciencias Físico-Matemáticas, ninguna duda o burla podía perturbar su ánimo y mucho menos su autoestima; estaba convencida de la grandeza de la obra de la Revolución y de lo que para ella significaba la tarea encomendada. La historia se ha encargado de demostrarlo y de repetir empeños semejantes con iguales o mayores éxitos.

Cuando ya sus años no le permitieron continuar al frente de su obra mayor, el Pedagógico Varona, construido a fuerza de pasión y sabiduría, de amor y entrega sin límites, siguió siendo la consejera de no pocos de sus discípulos, a los que la vida le dio la dicha de verlos convertidos en Maestros.

Mi último encuentro con la Doctora, fue en su casa, cuando ya estaba alejada definitivamente de su vida laboral activa, acompañado de otros compañeros que tanto la queríamos de mi grupo intensivo de química. Ese día, como cuando la conocí por primera vez en enero de 1964, vi en ella como siempre, esa imagen de dama serena, digna, de cabellos siempre ordenados y azulados, pulcra y elegante, de mirada penetrante y escrutadora, de palabra precisa y profunda, segura y optimista, que guardo para siempre en mi memoria.

Cuando miro hacia detrás y me percato del camino recorrido y de los años entregados al magisterio, ya son 48, lejos de arrepentirme, me enorgullezco, no por los éxitos que pude haber tenido sino por la satisfacción de no haber defraudado a los que un día vieron en mí y en todos los jóvenes de mi generación, el relevo. Los años más recientes han puesto a prueba la entereza de los maestros, unos han flaqueado y abandonado las filas; muchos nos hemos mantenido y nos mantendremos hasta que nos lo dicte la naturaleza misma, porque en nosotros germinó, para no morir, la semilla que sembró con la pasión y fe infinitas en el mejoramiento humano, esa gran maestra de todos los tiempos: Dulce María Escalona.

Muchas gracias


Obituarios

La Universidad de Ciencias Pedagógicas "Enrique José Varona" y la enseñanza de la lengua en Cuba se visten de luto.

El 9 de febrero de 2015 la Dr. Cs. Angelina Jacinta Roméu Escobar concluyó su tránsito por la Tierra. No por esperada, dejó de ser dolorosa; ha conmovido a todos los que la conocieron y a quienes se acercaron a ella mediante su obra, por disímiles razones.

Su cadáver fue expuesto en el edificio de la Sociedad Económica de Amigos del País. Asistieron al funeral, junto a sus familiares, funcionarios del Ministerio de Educación, dirigentes de la Universidad de Ciencias Pedagógicas "Enrique José Varona", profesores, trabajadores, amigos… de Angelina.

Seis días después, el 15 de febrero, su natal pueblo de San Antonio de Cabezas, en el sur de Matanzas, recibió sus cenizas. Regresó Angelina a las raíces, acogida por quienes, en sus años mozos, la despidieron cuando se incorporó a la Campaña Nacional de Alfabetización, en 1961.

El humilde pueblo de San Antonio de Cabezas, evocado por ella en múltiples conversaciones, con su plaza nombrada Eduardo Roméu García en homenaje al maestro ejemplar, sus cortas calles y su gente amigable y sincera, la acompañó, con dolor, en el reposo junto a los familiares y amigos. Momento de anécdotas en torno a lo mucho y bueno que Angelina hizo en Cuba y en Latinoamérica.

Palabras de despedida a la Dr. Cs. Angelina Jacinta Roméu Escobar, en la Sociedad Económica de Amigos del País, realizadas por la Dr. C. Marisela Rodríguez Peñate

Aunque sabíamos que iba a suceder, este es un momento sumamente triste para todos los que la tuvimos cerca: su familia, sus muchos alumnos de Cuba y de otros lugares, sus compañeros, sus amigos.

Es difícil pensar que ya no estará físicamente y sentimos desde hoy esa ausencia/presencia, en estos salones de la Sociedad Económica de Amigos del País, que hoy gentilmente la acoge, en los pasillos de la Facultad, los tribunales, el aula de maestría, en las calles de Ciudad Escolar Libertad, en cualquier parte del Varona, su Varona que la formó y la vio crecer y multiplicarse en tantos otros.

