Varona

No.57   Julio-Diciembre, 2013.    ISSN: 1992-82

Sistema de actividades para el aprendizaje desarrollador de Historia de Cuba II

System of activities for developer learning of History of Cuba II

MSc. Ildre Dávila-Rodríguez. Profesora Auxiliar. Facultad de Ciencias Médicas 10 de Octubre. La Habana, Cuba.

Correo electrónico: Ildre@infomed.sld.cu

Recibido abril de 2013   Aceptado junio de 2013


RESUMEN

En el trabajo se aboga por una la dirección del aprendizaje que ha de reconocer al alumno como sujeto activo que contribuya a transformar la sociedad. Con este objetivo se elaboró un sistema de actividades para el logro de un aprendizaje desarrollador de la asignatura de Historia de Cuba II, que puede ser aplicado en el nivel superior en cualquier carrera que se estudie la asignatura, que abarca el período neocolonial.

PALABRAS CLAVE: historia, aprendizaje desarrollador, aprendizaje significativo, sistema de actividades

 

ABSTRACT

The article refers to the direction of learning in wich the student become an active subject able of society transformation.

For that  we have elaborated a system of activities to reach the developing learning on the subject Cuban History II to be for any career of high level on the neo-colonial period.

KEYWORDS: history, developer learning, significative learning activities system.


Introducción

La enseñanza de la Historia constituye una vía importante para la educación de la personalidad de los jóvenes en la sociedad. En Cuba existe una tradición de la presencia de la asignatura Historia en la escuela desde que se organizó en el siglo XIX; se vio reforzada en la etapa neocolonial y alcanzó su justo lugar curricular desde 1959, en un proceso paulatino de elevación de la calidad de su enseñanza, que llega hasta nuestros días. Su función formadora es una razón para que no falte en las decisiones que se tomen hoy en la educación cubana.

En las Ciencias Médicas, el plan de estudio ha tenido diferentes cambios para su perfeccionamiento continuo, de acuerdo con los requerimientos provenientes del sistema de salud, o en busca de un mejor desarrollo del proceso docente-educativo, en respuesta a los avances científicos y las tendencias de la educación médica, para responder a la necesidad de promover el incremento del peso específico de lo social, se introdujo el estudio de la Disciplina de Historia de Cuba en estas carreras en el curso escolar 2000/2001, esta contribuye a consolidar la formación integral humanista de los egresados, como profesionales que ejercen además una imprescindible labor educativa en la comunidad.

También la enseñanza de la Historia ha sido objeto de perfeccionamiento en esta carrera, en el curso escolar 2010-2011 se puso en práctica un nuevo programa de la disciplina, ya que ella contribuye a que los profesionales egresados de esta universidad estén identificados con la historia nacional, que sientan orgullo de sus raíces, de su tiempo, de su pueblo, y que “ser cubano” constituya un sentido de vida y pueda adoptar conscientemente el socialismo como opción de vida, que sea capaz de defender las conquistas sociales de la Revolución y garantizar su continuidad, expresado en su forma de sentir, de pensar y de actuar.

El aprendizaje desarrollador, tema objeto de investigación, ha sido ampliamente investigado en numerosos trabajos en el campo internacional. Así, se pueden destacar a autores como Galperin P y Talízina, que tratan el proceso de enseñanza-aprendizaje, sus etapas y las características de las acciones mentales que se deben tener en cuenta por el docente. También el enfoque histórico cultural de Vigotski constituye punto de partida imprescindible porque considera que aprender supone el tránsito de lo externo a lo interno, de lo interpsicológico a lo intrapsicológico.

La historia, por sí misma, no tiene valor educativo, si los jóvenes no aprecian su significatividad y valor para su desarrollo personal y social, lo que exige lograr que se involucren durante el proceso de apropiación del contenido histórico.

