Lic. Domingos David Teca. Escuela de Magisterio Primario de Luanda. Angola.

Correo electrónico: tdomingosdavidteca@yahoo.com.br

Dr.C. Estrella Aracelia Velázquez Peña. Profesora Titular. Universidad de Ciencias Pedagógicas “José Martí”. Camagüey, Cuba.

Dr.C. Isidro Eduardo Méndez Santos. Profesor Titular. Universidad de Ciencias Pedagógicas “José Martí”. Camagüey, Cuba.

Recibido junio de 2011   Aceptado septiembre de 2011

Introducción

La búsqueda de soluciones y alternativas para salir de la crisis ambiental o, al menos, mitigarla, ya en el siglo XXI no espera más; la naturaleza demuestra su lugar y el hombre, aun en condiciones de desarrollo económico elevados, en ocasiones se torna indefenso ante la furia desatada por ella. Tantos años de desequilibrio entre la naturaleza y la sociedad ponen en mayor peligro la existencia del hombre sobre el planeta y si él desaparece, con ello desaparecerá también toda su cultura, la experiencia acumulada, fruto de su actividad creadora.

En este sentido, no es posible encauzar hechos, desarrollar acciones que no tengan como centro la educación dirigida y explicitada, con énfasis en lograr el desarrollo de la sociedad, sin renunciar a la transformación de la naturaleza. Si el desarrollo alcanzado por el hombre posibilitó y posibilita los descubrimientos más trascendentes, que van desde el átomo a los ecosistemas, cómo no pensar y pensar con voluntad para hacer frente y solucionar los problemas ambientales globales, nacionales y locales, que son generados por su propio actuar desmedido sobre la naturaleza.

El principal agente que tiene que estar preparado para cumplir con su función social es el profesor; es él que educa con un fin determinado en el marco de una institución escolar; es él quien está obligado a transformar los conocimientos apropiados por la experiencia cotidiana de la vida, positivos o negativos, en conocimientos científicamente demostrados; es él quien enseña a amar con hechos científicamente demostrados; es él quien explica que en la naturaleza lo feo no puede ser rechazado porque no existe; la especie con características estructurales más grotescas, siempre tendrá un lugar importante en el entramado de relaciones que se dan, de forma equilibrada entre ellas en cualquier ecosistema.

Por tanto, el profesor necesita estar pertrechado del saber, expresado en conocimientos (conceptos, principios, categorías y leyes), del saber hacer que le permita accionar con esos conocimientos, del saber ser como expresión, ante todo, de los valores humanos que porta, de las normas que asume para relacionarse con el mundo y en los que la responsabilidad, la honestidad, la generosidad, la dignidad, el patriotismo y la solidaridad, se destacan por excelencia.

De igual manera, tiene que aprender a convivir en armonía con la naturaleza, consigo mismo y con los demás; ese es su desempeño como docente, para lo cual tiene que también aprender a emprender para lograr la independencia y la búsqueda de soluciones creativas en el aula y fuera de ella, a la multiplicidad de problemas que a diario se enfrenta y que exigen del respeto a las características de cada contexto en los que los más significativos, por su trascendencia y peligro,  son hoy los ambientales.

La educación ambiental se dirige a concientizar sobre los problemas ecológicos, culturales y sociales; sin embargo, hoy tiene que ir más allá, debe dirigirse a evitar nuevos problemas y no a incrementar los existentes; se trata no de contemplar y decir, sino de hacer y actuar, se debe entender, con la profundidad requerida, que ella es el medio para alcanzar el fin, que no es otro que lograr una formación ciudadana para el desarrollo sostenible.

Estas consideraciones son válidas para cualquier país y, de estos esfuerzos colectivos, deben salir las respuestas y las acciones de carácter planetario. La República de Angola no está exenta de estas dificultades e, incluso, tiene otras muy propias y particulares debido a sus características físico-geográficas, poblacionales, culturales y continentales. Por otra parte, su potencial científico y educacional durante décadas prestó su mayor atención a  la reconstrucción del país, devastado por una guerra que durante años impusieron las potencias extranjeras y poderosas fuerzas internas que dividieron y obstaculizaron su desarrollo como nación.

