Varona

No.54   Enero-Junio, 2012.    ISSN: 1992-82

La comunidad vecinal y su autodesarrollo desde la interrelación de las influencias educativas

The Local Community and its self Development from its Interrelation with Educative Influences

Dr.C. Argelia Fernández Díaz. Profesora Titular. Universidad de Ciencias Pedagógicas ‘‘Enrique José Varona’’. La Habana, Cuba:

Correo electrónico: argeliafd@ucpejv.rimed.cu

Recibido septiembre de 2011   Aceptado noviembre de 2011


RESUMEN

El artículo revela la necesidad de la interrelación de las influencias educativas de los centros docentes y de la comunidad vecinal en función de su propio autodesarrollo. Es de destacar cómo las influencias educativas, tan importantes para la contribución al desarrollo de la personalidad de los sujetos que viven en una comunidad, no la ejercen solamente los vecinos que conviven, sino también todas y cada una de las agencias y agentes socializadores constituyen una vía para ello. Es en la comunidad vecinal donde se interrelacionan las personas y aprovechan todo lo que existe en ella; de este modo, utilizan sus  recursos, tanto materiales como humanos, a favor de su desarrollo. En este proceso de interrelación se generan las influencias educativas que garantizan una sensibilización adecuada para el accionar conjunto en función del autodesarrollo de la comunidad en cada una de las esferas del saber y de la vida.

PALABRAS CLAVE: comunidad, interrelación, autodesarrollo, influencia, educación.

ABSTRACT

This article reveals the necessity of the interrelation with educative influences at schools and the local community in function of its own self development. It is important to highlight how the educative influences that are so important to the contribution of the development of the personality of people, who live within a community, are not exercised only by neighbors who live in the community, but also each social agent an agency that creates a road for the development. It is in a community where people interrelate and take advantage of all that exist within the community and therefore use the resources, whether material or human in favor of their development. In this interrelation process certain educative influences are generated that guarantee the adequate sensibilities that allow for the correct function of self development of the community in each sphere of knowledge and life.

KEY WORDS: community, interrelation, self development, influence, education.


Introducción

Las acciones comunitarias en Cuba, en función de promover la participación para solucionar problemas locales, se incrementan y son objeto de estudio de numerosas instituciones y organizaciones en la actualidad. Ello se da con más fuerza desde la década de los años 90, con la aparición del Período Especial. No obstante, es menester destacar que, durante toda la etapa revolucionaria, es decir, desde 1959 en todo el país, se han manifestado diferentes vías que demuestran que ha existido siempre un accionar comunitario.

Las primeras conceptualizaciones acerca de comunidad vecinal guardan alguna relación con la concepción griega de ciudad, polis, como el ámbito de encuentro interpersonal, de diálogo y celebración. Se le dio un sentido jurídico en la etapa medieval y se consideró como un lugar de comercio.

Es evidente que el individuo, desde su nacimiento, está inmerso en un conjunto de influencias que actúan sobre él y que están en dependencia de las normas, costumbres, ideología, valores presentes en la sociedad, en general, y muy en particular, de la comunidad vecinal, donde se asienta su hogar. Por lo tanto, es en la comunidad vecinal, como meso-realidad, donde se desenvuelve su vida, además de que convive en familia como micro-realidad inmediata a su propia existencia.

En ese conjunto de influencias educativas heterogéneas, que proceden de numerosas instituciones, donde los sujetos asumen un rol, tanto en la familia como entre los vecinos que conviven en la comunidad donde se desenvuelve la vida de cada sujeto. Por tanto, el resultado en la educación que alcanza un sujeto, depende de cómo interiorice estas influencias y logre incorporarlas a su actuación como personalidad; es decir, en su actividad y comunicación. Ello señala la necesidad de que estas influencias garanticen una educación adecuada y de acuerdo con el fin último de la educación que se plantea el Estado. Es importante, entonces, garantizar un adecuado sistema de influencias educativas desde que el individuo nace. El propósito del artículo es exponer la necesidad de la interrelación de las influencias educativas de los centros docentes y de la comunidad vecinal en función de su autodesarrollo. La novedad del tema no solo está en lo que la autora puede plantear, sino en las disímiles formas de hacer coincidir las influencias educativas en un sujeto con un fin desarrollador. Es un tema inagotable el estudio de la convivencia humana.

