Varona

No.59   Julio-Diciembre, 2014.    ISSN: 1992-82

Retos y perspectivas de la ética profesional en la educación de adultos

Challenges and Perspectives of the Professional Ethics in the Education of Adults

MSc. Yamina Hierrezuelo Caquías. Asistente. Universidad de Ciencias Pedagógicas “Enrique José Varona”. La Habana, Cuba. Correo electrónico: pamdiaz@infomed.sld.cu

MSc. Susana Morejón Martínez. Asistente. Universidad de Ciencias Pedagógicas “Enrique José Varona”. La Habana, Cuba.

M. S.c Cristina de la Caridad Bueno Mojena. Asistente. Universidad de Ciencias Pedagógicas “Enrique José Varona”. La Habana, Cuba.

Recibido febrero de 2014   Aceptado julio de 2014

RESUMEN

La formación y el desarrollo de valores en las carreras universitarias en Angola, constituyen un importante proceso porque se sientan las bases de una concepción humanista y ética, articulada con la profesionalidad que ha de alcanzar en términos de su eficiencia. Es, por tanto, un proceso complejo que exige de una atención en cada ámbito de la vida universitaria y, fundamentalmente, desde los contenidos académicos y la actividad científica; por lo que reclaman de un mayor estudio en el contexto de la Universidad José Eduardo Dos Santos de Huambo, en la República de Angola. Se revela la unidad de ciencia-tecnología y universidad como soporte de las aspiraciones sociales a alcanzar. Se presenta en el trabajo un estudio de sistematización de la relación ciencia-tecnología-sociedad como punto de partida para la reflexión y la búsqueda de las vías teórico-metodológicas que posibiliten las aspiraciones planteadas a la educación superior. En correspondencia con ello, el objetivo del trabajo es argumentar la relación de la ciencia y la tecnología para la formación de valores de los profesionales en las universidades angolanas.

PALABRAS CLAVE: educación superior angolana, ciencia, tecnología, formación de valores.

ABSTRACT

The formation and the development of values in the university careers in Angola, they constitute an important process because they feel the bases of a humanist and ethical conception, articulate with the professionalism that must reach in terms of their efficiency. It is, therefore, a complex process that demands from an attention in each environment of the university life and, fundamentally, from the academic contents and the scientific activity; for what you/they claim of a bigger study in the context of the University José Eduardo Dos Santos of Huambo, in the Republic of Angola. It is revealed the science-technology unit and university like support of the social aspirations to reach. It is presented in the work a study of systematizing of the relationship science-technology-society like starting point for the reflection and the search of the theoretical-methodological roads that facilitate the aspirations outlined to the superior education. In correspondence with it, the objective of the work is to argue the relationship of the science and the technology for the formation of the professionals' values in the universities angolanas.

KEY WORDS: Angola higher education, science, technology, formation of values.


Introducción

La educación constituye uno de los objetivos estratégicos de la sociedad. Para que una sociedad se desarrolle es necesario considerar, con especial atención, la función de la educación en el progreso social; por ello, desde la Ley de Base del sistema de educación, principal documento normativo angolano para el sistema educativo, se sustenta la necesidad de una formación integral del individuo, como premisa para el enriquecimiento y el desarrollo del país.

La ciencia y la tecnología son procesos sociales profundamente marcados por la civilización donde han crecido; el desarrollo científico y tecnológico requiere de una estimación cuidadosa de sus fuerzas motrices e impactos, un conocimiento profundo de sus interrelaciones con la sociedad. Todo ello determinó un auge extraordinario de los estudios de ciencia, tecnología y sociedad, y su institucionalización creciente por medio de programas de estudio e investigación en numerosas universidades, fundamentalmente de los países desarrollados.

La educación superior en la actualidad tiene, como misión esencial, la formación de profesionales altamente capacitados que actúen como ciudadanos responsables, competentes y comprometidos con el desarrollo social. La formación y el desarrollo de los valores en Angola tienen, como base fundamental, la educación, que desde la Ley de Base del Sistema de Educación del 2001, define al sistema educativo.

Hoy día, los estudios universitarios constituyen una importante área de trabajo en investigaciones académicas, en la política, y la educación, se trata de entender los aspectos sociales del fenómeno científico y tecnológico, tanto en lo que respecta a sus condicionantes sociales, como en lo que atañe a sus consecuencias sociales y ambientales.

