Varona

No.54   Enero-Junio, 2012.    ISSN: 1992-82

La necesidad de estimular el estudio de las ciencias, en particular de la química

The need to Stimulate the Study of the Sciences, Particulary Chemistry

Dr.C. Lilia María Pino García. Profesora Titular. Universidad de Ciencias Pedagógicas “Enrique José Varona”. La Habana, Cuba.

Correo liliamariapg@ucpejv.rimed.cu

Dr.C. Haydée Damiana Rionda Sánchez. Profesora Titular. Profesora Consultante.

Universidad de Ciencias Pedagógicas “Enrique José Varona”. La Habana, Cuba.

Correo haydeers@ucpejv.rimed.cu

Dr.C. Yara Luisa Cárdenas Cepero. Profesora Titular. Universidad de Ciencias Pedagógicas “Enrique José Varona”. La Habana, Cuba.

Correo yaracc@ucpejv.rimed.cu

Recibido junio de 2011   Aceptado septiembre de 2011


RESUMEN

El artículo se refiere al desinterés que muestran los jóvenes de hoy, por el estudio de las carreras de ciencias; por tal razón, se hace necesario realizar actividades atractivas para ellos, que sean capaces de despertar el amor por el estudio de las ciencias y elevar su cultura científica, por lo que el objetivo es evidenciar algunas acciones que se han desarrollado en el Departamento de Biología-Química de la Universidad de Ciencias Pedagógicas “Enrique José Varona”, dirigidas a la necesidad de estimular el estudio de las ciencias desde la preparación de los estudiantes.

PALABRAS CLAVE: química, ciencia, actividad, cultura científica.

ABSTRACT

This article deals with the disinterest young people show towards the study of the science courses, for this reason it is necessary to carry out attractive activities in order to awaken their love for the study of sciences and to elevate their scientific culture. To fulfil this objective, the Biology-Chemistry department of the Pedagogical Sciences University “Enrique José Varona” has taken some actions to stimulate the study of sciences from the students’ preparation.

KEY WORDS: chemistry, science, activity, scientific culture.


Introducción

En las actuales circunstancias mundiales, cada vez más complicadas en el plano económico y sociopolítico, la educación cubana se enfrenta a uno de los mayores retos de su historia: formar un ser humano, capaz de sentir, pensar y actuar de manera culta y que esté decidido a participar activamente en los nuevos proyectos que el país está obligado a desarrollar en las esferas económica, política, social y cultural.

Cuba, mediante sus máximos dirigentes y la propia práctica social, ha expresado en los últimos 45 años, sus aspiraciones de escalar posiciones cimeras en diferentes ramas de la ciencia mundial, especialmente las vinculadas al campo de la salud y de la educación. La frase. Fomentar y desarrollar la cultura científica es parte imprescindible de la educación y la cultura. Esta permite conformar predicciones, explicaciones y aportar soluciones a los procesos y los fenómenos naturales y sociales, desde el conocimiento de lo mejor y más actualizado de las ciencias, desarrollar habilidades, sentimientos y formas de actuación, dirigidas a interactuar creadora y positivamente con la naturaleza y la sociedad.

La necesidad de elevar la cultura científica es comprensible, si se parte de que los estudiantes deben tomar conciencia de las posibilidades y obligaciones que asumen como ciudadanos, bajo la premisa de que las diferentes influencias los deben preparar como individuos bien informados, con suficiente capacidad de discernir y tomar decisiones de acuerdo con los disímiles contextos sociales; todo ello relacionado con el desarrollo de una sólida formación integral.

No obstante, en los últimos años se constata una tendencia en los jóvenes de hoy, hacia un desinterés por el estudio de las carreras de ciencias; ello hace necesario realizar actividades atractivas que se correspondan con el  desarrollo dinámico del conocimiento de la ciencia y la tecnología del siglo XXI, lo que constituye el objetivo central de este artículo.