En las condiciones actuales, se le presta especial atención a la superación docente para lograr una educación de calidad y en diferentes documentos se declara explícitamente la necesidad de conocer y enfrentar, con acciones contextualizadas y propias, dicha superación docente con la intención de formar a las presentes y futuras generaciones en un desarrollo sostenible y armónico con la naturaleza.

Este trabajo es fruto de una investigación que, con este sentido, se realiza con los profesores de la Escuela del Magisterio Primario de Luanda y parte de un problema científico, relacionado con las insuficiencias que se presentan en la superación docente, en lo referente a la educación ambiental, que limitan la dirección del proceso de enseñanza-aprendizaje. Para su solución se propuso como objetivo diseñar una estrategia de superación docente en educación ambiental, de manera que se obtenga una adecuada dirección del proceso de enseñanza-aprendizaje con la intencionalidad de lograr una formación ciudadana para el desarrollo sostenible.

Desarrollo

La educación ambiental centra su estudio en preparar al sujeto para vivir, relacionarse y desarrollarse en el medio ambiente en que transcurre su vida. Sin embargo, por querer de educar al hombre con ese fin, ha sido una definición muy tratada y en cuyas esencias no existe una unidad de criterios; ello ha provocado que en la literatura consultada convivan diferentes posiciones para entender y comprender un mismo problema que puede manifestarse de distintas formas.

Si se sitúa una fecha para considerar cuando es que, con mayor énfasis, se comenzó a utilizar la definición de educación ambiental, fue a partir de la década de los años 70 del pasado siglo, pues a finales de los 60 se utilizaban diferentes términos, incluyendo educación para la gestión ambiental, educación para el uso de los recursos y educación para la calidad ambiental, para dirigirse a la educación enfocada a los humanos y el ambiente. Sin embargo, la educación ambiental es el término que con mayor frecuencia se ha utilizado.(1)

En el presente se asume la educación ambiental para alcanzar el desarrollo sostenible; si ya no es posible que la sociedad siga avanzando y el planeta lo sostenga, es necesaria la toma de conciencia, el compromiso y la actuación diaria, de manera tal que no se renuncie al desarrollo, pero que tampoco se afecte la vida en todas sus manifestaciones. “La educación ambiental es educación sobre cómo continuar el desarrollo al mismo tiempo que se protegen, preservan y conservan los sistemas de soporte vital del planeta. Esta es la idea detrás del concepto de desarrollo sostenible”.(2)

La educación ambiental, independientemente de las diversas definiciones y puntos de vista para enfocarla, es necesario entenderla como proceso especial, porque especial es el hombre que en ella se involucra, que lleva consigo conciencia, disposición y esfuerzo individual y colectivo para entender cada problema y enfocarlo desde una relación instructivo-educativo-desarrolladora, en que no se evada, de la atención del que la enseña y del que la aprende, todas las realidades actuales que han dejado de ser contenido de ficción para ser realidades agobiantes, destructivas y con consecuencias impredecibles para el presente y el futuro.

Asimismo, que no se renuncie a la felicidad humana, que se cultive, que se fabrique, que haya tecnología de punta, pero que, para ello, no se destruya el paisaje como fruto natural, no haya contaminación, se proteja y conserve la diversidad biológica para que materialidad y espiritualidad sigan yendo de la mano, para que ningún hombre que existe en este planeta renuncie a sus sueños y no se le conviertan en meras utopías.

Desde esta perspectiva se debe enfocar la superación de los docentes para alcanzar tales fines, si son ellos los que tienen la responsabilidad de dirigir la formación de las actuales y presentes generaciones. La superación es un proceso de carácter continuo, prolongado y permanente que transcurre durante el desempeño de las funciones docentes o directivas, cuya finalidad es el desarrollo del sujeto para su mejoramiento profesional y humano. Sus objetivos son, de carácter general, ampliar, perfeccionar, actualizar, complementar conocimientos, habilidades y capacidades, y promover el desarrollo y la consolidación de valores.

