Varona

No.56   Enero-Junio, 2013.    ISSN: 1992-82

La dramatización en la clase de Historia de la Cultura de los Pueblos de Habla Inglesa

The Dramatization in the History of the Culture of Englih-Speaking Countries Lesson

Prof. Marta Clemencia Fernández Cabrera. Profesora Auxiliar. Universidad de Ciencias Pedagógicas “Enrique José Varona”. La Habana, Cuba. Correo electrónico: martacfc@ucpejv.rimed.cu

MSc. Javier Pagés Caraballo. Asistente. Universidad de Ciencias Pedagógicas “Enrique José Varona”. La Habana, Cuba.

Correo electrónico: javierpc@ucpejv.rimed.cu

Recibido mayo de 2013   Aceptado junio de 2013


RESUMEN

El objetivo central de este trabajo científico es sustentar la importancia de la utilización de la dramatización en la clase  para la disciplina Historia de la Cultura de los Pueblos de Habla Inglesa, desde varios puntos de vista, como son el pedagógico, el lingüístico, el psicológico y el didáctico. Se caracteriza la disciplina, teniéndose en cuenta el objeto de estudio de cada una de las cuatro asignaturas que la conforman, así como la ubicación de cada una de ellas en la malla curricular de la carrera. Se analizan además los roles de objeto y sujeto que van a ser desempeñados por el estudiante en el proceso de enseñanza-aprendizaje, encargado de dramatizar los contenidos socioculturales de la disciplina que han sido seleccionados al efecto por el profesor. Se reseñan por asignatura los contenidos en los cuales se ha tenido ya esta experiencia pedagógica, describiéndose las diferentes actividades. Se puntualizan las características que va a tener la dramatización en el contexto de la disciplina y se expresan las ventajas que brinda esta al proceso de enseñanza-aprendizaje.

PALABRAS CLAVE: dramatización, proceso de enseñanza-aprendizaje, sociocultural.

ABSTRACT

The main objective of the present scientific article is to support the relevance of dramatization practices in the context of a lesson for the discipline History of the Culture for the English Speaking Peoples, being considered the pedagogic, linguistic, psychologic, and didactic viewpoints. The discipline is characterized, taking into account the object of study of each of the subjects that conform it, as well as the place each of them occupied in the curriculum of the career. Also the roles played, either as object or subject, that are going to be adopted by the student in the teaching learning process are analyzed, as the student is instructed to dramatize socio-cultural contents of the discipline, previously chosen by the professor. A compilation of contents (specifying the subject) where this pedagogic experience has been already experimented is also included, being described the activities. The main features that characterize dramatization within the context of the discipline  have been pointed out, as well as the advantages seen in this type of activity for the teaching-learning process. At the end, the authors have arrived at conclusions, derived from the different points of view treated in the article.

KEY WORDS: dramatization, teaching learning process, socio-cultural.


Introducción

La disciplina Historia de la Cultura de los Pueblos de Habla Inglesa se enseña en el cuarto y quinto años de la carrera pedagógica Licenciatura en Educación, en la especialidad de lenguas extranjeras, dentro de las disciplinas del currículo vinculadas al estudio del inglés como lengua extranjera. Su objetivo central es servir de complemento a los estudios lingüísticos  adquiridos por el estudiante durante la carrera, ya que lo nutre con el conocimiento de un panorama sociocultural relacionado con el mundo anglófono. Con este conocimiento sociocultural incorporado, el alumno amplía su léxico en la lengua extranjera y además es entrenado para saber hacer análisis históricos y literarios, así como para interpretar textos de contenido sociocultural, escritos en el ámbito del mundo anglófono. Para ello, se trabaja en el aula teniéndose en cuenta lo estipulado por la enseñanza problémica y el estudio comparado. Todos estos procedimientos van a estar armónicamente imbricados con un método de enseñanza esencial para una clase de lengua extranjera, el enfoque comunicativo.

Esta disciplina  está compuesta por cuatro asignaturas, que se mencionan a continuación, indicándose el lugar que ocupan en la malla curricular de la carrera, así como su objeto de estudio particular, especificado entre paréntesis:

-Historia de la Cultura I (Reino Unido), 4to. año, primer semestre.

-Historia de la Cultura II (Los Estados Unidos de America), 4to. año, segundo semestre.

-Historia de la Cultura III (Caribe Anglófono), 5to. año, primer semestre.

-Historia de la Cultura IV (Canadá), 5to. año, segundo semestre.