Este trabajo es resultado del desarrollo de las líneas de investigación sobre Cultura Científica y Educación Bioética, en que están insertados los autores, como parte del “Proyecto desempeño profesional pedagógico para la implementación del programa director de formación de valores de la Universidad de Ciencias Pedagógica “Enrique José Varona”. La concepción teórica que se asume son los resultados de la plataforma teórica elaborada en estos proyectos, de las tesis de maestría y doctorales asociadas; así como de la producción científica realizada sobre estas temáticas por los autoras y se reflejan las diferentes actividades que han desarrollado los profesores integrantes de la cátedra.

Desarrollo

El impacto que la Ciencia ha tenido en la vida de los hombres y las mujeres hace pensar en el interés por el estudio, en su enorme potencial ético y didáctico; sin embargo, la actitud frente a la Ciencia no es la esperada, sino más bien se observa como un hecho independiente, cuando no rechazo hacia esta.

Algunas de las supuestas causas del desinterés de los estudiantes hacia la Ciencia y el trabajo científico se recogen por el autor español Gil, quien señala algunas de las deformaciones más comunes que proporcionan una imagen de la naturaleza de la Ciencia y que están muy difundidas en la enseñanza en general. Entre ellas se presentan (1):

a)    Visión empirista y ateórica, que identifica la ciencia con la observación y el laboratorio, y supone que los conocimientos científicos se forman por inducción, a partir de los datos puros. Olvida así aspectos fundamentales de trabajo científico como el planteamiento del problema, la referencia al cuerpo de conocimientos ya existentes o la emisión de hipótesis.

b)    Visión lineal y acumulativa del desarrollo de la ciencia, que ignora las crisis y las remodelaciones profundas de las teorías y conceptos científicos.

c)    Visión aproblemática y ahistórica, que transmite conocimientos ya elaborados como hechos asumidos sin mostrar los problemas humanos y técnicos que generaron su construcción.

d)    Visión individualista, el conocimiento científico aparece como obra de genios aislados, ignorando el papel del trabajo científico de generaciones y de grupos de científicos.

e)    Visión elitista, que esconde la significación de los conocimientos tras el aparato matemático y presenta el científico como un dominio reservado a minorías especialmente dotadas y, en particular, dando una imagen sexista de la Ciencia.

f)    Visión descontextualizada, socialmente neutra, alejada de los problemas del mundo e ignorando sus complejas interacciones con la técnica y la sociedad. Se proporciona una imagen estereotipada de los científicos, encerrados en torres de marfil y ajenos a la necesaria participación y toma de decisiones en todos los niveles de la sociedad.

Se considera, además, que otra de las posibles causas del desinterés hacia las ciencias y su estudio; así como de las actitudes negativas de los estudiantes es la desconexión entre las ciencias que se enseñan y el mundo que le rodea, su falta de aplicaciones prácticas; es decir, la ausencia de la relación Ciencia-Tecnología-Sociedad. No se trata de aspirar a una enseñanza de las ciencias “primermundista” con laboratorios ricos, con enormes recursos dedicados a las escuelas de la élite, que por demás no han dado resultados en la misma proporción que las grandes sumas invertidas.

El desarrollo de la cultura científica pasa obligatoriamente por estimular la adquisición de conocimientos científicos desde las ideas previas que el estudiante ha asimilado, lo que se corresponde con la teoría del conocimiento que reconoce al nivel empírico como una etapa en la formación del conocimiento científico.

El término cultura científica es complejo y se percibe falta de consenso sobre qué representa el término cultura científica en la literatura que aborda esta temática.

