Varona

No.58   Enero-Junio, 2014.    ISSN: 1992-82

Una nueva visión del aprendizaje escolar

A new vision of the school learning

Dr.C. Angel Rafael Mariño Castellanos. Centro de Ciencias Jurídicas y Económicas de la Universidad Federal del Espírito Santo – UFES. Brasil.

Correo electrónico: angel.assessor@gmail.com

Prof. Juliana de Oliveira Nogueira. Facultad de Educación de la Sierra – FASE. Brasil. Correo electrónico: juliananog.pedagogia@gmail.com

Prof. Sérgio Rodrigues de Souza. Facultad de Educación de la Sierra – FASE. Brasil. Correo electrónico: sergiorodrigues52@hotmail.com

Recibido octubre de 2013   Aceptado diciembre de 2013


RESUMEN

Este trabajo tiene como objetivo presentar una nueva visión sobre el aprendizaje del proceso formativo escolar. En este sentido, los autores definen qué son fases cognitivas, y cómo acontece, el proceso de adquisición de conocimiento, así como describir las fases cognitivas en que el alumno transita para aprender, hasta llegar al punto más alto del proceso de aprendizaje, llamado de las actitudes idóneas. Estas fases forman parten de una perspectiva teórica y epistemológica que es la integralización del aprendizaje. Durante la lectura se puede conocer el concepto de una nueva visión del aprendizaje escolar. En general, se busca romper con la visión del proceso formativo escolar y voltearlo a la enseñanza, cuyo objetivo es reconstruir la concepción de evaluación, didáctica, metodología de la enseñanza y del aprendizaje.

PALABRAS-CLAVE: proceso formativo escolar, integralización del aprendizaje, fases cognitivas.

ABSTRACT

This work has as objective to present a new vision on the learning of the school formative process. In this sense, the authors define that they are phases cognitive, and like it happens, the process of acquisition of knowledge, as well as that looks for to describe the phases cognitive in that the student traffics to learn, until arriving to the highest point in the process of called learning of the suitable attitudes. These phases form they leave of a theoretical perspective and epistemological that it is the integralization of the learning. During the reading one can know the concept of a new mink of the school learning. In general, it is looked for to break up with the vision of the school formative process and to turn it to the teaching whose objective is to reconstruct the evaluation conception, didactics, methodology of the teaching and of the learning.

KEYWORDS: school educational process, integralization learning, cognitive stages.


Introducción

La educación brasileña, desde su implementación, no se ha preocupado ni ocupado con el saber en sí, ni con la relación de este con el alumno o viceversa. Hederos de la cultura griega clásica, el alumno siempre fue visto como un ser pasivo que recibía el conocimiento preparado y acabado de alguna divinidad y, cuando ocurría la masificación del proceso de enseñanza-aprendizaje, esto sería transferido por un sucedáneo de la divinidad: “el maestro”.

En la sociedad postmoderna, el sujeto se ve obligado a recrear los procesos de aprendizaje en todo instante, con la finalidad de ser autónomo y así, modificar su comportamiento cognitivo, su postura ante el aprendizaje, principalmente, ante las situaciones-problemas. La postura de los estudiantes frente a lo nuevo es de cobardía y de rehusarse a buscar nuevos caminos por miedo al fracaso.

Cuando los autores proponen la integralización del aprendizaje, en ninguna hipótesis, hablan, solamente en integrar conocimientos consolidados; la propuesta va muy adelante de simplemente unir fragmentos de estos. Se trata de unir por ponencias epistemológicas y crear perspectivas de nuevas y posibles construcciones intelecto-cognitivas, a partir de situaciones-problemas colocadas cotidianamente, sin condición de impedimento, por parte del alumno o del profesor. Estas nuevas construcciones metacognitivas significan actuar en determinada situación sin atarse a ella como solución definitiva, capaz de solucionar todo y cualquier problema en cualquier tiempo y espacio.

El proceso de enseñanza-aprendizaje es una ecuación donde el conocimiento previo del alumno sumado al conocimiento elaborado del profesor, multiplicado por las situaciones cotidianas vivenciales resulta, aprendizaje.