Desafortunadamente, el estudiante no siempre está preparado de manera adecuada para afrontar estos contenidos socioculturales, los que requieren para su mejor asimilación, de un amplio conocimiento previo de la cultura universal, así como un desarrollo alto de las habilidades lingüísticas básicas en la lengua extranjera. Esto obliga a los docentes a buscar recursos que ayuden al estudiante a ir elevando su nivel cultural y su nivel de lengua.

Papel de la dramatización en la disciplina

Esta disciplina, de corte teórico, precisa de la utilización de un procedimiento, que se ajusta de manera natural en innumerables ocasiones, y que no es otro que el de la dramatización, utilizado en la facultad fundamentalmente en la disciplina de Práctica Integral de la Lengua Inglesa, y que va a constituir una fuente inagotable de motivación.

El presente artículo tiene como objetivo central sustentar la importancia que entraña la utilización de la dramatización en la clase de Historia de la Cultura de los Pueblos de Habla Inglesa, desde varios puntos de vista, como son el pedagógico, el lingüístico, el psicológico y el didáctico.

Desarrollo

Fundamentación teórica para el uso de la dramatización en el proceso de enseñanza-aprendizaje de la disciplina

Tal y como plantea González R, “…en el proceso de enseñanza-aprendizaje el estudiante es objeto y sujeto de la educación. Es objeto cuando recibe las influencias instructivas y educativas de su maestro de forma activa y dinámica, y se estimula su participación (…). El estudiante se convierte en sujeto de la educación cuando con su propia participación comienza a influir en sus propios condiscípulos, cuando ellos mismos se estimulan mutuamente, cuando el estudiante influye en el proceso de retroalimentación de las acciones pedagógicas y didáctico-metodológicas”.(1) Esto es valido no solo para el estudio práctico de las lenguas extranjeras, sino también para las asignaturas que tienen un enfoque más teórico.

Para el profesor de la disciplina Historia de la Cultura de los Pueblos de Habla Inglesa es importante la utilización de la dramatización desde el punto de vista pedagógico, porque se debe lograr que el alumno comprenda la significación de lo que va a dramatizar. Para ello, se planifica un trabajo previo de equipo, en donde cada alumno va a tener la oportunidad de usar la lengua extranjera en dependencia de su desarrollo lingüístico. Esta premisa le da confianza en su desempeño personal y, al ver que es capaz de utilizar sus recursos lingüísticos, trata de ser cuidadoso en su expresión oral, la que puede ser monitoreada por el profesor antes del acto de dramatización. El estudiante se siente motivado por la actividad.

La práctica de la dramatización en un proceso de enseñanza-aprendizaje constituye necesariamente una fuente de motivación. Sin embargo, esto depende de muchos factores, por lo que se centra la atención en sus características como “…expectativas positivas del estudiante respecto al aprendizaje de la asignatura o área del conocimiento, coincida o no con su expectativa  general como estudiante”.(2)

Si el profesor de la disciplina logra crear expectativas positivas en el estudiante, independientemente de que sus preferencias sean favorables a ellas o no, entonces se estará ganando la batalla. Mas este procedimiento de la dramatización será ideal, si se dosifica adecuadamente. Solo así la dramatización torna el proceso de enseñanza-aprendizaje placentero.

Dramatizar en el marco de una clase de la disciplina, servirá de modelo a seguir por el estudiante en su clase como docente en formación. Al ser sujeto activo en el acto de dramatizar, está explotando no solo el sentido del oído, sino el de la vista, con la incorporación del lenguaje no verbal, contribuyendo a la comprensión del material dramatizado.

Es importante puntualizar que dramatizar aquí no es hacer drama. Por medio de la dramatización el estudiante personaliza el acto, se involucra de manera activa con el texto, cuyo lenguaje llega a tener un mayor significado, a la vez que se hace más memorable que una mera lectura. Este procedimiento activa el lenguaje de manera divertida. Asegurándose la motivación, se asegura el desarrollo de las habilidades lingüísticas en la lengua extranjera. En la dramatización, el estudiante se puede valer, además, de su creatividad y de su imaginación, mientras que tiene la posibilidad de utilizar la lengua en situaciones no cotidianas. Igualmente comprueba, al ser capaz de tener éxito, que está  aprendiendo, a la vez que se le refuerza el aprendizaje de esa área de conocimiento.

