Varona

No.55   Julio-Diciembre, 2012.    ISSN: 1992-82

El trabajo con la esfera emocional en las asignaturas de Ciencias Sociales

Work in the Emotional Sphere in the Social Sciences Subjects

M Sc Ondina Lolo Valdés. Profesora Auxiliar. Universidad de Ciencias Pedagógicas "Enrique José Varona". La Habana, Cuba.

Correo electrónico: ondinalv@ucpejv.rimed.cu

Recibido octubre de 2011   Aceptado febrero de 2012


RESUMEN

En el artículo se trata el trabajo con la esfera emocional y su repercusión en el proceso de  enseñanza-aprendizaje de las Ciencias Sociales constituye el centro de la experiencia que se desarrolla con estudiantes de segundo año de la carrera de Marxismo-Leninismo e Historia, de la Universidad de Ciencias Pedagógicas "Enrique José Varona" desde la asignatura Didáctica de las Ciencias Sociales, dada la contribución de esta a los modos de actuación profesional en la formación inicial. El objetivo está dirigido a valorar la importancia del trabajo con la esfera emocional desde la enseñanza de las asignaturas de Ciencias Sociales para la formación profesional.

PALABRAS CLAVE: emoción, historia, didáctica, enseñanza-aprendizaje.

ABSTRACT

This article deals with the emotional sphere and its repercussion in the teaching learning process of Social Sciences at the center of the experience taking place with second year students majoring in Marxism-Leninism and History at the University of Pedagogical Sciences "Enrique José Varona" from the subject of Didactics of the Social Sciences, given the contribution of it to the modes of acting in the initial professional training.  The objective of this work is directed towards evaluating the importance of this work in the emotional sphere of the teaching learning process in the Social Science Subjects for the professional formation.

KEYWORDS: emotion, history, didactic, teaching-learning process.


Introducción

Un reto fundamental tienen ante sí las universidades de ciencias pedagógicas: la formación de un profesional preparado para asumir desde la cultura el proceso de enseñanza-aprendizaje en la escuela cubana, desde el compromiso social con su pueblo y con su tiempo. En esa dirección, ocupa un lugar esencial la Didáctica de las Ciencias Sociales en la carrera de Marxismo-Leninismo e Historia, ya que esta disciplina-asignatura debe promover modos de actuación profesional que entrenen al estudiante en procesos de desarrollo intelectual-creativo y actitudes para la comprensión y la transformación de la realidad. El punto de partida lo constituye, sin duda alguna, el diagnóstico de dicha realidad, existente en la escuela media.

Así, se ha podido constatar que el aprendizaje de las asignaturas del área de las Ciencias Sociales resulta formal y no deja huellas afectivas, lo que incide en la calidad de la docencia y en la formación de actitudes y valores.

¿Cómo contribuir a transformar esta realidad desde el quehacer profesional? ¿Se puede actuar sobre lo afectivo-emocional desde la enseñanza de las Ciencias Sociales?

Precisamente, es propósito de este artículo valorar la importancia del trabajo con la esfera emocional desde el proceso de enseñanza-aprendizaje de las asignaturas de Ciencias Sociales para la formación del profesional de la educación media.

Desarrollo

En el proceso de enseñanza-aprendizaje de las Ciencias Sociales es imprescindible la formación de un pensamiento histórico-social como forma particular de razonar en esas ciencias devenidas asignaturas que, según Romero M y otros, se caracteriza por el estudio del objeto histórico-social en todo su desarrollo, desde un enfoque clasista, donde se propicie el estudio de lo particular por el prisma de lo general, desde un método científico.(1) Esto último implica asumir ese modo de razonar desde el materialismo dialéctico e histórico, así como en el propio procesamiento de la información de las fuentes.

Sin duda alguna, este modo de razonar remite a la ciencia, que aporta los hechos, los acontecimientos y las fuentes que permitirán, desde un arreglo didáctico, el aprendizaje de esas asignaturas en la escuela.

Ahora bien, ¿la formación del pensamiento histórico-social niega el trabajo con la esfera emocional? ¿Es la ciencia contraria a las emociones? ¿Qué son las emociones?

La palabra emoción proviene del latín motere (moverse). Por tanto, la emoción es una tendencia a actuar y se activa con frecuencia por alguna impresión grabada en el cerebro o por medio de los pensamientos cognoscitivos. Diversos autores coinciden en afirmar que la emoción es un estado psicológico que se caracteriza por una conmoción orgánica, producto de sentimientos, ideas o recuerdos y que puede traducirse en gestos, actitudes, risa, llanto, entre otros.

