Varona

No.60  Enero-Junio, 2015.    ISSN: 1992-82

Editorial


Un acercamiento a la historia de la Universidad de Ciencias Pedagógicas "Enrique José Varona"

Preámbulo

Antes del triunfo de la Revolución no existía en el país la formación de profesores para la enseñanza media. La docencia en este nivel era ofrecida por maestros primarios o por graduados de diferentes especialidades (geógrafos, historiadores, biólogos) que accedían a las plazas existentes al responder a las convocatorias liberadas al efecto. Debe recordarse que el acceso de estudiantes a este nivel no era masivo y, por lo tanto, la necesidad de docentes no era una cuestión apremiante para la sociedad (en la capital, por ejemplo, aunque había escuelas primarias superiores en los diferentes municipios, solo existían cuatro institutos de Segunda Enseñanza).

El advenimiento de la Revolución abrió la posibilidad al pueblo cubano para alcanzar mayores niveles de instrucción. Al concluir la Campaña Nacional de Alfabetización, cientos de jóvenes alfabetizadores se reincorporaron al estudio; se creó el plan de becas y se hizo imprescindible la formación de profesores para los centros que surgían. En el propio año 1961 se organizó el llamado Plan Fidel, mediante el cual se capacitó, en pocos meses, a graduados de diversas especialidades para desempeñarse como profesores.

La Facultad de Educación de la Universidad de La Habana, bajo la dirección de la Dra. Dulce María Escalona Almeida, paralelamente a los cursos en liquidación de la carrera de Pedagogía, desarrolló durante el año 1962 el Curso de capacitación para profesores de secundaria básica por especialidades, que se repitió al año siguiente. Esto constituyó el antecedente de la formación regular de profesores de nivel medio y dio paso a la transformación de dicha facultad universitaria.

No se pretende exponer a continuación una historia documentada de la actual Universidad de Ciencias Pedagógicas "Enrique José Varona"; son apuntes sobre algunos momentos de su vida extraídos de los recuerdos de muchos años dedicados al trabajo en el centro.

1964: los inicios

En enero de 1964 la Facultad de Educación de la Universidad de La Habana comenzó la formación de profesores para secundaria básica (ya en el año anterior se había iniciado el curso nocturno para profesores de nivel secundario superior), y se convirtió en el Instituto Pedagógico "Enrique José Varona", con tres secciones: Básica, Superior y Pedagogía.

La Sección Básica del Instituto Pedagógico acogió a estudiantes de todo el país que se formarían con una doble especialidad: Matemática y Física, Matemática y Enseñanza Politécnica, Física y Química, Biología y Ciencias Agropecuarias, Español e Historia, Español e Inglés y Geografía e Historia. En un grupo de Español e Inglés, por ejemplo, podía verse a una muchacha de Las Tunas junto a una de Marianao y a otra de Bahía Honda; en uno de Geografía e Historia, un joven de San Fernando de Camarones era compañero de uno de Camagüey y de otro de San Antonio de los Baños.

Estos nuevos estudiantes universitarios presentaban características diferentes al resto del estudiantado de este nivel. Se trataba de alumnos muy jóvenes (muchos no llegaban a los quince años de edad), en condición de becarios, con diferencias en el nivel de sus conocimientos; estaban sometidos a un rígido sistema disciplinario y usaban uniforme, lo que fue causa de no pocos disgustos, pues sentían que muchas veces no eran tratados como el resto de los estudiantes universitarios.

Esta gran masa estudiantil (más de 2 000 estudiantes) fue albergada, primeramente, en el Edificio Someillán; más tarde las muchachas pasaron a la residencia estudiantil Lázaro Cuevas, de F y 3ª, en El Vedado, y los varones se ubicaron en el antiguo hospital de la Policía. Dada su gran cantidad recibían las clases en diferentes áreas de la colina universitaria, además del edificio Varona; para los nueve grupos de Biología no hubo inicialmente locales disponibles, por lo que se unían para recibir conferencias en el anfiteatro Varona (cuando se habilitó el antiguo hospital de la Policía se acondicionaron allí aulas para ellos).