De verbo fácil y seguro, ágil inteligencia, su experiencia y profesionalidad la ayudó a salir airosa y perseverar hasta el triunfo. Tierna tanto al cariño como a la adversidad, talento inigualable y maestra (maestraza) de las multitudes sin edades estimadas y sin horas precisas, sin tiempo y sin espacio.

Nadie que la haya conocido ha dejado de admirarla, aún los que de alguna manera lo han preferido callar. Nadie que se haya beneficiado con su sabiduría y su oportuno consejo, ha dejado de vencer etapas crecientes y fructíferas, y siempre encontró la manera justa de trazarlas como peldaños en que todos nos hemos sentido retados y a la vez exhortados a vencer, con el optimismo juvenil que siempre la acompañó.

Ejemplar madre y abuela, amiga fidelísima. Consejera ética y revolucionaria cabal. Su espíritu fidelista, martiano, quijotesco, recuerda desde su tenacidad y valentía, desde su altura y su limpieza, desde su firme creencia en cada idea que ama, desde su entrega por entero a un fin, aquella idea de Quijote en su afán de justicia, y venciendo múltiples obstáculos: "yo sé quién soy".

Gracias a todos por estar aquí, por acompañarnos en este triste momento.

Su ánimo de siempre nos ayudará a continuar.

Gracias, Angelina

Compañeros de Angelina expresan sus sentimientos de dolor

Había una vez una mujer que tenía voz de terciopelo y cuando daba clases parecía que flotaba y su verbo se transformaba en un ángel que nos poseía. Ella no daba tiempo para que alguien se portara mal, su clase era una guerra sin cuartel contra la chabacanería, la indisciplina y cualquier manifestación de incultura.

Nada humano le era ajeno. Su compromiso con la enseñanza de textos para hacer pensar y disfrutar la clase, para hacer crecer a sus alumnos, desde el ejercicio del amor, su búsqueda constante de las claves para alcanzar el perfeccionamiento humano desde la clase de excelencia de Español-Literatura, constituyeron la piedra angular de su doctrina pedagógica materializada en la Escuela cubana del Enfoque Cognitivo, Comunicativo y Sociocultural, fruto de cinco décadas dedicadas a la docencia y la investigación en la Universidad de Ciencias Pedagógicas "Enrique José Varona", de la cual fue fundadora y Profesora Emérita.

En sus clases el tiempo se paralizaba, y solo oíamos su voz, cristalina y nítida, que se proponía hacer de los futuros maestros en formación, seres humanos en constante proceso de perfeccionamiento.

Todo lo que enseñaba se convertía en oro. Era la Reina Midas de la Pedagogía. Nosotros pensábamos en qué momento aquella incansable y sonriente Maestra descansaba.

Angelina Roméu Escobar andaba siempre multiplicada: la veíamos en las aulas del Curso Regular, del Curso por Encuentros, de la Maestría que dirigiera, en los laboratorios de computación trabajando como tutora de doctorantes y maestrantes, en las reuniones del Comité Científico de la Universidad de Ciencias Pedagógicas, en las reuniones de la Asociación de Pedagogos de Cuba, preparando clases magistrales y cursos para los eventos de Pedagogía, presidiendo las actividades por El Día del Idioma, en las reuniones de la Sociedad Económica de Amigos del País, en un Tribunal Científico de Categorización, o sentada en el Centro de Información investigando para poner sus conocimientos en un libro o en un artículo al alcance de todos...

Doctora en Ciencias Pedagógicas y Doctora en Ciencias, nos legó una extensa y valiosísima obra científica, marcada por la rigurosidad, entre las que sobresalen "Teoría y práctica del análisis del discurso. Su aplicación en la enseñanza", amén de "El texto como unidad básica de la comunicación. Características de la textualidad", además de los resultados científicos del Proyecto de Investigación que dirigiera, materializados en sus aportes a la didáctica de la enseñanza de la Lengua.

Merecedora de múltiples condecoraciones, entre las que se destacan la medalla de la Alfabetización, la Rafael María de Mendive y la Distinción por la Educación Cubana, respetada y querida por cuantos la conocían, muy en especial por quienes tuvimos la suerte de ser sus alumnos, siempre nos preguntábamos cómo se las arreglaba para cumplir con tantas actividades sin jamás cansarse.