Desarrollo

Los asentamientos poblacionales se consideran como toda manifestación conjunta de personas con residencia fija en un lugar que se determina, en los cuales se desarrollan y se garantizan sus necesidades vitales. Pero estos no constituyen una comunidad inmediatamente que se asientan sus pobladores en un territorio. Es importante que se establezcan relaciones interpersonales  entre sus miembros, que garanticen, en el transcurso del tiempo, la formación de costumbres, hábitos, leyes propias de la comunidad vecinal, todo lo cual proviene de la adecuación de lo general de la sociedad a su forma peculiar y particular de dar respuesta a esos aspectos.

El concepto de comunidad vecinal o territorial, como algunos llaman, se utiliza con mayor énfasis a partir del siglo XIX. Recorre múltiples criterios, relativos al entorno físico, la interacción entre los pobladores y sus intereses, hasta los que se refieren a las relaciones funcionales. De cierta manera, la comunidad vecinal se constituye en una unidad donde se vivencia la interrelación de lo social y lo individual. Lo más significativo es, sin duda, que deviene como tal, desde la interrelación de estas influencias, individuo-sociedad, ya que se concreta precisamente a nivel de esas interrelaciones.

Hoy en día, en Cuba, han aflorado en algunos territorios asentamientos poblacionales que suelen llamarse ilegales. Con el decurso del tiempo, no siempre se reubican a las familias que conviven en ese lugar y, en ocasiones, se van haciendo nuevas viviendas con condiciones favorables para su subsistencia y se establecen de forma fija en ese territorio. Estas familias que se asientan en ese territorio desde la interrelación, fomentan sentimiento de pertenencia, crean sus propias costumbres, intereses, por lo que ese asentamiento puede ser la génesis de una comunidad vecinal.

La comunidad vecinal es, por tanto, una unidad social, inherente a la sociedad, que se confirma e identifica objetivamente a los diferentes niveles estructurales y en las etapas históricas en que se organiza. Toda comunidad constituye un asentamiento poblacional primeramente, es una entidad objetiva que actúa como célula indispensable de la actividad humana, y en ella se entrelazan, de forma peculiar, los elementos subjetivos de los sujetos particulares y del sujeto social. Es preciso destacar que las organizaciones e instituciones, así como todas las personas en cualquier sociedad, ejercen influencias unas sobre otras, y esto se vivencia en las comunidades vecinales.

Obviamente, responden a las necesidades sociales, económicas y políticas, también culturales, entre otras, de la sociedad donde se forman esas comunidades; además, es propio de cada persona ejercer influencia sobre los otros seres humanos. Cada una de las comunidades se retroalimentan de forma constante de las otras comunidades vecinales y de la sociedad, en general, en esa relación social que establecen para garantizar su propia subsistencia, y así se refleja a lo largo de la historia de la humanidad. Lo importante es que las influencias educativas se conviertan en positivas y respondan a los objetivos sociales.

La comunidad vecinal comprende un entorno comunal, el cual subsume, a su vez, entre otros, los centros docentes. Además, comprende un entorno familiar.

El entorno comunal se entiende como el sistema de condiciones que garantiza el desarrollo de la comunidad vecinal. Comprende, por tanto, la infraestructura social y técnica donde los habitantes se asientan y utilizan para satisfacer sus necesidades vitales; ya sea económica, cultural, de salud, entre otras. Este entorno constituye el complemento de vida, en el cual vive la familia y deben existir las condiciones indispensables para el aumento gradual y proporcional del nivel de vida de la población. Se erige el entorno comunal como un espacio donde se genera el proceso de socialización, en que niños, jóvenes y adultos actúan de forma individual y colectiva.

Garantiza, por tanto, el entorno comunal, la subsistencia de la familia. El entorno familiar tiene que ver con las condiciones que le permiten al ser humano que se resguarde del medio, acá se genera la socialización primaria del individuo; no obstante, ambos entornos se complementan en el proceso de socialización de los sujetos.

Se interpreta que la respuesta más concreta a la búsqueda de soluciones a nivel de la comunidad vecinal, está en establecer acciones en la propia comunidad, con una incidencia multifactorial y multidisciplinaria. Esto indica un accionar conjunto de todas las organizaciones políticas y de masas; además, de todos los representantes de las instituciones de cada esfera del conocimiento. Es decir, que se entrelacen las influencias educativas de todos los agentes y agencias socializadoras, no solo para resolver problemas, sino para elevar la calidad de vida de las personas que se involucran, con una visión del futuro.