Lo novedoso está en que no se trata de reproducir obras dramáticas memorizadas, sino de que el estudiante haga una interpretación creativa de tales obras u otras de otros géneros literarios, conservando al recrearlas su esencia. Se propicia que el estudiante gane confianza a la hora de expresarse oralmente en la lengua extranjera, siguiendo con interés este modelo natural de aprendizaje, corrigiendo al final de la dramatización los errores más significativos. La dramatización es un puente para el logro eficaz de la fluidez discursiva, así como del uso creativo de la lengua extranjera. Esta debe estimular el deseo de ser creativo en su uso.

Para el profesor de la disciplina Historia de la Cultura de los Pueblos de Habla Inglesa es importante la utilización de la dramatización desde el punto de vista lingüístico, cuando se entra a considerar la relación lengua-pensamiento-sociedad. Cuando un estudiante dramatiza un texto, sea poesía o prosa, el está abandonando los caminos trillados del aprendizaje formal y lo hace sin grandes tensiones, pues este proceso de aprendizaje le está provocando placer, dado que en el acto de dramatizar está siendo involucrado todo: su mente, su cuerpo y su psiquis. En el proceso se van reconociendo las palabras del vocabulario nuevo, su significado, y este le está dando a la vez significado al texto dramatizado. El estudiante se sensibiliza con el significado general del texto.

No hay dudas de que la dramatización estimula al estudiante a hablar en la lengua extranjera. Así pues, le da oportunidad de comunicarse, considerando el uso de vocabulario nuevo, incluyendo la comunicación no verbal, como son los movimientos corporales y las expresiones faciales. Si la dramatización de un texto es motivante y divertida, el desarrollo de las habilidades lingüísticas en la lengua extranjera se va a ver beneficiado, además de incorporarse el vocabulario nuevo contenido en el texto de forma espontánea. La dramatización le permite al estudiante descubrir que la lengua no tiene solo que verse como un sistema estructural, sino que es un organismo vivo, de gran versatilidad en su función como medio de comunicación.

Para el profesor de la disciplina Historia de la Cultura de los Pueblos de Habla Inglesa es importante la utilización de la dramatización desde el punto de vista psicológico, pues la psicología se encarga de estudiar el proceso de desarrollo de la personalidad del ser humano a través de su actividad.

Mientras transcurre la actividad de dramatización en una clase de la disciplina, se percibe una atmósfera agradable, la audiencia sigue con interés lo que va ocurriendo, manifestándolo según considera, ya sea por medio de risas, bromas, u otras expresiones de alegría. El docente debe velar por que este intercambio se desarrolle en inglés. De esa manera se patentiza la apreciación del esfuerzo colectivo, reconociéndose en ello una auto-realización. La audiencia valora no solo el dominio del texto, sino la postura que adoptan los involucrados para transmitir toda la carga semántica de este.

La dramatización es útil para aquel estudiante que en su actuar individual teme cometer errores, ya que encuentra en el trabajo en equipo una fortaleza. De ahí que también reduce las tensiones, a pesar de ser una actividad más compleja que la lectura oral. En la lectura oral, el estudiante está  atado al texto, por así decirlo, y su única preocupación es leer bien; o sea, emitir el texto oralmente con corrección, para cometer el mínimo de errores de pronunciación y entonación. Pero en la dramatización hay un trabajo de equipo que respalda a cada uno de los integrantes, y no solamente se concentra la atención en utilizar la lengua extranjera lo mejor posible, sino que tiene que dirigirse la atención además a mostrar emociones a través del lenguaje corporal, para lograr una interacción social con la audiencia. No hay espacio para la timidez. Hay un compromiso de equipo de que la dramatización tiene que ser convincente. El que dramatiza personaliza el texto al interactuar con él. Y el que participa en una dramatización en el marco de la clase de esta disciplina, es porque quiso ser escogido para desarrollar la actividad, y esto es un elemento a tenerse en cuenta a la hora de ponerse en práctica este procedimiento.

La dramatización como actividad lectiva tiene que resultar divertida para ser efectiva. Tiene que avenirse con aquellas necesidades de aprendizaje de las que el estudiante no es consciente, ya que lo inconsciente desempeña un papel fundamental en el aprendizaje del lenguaje. Cuando se logra un vínculo entre significado e imaginación, se garantiza una memoria efectiva. Y una memoria efectiva almacena, tanto las experiencias como las emociones implicadas en ellas.