Existe una percepción ético-política del trabajo científico dirigido a satisfacer las urgencias del desarrollo social y la satisfacción de las necesidades de los ciudadanos. Esta es compartida por las personas involucradas en los procesos científico-tecnológicos y de innovación, que tiene sus raíces en las transformaciones sociales que el país ha vivido y la ideología revolucionaria que lo ha conducido. Pudiera decirse que los estudios de ciencia, tecnología y sociedad en Cuba pretenden participar y fecundar tradiciones de teoría y pensamiento social, así como estrategias educativas y científico-tecnológicas que el país ha fomentado durante las últimas décadas. En Angola se comparten estos criterios, en los cuales se suscribe la autora de este trabajo. En particular, las interrelaciones entre ciencia, tecnología, innovación y desarrollo social, con múltiples consecuencias en los campos de la educación y la política científico-tecnológicas merecen colocarse en el centro de atención para la educación en valores.

Con la aplicación del método dialéctico materialista como rector, se desarrolla una investigación cuyo objeto de estudio es la formación y el desarrollo de valores en los estudiantes de la Universidad José Eduardo Dos Santos, de Huambo, República de Angola; para ello, han sido de particular valía los métodos del nivel teórico, como el histórico-lógico, el de análisis-síntesis y la inducción-deducción, para realizar el estudio del problema en su desarrollo, analizando su esencia y sus distintas manifestaciones en relación con el contexto histórico angolano, dadas las potencialidades existentes en el claustro de profesores y en los estudiantes de la Universidad para formar profesionales comprometidos con su historia y su país, capaces de transformar la sociedad en que viven.

El objetivo del trabajo es argumentar la relación de la ciencia y la tecnología para la formación de valores de los estudiantes universitarios angolanos.

Desarrollo

El mundo actual, y Angola en particular, requieren de un profesional que sea capaz de enfrentar no solo los retos del presente con toda su carga de información y tecnología, sino también los del porvenir, con un alto sentido humanístico, de pertenencia y de compromiso con la supervivencia de la especie humana. En correspondencia con lo expresado, Núñez J y otros plantean que la misión fundamental de los estudios es “…exponer una interpretación de la ciencia y la tecnología como procesos sociales, es decir, como complejas empresas en las que los valores culturales, políticos y económicos ayuden a configurar el proceso que, a su vez, incide sobre dichos valores y sobre la sociedad que los mantiene”.(1)

La tríada ciencia, tecnología y sociedad: lazos indisolubles para la universidad del siglo XXI

Los estudios sobre ciencia, tecnología y sociedad (CTS) constituyen hoy un vigoroso campo de trabajo, donde se trata de entender el fenómeno científico-tecnológico en contexto social, tanto en relación con sus condicionantes sociales, como en lo que atañe a sus consecuencias sociales y ambientales. El enfoque general es de carácter crítico, con respecto a la clásica visión esencialista y triunfalista de la ciencia y la tecnología, y también de carácter interdisciplinario, concurriendo en él disciplinas como la filosofía y la historia de la ciencia y la tecnología, la sociología del conocimiento científico, la teoría de la educación y la economía del cambio técnico.

El análisis de la problemática exige de una comprensión de la ciencia y la tecnología como procesos sociales, como dimensiones de la totalidad social, por lo que es necesario el establecimiento de conceptos amplios acerca de la ciencia y la tecnología, capaces de proporcionar el énfasis social que se requiere. En la comprensión de las interrelaciones existentes entre estos conceptos, la autora asume una visión o imagen que comprende a la ciencia y la tecnología como procesos, cuyas trayectorias son socialmente construidas a partir de las propias circunstancias sociales, valores e intereses que actúan en la sociedad y, en consecuencia, se defiende el criterio de la democratización del conocimiento a partir del derecho de la sociedad a intervenir en el curso tecno-científico.

Desde la Antigüedad hasta el renacimiento, la ciencia constituye un conocimiento que se apoya en la contemplación de la naturaleza. Es por medio de la observación y el razonamiento que es posible acceder a la esencia de la naturaleza. La ciencia moderna, liderada por Galileo, modificó parcialmente esto, desplazando la contemplación y la especulación sobre la esencia y promueve una racionalidad apoyada en la experimentación y el descubrimiento de las leyes matemáticas, que están detrás de los fenómenos sensibles.

