Varona

No.51   Julio-Diciembre, 2010.    ISSN: 1992-82

CREACIÓN Y TALENTO


Atención educativa al talento en la Secundaria Básica

Educative attention to talent in Senior School

MSc. Isabel Esteva Castañeda. Asistente. Universidad de Ciencias Pedagógicas “Enrique José Varona”. La Habana, Cuba.

Correo electrónico: isabelec@ucpejv.rimed.cu

Recibido enero de 2010   Aceptado mayo de 2010


RESUMEN

La educación, como todo proceso enmarcado en la Revolución, brinda las condiciones para el desarrollo de las posibilidades y las metas personales y de la sociedad. Día a día las poblaciones van adquiriendo mayor nivel de conocimiento como elemento clave de la técnica, la producción y la competencia mundial. Los niños y los jóvenes requieren, como todo individuo de esta sociedad, satisfacer sus necesidades y desarrollar al máximo sus capacidades. La orientación, la estimulación y la comprensión de la capacidad existente para el desarrollo de las potencialidades en un área del conocimiento determinada convocan a una atención educativa de niños y jóvenes que no la reciben.

En este trabajo se analiza la problemática que ocurre en las escuelas de la educación secundaria y la propuesta intenta sensibilizar al personal y a los directivos acerca de la importancia de la preparación del profesor de estos centros,  en el tema de la atención educativa al talento, y así contribuir al desarrollo personal y social de los individuos en una sociedad más plena en su diversidad.

PALABRAS CLAVE: talento, atención, identificación, orientación, estimulación.

ABSTRACT

Education, like all process taken in the Revolution, brings forth the conditions for the development of possibilities and personal and society goals. Day to day the population acquires a higher grade of knowledge like key elements in technical, production and world competence. Children and young people require, like all individuals within this society, to satisfy their necessities and developed their capacities to the utmost. The orientation, stimulation and comprehension of the existing capacity for the development of the potentials in a certain area of knowledge, call for educative attention to children and youth which do not currently receive said attention.

This research analyses the problems which occurred in secondary schools and the proposal intends to add awareness to teachers and administrative personnel about the importance of training of teachers in these centers to become aware of gifted students and thereby contribute to the personal and social development of said students within society and its diversity.

KEY WORDS: gifted students, attention, identification, orientation, stimulation.


Introducción

La educación establece, en su sentido más amplio, un sistema complejo de influencias en las que participa toda la sociedad. El objetivo es asegurar la asimilación y la reproducción de toda la herencia cultural anterior, así como de las relaciones sociales existentes: aquellas que actúan como proceso de cooperación y comunicación social, y donde los hombres desempeñan el papel de sujetos activos y creadores. La educación, analizada como función de la sociedad, constituye el medio fundamental para la socialización del sujeto; por medio de ella se logra la asimilación y objetivación en cada individuo, y de los contenidos socialmente válidos, expresados en los sistemas de reglas y modos de actuación dispuestos por la misma sociedad. Es la extensión de la actividad práctica del individuo donde se materializa en hechos concretos el aprendizaje anterior.

La educación es una función social que está caracterizada, en primer lugar, por su esencia clasista. Cada sociedad impone la formación de un modelo de hombre, que asimila y reproduce, al nivel individual, las normas y los patrones establecidos y aceptados por la clase dominante en el momento histórico concreto de que se trate, sin olvidar que su origen está en las condiciones del desarrollo económico alcanzado.

El triunfo, en Cuba, de la Revolución en 1959, fue el punto de partida para la realización de la Revolución Cultural, en la que uno de sus objetivos principales fue la eliminación de las clases sociales, con la igualdad entre todos los ciudadanos y en cuyo sustento están los cambios profundos en la educación para futuras y constantes transiciones. Todos los  tipos y niveles educacionales han ido transformándose en esta larga historia; en este ámbito, la Secundaria Básica presenta el gran desafío de lograr que los estudiantes no solo alcancen conocimientos esenciales para la vida, sino desarrollen plenamente sus potencialidades y alcancen la satisfacción máxima personal y social con una educación con calidad.

En este proceso de cambios adquiere una importancia relevante la concepción de la denominada pedagogía de la diversidad. Asumir la diversidad y atenderla, implica un nuevo aprendizaje para su comprensión y tratamiento de manera efectiva. La atención a las características de los estudiantes y grupos escolares, de acuerdo con los diferentes contextos que presentan las escuelas y sus comunidades, se impone para lograr el cambio que se pretende; solo de esta manera se continuarán  elevando los niveles de calidad en condiciones de masividad.

