Varona

No.58   Enero-Junio, 2014.    ISSN: 1992-82

El nivel sociológico en la teoría de la Educación Avanzada en su tránsito a movimiento pedagógico social

The Sociologic Level of Advanced Education Theory as it Progresses to Pedagogic Movement

Dr.C. Olga Gloria Barbón Pérez. Profesora Titular. Facultad de Ciencias Médicas de “10 de Octubre”. La Habana, Cuba.

Correo electrónico: olgagloria@infomed.sld.cu

Dr.Cs. Julia Añorga-Morales. Profesora Titular. Profesora Consultante. Profesora de Mérito. Académica Titular de la Academia de Ciencias de Cuba. Universidad de Ciencias Pedagógicas “Enrique José Varona”. La Habana, Cuba.

Recibido octubre de 2013   Aceptado diciembre de 2013


RESUMEN

Constituye un paso esencial para el desarrollo de la apropiación social del conocimiento que tiene lugar en el marco de la Educación Avanzada la consideración de determinados presupuestos teóricos que la sustenten. Como actividad consciente eminentemente educativa no puede ser improvisada, exige el apoyo de una plataforma conceptual que permita propiciar el esclarecimiento de las concepciones, que constituyen la base de esta novedosa noción de la Educación Avanzada. El artículo tiene como propósito aunar reflexiones que posibiliten una aproximación hacia el nivel sociológico en la teoría de la Educación Avanzada como movimiento pedagógico social.

PALABRAS CLAVE: Educación Avanzada, movimiento pedagógico, nivel sociológico, teoría.

ABSTRACT

An essential developmental step for the social appropriation of knowledge that takes place within Advanced Education is the consideration of its theoretic grounds. As a conscious eminently educational activity it cannot be improvised, it demands, the support of a conceptual platform that allows to propitiate the clarification of conceptions that constitute the base of this innovative notion of Advanced Education. The present article aims to join reflections that make possible an approximation towards the sociologic level of Advanced Education as a pedagogic social movement.

KEYWORDS: Advanced Education, pedagogic movement, sociologic level, theory.


Introducción

Las principales concepciones teóricas en el campo educativo han tenido en las condiciones histórico-sociales en que emergió un significativo efecto social, pues su surgimiento y desarrollo ha estado condicionado socialmente. Las exigencias del actual desarrollo de la investigación científica, sin precedente en la historia de la humanidad, impone retos a la pedagogía, caracterizada en la Cuba revolucionaria, entre otros aspectos por su filiación al mejoramiento humano. En este sentido, se plantea que el principal desafío de la teoría educativa reside en enfrentar y trascender sus propias limitaciones.

Una de las mayores limitaciones que enfrentan las teorías científicas en la actualidad, están relacionadas con su concepción sistémica. Los niveles en las teorías científicas son una manifestación del carácter de sistema que toda concepción debe tener en su intento de reflejar la realidad, desde las posiciones más generales hasta las fórmulas que orientan sobre cómo estudiar su objeto y su impacto en lo social. Estos niveles en las investigaciones educativas tienen una relevancia indiscutible al aportar nuevos conocimientos científicos, para perfeccionar el proceso formativo escolarizado. Su carácter latente requiere explicitarlos por medio de su tratamiento, pues se revelan como una condición para el logro de resultados científicos más integrales sobre la compleja realidad educativa contemporánea.

A ninguna de los afirmaciones anteriores escapa la Educación Avanzada, teoría educativa que a partir de su enfoque humanista en las últimas décadas ha transitado de teoría a movimiento pedagógico social y comienza a cobrar fuerza con propuestas de acción colectiva, que pretenden responder a las complejidades de la actividad pedagógica, teniendo como objeto el mejoramiento profesional y humano, apoyada en una concepción humanista de los roles que desempeñan educando y educador, condicionados y condicionando el desarrollo social. Por ello el desarrollo de la propuesta teórico-práctica de la Educación Avanzada, requiere su perfeccionamiento constante de acuerdo con los cambios socioeconómicos y la propia práctica educativa, los resultados alcanzados en su aplicación y el progreso científico-social.