El primer semestre del año 1964 resultó un período de adaptación de los estudiantes a las nuevas condiciones, y de la facultad para garantizar el cumplimiento de la tarea que se iniciaba. Al reducido número de profesores con que se contaba se unieron egresados de los cursos emergentes y estudiantes de la Sección Superior, que constituyeron el grupo inicial de profesores fundadores.

No todos los estudiantes que habían ingresado en enero vencieron esta primera etapa, por diferentes razones. Puede decirse que quienes la culminaron lo hicieron con gran entusiasmo y una actitud revolucionaria digna de encomio.

Ciudad Escolar Libertad

En septiembre de 1964 la Sección Básica se trasladó para Ciudad Escolar Libertad, y se radicó en el edificio que había sido construido para el Instituto Preuniversitario «Arbelio Ramírez». Se disponía allí de 32 aulas y áreas de laboratorios, que eran eficientemente utilizados dada la pericia de la Dra. Escalona en la elaboración de horarios: se aprovechaban los turnos de Educación Física, talleres, laboratorios, clases de Agropecuaria en el terreno y otros para lograr la rotación de los grupos por los locales docentes. Algunos estudiantes recibían sus clases en los salones de estudio de los albergues y se utilizaban los laboratorios del Instituto de Perfeccionamiento Educacional Nacional (IPE) para los alumnos de Física y Química. Posteriormente, se incorporó al Instituto el antiguo colegio de las Ursulinas, en el que fueron ubicados estudiantes de las carreras de letras; esto permitió disponer de un mayor espacio para la docencia y para la ubicación de estudiantes, los que residían en viviendas cercanas.

En la concepción del plan de estudio estaba presente la combinación del estudio y el trabajo pre-profesional: los estudiantes debían realizar práctica docente antes de concluir sus estudios. Cabe destacar que dadas las necesidades del país los grupos de la primera promoción marcharon a trabajar durante un semestre, en segundo año, habiendo recibido una somera preparación desde el punto de vista metodológico y asumieron responsablemente esta tarea.

Con el transcurso de los años fue perfeccionándose la planificación de la práctica docente, de manera que los estudiantes tuvieran una adecuada preparación para afrontar las tareas de la escuela. En 1969 se creó la Subdirección de Práctica Docente, encargada de establecer las relaciones con los centros de práctica y de atender a los practicantes en sus escuelas, lo que había venido realizándose por medio de la Subdirección Docente.

En el año anteriormente mencionado los estudiantes hicieron su práctica docente desde Pinar del Río hasta Camagüey, incluida, la entonces, la Isla de Pinos. Comenzaron, entonces, a funcionar los estudios dirigidos para los que quincenalmente (o mensualmente en los casos de Las Villas y Camagüey) los estudiantes se concentraban y recibían dos asignaturas de su plan de estudios, una de las cuales era la Metodología de la Enseñanza, ofrecidas por profesores del Instituto que se trasladaban a las distintas sedes para ejercer esta docencia. Estaba concebida la atención a los practicantes en sus escuelas, aunque esto no siempre pudo realizarse con la eficiencia deseada, en buena medida por la dispersión y lejanía de los centros. En algunos momentos el Instituto extendió su influencia a zonas tan alejadas como Ciudad Sandino y San Andrés de Caiguanabo, en la Sierra del Rosario, por citar algunos ejemplos.

En el año escolar se encontraban incluidas las tareas de carácter productivo en áreas pertenecientes al entonces Regional Ariguanabo, en las modalidades del "3x1" (un fin de semana al mes) o en la de períodos de 30 o 45 días. El traslado se hacía generalmente en camiones del Ejército hasta los albergues, que casi siempre eran casas de tabaco con hamacas y "chismosas". También hubo en estos años períodos de recogida de tabaco en Pinar del Río, y en 1967 estudiantes y profesores se desplazaron hasta la zona de Taguasco, en Sancti Spíritus, para participar en faenas del campo.

