Varona

No.55   Julio-Diciembre, 2012.    ISSN: 1992-82

El estudio independiente y la autopreparación del profesor en su formación inicial

Independent Study and Self-Preparedness of a Teacher in his Initial Training

MSc. Mercedes María Soca Gener. Profesora Auxiliar. Profesora Consultante. Universidad de Ciencias Pedagógicas "Enrique José Varona". La Habana, Cuba.

Correo electrónico: mercedesmariasg@ucpejv.rimed.cu

Recibido octubre de 2011   Aceptado febrero de 2012


RESUMEN

En la formación de pregrado del futuro profesional de la educación, el estudio independiente y la autopreparación, en el actual modelo pedagógico, devienen elementos consustanciales a la calidad de los egresados. El artículo presenta algunas consideraciones sobre este tema, la relación entre autoactividad e independencia, el estudio independiente y su carácter problematizador, interdisciplinar y de sistema, así como las habilidades requeridas para realizarlo. Un importante aspecto tratado es el referido a las exigencias para su concepción, diseño, ejecución y evaluación en las diversas disciplinas y carreras, tanto en la modalidad semipresencial como en la presencial.

PALABRAS CLAVE: autopreparación, estudio independiente, autoactividad, habilidad.

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ABSTRACT

During the undergraduate studies of the future education professional independent study and self-preparedness in today's pedagogical model, certain consubstantial elements in the quality of the graduate evolve. This article presents some considerations regarding the relationship between self-activity and independence, independent study and its interdisciplinary and problem solving character, as well as the abilities that it requires.

KEY WORDS: self-preparedness, independent study, self activity, abilities.

 


Introducción

El perfeccionamiento continuo de la Educación Superior plantea nuevos retos a la formación de los profesionales que habrán de enfrentar, en los más diversos campos, las demandas y las necesidades de la sociedad; en esta dirección, los planes de estudio D constituyen por su esencia un nivel superior en el logro de estos egresados con un perfil amplio, con alta independencia, autonomía y creatividad, que les permita un desempeño profesional exitoso en la atención de los problemas esenciales y más frecuentes en sus esferas de actuación. El principal reto se encuentra en lograr que los estudiantes asuman con responsabilidad e independencia la gestión de sus propios conocimientos, con un elevado nivel de compromiso e identificación con su proceso formativo.

Esta concepción requiere diseñar y dirigir el proceso de enseñanza-aprendizaje, en el que el aprendizaje del estudiante sea más independiente y en vínculo con su práctica docente, formación en la que la tecnología educativa desempeña un importante papel, así como los materiales instruccionales; por ello, es que la autopreparación y el estudio independiente de los estudiantes ocupan un importante lugar en el proceso de formación de los futuros profesionales de la educación. Hacia esta temática se dirige la atención en el presente trabajo.

Desarrollo

La autopreparación del estudiante sienta sus raíces en el pensamiento pedagógico cubano. En las ideas de los más preclaros educadores acerca de la concepción de educación, el aprendizaje del alumno sobre la base de su propio esfuerzo y la importancia que reviste para el desarrollo del intelecto, el papel del maestro y de la escuela; se encuentran referentes de incuestionable relevancia en la temática.

Al hacer una breve incursión en el ideario pedagógico de algunas de las más insignes figuras de la educación, como José de La Luz y Caballero, José Martí, Enrique José Varona, entre otros, se han encontrado las ideas siguientes:

Planteó Luz J lo siguiente: "…no se concurre a los establecimientos para aprender todo lo aprendible, sino muy singularmente para aprender a estudiar y para aprender a enseñar. Los institutos de educación son teatros donde la juventud debe tantear y robustecer sus fuerzas para marchar después sin ajeno apoyo. Así se gravará tan profundamente en el alma de los preceptores como en la de los discípulos aquel áureo principio, proclamado por la razón y sancionado por la experiencia: que todo alumno debe ser maestro de sí mismo o de lo contrario nada será…".(1)

Chávez J, al referirse a algunos de los aspectos más relevantes de las concepciones educativas lucistas, señala que fijó la necesidad de desarrollar la autoactividad en el proceso de formación de las capacidades y las habilidades en los alumnos.(2)