Desde la psicología se ha tratado el tema de las emociones con fuerza, asociado al desarrollo de la inteligencia y al procesamiento emocional de la información. Existen autores que expresan la importancia del desarrollo de habilidades de identificación de las emociones en sí mismo, en otros individuos y la capacidad de expresar las emociones en el lugar y modo adecuado.

Las emociones dirigen la atención a la información relevante, determinan la manera en que se enfrentan los problemas y la forma en que se procesa la información. Hay que recordar la importancia del conocimiento emocional: la comprensión del significado no solo en emociones sencillas, sino también la evolución de ese estado emocional a otro más complejo.

En el proceso de despliegue de las emociones es preciso incidir también en la regulación y la autorregulación emocional, vista como la capacidad de estar abiertos a estados emocionales que pueden ser positivos o negativos, reflexionar sobre ellos para determinar la utilidad o no de la información que los acompaña (sin exagerar ni disminuir esa información), así como regular las emociones propias y las de otros.

Las Ciencias Sociales, en tanto ciencias "que centran su atención en la dimensión social y colectiva de la vida humana"(2) se convierten en un campo de estudio muy amplio pero, desde su modo particular de razonar, contribuyen a la formación de una "conciencia histórica que forma parte de la conciencia social y viene dada de la experiencia concreta que cada grupo social, que cada colectividad nacional ha acumulado".(3) Precisamente, en ese proceso, hay que tener en cuenta el papel de la memoria histórica, definida como "la facultad que se tiene para conservar los acontecimientos, los fenómenos, los sentimientos, los ideales, las normas, las costumbres y los valores autóctonos, genuinos que caracterizan a una nación y trasladarlos al plano de la conciencia histórica".(4)

Es necesario detenerse en este aspecto para reflexionar sobre la relación existente entre memoria histórica y conciencia afectiva, ya que esta última se refiere a los sentimientos en estrecho vínculo con la información, con el conocimiento científico. Por esa razón, es imprescindible el trabajo con la esfera emocional en las asignaturas de Ciencias Sociales.

Cuando se piensa en memoria histórica, se asocia con el recuerdo. ¿Qué implica recordar? Esa palabra procede del latín re-cordis; o sea, volver al corazón, lo que remite al plano de las emociones.

Actualmente, según Marturana H, existen criterios que devalúan las emociones en el proceso educativo.(5) Sin embargo, Morín E insiste en la necesidad de que el pensamiento educativo tenga en cuenta enseñar la condición humana,(6) por lo cual el tema de los estados emocionales siempre debe tenerse en cuenta en la educación.

Por su parte, Hernández C precisa que "la educación, pues, debe producirse en el conocimiento y comprensión de las emociones, como la base de todo lo que se hace en la vida diaria colectiva o individual".(7)

Es importante que los estudiantes tengan claridad en las emociones, que puedan reflexionar sobre lo que realmente sienten y, por esa razón, urge una alfabetización emocional,(8) ya que la respuesta emocional incluye un estado mental subjetivo (me siento bien o mal), un impulso a actuar que puede ser de forma abierta o no (aproximación, evitación u otros), así como cambios o respuestas fisiológicas que se expresan con sudoración, palidez, nerviosismo y/o alteraciones del ritmo cardíaco.

Particularidades afectivo-emocionales de las asignaturas de ciencias sociales

Las asignaturas de Ciencias Sociales inciden en la formación humanista y humanística de los estudiantes, en su crecimiento y desarrollo integral desde el proceso de desarrollo del pensamiento histórico-social, que permite que el alumno piense sobre su posición como miembro de la sociedad; que refuerce su sentido de identidad al sentirse parte de la historia y la vida de un país cuyas raíces, costumbres y tradiciones debe conservar y defender. Precisamente, desde esos conocimientos se prepara al estudiante para su vida ciudadana adulta, donde debe entender y expresar, por solo citar algunas, las relaciones alteridad-identidad, tolerancia-intransigencia y aprender cómo enfrentar problemas sociales sin negar la expresión de las emociones y el desarrollo de su conciencia afectiva.

En el proceso de formación de las actitudes, el componente afectivo tiene en cuenta los sentimientos y los estados emocionales que permiten el acercamiento o rechazo hacia el objeto de actitud, que no es otra cosa que el sistema de conocimientos de esas asignaturas. Por tal motivo, el componente afectivo debe propiciar la expresión de las emociones de los estudiantes en estrecha relación con lo cognitivo, en busca de la modificación o reforzamiento de las actitudes en los estudiantes.

El trabajo con la esfera emocional en clases

El trabajo con la esfera emocional en la clase se desarrolla desde la selección de los métodos y las fuentes.