En el trabajo se presenta una temática que ha ocupado los últimos años y que forma parte del proyecto de investigación Redes de Profesionalización Pedagógica de la Educación Avanzada. No obstante, a pesar de su relevancia y riqueza todavía constituye un tema insuficientemente investigado, pues no abundan los estudios que remitan al análisis del nivel sociológico en la teoría de la Educación Avanzada, de ahí que el artículo tenga como objetivo aunar reflexiones que posibiliten una aproximación a este.

Desarrollo

El nivel sociológico en la concepción teórico-metodológica de la educación avanzada

Falcón H entiende la concepción teórico-metodológica como "…un sistema concatenado de ideas, conceptos, principios, relaciones, regularidades y representaciones sobre un aspecto del objeto de estudio que lo modele con implicaciones metodológicas”. (1)

Se asume la definición ofrecida por Pérez L, quien plantea que la concepción teórico- metodológica es “…el proceso de toma de posición, selección y ubicación teórico-práctica coherente, para enfrentar el fenómeno objeto de estudio, tomando como exigencias el saber (teoría) y el saber hacer (metodología), ambos como elementos básicos para enrumbar el hecho educativo desde las Ciencias…”. (2)

Como se refiere con anterioridad toda concepción teórico-metodológica integra múltiples niveles, se asume el criterio de Ortiz E, quien en el año 2012, propone una clasificación de estos, atendiendo a los componentes del sistema de la concepción teórica que engloban el nivel teórico-general, el nivel teórico-particular, el nivel metodológico y el nivel sociológico. Estos niveles se precisan a continuación.

Nivel teórico-general: agrupa a los referentes filosóficos y epistemológicos que le sirven de base a la concepción teórica e incluye la metodología general del conocimiento científico, los supuestos ontológicos y epistemológicos, los cuales el investigador debe conocerlos esencialmente como parte de su cultura científica y tenerlos en cuenta, de acuerdo con la teoría asumida, para mantener la imprescindible coherencia y consistencia, que evite posiciones eclécticas. Por ejemplo, dentro de este nivel estarían los referentes positivistas, neopositivistas, fenomenológicos o lógico-dialécticos, que están presentes en las concepciones teóricas contemporáneas.

Nivel teórico-particular: referido a la conceptualización teórica de la disciplina científica específica, con sus principios, leyes, categorías y conceptos propios como sistema en su coherencia lógica jerarquizada, reflejo de sus relaciones esenciales y consistencia externa con respecto a otras concepciones. Tiene como antecedente el nivel anterior y es consecuente con él, constituye su derivación lógica en una ciencia particular.

Nivel metodológico: el conjunto de métodos generales y particulares, teóricos y empíricos, incluyendo a las técnicas y procedimientos para investigar un objeto. Se encuentra en plena correspondencia con los niveles precedentes, pero con una independencia relativa porque si bien es cierto que las concepciones teóricas predominantes privilegian determinado arsenal metodológico, no quedan en la práctica investigativa ligados, obligatoriamente a ellas, porque pueden aplicarse en otras sin desmerecer el rigor científico.

Nivel sociológico: referido al impacto social que ha tenido la concepción teórica particular, mediante su aplicación continuada y sistemática en la práctica profesional e investigativa dentro de un contexto histórico-social específico. Las teorías científicas están condicionadas por la época en que surgen y que les confiere su pertinencia y justificación, a partir de los problemas sociales imposibles de resolver científicamente hasta ese momento. El efecto, las transformaciones y modificaciones provocadas por los nuevos conocimientos científicos deben dejar su impronta, de manera que promuevan el desarrollo social, de lo contrario no resistirían la prueba del tiempo y dejarían de existir. El carácter social de la ciencia en la contemporaneidad constituye un basamento esencial de este nivel. (3)

Al tener en cuenta lo expresado por estos autores, se considera que una aproximación al nivel sociológico de la concepción teórico-metodológica de la Educación Avanzada implica tratar en el orden teórico algunas ideas y conceptos acerca de los procesos, actores y escenarios de acción colectiva que tienen lugar en la Educación Avanzada como movimiento pedagógico social de alto impacto, atendiendo a su desarrollo coherente y contextualizado.

