Varona

No.53   Julio-Diciembre, 2011.    ISSN: 1992-82

Editorial


La Universidad en Ciencias Pedagógicas ‘‘Enrique José Varona’’ evoca el asalto al cielo de la Educación Cubana a los 50 años de la heroica gesta de la Gran Campaña Nacional de Alfabetización, cuando aún se prestigia por contar en su claustro docente con más de 100 alfabetizadores, que entonces respondieron presente al llamado del líder indiscutible de la Revolución Cubana, Fidel, y hoy siguen como abanderados conquistando éxitos y aportando a la Pedagogía Cubana.

Cuando el poeta Jesús Orta Ruiz, el Indio Naborí, como le conocemos, escribió: ‘‘Era la Revolución, era el sol de Fidel Castro (…) alba de letras y números sobre el carbón despuntado’’,1 se refería justamente al hecho de la Campaña, a la posibilidad real de la luz que vieron, con el conocimiento adquirido, más de un millón de hombres y mujeres analfabetos que tenía nuestro país. Fue una revolución educacional dentro de la revolución social y constituyó el hecho más trascendental del proceso que el pueblo viviera en esos primeros años. Se iniciaba así, el cumplimiento del Programa del Moncada en materia educacional.

Estudiantes, trabajadores, amas de casa, y pueblo en general, se incorporaron al llamado de la Patria para llevar la luz de la esperanza y el saber a lo más recóndito del país. Un contingente de 269 723 alfabetizadores y maestros profesionales, hacían suyo el postulado expresado por el Apóstol de Cuba, José Martí, en su artículo Maestros ambulantes que, ‘‘ser culto es el único modo de ser libre’’.2

Pero los cubanos no estuvieron solos, a la gesta se incorporaron colaboradores de más de 50 países con la clara convicción de que también luchábamos por Nuestra América y el mundo. Así fue que una maestra ecuatoriana comentó entonces: ‘‘Nuestra mayor sabiduría consiste en parecernos a ellos’’.3

Era 22 de diciembre de 1961, cuando un ejército de jóvenes uniformados, faroles en mano y un jubileo a flor de labios, "tomaron" las calles de La Habana. Venían de  las montañas, los campos, los llanos, los cayos, de los lugares más recónditos de toda la Isla, luego de haber sacado de las tinieblas de la ignorancia a un millón de cubanos. Ese día, Cuba vistió las galas de primer territorio de América, libre de analfabetismo. Esa fue la semilla y el faro que siguió fructificando  en función de la humanidad entera.

Después de la Campaña de 1961, Cuba, con su intacta vocación solidaria, colaboró en las campañas de alfabetización en Angola y Nicaragua y, posteriormente, con la introducción de  la alfabetización por radio, se trabajó en Haití, donde llegamos a alfabetizar a más 119 000 iletrados. Ya,  a partir del 2001, se conceptualizó el Programa de alfabetización ‘‘Yo, sí puedo’’ y se validó en la República Bolivariana de Venezuela, permitiendo así la declaración del segundo país de América, declarado por la Unesco como Territorio libre de analfabetismo en el año 2005, a lo cual le siguió Bolivia en el año 2008 y Nicaragua en el 2009, todo ello con la colaboración decisiva de asesores cubanos que hoy continúan aportado de sí en más de 28 países y lo cual ha permitido alfabetizar a más de cuatro millones de iletrados.

Ahí también está presente nuestra Universidad de Ciencias Pedagógicas, con la vocación solidaria que nos caracteriza, con el conocimiento instalado, con la experiencia profesional y, sobre todo, con la convicción política y humanista del maestro cubano; ahí seguimos respondiendo presente al llamado de la Revolución, convencidos  de que sin educación no hay desarrollo social, ni libertad posibles; pero todo ello no hubiera sido factible sin la gesta heroica y forjadora de sueños hechos realidad, que la Revolución Cubana  protagonizó en el año 1961.

 

1ORTA J. Elegía de los zapaticos blancos. Portal Cubarte. www.cubarte.cult.cu

2MARTÍ J. Obras Completas. Maestros ambulantes. New York, 1884. T. 8. Iconografía. Cronología. CD. La Habana, Cuba: CETA. Centro de Estudio de Tecnologías Avanzadas; edición 1963. p. 289.

3CANFUX J, FERNÁNDEZ M C, RELYS L, REAL J. Yo sí puedo: un método sin fronteras. La Habana, Cuba: Instituto Pedagógico Latinoamericano y Caribeño; 2006. p.2.