Varona

No.57   Julio-Diciembre, 2013.    ISSN: 1992-82

Aproximación al término educación moral

Approach to the Term Moral Education

Dr.C. Marta Elena Cossío González. Profesora Titular. Universidad de Ciencias Pedagógicas "José Martí". Camagüey, Cuba. Correo electrónico: mcossio@ucp.cm.rimed.cu

MSc. Nordys Morell Campos. Profesora Auxiliar. Universidad de Ciencias Pedagógicas "José Martí". Camagüey, Cuba.

Recibido marzo de 2013   Aceptado mayo de 2013


RESUMEN

Después del Triunfo de la Revolución el término educación moral ha sido poco tratado por los investigadores cubanos, pero la necesidad de su estudio ha estado presente en los documentos del Partido, el Estado y el Ministerio de Educación. En ocasiones, algunos investigadores tienden a confundir los términos educación en valores y educación moral, de ahí la necesidad de su esclarecimiento y definición. En el artículo se ofrecen los elementos necesarios para una aproximación a su definición y se establecen los elementos comunes y diferentes entre ambos. Las autoras consideran que en las condiciones actuales que vive el país, se debe retomar la educación moral desde el modelo de adquisición del hábito virtuoso. Se define a los educadores paradigmáticos, con los cuales se identifican los futuros profesionales de la educación en la microuniversidad. Se emplea, como método para la educación moral, la identificación afectiva con los educadores paradigmáticos y, entre los procedimientos utilizados, están el analítico, el deductivo, el sintético, el demostrativo, por medio de los relatos.

PALABRAS CLAVE: educación moral, educador paradigmático, método de identificación afectiva.

ABSTRACT

After the triumph of the Revolution, the term moral education has been the object of limited and few studies by Cuban researches, but the necessity of its study is present in the documents of the Communist Party, the State and the Ministry of Education. On several occasions, researches tend to confuse the term education of values education with moral education, thereby arising the necessity of elucidating and defining the term. This article offers the necessary elements to proximate its definition and the common and different elements between education of values and moral education. The authors consider that the present day conditions of the country call for reestablishing moral education from the model of acquisition of the virtuoso habit. The paradigmatic educators are defined to allow for a proper empathy with future professionals in the micro university setting. Affective identification with paradigmatic educator is used as a method for moral education teaching through different narratives and accounts; some of the methods used for this are analytical, synthetic and demonstrative.

KEYWORDS: moral education, paradigmatic educators, affective identification method.


Introducción

La educación moral ha sido objeto de atención de la política educacional de la Revolución Cubana, dado el lugar y la función que tiene la moral como parte de la conciencia individual y social, en su función reguladora y orientadora por excelencia del comportamiento humano en la vida cotidiana. Es un elemento importante el factor subjetivo de la sociedad y del mundo espiritual de cada persona en su contexto, pueblo y país.

El trabajo tiene como objetivo definir el término educación moral para contribuir a la labor educativa que, desde la escuela, realizan los educadores en aras del perfeccionamiento de la educación.

Desarrollo

En 1960, en el "Mensaje educacional al pueblo cubano", se perfila el ideal de hombre a formar en el proceso revolucionario y se dan a conocer las áreas culturales de la educación para el desarrollo armónico de la personalidad; entre ellas se declara la educación moral, social y cívica. Pero, fue en el Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba, en el año 1975, donde se aprobaron los documentos que sintetizan las directivas educacionales fundamentales de la Revolución en una sociedad que tiene la voluntad de realizar grandes transformaciones en aras de alcanzar la igualdad y la justicia sociales.

La educación tiene como fin formar a las nuevas generaciones en los principios científicos, ideológicos y morales del comunismo, convirtiéndolos en convicciones personales y hábitos de modos de actuación diaria, promoviendo hombres plenamente desarrollados, aptos para vivir y trabajar en la nueva sociedad.