Todo el foco del proceso de integralización se centra en el aprendizaje, una vez que en la concepción de Vigotski y de los autores, lo aprendido es una minúscula partícula imperceptible del tiempo que, sobrepujado por la infinita curiosidad del hombre, es solamente, un modo capaz de provocar nuevas necesidades de otras formas de aprendizaje, que intentan aventurar a explicarlas de una manera más clara, con capacidad para validarlas o refutarlas.

La integralización del aprendizaje parte del principio de que, una vez el alumno confrontado, desafiado por el profesor o por una situación-problema cualquiera, en un determinado momento y espacio, tenga la postura de osar conocer; desafiar esta situación y pasaría con sus compañeros lo mismo para que no venga a ser intimidado ni acobardado, más que sea capaz de proponer soluciones y así partir a nuevas construcciones intelectuales. Lo que se enfrenta, en la actualidad, son alumnos con niveles más altos de dificultad cognitiva y son ignorados los contenidos, abandonando los estudios, recorriendo como último fin al uso de actitudes fraudulentas, como las adquisiciones aledañas, el plagio, entre otras tantas.

La integralización del aprendizaje parte de los principios más simplificados hasta los más complejos, por medio de la promoción de cambio de postura cognitivo-conductual, pues no es negar los desafíos o buscarlos es adaptarlos a la mediocridad que más conviene en que se crea nuevas perspectivas; estas nacen a partir de la búsqueda de alternativas que puedan contribuir a la solución equilibrada de situaciones-problemas. Así, es que se hace ciencia.

La expresión cognitivo-conductual se refiere a una postura frente al conocimiento y más específicamente ante aquel que no es, por tanto, a lo desconocido, a lo nuevo, al conocimiento para el cual no se tiene, en el momento, el domino técnico.

Desarrollo

El nivel sociológico en la concepción teórico-metodológica de la educación avanzada

Se consideran fases del aprendizaje en el proceso formativo escolar integralizado a los diferentes caminos que transita el alumno en su preparación, existiendo una interrelación que permite hablar de precedencia y avance entre ellos. Cada fase del aprendizaje representa la fusión de elementos cognitivos y de comportamiento, resultantes de una evolución para la cual el alumno va transitando en su preparación.

Las fases del aprendizaje van a ir sucediendo en los distintos momentos del proceso formativo escolar, mas todos tienen como punto de partida la clase dirigida por el profesor, todavía no se analiza el tiempo de duración de esta; al contrario, las ultrapasan, porque la calidad comportamental con ciertos aspectos cognitivos demandan acciones y actividades, amén de los minutos en que se realiza una clase.

Las fases representan, por eso, diferentes niveles de preparación cognitivo- comportamental en un proceso de consecución del paradigma formativo anhelado por la escuela, el que para su concretización precisa de varias etapas, en las cuales se trabajarán los diferentes contenidos y se realizarán distintas acciones y actividades, todo previamente hecho en el planeamiento.

Primera Fase diagnosticar

La primera fase en el proceso formativo escolar integralizado es el diagnóstico. Implica un primer contacto, como paso inicial, del alumno con el objeto (realidad, factores, fenómenos, informaciones, contenidos, conocimientos), que deberá conocer. En el contexto escolar en ese momento, por regla general, acontece cuando el profesor presenta los contenidos que introducen el objeto a conocer.

El proceso formativo integralizado requiere de un momento inicial, la realización de un diagnóstico de doble dimensión; primero, aquel en que el alumno se enfrenta a lo nuevo, descubre lo que no conoce, o conoce en parte o plenamente. Se supone que es su primera autoevaluación alrededor del nuevo objeto, contenido o situación. Cuando el maestro puede determinar (diagnosticar) el grado en que su alumno conoce al objeto, contenido o situación pronostica las posibilidades de este último para hacer una recepción positiva y de provecho.

Cuando el alumno hace su diagnóstico, amén de estar consciente de su posición, podrá apuntar las fallas cognitivas y comportamentales que le reportarán y se apropiará de esas informaciones y conocimientos. En cuanto, al maestro, este podrá hacer una selección de métodos y medios para presentar al alumno su propuesta cognitivo-comportamental. El maestro continuará con la tarea de presentar aquellos elementos esenciales y caracterizadores del objeto, realidad, factores y fenómenos, para que el alumno tenga que realizar una labor de recepcionar.

