Varona

No.57   Julio-Diciembre, 2013.    ISSN: 1992-82

Los procesos de categorías docentes en las universidades de ciencias pedagógicas

The processes of educational categories in the universities of pedagogic sciences

Prof. Especialista Esperanza Caridad Brito Marrero. Profesor Auxiliar. Universidad de Ciencias Pedagógicas “Enrique José Varona”. La Habana, Cuba.

Correo electrónico: esperanzabm@ucpejv.rimed.cu

Recibido febrero de 2013   Aceptado junio de 2013


RESUMEN

Se trata la importancia de la formación permanente en los profesionales de nivel superior. Se hace referencia a la estructura de la Resolución 128 / 2006 (Reglamento para la aplicación de las categorías docentes), así como a la importancia de una adecuada preparación de los profesores para enfrentar estos procesos como forma de crecimiento profesional y la necesidad de una proyección oportuna desde los planes de desarrollo individual de las acciones dirigidas a estos procesos, controlándose y adecuándose en cada etapa, así como la función que desempeñan las estructuras de dirección en cada nivel para la obtención de resultados.

PALABRAS CLAVE. educación superior, proceso, actividad científica educacional, crecimiento profesional, formación permanente.

 

ABSTRACT

It is about the importance of the permanent formation in the professionals of superior level. Reference is made to the structure of the Resolution 128 / 2006 (I Regulate for the application of the educational categories), as well as to the importance of an appropriate preparation of the professors to face these processes like form of professional growth and the necessity of an opportune projection from the plans of development singular of the actions directed to these processes, being controlled and being adapted in each stage, as well as the function that you/they carry out the address structures in each level for the obtaining of results.

KEYWORDS: superior education, process, educational scientific activity, professional growth, permanent formation.


Introducción

Las exigencias planteadas por la sociedad cubana a su sistema educativo y a sus profesionales, una vez logrados altos índices de escolarización, se relacionan con la elevación de la calidad de la educación. Es así que, dentro del sector, pasa a un primer plano el reconocimiento de la función de las categorías docentes con un enfoque científico para la transformación de la realidad educativa.

Cuba es un país con condiciones de enfrentar ese reto después de 50 años de Revolución socialista, a la que ha sido consustancial una profunda revolución educacional y un perfeccionamiento continuo del Sistema Nacional de Educación, donde han desempeñado un papel importante para las universidades de ciencias pedagógicas los procesos de categorías docentes, en los que el trabajo científico-metodológico y la Resolución Ministerial 128/2006, Reglamento para la aplicación de las categorías docentes, facilitan que, tanto en lo individual como en lo colectivo, mediante una adecuada planificación, organización, control y seguimiento, todo profesional pueda alcanzar resultados superiores, que encuentran espacio en cada uno de los componentes de la actividad científica educacional.

Es preciso considerar los procesos de categorías docentes, como el eje transversal de la actividad científica educacional (ACE), que permite organizar los saberes y experiencias, así como organizar el desarrollo de los planes individuales, regulando el cumplimiento de los componentes de esta, estableciendo qué hay que hacer y cómo, para posibilitar que estos mecanismos se cumplan. Por tanto, las categorías docentes determinan la ACE, teniendo un encargo social trascendental, vinculado a las transformaciones educacionales.

Es un deber de cada profesional o profesor ya categorizado, estudiar y conocer lo legislado por el Ministerio de Educación Superior en esta materia.

La preparación de los docentes para enfrentar los procesos de categorías y sus resultados, propicia, a los profesionales de la educación superior, trabajar con métodos científicos, para identificar y encontrar alternativas de solución a los problemas que deben resolverse por esa vía, innovando y experimentando con soluciones ante los desafíos y conflictos relacionados con la educación superior.

El crecimiento científico-metodológico de los profesionales en las universidades de ciencias pedagógicas constituye un gran reto en materia de su claustro de profesores, ya que depende, en gran medida, de la conciencia individual, del autoestudio y de la responsabilidad de cada cual, desempeñando una función fundamental la necesaria planificación, organización, regulación y control a ejercer desde el plan de desarrollo individual, que debe proyectarse desde que el docente comienza en el nivel superior.