En la Tesis de la Política Educacional y su correspondiente Resolución se declara a la pedagogía socialista como predominante en Cuba y se reconocen las diferentes modalidades educativas para la formación multilateral del individuo. Puntualiza que la educación moral comunista: "…recoge los principios éticos de  fidelidad al socialismo y a la Patria y sus símbolos; respeto a la propiedad social, conciencia de los deberes sociales, honradez, sinceridad, desinterés y modestia; intolerancia con el parasitismo; ayuda mutua y emulación fraterna; respeto a la legalidad socialista y lucha contra todo tipo de injusta discriminación. "Uno de los más importantes propósitos a lograr en la educación moral es la formación de un carácter y una voluntad a prueba de dificultades, combinados con el trato afable, la caballerosidad proletaria, el espíritu de colaboración y responsabilidad en las actividades de la vida social".(1)

De los documentos antes señalados emana la importancia que le otorga el Partido a la educación moral comunista, la que tiene, como sustentos, los clásicos del Marxismo-Leninismo. La educación moral forma parte de un proceso socioeducativo único que incluye la educación político-ideológica, laboral, cultural y física, que permite formar en el individuo sentimientos, costumbres, motivaciones, necesidades, valores y convicciones morales.

Para el logro de este objetivo fue elaborado un libro por autores soviéticos bajo la redacción de Shukina S I, en el año 1978 para los estudiantes cubanos, según declara la nota de la editorial cubana. En el libro se exponen las peculiaridades y regularidades del proceso educativo con énfasis en la educación moral, político-ideológica, en la formación de los hábitos y en la disciplina, entre otros. Gran valor tienen los métodos de educación moral y su especificidad. Se aprecia como limitante que, a pesar de que fue escrito para Cuba, todas las ejemplificaciones realizadas reflejaron la realidad educativa soviética, sus culturas y tradiciones, que no eran conocidas, ni vivenciadas por los estudiantes y educadores cubanos. Al ejemplificarse la formación de las convicciones morales se evidencia una expresión de modos de actuación discriminatoria en cuanto a las creencias religiosas de los educandos,(2) que se refleja en cierta medida en el proceso pedagógico cubano de forma no intencional en la escuela, la universidad y en la actividad profesional.(3)

La obra de Ulloa H y Chacón N L fue entonces el primer acercamiento al problema de la educación moral, para contribuir a la formación de la personalidad socialista de autores cubanos, vinculados a la realidad y al proyecto de la construcción socialista, fundamentada desde los postulados marxista-leninistas, los documentos del I y II congresos del Partido Comunista de Cuba, la Constitución de la República de Cuba y el pensamiento educativo de Fidel Castro.

Se reconoció por las investigadoras que la educación moral es parte de un complejo proceso educativo comunista, que tiene sus especificidades, vías y métodos propios. Al ofrecer la definición, expresan que "La educación moral, (…) refleja el proceso de la educación en el espíritu de los principios y normas de la moral comunista (…) basada en la formación de concepciones, sentimientos, necesidades, aspiraciones, voluntad y carácter, así como sólidas convicciones morales comunistas que regulen y se manifiesten en los modos de actuación y actividad práctica - revolucionaria de los hombres en la sociedad".(4)

En el año 1992, en el libro de Prado L La educación comunista de la juventud estudiantil en la educación superior, se explican las direcciones de la educación comunista para la educación integral, se ofrece un conjunto de ideas relacionadas con la educación moral en la educación superior.(5) En el contexto en que apareció el libro se derrumbó el socialismo real, se agudizó el bloqueo yanqui y el estado se vio obligado a aplicar medidas económicas que repercutieron en el modo y el nivel de vida del pueblo.

A partir de 1995, se hicieron más evidentes las conductas y actitudes negativas, sobre todo en aquellos en los que se expresa un predominio de interés de orden material, como disponer de dinero en abundancia por cualquier forma, tener un trabajo cómodo que le facilite la vida y, sobre todo, divisa, matrimonios por interés, tener "amigos" que resuelvan. Aparecen incongruencias entre el discurso verbal y el comportamiento moral efectivo en algunos ciudadanos, apatía, faltas de respeto hacia figuras de autoridad legítima, aumento de sentimientos de egoísmos e individualismos, descenso de la responsabilidad personal y cívica, conductas autodestructivas, como alcoholismo, entre otras.

En este momento, se convocó a una audiencia pública de la Asamblea Nacional del Poder Popular con la presencia de los investigadores Fabelo J R, Vitier C, Domínguez M I, García G, en el año 1996, para analizar la problemática de la "crisis de valores" en la sociedad cubana y la educación de las nuevas generaciones.(6) El Ministerio de Educación dictó la Resolución 90/98 sobre la educación moral, de valores ciudadanos de los niños y jóvenes, para lo cual orientó la creación de las cátedras de valores en todos los centros educacionales.(7) La educación en valores pasó a ser un término cotidiano en los documentos normativos educacionales y partidistas, en los seminarios nacionales para maestros y profesores en pedagogía a todos los niveles.