En el caso de que el alumno obtenga una comprensión o conocimiento previo sobre el asunto, el maestro se dedicará primeramente a descubrir por la vía del diagnóstico* cuál es el grado, en primer lugar, para más adelante, formular preguntas y/o problemas que exijan de este la demostración de ser capaz de presentar por sí las mismas informaciones y conocimientos.

En esa fase el maestro además, deberá utilizar las formas de retroalimentación para identificar si existen dificultades de recepción, sobre esos asuntos y entre los alumnos y cuáles no pudieron completar la tarea a ellos asignada. Tal acción abriría el camino de la orientación posterior para el estudio independiente y el refuerzo necesario.

La relevancia del diagnóstico queda en evidencia porque da información sobre la realidad cognitiva del alumno y el poder comportamental en relación con el contenido asociado, ** también porque relata la preparación de este para iniciar el proceso formativo.

Segunda Fase interiorización comprensiva consciente

La interiorización comprensiva consciente es la fase formativa, en que las informaciones y conocimientos recepcionados serán tratados por el alumno en un proceso de toma de conciencia sobre las diferentes dimensiones y características del objeto, situaciones y fenómenos, con los que se trabajó en la fase anterior. También, aquí el alumno da su primer paso a la conciencia de su papel, en que recepciona aquellas informaciones y consolida una visión, inicialmente formada, sobre la importancia, dimensión, utilidad, composición y contexto en que tales realidades/contenidos (fenómenos, factores, etc.) acontecen o se tornan relevantes.

Esta fase debe ser identificada con el avance que suponga la concientización del alumno con la realidad, fenómenos, factores, contenidos, etc.; por ello, después de esta operación formativa el alumno no debe ser más el mismo sujeto presumido de lo conocido/recepcionado y su poder deberá ser otro.

La interiorización significa un vínculo (que puede ser total o parcialmente nuevo) cognitivo- vivencial y afectivo del alumno con las informaciones presentadas por el maestro. La comprensión, por su lado implica que él podrá, a partir de ella, caracterizar y describir aquellos objetos, situaciones y fenómenos que forman parte de las informaciones. En cuanto, lo consciente orienta a una individualización del saber (si es nuevo o se consolidó totalmente o en parte) y la conciencia del poder hacer.

En esa fase formativa la autonomía del alumno comienza, las oportunidades de explorar las informaciones son planeadas, al mismo tiempo en que, aparece la señalización de las necesidades y dificultades del sujeto que aprende, para operar con las informaciones que han sido trabajadas. El proceso formativo en esta fase se individualiza porque el alumno realiza operaciones mentales (de naturaleza lógica y teórica, principalmente) propias del proceso del pensamiento, de percepción, de la generalización y de la apropiación de la realidad externa que le fue presentada. El alumno, entonces, pondrá describir, definir, explicar y relacionar objetos, elementos, causas y efectos de los fenómenos. El estudio extraclase, ahora individual, colectivo, preferencialmente curricular, completa la formación y por eso, se torna en un papel decisivo.

El maestro continúa siendo el responsable del proceso formativo y su papel de orientador no acaba, quizás la diferencia sea que él planea, acompaña y evalúa un proceso que el alumno realiza en su subjetividad, algunas veces sin su presencia o al menos, la física. La metodología de la enseñanza se configura en la orientación del estudio extraclase, incluso de textos y demás formas, en el cual el alumno encontrará informaciones que complementarán y ampliarán el proceso formativo que va realizando. En su estrategia orientará al alumno las principales interrogantes y discusiones sobre objetos, situaciones y fenómenos que van ocurriendo, donde debe utilizar la realidad externa y la experiencia del alumno.

Escribir resúmenes, hacer cuadros sinópticos y síntesis evaluativas (reseñas) sobre textos, situaciones y fenómenos relacionados y correspondientes con el presentado por el maestro, serían las acciones que deberán ser realizadas por los alumnos en esta fase de interiorización comprensiva consciente.

Tercera Fase utilización reproductiva

En la nueva fase del proceso formativo el alumno tendrá que proponerse utilizar los conocimientos, informaciones recepcionadas, primero, e interiorizadas, comprendidas y conscientes después, lo que significa que tendrá que realizar acciones nuevas, de naturaleza reproductiva. La utilización reproductiva de lo anteriormente conocido, interiorizado y comprendido con conciencia acontece como consecuencia de la interrelación de lo cognitivo y lo comportamental, evidenciándose, además, un progreso en relación con momentos anteriores, un avance en el camino de la autonomía y la liberación del control del maestro.

