Varona

No.51   Julio-Diciembre, 2010.    ISSN: 1992-82

La tipología de la clase de lenguas extranjeras en correspondencia con el ciclo de aprendizaje

The typology of foreign languages according to learning cycle

MSc. Roberto Gerónimo González Cancio. Profesor Auxiliar. Profesor Consultante. Universidad de Ciencias Pedagógicas “Enrique José Varona”. La Habana, Cuba.

Correo electrónico: robertogc@ucpejv.rimed.cu

Recibido octubre de 2009   Aceptado marzo de 2010


RESUMEN

El artículo aborda el análisis de la tipología de la clase de lengua extranjera, atendiendo al ciclo de aprendizaje que es asumido por la Facultad de Lenguas de la Universidad de Ciencias Pedagógicas “Enrique José Varona”. Igualmente se adentra, con especial énfasis, a la clase de lectura, dada la importancia que esta tiene como parte del ciclo.

PALABRAS CLAVE: clase, lengua extranjera, tipología de la clase, ciclo de aprendizaje.

ABSTRACT

This articles deals with the analysis of the typology of a foreign language class, taking into account the learning cycle which is established in the Foreign Language Faculty at the University of Pedagogical Science "Enrique Jose Varona". It also touches upon, with equal emphasis, in the reading class, given its importance that it has as part of the learning cycle.

KEY WORDS: class, foreign language, class typology, learning cycle.


Introducción

Todo maestro de lengua extranjera debe saber bien, antes de iniciar el planeamiento de su clase y como parte de su autopreparación, el tipo de clase que va a desarrollar de acuerdo con los objetivos que se ha trazado y el estadio de desarrollo de hábitos y habilidades lingüístico-comunicativas, en que se encuentren sus estudiantes. Igualmente hará la adecuada selección del material lingüístico que va a utilizar en dependencia de la función comunicativa a trabajar.

En la literatura especializada se pueden encontrar diferentes criterios acerca de la tipología de la clase de lengua extranjera que la van ubicando desde su estructuración a partir solamente del nivel o plano de la lengua que va a enseñar (fonético, gramatical o léxico), hasta proponer clases en dependencia del tipo de habilidad comunicativa que quiera desarrollar (expresión oral, expresión escrita, comprensión auditiva o lectura). De ello se infiere una amplia serie de diferentes tipos de clase.


Desarrollo

La tipología de la clase se inserta en uno de los componentes didácticos que integran el sistema de enseñanza-aprendizaje: las formas de organización de la enseñanza.

La forma es el componente del proceso que expresa su configuración externa como consecuencia de la relación entre el proceso como totalidad y su ubicación espacio-temporal durante su ejecución, a partir de los recursos humanos y materiales que se posea; la forma es la estructura externa del proceso, que adquiere como resultado de su organización para alcanzar el objetivo.1

Partiendo del principio de la comunicabilidad y su significado en la enseñanza de lenguas extranjeras, así como la dirección práctica de los objetivos de esta enseñanza, en la etapa inicial (fundamentalmente) no deben existir clases puramente de fonética, de léxico, de gramática, de audición, de escritura de expresión oral, de verificación o control, etc. Son válidos, desde la óptica de este enfoque, los criterios de varios autores citados por Acosta R,2 los que coinciden en plantear que la lengua es un todo y cualquier intento de fragmentarla en partes, ya sea en patrones gramaticales, lista de vocabulario, o familias fónicas, la destruye y subrayan que si la lengua no se mantiene como un todo, entonces no es lengua.

En este trabajo se presentan las concepciones teóricas que sostienen la tipología de clases de lenguas extranjeras que se asume en estrecha correspondencia con el ciclo de aprendizaje, entendiendo por este la secuencia de etapas sistémicamente organizadas, que se siguen para lograr que los estudiantes se apropien de conocimientos lingüísticos y los transformen gradualmente en habilidades para el uso en la comunicación libre y espontánea.3

El doctor Font S,4 autor de la definición anterior, propone seis etapas dentro de este ciclo de aprendizaje:

1. Práctica comunicativa problémica inicial.

2. Determinación, análisis y solución del problema docente.

3. Práctica controlada dirigida a la forma.

4. Práctica guiada.

5. Práctica libre integradora.

6. Aplicación creativa.

Partiendo de estos presupuestos teóricos, la tipología de clase que asumimos tiene una relación directa con esas etapas. Por ello, es que se pueden distinguir clases de presentación del nuevo contenido, de práctica controlada, práctica semicontrolada, aplicación, las clases de recapitulación o consolidación y las de lectura.