Innumerables son los materiales que sobre el tema se han puesto en manos de los docentes para transformar la realidad educativa, pero en la práctica laboral, cuando se analizan los resultados, es decir, los modos de actuación que en la vida cotidiana asumen, aún subsisten problemas en la educación cívica moral de la ciudadanía.

Se apela, entonces, a la realización de acciones integradas a escala de toda la sociedad que contribuyan al reforzamiento de los valores. En el Programa Director para el refuerzo de los valores fundamentales en la sociedad cubana actual, se precisan los valores que se deben potenciar por la sociedad y se ofrecen acciones para su desarrollo; por ejemplo, dignidad, patriotismo, humanismo, solidaridad, responsabilidad, laboriosidad, honradez, honestidad y justicia.(8)

En este contexto, Chacón N L define la educación y formación en valores y reconoció que "La educación en valores y formación en valores son términos íntimamente vinculados entre sí que señalan dos planos del complejo proceso de transformaciones, crecimiento humano y desarrollo de la personalidad: la primera, con un enfoque sociológico, amplio, comprende la educación como un proceso a escala de toda la sociedad en el marco del sistema de influencias y de la interacción del individuo con la sociedad, con el objetivo de su socialización como sujeto activo y transformador, en lo que los valores histórico-culturales, de la identidad nacional y personal, tienen un papel esencial".(9)

La formación de valores se refiere al enfoque pedagógico, cuyo proceso tiene como objeto la formación integral y armónica de la personalidad. En esta integralidad se tienen en cuenta el lugar central y el papel de los valores en dicho proceso formativo, al que por su complejidad se le debe prestar un tratamiento especial e intencional, con la precisión de los métodos, procedimientos, vías, medios, entre otros.(10)

Báxter E, en su análisis desde la categoría educación, expresa que esta es un fenómeno social, resultado del desarrollo histórico alcanzado, en un momento determinado, y como núcleo del proceso socializador, ejerce una influencia decisiva en la formación del hombre a lo largo de toda su vida, y debe prepararlo para el disfrute y plenitud de todo aquello que se derive de esta, de acuerdo con la sociedad en que vive, y desarrolla su vida, contribuyendo con su actuación a su desarrollo y perfeccionamiento y que el núcleo esencial de esa formación deben ser los valores morales.(11)

Es necesario destacar que ambas investigadoras reconocen la importancia que, en la educación en valores, tiene el proceso de socialización; es decir, aquel proceso que permite transmitir las normas y los valores indispensables al hombre para insertarse en la vida social. Para Báxter E, el proceso de socialización a su vez contiene como núcleo esencial el proceso de formación de los valores morales.(11) Desde la educación se forman todos los valores susceptibles de educación, incluyendo la educación moral.

Aunque el término de educación en valores es mucho más general e implica, así mismo, la educación moral, los términos no son iguales, pues tienen distintos grados de generalización y deben ser esclarecidos desde el trabajo pedagógico para un mejor desempeño del educador. Al respecto, se considera que:

-Los valores existen en las distintas formas de la conciencia social; dentro del sistema de valores de la sociedad, se encuentran: políticos, jurídicos, morales, estéticos, económicos, religiosos, filosóficos y científicos. El contenido del sistema de valores es una expresión de las condiciones económicas sociales, clasistas, de una época histórica concreta. En la base constitutiva de los sistemas de valores están los valores morales, que requieren en la práctica pedagógica, de una especial atención.

-La educación moral tiene, dentro de su contenido, la formación de los valores morales, que son parte de la vida espiritual e ideológica de la sociedad y del mundo interno del individuo; son un producto de la conciencia social e individual, permiten regular, orientar los modos de actuación y las relaciones entre los seres humanos en la actividad y mediados por los sentimientos.(12) Los valores morales son potencialidades humanas que las personas desarrollan, en mayor o menor sentido que, conscientemente asumidos, dignifican a los seres humanos, elevan a las personas en su espiritualidad, los hacen tornarse grandes en el ámbito de la familia, la profesión, el colectivo y la comunidad social de la que forman parte.