A pesar de los esfuerzos realizados en los últimos años para el perfeccionamiento del trabajo, todavía se revela un conjunto de irregularidades, como: de forma general, los procesos de categoría docente se asumen desde las direcciones hasta el claustro, como un proceso administrativo, desconociendo su carácter científico-metodológico, se constata insuficiente dominio de la Resolución Ministerial No.128/2006, inexistencia de una estrategia que potencie los procesos de categorías docentes como una vía para el mejoramiento profesional de los docentes e insuficiente aprovechamiento de las TIC como medio para la gestión de información en estos procesos, por lo que el objetivo de este trabajo consiste en analizar los procesos de categorías docentes como proceso científico-metodológico, encaminado al crecimiento profesional en las universidades de ciencias pedagógicas y la función que realizan al respecto las estructuras de dirección.

Desarrollo

En las universidades, como academias de formación de profesionales, se debe contar con docentes de elevada preparación científico-metodológica y, para esto, se hace necesaria una constante superación.

La formación del profesor en la educación superior no se detiene en ningún momento. El mundo avanza, se transforma, surgen cambios, y los conocimientos de este profesional deben estar a ese nivel. Una vez graduado, comienza una nueva etapa de preparación postgraduada, que no culmina nunca.

Los procesos de categorías docentes tienen sus bases en la política científica nacional, toma los fundamentos de esta y del encargo de la sociedad y al Ministerio de Educación.

En las universidades de ciencias pedagógicas (UCP), como parte de las importantes transformaciones que se llevan a cabo en el sector educacional, se requiere de la elevación de los conocimientos, de la puesta en práctica de investigaciones de avanzada y los resultados científicos obtenidos, así como de la producción de artículos científicos, a manera de resultado de estas investigaciones.

Por lo antes expuesto, se debe reconocer que las exigencias actuales al nivel profesional alcanzado por los docentes, exigen de las instituciones una mirada hacia la elevación de la calidad del trabajo metodológico y la investigación, lo que implica una proyección adecuada, el estudio sistemático y la investigación consecuente.

En el último decenio, las exigencias planteadas por la sociedad cubana a su sistema educativo y a sus profesionales, una vez logrados altos índices de escolarización y acceso al conocimiento, se relacionan más bien con la elevación de la calidad de la educación. Es así que, dentro del sector, pasa a un primer plano el reconocimiento de la función de las categorías docentes con un enfoque científico para la transformación de la realidad educativa.

La Resolución No. 128/2006 del Ministerio de Educación Superior constituye el reglamento para la aplicación de las categorías docentes en este nivel.

Las categorías existentes, según las regulaciones establecidas en la citada resolución, son las siguientes:

-Categorías docentes principales: Profesor Titular, Profesor Auxiliar, Asistente e Instructor.

-Categorías docentes complementarias: Instructor Auxiliar y Auxiliar Técnico de la Docencia.

-Categorías especiales: Profesor de Mérito y Profesor Invitado.

Para cada una de ellas se establecen las funciones correspondientes, los requisitos que se deben cumplir para obtenerlas, el tránsito por cada una, el proceso de su ratificación (cada cinco años, después de otorgada, si no ha transitado a una superior). En particular, la primera de ellas, la de Instructor, tiene carácter transitorio, con un tiempo máximo de cinco años de permanencia.

Con el inicio de cada curso escolar se comienzan los procesos para el cambio o la ratificación de las categorías docentes, etapa para la que cada profesor debe estar preparado, aunque dicha preparación no comienza a partir de ahí. Es en este momento que el grupo de categorías docentes presenta, ante el Consejo de Dirección de la Universidad, la convocatoria que realiza la Rectora de dichos procesos, para ser aprobada y comunicada de inmediato a toda la comunidad científico-pedagógica.

Una vez cumplido este paso, se conforma el cronograma de los procesos de categorías docentes, siendo este divulgado por todas las vías establecidas al efecto.

El profesor universitario debe caracterizarse por sus elevados conocimientos y capacidad para el desempeño. Ello, evidentemente, solo se logra con el estudio sistemático, que va, desde la superación recibida hasta la autopreparación, para alcanzar resultados satisfactorios, de forma tal que este cambio o ratificación de categoría constituya lo que realmente se espera, un salto cualitativo y cuantitativo en el nivel de conocimientos de los profesionales.

Si se tiene en cuenta que este desarrollo profesional es de interés de cada una de las áreas donde se desempeña el docente, lógicamente la proyección de las acciones se debe reflejar en el plan individual y ser rigurosamente controlada parcial y finalmente en las evaluaciones del desempeño, lo que evidencia la necesidad de que cada cuadro conozca a su colectivo, en cuanto a carencias y necesidades individuales se refiere, y diseñar la acción de forma pertinente, según la etapa, ejerciendo el adecuado control, como parte de sus facultades, y rediseñándola, siempre que sea necesario.