Promover el desarrollo de las capacidades en todo el estudiantado de las escuelas, en la actualidad y con las características del personal docente existente en cuanto a la preparación que poseen, así como concientizar a esos maestros (en formación, por demás), sobre su papel y la importancia de llevar a efecto esta tarea en los centros educacionales, constituye un reto para la educación en los diferentes sistemas de enseñanza y, de manera muy especial, en la de niños y adolescentes, dadas las características de estas edades, sus intereses, conflictos y motivaciones.

Además de la importancia que representa para este adolescente su continuidad de estudios, es trascendental para él que le consideren sus aptitudes, habilidades y destrezas; de otra manera, no realizará una labor satisfactoria, efectiva y eficiente. Sin decir que la considerará inútil y formal.

El docente aún no posee la suficiente y necesaria preparación para ir más allá en la atención a la diversidad y eliminar la desigualdad en el aprendizaje. Teniendo en cuenta que en el proceso pedagógico interactúan diferentes factores: la actividad del profesor y la de los alumnos, el contenido de la enseñanza y la educación, la personalidad del profesor, así como la de los alumnos, se puede plantear que este es un proceso excepcionalmente dinámico, pues se realiza en condiciones que están en persistente cambio y desarrollo.

El fracaso escolar, el tratamiento de las diferencias en el currículo explícito y oculto, y otros se incluyen en la relación existente de situaciones ya mencionadas entre educación y diversidad, y proporcionan la oportunidad de su investigación, necesaria, casi que imperiosa. Después de haber investigado sobre la preparación de los docentes, la autora, en su indagación, pretende continuar promoviendo diferentes acciones con el objetivo de contribuir a la atención educativa al talento, como vía de lograr una educación eficiente.

Desarrollo

La atención diferenciada en la educación en Cuba plantea, en uno de sus principios –el de la coeducación y de la escuela abierta a la diversidad–, la política de garantía a la mujer y al hombre, del acceso a los centros de formación en cualesquiera de las especialidades y profesiones, así como la voluntad de ingreso, permanencia y trabajo por la graduación con éxito para todos, sin ningún condicionamiento por razón de sexo, raza, religión, grupo social, etc. Se presenta en diferentes líneas, fundamentalmente con las relacionadas con la situación de desventaja social y económica, en relación con las discapacidades, aprendizaje y en cuanto a género. De esta manera, se permite al individuo acceder a la igualdad de oportunidades, para que cada uno, particularmente y/o en forma grupal, desarrolle sus potencialidades y demuestre, de forma útil, sus capacidades.

En función de dar la posibilidad a todos de aprender y aprender eficientemente se afrontan numerosos retos: eliminar estereotipos y mitos acerca de las diferencias existentes; diversificar ámbitos de estudio para ambos sexos, permitir a su vez y fomentar una mejor orientación vocacional que disminuya el abandono de carreras no deseadas o elegidas por falta de una verdadera orientación y, para finalizar, una mayor y mejor empleabilidad en la comunidad con necesidades y capacidades satisfechas que, a la larga, redundarán en beneficio de la sociedad.

Todo profesor está en la obligación de trabajar en su aula y con sus estudiantes, con diferentes niveles de capacidad y estilos distintos de aprendizaje, así como de procedencia socioeconómica y cultural disímil, para satisfacer sus necesidades y motivaciones. Y lo hará en dependencia de su formación y preparación, de su motivación y compromiso con la tarea, y de su capacidad para darle salida, de manera creativa y flexible, a las dificultades que se le presenten en la práctica profesional. En esta, las posiciones que se acometen en las aulas para atender las diferencias individuales son muy variadas y las acciones no siempre son las mejores.

De forma habitual, las opciones para emprender esta problemática se refieren a:

- La atención individualizada desde la organización de la clase y la situación de aprendizaje;

- las del trabajo con las diferencias individuales desde las adaptaciones curriculares.

Una misma forma de enseñanza no puede satisfacer la educación diferenciada.

La atención a “la integración de la alta capacidad intelectual general y/o capacidades particulares con el desarrollo de una intensa y sostenida motivación del desembocan en la identificación y la atención al estudiante talento.