El alumno puede hacerlo reproductivamente porque alcanzó una preparación en doble sentido: cognitivo y comportamental. La utilización solamente acontecerá porque hay una consolidación y dominio de contenidos. Esta fase se presenta como intermediario entre los dos anteriores y los otros tres finales. En esa tercera fase el alumno opera en un nivel teó- rico, con acciones principales como: comparar, evaluar, argumentar, reformular. La reproducción es consecuencia de la dependencia del maestro en esa fase formativa, todavía, una evolución va aconteciendo, ya que ahora el alumno puede realizar acciones no pensadas en las dos fases anteriores.

A pesar, de los contactos y vivencias que se sucederán precedentemente con la realidad externa (contacto que acontece natural y curricularmente, por medio de la investigación, de la extensión y de la práctica), el alumno solo está en condiciones de resolver problemas de naturaleza teórica y todavía, recorriendo formatos y modelos preestablecidos por el maestro. Los problemas pueden ser nuevos, mas las soluciones continúan y serán las conocidas o puestas por el maestro, siendo el alumno quien escoja entre los varios modelos y formatos a utilizar, al tiempo que pasa a justificar el porqué de la selección.

Cuarta Fase utilización productiva o producción

Ahora, la independencia y autonomía del alumno llegan a un punto desconocido para él mismo, y las acciones pasan a poder realizar demostraciones de una madurez cognitiva y comportamental. Aquí, el alumno produce soluciones, elabora respuestas y formula tesis, todavía, tiene lo recibido del maestro en el proceso formativo y en sus fases anteriores de evolución y preparación.

Aparece un avance considerable en el progreso formativo escolar con la utilización productiva de conocimientos, informaciones y datos antes operados de forma reproductiva y en un contexto apenas teórico. Entonces, la producción acontece en dos sentidos, al utilizar el conocido y consolidado para resolver nuevos problemas, de una parte, y para llevar lo conocido y consolidado del contexto teórico al modelo práctico, que se le presentan como desafíos.

Lo fundamental de esta fase es que el alumno produce sus propias soluciones/respuestas y en ese sentido, su autonomía crece y su independencia amplía los nuevos horizontes. Consecuentemente amén de lo teórico y abstracto es capaz de prevenir, decidir, escoger y resolver.

Quinta Fase creación

La fase de la creación es un punto relevante en el proceso formativo escolar, justamente porque aquí el alumno se muestra capaz de enfrentar nuevos desafíos, caracterizados como problemas teóricos y prácticos. Ahora, los problemas son nuevos y desconocidos y las soluciones deberán que ser creadas.

En esta fase siempre las acciones serán de naturaleza práctica, es cierto que la teoría sirve y está siempre presente (sin ella no se podría hablar de aprendizaje) como base conceptual, mas aquí el alumno está rápido para ir de la simple discusión de problemas teóricos. Las soluciones/respuestas, como los problemas están fuera de alcance del alumno y por eso él es forzado a crear. En esta fase del proceso formativo escolar para dar cuenta del desafío de crear, el alumno precisa ir a la teoría abstracta a la posibilidad práctica de soluciones/respuestas creadas en el contexto teórico.

Desde el punto de vista cognitivo se torna dominador de teorías y sistemas teóricos, se logra crear un soporte teórico para todos los pasos y acciones posteriores. Ya comportamentalmente está preparado para andar de forma autónoma e independiente en las situaciones y problemas, que hasta ahora permanecían fuera de su universo.

Al tener que crear soluciones/respuestas, el alumno, por primera vez en el proceso formativo, formula cuestionamientos de la realidad, que son los problemas teóricos y prácticos, que precisa resolver y se propone explicar los orígenes de estos. De ahí que, extraerá conclusiones por vía inductiva y por deducción, estableciendo relaciones, comparaciones y contrastes entre realidad y teoría, entre lo real y lo imaginario. Se torna un sujeto independiente, capaz, inventivo y competidor; el alumno está preparado para el avance final con las actitudes idóneas.