Al ocuparse de la naturaleza, la ciencia contemporánea lo hace por medio de un conjunto de mediaciones que a lo largo de su desarrollo, la propia ciencia y la técnica han venido construyendo: modelos, teorías, instrumentos, tecnologías, es gracias a ellas es que se realiza la investigación.

En la segunda mitad del siglo XXI, a la ciencia, definida por diferentes investigadores, se le puede analizar como sistema de conocimientos que modifica la visión del mundo real y enriquece la imaginación y la cultura. Esta posición es asumida por Núñez J y la autora la comparte, pues resume toda una diversidad de aspectos relevantes, relacionados con la ciencia, los que permiten su comprensión “…no solo como un sistema de conceptos, proposiciones, teorías, hipótesis, etc., sino también, simultáneamente, como una forma específica de actividad social dirigida a la producción, distribución y aplicación de los conocimientos acerca de las leyes objetivas de la naturaleza y la sociedad. Aún más, la ciencia se nos presenta como una institución social, como un sistema de organizaciones científicas, cuya estructura y desarrollo se encuentran estrechamente vinculados con la economía, la política, los fenómenos culturales, con las necesidades y las posibilidades de una sociedad dada”.(2)

Este enfoque de la ciencia como actividad ofrece un importante punto de partida para explorar sus relaciones con el marco cultural en que ella actúa. Núñez J plantea que examinar los rumbos de la creatividad y sus obstáculos es decisivo para entender las diferentes sociedades, sus tendencias de desarrollo, vitalidad y capacidad de respuesta al reto que plantea el ambiente físico y social, así como las relaciones competitivas o hegemónicas que entre ellas se establecen.

Asociada a los diversos elementos que permiten comprender el fenómeno conocido como ciencia, insistiendo en su naturaleza social, la tecnología también guarda complejas relaciones con la sociedad. De un lado, se encuentra sujeta a un cierto determinismo social, al ser movida por intereses sociales, del otro, es preciso tener presentes sus características intrínsecas y la manera en que ellas influyen directamente sobre la organización social y la distribución del poder. Más que un resultado único e inexorable, debe ser vista como un proceso social, una práctica, que integra factores psicológicos, sociales, económicos, políticos y culturales, influidos por valores e intereses.

La tecnología es resultado de un proceso acumulativo clave en la experiencia humana. Es posible que esto se comprenda mejor en un contexto histórico que traza la evolución de los primeros seres humanos, desde un período de herramientas muy simples hasta las redes complejas a gran escala que influyen en la mayor parte de la vida humana contemporánea. Algunos historiadores y científicos argumentan que la tecnología no es solo una condición esencial para la civilización avanzada y muchas veces industrial, sino que también la velocidad del cambio tecnológico ha desarrollado su propio ímpetu en los últimos siglos.

Las innovaciones parecen surgir a un ritmo que se incrementa en progresión geométrica, sin tener en cuenta los límites geográficos ni los sistemas políticos. Estas innovaciones tienden a transformar los sistemas de cultura tradicionales, produciéndose con frecuencia consecuencias sociales inesperadas. Por ello, la tecnología debe concebirse como un proceso creativo y destructivo, a la vez. La Revolución Científico-Técnica que se desarrolla en la sociedad contemporánea ha convertido la ciencia en una fuerza productiva directa, dada la rapidez con que los descubrimientos científicos y las nuevas tecnologías se aplican a la producción; este elemento constituye el fundamento básico que sustenta el proceso de globalización que tiene lugar en la época actual.

Los cambios producidos en el desarrollo de las fuerzas productivas han conducido a modificaciones no solo en la fisonomía de la producción social, en el contenido y el carácter del trabajo, en la división social del trabajo, en la estructura clasista de la sociedad, en las comunicaciones humanas, sino que también se orienta hacia nuevas estructuras para el trabajo científico y para el sistema social, en su conjunto. Se afirma definitivamente la idea del poder de la ciencia como agente de transformación social y, en consecuencia, la investigación científica se planifica, en lugar de dejarse al azar de las fuerzas económicas o al esfuerzo individual solitario.

