Varona

No.58   Enero-Junio, 2014.    ISSN: 1992-82

Importancia de la lectura y la competencia lectora en la formación permanente de los profesionales de la educación

Importance of the reading and the competition reader in the permanent formation of the professionals of the education

MSc. Renier Rodríguez Gómez. Escuela Primaria “Paquito González Cueto”. Matanzas, Cuba.

Dr.C. Carlota Lidia Santamaría Rocha. Profesora Auxiliar. Universidad de Ciencias Pedagógica “Enrique José Varona”. La Habana, Cuba.

Correo electrónico: carlotalidiasr@ucpejv.rimed.cu

Recibido octubre de 2013   Aceptado diciembre de 2013


RESUMEN

 Hasta la actualidad los modelos de aprendizaje de la lectura han estados centrados en el código escrito y en la comprensión textual; sin embargo, la formación del maestro primario se va acercando a la consulta, el análisis, la comprensión y la construcción de diferentes tipos de documentos, propios de su profesión. En el artículo se trabaja el desarrollo de la comprensión lectora de los maestros primarios desde su formación permanente, con el propósito de lograr el mejoramiento profesional en su desempeño pedagógico.

PALABRAS CLAVE: lectura, competencia lectora, formación permanente.

ABSTRACT

Until the present time the models of learning of the reading have states centered in the written code and in the textual understanding; however, the primary teacher's formation goes coming closer to the consultation, the analysis, the understanding and the construction of different types of documents, characteristic of its profession. In the article one works the development of the understanding reader of the primary teachers from their permanent formation, with the purpose of achieving the professional improvement in their pedagogic acting.

KEY WORDS: reading, competition reader, permanent formation.


Introducción

En el quehacer científico en el que están inmersos los profesionales de la Educación en Cuba, los autores de este trabajo se encuentran en el proceso de sistematización de los referentes teóricos para demostrar la necesidad del desarrollo de la competencia lectora como competencia profesional pedagógica en los maestros primarios. El desarrollo de esta competencia es necesario para lograr una cultura integral. Lo esperado por el Ministerio de Educación, de cada docente en las instituciones educacionales, es engrandecer los saberes, las competencias y la conciencia.

La actualización que necesita el docente, para estar mejor preparado, se puede adquirir por varias vías; sin dudas, una de ellas es la lectura, por ser esta medio de información, instrumento de comunicación y fuente de placer y recreación. Para valorar en la actualidad, la utilización de la lectura como un método científico del conocimiento es necesario resolver la contradicción entre el hábito por la lectura, y el desarrollo de la competencia lectora como competencia profesional pedagógica en los docentes.

La lectura es vehículo indispensable para aprender, es la vía fundamental que tiene el hombre para la apropiación de los conocimientos, entendiendo lectura como comprensión, pues esta se halla en la misma base del aprendizaje, sin importar dónde aparezca la información; es decir, en qué soporte (digital o impreso).

El objetivo del artículo es replantear el valor que posee la lectura en el proceso de profesionalización del personal docente para la dirección eficiente de su desempeño, así como la aspiración de valorar la necesidad del desarrollo de la competencia lectora con fines profesionales.

Desarrollo

En la práctica se revelan numerosas insuficiencias que apuntan al poco hábito de la lectura, que aún interfieren en la instrucción y la educación de los sujetos que asisten a las instituciones educativas, con deficiencias en asimilación de este hábito como función movilizadora y medio para la apropiación de un saber integrador, que permite la asimilación de la concepción del enfoque histórico-cultural para la comprensión del desarrollo de la humanidad.

El hábito por la lectura constituye una de las principales problemáticas aún no resuelta en la Educación, según criterios de especialistas del tema en Cuba como: García E,(1) Montaño J R,(2) Rodríguez L,(3) Mañalich R,(4) Arias G,(5) entre otros; hábito que actualmente sigue siendo analizado por diversos profesionales en la provincia de Matanzas, específicamente en la Universidad de Ciencias Pedagógicas “Juan Marinello”,* con el objetivo de concientizar la significación de este para el logro de habilidades profesionales y una mayor calidad en el desarrollo integral de la personalidad.