El insigne educador y patriota Varona E J planteó que "...el maestro debe saber estudiar, para que sepa enseñar a estudiar. Aquí está, en su germen, todo el problema de la pedagogía".(3) También refirió que "...lo que más ha esterilizado la educación es el dogmatismo, que pretende ahorrar trabajo al alumno, y le da fórmulas, en vez de despertar sus estímulos para que sepa llegar a ellas",(4) así como "...enseñar a trabajar es la tarea del maestro. A trabajar con las manos, con los oídos, con los ojos y después, y sobre todo, con la inteligencia".(5)

En las ideas de Martí J, el más preclaro de los educadores, en sus diversas obras expresó la importancia de que el niño y el estudiante transiten por su propio proceso de aprendizaje; por ejemplo, cuando señaló que "...lo que hace crecer el mundo no es el descubrir cómo está hecho, sino el esfuerzo de cada uno por descubrirlo (…). El que saca de sí lo que otro sacó antes que él, es tan original como el otro"(6) y "…no se sabe bien sino lo que se descubre".(7)

Estas, entre muchas otras, aportan las concepciones e ideas que privilegian el esfuerzo de aprender por sí propio y su valor formativo desde las primeras etapas del aprendizaje. La autopreparación, como forma organizativa del proceso de enseñanza-aprendizaje, sienta sus bases en ellas y se ve enriquecida con la fortaleza que brindan a la pedagogía.

Para lograr una comprensión acertada de su importancia en la actualidad, se requiere el análisis a la luz del modelo pedagógico de la educación superior cubana y sus peculiaridades en la formación del profesional de la educación. El modelo pedagógico diseñado para esta concepción plantea como características esenciales las siguientes: flexible, estructurado, centrado en el estudiante, con actividades presenciales sistemáticas y una práctica enriquecida.

Este modelo se caracteriza, entre otros elementos, por estar centrado en el estudiante, y una formación profesional desde la práctica laboral investigativa, proceso en el que se combinan las actividades presenciales con otras mediadas por los recursos tecnológicos; así como la gestión de los conocimientos por los propios estudiantes, extendiendo la influencia del profesor más allá del momento en que se encuentra con ellos. La concepción y los requerimientos del Plan de Estudios D ponen de relieve la necesidad de buscar "…nuevos métodos que centren la atención principal en el autoaprendizaje",(8) consideraciones válidas para todos los tipos de cursos. En este caso, la autopreparación y la independencia adquieren una mayor relevancia.

Como expresara el especialista español Fernández M, "…se trata de que el alumno vaya siempre más allá de donde le dejó el profesor con su enseñanza, recorriendo su parte del camino curricular, aportando su tarea, sello personal creando algo…".(9)

En esta temática resulta imprescindible definir las conceptualizaciones de autopreparación y de trabajo independiente, así como aquellos elementos que les son consustanciales y determinan sus principales características.

Desde la Resolución 220 de 1979, la autopreparación se define como una "…forma organizativa del proceso docente educativo por medio de la cual el estudiante realiza su trabajo independiente, sin la presencia del docente".(10)

En la Resolución 210 de 2007 se precisa que "…la autopreparación es una de las formas organizativas del proceso docente-educativo en la que el estudiante realiza trabajo independiente sin la presencia del profesor. Tiene como objetivo el estudio de diferentes fuentes del conocimiento orientadas por el profesor, que le permite al estudiante prepararse para lograr un aprovechamiento adecuado en las distintas actividades docentes; así como para realizar las diferentes evaluaciones previstas. Se realiza tanto de forma individual como colectiva y constituye una condición indispensable para el logro de los objetivos propuestos. Los profesores deben orientar y controlar la autopreparación en todas las formas organizativas del proceso docente-educativo (...). Esto permite fomentar el desarrollo gradual de la independencia cognoscitiva de los estudiantes, así como sus hábitos de autocontrol".(11)

De todo lo expuesto anteriormente, la autopreparación puede definirse como la forma organizativa del proceso de enseñanza-aprendizaje en la que el estudiante, de manera independiente, interactúa con las fuentes de información, con su contexto, con otras personas, para dar solución a las tareas cognoscitivas, prácticas y valorativas planteadas, proceso en el que desempeña un importante papel la sistematización integradora de su propia práctica laboral-investigativa.