La preparación militar también se incluyó en la vida de los estudiantes del Instituto Pedagógico. En septiembre de 1968 se organizó en Ciudad Escolar Libertad la primera escuela militar, que reunió durante quince días, con carácter interno, a alumnos y profesores en actividades teóricas y prácticas. En los años siguientes se repitió esta preparación, aunque ya no con carácter interno.

No podían faltar el deporte y la cultura en estos jóvenes universitarios. Se organizaron los juegos deportivos y los festivales de aficionados, tanto de estudiantes como de trabajadores, y paulatinamente la Casa Estudiantil se convirtió en sede de grupos de diferentes manifestaciones artísticas. La génesis del grupo Moncada estuvo en este centro.

Como miembros de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU), los estudiantes del Pedagógico participaban en los actos y movilizaciones convocados por esta organización, en los que siempre se destacaron por su masividad y entusiasmo. Tanto la FEU como la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) tuvieron dirigentes que lograron la cohesión entre los estudiantes y la incorporación a todas las tareas de las organizaciones estudiantiles.

De los primeros ingresos de la Sección Básica (enero y noviembre de 1964) surgieron graduados que, por su calidad docente y revolucionaria, pasaron a integrar el claustro del centro. Ellos son también fundadores del Instituto y, a lo largo de los años, muchos han desempeñado funciones de dirección en este centro y en otros similares: han sido jefes de departamentos, directores, vicedecanos, decanos y rectores, con sin igual fidelidad a su profesión y a la Revolución.

1972: un cambio

La política revolucionaria de extender los servicios educacionales motivó la creación de escuelas secundarias básicas en el campo, con lo que aumentó la necesidad de docentes. Al llamado del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz muchos jóvenes mostraron su decisión de convertirse en profesores, y el Instituto Pedagógico asumió esta tarea en las nuevas condiciones.

En 1972 cambió la estructura del Instituto Pedagógico. Desaparecieron las secciones Básica y Superior, y se constituyeron tres "planes" que agrupaban a diferentes tipos de estudiantes:

A tenor con estos cambios, se produjo la fusión de los departamentos docentes de las secciones Básica y Superior, con lo que se logró un mayor aprovechamiento de la fuerza laboral. Estos departamentos se ubicaron en Ciudad Escolar Libertad, donde se habían ampliado las instalaciones disponibles.

Junto con la docencia en el Instituto había comenzado a desarrollarse la investigación científica. Primeramente se habían realizado trabajos relacionados con el perfeccionamiento del proceso de enseñanza-aprendizaje, que permitían ir dando solución a problemas que se afrontaban. Posteriormente, se organizaron, en el Vicedecanato de Investigaciones, los Grupos de Desarrollo en diferentes áreas y fueron estableciéndose líneas de investigación de acuerdo con las necesidades de la educación.

Se había creado en el Instituto la Dirección de Postgrado y Relaciones Internacionales, que posibilitó una labor de superación para profesionales del centro y de otros organismos. Comenzaron a darse los primeros pasos para la obtención de grados científicos, con el envío al extranjero de docentes que realizaron sus candidaturas en la antigua Unión Soviética, en Checoslovaquia y en Alemania, y se contó también con asesoría foránea en algunos departamentos. Todas estas acciones, junto a la dedicación del personal, garantizaban un perfeccionamiento de la preparación de los docentes para cumplir eficientemente sus funciones.

El Instituto continuaba siendo una facultad de la Universidad de La Habana, que respondía metodológicamente al Ministerio de Educación. Su desarrollo docente y científico se encontraba en pleno ascenso, y se alistaba para empeños mayores.

1976: la mayoría de edad

En 1976 se creó el Ministerio de Educación Superior, y se estableció la red de centros de ese nivel en el país: surgieron así los institutos superiores pedagógicos, como centros independientes, pertenecientes al Ministerio de Educación, aunque estaban sujetos a las disposiciones establecidas por el Ministerio de Educación Superior (MES) para las instituciones de nivel superior. Nació, entonces, la Licenciatura en Educación.

