Varona

No.53   Julio-Diciembre, 2011.    ISSN: 1992-82

La concepción de carrera académica

The Academic Career Conception

Dr.C. Willfor Rafael Goudeth Galindo. Ingeniero, Asistente. Instituto Universitario de Tecnología del Estado Bolívar. Venezuela.

Correo electrónico: willforgoudeth@gmail.com

Recibido diciembre de 2010   Aceptado abril de 2011


RESUMEN

En este artículo se presenta el resultado de un análisis de documentos acerca de la carrera académica por medio del cual se estableció una definición de esta, adaptada al contexto histórico concreto que vive la República Bolivariana de Venezuela, específicamente en el contexto de la transformación de los institutos universitarios de tecnología y colegios universitarios a universidades politécnicas territoriales. Se establece la carrera académica como un proceso que tiene en cuenta el cumplimiento de los procesos universitarios de docencia, investigación y extensión, tiene como objetivo el incremento de la calidad universitaria, mediante la formación permanente del profesorado, así como de la evaluación del desempeño de este sobre la base de los modos de actuación, y de su nivel de impacto en los procesos de transformación. La carrera académica se concibe como un proceso sistémico y sistemáticamente organizado por el Estado, y cuyo cumplimiento se garantiza por medio de las universidades.

PALABRAS CLAVE: carrera académica, concepción.

ABSTRACT

This article presents the results of an analysis of documents regarding the academic carrier through which a definition of it was established and adapted to the concrete historical context that the Bolivian Republic of Venezuela is currently living, specifically, the context of transformation within its technological universities, technological universities and colleges. The article established the academic career in the process that within the fulfillment of the university process of teaching, research and extension, has an objective the increment in the quality of superior education, through the formation of permanent teaching staff, as well as the evaluation of the performance of it in manners of behavior and the impact level of the transformations. The academic carrier conceives a systematic process organized by the State, whose fulfillment is guaranteed through the universities.

KEY WORDS: academic career, conception .


Introducción

En el ámbito internacional se puede afirmar que una característica muy particular de la universidad como institución de Educación Superior, que la diferencia de los restantes niveles educacionales, se relaciona con el claustro, el cual es portador de una amplia diversidad de profesionales, atendiendo a las especialidades y las carreras que en ella se estudian.

En el caso de la República Bolivariana de Venezuela, los institutos universitarios de tecnología y colegios universitarios, en proceso de transformación a universidades politécnicas territoriales, los profesores universitarios son, en su mayoría, profesionales en otras áreas del conocimiento científico, distintos a la educación: ingenieros, arquitectos, licenciados y otros.

De acuerdo con la tendencia que se desarrolla en la Misión Alma Máter, la educación universitaria se encuentra en proceso de transformación bajo concepciones que se adaptan al proceso político-social que se vive. Esto implica que el profesional de la educación, en este caso el profesor universitario, debe estar preparado para cumplir con el encargo social que se le ha asignado.

Desarrollo

Para la mejor comprensión acerca de la carrera académica se hace necesario resaltar que esta no se refiera a estudios de pregrado, que acrediten la carrera pedagógica; se refiere al desarrollo de un profesional que se encuentra ejerciendo la labor de profesor universitario, lo que significa ser uno de los agentes de la educación formal con el encargo social de llevar a cabo las funciones universitarias, por lo que es necesario partir de la interrogante siguiente: ¿cuál es la misión de la universidad dentro de la sociedad?

Se comparte el criterio de Álvarez C cuando expresa que ‘‘en toda sociedad existe la necesidad de preservar la cultura que la precedió y desarrollarla, este problema constituye el encargo social que satisface la Universidad, (…) la función de mantener y desarrollar la cultura de la sociedad y que sin ser la única que lleva a cabo esa labor, sí es la fundamental’’.1

El cumplimiento de este encargo social otorgado a la universidad involucra a todos sus agentes; sin embargo, en el caso de los profesores universitarios, a partir de que participan en la dirección de las políticas universitarias en su actividad diaria, y considerando el tiempo de permanencia dentro de la institución, se les otorga una función protagónica y fundamental para la preservación y el desarrollo de la cultura, para lo cual deben estar debidamente formados.