Por ello, es que se requiere que la autopreparación sea sistemáticamente organizada, dirigida y controlada por los docentes, de forma tal que el estudiante acceda al contenido desde la búsqueda y el procesamiento de la información que requiere, utilizando los recursos tecnológicos a su disposición para ir alcanzando los niveles de autonomía necesarios, a fin de dar solución a las situaciones de enseñanza-aprendizaje planteadas, en estrecha vinculación con los problemas de su práctica laboral-investigativa, lo que posibilita un adecuado enfoque profesional en un proceso de aprendizaje consciente, formativo y autorregulado.

El carácter de sistema deviene requisito fundamental en el diseño de las actividades del estudio independiente, en el que se debe tomar en consideración:

- El enfoque profesional del proceso, atendiendo a los problemas de su práctica laboral-investigativa como disciplina integradora en la formación profesional.

- La atención a las tareas y las funciones del profesional de la educación: la docente-metodológica, de orientación educativa y de investigación-superación.

- La concepción integral e interdisciplinar en las situaciones de aprendizaje.

- El aumento de los niveles de complejidad en las actividades orientadas, que permitan al estudiante ir transitando a niveles superiores de independencia y autonomía en su proceso formativo.

- La posibilidad de ir desarrollando las habilidades en la expresión oral y escrita, así como la comunicación con sus compañeros del grupo, con sus profesores y otras personas implicadas en la solución de las situaciones presentadas.

- El desarrollo de las habilidades investigativas requeridas ante los problemas propuestos.

- La formación de cualidades y valores requeridos para el ejercicio de la profesión y como miembro de la sociedad.

- Que el sistema de tareas posibilite el trabajo individual, por equipos y grupal, en una actividad cooperada de los estudiantes.

En lo tratado hasta el momento, como se ha podido apreciar, el trabajo independiente constituye un elemento esencial en la autopreparación; por lo que resulta imprescindible realizar un breve análisis al respecto.

Señalan algunos autores que el trabajo independiente, en sentido general, es una tarea o sistema de actividades orientadas por el maestro y un tiempo razonable para resolverla(s). Es la necesidad que tienen los alumnos de buscar y seleccionar las mejores vías de solución a las situaciones de aprendizaje presentadas. "El concepto de independencia solamente puede entenderse en su dinámica, en su desarrollo. El máximo nivel de independencia presupone:

- "Determinados conocimientos y habilidades.

- "La comprensión de la tarea, del objetivo de la actividad.

- "El dominio del método de solución.

- "Capacidad para transformar el método de trabajo en correspondencia con el objeto de la tarea y su carácter y buscar nuevos procedimientos para su solución".(12)

En el logro de este nivel de independencia se presentan algunas limitaciones, como: la disponibilidad del fondo de tiempo necesario para la solución de las tareas, así como las insuficiencias que, en el desarrollo de las habilidades generales y de estudio, presentan los estudiantes. En este sentido, la determinación de los niveles de ayuda requeridos por estos resulta imprescindible en una enseñanza en la que los estudiantes deben ir transitando hacia una forma autónoma en su aprendizaje.

Entre los requisitos esenciales, inherentes al trabajo independiente, es el carácter de sistema en el diseño de las tareas que se les presentan al estudiante; al respecto, Rojas C señala que "…en cuanto al aspecto relacionado con la esencia del trabajo independiente (…) no es suficiente con la clara formulación de los problemas y objetivos del mismo sino que además, es necesario establecer como cuestión esencial, la presentación del trabajo independiente como un sistema…".(13)

Otro elemento que resulta importante es la determinación de las dimensiones, que se consideran deben estar presentes en la autopreparación:

Dimensiones:

- Diagnóstica

- Problematizadora

- Cognoscitiva

- Afectivo-motivacional

- Interdisciplinar

- Profesional

- Evaluativo-controladora

Estas dimensiones se dan en una estrecha interrelación desde la propia concepción y el diseño del sistema de situaciones de enseñanza-aprendizaje, su orientación y control. En la concepción y planificación del trabajo independiente y la autopreparación constituye una exigencia metodológica la realización de un diagnóstico, que proporcione la información del estado actual de los estudiantes y posibilite dirigir su aprendizaje a estadios superiores de desarrollo, aspecto que se encuentra en relación con los niveles de ayuda que debe ofrecer el maestro.

La dimensión problematizadora plantea la necesidad de partir de los problemas profesionales que se les presentan a los estudiantes en el transcurso de su práctica laboral investigativa, lo que implica la visión interdisciplinaria de estos, así como el enfoque profesional del proceso de formación.