En cada uno de estos tipos de clase no se trabajan los planos o niveles de la lengua, ni las habilidades de manera independiente, sino combinada en una estrecha relación comunicativa. No obstante, es bueno aclarar, en cuanto a las habilidades comunicativas, que en dependencia de los objetivos del curso en cuestión, puede haber primacía en el desarrollo de alguna o algunas de ellas, lo que no implica que no sean trabajadas las restantes.

La clase de presentación tiene como fin iniciar el trabajo con las funciones comunicativas que serán objeto de estudio durante el ciclo de aprendizaje y, consecuentemente con ello, con las nuevas palabras o estructuras gramaticales, de forma dosificada y asequible, de manera que los estudiantes logren la más rápida y correcta comprensión de estas, para su inmediata inserción en situaciones de comunicación.

En este tipo de clase el maestro desarrolla un sistema de trabajo que toma en cuenta los factores psicológicos y didáctico-metodológicos que en ella intervienen.

Desde el punto de vista psicológico, en este tipo de clase, la sensopercepción tiene una función muy importante, por cuanto “es el reflejo del objeto en una completa integración de sus distintas cualidades como resultado de la estimulación sobre nuestros órganos receptores, es decir, el reflejo del objeto en forma de imagen concreta e inmediata”.5 En el caso de la enseñanza de lenguas extranjeras ese objeto lo constituye la o las funciones comunicativas que se va o van a estudiar y el nuevo material lingüístico que facilita el desarrollo y aplicación de la misma en actos de comunicación libre y espontánea.

A partir del canal sensorial predominante, estas pueden ser visuales (cuando se presenta el contenido por medio de láminas, objetos, secuencias de video, tiras fílmicas, etc.); auditivas (cuando se utiliza la voz del maestro o cinta magnetofónica); táctil (cuando el estudiante toma en sus manos el objeto para definir sus cualidades externas). De la misma manera en el momento de la sensopercepción pueden intervenir más de un órgano receptor como, por ejemplo, durante la presentación de un filme con fines docentes donde se combinan imagen y sonido. En este caso, las sensaciones se perciben por medio del canal visual y el canal auditivo, simultáneamente.

Otros factores de carácter psicológico que tienen lugar en este tipo de clase, fundamentalmente, lo son la observación, el análisis, la síntesis y la comparación, entre otros. Ellos conducen al desarrollo del conocimiento racional como forma superior y más compleja del conocimiento humano. Por medio de este es que los estudiantes pueden llegar a formular conceptos, establecer categorías, juicios, todo lo cual contribuye a hacer más sólido el proceso de asimilación en la lengua extranjera y el pensamiento lógico, lo que evidentemente les ayudará a lograr una comunicación en ella mucho más coherente y fluida.

Desde el punto de vista didáctico en la clase de presentación, el principio del carácter científico de la enseñanza se aplica en la medida en que el maestro tome en consideración y aplique consecuentemente aquellos procedimientos que posibiliten la más rápida asimilación por parte de los estudiantes del sistema de contenidos a trabajar en la clase y su inmediata inserción en actividades comunicativas, que ya desde este momento se inician. En este tipo de clase, como en cualquiera otra, el estudiante deviene actor principal del acto comunicativo y el maestro ha de facilitar su activa participación en todas y cada una de las tareas que le oriente.