-La educación moral es una condición necesaria para la práctica de la educación integral; se forma un hombre integral que piense, sienta, valore, haga, actúe y, sobre todo, ame. El centro aglutinador de este interés formativo está en la moral, al orientar la actuación del hombre hacia el bien y tiene como fundamento la unidad entre el ser, el pensar y el actuar para propiciar el desarrollo creador, el autoperfeccionamiento constante, la independencia y la libertad del individuo que decide de acuerdo con su autonomía moral.

Entre los elementos comunes existentes entre la educación moral y la educación en valores se reconoce que ambas se realizan de forma sistemática y cohesionando las influencias educativas, utilizan como estilo de comunicación el diálogo abierto y franco, de forma tal que posibiliten la comprensión, la confianza y el respeto. Tienen la finalidad de desarrollar una persona responsable y comprometida con su entorno social. Los métodos educativos están dirigidos a lograr el lugar protagónico activo y transformador del sujeto.

Hoy se trabaja en la actualización del modelo socialista como alternativa de justicia social, se hace énfasis en lograr fórmulas inclusivas de todos aquellos que deseen contribuir a la construcción del socialismo en una sociedad heterogénea. Desde la educación se trabaja por eliminar todas las formas sutiles de discriminación, se educa a partir del respeto a la diversidad de los educandos.

Se considera que en el contexto de la Cuba de hoy, desde los preceptos de fe religiosa, se educa en el amor a la Patria y sus símbolos; respeto a la propiedad y la conciencia de los deberes sociales como: honradez, sinceridad, desinterés, modestia, humildad; ayuda al prójimo; respeto a la legalidad y se opone a toda forma de discriminación por una sociedad de justicia social.

A pesar de que la religión está sustentada en preceptos morales, la educación moral no puede identificarse con la educación religiosa, ya que esta se concibe como la transmisión del pensamiento de una confesión religiosa concreta, o cultivo de la fe y de lo trascendente.

Tampoco puede identificarse con la educación política, entendida como información sobre el orden constitucional y las leyes básicas del país, sobre el funcionamiento concreto de las instituciones públicas, o sobre la ideología que sustenta el Partido.

Igualmente, no se puede identificar con la educación social, concebida como la  adquisición de ciertas normas convencionales y normas de urbanidad, etc. Es decir, que todos estos ámbitos pueden contribuir a formar e informar para que la educación moral se plantee problemáticas morales.

En no pocas ocasiones, se ha entendido y se sigue entendiendo la educación moral como la imposición externa de valores y normas, o también se ha considerado que los juicios y las conductas son subjetivos, por lo que la educación moral no es necesaria.

La educación moral es un complejo proceso educativo que no se limita a la escuela; se inicia en la familia y abarca todos los ámbitos de la expresión de la moral y de la actividad humana; permite a las personas construir racional y emocionalmente de forma autónoma (interno) sus valores morales, no únicamente adaptándose a las normas establecidas, sino que, por medio de la razón, la emoción, la voluntad y el diálogo, trata con aquellos temas que percibe como problemáticos, que conducen a un conflicto de valores. Tiene un carácter moralizador, al regular y orientar la conducta y las relaciones morales en la actividad. Es una condición necesaria para la formación armónica e integral de la personalidad, que coadyuva al perfeccionamiento humano, en correspondencia con el desarrollo económico y las exigencias de la sociedad.

Chacón N L plantea que se recogen seis modelos generales de educación moral, asociados a los modelos psicopedagógicos del proceso de enseñanza-aprendizaje, los que son: transmisión de valores absolutos, de socialización, autoconocimiento y autenticidad moral, desarrollo del juicio moral, adquisición del hábito virtuoso, construcción de la personalidad moral.(13)

En el estudio de los diferentes modelos de educación moral, antes mencionados, se toman en cuenta algunos elementos del modelo de adquisición del hábito virtuoso; este modelo tiene sus orígenes en la ética aristotélica, cuyo fin es que los educandos adquieran hábitos virtuosos y formen su carácter. Resurgió con gran fuerza en la actualidad, por la crisis de valores global en la postmodernidad.