Fierro B al analizar las problemáticas que se dan con el proceso lector del profesional de la Educación planteó que “…es necesario que este se convierta en elemento intrínseco del maestro o profesor, ya que la lectura por aportar un sistema de conocimientos, permite el acceso a la cultura general, estimula el intelecto y la creatividad”. (6) Por su parte, Puerta F, plantea que “La lectura es el medio de adquirir conocimientos”. (7)

García E ha expuesto sus consideraciones y enfatiza en que la lectura es un medio que sirve para obtener información y, específicamente, para aprender a través de la lengua escrita, y su fin es la comprensión, interpretación y disfrute de los textos.(8) Otros estudiosos del tema han aportado modelos valiosos basados en la interactividad entre el lector y el texto para la construcción del significado como: Goodman K(9); Roméu A(10,11,12); Cassany D(13); Montaño J R(14); Rodríguez L,(15) entre otros. Todos coinciden en el trabajo con la lectura extensiva e intensiva, y realizan importantes aportes mediante estrategias de lecturabilidad o trabajos sobre la teoría y la práctica de la comprensión lectora como construcción activa del conocimiento.

Según García E, la lectura es un conjunto de habilidades y a la vez un proceso complejo y variable, cuyo aprendizaje ha de abarcar, por lo menos los años de enseñanza primaria y la secundaria básica y especifica que la enseñanza de la lectura continúa en la secundaria superior y en la universidad y su aprendizaje cabal no termina nunca. (16) Se comparte el criterio de este autor, ya que la lectura adquiere para los hombres un significado especial cuando se busca la comprensión de los fenómenos que ocurren, los cuales son escritos y reflejados en los soportes, no importa su tipología.

Rodríguez L, en su artículo: La enseñanza de la lengua materna, hoy; cuestionamientos y práctica, se refiere a seis problemas desde una óptica didáctica, planteados en una ponencia en el año 1980 bajo la dirección de Raúl Ferrer Pérez, problemas que se mantienen vigentes, los cuales tienen su solución, mediante la superación que logre el maestro en el propio proceso de profesionalización. Ellos son (17):

En la época actual, cuando el acceso al conocimiento científico y a las tecnologías de punta se convierten en la llave para la transformación social y el logro de elevados niveles de productividad y competitividad internacional, se renueva el encargo social a la educación: formar hombres y mujeres que dominen los frutos de la civilización científico- tecnológica y sean al mismo tiempo creadores e innovadores. El modelo del ser humano al que se aspira es el de una personalidad integral, portadora de los más elevados valores y principios que son el fundamento de la identidad nacional cubana, y capacitada para competir -solidaria y eficientemente- en el mundo del siglo XXI. Así, por ejemplo, si los conocimientos se renuevan a ritmos vertiginosos, no se puede esperar a que los niños, los adolescentes y los jóvenes que se encuentran en las aulas, se conviertan en almacenadores de informaciones y datos que pronto resultarán obsoletos. Por el contrario, para ponerlos a nivel de su tiempo y que floten sobre él, es necesario que comprendan el mundo en que viven, aprendan a aprender y sean capaces de continuar aprendiendo de forma permanente a lo largo de sus vidas.

Dada la trascendencia de la lectura en la conformación del individuo y, por tanto, de la sociedad, la adquisición y consolidación del hábito lector debe ser un objetivo prioritario de la política educativa. Pero la formación de los ciudadanos no debe circunscribirse exclusivamente al sistema de enseñanzas regladas, sino que ha de convertirse en un elemento clave del desarrollo personal y profesional de la persona que influye a lo largo de toda la vida y que se manifiesta también en el empleo del ocio. Es en ese sentido en el que debe resaltarse el carácter estratégico de la lectura en la sociedad moderna.

En Cuba, por mucho que se trate de fomentar la lectura placentera, a la actividad lectora se le suele dar importancia por su dimensión instrumental. La lectura se asocia con la actividad intelectual, con el aprendizaje, con el estudio y, básicamente, con la transmisión de información y la adquisición de conocimientos. También existe, aunque no de forma tan mayoritaria, la idea que asocia la lectura con el entretenimiento, aludiendo a su carácter relajante y de ocio agradable. Así pues, se puede diferenciar la lectura instrumental, que se hace para obtener información -aprender, estudiar, saber el funcionamiento de algo-, de la lectura ociosa, por el hecho de que la última se elige de forma libre y voluntaria, con el objetivo de leer por leer, por entretenimiento y autosatisfacción, aunque también pueda aportar conocimiento sin que, en ningún caso, este sea su objetivo primordial.