La superación de los docentes se caracteriza por su carácter sistémico, expresado en su coherencia entre todas sus partes estructurales constituyentes, que permiten su funcionabilidad, por dar respuesta a las necesidades que, en diferentes órdenes, presenta el profesional de la educación y por su carácter sistemático determinado por su frecuencia, por ser todos los días, para que ayude al profesor a crecer.

De la superación que garantice la preparación para dirigir el proceso de enseñanza-aprendizaje depende, en gran medida, la calidad del aprendizaje y, por ende, la formación integral del educando.

Una de las aristas más significativas en la superación docente, es aquella que le permita influir positivamente en la educación ambiental de los alumnos; por ello, desde la formación inicial como desde la postgraduada, debe alcanzar tales propósitos y, desde esta posición, debe constituirse en un proceso estratégico desde dos sentidos fundamentales:

-El profesor que domine bien su programa de enseñanza, que se caracterice por tener una cultura general y que pueda, desde su función social, no solo dar a conocer, sino incentivar la prevención y el cuidado, el evitar y no crear los problemas; es decir, ser portador y hacer portar a sus alumnos de una cultura preventiva, que llegue al detalle del objeto que se analiza; el desconocer el análisis particular o singular da al traste con el resultado que se pretende alcanzar.

-El profesor que por su preparación movilice, que haga posible la participación no solo del alumno, sino de la familia, de la comunidad, en que se reconozcan los deberes y los derechos de la educación para el desarrollo sostenible de cada uno que tiene protagonismo como ser individual y social.

Así se puede enfocar la superación docente en la educación ambiental para el desarrollo sostenible desde cuatro dimensiones diferentes, en que se entrelazan los aspectos cognoscitivos con los afectivos, pues sin esta relación no será posible alcanzar el éxito de ninguna actividad humana y máxime la superación que implica sacrificio, constancia, esfuerzo y dedicación personal. Estas dimensiones son:

-Dominio interdisciplinario de los contenidos que sustentan la comprensión de la relación naturaleza-sociedad: se incluye el aporte de las diferentes asignaturas, los conceptos y definiciones claves y las maneras o las normas que los diferentes sujetos se relacionan con la naturaleza, ya sea a nivel micro o a nivel macro. En estrechos vínculos unos con otros para entender la integralidad de los hechos y los fenómenos ambientales que nos rodean de manera inmediata o mediata. Desde esta dimensión, la educación ambiental para el desarrollo sostenible estará en la obligación de generar nuevos conocimientos acerca de la protección y la conservación del medio ambiente y a buscar nuevas formas de actuar, sobre la base de la toma de conciencia de la interdependencia entre medio ambiente sano y vida sana.

-Concientización y modificación de los modos de actuar: se trata de conocer el problema y la o las causas que lo generaron y hasta dónde es posible la solución, con la participación consciente de cada ciudadano y de cada comunidad. Se trata de conocer para sensibilizar, actuar y solucionar.

-Desarrollo de investigaciones de carácter nacional, territorial y local dirigidas a solucionar los problemas medioambientales: constituye una dimensión porque hace falta conocer el problema que se investiga, y por qué se investiga pero, para ello, hay que estar  preparado en cómo investigar y lo que significa contextualizar los resultados científicos, porque lo que soluciona un problema en un lugar determinado, puede generar varios en otro contexto. Por otra parte, la envergadura que han adoptado los problemas medioambientales difícilmente serán resueltos al margen de la investigación científica, para encontrar las soluciones que tengan menos efectos indeseables.

-Protagonismo del profesor con sus alumnos en cada acción a desarrollar: si se asume que los problemas medioambientales han sido causados por el accionar desequilibrado del hombre sobre la naturaleza, por tanto son los humanos la causa de estos y deberán resolverlos individual y colectivamente. En este sentido, se desarrollarán habilidades para la toma de decisiones, para la búsqueda de soluciones duraderas y no dañinas, de mejora y no empeoramiento a largo plazo del entorno, para asumir responsabilidades y compromisos conscientes y duraderos que hagan posible el cambio social, en lo que respecta a lo económico, lo político-ideológico y lo cultural; se trata de preparar para el presente, pero ante todo para el futuro.