El carácter sistémico se relaciona, entre otros, con el principio de la consideración de la lengua materna de los estudiantes, por cuanto durante la presentación del nuevo material lingüístico inevitablemente interactúan los sistemas de las dos lenguas. Las diferencias y las semejanzas entre ambas hacen que el maestro recurra a la comparación, la analogía y la contraposición, tomando en consideración las relaciones asociativas que se presentan en cada lengua entre los diferentes componentes de la competencia comunicativa y la unidad entre la forma, el significado y el uso del material presentado, en la situación comunicativa en que inserte a sus estudiantes.

Por otra parte, la asimilación del conocimiento lingüístico y su inmediata aplicación en actividades comunicativas, va recorriendo un camino en el que cada una de las etapas del ciclo de aprendizaje no se lleva a cabo independiente la una de la otra, sino en estrecha interrelación dialéctica y didáctica, proporcionando el desarrollo de la competencia comunicativa de los estudiantes en forma de espiral. Esto quiere decir que, dentro de cada una de las etapas del ciclo, se van desarrollado actividades que preparan, de manera sistémica, a los estudiantes para la siguiente etapa, lo que tiene su reflejo en los diferentes tipos de clase que se asumen.

Un ejemplo de ello es el hecho de que en la clase de presentación del nuevo material lingüístico las actividades que desarrolla el maestro no se quedan a nivel de presentación simplemente, sino que inmediatamente se inicia la realización de una serie de actividades de práctica controlada, en las que ya se ubican a los estudiantes en situaciones de comunicación de acuerdo con este estadio de desarrollo.

Una etapa de vital importancia en el ciclo de aprendizaje es la ejercitación, en la que el estudiante se adentra en el uso práctico del material lingüístico, que le permite usar las funciones comunicativas en diferentes situaciones de comunicación.

En la concepción asumida en la etapa de la ejercitación, se pueden definir los momentos siguientes:

La ejercitación pre-comunicativa. Es el momento de utilización inmediata del material lingüístico que se acaba de presentar en sencillas situaciones comunicativas, donde predomina el nivel reproductivo-imitativo, fundamentalmente, en la práctica controlada, aunque esta actividad ya se inicia con la presentación del nuevo material lingüístico. En cuanto a su contenido, este es el momento de la actividad, en la clase de presentación o práctica controlada, que presupone ‘‘el movimiento’’ del nivel consciente al nivel de utilización automática en el habla, de los fenómenos  estudiados. El maestro organiza una repetida reproducción del nuevo material unido al ya conocido. El sentido didáctico de esta etapa es servir de preparación para la posterior comunicación. En el orden psicológico esta actividad propicia la fijación del nuevo material lingüístico a nivel de la memoria de corta duración. Por ello, es que en esta etapa es tan importante la formación de hábitos lingüísticos por medio de ejercicios que, de alguna manera, den la posibilidad a los estudiantes de ir estableciendo la comunicación a un nivel primario, en el que deban utilizar el nuevo vocabulario o estructuras gramaticales no exclusivamente de forma mecánica.

Dentro de este tipo de ejercitación se incluyen las actividades que se desarrollan en la clase de práctica semicontrolada, donde el nivel de reproducción tiene una mayor complejidad y ya no se apoya tanto en la imitación.

La ejercitación comunicativa. Se refiere a la realización de actividades comunicativas adaptadas a la situación de comunicación dada y elaborada sobre la base del material lingüístico de la clase en cuestión. Posibilita la habilidad de utilizar el material, objeto de estudio, en determinadas y convenientemente creadas situaciones comunicativas.

Desde el punto de vista didáctico, en esta etapa se efectúa la ejercitación práctica del material de estudio. Estas actividades propician el paso gradual del material lingüístico de la memoria de corta duración a la de larga duración.

Práctica comunicativa. Es la actividad en el aula en que se produce la transferencia o traspaso del material asimilado a nuevas situaciones tipológicamente cercanas a la comunicación real y actuales, que posibiliten la realización no solo de los objetivos de una actividad concreta, sino también de los objetivos finales de la comunicación. La habilidad de comunicarse en variadas situaciones pone de manifiesto el desarrollo de automatismos. De esta manera, se produce la formación de habilidades comunicativas de utilización del nuevo material en la comunicación real, relacionada con los objetivos de la clase, Con estas actividades se propicia la consolidación del material lingüístico a nivel de memoria de larga duración. La práctica comunicativa es característica de las clases de aplicación libre y consolidación.