Lo interesante es admitir que la lectura es conveniente y altamente satisfactoria. La meta no es leer para devorar libros, sino disfrutar de la lectura como actividad intrínsecamente reforzadora, con una meta inmediata en la propia acción y con el objetivo de conseguir el hábito lector. Ser lector habitual proporcionará, en un futuro próximo, una formación cultural más sólida y una configuración de la personalidad más equilibrada.

No hay duda de que ser lector implica más que llevar a cabo el acto de leer, ese es solamente el componente conductual. La lectura ha de acompañarse de un componente emocional, la satisfacción al leer que da importancia a la lectura. La conjunción de esos tres componentes, es lo que hace que la lectura tenga valor por sí misma. Cuando se lee se aprende, por algo se dice que es una ventana abierta a la impronta de la sabiduría.

En los modelos de aprendizaje de la lectura se han apreciado en los últimos años varias influencias de teorías psicológicas, algunos centrados en el código escrito y otros en la comprensión; por ejemplo, cuando se concibe este proceso en la clase, el maestro emitiendo el mensaje y el alumno captando el contenido, como un sujeto pasivo se está en presencia de un enfoque conductista, presente por mucho tiempo en las aulas de las escuelas cubanas.

Desde la formación inicial del maestro primario hay que enfrentarlos a los tipos de documentos de su profesión que deberá consultar para desarrollar esquemas (conocimientos retóricos) y activar su observación (análisis del discurso) que culmina con la posibilidad de resumir la información obtenida después de una lectura total de un texto, donde ocurra la (reformulación literal del discurso). Para lograrlo deben desarrollarse diferentes habilidades que conllevan determinadas operaciones y la forma más eficaz.

Una ventaja de la propuesta corroborada en la práctica realizada hasta el momento, es la valorización de las habilidades de carácter metacognitivo como parte del comportamiento del maestro–lector–investigador en el tipo de lectura (investigativa) que se pretende desarrollar y es manifiesta en la opinión de los maestros durante la autosuperación y los resultados obtenidos de la lectura. Al menos tres criterios recogidos parecen ser los más evidentes:

A la luz de estos presupuestos y en correspondencia con el objetivo del artículo, se hace una propuesta de superación para el desarrollo de la competencia lectora con fines profesionales que reconoce como requisitos la necesidad de:

Formar un profesional con un nivel de desarrollo de la habilidad de lectura que le permita estar capacitado para aplicar los conocimientos de la habilidad en el análisis de bibliografías relacionadas con su profesión.

Precisar las habilidades o acciones constitutivas de la denominada competencia lectora, la cual se manifiesta como la capacidad o el dominio de las operaciones que posibilitan la comprensión e interpretación de un texto, así como la aplicación de su contenido en diferentes actividades, en este caso de carácter profesional para lograr los objetivos trazados en el Modelo del Profesional de la especialidad, sobre la base de la aplicación de los conocimientos y hábitos lingüísticos que el individuo posee en el desempeño profesional pedagógico.

Lograr la sistematización de la ejercitación encaminada al desarrollo de la competencia lectora con fines profesionales, teniendo en cuenta los niveles de asimilación, profundidad, independencia cognoscitiva de los maestros.

Los elementos declarados permiten organizar un proceso docente-educativo que propicie el desarrollo de la competencia lectora para la concreción de los modos de actuación en la profesión del maestro primario en su formación permanente en el contexto de la microuniversidad, teniendo en cuenta los principios metodológicos que se enuncian a continuación: orientación hacia el objetivo, selectividad de los textos que sean objeto de análisis y la interpretación de los contenidos que se leen.

La lectura es uno de los procesos cognitivos más complejos que lleva a cabo el ser humano y aprender a leer es una tarea decisiva que requiere de entrenamiento. Además, la lectura es la base de posteriores aprendizajes y constituye una importante distinción en el ámbito social y cultural.