Desde la perspectiva de las concepciones sociales del talento, se destacan importantes presupuestos, de los cuales la autora subraya los siguientes, entre otros importantes:

1. “El talento es, como toda expresión del desarrollo humano, un fenómeno condicionado, de manera compleja, por la cultura y la sociedad. No es un rasgo estable de la persona, sino más bien el resultado de una compleja interacción entre las potencialidades humanas y los contextos socioculturales.

2. “El desarrollo de los talentos constituye una condición sine qua non del avance social”.2

Disímiles agentes y factores relacionados entre sí participan en el fenómeno pedagógico: escuela, familia, comunidad; los medios de difusión masiva y comunicación, además de las condiciones sociales que son también participantes. La visión acerca del talento en la sociedad implica examinar el grado de participación  de estos agentes y factores socioeducativos. ¿Hasta qué punto estas instituciones representan las plazas más distintivas donde se van comprobando las transformaciones que llevan a la concreción de los talentos?

Pero… ¿se realiza esta atención? Desafortunadamente, la atención educativa al talento no es efectiva. La identificación del estudiante potencialmente talentoso se produce de manera casual, espontánea, por lo que no todos los estudiantes talentos son descubiertos. Se promueve, entonces, la existencia de talentos ocultos.

El hecho es que las causas de la existencia de talentos ocultos son la falta de preparación de los docentes, la familia y la comunidad para llevar a cabo su identificación y la creencia en mitos y estereotipos en los miembros de estas tres instituciones socioeducativas que los conducen al reconocimiento poco científico y superficial. Las condiciones de masividad en que se produce el proceso educativo contribuyen, además, a la inadecuada, deficiente, poco objetiva y formal caracterización de estos estudiantes.

En el caso de que se realice la identificación del talentoso, no se continúa el paso siguiente. Su atención se vuelve nula; en ocasiones, hasta es negativo el cuidado que se le proporciona. En investigaciones realizadas, se ha observado que el estudiante cree infalible su capacidad, tornándose un tanto confiado, vanidoso, o aceptando otras vías de expresión: el abandono de estudios o sencillamente la obtención de bajos resultados académicos, entre otros. Este problema es “apoyado” por la escuela, o por la familia; puede hasta convertirse en un obstáculo para seleccionar adecuadamente la continuidad de estudios y, por supuesto, contribuir a un  posterior fracaso.

Sin embargo, el sistema educacional plantea en su discurso la caracterización o diagnóstico del estudiante y la atención a las diferencias individuales que proporcionarán igualdad de oportunidades; esta, a su vez, “no debe suponer un principio de homogeneización, sino un profundo replanteamiento al situar diferencialmente las necesidades de los niños en relación con las posibles carencias de sus respectivos medios sociofamiliares. Precisamente para poder ofrecer a cada uno aquello que necesita, sin actitudes de discriminación por razones de sexo, raza, costumbres, religión, minusvalías”.3

El diagnóstico, que constituye un procedimiento global, internacional, no solo porque se realice a nivel mundial, sino porque se produce en todas las esferas de la actividad humana, en la actividad educativa nos conduce obligatoriamente a interrelacionar diferentes elementos, y no solo como inicio de un proceso, sino como parte de ese proceso, como forma de continuidad y fuente de información constante para los maestros.

Rivero M y Cuenca M definen la educación para la diversidad como “aquella que garantiza una atención diferenciada y personalizada, como respuesta a las necesidades educativas de cada sujeto, grupo y/o segmento poblacional. Es la que asegura las condiciones y los medios, para que todos aprendan y se desarrollen con pertinencia y equidad, facilitando a cada uno, por diferentes vías, la posibilidad de alcanzar los objetivos más generales que plantea el sistema educativo para el nivel por el que transita y acorde con sus especificidades individuales”.4

Pero… se podría preguntar, ¿qué diferencias individuales debe atender el profesor? Según Bonal las únicas diferencias contempladas como legítimas son las diferencias objetivas en las capacidades innatas de los individuos y los grupos que necesitan de atención especial, por no disponer de las mismas condiciones que el resto de la población y enumera distintos tipos de individuos, entre los que se encuentran los talentos o superdotados.5

En encuestas y entrevistas realizadas a un grupo de estudiantes y docentes de una secundaria básica, en las respuestas se devela cómo aquellos estudiantes cuyas posibilidades económicas son favorables tienen mejores resultados académicos, reciben reconocimiento material y/o moral  y mayor atención de sus padres; también se refleja el nivel de información y conocimientos que poseen. No sucedió así con los estudiantes con malos resultados académicos. En la mayoría de los casos fueron sancionados, criticados, cuestionados, por el grupo. Los padres y los maestros no hicieron  una valoración adecuada de los resultados. Corroboraron que los estudiantes que no aprobaban se debía a diferentes razones: no estudiaban, no atendían a los profesores en los repasos; los profesores no eran culpables, ellos siempre daban repasos. No determinaron cuáles fueron las condiciones psicológicas y socioeconómicas que contribuyeron a las consecuencias que derivaron en estos resultados.