Basado en lo anterior, deben de existir insatisfacciones en la enseñanza-aprendizaje de la Historia de Cuba en la carrera de Medicina, ya que se siguen fraccionando los conocimientos sociales para su enseñanza y se les exige a los alumnos que deben al final integrar, cosa que no logran la mayoría de las veces ni los propios docentes. Se hace mucho énfasis en los contenidos de tipo conceptual en detrimento de lo procedimental y lo actitudinal. Ha predominado una insuficiente utilización del potencial educativo de la asignatura Historia de Cuba II en la formación de valores y del logro de la significatividad del aprendizaje, lo que ha conducido a una saturación de la información, un predominio de actividades docentes de tipo teóricas, sin su correspondiente vinculación con la práctica social, lo que ha provocado en los jóvenes, rechazo por esta. Otra dificultad que ha presentado la enseñanza de la Historia de Cuba ha sido que la concepción de aprendizaje que con más frecuencia se utiliza es la basada en la memorización. Las actividades que se desarrollan no expresan, como tendencia, la activación / regulación del aprendizaje; se enseña la Historia desde una posición muy contemplativa, faltando la reflexión, la crítica, la creación individual y colectiva para, después del cuestionamiento, hacer nuevas propuestas e intentar materializarlas en la práctica social. También ha existido insuficiente conexión de los contenidos curriculares con la realidad que rodea a los aprendices, tanto en lo nacional como en lo internacional. Se detecta hiperbolización de determinados métodos y formas de organización, que desmotivan a los jóvenes por aprender. De manera particular, se abusa del libro de texto y de la exposición oral del docente. En la asignatura Historia se hace más énfasis en los aspectos políticos, en detrimento de lo económico, social y cultural, lo que impacta negativamente en la educación integral del educando. En resumen, la enseñanza de la Historia se ha impartido desde una posición muy contemplativa, faltando la reflexión, la crítica, la creación individual y colectiva. A partir de lo anteriormente expuesto, se expresa una contradicción entre las potencialidades educativas y formativas del estudio de la Historia de Cuba y el aprovechamiento de las lecciones que brinda y de la transmisión de valores históricos, culturales, identitarios y patrióticos.

El objetivo del artículo es elaborar un sistema de actividades para el proceso de enseñanza-aprendizaje desarrollador de la Historia de Cuba II en el segundo año de la carrera de Medicina.

Desarrollo

La enseñanza de la Historia de Cuba es una necesidad para la educación superior en la carrera de Medicina, puesto que el profesional egresado de esta universidad necesita estar identificado con la historia nacional, con la formación del pueblo, del cual forma parte, comprender su contemporaneidad, a partir del proceso histórico precedente, sentir orgullo de ser cubano. Sin el aprendizaje de la Historia de Cuba, los nuevos profesionales no podrían estar aptos para entender y defender conscientemente la sociedad socialista a la que pertenecen, y sus características y condiciones actuales, que requiere continuidad y perfeccionamiento.

También, el proceso de enseñanza-aprendizaje es de gran importancia en la carrera de Medicina, ya que la salud pública y la formación ambiental es una estrategia curricular en la cual participan las asignaturas de Historia de Cuba, al estudiar, dentro del proceso histórico nacional y local, los principales antecedentes del enfoque higiénico, epidemiológico y social en los problemas de salud, de la promoción y prevención de la salud, mediante el significado de los aportes de figuras como Romay, Finlay, Martí, Fidel y Che, y los avances de la salud pública hasta la Revolución, etapa en que la prevención ocupa el lugar que le corresponde y cuya experiencia se extiende a otros países. Por tanto, no se pretende brindar una Historia de la Medicina, la cual corresponde a cada una de las disciplinas y asignaturas de pregrado, cuando en Ciencias Básicas y Preclínicas, Medicina General Integral, Pediatría, Cirugía, Medicina Interna y otras, pueden y deben educar en el saber anterior de sus respectivos campos y los aportes de sus figuras representativas.