La superación en educación ambiental para un desarrollo sostenible debe preparar al docente para que pueda entender con amor y dedicación a sus alumnos, impartir el contenido principal, útil y necesario, ser acertado; en otras palabras, enseñarle al estudiante lo que, por su nivel de desarrollo, está en condiciones de aprender, ser vigente y virtuoso para alcanzar los objetivos propuestos con el máximo de calidad y lograr cambios de los modos de actuar de los alumnos en beneficio de la sociedad.

Dadas las características de la superación docente, dirigida a la educación ambiental y el contexto angolano que se pretende transformar, se consideró oportuno proponer una estrategia de superación con el objetivo de preparar a los docentes en educación ambiental para el desarrollo sostenible, de manera que puedan dirigir un proceso de enseñanza-aprendizaje. Para su implementación en la práctica educativa es necesario que se cumplan las premisas siguientes.

-Los profesores deben estar conscientes de la necesidad que tienen de transformar la manera en que dirigen el proceso y el significado que para ello tiene la superación, como la vía fundamental para educar ambientalmente para el desarrollo sostenible. Se trata de aprender para enseñar a aprender.

-Estar dispuestos y sensibilizados con el cambio, que significa enseñar a los alumnos a ser protagonistas en su aprendizaje, enfocado a una intencionalidad muy marcada, como es la formación ciudadana para el desarrollo sostenible y cómo, desde la transformación del alumno, se puede influir positivamente en la familia y la comunidad.

-Aplicar la metacognición y la reflexión como mecanismos del pensamiento que le permiten regular la cognición y determinar, ante cada situación problemática, los procedimientos de actividad que se exigen para ofrecer la solución requerida a los problemas medioambientales, a los que se enfrentan con sistematicidad y, en consecuencia, involucrar a los alumnos.

-Tener presentes las particularidades que tiene el contexto en que actúa como profesor y como ciudadano de una localidad y de un país.

De esta manera, se preparará a los docentes para identificar sus necesidades de superación en correspondencia con las de la escuela como institución social y la de sus alumnos, para lo cual se tendrán en cuenta sus temores, sus potencialidades, sus dificultades, sus sentimientos, su disposición, sus creencias, sus tradiciones culturales y la preparación alcanzada para dirigir el proceso de enseñanza-aprendizaje desde la perspectiva de la planificación, la orientación y el control de actividades docentes significativas e impregnadas de vida y medio ambiente, para promover el enseñar pensando y, con ello, darle espacio a la metacognición y la reflexión.

La estrategia que se ha diseñado:

-Interrelaciona armónicamente las diferentes formas de superación, connotando la educación ambiental para el desarrollo sostenible desde todas las aristas posibles.

-Vincula la superación docente en sus diferentes modalidades con el trabajo metodológico que sistemáticamente desarrolla el profesor, para perfeccionar la dirección del proceso de enseñanza-aprendizaje.

-Permite que el docente planifique y organice el proceso de enseñanza-aprendizaje, a partir de lograr su posición reflexiva y la de sus alumnos. El docente, para hacer utilización de la metodología, debe estimular la necesidad de aprender y de entrenarse en modos de acciones para lograrlo.

-Facilita la búsqueda, el cuestionamiento, la puesta en práctica de procedimientos por parte de los estudiantes para encontrar la solución a los problemas en la educación ambiental, que están presentes en su contexto de actuación, ya sea familiar, laboral, comunitario y social.

-Fomenta el vínculo teoría-práctica, al considerar la solución de problemas de la educación ambiental, en una concepción de aprendizaje apoyada en la actividad reflexiva de los estudiantes, la problematización y la motivación.

-Convierte la actividad del profesor en escenario para la reflexión, el intercambio, la toma de decisiones y la generación de ideas nuevas, frutos del trabajo individual y colectivo que realizan los estudiantes, bajo la dirección del profesor.

-Permite que los profesores dominen la problemática de la educación ambiental y aporten soluciones desde diferentes ópticas de análisis.