En la etapa de la ejercitación se pueden distinguir dos sub-etapas: fijación y aplicación.

En el transcurso de la fijación la memoria de corta duración o inmediata y la mecánica ocupan un lugar destacado. Es labor del maestro proporcionar actividades que, de manera dosificada, conduzcan a los estudiantes a la utilización de ambos tipos de memoria, sin abusar de la mecánica.

Durante la fijación del nuevo material lingüístico, su estrecho vínculo con la experiencia de los estudiantes, propicia las condiciones para la estimulación del recuerdo espontáneo o involuntario del material lingüístico, a partir de que es evidente que se recuerda espontáneamente mejor aquel material que está relacionado con los sentimientos y las sensaciones.

El primer momento en la fijación le corresponde a la práctica controlada, que es aquella que transcurre a nivel de reconocimiento y reproducción bajo la constante supervisión y el control del maestro (ejercitación pre-comunicativa). En ella se produce la utilización inmediata del material lingüístico que se presentó.

El objetivo de este tipo de clase es ofrecer a los estudiantes la oportunidad de reproducir lo aprendido correctamente. Su característica fundamental es el énfasis en la forma (práctica intensiva de los componentes lingüísticos de la función comunicativa), mediante actividades cuidadosamente controladas y la corrección sistemática de errores sin interrumpir el acto comunicativo de los estudiantes.

Hernández J, al exponer su conferencia magistral sobre La Etapa de la Práctica, en el Diplomado de Didáctica del Español como Lengua Extranjera, propone una tipología de ejercicios para la clase de práctica controlada y semicontrolada, y que a continuación se presenta.6

La clase de práctica controlada se caracteriza, además, por una tipología de ejercicios que responde directamente a su objetivo didáctico. Veamos esa tipología.

- De imitación.

- De cambios de estructura.

- De construcción de estructura.

- De combinación.

Ejercicios de imitación:

- De repetición de oraciones.

- De secuencia.

- Memorización de diálogos o monólogos.

- Microconversaciones.

Ejercicios de cambios de estructura:

- Sustitución.

- Correlaciones.

- Microconversación con sustituciones.

- Transformación.

- Cambios sinonímicos o antonímicos.

- De respuesta más larga o más completa.

- De reducción o expansión de un enunciado.

Ejercicios de construcción de estructura:

- Elaboración de oraciones utilizando la estructura estudiada.

- Microconversaciones utilizando la estructura estudiada.

- Respuesta a preguntas utilizando la estructura estudiada.

Ejercicios de combinación:

El otro momento de la fijación le corresponde a la clase de práctica semicontrolada (ejercitación comunicativa) en la que la actividad de los estudiantes transcurre, fundamentalmente, por la vía de la reproducción con un determinado nivel de independencia, pero aún bajo la supervisión y la corrección del maestro.

El objetivo didáctico de este tipo de clase es brindar a los estudiantes la oportunidad de usar el idioma con un determinado nivel de independencia. Su característica fundamental es dedicar mayor énfasis en el significado y en la fluidez. Las actividades que se realizan son guiadas y centralizadas en los estudiantes.

Para la clase de práctica semicontrolada, según Hernández J, son característicos los tipos de ejercicios siguientes:

- Microconversaciones basadas en secuencias de láminas.

- Completamiento de diálogos.

- Diálogos con palabras guías.

- Ejercicios para encontrar a alguien que… .

- Juegos de roles (ajustados a las características de esta etapa).

La clase de aplicación es el momento de la ejercitación en la que los estudiantes van pasando de la ejercitación comunicativa a la práctica comunicativa en situaciones de verdadera comunicación real, fundamentalmente, vinculada a la experiencia personal de estos.

Este tipo de clase tiene como objetivos didácticos los siguientes:

- Demostrar, de manera práctica, el nivel de dominio del material lingüístico, estudiado en clases, a un nivel de producción libre, integrando las cuatro habilidades comunicativas.