Constituyen requisitos insustituibles para que la multiplicación del ejemplo tenga lugar, el estudio de la vida y la obra de insignes personalidades de la historia de las Ciencias Médicas en Cuba, cuyo modo de ser profesional más se aproxima al ideal de "ser" profesional a que aspira el paradigma médico social; los miembros de la comunidad que se destaquen por su entrega y dedicación al cuidado de la salud de las personas; las instituciones de salud, religiosas, de la comunidad e instituciones sociales, en general, con una ejecutoria relevante en la realización de acciones de salud de inspiración médico-social. El contacto sistemático, directo, vivido y, en especial, la participación, cuando ello es posible, en la actividad de estos hombres e instituciones contribuyen a formar el compromiso ético de actuar en consecuencia con sus ejemplos, lo que se logra por medio de la realización por parte de los estudiantes de historias de vida; conferencias, encuentros con estas personalidades, visitas a museos y otras posibilidades que dan las asignaturas.

La Disciplina de Historia de Cuba tiene su base científica en las concepciones del materialismo dialéctico, en los principios y la práctica de la Revolución Cubana, en el legado martiano, en los aportes de las ciencias históricas, pedagógicas y de las ciencias médicas, en el trabajo metodológico e interdisciplinario por la elevación de la calificación del personal que realiza cada colectivo y en el propio quehacer científico de la disciplina en la carrera.

Ella ofrece el rigor de la lógica histórica, el modo de razonar histórico, constituye un pilar esencial para el desarrollo de las opiniones, el fortalecimiento de criterios propios, el establecimiento de un compromiso ideológico, humanista y científico para ejercer la crítica desde una actitud histórica, revolucionaria y transformadora, basada en la idea martiana que plantea que “…la crítica no es la censura; es sencillamente y hasta en su acepción formal -en su etimología- es eso, el ejercicio del criterio”.(1)

Por tanto, contribuir al desarrollo del pensamiento histórico y de la conciencia histórica de los estudiantes constituye una importante vía para enfrentar los problemas del mundo actual, pues “…conocer es resolver”.(2)

Para ello, es necesario fortalecer la relación entre ciencia y humanismo, por la relevancia de las fuentes, métodos, ideas, conceptos, enfoques, que aporta la primera, y por el valor del segundo, como concepción integral acerca del hombre y su realización.

También debe enseñar al estudiante a explicarse lo acontecido, tiene que adueñarse del corazón de los alumnos si quiere influir en su formación humana, espiritual, patriótica, revolucionaria, lo que no contradice la presencia constante de reflexiones y demostraciones científicas. La educación de los sentimientos debe ir pareja a la educación científica, y en este sentido es pertinente su enseñanza en esta carrera.

Reconocer el valor educativo y cultural que tiene la historia, de por sí, no es valioso si no está asociado a una educación desarrolladora, en la que los alumnos se conviertan en verdaderos protagonistas de su aprendizaje, se involucren durante el proceso de apropiación del contenido histórico, apreciando su significatividad(3) y valor para su desarrollo personal y social.

Por tanto, hay que concebir la clase no solo para transmitir nuevos conocimientos, sino para proporcionar a los alumnos las herramientas para que puedan, por sí mismos, acceder a esos contenidos, entenderlos y aplicarlos a la vida. Ello significa no solo enseñar Historia, sino cómo aprenderla, elaborar de conjunto esos saberes con los alumnos, lo que no niega la labor dirigente del profesor.

En los medios profesionales de esta esfera predomina la orientación positivista, donde se prestigia en demasía el conocimiento, y se minimiza la importancia de los valores, no se trata de elevar solo el nivel técnico del profesional, sino también de fomentar nuevas actitudes, de modificar su modo de ser profesional en el sentido de su aproximación a determinado ideal de ser profesional, caracterizado hoy, en sus rasgos más generales, por una especial curiosidad por la naturaleza y una irrenunciable vocación de servicio, por la convergencia en él de ciencia y humanismo, por el "…amor al ser humano".(4)

En este empeño, la penetración de lo social en las ciencias y la práctica médica resulta decisiva; estas deben ser apreciadas tanto por sus aportes al "hacer", como por su contribución a la conformación del "ser" profesional. En este sentido, la disciplina responde a la necesidad de promover el incremento del peso específico de lo social en el plan de estudios; para lograr esto, también es necesaria la orientación social de todas las disciplinas que conforman el plan.