Resulta interesante el aporte que el modelo de adquisición del hábito virtuoso hace a la comprensión del proceso de la educación moral en los estudiantes de carreras pedagógicas, ya que en su formación la práctica laboral ocupa un lugar rector o integrador de los componentes del proceso formativo. Quiere esto decir que, durante el desarrollo del trabajo pedagógico en la escuela, los estudiantes realizan las acciones educativas propias del contenido y la naturaleza de este tipo de trabajo, en cuya base están presentes los hábitos de la profesión, vinculados a la moral profesional y a la preparación pedagógica para desarrollar las tareas propias del trabajo en la escuela, aspectos que tienen que ver con la cotidianidad de la vida del régimen escolar; en particular, con el sistema de relaciones y la comunicación interactiva que se establecen en este contexto.

La relación estrecha entre el hábito y la virtud en la esfera de la moral está dada en que el hábito se orienta por la virtud para su realización en la conducta autodeterminada; por esa razón, la virtud es considerada como el aspecto práctico del obrar bien de forma habitual. Martí J en su ideario pedagógico, expresó su concepción ética y humanista al creer en el perfeccionamiento del ser humano y en la utilidad de la virtud, que significa hacerla realidad, vivirla; por ello, en la "Edad de Oro" le dice a los niños que "…debían juntarse una vez por lo menos a la semana, para ver a quién podían hacerle algún bien, todos juntos".(14)

El proceso formativo del hábito está asociado a determinadas necesidades y motivaciones, que mueven el acto de conducta hacia fines conscientes, por lo que las acciones pueden ser diferentes, según las circunstancias, y perfectibles, según las representaciones del deber ser moral y los fines a lograr; en tal sentido, los hábitos en el proceso de aprendizaje están vinculados a las habilidades, a los conocimientos y a las normas morales, tienen un carácter flexible y están presentes en los aprendizajes concretos con un sentido crítico en la regulación de la conducta.

La formación de los hábitos virtuosos está en la base de la educación moral; en ello, el profesor desempeña una función como modelo positivo, manifiesta su ejemplaridad al realizar acciones en beneficio de los demás, con sacrificio y amor; así como en las relaciones morales interpersonales que establece en el ejercicio de la profesión y la forma en que en el proceso pedagógico atiende la relación de lo cognitivo con lo afectivo. Los educadores son hombres y mujeres virtuosos cuando realizan actos de sumo bien, en beneficio de los demás. Entre las virtudes del profesor se reconocen: discreción, tacto, entusiasmo, optimismo, bondad, justicia, sencillez y humildad. La mejor lección de los educadores es la conducta que asumen en su vida cotidiana.

Los educadores paradigmáticos son aquellos docentes portadores de una moral revolucionaria, y que su riqueza espiritual está en la razón, la cultura y la conciencia; su palabra y su actitud coinciden en su accionar cotidiano, irradian virtudes que hacen de ellos un espejo moral, donde se pueden mirar los estudiantes. Se destacan por su incondicionalidad, amor a la profesión y su compromiso ideo-político y social; se esfuerzan en transformar la realidad y desarrollar una sociedad más justa: la socialista.

La identificación afectiva es un fenómeno vinculado a las relaciones y la comunicación entre los seres humanos en la actividad. Genera sentimientos y afectos recíprocos de empatía. El proceso de la identificación afectiva está vinculado a las influencias que se ejercen en las relaciones humanas, las que pueden estar orientadas hacia el bien y los valores o lo contrario.

La identificación afectiva es un instrumento y un método de educación moral. Su empleo como instrumento está íntimamente vinculado a las manifestaciones de actuaciones ejemplares, de prestigio y de autoridad moral del profesor que educa moralmente. Es un instrumento intencional, vinculado a actuaciones ejemplares, al prestigio y la autoridad moral del profesor. Es, además, un método dirigido a la conciencia, que tiene como referentes las influencias positivas de la vida y obra de maestros reconocidos como educadores por el colectivo pedagógico, los estudiantes y la sociedad por su profesionalidad, los resultados y experiencias acumuladas en la labor profesional.

El modelo del educador ejerce una influencia axiológica en los estudiantes, pues se identifica afectivamente, siente el deseo de un acercamiento a las cualidades del profesor, que le son afines y que llegan a su sensibilidad e individualidad, la influencia positiva del educador deja una huella en su mundo interior, que lo mueve al respeto, la admiración y la disposición a asumir actitudes similares. Da su disposición al cambio, mientras que el educador siente la gratificación del estudiante al poder vivenciar y participar de la transformación y el crecimiento constante del estudiante; lo ayuda a crecer y el estudiante irradia al educador su frescura, energía, amor, deseo de descubrir y crear de forma conjunta. Se hacen ambos más humanos. Se reconoce y enaltece al educador por la obra desarrollada.