Para lograr la misión anterior, la universidad desarrolla procesos en forma sistémica y sistemática, que se encuentran en constante movimiento y transformación e interrelación. En este sentido, Álvarez C identifica cuatro: ‘‘el docente, el investigativo, el de extensión y el político, que se desarrollan en la dinámica universitaria a través de procesos de administración en que intervienen como sujetos estudiantes, profesores, personal administrativo, investigadores y autoridades en una compleja red de relaciones sociales, en vínculo permanente con la comunidad, con el medio social’’.2

El proceso político, entendido como el marco referencial en el cual se deben circunscribir los otros tres procesos, ya que dirige a la educación universitaria, tomando en cuenta el carácter clasista que tiene esta al depender de los intereses, necesidades, puntos de vista y concepción del mundo de las clases sociales en cada momento histórico-concreto, lo cual determina el contenido, así como las formas y los métodos para expresarlos. Se desarrolla al unísono con los otros procesos y en estrecha relación con ellos, y es el responsable de inducirles la realidad en la que se desarrollan. Lo anterior significa que en los procesos docente,  investigativo y de extensión, se expresa la política, sentida y asumida en la comunidad universitaria.

En cuanto al proceso docente, se asume el planteamiento de Venegas M E, al señalar que ‘‘La comprensión del acto docente universitario exige un reconocimiento de su complejidad por la vinculación con lo político, institucional, disciplinar, pedagógico y lo macrosocial’’.3 Lo anterior deja claro que la labor del profesor universitario no queda circunscrita a impartir el conocimiento de alguna disciplina en específico; es más profunda y compleja, ya que además de la didáctica general y la didáctica especial, para lo cual debe estar debidamente preparado, también debe vincular la realidad de su entorno al proceso formativo.

Lo anterior requiere una formación integral del profesor universitario en los otros procesos que señala Venegas M E3 y Álvarez C.2 Esta afirmación se ve reforzada al considerar que los profesores de los institutos universitarios de tecnología (IUT) y centros universitarios (CU) en Venezuela, son profesionales en áreas distintas a la educación, por lo cual su formación pedagógica no debe quedar al azar, sino que será orientada por las necesidades del Estado.

El proceso docente, que involucra al proceso de enseñanza-aprendizaje, implica la preservación de la cultura, de acuerdo con lo planteado por Horruitiner P,4 proceso que ocurre por medio de la administración de las unidades curriculares contenidas en los planes de estudio, y en la relación que se establece entre los profesores y los estudiantes. Más importante aún, desde el punto de vista político, es su estrecha relación e impacto con la realidad social que pretende transformar.

El proceso investigativo, según Horruitiner P,5 implica el desarrollo de la cultura mediante la actividad científica y, a su vez, realiza aportes significativos al proceso docente. Se concuerda plenamente con este planteamiento, ya que es de vital importancia señalar que dicho proceso investigativo debe estar orientado a satisfacer las necesidades de desarrollo que la sociedad exige, por lo que será capaz de motorizar e impulsar el desarrollo científico y tecnológico de acuerdo con ellas.

El proceso de extensión implica que la docencia y la investigación realizadas, por las universidades aporten conocimientos que, en alguna medida, puedan ser transferidos a las comunidades en función de mejoras sociales y culturales. La socialización de la información permite elevar el nivel de conocimiento de la población y, en consecuencia, su nivel de conciencia y de concepción del mundo. Cabe destacar que en la actualidad el Estado hace un gran esfuerzo para cambiar la concepción de la extensión de actividades filantrópicas hacia actividades orientadas a la solución de los problemas estructurales de la sociedad, y principalmente de la transformación de la superestructura, del capitalismo al socialismo; por ello, la universidad es parte del ambiente social y, por tanto, en esa interrelación, no puede estar de espaldas a este.

Por las complejas relaciones que existen entre los procesos sustantivos de la universidad, así como de las concepciones asumidas en el proceso de transformación de los IUT y CU en Venezuela, es de vital importancia que la formación del profesor universitario también sea transformada hacia un proceso sistémico y sistemáticamente organizado bajo las directrices del Estado, por medio de la formación continua y de la evaluación de los resultados obtenidos durante dicho proceso, más desde su impacto en lo macrosocial que desde la simple estadística descriptiva.

Esta formación del profesorado es asumido por la Unidad Técnica de Armonización Europea como el ‘‘sistema de desarrollo profesional continuo, basado en la mejora de la práctica docente y en el establecimiento de estándares que contribuyan a incrementar la calidad y el rendimiento de los aprendizajes de los estudiantes’’,6 definición esta que solo se encuentra orientada al proceso docente (enseñanza-aprendizaje), sin tener en cuenta los otros procesos sustantivos universitarios; sin embargo, plantea el establecimiento de indicadores (estándares) como herramientas para medir el incremento de la calidad, lo cual le otorga un carácter científico.