Los planes de estudio de Medicina en los diseños actuales de su perfeccionamiento, garantizan que los estudiantes, en sentido general, se formen con un adecuado sistema de conocimientos y habilidades para el ejercicio profesional; sin embargo, en cuanto a su formación cultural integral, todavía no se ha logrado alcanzar todo lo deseado; en ese sentido, y como parte indiscutible del pueblo, inmersos en la batalla por ser un país de personas con una alta cultura, los médicos de la familia desempeñan una función de vital importancia como protagonistas directos de esta tarea que ha planteado la dirección de la Revolución.

En la VIII Conferencia Internacional de Salud, celebrada en Brasilia, en 1986, se expuso un nuevo enfoque del concepto de salud: "La salud no es un concepto abstracto. Se define en el contexto histórico de determinada sociedad y en el momento determinado de su desarrollo, debiendo ser conquistada por la población en su lucha cotidiana".(5)

Lo anterior demuestra que no se puede estudiar la Historia de la Salud Pública sin valorar el contexto histórico general del régimen social y el panorama cultural de cada época. En la Disciplina de Historia de Cuba en Medicina, la historia nacional se diseña para satisfacer también la historia del sector de la salud pública, sin pretender caracterizar diagnósticos y tratamientos, que corresponden a especialistas en cada materia; se busca el tratamiento de la salud pública como proceso social, en su impacto con la población y dentro del régimen existente.

El estudio de la Historia de Cuba contribuye a la formación de una cultura histórica como base de la formación cultural y de valores identitarios, donde se reflexione sobre quiénes somos, de dónde venimos, hacia dónde vamos, como expresión de la relación pasado-presente-futuro imprescindible en los estudios históricos. Se trata de enseñar a pensar históricamente para formar una conciencia histórica y, en este proceso, es esencial el rescate de la memoria histórica (nacional y local), donde se privilegie el trabajo con fuentes documentales, testimoniales y con lugares históricos, de manera tal de formar a un profesional que sienta orgullo de sus raíces, de su tiempo y de su pueblo, y para el que ser cubano constituya un sentido de la vida.

La docencia de la Historia hay que ejercerla desde una práctica reflexiva; es decir, concebir el aula como fuente de experiencia, como laboratorio en el que tienen cabida diferentes vías para hacer que los alumnos se apropien del conocimiento histórico y esto contribuya a su formación. Por tal razón, se aboga por una dirección del aprendizaje que reconozca al alumno como sujeto activo, se aspira a que contribuya a transformar la sociedad; para ello, es necesario hombres con formación de una conciencia política, la cual descansa en una sólida conciencia histórica; por lo tanto, deben tener una seria preparación histórica.

Al mismo tiempo, el mundo en que se vive hoy exige elevar la condición humana de los hombres, sobre todo de los profesionales de la salud, cultivar su sensibilidad, contribuir a la formación de valores, garantizar una formación humanista basada en un acercamiento a lo mejor de la cultura de la humanidad, con un enfoque axiológico comunicativo. En esta dirección, el aprendizaje histórico es primordial.

Como está diseñada la disciplina en la carrera de Medicina, se corresponde con el objetivo de la educación superior de contribuir a la formación de un profesional caracterizado no solo por un desempeño competente y una participación activa en la sociedad, sino portador también de una serie de valores que enriquecen su mundo espiritual, es el objetivo de la universidad cubana actual.

Todas las potencialidades de la asignatura de Historia y, en particular, de Historia de Cuba, no siempre pueden desplegarse por prácticas tradicionales en su enseñanza-aprendizaje. Por tal razón, es necesaria una aproximación a la enseñanza y al aprendizaje desarrollador, como concepción válida para estos empeños.

Toda enseñanza supone un aprendizaje y a la inversa, pero en el trabajo se privilegia el tratamiento del aprendizaje, porque el sistema de actividades que se elaboró está en función del aprendizaje del alumno.

Al tener en cuenta lo anterior:

¿Qué es el aprendizaje desarrollador?