Excelente profesora, amiga, tutora, madre y abuela ejemplar, las puertas de su casa, siempre estaban abiertas para recibir a todo el que la necesitara, no importaba si era en las vacaciones de verano o en las de navidad.

Dueña absoluta del tiempo, su espíritu quijotesco desafiaba a todos los molinos de viento, y como gentil caballera, dedicó toda su humildísima y servicial existencia a estudiar y aprender para enseñar y ayudar a los demás, siempre con su dulce sonrisa a flor de labios.

Quiso ser bailarina y dejó sus zapatillas colgadas y sus sueños, cuando la maestra que le sirvió de ejemplo, Dulce María Escalona, le susurró que hacían falta profesores.

Familia de una estirpe de maestros y músicos, aprendió a tocar el piano y anduvo siempre en puntillas para empinarse y alcanzar los libros de la biblioteca de su primer maestro: su padre.

Siendo apenas una adolescente se fue a alfabetizar. Comenzaba así un largo camino de cinco décadas dedicado a la docencia y la investigación, cuyo objetivo fue materializar su anhelo de hacer comprender a todos los docentes, sin importar la asignatura que impartiera, que los maestros todos somos profesores de lengua, de ahí que el Español es el eje transversal de todos los currículos.

No he conocido en toda mi vida, a una maestra más sabia, más desinteresada, con más sentido del deber, de la solidaridad, de la justicia, con más creencia en la capacidad del ser humano de crecerse ante las dificultades.

Su principal virtud fue la modestia y sus enseñanzas se metían hondo hasta convertirse en convicciones, no porque las inculcara, palabra muy fea, sino porque estuvo toda su vida en contra de la enseñanza dogmática, de ahí que la razón de la doctrina filosófica que preconizó durante su fecunda existencia fueran el amor y el ejemplo.

Haber perdido físicamente a Angelina Roméu Escobar el pasado nueve de febrero, me ha puesto a pensar que la inmortalidad sí existe, porque la más terrífica de las muertes es el olvido: cuando olvidas a alguien es como si borraras su historia, su memoria, y ella se ha ganado el santo derecho de vivir más allá de su cuerpo y de su tiempo, porque se ha convertido en un paradigma, y sus cenizas, como el Ave Fénix, siempre volverán a renacer. Donde quiera que alguien esté dando una clase de Lengua de excelencia, ella estará ahí dando fe de una vida cuya siembra infinita de amor y alegría nadie podrá detener nunca en su viaje hacia el futuro.

Lic. Jeanette Echevarría Echerri

"Al espacio de tu ausencia"

A Angelina Roméu Escobar in memorian

Autor: Dr. C. Luis Eligio Martely Masens

En el noveno día del mes de los amores,

surtidora insomne de tu innata ternura,

cavalgas silente rodeada de flores

hacia el lecho final destellando dulzura.

¿Cómo creíste poder alejarte

si en cada palabra dejaste un ensueño?

¿Cómo lograste ser alguien sin dueño

y entre tanto aprender del Español: AMARTE?

Quedas por siempre educadora pujante.

Grande en tus años del ser incansable.

Escultora del silencio es tu inmenso baluarte.

Armadora de jornadas con sudor que legaste.

En el noveno día del mes de los amores,

te yergues desnuda ante toda flaqueza,

y marchas de casa cargada de honores

burlando a la muerte con humildad y entereza.

¡Qué espacio el de tu ausencia!

Maestra del tiempo, hacedora de huellas.

Intentaron las sombras llevarte con ellas,

sin saber que irradiabas más luz que una estrella.

"Un canto a mi universidad"

Desapareceré, con la última

astilla de tu tronco.

Anna María Zía

Dr.C. Luis Eligio Martely Masens

Estuve en tu nacimiento,

supe de tu hermosura y anhelos,

siempre escudriñando entre tantos

la honestidad y el desvelo,

por eso me acurruqué a tu lado,

eras ya mi nuevo sueño.

Pude acunarte, acariciarte: te apoderaste del tiempo.

¡Cuánto te cubrió mi sudor!