En la nueva estructura fueron creadas las facultades, por especialidades. En ellas se asumió la organización de las nuevas carreras; se concluyó la llamada "carrera profesoral", se continuó atendiendo el Destacamento Pedagógico hasta la liquidación de ese plan; se organizaron los cursos de completamiento para sus egresados, prosiguió el desarrollo de los cursos para trabajadores, tanto en la sede central como en las filiales pedagógicas de la provincia de La Habana; a las especialidades existentes se le agregaron las correspondientes a la Educación Especial, Preescolar y Educación Primaria, con lo que se amplió el campo de preparación de docentes para los diferentes niveles de enseñanza, con un nivel superior.

El Instituto Superior Pedagógico "Enrique José Varona" emprendió la formación de Licenciados en Educación en torno a dos premisas fundamentales: la formación de un profesional de su tiempo, comprometido con las transformaciones revolucionarias de la sociedad y, a la vez, una preparación que sirviera de plataforma al dominio de los contenidos propios del ejercicio de la profesión.

La investigación científica continuó en ascenso, así como la superación de los profesores, con la organización de maestrías y de doctorados. La concepción del plan de estudio como la integración de los componentes académico, laboral e investigativo intensificó la incorporación de los estudiantes a tareas investigativas junto a la docencia y la práctica pre-profesional.

La elaboración de los sucesivos planes de estudio (A, B y C) sobre bases cada vez más científicas permitió responder a las exigencias educacionales. A partir de 1996 se produjeron transformaciones en la estructuración de las facultades, con los consiguientes cambios curriculares para lograr la integración por áreas de conocimiento que demandaba la Enseñanza Media. El Instituto realizó los ajustes pertinentes en el Plan C, con la remodelación de las tareas y funciones del modelo del profesional para considerar la formación laboral como eje alrededor del cual se integrarían sistémicamente los otros componentes.

Los cambios en la política educacional implicaron transformaciones en la formación de los docentes para la Enseñanza Media, a las que este centro ha sabido responder, poniendo todo su potencial científico al servicio de las necesidades educacionales del país.

Epílogo

Han transcurrido 50 años desde que jóvenes entusiastas ascendieron por primera vez la colina universitaria para formarse como docentes; allí los esperaban profesores conscientes, como ellos, de la importancia de la tarea.

Muchos han sido los estudiantes que han pasado por las aulas, muchas han sido las tareas cumplidas, muchos han sido los cambios; ha habido algunos sinsabores, pero más han sido las satisfacciones.

En la memoria de quienes han dedicado una parte importante de sus vidas a la actual Universidad de Ciencias Pedagógicas "Enrique José Varona", siempre estará presente el recuerdo del deber cumplido "sencilla y naturalmente", como pedía el Héroe Nacional José Martí.

Lic. Coralia Caridad Curbelo Molinet*


*Coralia Curbelo Molinet. Maestra normalista, Doctora en Pedagogía y Licenciada en Lengua y Literaturas Hispánicas. Comenzó su vida laboral como maestra primaria en el curso escolar 1955-1956; trabajó posteriormente en secundaria básica y en noviembre de 1963 integró el claustro de la Facultad de Educación de la Universidad de La Habana, que devino Instituto Pedagógico «Enrique José Varona». Desde este centro laboró en universidades de la Unión Soviética, Tanzania y Bolivia. Es coautora de los textos Metodología de la enseñanza de la lengua y Gramática española contemporánea. Desarrolló docencia universitaria hasta julio de 2012, en que pasó a la jubilación. En la actualidad se mantiene colaborando con la Universidad de Ciencias Pedagógicas «Enrique José Varona».

Algunas de las principales condecoraciones que ha recibido son: Distinción por la Educación Cubana, Distinción Rafael María de Mendive, Medalla de la Alfabetización, Medalla 40 Aniversario de las FAR, Medalla José Tey, Orden Frank País de Segundo Grado y Medalla Hazaña Laboral. Fue incluida entre los Educadores Destacados del Siglo XX en Cuba, por la Asociación de Pedagogos de Cuba.

Equipo editorial