Se concuerda con Núñez J cuando plantea que un análisis social de la tecnología exige hacer explícitos los elementos contenidos en dos de sus definiciones básicas, una restringida y otra general. “En la primera se le aprecia sólo en su aspecto técnico: conocimientos, destrezas, herramientas, máquinas. La segunda incluye también los aspectos organizativos: actividad económica e industrial, actividad profesional, usuarios y consumidores, y los contenidos culturales: objetivos, valores y códigos éticos, códigos de comportamiento (…) aspectos entre los que existen tensiones e interrelaciones que producen cambios y ajustes recíprocos”.(3) Se sugiere que el fenómeno tecnológico sea estudiado y gestionado en su conjunto, como una práctica social, haciendo evidentes siempre los valores culturales que le subyacen.

El concepto de técnica se emplea también en un sentido muy amplio, de forma que incluye tanto actividades productivas, artesanales o industriales, como actividades artísticas o, incluso, estrictamente intelectuales, como la técnica para hallar la raíz cuadrada.(4)

Otras definiciones que sobre tecnología se citan y que la autora asume, es la ofrecida por Sáenz T W, quien plantea que es el conjunto de conocimientos científicos y empíricos,  habilidades, experiencias y organización requeridos para producir, distribuir y utilizar bienes y servicios. Incluye, por tanto, conocimientos teóricos, prácticos, medios físicos know-how, métodos y procedimientos productivos, gerenciales y organizativos, entre otros; identificación y asimilación de éxitos y fracasos anteriores, capacidades y destrezas de los recursos humanos, entre otros.(5)

Asociado a los diversos elementos que permiten comprender el fenómeno conocido como ciencia, insistiendo en su naturaleza social, la tecnología guarda complejas relaciones con la sociedad. De un lado, se encuentra sujeta a un cierto determinismo social, al ser movida por intereses sociales; del otro, es preciso tener presente sus características intrínsecas y la manera en que ellas influyen directamente sobre la organización social y la distribución del poder. Más que un resultado único e inexorable, debe ser vista como un proceso social, una práctica, que integra factores psicológicos, sociales, económicos, políticos y culturales, siempre influidos por valores e intereses.

A partir de la concepción materialista de la historia, elaborada por Marx C y Engels F, hacia mediados del siglo XIX, la sociedad se define como: Un sistema íntegro de relaciones entre los hombres que se establece durante el proceso de producción y reproducción de sus vidas, que funciona y se desarrolla de acuerdo con leyes específicas y generales sobre la base de un modo de producción concreto.(6)

Así, la sociedad se presenta como un continuo pluridimensional, donde cada fenómeno, incluso la elaboración de conocimientos, cobra sentido exclusivamente si se relaciona con el todo. La sociedad no es la suma de individuos, sino el producto de la acción recíproca de los hombres, cualquiera que sea su forma. Tiene elementos comunes; pero también diferentes, que permite diferenciar las distintas etapas por las que ha transitado, las llamadas formaciones económico-sociales (FES).

Otro concepto que es importante definir para comprender los fenómenos científico-tecnológicos que tienen lugar hoy día es el de desarrollo, Llano E, define el desarrollo en la sociedad como un proceso de cambio que garantiza un crecimiento sostenido de la riqueza material y espiritual de la sociedad. El crecimiento de la riqueza material es condición necesaria para el desarrollo, pero solo si se produce en proporciones adecuadas para la reproducción ampliada del sistema, lo cual solo se logra estableciendo una estructura socioeconómica adecuada.

En la actualidad, la literatura especializada especifica el desarrollo humano como la adquisición de parte de los individuos, comunidades e instituciones, de la capacidad de participar efectivamente en la construcción de una civilización mundial que es próspera, tanto material como espiritualmente.

El desarrollo humano, según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo,(7) consiste en la libertad y la formación de las capacidades humanas; es decir, en la ampliación de la gama de actividades que las personas pueden hacer y de aquello que pueden ser. El desarrollo humano es un proceso que siempre va hacia adelante, la involución en el desarrollo personal significa que algo está mal. Las características del desarrollo humano son:

1. Se refiere a las personas y no a los objetos.

2. El mejor proceso de desarrollo es aquel que permita elevar más la calidad de vida de las personas.

3. La calidad de vida dependerá de las posibilidades que tengan las personas de satisfacer adecuadamente sus necesidades humanas fundamentales.