A veces, lloré por dentro,

días en que asomó la duda,

otros, el descontento,

pero no te abandonó

mi canto al verte creciendo.

Ya eres toda una mujer,

ya no te duermen los cuentos.

¿Recuerdas aquellas jornadas

en que te susurré sonriente

cuando apenas quedaba aliento?

Te he dado lo que pude,

darte más lo hubiera hecho.

Hoy me inundas de confianza

y de corazón te confieso:

jamás mancillé las manos

que también te dieron versos.

Aquí te dejo mis hijos,

en algunos casos nietos.

Y si un día me ves partir

no pienses que es un adiós,

solo un hasta mañana amor,

o mejor dicho, hasta luego.

Nota publicada en el periódico Granma por el fallecimiento de la Dr. Cs. Angelina Roméu Escobar

Angelina estará de vuelta en toda buena clase

Autora: Madeleine Sautié | madeleine@granma.cu

10 de febrero de 2015, 22:02:38

En nuestra formación siempre hay personas que dejan huellas. Las hay cuyo recuerdo no nos es grato porque no fue precisamente bueno lo que en el alma nos dejó; otras resultan insoslayables porque sus rastros se nos incorporaron y se suman después a ese todo que terminamos siendo.

Esos gestos que nos calan nos acompañan mientras vivimos. El instinto natural es responsable del amor que recibimos de nuestros padres, pero cuando ese sentimiento nos llega de alguien que lo reparte por igual a los hijos ajenos estamos hablando del maestro.

Tuve la suerte de conocer a una mujer libro; una mujer puente, una mujer aula… que dejó atrás sus primeras vocaciones para convertirse en maestra. De niña quiso ser bailarina y tantas cartas le escribió a Alicia Alonso que consiguió que la prima ballerina assoluta le respondiera un día y le regalara una foto suya autografiada.

Obsesionada con los libros del padre amó desde niña ese olor de la letra impresa y quiso desde entonces investigar y estudiar el idioma. Pero bastó que una maestra de entonces, la ilustre pedagoga Dulce María Escalona le pidiera, porque Cuba lo necesitaba, que optara por el magisterio y la joven cambió el gozo inigualable de estudiar la carrera soñada para entregarse a otra que en poco tiempo se le metió en la sangre y a ella le dedicó la vida.

Un currículo engrosado en más de cinco décadas, hicieron de Angelina Roméu Escobar, una doctora en ciencias que alcanzó el título de Profesora de Mérito de la Universidad de Ciencias Pedagógicas "Enrique José Varona". No ocuparán estas líneas las muchas distinciones que mereció en vida, sino algunos de los legados que dejó en sus alumnos como constancia de que obrar en pos del mejoramiento humano es un modo de vivir eternamente.

Angelina fue dueña de un tiempo que no le pertenecía porque siendo suyo lo empleó en los otros. Solo los que sabemos que su casa estuvo siempre abierta para sus alumnos podemos dar fe de esa entrega sin horarios prohibidos que la hacía ser más ella. Después de la estancia en el aula, después de los años que nos convirtieron en profesionales, ella seguía teniendo todas las respuestas que la práctica retadora nos obligaba a encontrar.

Estar en el aula fue para ella la consumación de sus sueños. A la rapidez con que le venían a la boca conceptos y teorías acompañaron siempre los más dulces ejemplos con su inigualable sonrisa, como si con este gesto la instrucción se hiciera más fecunda.

Obsesionada con la formación integral de los estudiantes cubanos insistía en que los profesores de lengua, que debían serlo y parecerlo en todo momento, estaban llamados a asumir actitudes transformadoras y a desempeñar roles más activos en cuanto a la educación de las nuevas generaciones, para lo cual se debían preparar. "Nosotros los formamos, decía, pero realmente no habrá cambios si la escuela no se abre a la transformación, y los jóvenes tienen disposición para hacer mejor las cosas".

Alfabetizadora en plena adolescencia, fundadora del Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona, portadora de varias medallas entre ellas la Rafael María de Mendive y la de la Distinción por la Educación Cubana, y creadora de la Escuela Cubana del Enfoque comunicativo, cognitivo y sociocultural para la didáctica de la lengua, sobran las razones para resaltarla; sin embargo, no habrá mejor modo de honrar su legado, ahora que ha partido, que hacer de la clase de Español ese espacio generoso donde el idioma se aprende provocando el goce de sus hablantes.