Conclusiones

La educación moral para el logro de la formación integral de las nuevas generaciones ha estado presente en los documentos partidistas, del Estado y del Ministerio de Educación en Cuba.

La educación moral y la educación en valores no significan lo mismo, pero entre ellas existe una estrecha relación por la forma en que se realizan, el estilo de comunicación, la finalidad y los métodos educativos empleados. La educación moral se distingue por la formación de los valores morales, dirigidos a la acción y al proceder moral del individuo; desde un carácter moralizador se regula y orienta la conducta del individuo en sus relaciones sociales y en correspondencia con la actividad que realiza el individuo. En su formación se parte no solo de las ideas racionales, sino de la voluntad de acción del individuo (fuero interno), motivado por los sentimientos. Se ofrece la definición de educación moral en el contexto de la Cuba actual.

El novedoso método la identificación afectiva con los educadores paradigmáticos permite desarrollar la personalidad del estudiante en su vínculo estrecho con el profesor.

 

Referencias

(1)PARTIDO COMUNISTA DE CUBA. Tesis y Resoluciones: Primer Congreso. La Habana, Cuba: Departamento de Orientación Revolucionaria del Comité Central; 1978. p.371.

(2)SHUKINA S I, RADINA K D. Teoría y metodología de la educación comunista en la escuela. La Habana, Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 1984. p.52.

(3)BETTO F. Fidel y la religión: conversaciones con Frei Betto. La Habana, Cuba: Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado; 1985. p.249.

(4)ULLOA H, CHACÓN N L. Educación moral. La Habana, Cuba: Editorial de Ciencias Sociales; 1988. pp.71-72.

(5)PRADO L. La educación comunista de la juventud estudiantil en la educación superior. La Habana, Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 1992.

(6)FABELO J R, VITIER C, DOMÍNGUEZ M I, GONZÁLEZ F, GARCÍA G. La formación de valores en las nuevas generaciones: una campaña de espiritualidad y de conciencia. La Habana, Cuba: Editorial de Ciencias Sociales; 1996.

(7)MINISTERIO DE EDUCACIÓN (Cuba). Resolución Ministerial 90/98 Sobre la educación moral, de valores y ciudadanos de los niños y jóvenes. La Habana, Cuba: Autor; 1998.

(8)MINISTERIO DE EDUCACIÓN (Cuba). Programa Director para el reforzamiento de los valores fundamentales en la sociedad cubana actual. La Habana, Cuba: Autor; 2006. p.4.

(9)CHACÓN N L, ET AL. Educación, ciencia y conciencia. La Habana, Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 2008. p.208.

(10)CHACÓN N L. Educación, ciencia y conciencia. La Habana, Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 2008.

(11)BÁXTER E. Educar en valores: tarea y reto de la sociedad. La Habana, Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 2007. p.3.

(12)CHACÓN N L. Dimensión ética de la educación cubana. La Habana, Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 2002.

(13)CHACÓN N L. Dimensión ética de la educación cubana. La Habana, Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 2002.

(14)MARTÍ J. La Edad de Oro. La Habana, Cuba: Centro de Estudios Martianos; 2005. p.120.

Bibliografía

COSSÍO M. Metodología para la educación moral profesional de los estudiantes de carreras pedagógicas en la microuniversidad. [Tesis en opción al Grado Científico de Doctor en Ciencias Pedagógicas]. La Habana, Cuba: Universidad de Ciencias Pedagógicas "Enrique José Varona"; 2012.

PARTIDO COMUNISTA DE CUBA. Plataforma Programática del Partido Comunista de Cuba. Primer Congreso. La Habana, Cuba: Editorial de Ciencias Sociales; 1978.

PARTIDO COMUNISTA DE CUBA. Informe Central al I, II y III Congresos del Partido Comunista. La Habana, Cuba: Editora Política; 1990.

PARTIDO COMUNISTA DE CUBA. IV Congreso del Partido Comunista de Cuba. Santiago de Cuba: Cuba: Editora Política; 1992.

PARTIDO COMUNISTA DE CUBA. Lineamiento de la política económica y social del Partido y la Revolución. La Habana, Cuba; Editora Política; 2012.