Algunas concepciones que aportan a la comprensión de la educación avanzada como movimiento pedagógico social

La emergencia de esta teoría, escuela y cátedra académica como movimiento pedagógico social, con un marcado carácter humanista y poder de convocatoria, que busca respuestas a problemas que el devenir moderno ha planteado en diversos contextos al proceso educativo, tiene en su base la preocupación por su efecto social.

Este interés de dicha teoría educativa, autóctona, de imparable desarrollo y de elevada pertinencia en la sociedad cubana actual, ha estado presente desde sus comienzos, ello se evidencia en el Modelo de evaluación de impacto social y pedagógico de programas educativos propuesto por Añorga y colaboradores, los años 1999-2004. Este modelo se centra en la evaluación de impacto del postgrado y constituye el punto de partida de este tipo de evaluación en el ámbito educativo cubano.

Estos autores subrayan que la evaluación de impacto solo será posible en la medida que se pueda constatar la trascendencia de la ejecución del programa sobre el entorno social; es decir, la aplicación de lo aprendido en el colectivo laboral, familiar y en la comunidad, lo que debe conducir al mejoramiento profesional, humano y laboral de los sujetos. (4)

Otro exponente de la preocupación de la Educación Avanzada por el efecto social de sus procesos formativos es la valiosa herramienta del Proyecto Individual de Mejoramiento Profesional y Humano, la cual se orienta a propiciar el equilibrio armónico entre los diferentes roles que deben asumir los seres humanos para desempeñarlos en la sociedad, a partir de la reflexión, jerarquización y preparación para asumirlos, favoreciendo el análisis del yo en cada contexto laboral, familiar, laboral y social, en forma consciente y anticipada ante el futuro y los propios roles, funciones y responsabilidades del presente.

La sistematización de esta y otras prácticas en el decurso de los años, permiten hoy referirse a la Educación Avanzada como un movimiento pedagógico social. Una aproximación al nivel sociológico de la concepción teórico-metodológica de la Educación Avanzada significa concebir aquellas ideas o conceptos que faciliten la comprensión de esta como movimiento pedagógico social, diseñando, conduciendo, fomentando y evaluando diversos procesos de apropiación social del conocimiento; en resumen, permitiendo, a partir de una base científica, concretar el rol a que es llamada la educación; dar respuesta a las demandas de la sociedad.

La Educación Avanzada como movimiento pedagógico social debe entenderse como un conjunto de procesos de apropiación social del conocimiento en función del desarrollo de saberes socialmente productivos y de la producción intelectual individual y colectiva, en los cuales los agentes de la educación participan como gestores, a partir de cuya interacción identifican y otorgan significado a los problemas de determinado contexto, con un enfoque científico-pedagógico y toman decisiones en cuanto a su solución, generando conocimientos de un alto valor social, mediante la acción colectiva en la comunidad científico-pedagógica y la influencia educativa en sus correspondientes ámbitos de intervención social y aprendizaje.

Esta concepción deviene punto de partida para profundizar en posiciones teóricas, lo cual conduce a realizar un replanteamiento epistemológico, dándole un nuevo énfasis a conceptos como el de saberes socialmente productivos, producción intelectual, comunidad científico-pedagógica, acción colectiva, interacción, participación, aprendizaje, entre otros que constituyen en sí mismos dimensiones del movimiento pedagógico social de la Educación Avanzada, a la luz del análisis de la obra de varios autores que han incursionado en el estudio de un conjunto de elementos que contribuyen a la comprensión de la integridad del nivel sociológico de una concepción teórico-metodológica de la Educación Avanzada, como movimiento pedagógico social.