No habrá un docente digno, formado en estos tiempos, que pueda prescindir de la savia de esta entrañable mujer, compañera inolvidable, si pretende hacer de la enseñanza un acto de infinito amor. Cada vez que una clase de Español en nuestras escuelas consiga en los alumnos conocimientos firmes y decorosos, Angelina estará de vuelta.

Se adjuntan a continuación algunos de los comentarios que hicieron los lectores en la web de Granma.

Nery dijo:

1/ 11 de febrero de 2015/ 07:04:10

Conmovedor, muy lindo el comentario y la educadora se sentiría orgullosa de este merecido homenaje.

Maypg dijo:

2/ 11 de febrero de 2015/ 09:55:50

Gracias Madelaine por estas hermosas y conmovedoras líneas de nuestra entrañable Angelina, todos los miembros de la Comunidad Universitaria de Nuestra Universidad estamos orgulloso de que ella forme parte de nuestro Claustro y lo escribo en presente porque jamás partirá de nuestras aulas y salones y en cada libro o artículo escrito por ella brillará ahora más que nunca.

Juvenal dijo:

3/ 11 de febrero de 2015/ 11:58:38

Muy sentidas tus líneas. Conmueven al lector. Ese es el periodismo, contar historias. Esas que abundan por los rincones de la sociedad y que solo esperan por descubrirlas y ser contadas. ¿Cuántos héroes anónimos enriquecen con su paso por la vida nuestra cubanía?

Armando dijo:

4/ 11 de febrero de 2015/ 13:51:54

Gracias, Madelaine, por su enaltecedor comentario. Los que conocimos -conocemos- a Angelina sabemos cuánta verdad encierran sus palabras y qué difícil resulta reflejar en el espacio de una página los méritos de esta inigualable maestra que, no obstante sus innumerables distinciones, hizo de la sencillez un culto. Porque entre las virtudes de Angelina -que son muchas- sobresalen su humildad, su entrega total al magisterio, su disposición de ayudar a los demás, su lealtad y su compromiso sin límites con su Universidad de Ciencias Pedagógicas "Enrique José Varona". A Angelina la conocí hace ya 25 años y desde el primer momento llamaron mi atención su inmensa voluntad, su entrega al trabajo, su proverbial desinterés y su afán por el enriquecimiento cultural y espiritual de todos aquellos que en el camino de la vida se encontraron con esta persona excepcional. Gracias a Angelina he tenido el orgullo de integrar el claustro del Varona y de compartir con ella en el colectivo de Didáctica de la Lengua Española y la Literatura, entre tantas otras satisfacciones. A Angelina le debo mucho de lo que he aprendido en lo profesional y le debo también el primer poema que escribí, inspirado en esta mujer imprescindible.

Llegas cada mañana con la misma premura

para ofrecernos todo tu caudal de experiencia,

con el mismo rigor, con la misma exigencia

en la palabra amable y el gesto de ternura.

Y se hace breve el tiempo y crece tu estatura,

alimentando el sueño puro de la inocencia,

y se llena el espacio solo con tu presencia,

y una aureola vital envuelve tu figura.

Porque vives la vida con la pasión intensa

de quien ama y construye, sin otra recompensa

que la total entrega en aras del progreso;

porque aún quedan ingratos en este mundo nuestro,

que se olvidan a veces del humilde maestro,

hoy quiero regalarte un poema y un beso.

Armando

Ramoncia dijo:

5/ 11 de febrero de 2015/ 15:03:28

Soy alumna de la UCPEJV, he sentido la perdida de esta maravillosa profesora que encabeza la elite del Claustro de la carrera Español-Literatura, también me siento muy agradecida del homenaje que se le ha hecho, para aquellos que profesamos sus palabras significa mucho. Gracias.