Se asume la definición de cultura científica dada por Pino L, la cual considera que “La cultura científica comprende los conocimientos sobre los objetos, los fenómenos y los procesos, relacionados con la Ciencia y la Tecnología; así como los procedimientos y las habilidades para su aprehensión, su transformación, su producción, su aplicación y su transmisión por el hombre desde posiciones éticas y en un contexto histórico social determinado. Incluye realizaciones, así como intereses, sentimientos, valores, convicciones y modos de actuación que le posibilitan al hombre relacionarse armónicamente con la Naturaleza y la Sociedad. La cultura científica se expresa en un sistema de valores materiales y espirituales que permiten al hombre asumir su responsabilidad social ante el desarrollo científico técnico contemporáneo”.(2)

Esta definición, a diferencia de otras, explicita el proceso para el desarrollo de la Cultura Científica, teniendo presente la Ética y el contexto histórico-social en su desarrollo, por lo que no se limita solo a los conocimientos vinculados con la Ciencia y la Tecnología, sino también, como elementos esenciales, se revela el enfoque humanista y se enfatiza en lo relacionado con el desarrollo del hombre y con su autorrealización, lo que van a posibilitar un vínculo armónico del hombre con la Naturaleza y la Sociedad.

Se infiere de esta definición, que entre sus dimensiones estructurales están:

-La capacidad de interpretar fenómenos naturales.

-La comprensión de mensajes, informaciones, textos de contenidos científicos y, en su caso, de producirlos.

-La evaluación de enunciados o conclusiones, de acuerdo con los datos o justificaciones que los apoyan.

La cultura científica es humanista, por entender al ser humano como portador de potencialidades para transformar el medio con que interactúa y transformarse así mismo, por medio de su actividad, lo que implica conocimientos, tanto teóricos como prácticos, buenos sentimientos, independencia, creatividad para ser cada día y en cada momento histórico mejores personas.

Además, la cultura científica es humanista si tiene en cuenta dónde vive el hombre, sus creencias, ideas, esperanzas, conflictos y temores; cuáles son los descubrimientos que afectan su desarrollo, su interrelación con el resto de la comunidad humana de acuerdo con los descubrimientos; así como el reconocer qué hombre es dentro de la sociedad, cuál es su adaptación al desarrollo y cuáles son sus valoraciones.

Se aspira a una enseñanza rica en conocimientos, en cultura, con profesores capacitados y entrenados en el método científico, pertrechados de herramientas de motivación, de amor, de dedicación hacia las ciencias y con una clara conciencia (humanista, solidaria y no consumista), del papel de la ciencia y la tecnología en el mundo de hoy y en del futuro de los países en vías de desarrollo.

Por ello, la incorporación de una cultura científica y una educación bioética en el proceso docente-educativo incluye, comprender, usar modelos y conceptos, desarrollar las destrezas de comunicación en relación con mensajes de contenidos científicos, la capacidad de analizar y emitir mensajes con base científica; en definitiva, utilizar el método científico.

Recopilar y sistematizar las experiencias de los recursos humanos del sector educacional para perfeccionar el proceso de enseñanza-aprendizaje de las ciencias, así como la formación de los profesionales que intervienen en dicho proceso, es un reto de la pedagogía contemporánea y una de las metas que tiene la Cátedra de Cultura Científica “Antonio Núñez Jiménez”  de La Facultad de Ciencias de la Universidad de Ciencias Pedagógicas “Enrique José Varona”, es promover un movimiento de participación de las distintas áreas universitarias en torno a la divulgación del saber científico y el desarrollo de la cultura científica de los profesionales.

Se infiere de esta definición, que entre sus dimensiones estructurales están:

-La capacidad de interpretar fenómenos naturales.

-La comprensión de mensajes, informaciones, textos de contenido científico y, en su caso, de producirlos.

-La evaluación de enunciados o conclusiones, de acuerdo con los datos o justificaciones que los apoyan.

La cultura científica es humanista, ya que entiende al ser humano como portador de potencialidades para transformar el medio con que interactúa y transformarse así mismo, por medio de su actividad, lo que implica conocimientos, tanto teóricos como prácticos, buenos sentimientos, independencia, creatividad para ser cada día y en cada momento histórico mejores personas.