Para que el estudiante logre los niveles de independencia a los que se aspira en su formación inicial debe prestarse una especial atención al desarrollo de sus potencialidades cognoscitivas. Se puede plantear, entre otros aspectos, los siguientes: determinar lo esencial en lo que estudian o escuchan, establecer vínculos causales, analizar, sintetizar, comparar, clasificar, jerarquizar, abstraer, generalizar, realizar un pensamiento reflexivo y crítico.

El carácter interdisciplinar deviene requisito indispensable en la solución de las situaciones de enseñanza-aprendizaje que se les plantea a los estudiantes, que deberá acudir a diferentes referentes teóricos para la acertada comprensión y solución de los problemas que resolverán. En este sentido, el trabajo metodológico de los colectivos de año es de gran importancia, en tanto que las actividades diseñadas serán expresión de los vínculos existentes entre las diversas asignaturas del año; no se concibe que las problemáticas presentadas a los estudiantes se centren en una asignatura de forma aislada.

Se considera que lo afectivo-motivacional se encuentra estrechamente relacionado con el enfoque profesional del proceso, en tanto que en la medida que los estudiantes encuentren el vínculo con su práctica laboral-investigativa se irán adentrando en su propio campo de actuación. Otro elemento de suma importancia es la participación del estudiante en las situaciones de enseñanza-aprendizaje que se propongan, así como en los problemas de los diferentes contextos vinculados a ella, el sentido de considerarse participante activo en su propio proceso de formación resulta de gran valor formativo y motivacional.

Hacia estos elementos se debe dirigir la atención y determinar las habilidades de estudio y las específicas que se irán desarrollando en cada situación pedagógica concreta; ello exige un trabajo metodológico sistemático en los colectivos de año, disciplina y asignatura en las diferentes carreras de la formación magisterial.

En esta dirección, un elemento destacado es la consideración de la práctica laboral-investigativa como eje central en la formación. Esta proyección inicial se irá precisando en cada uno de los años de la carrera, en las nuevas condiciones.

La autopreparación del estudiante y su trabajo independiente requieren de determinados requisitos, que constituyen exigencias que no pueden ser desconocidas. Entre ellas se ha considerado oportuno destacar las siguientes:

Las habilidades conformadoras del desarrollo personal, planteadas por Fariñas G, y que a continuación se refieren(14):

I. Habilidades relacionadas con el planteamiento y la consecución de metas personales, organización general de la vida cotidiana.

II. Habilidades relativas a la comprensión y la búsqueda de información.

III. Habilidades relativas a la comunicación y a la relación con los demás.

IV. Habilidades relacionadas con el planteamiento y la solución de problemas.

El desarrollo de estas habilidades requiere un sistemático e integrado trabajo del profesor y los estudiantes.

Con respecto al profesor, debe tener en cuenta:

- La habilidad que se va a desarrollar para lograr el objetivo.

- El sistema de acciones y operaciones que implica su operacionalización.

- Considerar el nivel de asimilación.

- Determinar el tiempo necesario en correspondencia con la tarea.

- Evitar los factores de riesgo que lleven a crear barreras en el aprendizaje.

- La orientación para la realización de las acciones de estudio independiente con los elementos teóricos requeridos, lógica claridad en la estructura de la tarea(s) y su vínculo con la práctica.

- Utilización del enfoque problémico, que implique la búsqueda e indagación científica de los estudiantes.

- Buscar las mejores vías para despertar el interés y la motivación de los estudiantes para la solución de la(s) tarea(s).

El estudiante en el desarrollo de estas habilidades debe ir transitando por acciones que le permitan perfeccionar su actividad de estudio y autopreparación, en este sentido, se destacan algunas de ellas:

- Saber escuchar. Esta acción implica, en primer lugar, prestar atención a lo que se está orientando por el profesor y las participaciones de sus compañeros para pedir aclaraciones, precisiones, captar la información, que le posibilite la comprensión precisa de lo que se le está planteando y lo que se espera que él haga.

- Organizar las actividades que debe realizar: cómo trabajar con la bibliografía orientada, las notas de clases, los recursos tecnológicos disponibles.

En lo problematizador se pueden destacar las habilidades siguientes:

Identificar problemas. Analizarlos, jerarquizarlos, establecer prioridades.