Alejandro dijo:

6/ 11 de febrero de 2015/ 18:21:46

Es, será siempre, MAESTRA, AMIGA, COMPAÑERA... DIOS SABE CUÁNTO APRENDÍ, CÓMO LA ESCUCHÉ... ESA ES UNA MAESTRA, TODA NOBLEZA, HUMILDAD, SABIDURÍA... ASÍ ES ANGELINA... AQUELLA GENUINA DRA. QUE NUNCA VIVIÓ SOBRE ALTURAS, SIEMPRE HACIENDO LAS ALTURAS... EPD

Yeny dijo:

7/ 11 de febrero de 2015/ 18:31:29

No conozco a Angelina, pero esa sonrisa que muestra en la foto me dice que es, además de profesora, una cubana digna y merecedora de sus comentarios. Maestras, profesoras, doctoras que sientan pasión por esta profesión siempre sirven de estímulo para seguir adelante, sin importar la edad, de manera que podamos mostrar la calidad humana y educacional que hay en nuestro país, a pesar de adversidades. Felicidades Angelina y muchas gracias, periodista, por hacernos conocer a esta mujer.

Familia de Angelina dijo:

811 de febrero de 2015/ 20:25:10

Agradecidos eternamente por no dejar opacada la imagen de quien dio tanto amor por la profesión de engendrar la maravilla, es dolorosa su partida pero la muerte no es real para quien cumplió con la obra de la vida, su presencia prevalecerá porque su devoción con la familia, amigos y alumnos fue infinita y desmedida. Abuela, madre, amiga, profesora y guía te queremos y amaremos eternamente.

Caridad Cancio López dijo:

9/ 11 de febrero de 2015/ 22:12:47

La muerte de la profe Angelina me ha dolido. Fue mi maestra de siempre, la mujer que no dudó nunca en que todo aquel grupo que formó para formarnos como máster, lo lográramos a la sombra de su espíritu de sacrificio... mi título de máster, de doctora en ciencias pedagógicas, mucho se lo debo a ella, por eso, en cada acción y tarea que como maestra de Español Literatura realice, no podré de recordarla, de tenerla frente a mí para seguir empeñándome en que en nuestras escuelas, se cultive y cuide la lengua de Cervantes. Profe, hoy no te decimos adiós... o lo dejaremos de ver físicamente tu sonrisa y sabiduría, pero sigues viva, porque te multiplicaste en cada profesor de lengua de nuestro país. En Paz descanses... eres de las grandes y como grande, te recordaremos siempre... Adiós profe. siempre te querremos y recordaremos con mucho cariño...

Maritza Deschapelles dijo:

10/ 11 de febrero de 2015/ 22:55:06

Estimada Madeleine, por ti me entero que la profesora Angelina, ya no está, es una verdadera pena, porque también fue mi maestra en el Pedagógico, tuve la posibilidad de decirle lo que la admiraba cuando la convoqué para hacer un programa PRESENCIA a la Doctora Ortiz, posteriormente le propuse hacer uno dedicado a ella, pero, según me comentó estaba en la fase de los sueros; en fin, le dije que la llamaría para saber de ella... Ya no supe más, hasta ahora que me entero por ti de su partida... Es una gran pena, porque ella fue una personalidad de la Educación Cubana, no por gusto era Profesora de Mérito de la Universidad Pedagógica Enrique José Varona y Profesora Destacada del siglo XX... Estoy segura que ya está de regreso, para continuar regalando su sonrisa dulce y comprensiva de una Gran Maestra.

Alejandro Cruzata dijo:

11/ 12 de febrero de 2015/ 11:39:11

Esa ternura sabia, nos hará falta siempre.

Madeleine dijo:

12/ 12 de febrero de 2015/ 14:28:22

Esa sonrisa, Yeny, era la más viva estampa de ella misma. Nada lo concibió ella sin esa encantadora imagen, aún cuando debía ser exigente o decirles a sus alumnos algo que no les iba a ser agradable. Es por eso que cada vez que se forme un buen profesor Angelina estará presente. Renacerá cada vez que algún profesor le siembre algo bueno a sus alumnos.

Ma. Luisa García dijo:

13/ 12 de febrero de 2015/ 16:11:26

Gracias por tan hermosas palabras para aquella que siempre supo ser luz y ejemplo.