Además, la cultura científica es humanista si tiene en cuenta dónde vive el hombre, sus creencias, ideas, esperanzas, conflictos y temores; cuáles son los descubrimientos que afectan su desarrollo, su interrelación con el resto de la comunidad humana de acuerdo con los descubrimientos; así como el reconocer qué hombre es dentro de la sociedad, cuál es su adaptación al desarrollo y cuáles son sus valoraciones.

El humanismo en la Ideología de la Revolución Cubana, como concepción filosófica e ideológica sobre el ser humano, es el plano más integrador de la concepción ética y axiológica que se sustenta, en fundamentos martiano y marxista-leninistas, acerca de los valores, como configuraciones intrínsecas y dinámicas de las personas como un todo único, orgánico e irrepetible y de la sociedad en su conjunto. Las autoras concuerdan con Chacón N en que los valores acompañan al ser humano en toda su vida y son un objeto especial de atención en el proceso de su formación inicial y permanente. (3)

Por lo anterior, se considera que algunos elementos esenciales para poder coexistir con el desarrollo científico-técnico de estos tiempos son: un enfoque cada vez más humanista de la enseñanza de las ciencias, que ponga de relieve la contribución de ellas a la cultura general integral y que preste especial atención a los problemas éticos relacionados con el desarrollo científico-tecnológico; el establecimiento de un núcleo de problemas, conceptos, ideas, leyes y principios, comunes a diversas ramas de la Ciencia y la Tecnología, que sirva de base al trabajo interdisciplinario en los centros docentes y a la integración de múltiples saberes y dimensiones de la cultura humana; la familiarización de los estudiantes con métodos y modos de pensar y comportarse, característicos de la actividad científico-investigativa contemporánea; el desarrollo en ellos de una actitud crítica, reflexiva y, al propio tiempo, responsable, transformadora y solidaria, ante los problemas de la humanidad y de su entorno.

En la conferencia mundial sobre la Ciencia para el siglo XXI auspiciada por la Unesco y el Consejo Internacional para la Ciencia, se declaraba que “Para que un país esté en condiciones de atender a las necesidades fundamentales de su población, la enseñanza de la ciencia y la tecnología es un imperativo estratégico. Como parte de esa educación científica y tecnológica, los estudiantes deberían aprender a resolver problemas concretos y atender a las necesidades de la sociedad, utilizando sus competencias y conocimientos científicos y tecnológico”.(4) Y se añade que ”hoy más que nunca es necesario fomentar y difundir la alfabetización científica en todas las culturas y en todos los sectores de la sociedad, (…) a fin de mejorar la participación de los ciudadanos en la adopción de decisiones relativas a la aplicación de los nuevos conocimientos”.(5)

En esta adopción de decisiones relativas a la aplicación de los nuevos conocimientos que se expresan en la Declaración de Budapest, para nuestro país es necesario puntualizar la importancia que presenta el contenido ético humanista de la política educacional en Cuba, sustentada en los principios de la moral socialista.

La cultura científica y la educación bioética unidas en la educación en general, se revelan como instrumentos inseparables y necesarios en la búsqueda de alternativas para la comprensión de los fenómenos y la concreción de acciones para la transformación de la realidad, en aras de un mundo más justo, de equidad, de diálogo, de entendimiento humano y sustentabilidad de desarrollo.

Por lo antes expuesto, ha constituido una necesidad la creación de la Cátedra de Cultura Científica, como alternativa para fomentar el estudio de la ciencia, permitir la promoción y la divulgación del saber científico en centros como la Universidad de Ciencias Pedagógicas “Enrique José Varona”, tanto interna como externamente.

La Cátedra de Cultura Científica “Antonio Núñez Jiménez” de La Facultad de Ciencias de la Universidad de Ciencias Pedagógicas “Enrique José Varona”, tiene como objetivos:

-Elevar la cultura científica de profesionales, otros trabajadores, estudiantes y población en general, mediante actividades docentes, investigativas y de extensión universitaria en sentido general, así como la promoción de espacios y relaciones nacionales e internacionales en correspondencia con estos fines.

-Promover un movimiento de participación de las distintas áreas universitarias en torno a la divulgación del saber científico.