- Autovalorar el nivel que ha ido alcanzando en el desarrollo de su competencia comunicativa.

Este tipo de clase tiene como características fundamentales las siguientes:

- Lleva, indiscutiblemente, a la producción libre del material lingüístico estudiado, en diferentes situaciones de comunicación real.

- Coincide con la etapa de ejercitación comunicativa y práctica comunicativa.

- En este estadio se consolida la integración de las cuatro habilidades y de los componentes que integran la competencia comunicativa.

- En este tipo de clase se produce la transferencia o el traspaso del material lingüístico asimilado a nuevas situaciones tipológicamente cercanas a la comunicación real y actual, lo más relacionadas posible con las experiencias de los estudiantes y su vinculación con el mundo que les rodea.

- En ese sentido, se habla no del saber lingüístico correspondiente a la clase de fijación, sino al saber hacer.

Como se puede observar ya se ha llegado a un estadio superior en el que los estudiantes pasan a resolver tareas comunicativas de mayor complejidad, lo que obviamente contribuye al desarrollo de su competencia comunicativa. Es importante subrayar que la adquisición de esta última “tiene que ser un objetivo no sólo del maestro sino de los estudiantes”.7

Como se ha señalado al principio de este artículo dentro del ciclo de aprendizaje se incluyen las clases de recapitulación o consolidación y las de lectura.

La clase de recapitulación se encamina a la consolidación del material lingüístico objeto de estudio en el sistema de clases de una unidad temática o capítulo del programa de estudios o libro de texto por el que se estudia. Este sistema de clases varía en su dosificación, en dependencia de la complejidad y/o extensión del contenido a desarrollar y regularmente constituye su conclusión. La dirección de este tipo de clase está directamente vinculada a la práctica comunicativa, integrando en ella las funciones comunicativas estudiadas, por lo que debe estar encaminada a facilitar la consolidación del material lingüístico en una actividad comunicativa con carácter creativo.

El maestro debe tener mucho cuidado al concebir y planificar este tipo de clase, por cuanto no puede convertirse en una repetición mecánica de fragmentos de las clases de introducción, fijación o aplicación.

Esta clase puede que sea la que más tiempo, dedicación y creatividad demande del maestro. En ella, la práctica comunicativa tiene que ser la actividad rectora, por lo que es necesario concebir y planificar un sistema de ejercicios o tareas que propicie la integración de las cuatro habilidades y la inserción de los estudiantes en situaciones que simulen lo más posible la realidad que los rodea, incluyendo elementos de ambientación siempre que sea posible, cuidando que estos no desvíen la atención de los estudiantes hacia ello y no se centren en el uso del material lingüístico estudiado y que necesitan aplicar según la situación. Los ejercicios o tareas de aplicación libre y creación son el elemento dominante.

Es importante recalcar que durante la recapitulación el papel protagónico lo tienen los estudiantes. El maestro deviene organizador, orientador y controlador de la actividad de los educandos. Vela porque las situaciones comunicativas que se desarrollan no sean forzadas ni ajenas a la realidad en que estos se desenvuelven. Evita, con su actuación pedagógica, la introducción por parte de algunos estudiantes durante el acto comunicativo, de elementos que laceren la sensibilidad de otros estudiantes, o menoscaben de cualquier manera su personalidad o valores morales, sociales o patrióticos.

La clase de lectura es otro tipo de clase que se asume dentro del ciclo de aprendizaje. En ella es donde el texto docente constituye el elemento integrador de todas las unidades léxicas y estructuras gramaticales estudiadas en la Unidad Temática en correspondencia con las funciones comunicativas dadas.

La lectura es una de las cuatro habilidades comunicativas que integran la actividad verbal. Constituye, junto a la comprensión auditiva o escucha, una de las habilidades de carácter receptivo. La lectura deviene medio de comunicación entre el lector y quien escribe. La competencia comunicativa es incompleta si el sujeto no es capaz de comprender correctamente cualquier texto escrito.