La actualidad de la nueva orientación, comúnmente conocida como CTS (Ciencia-Tecnología-Sociedad), es el resultado de una comprensión humanista justa del modo de ser, creativo y cognoscitivo, además de valorar las posibilidades del control sobre ello.

Esto es así y hoy es bastante respaldado dentro de la CTS, de que la ciencia y la tecnología son procesos sociales, entonces, resulta indiscutible la necesidad de disponer de teorías sociales amplias que den cuenta de cómo los actores, intereses y estructuras que actúan en lo social influyen decisivamente en el desarrollo de la ciencia y la tecnología. La temprana comprensión por Marx C de cómo la ciencia se convertía en elemento subordinado a los procesos de la reproducción del capital, es imprescindible para comprender y lograr la inserción social de la tecno-ciencia contemporánea y su repercusión en la vida de los individuos y las colectividades.

Ciencia-Tecnología-Sociedad es un campo de trabajo donde se intenta entender el fenómeno científico-tecnológico en el contexto social, con especial atención a sus condicionantes sociales, así como a sus consecuencias sociales y ambientales. Representa un enfoque crítico respecto a aquellas perspectivas que ignoraban la naturaleza social de la tecno-ciencia y aporta un proyecto interdisciplinario que reúne a la filosofía, la sociología y la historia de la ciencia y la tecnología, la teoría de la educación, la economía del cambio técnico, entre otras.

El ámbito de la educación no ha sido ajeno a las corrientes de activismo social y de investigación académica que, desde finales de los años 60, han reclamado una nueva forma de entender la ciencia-tecnología y una renegociación de sus relaciones con la sociedad. Esto produjo, ya en los años 70, la aparición de numerosas propuestas para llevar a cabo un planteamiento más crítico y contextualizado de la enseñanza de las ciencias y de los tópicos relacionados con la ciencia y la tecnología, tanto en enseñanza media como en enseñanza superior.

En efecto, dos objetivos principales de la investigación académica y de la política pública de inspiración CTS son, por un lado, la contextualización (desmitificación) de la ciencia y la tecnología y; por otro, la promoción de la participación pública en contra de los estilos tecnocráticos de ordenamiento institucional. En este sentido, una forma de entender la educación CTS es como una aplicación de los puntos anteriores en el ámbito educativo, lo cual implica, por un lado, cambios en los contenidos de la enseñanza de ciencia-tecnología y; por otro, cambios metodológicos y actitudinales por parte de los grupos sociales involucrados en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Para designar ese vínculo estrecho de las instituciones universitarias con la sociedad, se emplea el concepto de pertinencia social, entendida como las múltiples relaciones que se construyen entre la universidad y el entorno; vínculos, nexos, interacciones, en los que universidad y sociedad experimentan profundas transformaciones.

Según Arocena R y Sutz J, el conocimiento universitario está comprometido con el desarrollo social en todas sus dimensiones, lo que puede contribuir al avance hacia un modelo de desarrollo social basado en el conocimiento o nuevo desarrollo.(8)

El conocimiento y la ciencia, pueden atender exigencias comerciales pero, sobre todo, necesidades sociales. Las agendas de formación e investigación son conducidas por el objetivo de promover la más amplia apropiación social del conocimiento y sus beneficios, en busca de la equidad y la justicia social. Para ello, son potencialmente útiles todos los conocimientos: los que aportan la ciencia y la tecnología, y también los el arte, las ciencias sociales y las humanidades. La ciencia, la técnica y la tecnología son variables fundamentales a tener en cuenta en la formación de profesionales comprometidos con su sociedad, portadores de altos valores morales.

La formación y el desarrollo de valores y su relación con la ciencia y la tecnología

A escala mundial, constituye una preocupación la pérdida de valores que viven hoy las grandes y pequeñas naciones, y los investigadores en la temática, como Chacón N L, en el año 2003; Mendoza L, en el año 2011; Fierro B, en el año 2006 y 2012 y  Lamus T, en el año 2011, coinciden en afirmar que resulta imprescindible el estudio científico que conduzca al encuentro de fórmulas educativas, de acuerdo con la realidad actual, sin desconocer las ya existentes que mantienen vigencia.