Algunas de las actividades realizadas se señalan a continuación:

-El desarrollo de un postgrado sobre Cultura Científica y Educación Bioética con enfoque axiológico, en el departamento de Ciencias Naturales de la Universidad de Ciencias Pedagógicas “Enrique José Varona” y otro en el Instituto Vocacional Politécnico del Ministerio del Interior “Hermanos Martínez Tamayo”.

-Realización de las acciones previstas en el plan de trabajo metodológico del departamento de Ciencias Naturales y de los colectivos pedagógicos, encaminadas al desarrollo de la Cultura Científica y la Educación Bioética, desde un enfoque axiológico, en las diferentes asignaturas.

-Orientación, desde un enfoque axiológico de la Cultura Científica y la Educación Bioética, en los contenidos de las diferentes disciplinas, asignaturas, cursos o seminarios especiales, turnos de debates y reflexión, excursión docente, comisión provincial de Ciencias Naturales y entrenamientos metodológicos conjuntos.

-Orientación de diferentes trabajos curriculares y extracurriculares, desde un enfoque axiológico de la Cultura Científica y la Educación Bioética.

-Introducción de los resultados de las investigaciones relacionadas con la Cultura Científica y la Educación Bioética, desde un enfoque axiológico, en el desarrollo de cursos de postgrado, de programas y guías de estudio de asignaturas y disciplinas en cursos de pregrado.

-Sistematización, en el departamento de Ciencias Naturales de la orientación, desde un enfoque axiológico de la Cultura Científica y la Educación Bioética, en los contenidos de las diferentes disciplinas, asignaturas, cursos o seminarios especiales, turnos de debates y reflexión, excursión docente, comisión provincial de Ciencias Naturales y entrenamientos metodológicos conjuntos.

-Sistematización e incremento de la divulgación de diferentes trabajos científicos y científico-estudiantil relacionados con la Cultura Científica y la Educación Bioética, con un enfoque axiológico.

-Participación con actividad expositiva de energía renovable, en el Festival Infantil de Ciencia y Tecnología en la Colina Universitaria el domingo, 8 de febrero del 2009. La Unión de Jóvenes Comunistas de Ciudad de La Habana, lo consideró como una actividad de cierre de la semana de receso escolar.

-Desarrollo de los cursos optativos Diversidad Biológica y el de Ingeniería Genética y Biotecnología por profesores investigadores de estas instituciones.

-El día de la Ciencia Cubana, en todos los colectivos estudiantiles de la Facultad de Ciencias se desarrollaron actividades científicas orientadas por los miembros de la cátedra, así como una exposición sobre el “Año de la Matemática”.

-Concurso sobre conocimientos de Química, con énfasis en la historia de esta ciencia y de su enseñanza, con la participación de los estudiantes y la dirección de los profesores.

-Conferencia sobre la actividad práctico-experimental con el Dr C Francisco Pérez del Instituto Central de Ciencias Pedagógicas, en la que participaron profesores y estudiantes del departamento.

-Participación en el Parque Metropolitano, en el área del Almendares, en el Festival Infantil de la Ciencia que organizan la Academia de Ciencias de Cuba, el Parque Metropolitano, la Unesco y las universidades, mediante sus cátedras de Cultura Científica, en el caso de la del Varona, con una acción sobre la Química para la comunidad, realizada por una docente del Departamento, que constituye parte de su investigación doctoral, de hecho, vinculada a la línea de cultura científica, asistieron docentes y estudiantes; así como miembros de la comunidad colindante al Parque.

-Participación en la VII Jornadas de la Cultura Científica, auspiciadas por la Academia de Ciencias de Cuba y coauspiciadas por la Unesco y otros organismos, dedicadas al Año Internacional de la Química, en la que se realizó un Café Científico, que contó con un concurso para los estudiantes, 19 del Instituto Preuniversitario Vocacional Vladímir I. Lenin y dos estudiantes de la carrera de Biología-Química de la Universidad de Ciencias Pedagógicas; previamente se desarrollaron cuatro presentaciones de Química práctica por docentes de la Universidad de La Habana y se expusieron experiencias de docentes de la Universidad de Ciencias Pedagógicas “Enrique José Varona”.