Sexta Fase autoaprendizaje

La sexta fase es aquella donde culminan las fases del proceso formativo escolar, porque al llegar al alumno a ella, ya transitó por las fases anteriores, y se caracteriza por poseer este las actitudes idóneas. Se entiende por actitudes idóneas una fase cognitivo- comportamental superior de aprendizaje, caracterizada por la calidad y cantidad de preparación para enfrentar la realidad, se traspasa así, el nivel de desenvolvimiento de las competencias.

De esa manera, es una consecuencia de la ejecución de operaciones lógicas, teóricas, comunicativas y sustanciales que los alumnos van realizando en un proceso progresivo y de actividades y acciones integralizadas, quedando estos preparados para realizar ciertos comportamientos en dirección a la búsqueda, la formulación y al descubrimiento de problemas, primero, y la creación innovadora de soluciones/respuestas, después. El que mejor caracteriza al alumno en esta fase es su componente crítico y la genialidad con que elabora sus conclusiones. Su madurez cognitiva comportamental adquiere autonomía e independencia en relación con el maestro que se convierte en su propio orientador.

El grado de preparación que adquirió no depende de recorrer el sistema de informaciones, contenidos y datos, con los que se formó y utilizó en su proceso de formación. Ahora él mismo escoge las fuentes de informaciones, según aquello que decida buscar y lo que pretende descubrir, primero, para pasar, después, a formular la teoría que explica su problemática (teórica o práctica) y que finalmente aplicará. Esto, solamente es posible por su preparación para interrogar, buscar y descubrir; o sea, la verdadera y suprema formación.

Al llegar a esa fase el alumno puede detectar contradicciones, hacer valoraciones, evaluar consecuencias, cuestionar la realidad y explicar coherentemente como: proponer acciones de intervención, proponer soluciones para situaciones/problema, elaborar sistemas teóricos y prevenir contradicciones. Ahora sin los problemas ni soluciones posibles, el alumno tendrá que enfrentar la realidad, las situaciones y los fenómenos (nuevos), identificar los factores que en ellos inciden positiva y negativamente y debe asumir una actitud idónea, esto es, suficiencia cognitiva y comportamental para tomar el descubrimiento de las soluciones, las respuestas y las explicaciones.

La independencia y autonomía en relación con el maestro y su enseñanza es total y absoluta, apenas verá al alumno depender de sus propias actitudes idóneas para desarrollar sus acciones. La preparación sería tal, que, a partir de ese momento, podrá proponer cambios, formular nuevos problemas para esas realidades, situaciones o fenómenos. Con las características de las actitudes idóneas el alumno se convertirá en un investigador.

Conclusiones

El contexto tecnológico y las nuevas demandas científicas y sociales revelan la necesidad de reinventar el papel del maestro y del propio alumno en el proceso formativo escolar, por medio de la acción audaz de reconstruir lo cotidiano escolar y de rediseñar el currículo. Esa nueva visión formativa, necesariamente, se debe centrar en las actitudes idóneas que serán creadas y desarrolladas en los alumnos, a partir de las cuales el proceso formativo escolar será personalizado, de manera que cada uno de ellos se desarrolle y realice plenamente.

Centralizar el proceso formativo escolar en el desarrollo individual de cada alumno es un fin en sí mismo, teniendo en cuenta que la escuela tiene como misión la transformación de los docentes en ciudadanos libres, independientes, creativos, aptos e idóneos. Una condición necesaria, por tanto, es que el proceso formativo escolar sea planeado con la perspectiva de asimilar y responder las demandas sociales, de implementar las nuevas tecnologías y los avances científico-técnicos y, en especial, de favorecer la intervención del alumno en un papel muy amén de la simple recepción y reproducción de conocimientos.

Direccionar el proceso formativo escolar, apenas y simplemente, a objetivos e instruir ciertos contenidos sin que estos se deriven de un paradigma cognitivo-comportamental prefijado, constituye un desvío de las funciones precisas de la escuela. Por ello, la visión pedagógica y didáctica de ese proceso precisa ser reconstruida, estructurando un sistema de metas formativas, cuyo logro obligará a que aquellas sean dosificadas en las distintas fases, procesos, procedimientos, actividades, acciones y contenidos. En la historia educativa apunta la urgencia de avanzar a una fase superior del aprendizaje escolar. En ese camino lo primordial del proceso formativo escolar no serán los resultados, sino los procesos y procedimientos del aprendizaje, traspasando la interrogación de lo que se aprende, para discutirse cómo y en qué grado de calidad se aprende.