Para el aprovechamiento del conocimiento científico se impone un proceso de apropiación social del conocimiento; entendida esta como un proceso mediante el cual tiene lugar la producción, transferencia, adaptación y aplicación de los conocimientos y se accede a los beneficios de estos.(5) En este significativo proceso de apropiación social del conocimiento, desempeña un rol trascendental la transferencia de tecnología, la cual adquiere una importancia capital al necesitar y despertar el apoyo social para cumplir sus objetivos de investigación, desarrollo y avance del conocimiento.(6)

La Educación Avanzada propicia la transferencia vertical de tecnología, contribuye a transformar los conocimientos científicos endógenos en innovaciones, con la apropiación de estos, por los correspondientes agentes económicos y sociales. Una de las tecnologías de la Educación Avanzada de mayor índice de transferencia es la tecnología para la determinación de problemas, ampliamente validada por investigadores de la Educación Avanzada (7) y que deviene, junto a muchos otros en este contexto, saber socialmente productivo. En gran parte de la literatura consultada aparecen profundos análisis teóricos sobre los saberes socialmente productivos, siguiendo a Puiggrós A y Gagliano R estos saberes son aquellos que modifican a los sujetos enseñándoles a transformar la naturaleza y la cultura, modificando su habitus y enriqueciendo el capital cultural de la sociedad o la comunidad, a diferencia de los conocimientos redundantes, que solo tienen un efecto de demostración del acervo material y cultural ya conocido por la sociedad, son saberes que engendran, que procrean y tienen fuerte vinculación con elaborar y fabricar.(8)

Este tipo de saberes se encuentra estrechamente vinculado a la producción intelectual, proceso social por naturaleza, los estudios conducidos durante años por los investigadores de la Educación Avanzada han conceptuado la producción intelectual como toda la producción de conocimientos de los hombres, la cual abarca todas las actividades humanas, donde se manifieste la creación, aunque se reduzca a una nueva forma de exponer los conocimientos y resultados de otros hombres. (9)

¿Quiénes son los actores sociales del movimiento pedagógico social de la Educación Avanzada?

Se considera que estos actores no son otros que los agentes de la educación, personas que intervienen directa o indirectamente en el proceso educativo: docentes, documentalistas, productores, técnicos, consejeros, orientadores. Animadores, activistas, alumnos, comunicadores y otros sujetos que operan como agentes o gestores de cambio en la educación. En la Educación Avanzada como movimiento pedagógico social es necesario fijar las bases epistemológicas de estos agentes de la educación en la concepción de Freire P “…de este modo, el educador ya no es sólo el que educa sino aquel que, en tanto educa, es educado a través del diálogo con el educando, quien, al ser educado, también educa. Así, ambos se transforman en sujetos del proceso en que crecen juntos…”. (10) Esta concepción corrobora la importancia del triple rol del educador como actor-educador- gestor y la implicación de esta figura en correspondencia con las premisas, las demandas y las exigencias que el mundo actual le plantea a la educación.

Desde esta posición, los agentes de la educación deben asumir el reto de desempeñar activamente su rol, lo cual significa participar. La participación es considerada como un “…proceso donde las personas se involucran con creciente responsabilidad y compromiso en las fases de análisis de su realidad, la toma de decisiones, planificación, ejecución, evaluación y reformulación de esas decisiones, si fuese necesario, al promover su autotransformación y la transformación cualitativa de esa realidad, lo que implica un crecimiento personal y social”. (11)

En el contexto de la Educación Avanzada la participación de los agentes de la educación está relacionada, fundamentalmente, con la interacción; es decir, la organización de las acciones que permiten al grupo realizar cierta actividad conjunta entre todos sus miembros.(12) Desde esta concepción, se enfatiza en el carácter transformador de los movimientos sociales, de ahí que un importante pilar en la concepción que se presenta es el conocimiento de alto valor social, valor otorgado por el hombre, que está permeado por el propio carácter objetivo del conocimiento que determina que este no sea absolutamente verdadero para todos los tiempos y en todas las condiciones. El conocimiento en esta teoría y movimiento pedagógico social transita, siguiendo las pautas de la teoría leninista del conocimiento, de la práctica pedagógica, al pensamiento abstracto, para volver a la práctica con un nuevo modelo ideal, que se transforma en un nuevo modelo actuante, de ahí su alto valor social en correspondencia con las expectativas de los actores sociales que componen el movimiento y las exigencias de la sociedad cubana cambiante y desarrolladora del hombre. (13)