Exposición "Maestra de maestros"

El lunes 9 de marzo de 2015 fue inaugurada, en el Departamento de Español-Literatura de la Facultad de Humanidades, la exposición "Maestra de maestros", en homenaje a la Dr. Cs. Angelina Roméu Escobar. El acto inicial, que fue conducido por la profesora y M. Sc. Tania Sevillano, se efectuó en el teatro de dicha Facultad y contó con la masiva asistencia de estudiantes y profesores del departamento y la facultad.

Durante la jornada fue proyectado el video Homenaje, realizado en Cesofte, y se escucharon las palabras de Enrique Bañobre Mora, en nombre de los estudiantes, de la profesora Titular Hortensia Sardiñas, amiga y compañera de Angelina, y de la jefa del Departamento de Español- Literatura, Adlig Rodríguez. Asimismo, el profesor Armando Garriga leyó un poema que le dedicara a Angelina y la profesora Judith Aguirre interpretó el poema de Guillén A veces, musicalizado por Pablo Milanés, acompañada por su pianola.

Palabras del M. Sc. Armando Garriga Valiente

Hay en nuestras vidas personas que dejan huellas indelebles, que calan en lo más profundo de nuestros sentimientos y se hacen, entonces, insoslayables porque sus rastros se nos incorporaron y se suman después a ese todo que terminamos siendo, y nos acompañan mientras vivimos. Una de esas personas, toda nobleza, toda humildad, toda sabiduría… fue -es- Angelina Roméu. Los que conocimos -conocemos- a Angelina sabemos cuán difícil resulta expresar en unas breves líneas los méritos de esta inigualable maestra que, no obstante sus innumerables distinciones, hizo de la sencillez un culto. Porque entre las virtudes de Angelina -que son muchas- sobresalen su humildad, su entrega total a la profesión que un día abrazó para dedicarle su vida, su disposición de ayudar a los demás, su lealtad y su compromiso sin límites con su Universidad de Ciencias Pedagógicas "Enrique José Varona", con su Departamento de Español-Literatura, con su colectivo de Didáctica de la Lengua y la Literatura. A Angelina la conocí hace ya 25 años, cuando tuve el inmenso privilegio de ser su alumno en un curso de superación irrepetible, y desde el primer momento llamaron mi atención su inmensa voluntad, su perseverancia, su entrega al trabajo, su proverbial desinterés y su afán por el enriquecimiento cultural y espiritual de todos aquellos que en el camino de la vida se encontraron con esta persona excepcional. Gracias a Angelina he tenido el orgullo de integrar el claustro del Varona y de compartir con ella en el colectivo de asignatura en el que dejó la impronta de su indiscutible magisterio. A Angelina le debo mucho de lo que he aprendido en lo personal y profesional y le debo también el primer poema que escribí, inspirado en esta mujer imprescindible.

Llegas cada mañana con la misma premura,

para ofrecernos todo tu caudal de experiencia,

con el mismo rigor, con la misma exigencia,

en la palabra amable y el gesto de ternura.

Y se hace breve el tiempo y crece tu estatura,

alimentando el sueño puro de la inocencia,

y se llena el espacio solo con tu presencia,

y una aureola vital envuelve tu figura.

Porque vives la vida con la pasión intensa

de quien ama y construye, sin otra recompensa

que la total entrega en aras del progreso;

porque aún quedan ingratos en este mundo nuestro,

que se olvidan a veces del humilde maestro,

hoy quiero regalarte un poema y un beso.


Revista Varona en el Sistema de Información Científica Redalyc

El 6 de marzo de 2015, en Toluca, México, el Sistema de Información Científica Redalyc Red de Revistas Científicas de América Latina y el Caribe, España y Portugal, derivado de la evaluación realizada a la revista Varona por el Comité Científico Asesor de Redalyc, determinó por unanimidad su inclusión en su acervo, dado que cumple los criterios de calidad editorial y de contenido requeridos. Tanto para la revista en soporte papel, con ISSN 0864-196X, como para la versión electrónica, con ISSN 1992-8238.

Redalyc es una de las bases de datos más representativas de revistas científicas de acceso abierto de Iberoamérica, pues proporciona a las publicaciones máxima visibilidad, indicadores cienciométricos, y aplicaciones y servicios con alto valor agregado.