Se puede afirmar que en la comunidad vecinal se genera un proceso de construcción de sí misma y en esta dinámica de interrelación, de las relaciones sociales que se generan, se desarrolla la conciencia, tanto individual como colectiva de cuáles son los aspectos que la identifican como comunidad, diferente a otras. Es decir, se conforma en la evolución de sus propias vivencias como grupos de personas que se entrelazan desde cada identidad individual. Algo similar ocurre con las creencias, representaciones, proyectos, valores, que se producen entre sus miembros; además, que son diferentes en cada comunidad vecinal, son la expresión de su propia existencia, de su realidad particular.

Las influencias educativas tan importantes para la contribución al desarrollo de la personalidad de los sujetos que viven en una comunidad, no la ejercen solamente los vecinos que conviven en la comunidad, es preciso destacar que todas y cada una de las agencias y agentes socializadores que se encuentran en el entorno comunal constituyen una vía para ello, se habla así de los medios masivos de comunicación, las instituciones sociales, entre otros. En general, esas influencias se recepcionan por todos los que interactúan en una comunidad vecinal; es decir, la familia, las instituciones, vecinos, centros de trabajo y tienen igual connotación a nivel de la sociedad en general.

Es preciso destacar que son un elemento clave las vivencias que día a día tiene un sujeto en la comunidad, que puede garantizar que las influencias educativas adecuadas, positivas, tomen valor y fuerza en lo cotidiano de las interrelaciones que se generan entre sus miembros. El elemento fundamental de la vida en la comunidad vecinal es la actividad económica, pero junto a ella y como parte esencial de la vida del ser humano, están las necesidades sociales que incluyen a la educación, la salud pública, la cultura, la ciencia y el deporte, entre otras.

En la comunidad vecinal se interrelacionan las personas y aprovechan todo lo que existe en ella; de este modo, utilizan sus propios recursos, tanto materiales como humanos a favor de su propio desarrollo. La zona geográfica, las posibilidades y alternativas varían, no son iguales en cada sociedad ni en cada contexto comunitario, en particular. Es preciso, por tanto, delimitar qué aspectos limitan o potencian su desarrollo, no solamente los materiales, sino también tener en cuenta sus recursos humanos, sus potencialidades educativas, en general.

Esto hace que se deba respetar la diversidad de tradiciones y características culturales que garantizan la historia de cada comunidad vecinal. Es de vital importancia la atención y el respeto a las peculiaridades propias que hacen, de cada una ellas, un marco singular e irrepetible. No obstante, desde un accionar con un mismo fin educativo, es importante no reforzar las tradiciones y las costumbres negativas, y sí lograr que se afiancen las adecuadas, las que generan la formación de la personalidad que se aspira en la sociedad.

Entonces, al reflexionar sobre el aporte de los sujetos a la comunidad vecinal y a la sociedad en general, es preciso preguntar, ¿qué se espera siempre de las personas que participan activamente en la vida de la comunidad? Esta interrogante alerta a todas las agencias y agentes socializadores sobre el trabajo que deben realizar, que se propicie que las personas aporten lo mejor de sí a la colectividad, lo que redundaría en un ventajoso desarrollo personal y comunitario.

Cada una de las agencias y agentes socializadores, presentes en la comunidad vecinal, es decir, instituciones, organizaciones, personas, que participan en la socialización de los sujetos, ejercen su función educativa en relación con los otros, como engranajes del sistema que conforman. Esto condiciona el éxito de su funcionamiento desde la articulación entre los objetivos y las tareas específicas de cada una de estas agencias y agentes, en particular. De manera alguna, no se entiende que un individuo esté ajeno a la vida de su entorno comunal, producto de un individualismo, que lo conduzca a que se olvide de las otras personas que, junto a él, forman parte del lugar donde se desenvuelven como seres humanos.

El proyecto social cubano refuerza la función de la comunidad vecinal en la vida de la nación cubana y es notable el desempeño de las organizaciones de masas y políticas en este sentido. Se evidencia que es importante que todas las influencias educativas, cualesquiera que sea su origen, deban conducir a un mismo fin educativo, desde y a partir de una posición de clase.