El mundo actual y Angola, en particular, insertada en un continente con una historia de varios siglos de colonialismo despiadado, requieren de un profesional que sea capaz de enfrentar no solo los retos del presente, con toda su carga de información y tecnología, sino también las del futuro, para mantener la supervivencia de la especie humana. En la realidad angolana se requiere de un profesional eficiente y eficaz, en tanto desarrolla su independencia y creatividad, con una ética sustentada en los valores que expresan lo más puro de la sociedad que se construye.

Para eso es imprescindible en las universidades formen y desarrollen un sistema de valores consecuentes con las exigencias sociales, que contribuyan a la educación de ciudadanos críticos, responsables y agentes activos en la construcción de una sociedad mejor, más justa, para mantener el índice de crecimiento económico, sin perder la perspectiva de que el fin es el desarrollo de los recursos humanos y de la calidad del nivel de vida de manera sostenible, la única forma es hacerlo aparejado al desarrollo de los recursos humanos, el factor más valioso que posee un país, pues son estos los que aumentan la productividad, reducen los costos y hacen eficientes los procesos de desarrollo de cualquier tipo.

La ciencia y la técnica son un fenómeno social y su desarrollo depende de las condiciones históricas concretas en que un pueblo surge y progresa, el desarrollo científico-técnico debe estar en función de la satisfacción de las necesidades de las grandes mayorías, de los humildes, que crean la cultura con su trabajo manual y espiritual, y no de las ansias de riqueza y poder de los que explotan a esas mayorías en su beneficio personal, por lo que se hace necesario entender el fenómeno científico-tecnológico en el contexto social, con especial atención a sus condicionantes sociales, así como a sus consecuencias sociales y ambientales.

Los valores poseen una estrecha vinculación con las normas morales, pero mientras que las normas prescriben las acciones que concretamente el ser humano debe realizar, los valores revelan, de forma global, el contenido de un sistema moral determinado, desempeñando una función decisiva desde el punto de vista orientador y ejerciendo una influencia activa en el ámbito de las relaciones y conductas humanas.

La educación superior, en la actualidad, tiene como misión esencial la formación de profesionales altamente capacitados que actúen como ciudadanos responsables, competentes y comprometidos con el desarrollo social. La formación de un profesional eficiente y eficaz, con independencia y creatividad, exige de ética humanista y toma fuerza legal, desde los objetivos de Universidad José Eduardo dos Santos, en los que se plantea “…Asegurar la formación humana, cultural, artística, profesional, científica, técnica, moral, social de calidad y de excelencia (…). Garantizar la libertad de creación académica, científica, cultural y tecnológica, en una perspectiva de respeto y promoción de la persona humana, los valores de la comunidad y del ambiente…”.(9)

La enseñanza superior tiene, como objetivo esencial, la formación de profesionales de alto nivel para las diferentes ramas de la actividad económica y social del país, asegurando una sólida preparación científica, técnica, cultural y humana. Así se definen los objetivos básicos de la educación superior angolana(10):

- Preparar a los profesionales de nivel superior con una formación científica y cultural en una rama de la especialidad correspondiente a una determinada área del conocimiento.

- Realizar la formación en estrecha unidad con la investigación científica, orientada a la solución de los problemas prácticos de momento, para el desarrollo del país e insertada en el proceso del progreso de la ciencia, la técnica y la tecnología.

- Preparar y asegurar el ejercicio de la reflexión crítica y de la participación y producción.

- Realizar cursos de postgrado o especialización para la superación científico-técnica de los profesionales de nivel superior en ejercicio, de las distintas ramas de los sectores de la sociedad.

- Promover la investigación y la divulgación de sus resultados para el desarrollo multifacético del país.

En el proceso docente-educativo la formación de valores debe entenderse como proceso de enriquecimiento de la personalidad en el que debe lograrse un acercamiento cada vez mayor entre el sistema subjetivo de valores como reflejo de los intereses generados de la sociedad en su conjunto, manteniendo el carácter real, individual en la formación y el desarrollo de la personalidad, a partir del comprometimiento del sujeto con lo que asume como valor.