La activación y la regulación exigen que en la autopreparación el estudiante vaya alcanzando niveles superiores en los procesos cognoscitivos que desarrolla, pensamiento en el que la actividad productiva y creadora sea su principal característica. En este sentido, el estudiante debe acercarse a la realización de las tareas de estudio independiente, de distinta forma a como lo ha venido haciendo. Se hace necesario que el autoaprendizaje y la autorreflexión consideren acciones que potencien un nivel superior en la actividad intelectual.

Pensar en sistema. Pensar en planos de análisis no en detalles.

Ver las cosas distintas. Encontrar lo que pocos ven. Generar soluciones más creativas.

En la autorreflexión:

Precisar las fortalezas que posee para emprender la solución de las tareas propuestas.

Analizar críticamente cuáles son sus puntos débiles y las posibles vías para superarlos.

Determinar las posibles alternativas para vincular la teoría con la práctica.

Buscar las diversas formas y variantes de enriquecer el contenido aprendido.

Modelar alternativas en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Aplicar todo lo aprendido en situaciones de la práctica educacional.

La consideración de un último aspecto, no menos importante, es el relativo a la evaluación del trabajo independiente y la autopreparación.

En la actividad evaluativa del trabajo independiente no existen recetas, aunque sí es importante señalar que, en dependencia del tipo o complejidad de este, el profesor debe realizar consultas o intercambios que orienten al estudiante en los logros de los objetivos. Los resultados del trabajo independiente y la autopreparación pueden ser concretados de forma escrita, oral, de manera práctica o combinando algunas de estas alternativas.

Conclusiones

En la Educación Superior el actual modelo de formación exige y plantea nuevos retos a la autopreparación y el trabajo independiente de los estudiantes, tanto en la modalidad semipresencial como en la presencial, los que deben asumir el compromiso de su preparación; ello implica plantearse sus propias metas, la ampliación y profundización de los conocimientos de la profesión, el desarrollo de habilidades profesionales en vínculo directo con su práctica laboral-investigativa; así como la elevación de su cultura general y ética profesional.

El sistema de actividades para el estudio independiente en la autopreparación debe caracterizarse por lo problematizador, interdisciplinar y creativo, a partir de las dimensiones cognoscitiva, problemática e interdisciplinar que permita al estudiante la búsqueda de soluciones de forma independiente con un fundamento científico, en un intercambio dinámico con sus contextos de actuación.

La concepción, la planificación y el diseño del sistema de actividades para la autopreparación de los estudiantes en la Educación Superior, exige un trabajo metodológico interdisciplinar, con un enfoque sistémico del colectivo de año de la carrera, en cada tipo de formación.

Referencias

(1)LUZ J (Apud Chávez J). Del Ideario Pedagógico de José de la Luz y Caballero (1800-1862). La Habana, Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 1992. p.89.

(2)CHÁVEZ J. Del ideario pedagógico de José de La Luz y Caballero (1800-1862). La Habana, Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 1992.

(3)VARONA E J. Trabajos sobre educación y enseñanza. La Habana, Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 1992. p.171.

(4)VARONA E J. Trabajos sobre educación y enseñanza. La Habana, Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 1992. p.171.

(5)VARONA E J. Trabajos sobre educación y enseñanza. La Habana, Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 1992. p.171.

(6)MARTÍ J. Obras completas. T. 5. La Habana, Cuba: Editorial de Ciencias Sociales; 1975. p.190.

(7)MARTÍ J. Obras completas. T. 20. La Habana, Cuba: Editorial de Ciencias Sociales; 1975. p.213.

(8)MINISTERIO DE EDUCACIÓN SUPERIOR. Consideraciones acerca de los Planes de Estudio D. La Habana, Cuba: Autor; 2008.

(9)FERNÁNDEZ M. Las tareas de la profesión de enseñar. Madrid, España: Siglo XXI; 1994. p. 305.

(10)MINISTERIO DE EDUCACIÓN SUPERIOR. Resolución 220 del 79. La Habana, Cuba: Autor; 1979.

(11)MINISTERIO DE EDUCACIÓN SUPERIOR. Resolución Docente-Metodológica 210/07. La Habana, Cuba: Autor; 2007.

(12)KLINGBERG L. Introducción a la Didáctica General. La Habana, Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 1978. p.128.

(13)ROJAS C. El trabajo independiente de los alumnos. Su esencia y clasificación. Rev Varona, No 1, 1978. p.69.

(14)FARIÑAS G. Maestro para una didáctica del aprender a aprender. La Habana, Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 2004.

 

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