En Cuba, el Consejo Popular como órgano primario del poder estatal, ejerce el gobierno en la demarcación por la cual se instituye. Es el órgano político administrativo de menor alcance para potenciar la coordinación e integración de acciones por los diferentes actores en la vida social cubana actual. No obstante, en el rol de los delegados de circunscripciones, como representantes del gobierno y el Estado, pueden desde la comunidad vecinal, llevar a fin de hecho este propósito, de una forma más coherente y a partir de las necesidades sentidas y subjetivas de los sujetos que conviven en ellas.

Esto garantiza un trabajo comunitario desde y para la comunidad. Se destaca así, en esta teoría y práctica del trabajo comunitario, que el sujeto se exprese y participe en la satisfacción de sus intereses. Todo ello confirma la democracia a la que se aspira alcanzar en la sociedad cubana. De hecho, con esta manera de actuar se logra un mayor protagonismo y compromiso ante las demandas de cambio que se deben enfrentar en la actualidad, tanto en el orden económico, constructivo y también social.

Se sostiene que todo trabajo comunitario deba tener, como elementos claves, que se parta de los intereses y las necesidades propios de los que viven día a día en la comunidad vecinal, que se conciba como núcleo conductor esencial el protagonismo de sus miembros en la solución de sus problemas, así como de la satisfacción, en general, de sus necesidades y que se tenga en cuenta la proyección de su futuro transformador. En esto se centra la interrelación de influencias educativas de cualquier centro docente con la comunidad vecinal con la cual interactúa, como una vía que permite integrar el trabajo comunitario.

Es evidente que no se debe ni se pueden separar las fuerzas potenciales del sistema de influencias educativas de los centros docentes y la comunidad vecinal, si se quiere alcanzar crecimiento personal en el estudiante, un desarrollo humano adecuado o el logro de la personalidad integral a la que se aspira por la sociedad cubana, para ser consecuente con la tendencia humanista del pensamiento pedagógico cubano, que centra la preocupación por el ser humano y hace énfasis en la relación entre la educación y la sociedad.

La posibilidad de utilizar las acciones que se promuevan desde la interrelación de los centros docentes y la comunidad vecinal, garantiza que las vivencias de los estudiantes sean más enriquecedoras, por lo que se contribuye a un proceso de enseñanza-aprendizaje más fructífero. Esto da paso a una educación más democrática y menos autoritaria, lo cual permite un modo en el que la aplicación de planes, así como los programas, se ajusten a la realidad de la escuela y la comunidad vecinal.

El centro docente y la comunidad vecinal poseen un protagonismo indiscutible en la formación y el desarrollo del ser humano. La interrelación de las influencias educativas de ellos se somete a momentos de contradicción y desequilibrios que resultan favorables al desarrollo, porque movilizan a la reflexión, la confrontación y la búsqueda de soluciones.

La importancia de este proceso educativo mancomunado, de preparar al sujeto en el centro docente y desde la interrelación con el resto de las influencias educativas, para que se incorpore a la sociedad, consiste en que se aporten los valores que se necesitan formar en cada uno. Todo ello implica que los sujetos se inserten de forma adecuada en la comunidad vecinal y en la sociedad, en general, en sus diferentes niveles, desde el barrio, la provincia y el país, hasta poder influir plenamente en la humanidad de forma global.

Las acciones conjuntas en las que se deben involucrar todos los miembros de cada uno de los contextos, serán en beneficio del proceso pedagógico que se lleva a cabo en el centro docente y elevar también la labor educativa en el contexto familiar y comunitario, todo lo cual garantiza el beneficio mutuo entre estas agencias socializadoras. En este proceso relacional están presentes los modos, los tipos; así como las formas participativas y cooperativas. Cada una de estas organizaciones, centros, instituciones, entre otros, en su marco concreto, puede contribuir al desarrollo de la educación de los sujetos a lo largo de toda la vida y en las diferentes esferas en que se manifiesta. Implica que se deben unir, de manera armónica y natural, todos sobre la base de intereses más determinados: culturales, deportivos, profesionales, recreativos, ya que cumplen funciones educativas específicas.

Es importante para la interrelación de las influencias educativas, que se capaciten las personas que participan en este proceso; entre ellas, las figuras claves de la comunidad vecinal, sus líderes formales y no formales. Esto constituye una de las acciones que se deben priorizar y serán permanentes como forma de garantizar la calidad y la efectividad de la dirección y la participación de los implicados, en función del autodesarrollo comunitario.