El enfoque histórico-cultural desarrollado por Vigotski L S y sus continuadores, constituye un marco teórico y metodológico adecuado para la comprensión, el diagnóstico y la dirección del proceso de formación y desarrollo de los valores morales, ya que a partir de sus principios, categorías y métodos fundamentales, en particular los que tratan la problemática del desarrollo sociocultural del hombre, posibilita un análisis científico acerca de qué son los valores, el lugar que ocupan en la personalidad y cómo operan en el proceso de la relación individuo sociedad.(11)

La actividad y la comunicación constituyen las vías esenciales de formación, desarrollo y expresión de la personalidad, por lo que estructurarlas adecuadamente, implica la adopción por parte del profesor de una doble función dentro del proceso docente educativo. Por una parte se convierte en facilitador de este y; por otra, dirige el proceso de acuerdo con los objetivos instructivos, educativos y desarrolladores, expresados mediante los programas y planes de estudio, en función de las características del modelo del profesional.

Domínguez L plantea que no toda actividad es desarrolladora de la personalidad, sino solo aquella que adquiera un sentido personal para el joven, y agrega que “…deben ser actividades que se relacionen con las necesidades del estudiante y de la práctica social en la que él se desarrolla; deben ser motivantes, permitir la participación activa, problémica y reflexiva a través del trabajo grupal; brindando, más que conocimientos acabados, un esquema de asimilación e interpretación de los contenidos”.(12)

La formación axiológica del estudiante universitario ha de transcurrir en el proceso docente-educativo, tanto en la esfera curricular como extracurricular, su concepción ha de quedar definida desde el diseño elaborado para el modelo del profesional que se plasma en el plan de estudio y en las orientaciones metodológicas que se elaboran al respecto; ya desde este nivel han de ser concebidos aquellos valores que se correspondan con el ideal del hombre y del profesional que la sociedad necesita, así como las orientaciones metodológicas que guíen su orientación y, para eso, en el proceso docente-educativo de la Universidad (UJES), el profesor debe poner en práctica la concepción educativa diseñada.

Conclusiones

El mundo actual, y Angola, en particular, demandan de un profesional capaz de enfrentar los retos del presente con toda su carga de información y tecnología, de ahí la importancia de desarrollar jóvenes profesionales capaces de actuar en el campo de la ciencia-tecnología y sociedad. En la realidad angolana se requiere de un profesional eficiente y eficaz, en cuanto al desarrollo de su independencia y creatividad, con una ética sustentada en los valores que expresan lo más puro de la identidad nacional y cultural.

 

Referencias

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(2)NÚÑEZ J. Ciencia, tecnología y sociedad. Problemas sociales de la ciencia y la tecnología. GESOCYT. La Habana, Cuba: Editorial Félix Varela; 1994.

(3)NÚÑEZ, J. La ciencia y la tecnología como procesos sociales. La Habana, Cuba: Editorial Félix Varela; 2007.

(4)NÚÑEZ J. Ciencia, tecnología y sociedad. Problemas sociales de la ciencia y la tecnología. GESOCYT. La Habana, Cuba: Editorial Félix Varela; 1994.

(5)SÁENZ T, GARCÍA E. Ciencia y tecnología en Cuba. La Habana, Cuba: Editorial de Ciencias Sociales; 1989.

(6)ENGELS F. Dialéctica de la naturaleza. La Habana, Cuba: Editora Política; 1979.

(7)UNESCO. Declaración de Santo Domingo. La ciencia para el siglo XXI: una nueva visión y un marco para la acción. La Habana, Cuba: Editorial Academia; 2000.

(8)AROCENA R, SUTZ J. El estudio de la innovación desde el Sur y la perspectiva de un nuevo desarrollo. En: Gallina, et al. (Comps). Innovaciones creativas y desarrollo humano. Montevideo, Uruguay: Ediciones Trilce; 2007.

(9)REPÚBLICA DE ANGOLA. Lei de bases do sistema de educacao. Luanda, 31 de Dezembro de 2001.

(10)REPÚBLICA DE ANGOLA. Lei de bases do sistema de educacao. Luanda, 31 de Dezembro de 2001.

(11)OJALVO V. Educación de valores. Revista Pedagogía Universitaria. CEPES, 2003, Vol.8 (1).

(12)DOMÍNGUEZ L. Identidad, valores y proyecto de vida. En: Colectivo de autores. Pensando en la personalidad. 1ra. ed. La Habana, Cuba: Editorial Félix Varela; 2005.

 

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