Desde la exposición oral del profesor, en su narración con matices e inflexiones, se destaca el valor de lo que se dice. Díaz H insiste en ello cuando afirma que "los escolares necesitan llegar a la conceptualización desde correctas representaciones de los hechos, desde narraciones interesantes que cautiven la atención por su fuerza emocional".(9) En otro momento, precisa que "armonizar los datos probatorios con el factor emocional es un significativo requerimiento pedagógico en nuestra asignatura; razón y sentimiento deben marchar juntos en la dirección del aprendizaje y la educación de los alumnos".(10) Ello no niega la participación del alumno a partir de lo narrado por el profesor, mediante preguntas propias o elaboradas por el docente, mediante ejercicios de empatía o de autopercepción que busquen la exteriorización de las emociones. Ahora bien, no siempre el profesor es un buen narrador y ello exige el empleo de otras variantes.

Otra vía se encuentra en el trabajo con textos y fuentes que reúnan características emotivas, que permitan movilizar emociones y sentimientos que puedan exteriorizarse en la clase y fortalezcan la relación cognitivo-afectivo en el proceso de aprendizaje. Esta vía exige una cuidadosa selección de los textos u otras fuentes para el trabajo en esta dirección.

Una experiencia desarrollada en el curso escolar 2010-2011 con estudiantes de segundo año de la carrera de Marxismo-Leninismo e Historia, de la Universidad de Ciencias Pedagógicas "Enrique José Varona", en la asignatura Didáctica de las Ciencias Sociales II, desde el sistema de clases prácticas, estuvo dirigida a la demostración del trabajo con la esfera emocional desde fuentes diversas. Así, a modo de ilustración, se presenta una clase práctica donde se trabajó con documentos históricos seleccionados previamente por el profesor. Los documentos fueron los siguientes:

Con todos esos textos, los estudiantes desplegaron el algoritmo para el trabajo con documentos históricos que tiene en cuenta(11):

A estos aspectos se les añadieron los siguientes:

- ¿Qué emociones produjo en ti este texto? ¿Por qué?

- ¿Qué huella te dejó su lectura? ¿Por qué?

Los estudiantes, en su aproximación a las fuentes seleccionadas, desplegaron un modelo de razonamiento que permitió la apropiación de la información histórico-concreta que ellas ofrecen, pero ese modelo se dirige a lo probatorio, que no implica necesariamente, que se explicite lo emocional. Sobresale la emoción de quienes escribieron los documentos, pero no la de los aprendices que se aproximan a esas fuentes y pueden identificarse o no desde lo afectivo, con lo expresado por esas personas. ¿Cómo entender y compartir entonces la ética de los combatientes revolucionarios cubanos de todos los tiempos de respetar al enemigo vencido si no se logra que el alumno exprese sus emociones cuando lee en el Diario de Campaña del Generalísimo que "cortar la rosa no es tan malo, deshojarla con desprecio, es lo amargo"(12)? ¿Cómo compartir y preservar esa actuación?

Se trata, entonces, de promover la expresión de esas emociones para incidir en su regulación y autorregulación, así como en el compromiso afectivo con su labor profesional.

Desde los modos de actuación profesional hay que demostrar que la selección de los métodos y las fuentes es tarea del profesor, que exige preparación desde la ciencia, dominio del programa de la asignatura y una superación permanente para realizar las determinaciones didácticas necesarias.

Sobre la base del modelo ofrecido en la clase antes ilustrada, se continuó esta experiencia. En otra clase práctica, los alumnos presentaron textos susceptibles de ser utilizados en la secundaria básica sobre la base de un sistema de actividades que incluía la explicitación de las emociones provocadas por la lectura de los textos seleccionados. Hay que destacar que las propuestas abarcaron textos diversos: narrativos, poéticos, documentos históricos, artículos de la prensa, entre otros.

Otra clase práctica reorientada en esta dirección fue la del trabajo en el museo histórico donde, a partir de la información que ofrecen las fuentes originales, los estudiantes derivaron actividades de empatía histórica y de autopercepción, donde explicitaron las emociones experimentadas. Posteriormente, elaboraron actividades para una guía de trabajo independiente, dirigida a estudiantes de secundaria básica, donde incluyeron ejercicios encaminados a la exteriorización de las emociones con su correspondiente explicación. En este proceso se entrenan las habilidades profesionales.