-El 4 de noviembre, se desarrolló el día del químico en Cuba, en honor a Álvaro Reinoso, para lo cual se montaron distintas actividades práctico-experimentales y de reconocimiento a la labor de los docentes de Química en activo y jubilados, así como a los estudiantes de la carrera de Licenciatura en Educación: Biología-Química. Para estas actividades se invitaron estudiantes del Instituto Preuniversitario Urbano “Manolito Aguiar”, con los que se trabaja para incentivar su orientación profesional hacia las carreras pedagógicas y, en particular, la relacionada con la Química.

-Se ha trabajado desde la cátedra lo referente a la Historia de las Ciencias, en particular de Química y de Biología, tanto por profesores, como en trabajos de curso y diploma de estudiantes, para enriquecer la cultura científica.

-Para el cierre de la jornada por el Año Internacional de la Química, el 8 de diciembre se contó con la charla “Los Biopolímeros. Su impacto en Medicina y Farmacia” impartida por: Dr. Cs. Carlos Peniche Covas, Profesor Titular de la Universidad de La Habana y Secretario de la Comisión Nacional de Grados Científicos. Actividad que resultó muy interesante, se desarrolló en el salón de rectoría con la participación de docentes y estudiante del departamento de Biología y Química y con docentes del departamento Biología-Geografía, además se contó con la presencia de la Rectora de la Universidad de Ciencias Pedagógicas “Enrique José Varona”.

-Se desarrolló el 13 de enero de 2012, una conferencia sobre “La Química y el amor” impartida por el Doctor en Ciencias Roberto Cao, Profesor Titular de la Facultad de Química de la Universidad de La Habana y Presidente de la Sociedad Cubana de Química. Actividad en la que participaron docentes y estudiantes de la Universidad de Ciencias Pedagógicas “Enrique José Varona”.

Como parte de la labor que desarrolla la cátedra de Cultura Científica “Antonio Núñez Jiménez” y resultado del “Proyecto desempeño profesional pedagógico para la implementación del programa director de formación de valores de la Universidad de Ciencias Pedagógica “Enrique José Varona”, la educación bioética se ha desarrollando en diferentes asignaturas del área de las Ciencias Naturales, en la asignatura Geografía General se elaboró un software para contribuir a desarrollar una cultura científica en los estudiantes del Curso Pre-médico, desde la educación bioética, también se confeccionó un material de estudio complementario de la asignatura Geografía de Preuniversitario y su metodología, para que pueda ser analizado, reflexionado y debatido por los estudiantes; además, se diseñaron estrategias para desarrollar diferentes temas geográficos, como la relación de la ciencia, la tecnología y el desarrollo, con la calidad de vida y sus impactos en los países del Tercer Mundo.

En este sentido, también se construyó una concepción integradora y desarrolladora del proceso de enseñanza-aprendizaje de las Ciencias Naturales desde un enfoque de Ciencia, Tecnología y Sociedad, desde la educación bioética, como una alternativa didáctica de las emisiones televisivas de las clases de Química y de Biología para la enseñanza preuniversitaria.

Desde hace varios cursos se desarrollan alternativas y estrategias didácticas en la enseñanza de diferentes asignaturas y disciplina, biológicas y químicas, como Biología Celular y Molecular, Fisiología, Genética Ecológica, Química General, Historia de la Biología e Historia de la Química.