De igual manera, se plantea como un sistema de desarrollo profesional continuo, lo cual le otorga el carácter permanente desde dos puntos de vista: lo técnico específico y lo pedagógico.

El sistema de formación continua del profesorado debe, además, estar organizado, si se considera que ‘‘la carrera profesional es el conjunto ordenado de oportunidades de ascenso y expectativas de progreso profesional conforme a los principios de igualdad, mérito y capacidad que tengan los trabajadores en las empresas y organizaciones donde prestan sus servicios’’.7

Esta definición de carrera profesional también es aplicable para los profesionales de la docencia, profesores universitarios, y se encuentra definida, en el caso de las instituciones de educación universitaria latinoamericana, como carrera profesional docente o carrera académica, terminología que depende de cada país. En el caso particular de Venezuela, la Ley Orgánica de Educación8 utiliza el término carrera académica para denominar la carrera profesional del profesor universitario.

Para lograr una concepción teórica de la carrera académica se revisaron los aportes hechos por Casas, Castellano, Cáceres, Gil y Berrios, así como en la recién aprobada Ley Orgánica de Educación de la República Bolivariana de Venezuela.

Casas M y otros establecen que ‘‘se entiende como carrera docente el establecimiento de mecanismos y criterios para el acceso y movilidad escalafónaria referidos al cumplimiento de las funciones docentes’’.9 En esta definición se observa el uso del término ‘‘carrera docente’’, la cual en el contexto venezolano se entiende como carrera académica. De igual manera, se observa que está referida al establecimiento de mecanismos y criterios que, como fin último, persiguen el acceso y la movilidad escalafónaria de los profesores, sin considerar cómo esta impactaría en la universidad. También hace referencia a las funciones docentes sin especificarlas cuándo, de cierta manera, debe señalarlas.

Castellano M realiza una caracterización de la carrera académica mucho más completa, al señalar que esta constituye ‘‘un medio idóneo para el ingreso, la permanencia, el ascenso, el egreso y el reingreso de los profesores’’.10 De ahí, se entiende que la carrera académica se implementa a lo largo de la vida profesional del profesor universitario; es la vía para lograr el ingreso y permanecer en el subsistema de educación universitaria, así como para poder ascender en las diversas categorías o escalafones. Considera también el egreso de los profesores, asumido por este investigador como la jubilación de ellos, y el reingreso, asumido por este autor como las condiciones que se establecen para que un profesor jubilado continúe ejerciendo labores dentro de la universidad. Señala que lo anterior debe responder a la implementación de requisitos y mecanismos que obedezcan a criterios que apunten a la excelencia académica, con lo cual se establece que el fin último que se persigue con la carrera académica es la calidad de la educación universitaria.

Con respecto a los indicadores de calidad, afirma que estos deben estar orientados hacia el cumplimiento de los procesos sustantivos de la universidad, y la implementación de la cultura de la evaluación continua. De igual manera, establece que la carrera académica debería tener un carácter nacional, lo que se interpreta como la función del Estado en la orientación de esta. También considera que su cumplimiento debe estar acompañado por un sistema de compensación económica que satisfaga el esfuerzo de los profesores universitarios y los motive a continuar con su labor.

Dos años más tarde, Castellano M planteó como una acción el ‘‘Diseño de un sistema nacional de carrera académica que permita institucionalizarla como una carrera de méritos, en la cual se premie el esfuerzo personal, los aportes a la creación científica y humanística, la formación integral de nuevas generaciones y el cumplimiento de la función de extensión universitaria, expresadas en el desempeño académico de los profesores. De tal manera que sus jerarquías o categorías y sus respectivas remuneraciones estarán asociadas a dicho desempeño, considerado como parte fundamental del desempeño institucional’’,11 con lo cual introduce el termino desempeño académico, asociado al cumplimiento de los procesos sustantivos de la universidad, y mantiene que el ascenso o el establecimiento de las jerarquías, así como el sistema de remuneración, deben responder a este desempeño.

Otro de los elementos importantes en la carrera académica está señalado en la afirmación de Cáceres M: ‘‘La profesionalización de la docencia tiene como objetivo hacer de la docencia una actividad profesional, una profesión, una carrera; de tal forma que el ingeniero, el médico, el contador, el agrónomo, el arquitecto, independientemente de su formación inicial, puedan hacer de la docencia una actividad profesional’’.12 Señala, de esta manera, que el profesor universitario, además de su profesión inicial, debe profesionalizarse como profesor universitario, lo cual implica la formación pedagógica de este. Ello debe ser una condición ineludible a considerar en la carrera académica. Se establece, en conclusión, el par dialéctico entre la carrera académica y las ciencias pedagógicas.