Para el profesor de la disciplina Historia de la Cultura de los Pueblos de Habla Inglesa la utilización de la dramatización desde el punto de vista didáctico, tiene en cuenta, lo expresado por González R en cuanto a que “la didáctica de la enseñanza de las lenguas extranjeras ha ido buscando un perfeccionamiento de las vías que garanticen el logro del objetivo fundamental de esta enseñanza, el uso de la lengua extranjera como medio de comunicación”.(3) Este autor, además, enfatiza la importancia de organizar la clase de manera tal que responda a las necesidades comunicativas de los estudiantes.

El colectivo pedagógico encargado de trabajar el programa de la asignatura, debe analizar desde un inicio, cuáles textos literarios serían los idóneos para ser dramatizados. Es válido el ejercicio de la dramatización del texto de un poema, o de un fragmento de un cuento, o de una novela, o de un evento cultural, o de un pasaje histórico. Para esta selección se tienen en cuenta, como elementos esenciales, la edad, la motivación y el desarrollo lingüístico de los estudiantes en la lengua extranjera. En el caso de la edad no existen problemas, pues los textos seleccionados provienen de los programas lectivos que conforman la disciplina, los que están concebidos tomando en consideración este elemento. En el diseño de la actividad el profesor debe avizorar el grado de interés y participación que va a despertar en los alumnos el texto seleccionado para la dramatización. Siempre los temas universales van a quedar en la memoria del estudiante, porque al ser dramatizados van a constituir una experiencia de aprendizaje inolvidable.

La dramatización permite al estudiante no solo el desarrollo de sus habilidades lingüísticas en la lengua extranjera, sino que además lo aproxima a este nuevo conocimiento, adoptando los estilos de aprendizaje que le resultan más cómodos. Al prepararse para el acto de dramatización, él tiene que explorar previamente el texto, interpretándolo de manera individual y sensibilizándose con él. El estudiante llega a experimentar que cada texto puede ser objeto de varias interpretaciones, siempre que estas se desprendan del razonamiento contextual del texto. Para todo ello, el profesor lo va entrenando.

Ya en el contexto de la clase, antes de dramatizar, el profesor debe desarrollar una lectura oral del texto literario, constituyéndose en el modelo a imitar, a falta de uno mejor, como sería en el caso de un texto grabado o un video. El estudiante en ese momento hace una lectura silente, pendiente del patrón trazado por el profesor, y luego participa en una actividad de lectura oral, que le permite tener el material fresco a la hora de dramatizarlo.

Durante la dramatización, el estudiante trabaja con las ideas centrales del texto. Lo importante a medir por el profesor en la actividad, es cómo el alumno expresa esas ideas centrales, a partir de sus posibilidades lingüísticas y su estado psicológico. De ahí que el concebir la dramatización solo para las obras de teatro no procede, dado el objetivo con que fue concebido este procedimiento, en los marcos de la disciplina Historia de la Cultura de los Pueblos de Habla Inglesa.

En el acto de la dramatización, el éxito estriba en el hecho de que los involucrados sean expresivos. Queda descartado que el estudiante que está dramatizando un texto, esté atado a su soporte escrito. Es aquí cuando él le tiene que dar rienda suelta a su imaginación y creatividad.

La dramatización también representa desde el punto de vista didáctico un cambio de actividad, esta permite al estudiante descansar de la realización de las actividades previas. Una dramatización bajo estos términos es más significativa y más memorable que el análisis de la lectura de un texto.

La dramatización debe verse como un proceso, que cubre varias etapas, en cada una de ellas se utiliza la lengua inglesa:

-La lectura silente, teniendo al profesor como modelo.

-La lectura oral, por parte del estudiante.

-El análisis de las ideas centrales del texto.

-La selección de los estudiantes encargados de dramatizar.

-La asignación e instrucción de lo que se va a dramatizar.

-El ensayo de la dramatización, respaldado por un trabajo de equipo.

-El acto de la dramatización en sí.

-El trabajo con el producto final, en donde ocurre una interacción intensa, y en donde los alumnos analizan el resultado de la dramatización.

Ilustración de la experiencia pedagógica en el uso de la dramatización

A continuación se plasman una serie de ejemplos que constituyen experiencias pedagógicas de los miembros que conforman al colectivo de la disciplina, relativos al uso de la dramatización en la disciplina Historia de la Cultura de los Pueblos de Habla Inglesa:

-En la asignatura Historia de la Cultura I, cuyo objeto de estudio es la historia de la cultura del Reino Unido, en la Unidad IV, titulada El Renacimiento Inglés, se estudia la vida y obra de William Shakespeare. Los alumnos van a tener, entonces, la posibilidad de dramatizar la famosa escena del balcón en Romeo y Julieta. Se ha dado el caso de que la presunta Julieta se ha subido a la mesa del profesor, para hacer más creíble los reclamos a su Romeo, que se encuentra al pie del imaginario balcón.