Durante el desarrollo de todas las clases prácticas, se pudo observar, en los estudiantes, transformaciones en el aspecto cognitivo, ya que buscaban más información de la fuente seleccionada y de su contexto; se entrenaban en habilidades de localización, procesamiento y comunicación de la información, entre otras. En lo afectivo, aprendieron a explicitar sus propias emociones y a escuchar las de otros compañeros. En este aspecto algunos declararon que nunca antes habían hecho algo así y que al principio, no sabían lo importante que era. Desde lo comportamental, la transformación se observó en que localizaron nuevas fuentes para repetir la actividad desarrollada.

Hay que destacar que, durante las clases prácticas, el estudiante percibe cómo los métodos de la ciencia (desde los modelos de razonamiento, las herramientas para la comprensión de los textos y su significado, y desde la información de las propias fuentes) se materializan en los métodos pedagógicos, en los procesos de autoaprendizaje e interaprendizaje que permiten la apropiación de múltiples saberes a los que se llega también desde las emociones.

Conclusiones

El trabajo con la esfera emocional es esencial para el fortalecimiento del componente afectivo en el proceso de formación de actitudes y valores.

Las asignaturas de Ciencias Sociales tienen potencialidades afectivo-emocionales que contribuyen a la formación humanista y humanística de los estudiantes.

El trabajo con la esfera emocional desde los métodos y las fuentes para las asignaturas de Ciencias Sociales en la escuela media debe entrenarse de forma sistemática desde la docencia de Didáctica de las Ciencias Sociales como modo de actuación profesional.

La experiencia desarrollada desde la asignatura Didáctica de las Ciencias Sociales con estudiantes de segundo año de la carrera de Marxismo-Leninismo e Historia, de la Universidad de Ciencias Pedagógicas "Enrique José Varona", demuestra la importancia del trabajo con la esfera emocional desde las asignaturas de Ciencias Sociales para el despliegue de los modos de actuación profesional.

 

Referencias

(1)ROMERO M, ÁLVAREZ C, LOLO O. El desarrollo del pensamiento histórico de los escolares en la enseñanza de la Historia. Rev Varona, No 24, (29-39), ene-jun, 1997.

(2)ÁLVAREZ R M. Didáctica de la Historia y de las Ciencias Sociales. Bolivia: Editorial KIPUS; 2006. p.15.

(3)REYES J I, ROMERO M, PALOMO A. Enseñanza de la Historia para la escuela actual. Curso Pre-reunión. Congreso Internacional. Pedagogía 2007. La Habana, Cuba: Sello Editor Educación Cubana; 2007. p.6.

(4)REYES J I, ROMERO M, PALOMO A. Enseñanza de la Historia para la escuela actual. Curso Pre-reunión. Congreso Internacional. Pedagogía 2007. La Habana, Cuba: Sello Editor Educación Cubana; 2007. p.4

(5)MARTURANA H. Del ser al hacer. Chile: Comunicaciones Noreste; 2004.

(6)MORÍN E. La cabeza bien puesta. Repensar la reforma, repensar el pensamiento. Buenos Aires, Argentina: NUEVA VISION; 1999.

(7)HERNÁNDEZ C. El sentido de lo humano en el contexto educativo venezolano (visto desde la teoría de Humberto Marturana). ARJE. Revista de Postgrado FACE-UC. Universidad de Carabobo. Vol 3 (4), ene-jun, 2009. p.134.

(8)CARUSO D R. Tareas cognitivas relacionadas con las emociones. 2001. En: http://www.emotionallQ.com/MSCIT.html (Consultado julio 13, 2012).

(9)DÍAZ H. Sobre la Historia y otros temas. La Habana, Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 2006. p.63.

(10)DÍAZ H. Apuntes martianos para las clases de Historia de Cuba y otras ideas. La Habana, Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 2010. p.17.

(11)ROMERO M, ÁLVAREZ C, LOLO O. El desarrollo del pensamiento histórico en la enseñanza de la Historia de Cuba. Informe de investigación. La Habana, Cuba: Instituto Superior Pedagógico "Enrique José Varona"; 1999. p.23.

(12)GÓMEZ M. Diario de Campaña. La Habana, Cuba: Ediciones Huracán, I.C.L.; 1969. p.422.

 

Bibliografía

MARTÍNEZ C. Consideraciones sobre inteligencia emocional. La Habana, Cuba: Editorial Científico-Técnica; 2008.

MARTURANA H, VARELA F. De máquinas y seres vivos. Autopoiesis: La organización de lo vivo. Sexta edición. Argentina: Editorial Universitaria LUMEN; 2004.

PORTUONDO J A. El pensamiento vivo de Antonio Maceo. La Habana, Cuba: Editorial de Ciencias Sociales; 1975.

SÁNCHEZ T. Inteligencia emocional. Toledo, España: Universidad Castilla-La Mancha; 2004.