Por otra parte, Gil M y otros señalan que ‘‘la carrera académica comprende el conjunto de normas, procedimientos y mecanismos institucionales establecidos para propiciar el cumplimiento de las funciones sustantivas de la universidad mediante la regulación del trabajo académico en general y de las trayectorias específicas a que da lugar en los diversos espacios organizativos y disciplinarios en que se desarrolla’’.13 El autor se acerca hacia la concepción de la carrera académica como proceso.

Otro aporte interesante lo realiza Berrios P, al considerar que ‘‘la carrera académica establece claramente cuáles son los roles del profesorado y junto a las funciones de investigación están la docencia y las labores de administración. Así entendida, da forma al tipo de regulaciones bajo las que se regirá la estructura universitaria. Estas se erigen como patrones y así son asumidas y reconocidas por los miembros que componen la comunidad de profesores’’.14 Aquí aborda que la carrera académica debe señalar explícitamente la función del profesor universitario. Por ello, establece regulaciones que, más allá de ser patrones, se entiende que deben ser considerados como estándares, formas de actuación del profesorado, lo cual implica que debe existir un perfil mínimo homogéneo de los profesores universitarios, sin negar que el perfil integral será el resultado de la suma de ese perfil mínimo, más el perfil obtenido por el desarrollo personal del profesor universitario. Cabe destacar que este perfil mínimo disminuiría la dispersión existente, por la cual se señala al profesor universitario como un recolector de documentos para cumplir con los requisitos.

La Subsecretaría de Educación Superior de México establece que la carrera docente es un ‘‘…Programa que otorga estímulos al personal académico que cumple con calidad, dedicación y permanencia en sus labores sustantivas. Estas incluyen docencia, investigación, tutoría y participación en cuerpos colegiados’’15; introduce el termino calidad en la definición de carrera académica, lo cual implica el establecimiento de estándares e indicadores.

La Ley Orgánica de Educación de la República Bolivariana de Venezuela establece: ‘‘La carrera académica, como instrumento que norme la posición jerárquica de los y las docentes, así como de los investigadores y las investigadoras del sistema, al igual que sus beneficios socioeconómicos, deberes y derechos, en relación con su formación, preparación y desempeño’’.16 En primer lugar, la señala como un instrumento normativo, con lo cual se está en desacuerdo, ya que esta debe ser vista como un proceso. Como fin último, ubica la posición jerárquica, cuando debería ser la calidad de la educación universitaria. Esta ley separa de la carrera académica al ingreso y permanencia de los profesores universitarios y, a criterio del autor, estos elementos deben estar incorporados en esta.

La mayoría de estos autores considera, como rasgo característico de la carrera académica, a los procesos sustantivos de la universidad: docencia, investigación y extensión, los cuales son transferidos a los profesores universitarios. También se puede apreciar que se considera que el cumplimiento de estos son requisitos necesarios para la obtención de los cargos de dirección dentro de las instituciones de educación universitaria, así como a los distintos escalafones o categorías profesorales.

Son distintas las denominaciones que los autores hacen de la carrera académica, observándose que la consideran como mecanismos y criterios, carrera de méritos, profesionalización, normas, procedimientos, sistema de roles, programas de estímulos; sin embargo, ninguno de ellos asume la posición de un proceso sistémico y sistemáticamente organizado, continuo, en unidad con los otros procesos sustantivos universitarios. Al igual, no hacen referencia respecto a la filosofía, la teleología y la axiología de la carrera académica, aunque en las lecturas de sus investigaciones hagan referencia a esta.

A partir de lo anteriormente descrito, se define la carrera académica como el proceso de profesionalización del profesor universitario, orientado por una formación continua que le permita alcanzar su desarrollo, por medio de la ejecución con calidad de los procesos sustantivos de la universidad.

Esta conceptualización implica la preparación del profesional para el ejercicio como profesor universitario, la formación para el desarrollo de los procesos sustantivos: docencia, investigación, extensión y política que, en su conjunto e interrelacionados, redundan en una mayor calidad de la educación universitaria, así como de su repercusión en la sociedad. Se asume la formación continua, educación para toda la vida, como un rasgo indispensable que lo conduce a niveles superiores de desarrollo.

La carrera académica se convierte en un proceso para el trabajo metodológico del profesor universitario y para la dirección de la educación universitaria, en el sentido que esta orienta la actividad diaria del profesor para lograr un modo de actuación que le permita participar, de manera productiva, en la transformación que exigen el momento y el contexto concreto, en el cual se desenvuelve. Se convierte en una vía que permite generar la unidad entre los procesos universitarios y las reivindicaciones, como estímulo a su desarrollo.