Existen dos momentos claves en este complejo procesamiento de la lectura: el reconocimiento de las palabras y la comprensión del texto. En el desarrollo de estos dos momentos se han centrado numerosas teorías que intentan explicar cómo se reconocen las palabras con su adecuado significado a partir de una serie de símbolos gráficos, y cómo se comprende un texto a partir del reconocimiento de las palabras que lo componen. (18)

La evaluación de resultados y el análisis de elementos tomados de la teoría de la información y de la psicolingüística, particularmente acerca de los procesos psíquicos que operan durante la lectura: García, en 1996; Gaonach D, en 1990; y la forma en que se procesa la información: Lozano, en 1990 de otros de carácter lingüísticos como la caracterización de los textos profesionales: Adam, en 1997 o didácticos como el enfoque interactivo: Cicurel, en 1991 permitió llegar a ciertas precisiones que anteceden los resultados empíricos en relación con el insuficiente desarrollo de la competencia lectora de los maestros primarios.

Es interés y preocupación del Ministerio de Educación (MINED), (19) esta deficiencia con la lectura concibiéndola como competencia; en la actualidad, sigue siendo objeto de preocupación de los especialistas del tema por la relación directa que tiene la enseñanza de todas las materias con el desempeño profesional de los educadores, garantizando así elevar la cultura general integral y por ende la calidad del aprendizaje.

Estas razones señalan la necesidad de desarrollar la competencia lectora para la enseñanza de la lectura en los docentes, donde demuestren dominio de sus fundamentos teóricos y prácticos, basados en las tendencias psicopedagógicas actuales, las cuales enfocan su atención hacia el alumno como centro del proceso de construcción del conocimiento y de apropiación de la experiencia histórico-cultural.

Por el significado que adquiere el enfoque cognitivo-comunicativo y sociocultural de la lengua y la literatura, se refieren las definiciones que realiza Secada J al analizar en el artículo: La comprensión lectora. Conceptualización, donde se parte del análisis de la habilidad leer y la significación del proceso de lectura para la interpretación y transmisión de conocimientos,(20) los cuales a su vez han proporcionado logros y facilitado la enseñanza y el aprendizaje del fenómeno comprensión lectora; siendo la lectura un medio por el cual el profesional de la Educación puede perfeccionar sus modos de actuación y adquiera un significado especial para llevar a cabo el proceso de profesionalización con mayor calidad.

En el modelo teórico que describe la lectura como proceso interactivo, el papel del maestro es significativo por su incidencia en la adquisición, por parte de los alumnos de un conjunto de estrategias que le facilitan el acto lector.

La lectura es una actividad fundamental en el trabajo diario de muchas personas y, en especial, en la vida académica. Es una de las principales habilidades que se adquiere en la escuela y es el vehículo más importante para el desarrollo de una persona. (21)

Montaño J R plantea que “...leer es ante todo poner a prueba un proceso de planteamiento de hipótesis e interpretación, entendido este último como ponerse entre las partes de un texto y aventurarse a explorar diversos caminos de búsqueda (inferencias, hipótesis, corroboraciones y evaluación) de sentido”. (22)

Los autores de esta investigación al analizar los significados de la lectura por diferentes especialistas, al conceptuar esta, plantean que son:

Zilberstein J plantea que la habilidad se forma y se desarrolla en la actividad y que implica el dominio de la actividad cognoscitiva, práctica y valorativa; es decir, el conocimiento en acción. (23) Se considera que la calidad de las acciones que debe realizar el lector para comprender, dependen fundamentalmente de los conocimientos y habilidades previas de este; es decir, de la relación dialéctica entre ambos, lo cual contribuye al desarrollo intelectual del lector. Van Dijk, expone que “En la medida que se tenga mayor conocimiento del mundo podrá ser más efectiva su interpretación del texto”. (24)

Roméu A y otros especialistas opinan que leer es una actividad y como tal, requiere de lectores activos que tomen una posición no pasiva ante el texto, se estimulen, se emocionen, se involucren solo así tomarán decisiones ante su lectura. (25) El lector debe evolucionar, crecer junto al texto: es la vía para lograr su comprensión.

Autores como Martínez, en 1993; Tapia, en 1995; Parra, en 1997; Gassó, en el 2002; Grass, en el 2003; Rodríguez, Arias, Jiménez, en 2004 y Montaño, en el 2006 hacen referencia al análisis de los conocimientos previos, o marco referencial, coinciden en que no son más que los saberes de distinto tipo que el individuo almacena en su memoria a largo plazo y que se activan ante los estímulos que representan las palabras. Por tanto, en el proceso lector, la memoria desempeña un importante papel, está presente durante todo el proceso. Es imposible entender los nuevos conocimientos si no se activa todo lo que se conoce del tema. Para conocer de un tema hay que verlo, escucharlo y leerlo.