En entrevista a profesores y jefes de grado, estos plantearon que la actividad realizada para atender esas diferencias individuales es el repaso al final del día, además de la orientación de actividades específicas a los estudiantes con dificultades. Los estudiantes “sin dificultades” para las evaluaciones no recibieron ninguna preparación ni orientación, aunque asistieron a los repasos.

Por otra parte, en el grupo se localizaron estudiantes que, en sus trayectorias por la formación primaria y secundaria, habían participado en concursos a distintos niveles y en las diferentes asignaturas. Una estudiante ganadora del Concurso Nacional de Historia; estudiantes ganadores en diferentes niveles de asignaturas, como Matemática y Ciencias Naturales. ¿Cuál fue su preparación por parte de la escuela y la familia?

Por parte de la familia en la mayoría de los casos tuvieron un profesor “repasador” que trató, según refieren, contenidos impartidos con cierta dificultad en la escuela; así como la mayoría de los padres se mostró con una fuerte  preocupación por los resultados, pensando ya en un escalafón o por la continuidad de estudios, teniendo siempre como referentes sus aspiraciones y no los deseos, las capacidades y las aptitudes de sus hijos.

La preparación por la escuela no ocurrió: los profesores se limitaron a comunicar los resultados en los diferentes niveles y a alentar o estimular moralmente por los resultados obtenidos. No estaban preparados para dar contenidos de las asignaturas con mayor nivel de profundización al que se impartía en la escuela y con diferentes métodos; como tampoco tenían tiempo para realizar la actividad.

Paradójicamente, los profesores plantearon que, una vez realizada la caracterización de los estudiantes, estos son atendidos diferenciadamente, pero  los resultados no se ven, pues los estudiantes no “aprovechan” esa atención que reciben: no realizan las tareas que se les dejan, mantienen la indisciplina  y no atienden a las clases, no cumplen con sus compromisos morales con padres, grupo y profesores. Después, al mantenerse los estudiantes en  situación académica desventajosa, no lograron alcanzar, en el caso del noveno grado, una continuidad de estudios de acuerdo con lo que hubieran deseado los padres y, en el peor de los casos, para cualquier grado de la secundaria, aprobar el año.

Pudieran hacerse otros cuestionamientos, ¿y de quién es la responsabilidad? ¿Fue  acaso eficiente la atención a esos estudiantes? ¿Fue suficiente el apoyo logrado por la familia para obtener un mejor aprendizaje? ¿Se realizó verdaderamente una atención a las diferencias individuales? ¿Se identificaron en los estudiantes las diferencias? Los estudiantes ganadores de concurso, ¿fueron identificados como estudiantes potencialmente talentosos? ¿Lo son?

Las necesidades de estos adolescentes en ambos casos no fueron cubiertas. En el primer grupo, los estudiantes no alcanzaron eliminar insuficiencias en el aprendizaje. En el segundo, los estudiantes no lograron desarrollar sus potencialidades. Acciones ineficientes no proporcionan igualdad de oportunidades.6 Ante esta situación, el análisis en el campo de la sociología de la educación resulta necesario y es también para la investigadora, indiscutiblemente apasionante.

El sistema educacional cubano está diseñado para evitar las derivaciones de desigualdad social. A partir del Período Especial se desarrollaron y acrecentaron  las desigualdades socioeconómicas por la apertura hacia otras vías de solución financiera; ello posibilitó la existencia en las escuelas de estudiantes cuyos padres y madres dispusieran de medios  y posibilidades que favorecieron un nivel económico más alto.

El Estado ha puesto en manos de la educación todos los recursos posibles para el aprendizaje y la elevación de su calidad; ha orientado hacia las secundarias todo un bagaje de condiciones que alivian esas diferencias socioeconómicas de las familias más afectadas, pero que no eliminan esas diferencias individuales que dan al traste con los resultados académicos de los estudiantes secundarios.