-En la misma asignatura, pero en la Unidad V, titulada La Revolución Burguesa Inglesa, se estudia al poeta de la revolución, John Milton, y a su obra cumbre, El paraíso perdido. En esta ocasión, han aparecido un Adán y una Eva, con libros tapándose los órganos sexuales, como si realmente hubieran estado desnudos, y utilizándose los libros como si hubieran sido hojas de parra, como reza la Biblia.

-En la asignatura Historia de la Cultura II, cuyo objeto de estudio es Los Estados Unidos de América, en la Unidad V, titulada La Segunda Revolución Burguesa Americana, en el tema acerca de la novela costumbrista, se estudia la vida de Mark Twain y su obra cumbre, Huckleberry Finn. Los estudiantes tienen posibilidades de dramatizar el pasaje en el que Huck se disfraza de muchacha para acercarse a las afueras del pueblo, para tener noticias frescas acerca de su desaparición, fragmento muy característico del humor desplegado por el escritor.

-En la misma asignatura, pero en la Unidad VI, titulada El imperialismo norteamericano, en el tema acerca del movimiento literario de la postguerra de la Primera Guerra Mundial, conocido con el nombre de la Generación Perdida, se estudia la vida y obra de Ernest Hemingway y de su cuento, “Los asesinos”. Esta constituye una obra literaria ideal para ejemplificar el estilo iceberg del escritor. En ella los estudiantes tienen la posibilidad de escenificar la atmosfera de La Ley Seca y el quehacer de los gangsters en los Estados Unidos de América en este período histórico.

Estos son ejemplos de dramatizaciones de obras literarias, pero en el marco de la disciplina esta actividad no solo se concibe para este contexto.

Como los contenidos lectivos de la disciplina son socioculturales, el concepto amplio de la palabra cultura permite abarcar otros fenómenos, por lo que no solo se tiene en cuenta el arte y la literatura, sino también las tradiciones, en este caso, del mundo anglófono. Por ello, se va a ilustrar cómo un evento sociocultural puede ser también dramatizado en el marco de la clase de la disciplina:

La experiencia ha demostrado que los temas dramatizados han sido bien acogidos, tanto en los cursos diurnos, como en los cursos para trabajadores. Solo hay que tener la voluntad para hacerlo. La dramatización siempre va a enriquecer el aprendizaje. Esta permite al estudiante ser protagonista de pasajes socioculturales del mundo anglófono. Este protagonismo le imprime una atmosfera novedosa a la clase, a la vez que la hace más motivante.

Conclusiones

A lo largo de este trabajo se ha sustentado de manera exhaustiva la importancia que tiene el uso de la dramatización en el marco de la clase, en cualesquiera de las asignaturas que conforman la disciplina Historia de la Cultura de los Pueblos de Habla Inglesa. A partir de ese análisis se arriba a las siguientes conclusiones en torno a cuáles son los aportes más significativos de la dramatización desde distintos puntos de vista.

-Desde el punto de vista pedagógico, estimula el trabajo en equipo y activa el lenguaje propio del estudiante en la lengua extranjera, haciéndolo creativo a la hora de utilizarlo.

-Desde el punto de vista lingüístico, el proceso de aprendizaje de la lengua se vuelve placentero, pues estimula al estudiante a hablar y le da oportunidades de comunicarse en una forma original, que lo sensibiliza con el significado general del texto.

-Desde el punto de vista psicológico, se percibe una atmosfera agradable en la clase, debido a un esfuerzo colectivo en el desarrollo de la actividad, lo que conlleva a la auto-realización.

-Desde el punto de vista didáctico, se trata dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje y el producto final lo constituye la satisfacción de las necesidades comunicativas del estudiante en la lengua extranjera.

Recomendaciones

Se sugiere que esta experiencia pedagógica se haga extensiva a todos los colectivos de profesores que imparten la disciplina en las universidades del país.

 

Referencias

(1)GONZÁLEZ R. La clase de lengua extranjera. Teoría y práctica. La Habana, Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 2009. p.3,4.

(2)GONZÁLEZ R. La clase de lengua extranjera. Teoría y práctica. La Habana, Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 2009. p.204.

(3)GONZÁLEZ R. La clase de lengua extranjera. Teoría y práctica. La Habana, Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 2009. pp.23,24.

Bibliografía

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