El aprendizaje es desarrollador cuando “…garantiza en el individuo la apropiación activa y creadora de la cultura, propiciando el desarrollo de su autoperfeccionamiento constante, de su autonomía y autodeterminación, en íntima conexión con los necesarios procesos de socialización, compromiso y responsabilidad social”.(6)

¿Cuáles son los criterios básicos a seguir para lograr el aprendizaje desarrollador?

-Fomentar el desarrollo integral de la personalidad del educando; es decir, activar la apropiación de conocimientos, habilidades y capacidades intelectuales, en estrecha armonía con la formación de sentimientos, motivaciones, cualidades, valores, convicciones e ideales. Tendría que garantizarse la unidad y el equilibrio de lo cognitivo y lo afectivo-valorativo en el desarrollo y crecimiento personal de los alumnos.

-Potenciar el tránsito progresivo de la dependencia a la independencia y a la autorregulación, así como el incremento en el estudiante de la capacidad de conocer, controlar y transformar creadoramente su propia personalidad y su medio.

-Desarrollar la capacidad para realizar aprendizajes a lo largo de la vida, a partir del dominio de las habilidades, estrategias y motivaciones para aprender a aprender, y de la necesidad de una autoeducación constante.(7)

¿Cuáles son las dimensiones que deben estar presentes en todo aprendizaje desarrollador?

Las dimensiones del aprendizaje desarrollador son: la activación-regulación,(8) la significatividad,(9) y la motivación por aprender.(10)

Por el ejercicio de su sagrada misión y la influencia cultural que tiene el Médico hacia cada ciudadano, se convierte en el misionero de la salud, que demanda la mejor y más amplia preparación, sensibilidad y convicciones humanas.

He aquí la contribución que le corresponde al curso de Historia de Cuba. Insertar estos propósitos en un proceso de enseñanza-aprendizaje desarrollador ameno, motivador, que cuente con el protagonismo estudiantil y derive en conocimientos, habilidades y valores, es lo posible y necesario, al nivel universitario que significa profundizar y aplicar sobre bases documentales y con una salida profesional adecuada que interesa y demanda el educando.

Se trata de una enseñanza universitaria, que no desea ni debe reiterar los contenidos del nivel precedente, sino profundizar y aplicar lo esencial de los procesos, desde el trabajo con fuentes diversas. No se trata de decir lo mucho que sabe el profesor, sino lo que interesa y debe saber el profesional de la Medicina, de forma amena, dialogada, participativa, que también desarrolle habilidades y refuerce adecuadas convicciones humanas.

Por tanto, hay que concebir la clase no solo para transmitir nuevos conocimientos, sino para proporcionar a los alumnos las herramientas para que puedan, por sí mismos, acceder a esos contenidos, entenderlos y aplicarlos a la vida. Esto significa no solo enseñar Historia, sino cómo aprenderla, elaborar de conjunto esos saberes con los alumnos, lo que no niega la labor dirigente del profesor.

Para lograr un aprendizaje desarrollador, en la dirección de la actividad docente es posible desplegar procesos de pensamiento, según se produce la apropiación de los contenidos. En la dirección de la actividad docente se entrelazan estrechamente la estimulación intelectual y el suministro de fuentes de información. En la medida que el profesor explica las relaciones esenciales y las conexiones entre los fenómenos históricos, guía a los alumnos a reproducir acciones que lo ayuden gradualmente a apropiarse de métodos del conocimiento científico.

En esta concepción desarrolladora, el docente necesita conocer con profundidad qué conoce, qué sabe hacer con lo que conoce, cómo se comporta, qué metas tiene, cómo se autorregula.

Se ha observado en los estudiantes que entran hoy a las aulas de Medicina que no se han formado en una concepción de aprendizaje desarrollador; con frecuencia, no son los verdaderos protagonistas de su aprendizaje; no se les han proporcionado las herramientas para que puedan, por sí mismos, acceder a esos contenidos, entenderlos y aplicarlos a la vida; tienen insuficientes conocimientos histórico-culturales de su país; no se elaboran en conjunto los saberes; no se explica lo acontecido desde una práctica reflexiva; no están educados en el razonamiento, en el ejercicio del pensar, todo ello conduce a que el proceso no sea ameno, motivador, por tanto algunos muestran desmotivación por el estudio de la ciencia.