Cabe preguntarse: ¿qué hacer para elevar la calidad del aprendizaje y específicamente atender, desde todos los puntos de vista, al estudiante potencialmente talentoso?

En las últimas décadas los estudios sobre la atención educativa al talento han ocupado a numerosos sociólogos, pedagogos, psicólogos y, en general, a numerosos científicos. De igual manera, los estudios realizados en Cuba sobre el tema se incrementan al  plantear de este modo, la necesidad de desarrollar en los niños, los adolescentes y los jóvenes, capacidades naturales o equiparar sus carencias y necesidades individuales, mediante el entrenamiento y el desarrollo de diferentes habilidades, convocando a la educación, como se había mencionado anteriormente, a cumplir su función social, no solo para provecho de la sociedad socialista, que lo forma en una nueva concepción de principios de acuerdo con su historia y su ideología en general, sino también para la satisfacción individual como ciudadanos que deben cumplir “normas y patrones socialmente válidos’’.

El hecho de atender al individuo, sea niño, adolescente o joven, potencialmente talentoso, representa una garantía de futuro, desarrollando hombres plenos, capaces y creadores.

El reconocimiento de estos individuos, su identificación y atención, conduce a una necesidad impostergable y, por consiguiente, a una preparación del personal docente y a la familia por cualesquiera de las vías que hasta el momento se han divulgado en la literatura, producto de estudios e investigaciones.

Conclusiones

A raíz de los cambios educacionales y la necesidad de enfocar la mirada hacia la concepción de las diferencias individuales, específicamente del sujeto talentoso y su atención educativa, así como el papel que desempeña el profesor con su adecuada preparación teórica y metodológica, van teniendo lugar diferentes investigaciones en la práctica pedagógica. La efectividad de estas acciones determinará la calidad del proceso educativo, tratando de incorporar al discurso pedagógico nuevas concepciones sobre el modo de actuación de los profesores.

Las nuevas formas de atender la diversidad y, por ende, las diferencias individuales de los estudiantes para promover un mejor aprendizaje y aprovechamiento de las potencialidades, se torna, en pleno siglo XXI, una necesidad indiscutible a efectuar. Las condiciones socioeconómicas mundialmente se recrudecen y por tanto, las diferencias socioeconómicas. Cuba no está exenta de esta influencia, pero la educación, precisamente, bajo las condiciones de  una Revolución Socialista, no debe permitir que la escuela sea reproductora de esas diferencias.

Queda seguir trabajando con los profesores y las familias para lograr una mayor preparación en el desempeño de la función que les ha correspondido realizar en la sociedad y así conquistar con ese encargo social una sociedad más plena en su diversidad, rompiendo la equivalencia entre diferencia y desigualdad.

 

Referencias

1CASTELLANOS D. Modelo heurístico para la identificación del talento en el contexto escolar: una alternativa para el profesor. [Tesis en opción al Título Académico de Máster en Ciencias de la Educación]. La Habana, Cuba: Instituto Superior Pedagógico “Enrique José Varona”; 1997. p. 19.

2LORENZO R, CASTELLANOS D. Polémicas en torno al desarrollo del talento. Soporte digital. La Habana, Cuba: Instituto Superior Pedagógico “Enrique José Varona”; 1999. p. 10.

3LÓPEZ R. Diversidad e igualdad de oportunidades en la escuela. Selección de temas para docentes. La Habana, Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 2008. p.135.

4RIVERO M, CUENCA M. Educación en la diversidad para una enseñanza desarrolladora. CD Room. Maestría en Ciencias de la Educación I. La Habana, Cuba: Instituto  Superior Pedagógico ‘‘Enrique José Varona’’; 2006. p. 6.

5BONAL X. Sociología de la Educación. Una aproximación crítica a las corrientes contemporáneas. Primera edición. Madrid, España: Editorial Paidós; 1998.

6BONAL X. Sociología de la educación. Una aproximación crítica a las corrientes contemporáneas. Primera edición. Madrid, España: Editorial Paidós; 1998.

 

Bibliografía

CASTELLANOS D. El estudiante talentoso y sus necesidades educativas especiales. La Habana, Cuba: Instituto Superior Pedagógico “Enrique José Varona”; 1999.

FERNÁNDEZ A. La educación y la atención a la diversidad. CD Room. Maestría de Ciencias de la Educación I. La Habana, Cuba: Instituto Superior Pedagógico “Enrique José Varona”; 2004.