Estos actores sociales dinamizan sus expectativas de desarrollo mediante la acción colectiva. En muchas investigaciones se ha tratado el tema de la acción colectiva en los movimientos pedagógicos sociales. En octubre de 2012, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se llevó a cabo el VI Congreso de Educación “Hacia un Movimiento Pedagógico Latinoamericano” en el cual se planteó la necesidad de tratar el área que ocupa, desde una posición dialéctica de la educación y la sociedad, valorando el rico manantial de la obra educativa y el ideario pedagógico latinoamericano, a partir de una mirada crítica y comprometida con nuestras particularidades, “La transformación de una realidad no es tarea de un solo actor, por más fuerte, inteligente, creativo y visionario que sea. Ni los actores políticos y sociales, ni los intelectuales pueden llevar a buen término esa transformación. Es un trabajo colectivo, y no solo en el accionar, sino también en los análisis de esa realidad…”. (14,15,16,17)

En este sentido, Melucci A señala que la acción colectiva está dada por “…el resultado de intenciones, recursos y límites, con una orientación construida por medio de relaciones sociales…”, (18) dentro de una comunidad científico-pedagógica.

En particular, la comunidad científico-pedagógica de la Educación Avanzada, se ajusta a lo planteado por Torres P quien, refiriéndose a las comunidades científicas en el campo de la investigación educativa, señala que se han identificado varios líderes científicos; es decir, profesionales de la educación que han logrado aglutinar alrededor de ellos un grupo de investigadores (docente-educadores) con quienes comparten posiciones teóricas comunes en el campo de las ciencias de la educación y que, en consecuencia, realizan en torno a estas una actividad sistemática de investigación y de producción científica.(19)

Los integrantes de la comunidad científico-pedagógica de la Educación Avanzada se caracterizan por ser portadores de un enfoque y unas cualidades que los distinguen, entre ellas: cohesión, solidaridad, dominio teórico-práctico de los referentes teóricos, motivación por seguir creciendo, autosuperación y comportamiento profesional a la altura de los requerimientos profesionales y sociales, fe en el mejoramiento humano y profesional de otras personas, independencia, criticidad en su propia obra, seguridad, comportamiento cooperativo, entusiasmo en el trabajo docente y en la producción intelectual y vocación por la profesión. Además, “…de ellos irradia un buen ejemplo personal. Son capaces de identificar sus carencias y sus potencialidades, de elaborar y autocontrolar sus proyectos de vida en busca de su mejoramiento; así como de ampliar su cultura general integral, lo que se corresponde con un adecuado nivel de autoestima y de aspiraciones personales, profesionales y familiares (…) promueven el trabajo colectivo, el intercambio, la confrontación de ideas entre sus compañeros y alumnos; saben aplicar creadoramente los principios de la pedagogía en su discurso y actuación, y propician el complemento de los principios de la enseñanza en el proceso docente, que incorporan a su pensamiento y conducta e influyen positivamente en su entorno laboral y social; se manifiestan y comportan como revolucionarios, fieles al pensamiento en su cultura y su elevado nivel de crítica y autocrítica, aman su patria; en sentido general, mejoran significativamente sus relaciones humanas y desarrollan una buena comunicación interpersonal”.(20)

Esta caracterización de los integrantes de dicha comunidad científica no deja espacio a las dudas sobre la influencia educativa de esta, que se concibe a partir de lo planteado por Buenavilla R, en el año 2002, sobre los educadores sociales, quienes por su personalidad ejemplar, conducta social, comunicación y capacidad de ejercer influencia sobre los individuos y la sociedad, entre otros rasgos, se convierten en “verdaderos movilizadores educativos”.(21) Aspecto que adquiere gran importancia ante las concepciones actuales del proceso educativo, inmersas en el reconocimiento de este como un fenómeno social y que centran su atención en la actividad del hombre; ello indudablemente obliga a reparar en la complejidad del propio proceso educativo, en el sentido de variedad, multiplicidad, heterogeneidad y diversidad de factores (elementos) que están inmersos en él y al mismo tiempo, por la variabilidad y la dinámica de su comportamiento, dado fundamentalmente, por ser un fenómeno social, donde es la actividad del hombre la creadora de estos.(22)