El desarrollo del trabajo comunitario como proceso, además de la capacitación, comprende el diagnóstico y la elaboración del plan a ejecutar, sin olvidar en este plan la evaluación del proceso y su reformulación. El diagnóstico revela los problemas y las necesidades; así como el potencial humano y material con que se cuenta. Se debe tomar en consideración la estructura de clases, capas y grupos sociales, las dimensiones básicas del modo de vida; así como las individualidades relevantes de los que se involucran. La proyección de un plan permite formular, organizar y ordenar las acciones que se emprenderán en la comunidad vecinal para la solución de los problemas que se detectan. Se precisan así las tareas concretas de cada participante, ya sea por el propio centro docente u otras instituciones u organizaciones, vecinos, entre otros, todo ello a favor de organizar las metas comunes.

Conclusiones

Contar con todas las potencialidades educativas de los centros docentes y la comunidad vecinal permite que se vivencie, de forma plena, la relación individuo-sociedad.

La interrelación de las influencias educativas del centro docente y de la comunidad vecinal se debe dar en un continuo aprendizaje, donde ninguna de las partes aporte más o sea más dueña de la verdad, donde todos tengan certeza absoluta del quehacer que le corresponde a cada agencia socializadora y principalmente dispuestas, a partir del saber de cada una, de sus vivencias y experiencias.

Bibliografía

ALONSO J, PÉREZ A, RIVERO R, ROMERO E, RIERA C. El autodesarrollo comunitario. Las Villas, Cuba: Editorial Feijoo; 2004.

BARTLE P. Glosario de participación. (Traducción de M. Lourdes Sada). http://www.scn.org/mpfc/key/key-as.htm (Consultado, junio 30 2007).

BELTRÁN F. Participación. http://csociales.uchile.cl/publicaciones/enfoques/02/edu02.htm (Consultado, julio 5 del 2007).

COLECTIVO DE AUTORES. Selección de lecturas sobre sociología y trabajo social. Curso de Formación de Trabajadores Sociales. Villa Clara, Cuba: Centro Gráfico de Villa Clara; 2005.

D´ANGELO O. Sociedad y educación para el desarrollo humano. La Habana, Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 2004.

DILUT L. Trabajo preventivo. http://www.astrolabio.net/educacion/ (Consultado, abril 11 del 2006).

FERNÁNDEZ A. Texto: consideraciones metodológicas sobre el cómo de la interrelación de los centros docentes con la comunidad. La Habana, Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 2008.

GARCÍA G, CABALLERO E (Comp.). Profesionalidad y práctica pedagógica. La Habana, Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 2004.

MESÍAS R, OLIVERAS R, ROMERO G. Herramientas de planeamiento participativo para la gestión local y el hábitat. Red XIV.F-Tecnologías Sociales y Producción Social de Hábitat. CYTED. Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo. PNUD-Cuba. http://www.sld.cu/saludvida/temas.php  (Consultado, diciembre 22 del 2009).

TABERA R E. Los Trenes. Colectivo de investigación  educativa CIE. La Habana, Cuba: Asociación de Pedagogos de Cuba; 1993.

UNGER F. Gestión de la innovación en el trabajo comunitario del Gobierno en la Isla de la Juventud. (2004). [Tesis en opción al Título Académico de Máster en Gestión del Conocimiento]. CITMA. Informe de Sociología de la educación para el centro de formación superior  del profesorado. Siete pantallas. Isla de la Juventud. http://www.ase.es/alcala/documento_alcala.doc (Consultado, septiembre 27 del 2005).

VASALLO N, ET AL. Selección de lecturas de Psicología Social y Comunitaria. La Habana, Cuba: Universidad de La Habana; 2003.

VENET R. La escuela en la comunidad. Competencias para el desarrollo de la creatividad de los escolares. Curso No. 34 del Congreso Internacional Pedagogía. La Habana, Cuba: Palacio de Convenciones; 2003.

VILLEGAS N E. La participación comunitaria en la gestión del riesgo: única estrategia exitosa para el logro de resultados efectivos en la reducción de los desastres. http://www.ccisd.org/esp/index.htm Apoyo a la participación comunitaria. (Consultado, abril 27 del 2005).

VITIER C. La identidad como espiral. Revista La Gaceta de Cuba, No.1, 1996.