Históricamente, el desarrollo de las ciencias experimentales y su enseñanza ha enfatizado la visión del experimento ligada al conocimiento empírico, como fuente principal del conocimiento sensorial directo o vía para la decantación o refutación de las teorías, sin detenerse en los nexos existentes entre el experimento y la teoría como medio de obtención del conocimiento científico. “EL desarrollo de la ciencia no se concibe sin el experimento, pero sólo en su unidad estrecha con la teoría…”.(6)

“Un estudiante que carezca de la comprensión teórica apropiada no sabrá dónde o cómo mirar para efectuar las observaciones adecuadas a la tarea en cuestión o no sabrá cómo interpretar lo que ve”.(7) Las actividades experimentales que se planifiquen realizar deben contemplar, como un elemento necesario, la reflexión para que ayude a los estudiantes a alcanzar un nivel de comprensión conceptual específico. En correspondencia con ello, la atención prioritaria está en la enseñanza de la observación y el experimento como métodos de la ciencia, como una vía de acceder al conocimiento científico.

El empleo de la técnica semimicro en la realización de actividades experimentales es una vía muy utilizada que requiere que los estudiantes trabajen individualmente en su puesto de trabajo. Ello permite el desarrollo de un trabajo independiente más efectivo y a la atención diferenciada por el profesor de sus estudiantes, según sus necesidades y potencialidades.

Una gran parte de la dotación semimicro puede ser construida por el profesor y los estudiantes y, en ocasiones, sustituida por materiales desechables. En esta dirección, la iniciativa y la creatividad de los profesores, y de los propios estudiantes, desempeñan una función importante.

Conclusiones

Las actividades experimentales que se realicen deben estar orientadas hacia la comprensión de la naturaleza de los conocimientos científicos, la utilización de los procedimientos de los métodos de observación y experimentación mediante tareas y soluciones de problemas del entorno cotidiano, que permitan la apropiación de formas de razonamiento sistemáticos y generalizados, lo que contribuye al desarrollo intelectual en el proceso de aprendizaje, a la par que incrementa el interés por el estudio de la Química y su responsabilidad en la valoración de su utilidad y su significado social.

Para lograr la estimulación del estudiante por el estudio de las ciencias es necesario conseguir su participación activa en su aprendizaje, lo que requiere que haya implicado un esfuerzo intelectual para él,  que demande orientarse en la tarea, reflexionar, valorar, suponer, llegar a conclusiones, argumentar, utilizar el conocimiento, generando nuevas estrategias, entre otras acciones.

En correspondencia con la idea anterior, aprender implica cambios como resultado de la actividad cognoscitiva y afectivo-valorativa individual, aunque dicha actividad puede adquirir diferentes particularidades en función de los objetivos, los procesos, los contenidos y las condiciones en que se aprende.

 

Referencias

(1)GIL D. Enseñanza de las ciencias y las matemáticas. Soporte digital. Barcelona, España: OEI, Editora Popular; 1993.

(2)PINO L M. Cultura científica y Axiología. CD de Educación en Valores, Nº 2. La Habana, Cuba: Universidad de Ciencias Pedagógicas “Enrique José Varona”; 2006.

(3)CHACÓN N, ET AL. Resultados del proyecto de profesionalidad pedagógica para la formación humanista de los profesionales de la educación. 2002-2006. La Habana, Cuba: Universidad de Ciencias Pedagógicas “Enrique José Varona”; 2007.

(4)DECLARACIÓN DE BUDAPEST. (1999). Marco general de acción de la declaración de Budapest. En: http://www.oei.org.co?cts/budapest.dec.htm (Consultado, febrero 23 del 2002).

(5)DECLARACIÓN DE BUDAPEST. (1999). Marco general de acción de la declaración de Budapest. En: http://www.oei.org.co?cts/budapest.dec.htm (Consultado, febrero 23 del 2002).

(6)FUNDORA J, VALDÉS P, PEDROSO F. El trabajo experimental de los alumnos en el aprendizaje de la física en la secundaria básica. Ponencia. Evento Provincial de Metodología de la Enseñanza de la Física. La Habana, Cuba: Ministerio de Educación; 1999. p.4.

(7)HODSON, D. Hacia un enfoque más crítico del trabajo de laboratorio. Enseñanza de las Ciencias. Barcelona, 12(3), 1994.

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