El desarrollo del profesor universitario plantea la satisfacción de necesidades inherentes al ser humano: la necesidad de entendimiento, relacionada a la gestión del conocimiento que implica apropiación, generación, y socialización, por lo que está directamente relacionada con la formación pedagógica y técnica; la necesidad de subsistencia relacionada a las compensaciones materiales; la necesidad de participación referida a las posibilidades de tomar partido en las decisiones universitarias y a la posibilidad de ocupar cargos de dirección, así como la contribución a la transformación del contexto social en el que habita; la necesidad de creación, entendiéndose relacionada con la investigación científica y la extensión.

Conclusiones

La carrera académica del profesor universitario debe considerarse como un proceso de desarrollo profesional, que permita homologar un perfil mínimo en las universidades politécnicas territoriales en Venezuela, respetando su proceso personal de formación y otorgándole un valor agregado. Se orienta en dirección al modo de actuación que redunde en la calidad universitaria, al otorgarle importancia a todos los procesos sustantivos de la universidad, en su interrelación e indispensabilidad.

La jerarquización de las universidades debe depender del desarrollo del profesor universitario en la carrera académica, de ahí la importancia de esta como camino lógico del desarrollo del profesional de la Educación Superior, cuyo efecto primario se relaciona con la elevación de la calidad de esta, incluyendo su pertinencia social.

 

Referencias

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2ÁLVAREZ C M. La universidad. Sus procesos y sus leyes. La Habana, Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 1998. p.11.

3VENEGAS M E. La función docente en la Universidad de Costa Rica. El caso de las y los docentes de las áreas de Ciencias Básicas y Ciencias Sociales. Costa Rica: Universidad de Costa Rica; 1995.

4HORRUITINER P. La universidad cubana: el modelo de formación. La Habana, Cuba: Editorial Félix Varela; 2006.

5HORRUITINER P. La universidad cubana: el modelo de formación. La Habana, Cuba: Editorial Félix Varela; 2006.

6UNIDAD TÉCNICA DE ARMONIZACIÓN EUROPEA. Formación del profesorado (inicial-permanente). 2008. Espacio interuniversitario de recursos para el EEES: http://www.recursoseees.uji.es/fichas/fc7.pdf (consultado, Mayo 28 de 2009).

7REY DE ESPAÑA. (12 de abril de 2007). Ley del estatuto básico del empleado público. Gobierno de España. Ministerio de la Presidencia: http://www.boe.es/boe/dias/2007/04/13/pdfs/A16270-16299.pdf (consultado, enero 29 de 2008).

8GOBIERNO DE LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA. Ley Orgánica de Educación. Caracas, Venezuela: Gaceta Oficial; 2009.

9CASAS M, CURBELO S, EULACIO N, GONZÁLEZ H, MARKARIÁN R, PRAT G, ET AL. Carrera Docente. Polémica Universitaria (4), 22, 2000. p.3.

10CASTELLANO M E. Proposiciones para la transformación de la educación superior en Venezuela. (2000).

http://www.mes.edu.ve (consultado, noviembre 23 de  2004).

11CASTELLANO M E. Institutos universitarios tecnológicos y colegios universitarios en Venezuela. Tercer Encuentro Europa-América Latina sobre formación tecnológica y profesional. La Habana, Cuba: 2002. p.17.

12CÁCERES M. La formación pedagógica de los profesores universitarios. Una propuesta en el proceso de profesionalización del docente. Revista Iberoamericana de Educación, (1-14), 2003. p.3

13GÍL M, CASILLAS M Á, FERNÁNDEZ M, GREDIAGA R, IBARRA E, LÓPEZ R, ET AL. La carrera académica en la Universidad Autónoma de México: un largo y sinuoso camino. Grupo de estudios sobre la universidad. México: Universidad Autónoma Metropolitana; 2002. p.7.

14BERRIOS P. Normas y percepciones sobre carrera académica en Chile. Calidad en la educación. Chile: julio 2008. p. 42.

15SUBSECRETARÍA DE EDUCACIÓN SUPERIOR. Glosario de términos y abreviaturas. (2007). p.7, México: http://www.ses.sep.gob.mx/wb/ses/ses_glosario?page=2 (consultado, enero 28 de 2008).

16GOBIERNO DE LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA. Ley Orgánica de Educación. Caracas, Venezuela: Gaceta Oficial; 2009. p.5.

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