Se ha demostrado que cuando el cuadro brinda el adecuado seguimiento a sus docentes, los resultados se reflejan en calidad y cantidad, por lo que, para la elaboración del plan individual, es de carácter obligatorio tener en cuenta la Resolución Ministerial 128/2006, porque parte de aquí la función de cada docente, según la categoría que ostenta y va a constituir una guía para cada responsable de la tarea, posibilitándole una adecuada proyección; de ahí la importancia de que los cuadros estén concientizados con todo lo que está legislado para contemplar, dentro de su sistema de trabajo, planificar, organizar, regular y controlar, y finalmente, obtener una evaluación veraz y eficiente.

La planificación exige un modelo de comparación que señala el rumbo, hacia dónde se debe mover el objeto que se dirige. Debe conseguir la conjugación armónica de los intereses sociales, materializados mediante el trabajo y los intereses personales, ajustados a las realidades socioeconómicas y culturales de los entornos. Exige la información fidedigna que refleje el estado real del objeto, su clasificación y selección; incluye la determinación de los fines y los objetivos tendientes a satisfacer las exigencias sociales, formuladas a los sistemas u organizaciones, las necesidades del objeto de dirección, así como las tareas que -en relación con esos objetivos- será necesario llevar a cabo, incluyendo el señalamiento colectivo de la forma y de los medios que resulten más convenientes para alcanzarlos y evaluar los resultados de tal proyección.

En la planificación del proceso de categoría docente en la universidad de ciencias pedagógicas, más que tener por intención el interés individual de la comunidad universitaria, se considera como provecho, lo que traza la institución para crecer en las categorías principales y así cumplir con normativas trazadas por los niveles superiores de la dirección.

Otra de las funciones generales de la dirección es la organización, la cual se analiza desde diferentes puntos de vista, destacándose los siguientes:

-La organización, como condición para la existencia de cualquier sistema.

-El criterio para la valoración del grado de posibilidad que posee un sistema hacia el logro sus objetivos.

-La acción y el efecto de ordenar, estructurar, disponer, alinear, distribuir.

-Una forma genérica para organizar los sistemas sociales y económicos.

A partir de esos presupuestos, la organización implica ordenamiento, armonía, participación colectiva, creatividad, objetividad, precisión para lograr el cumplimiento de las metas trazadas y acciones acordadas; además, permite fomentar la integración del colectivo y el desarrollo del sentido de pertenencia, de ahí que los departamentos docentes deben tener presente que, en la medida que sus profesores gocen de categorías superiores, el desarrollo docente investigativo se revierte en el trabajo individual de los profesores y en el intercambio científico de sus integrantes, con el fin de lograr los resultados deseados en la formación integral de los estudiantes.

Las principales debilidades que hoy predominan parten de la inadecuada planificación y organización de los planes individuales, que se corroboran con los planes de trabajo metodológico, donde aun no se toman en cuenta los resultados científicos que responden a investigaciones de tesis y proyectos, para encontrar la solución a los problemas del área. Tener en cuenta la integración investigación-superación facilita la formación de los profesores en dos componentes de la actividad científica educacional que, además, constituyen  requisitos esenciales para el cambio de categoría docente en cualquiera de su manifestación.

La función de ejecución (realización, regulación, mando o gestión)posibilita que la planificación y la organización sean consideradas a partir de las necesidades contextuales, de orientación y motivación. La ejecución cumple la encomienda orgánica de garantizar el ordenamiento en la ejecución de las tareas o acciones concretas, visto esto como proceso sistemático; comprende, además, el hecho de la cooperación, regulación y evaluación sistemática de los ejecutores directos y su motivación constante. En estas exigencias tiene un papel protagónico la función de control, donde su cumplimiento permite detectar a tiempo las imprecisiones, que determina la medida de las desviaciones en la ejecución de las tareas y los objetivos con respecto al plan, para corregir a tiempo y lograr la realización de los objetivos.

Las carencias detectadas en las universidades de ciencias pedagógicas demuestran la inestabilidad en los resultados finales, en concordancia con las metas preestablecidas. La dinámica de trabajo y las carencias de conocimiento de quienes tienen a su cargo el control ocasiona, en alguna medida, la falta de introducción de correcciones para asumir decisiones operativas que corrijan el curso de las acciones plantificadas.

El control tiene carácter preventivo y sistemático; es importante en el proceso de categorías docentes la adecuada ejecución del control, ya que impide la aparición de la tendencia a la desorganización (entropía) que posee todo sistema; o sea, garantiza su estabilidad interna y externa.