Los investigadores de la Educación Avanzada, conscientes de la complejidad del proceso educativo y del papel que desempeñan la actividad y la comunicación en este, han tomado como base esta teoría para fundamentar la intervención social en distintos ámbitos. Los ámbitos de intervención social han de entenderse como aquellos escenarios, contextos, instituciones, comunidades, grupos, en los cuales previo establecimiento de las contradicciones entre el modelo actuante y el modelo ideal, se construyen ambientes de aprendizaje y se instrumentan herramientas pedagógicas de intervención sobre la base de la aplicación de determinadas alternativas y formas organizativas de la Educación Avanzada (talleres, seminarios, entrevistas, encuentros, asesoramientos, consultorías, pasantías, colegiado, habilitado, producción científico-intelectual, conversatorios, viajes, disfrute y apreciación del arte, el deporte, la naturaleza y la obra humana, cursos, entrenamientos, y las llamadas formas académicas para el egresado universitario: Especialidad, Maestría y Doctorado).

Un ámbito de intervención social por excelencia para la Educación Avanzada es la Educación Médica Superior. Barbón O y Añorga J plantean que “…la Educación Avanzada ha fortalecido la actividad científico-pedagógica en el contexto de las Ciencias Médicas a partir de la preparación del potencial científico-pedagógico para hacer frente a las exigencias sociales, en esencia a partir de sus aportes y bondades orientados a potenciar la profesionalización en la Educación Médica Superior, estos aportes se aglutinan en tres grandes áreas:

La importancia de concebir la influencia educativa en su relación dialéctica con el aprendizaje es un elemento que en la actualidad se defiende con gran fuerza. Mediante este, el sujeto se apropia de los contenidos y las formas de la cultura que son transmitidas en la interacción con otras personas; por tanto, es un “…proceso complejo, diversificado, altamente condicionado por las características del sujeto, las situaciones y contextos socioculturales en que se aprende, los contenidos de enseñanza, los recursos con que cuenta para ello, el nivel de intencionalidad, la organización, las características individuales de cada sujeto entre otras condiciones educativas”.(24)

En función de ser coherentes con lo anterior se asume una concepción que evidencia su adherencia a los pilares educativos planteados por la Unesco, en 1997 para la educación del siglo XXI: “Aprender a conocer”, “Aprender a hacer”, “Aprender a convivir” y “Aprender a ser” y que entiende al aprendizaje humano como un proceso dialéctico de apropiación de las formas de conocer, hacer, convivir y ser construidos en la experiencia sociohistórica, en el cual se producen, como resultado de la actividad del individuo y de la interacción con otras personas, cambios relativamente duraderos y generalizables, favorecedores de su adaptación y transformación de la realidad, así como de su crecimiento como personalidad.(25)

El análisis realizado corrobora la necesidad que existe de profundizar en los elementos reveladores del nivel sociológico de la concepción teórico-metodológica de la Educación Avanzada, de enriquecer la obra realizada en función del mejoramiento profesional y humano de los recursos humanos y de la comunidad, buscando que se dirija cada vez más hacia los problemas concretos y priorizados por la sociedad apoyada en una plataforma teórica que, desde su propio desarrollo, acompañe el proceso de tránsito de esta teoría a movimiento pedagógico.

Conclusiones

La Educación Avanzada, por su esencia, naturaleza y desarrollo, ha transitado de teoría a movimiento pedagógico social. La articulación de un cuerpo teórico coherente con el campo de acción de los actores sociales del movimiento pedagógico social de la Educación Avanzada requiere de acercamientos a este. El mejoramiento profesional y humano de los recursos humanos y de la comunidad, por las propias características que imprime esta nueva noción de la Educación Avanzada como movimiento pedagógico social debe sustentarse sobre la base de concepciones teóricas en continuo desarrollo, que constituyen la guía a seguir y que la enriquecen.

 

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