El desarrollo de la comprensión lectora en las clases de lengua extranjera adquiere gran importancia:

- Porque constituye una fuente importante de adquisición de conocimientos.

- Porque contribuye al desarrollo de la educación estética del lector.

- Porque propicia la interrelación del lector con el mundo que le rodea a través de la información que recibe.

- Porque desarrolla la imaginación y el intelecto.

- Porque, además, es uno de los mejores medios de recreación.

Este tipo de clase, a diferencia de las otras, centra su objetivo en el trabajo sobre la comprensión del contenido del texto docente y su desarrollo se apoya en un sistema de ejercicios o tareas particularmente previsto para la enseñanza de la lectura y que puede tener una salida final hacia la expresión oral, si este aspecto de la actividad verbal constituye el objetivo básico de la enseñanza de la lengua extranjera que se estudia.

Independientemente de los diferentes criterios de clasificación de los tipos de lectura, según el autor, se reconocerá como válidos tres de ellos: de estudio, de familiarización y de búsqueda.

La lectura de estudio está encaminada a lograr una total y detallada comprensión del texto y regularmente se requiere de su amplia recordación con el fin de relatarla a alguien o establecer con alguien una discusión sobre lo leído. Para este tipo de lectura son recomendables textos no muy largos.

La lectura de familiarización tiene como objetivo la comprensión general del contenido del texto. En este caso, el lector no requiere recordar detalladamente su contenido, por cuanto, no le es necesario utilizarlo con un fin específico en su actividad cotidiana. Los textos para este tipo de lectura son más extensos.

La lectura de búsqueda presupone la capacidad de muestrear el contenido de un libro, una revista, un periódico, etc., con el fin de tener una visión panorámica de su contenido, o para buscar alguna información o dato en específico (cifras, citas, etcétera).

Por otra parte, de acuerdo con su forma de realización, esta puede ser expresiva o silenciosa.

La lectura oral o expresiva contribuye al desarrollo de la pronunciación, la entonación y el ritmo, proporciona una comprensión global del contenido de la lectura, pues se presta más atención a la forma que al contenido y propicia la aplicación de procedimientos para la técnica de la lectura.

Por su parte, durante la lectura silenciosa o para sí la atención del lector se dirige más al contenido que a la forma, el nivel de comprensión que se alcanza es mucho mayor que en la lectura oral y contribuye significativamente a la consolidación del material lingüístico estudiado en clase, entre otras ventajas.

Significativamente particular resulta el sistema de ejercicios para el desarrollo de las habilidades de lectura. Estos ejercicios se dividen en tres grupos: previos a la lectura del texto o preparatorios, para realizar durante la lectura del texto y los ejercicios posteriores a la lectura del texto.

Los ejercicios previos a la lectura del texto o preparatorios están dirigidos a la corrección en la pronunciación de determinados sonidos, presentes en el texto, y su relación con las correspondientes grafías, dado que pudieran convertirse en interferencias para la recepción o transmisión de la información del texto dado, para la eliminación de dificultades semánticas y lingüísticas que interfieren la compresión y a la vez, para la formación de hábitos y habilidades de lectura y la elaboración de una estrategia para lograr su comprensión. En estos ejercicios se trabajan dificultades de tipo socio-culturales, léxico-gramaticales, estilísticas, etcétera.

Por su parte, los ejercicios para realizar durante la lectura del texto exigen que al alumno se le de una orientación comunicativa que debe resolver mientras efectúa la lectura, de manera que el proceso de la actividad tenga un carácter multilateral y la lectura no discurra de forma mecánica sino consciente. Por ello, es que se les asigna un tiempo prudencial para que se puedan realizar, pero sin exceso.

Los ejercicios posteriores a la lectura del texto están dirigidos a la verificación del nivel de profundidad y exactitud de la comprensión de lo leído, lo que posibilita la utilización de la información recibida de forma creadora.