No se concibe que un docente deba crecer profesionalmente en una etapa determinada, ya sea cambio a una categoría superior o la ratificación de la que ostenta, y el jefe inmediato no se lo contemple en su plan individual y, de hacerlo, que al finalizar la etapa, este docente obtenga una categoría de Excelente. Por ello, es tan importante que todos, sin excluir a nadie, sean consecuentes con el cumplimiento de lo establecido.

Si en el momento de elaborar el plan de desarrollo individual se consulta este documento, se puede asumir con seguridad que cada docente tendrá la indicación necesaria para la etapa que corresponde y, por tanto, no esperará al límite de tiempo para prepararse y presentarse al proceso que corresponde.

Desde cada departamento se debe proyectar la actividad metodológica correspondiente, pero es el aspirante quien, de manera individual, tiene que prepararse para esto, a partir de la experiencia de otros, enriquecido con la investigación constante y el estudio sistemático.

Una universidad se prestigia de sus pedagogos, representa a nivel social lo que sus profesores sean capaces de producir, y por tanto, en la Universidad de Ciencias Pedagógicas “Enrique José Varona”, donde cada uno es un maestro de maestros, toda preparación es poca, todo conocimiento es insuficiente. Es necesario seguir superándose, alcanzar un nivel cada vez mayor y nunca detenerse. El llamado es a ello, a la constante preparación, investigación y superación. El conocimiento es ilimitado.

La preparación para los procesos de categorías docentes en el nivel superior comienza en el momento en que cada profesional se convierte en un profesor universitario y no concluye nunca; cada fase se convierte en el inicio de una nueva etapa, en un nuevo período de continuidad, encaminado a nuevos horizontes del saber.

El análisis anterior conduce a la necesidad de tener en cuenta a este profesional y de prepararlo para los procesos de categorías docentes desde que son alumnos ayudantes. Hay que buscar las alternativas, pero es necesario lograrlo; no puede ser para después, tiene que ser ahora.

Todos los documentos que acreditan el crecimiento profesional de los docentes de nivel superior deben conservarse en el expediente de categorías docentes que se encuentra archivado en el grupo de categorías docentes de la Vicerrectoría de Investigaciones y Postgrados, y que constituye un documento oficial que acredita la trayectoria y el crecimiento del docente en su vida laboral.

La importancia de este expediente radica en que es precisamente aquí, donde cada docente debe avalar su currículo, ya que constituye un material de consulta para los miembros de tribunales que tienen la responsabilidad de otorgar o ratificar las categorías.

Los tiempos actuales requieren de profesionales altamente calificados, a la altura de las exigencias del mundo desarrollado, lo que contribuirá, además, a la acreditación de la universidad, que es el mayor reto de esta institución y, por lo tanto, de sus profesionales.

Se hace un llamado a la reflexión de cada directivo y profesor universitario con el objetivo de erradicar las irregularidades que aún existen para poder lograr un profesional altamente calificado y así transmitir sus conocimientos con gran calidad y con un profundo rigor científico.

No obstante los esfuerzos realizados en la dirección antes apuntada, en los últimos años, los resultados alcanzados en los procesos de categorías docentes son aún insuficientes y la universidad de ciencias pedagógicas no está ajena a esta realidad. Por ello, es que se hace necesaria la aplicación de alternativas que promuevan el desarrollo de acciones pedagógicas orientadas a la elevación de la calidad de estos y a un mejor manejo de las acciones proyectadas  para elevar el nivel científico - metodológico de los docentes.

Conclusiones

El gobierno de la República de Cuba ha mantenido sistemáticamente una voluntad política en aras de estimular, desarrollar y fortalecer el crecimiento científico-metodológico de los docentes en el nivel superior, fomentando el compromiso de estos como pilar fundamental de los procesos de categorías docentes, donde se tienen en cuenta las necesidades no solo de la Nación, sino la de los propios profesionales.

El estudio de la naturaleza de los resultados de estos procesos permite afirmar que, si bien han existido logros, las dificultades encontradas tienen sus causas en la falta de integración entre los procesos de categorías docentes, con la proyección de la superación y con los componentes de la actividad científica educacional, así como la ausencia de estrategias de introducción de resultados de investigación que permitan dinamizarla.

Se hace necesaria una influencia intencionada por parte de los directivos para alcanzar resultados exitosos en los procesos de categorías docentes.

 

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