Por tal motivo, se decidió la elaboración de un sistema de actividades para la puesta en práctica de la concepción de aprendizaje desarrollador desde la docencia de Historia de Cuba II, que estudia el período de la República Neocolonial.

El sistema de actividades que se propone, además de potenciar el logro de un aprendizaje desarrollador, contribuye a la integración conocimiento-acción; al desarrollo en los estudiantes del vocabulario y la comunicación; al desarrollo de su independencia; a la participación activa y creativa; al desarrollo de la metacognición; de cualidades morales, la crítica y la autocrítica, la producción y creación de nuevos conocimientos, así como al desarrollo de las relaciones interpersonales. Tienen un enfoque participativo, desarrollador, coherente y tolerante frente a las diferencias, donde se elabora colectivamente el conocimiento, y las decisiones y conclusiones se toman sobre la base de las ideas comunes.

Se trata de que el alumno se percate de la naturaleza interna, de la lógica de los acontecimientos que estudia, adquiera los conocimientos y vías de razonamiento para que pueda producir sus propios argumentos e ideas, los defienda y reflexione sobre su proceso de razonamiento, teniendo en cuenta sus expectativas, su ritmo de aprendizaje, sus vivencias. De esa forma  no se  fomenta la cultura de la repetición mecánica del libro, sino se alienta la independencia de juicios. Estimular y poner a prueba las ideas y criterios, por lo que refleja no solo su desarrollo cognitivo, sino además su desarrollo afectivo.

En las actividades de trabajo con personalidades desempeña una importante función, la práctica de la empatía histórica, pues desarrolla la imaginación del alumno, ayuda a que se coloque en el lugar de los personajes y en los hechos del pasado, permitiéndole adentrarse en la individualidad del personaje en su contexto social, “vivenciando” las situaciones, lo que incide con fuerza en su aprendizaje y aporta un saldo favorable en el orden humanista para su formación cultural y de valores de identidad.

Se proponen actividades y tareas diferenciadas, según los diferentes niveles de desempeño, elemento clave para el aprendizaje desarrollador, ya que atiende a las particularidades. Estas actividades también pueden ser desarrolladas por equipos de estudiantes de manera que disfruten el éxito colectivo a partir de esfuerzos individuales. Es necesario que los estudiantes se esfuercen, propiciar su movimiento cognitivo y afectivo, y no encasillarlo en un nivel sin dirigir su desarrollo ascendente.

Por otra parte, la propuesta promueve el establecimiento de las relaciones, donde se pone de manifiesto el carácter comunicativo-dialógico, crea un clima favorable para el establecimiento de relaciones interpersonales, contribuye a que procesen, organicen y comuniquen información histórica.

Con este sistema de actividades se contribuye al desarrollo individual y social de los estudiantes, y al fortalecimiento de su memoria histórica y su formación patriótica e identitaria.

Estas actividades promueven el establecimiento de relaciones, la adopción de criterios y posiciones, inferir, decidir. El desarrollo y control de ellas supone el diálogo, donde el alumno asume sus ideas, expone sus criterios, cómo decidió, por qué, cómo razonó, fundamente desde el punto de vista histórico, sus opiniones de manera auténtica y original, desde su perspectiva y con fundamentos que hace suyos, por lo que refleja no solo su desarrollo cognitivo sino, además, su desarrollo afectivo.

Se promueve, desde ejercicios de empatía histórica, el desarrollo de la imaginación y un acercamiento afectivo y humano al pasado, con un saldo favorable en el orden humanista, ya que el alumno se traslada en el espacio y el tiempo; esta actividad, donde la autopercepción está enlazada con la empatía histórica, permite que el alumno exponga sus puntos de vista y aprenda a situarse en el lugar de otros sujetos sociales; o sea, desde la perspectiva de otros, para decidir de forma auténtica; como afirma Palomo A G, “…la utilización de estrategias de aprendizaje que posibiliten el desarrollo de la empatía histórica, puede ser importante para garantizar la educación histórica de los jóvenes; significa ponerlos en contacto con fuentes variadas para profundizar en el estudio de los hechos, concibiendo actividades que les permitan a los aprendices la adquisición y desarrollo de habilidades de la expresión oral y escrita”.(11)