Finalmente, es interés de este autor reafirmar que, aún cuando se han analizado los diferentes tipos de clase que se asumen de manera separada, ello no implica una visión lineal y esquemática; pues la concepción sistémica del ciclo de aprendizaje y su reflejo en estos hace que, dentro de un tipo de clase pueda, y de hecho regularmente sucede, iniciarse el trabajo con actividades o ejercicios propios de la etapa siguiente, lo que se corresponde con el desarrollo en espiral de los conocimientos.

Conclusiones

Los criterios de clasificación de los tipos de clases que pueden encontrarse en la literatura especializada son variados, llevando a la desmembración de esta en los diferentes planos de la lengua, así como de las habilidades comunicativas. Igualmente se puede encontrar quienes las clasifican en dependencia del tipo de ejercitación que van a desarrollar.

En este trabajo se ha defendido el criterio de la lengua como un todo y su enseñanza de manera integral, donde cada uno de los planos de la lengua (léxico, gramática y fonética) interactúen de manera jerárquica y armónica sobre la base de un contexto oracional comunicativo donde el desarrollo de las habilidades comunicativas (expresión oral, expresión escrita, comprensión lectora y comprensión auditiva o escucha) igualmente ocupen el lugar que les corresponde en concordancia con los objetivos del curso en cuestión.

El desarrollo de cualquier habilidad comunicativa lleva implícito el dominio del vocabulario, la gramática y la fonética. Para que un estudiante de cualquier lengua extranjera logre una fluida expresión oral, sea capaz de entender a su Interlocutor durante el acto de comunicación, pueda comprender con acierto la información que le brinda el texto consultado en esa lengua o pueda mantener correspondencia con colegas o amigos de otros países, que hablen la lengua que estudia o expresar sus ideas por escrito; en fin, si desea comunicarse en esa lengua tiene que haber integrado en un todo único dicha lengua.

 

Referencias

1ÁLVAREZ C M. La escuela en la vida. Sucre, Bolivia: 1994. p. 33.

2ACOSTA R. Didáctica desarrolladora para lenguas extranjeras. La Habana, Cuba: Instituto Pedagógico Latinoamericano y Caribeño-EDUCACIÓN CUBANA; 2005. pp.11-12.

3FONT S. Metodología para la asignatura Inglés en la secundaria básica desde una concepción problémica del enfoque comunicativo. [Tesis en opción al Grado Científico de Doctor en Ciencias Pedagógicas]. La Habana, Cuba Instituto Superior Pedagógico “Enrique José Varona”; 2006. p. 91.

4FONT S. Metodología para la asignatura Inglés en la secundaria básica desde una concepción problémica del enfoque comunicativo. [Tesis en opción al Grado Científico de Doctor en Ciencias Pedagógicas]. La Habana, Cuba Instituto Superior Pedagógico “Enrique José Varona”; 2006. p.106.

5GONZÁLEZ V; CASTELLANOS D, CÓRDOVA M D, REBOLLAR M, MARTÍNEZ M, FERNÁNDEZ A M, ET AL. Psicología para educadores. La Habana, Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 1995. p. 45.

6HERNÁNDEZ J. La etapa de la práctica. Conferencia dictada en el Diplomado de Didáctica del Español como Lengua Extranjera. La Habana, Cuba: Instituto Superior Pedagógico “Enrique José Varona; 2008.

7BELTRÁN F. Desarrollo de la Competencia Comunicativa. Revista Electrónica Universidad Abierta. www,universidadabierta,edu,mx. Abierto 9 de mayo del 2005.

 

Bibliografía

ACOSTA R, RIVERA S J, PÉREZ J E, MANZINI A. Communicative Language Teaching. Newcastle, Austrtalia: New South Wales, Sumptibus Publication; 1997.

ANTICH R, GANDARIAS D, LÓPEZ E. Metodología de la enseñanza de lenguas extranjeras. La Habana, Cuba: Editorial Pueblo y Educación; l986.

MITROFÁNOVA O D, KOSTOMAROV V G, ET AL. Metódika prepodavania russkovo jaziká kak inostrannova. (Metodología de la enseñanza del idioma ruso como lengua extranjera). 1990.

UR P. A Course in Language Teaching. Sixth printing, United Kingdon: Cambridge University Press; 2000.