Etapas de la estrategia

Etapa 1. Orientación y diagnóstico de la preparación de los docentes.

Objetivo. Conocer el estado actual de los docentes para implementar las acciones previstas en las diferentes etapas de la estrategia.

Acciones fundamentales:

-Concepción de diagnósticos contextuales, para determinar, con el mayor nivel de precisión, las dificultades de los profesores y sus potencialidades para asumir la superación.

-Precisión de los fines para cada actividad que se diseñe, en correspondencia con el nivel actual de cada docente y el nivel que se desea alcanzar.

-Selección rigurosa de los contenidos a desarrollar y las formas de superación a utilizar, en que se vinculen los contenidos de las asignaturas que enseñan con problemas reales medioambientales globales, regionales o locales.

-Valoración de las necesidades y los intereses de los profesores con las de la institución escolar y la de los alumnos; negociar y no imponer.

-Interpretación de la realidad educativa, teniendo en cuenta las limitaciones y las posibilidades de cambio.

-Valoración de las posibilidades reales de cada profesor y, de esta manera, implementar diferentes opciones de actuación.

-Determinación del fundamento teórico de la estrategia como un conocimiento continuo y perfectible para alcanzar un profesor preparado y con posibilidades de decisión, sin temor al error y a la represalia.

Etapa 2. Planificación de la estrategia.

Objetivo. Ejecutar las diferentes actividades docentes, revelando su enfoque ambiental y midiendo el cumplimiento de los indicadores determinados.

Acciones fundamentales:

-Conferencia introductoria, para explicar el sistema de superación diseñado y el lugar de cada docente en él.

-Concepción de actividades de superación con carácter problematizador.

-Valoración del trabajo que se realiza en la búsqueda de la solución de los problemas docentes con un enfoque medioambiental, en que se tenga en cuenta el contexto de actuación de cada docente y de cada estudiante.

-Instrumentación de  las condiciones necesarias para la puesta en práctica de la estrategia, a partir de los resultados del diagnóstico.

Etapa 3. Implementación de la estrategia en el proceso de enseñanza-aprendizaje de las diferentes asignaturas.

Objetivo. Ejecutar las diferentes actividades docentes, revelando su enfoque ambiental.

Acciones fundamentales:

-Analizar los rasgos esenciales del objeto que se estudia.

-Modelar el objeto desde las condiciones de cada profesor.

-Intercambio entre los profesores participantes y asunción de ideas rectoras y generalizaciones respecto al objeto que se estudia.

-Determinar principales relaciones interdisciplinarias para llegar a la esencia del objeto.

-Realizar valoraciones individuales y colectivas acerca de lo que se enseña y se aprende.

Etapa 4. Evaluación de la estrategia.

Objetivo. Apreciar la marcha de la estrategia y realizar las correcciones que correspondan para su mejoramiento.

Acciones fundamentales:

-Comprobar las potencialidades y las posibilidades de los profesores para asumir la superación diseñada y realizar los reajustes pertinentes.

-Valorar e interpretar el cumplimiento de las acciones de cada etapa y de la estrategia en general.

-Valorar los criterios de los profesores  para emprender las acciones con sus alumnos.

Conclusiones

La educación ambiental adquiere, como nunca antes, un lugar preponderante en la actualidad; es reconocida como uno de los problemas actuales de la Pedagogía, como aparece recogida en la bibliografía consultada. Solo educando al hombre, se puede lograr que  desarrolle modos de actuación para con la naturaleza, que permitan un desarrollo sostenible presente y futuro, sin comprometer la existencia humana en armonía con la naturaleza de la cual es parte inseparable.

La estrategia diseñada se caracteriza por su flexibilidad y sus posibilidades de aplicación para desarrollar la educación ambiental. Ello es posible para su diseño y su funcionabilidad, expresado en las etapas y las acciones que la constituyen.

Referencias

1SMITH-SEBASTO N J. Qué es Educación Ambiental. University of Illinois Cooperative Extension Service; septiembre 1997.

2SMITH-SEBASTO N J. Qué es Educación Ambiental. University of Illinois Cooperative Extension Service; septiembre 1997. p.1.

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