En las actividades donde se sigue un algoritmo de trabajo con documentos históricos hay preguntas con diferentes niveles de desempeño, las primeras son meramente reproductivas, que no implican un gran esfuerzo mental por parte de los alumnos; después, se hacen preguntas de nivel aplicativo; por tanto, como tienen diversos grados de complejidad, pueden apoyarse entre ellos para realizarlas, de manera que disfruten el éxito colectivo a partir de esfuerzos individuales de alumnos diferentes.

En el trabajo con documentos históricos, como fuente primaria del conocimiento de lo que se trata, es que para responder las actividades, los estudiantes tengan que analizar, que dar opiniones; la idea es concebirlos como sujeto del conocimiento histórico, enfrentarlos a las fuentes del conocimiento, estimular sus opiniones sobre lo que lee y propiciar que busquen más información.

Se proponen actividades de trabajo con la categoría tiempo, como la cronología con un enfoque desarrollador, que promuevan el despliegue de un modo de razonar lógico-histórico, que apuntan a esa comprensión de la temporalidad. Con ellas, se pretende trascender de la simple memorización de fechas, a que el alumno produzca realmente argumentos, que llegue a sus propias conclusiones. La intención se inclina a la relación entre los hechos que integran un proceso histórico y el ritmo del tiempo histórico en dicho proceso, para percatarse del carácter dinámico del desarrollo social.(12)

El estudio cronológico de los períodos históricos en su desarrollo supone la reflexión desde su inicio hasta su devenir, las preguntas que se derivan de la cronología así lo propician, tienen en cuenta las relaciones causales, temporales y espaciales; sobre esto, apunta Jevey Á F, “…el dominio de la cronología permite orientarse en el tiempo, es decir, saber cuándo han pasado, pasan o pasarán los hechos y relacionarlos entre sí según hayan pasado antes o después (sucesión) o pasan a la vez (la simultaneidad)”.(13)

Este sistema de actividades puede ser utilizado en clases, en seminarios, así como de estudio independiente, pero resulta sumamente importante insistir que, después de su revisión, se atienda el trabajo dirigido a la reflexión y la regulación metacognitiva, para entrenar a los estudiantes de forma sistemática en esta dirección. Ellas pueden contribuir, como plantea Romero M, a “…revelar la naturaleza de la lógica de la Historia, cómo se piensa la historia, cómo se producen sus conocimientos; además cómo se siente la Historia, la afectividad que esta permite enriquecer, y por tanto como los alumnos, al pensarla y sentirla, pueden crecer integralmente elevando sus potencialidades cognitivas y afectivas, provocados por una alta motivación, una verdadera significatividad sobre la base de un carácter activo y autorregulado en sus actividades”.(14)

En sentido general, la tendencia de las actividades es que promuevan el desarrollo del pensamiento y la conciencia histórica, donde el alumno aproveche de forma útil y realmente productiva desde el punto de vista cognitivo y afectivo, el tiempo en la clase y fuera de ella; se involucre, se estimule a realizar esfuerzos de inteligencia, desarrolle sus mejores sentimientos y cualidades, por lo que con esta concepción se contribuye a la formación humanista de los estudiantes, cultivando lo auténtico y personal de cada uno, en su necesaria y estimulante relación con el colectivo.

Algunos ejemplos de actividades que evidencian lo explicado anteriormente son:

1. Lee cuidadosamente la Enmienda Platt y responde:

a) ¿Quién presentó el documento? ¿Cuándo y dónde?

b) ¿Por qué se le tituló Enmienda?

c) ¿Cómo fue aprobada? ¿Por qué?

d) ¿A quién va dirigido el documento?

e) ¿Para qué fue aprobado?

f) ¿Cuáles son las ideas fundamentales del documento?

g) Menciona ejemplos de las consecuencias que trajo su aplicación para el pueblo de Cuba.

h) Si fueras uno de los asambleístas que participó en la Constituyente de 1901, ¿hubieras firmado a favor o en contra de su aprobación? ¿Por qué?

i) Para ti, ¿cuál es el artículo de la Enmienda Platt más lesivo para Cuba? ¿Por qué?

j) Si tuvieras que expresar públicamente tú opinión sobre la Enmienda Platt, ¿qué expresarías y por qué?

k) ¿Por qué se puede afirmar que, en los círculos de poder de EE.UU., se mantiene latente el sentimiento plattista?

l) De las actividades realizadas, ¿cuál te resultó más difícil? ¿Por qué?