Una formación escolar avanzada, amplia, integral y comprometida con el desarrollo tecnológico, científico y social precisa tener como sustento didáctico-pedagógico la integralización, en el momento de planear, en la ejecución y al evaluar. Ahí es donde la escuela debe asumir una visión formativa integralizada, la educación de las generaciones del Tercer Milenio, así el desarrollo económico, industrial, tecnológico, científico y social quedaría garantizado.

Una perspectiva de la integralización de actividades, contenidos, experiencias y vivencias, llevan a una relación de complementariedad, que va de metafísica a la experiencia, de teoría a la práctica, de lo real a lo ideal y de lo individual a lo colectivo. La integralización posibilitará transitar del conocimiento teórico al empírico y de este nuevamente al teórico, en un proceso sistémico y permanente de búsqueda y constatación de las verdades teóricas y científicas.

Con la integralización serán valorizados el saber, la búsqueda, el descubrimiento y la solución de problemas teóricos, sociales, científicos y tecnológicos por los alumnos, enfatizando en la importancia de la intervención transformadora de cada uno, ya sea de las actividades individuales o grupales. Así, será garantizado desde el inicio del estudio el vínculo con la realidad social, comunitaria, científica y tecnológica, lo que se considera una condición necesaria para la formación integral.

La preparación, la superación de los propios límites y la evolución escolar de los docentes deben ser planeadas como una consecuencia del trabajo de ellos y de la interacción con el medio escolar, social y la realidad científica y tecnológica, utilizando, por tanto, un conjunto de actividades integralizadas como un complemento dialéctico: se piensa en la enseñanza, en la investigación, en la extensión y en actividades prácticas científicas, tecnológicas y de naturaleza profesionales. El proceso formativo escolar y la escuela deben enseñar al individuo a conocerse a sí mismo, a descubrir, a ser consciente de su nivel de preparación en la fase de tareas, procesos y situaciones. Esto solamente es posible, cuando el proceso educativo escolar está orientado a fomentar una formación independiente, creativa, desafiante, crítica e innovadora.

El proceso formativo escolar debe volcar todos los esfuerzos en los alumnos y en la formación y desarrollo de ellos, de actitudes idóneas, primero, identificando aquellas que cada uno posee y (auto) conoce, después, buscando las que posee y no fueron descubiertas, para finalmente trabajar en el desarrollo de ellas. Para ello, la escuela precisará propiciar ilimitadamente el desarrollo de los alumnos, partiendo de sus motivaciones individuales, de la valorización y utilización de sus experiencias, vivencias y del paradigma cognitivo-comportamental anhelado por cada uno, según su edad, nivel de escolaridad y grado de desarrollo.

Entonces, la escuela deberá quedarse centrada en el desarrollo de los alumnos para no impedir el crecimiento del avance de estos y ni tan poco, impedir su rápida y (auto) consciente adaptabilidad a los tiempos, al desafío y a las nuevas problemáticas. El desarrollo económico, industrial, tecnológico, científico y también social de mañana precisa estar confiada en los egresados desde la enseñanza infantil, hasta el universitario de actitudes idóneas, pues, sobre ellos recaerá la misión de continuar garantizando el futuro.

NOTAS

*El diagnóstico del maestro se diferencia de aquel que el alumno realiza, justamente porque el primero descubre lo que el alumno ya sabe, en cuanto al segundo, se autoevalúa.

**La cuestión apunta, no solamente a un saber del alumno, junto con eso a un poder hacer.

 

Bibliografía

AÑORGA J, ET AL. Glosario de términos de la Educación Avanzada. La Habana, Cuba: Instituto Superior Pedagógico “Enrique José Varona”; 2000.

CHÁVEZ J, ET AL. Un acercamiento necesario a la pedagogía general. La Habana, Cuba: Instituto Central de Ciencias Pedagógicas; 2003.

DELORS J. La educación encierra un tesoro. Informe a la UNESCO de la comisión internacional sobre la educación para el siglo XXI. París, España: Ediciones UNESCO; 1996.

ORTIZ E. Los niveles teóricos y Metodológicos en la Investigación Educativa. Cinta de Moebio. Disponible  en  http://www2.facso.uchile.cl/publicaciones/moebio/43/ortiz.html. (Consultado noviembre 12, 2013).