El Maestro de todos los cubanos, Martí J concebía la lectura como la vía idónea para “…preparar al hombre para la vida”, (26) refiere “…se lee lo grande y se capaz de lo grandioso (…). Se despierta al león noble, y de su melena, robustamente sacudida, caen pensamientos como copos de oro”. (27) Defendió la educación nueva, donde la lectura estuviera desarraigada de influencias extrañas y explica que esta debe ser “sentida”, (28) “explicada”, (29) y “crítica”. (30) En toda su obra pueden encontrarse sugerencias y orientaciones sobre el trabajo lectural y el camino que ha de tomar esta habilidad educativa para que sea provechosa. Cómo entender si no las ideas del Apóstol en torno al vínculo directo entre lectura y crecimiento espiritual, o su reflexión en torno a la relación entre la lectura y otros saberes. Estas ideas constituyen una base para la concientización de la enseñanza de la lectura desde una posición humanista.

Dentro del pensamiento latinoamericano, se destacan importantes estudiosos que hicieron aportes fundamentales a la enseñanza de la lectura como: el mexicano Sierra J, quien defendió la lectura como “…la llave con que se abren las puertas del razonamiento” (31) y Rodríguez S, quien como el resto de las lumbreras pedagógicas del siglo XIX quiso se enseñara, por medio de la lectura a pensar, a que la razón reinara por encima del memoricismo. Su oposición a este método se resume con sus propias palabras “Mandar a recitar de memoria, lo que no se entiende, es hacer papagayos”. (32)

Montaño J R, al tratar la enseñanza de la literatura desde la perspectiva de la enseñanza de la lectura y compresión en la escuela, (33) plantea sobre los motivos o propósitos de la lectura que esta responde a determinadas necesidades y a particulares intenciones. Se lee para informarse, documentarse, entretenerse. Se lee por indicación de otros, por sugerencias o recomendaciones. Se lee también por iniciativa propia. "La lectura puede ser considerada como un medio y como un fin. Se suele considerar la lectura como medio, cuando es valorada como una herramienta a través de la cual se obtienen conocimientos; entonces, es vista como instrumento en el proceso de formación del ser humano. Y será valorada como fin, cuando se practica y en función del placer, del recreo”. (34)

En Cuba, con el propósito de perfeccionar el proceso de profesionalización de los profesionales, diversos autores de los ministerios de Educación y Cultura coinciden en que uno de los grandes asuntos en estos y en los próximos años seguirá siendo, sin duda, el de la competencia lectora, asunto agrandado, agravado o multiplicado, si cabe, por el de la alfabetización digital, por el de la influencia de los medios y soportes digitales en los hábitos y prácticas de lectura tradicionales, de lo que actualmente en muchos casos se le sugiere al profesional de la educación para su superación.

El hecho de que se aspire a un profesional cada vez mejor preparado para enfrentar los avances del mundo actual, capaz de reflexionar acerca de su propia práctica cotidiana y transformarla, hace de la escuela un elemento dinámico en el sistema de superación, sistema que debe favorecer el desarrollo de las competencias pedagógicas.

Conclusiones

Estas consideraciones constituyen un punto de referencia para trabajar por elevar la preparación de los maestros, por medio de la superación permanente en la escuela y son las que posibilitan mediante el trabajo sistemático el desarrollo de la competencia lectora para la dirección eficiente del proceso pedagógico de la lectura en los docentes de la Educación Primaria, al proyectar el trabajo interdisciplinar no como simples relaciones entre disciplinas, sino interrelaciones que generen síntesis, que parten de sistemas complejos para crear una forma de organización científica de trabajo integrado en el colectivo y lograr el desarrollo profesional y así elevar la calidad de la educación.

NOTA

*El autor hace referencia a las profesoras Dr C Bárbara Fierro, M Sc Ángela García y M Sc Felicita Puerta, las cuales en el curso 2009-2010 imparten el Diplomado: Didáctica de la lengua española y la literatura.

 

Referencias

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