2. Elabora una cronología de los acontecimientos más significativos ocurridos entre 1930 y 1935 y responde:

a) ¿Cuáles fueron los momentos más revolucionarios de este período? ¿Por qué?

b) ¿Qué ocurrió en Cuba en 1933? ¿Cuáles fueron sus causas?

c) ¿Cuál fue la forma de intervención en nuestros asuntos internos empleada por EE. UU. en este período? ¿Ha cambiado con respecto a la existente hasta este momento? ¿Por qué?

d) ¿Qué ocurrió con la salida buscada por la opción revolucionaria al problema nacional?

e) Define con una palabra la esencia de este momento histórico.

f) ¿Qué huella te dejó el estudio de esta etapa? ¿Por qué?

g) De haber vivido este proceso de nuestra historia, ¿en qué hecho te hubiera gustado participar? ¿Por qué?

3. Guía de observación de la película: “Clandestinos”:

a) ¿En qué época y lugar se enmarca la película?

b) Identifica qué hechos se reflejan.

c) ¿Por qué tú crees que se haya escogido el nombre de “Clandestinos” para el título de la película? ¿Qué título le darías tú? ¿Por qué?

d) Relaciona el nombre (ficción) de los personajes del filme. ¿Con cuál de ellos te identificas y por qué?

e) Relata la acción realizada, por las mujeres, que más te impresionó.

f) Haz una caracterización del personaje de Sergio. ¿Hubieras actuado como él? ¿Por qué?

g) ¿Cuál fue para ti la escena más trascendental y emotiva de la película? ¿Por qué?

h) ¿Cuáles son las características más sobresalientes de los jóvenes que se reflejan en la película?

i) De haber vivido aquel momento histórico, ¿te hubieras incorporado a la lucha? ¿Por qué?

j) ¿Qué función desempeñó la lucha clandestina en la última etapa del Movimiento de Liberación Nacional en Cuba? Ponga ejemplos que se evidencien en el filme.

k) ¿Qué relación guardan los hechos que se reflejan en el filme con lo estudiado en la Unidad 4 del programa de Historia de Cuba II? (La Lucha en el llano). Explica.

Conclusiones

El estudio de la Historia de Cuba contribuye a la formación de una cultura histórica, como base de la formación cultural y de valores identitarios; su enseñanza hay que ejercerla desde una práctica reflexiva, desde un aprendizaje que reconozca a los estudiantes como sujetos activos, de ahí la necesaria aproximación a la enseñanza y al aprendizaje desarrollador, como concepción válida para estos empeños.

Subsiste un aprendizaje reproductivo de la Historia de Cuba, con métodos de enseñanza tradicionales que no potencian la implicación afectiva de los estudiantes en el proceso de aprendizaje, pese a que ellos consideran que es importante su conocimiento.

El sistema de actividades propuesto potenció el aprendizaje desarrollador de Historia de Cuba II en la carrera de Medicina, ya que contribuye a la integración conocimiento-acción desde un enfoque participativo, desarrollador, que permitió el crecimiento personal de los estudiantes con énfasis en el proceso de reflexión y regulación metacognitiva, y que facilitó conocer, controlar y transformar creadoramente su propia persona y su medio.

En la investigación realizada se mostró que, el aprendizaje desarrollador de la Historia de Cuba II, logró en los estudiantes la apropiación activa y creadora de la cultura, el desarrollo de su autoperfeccionamiento constante, de su autonomía y autodeterminación, en íntima conexión con los necesarios procesos de socialización, compromiso y responsabilidad social.

 

Referencias

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