Dr.C. Mercedes Gutiérrez Mazorra. Profesora Auxiliar. Metodóloga-Inspectora. Ministerio de Educación. La Habana, Cuba:

Correo electrónico: mercy1512@mined.rimed.cu

Recibido septiembre de 2009   Aceptado diciembre de 2009

Introducción

La preparación de los profesores de las universidades de ciencias pedagógicas (UCP) de manera permanente y continua constituye una vía esencial en la actualización y la búsqueda de soluciones acertadas y creadoras a los disímiles problemas profesionales que tienen que revolver en el contexto de la formación de los futuros educadores.

De la preparación de los profesores depende la calidad de las acciones que desarrollan, encaminadas a transformar los modos de actuación de los estudiantes, para que estos logren la profesionalidad que se necesita y sean capaces, desde el tercer año de la carrera, bajo la orientación de los tutores en las microuniversidades, de dirigir de forma integral el proceso de enseñanza-aprendizaje.

En el desarrollo de las diferentes conferencias mundiales de educación, la Unesco ha reconocido el papel central que tienen los docentes en la elevación de la calidad de los procesos educativos en que participan, proclamando la necesidad de fortalecer la formación y la superación de estos.

En el Informe presentado en el año1996, se discutió y analizó cómo los próximos siglos se orientarán hacia la búsqueda de conocimientos no solo como un medio para alcanzar un fin, sino también como un fin en sí mismo, de forma tal que cada persona aproveche las posibilidades, que se le presenten durante toda la vida, de aprender, lo que requiere una exigencia del personal docente, para convertir en realidad esta aspiración.

En el propio informe, en otro de sus párrafos, se enfatiza en la importancia de desarrollar los programas de formación continua para que cada maestro o profesor pueda tener acceso frecuente a ellos; en particular, mediante tecnologías de comunicación apropiadas. En términos generales, la calidad de la enseñanza depende, tanto de la formación continua del profesorado como de la formación inicial.

En Cuba, la significación de la preparación de los docentes para el perfeccionamiento del desempeño profesional pedagógico ha sido tratado atendiendo a las concepciones sobre la preparación inicial y permanente del profesor como agente clave para lograr los cambios.

La preparación de los profesores de las universidades de ciencias pedagógicas debe realizarse desde una concepción integradora, tomando como punto de partida su función como mediador en el proceso de formación de los futuros educadores a partir de la integración de lo instructivo y lo educativo, como categorías pedagógicas, que se materializan en el proceso educativo al permitirle, por un lado, dirigir la adquisición de conocimientos, habilidades, hábitos y capacidades en dependencia de la concepción curricular de las asignaturas que enseñan y, por el otro, formar normas de conducta, valores, actitudes, de manera que la proyección de la preparación les posibiliten la apropiación de diversas estrategias para una mayor dirección del proceso de enseñanza-aprendizaje.

El profesor constituye el artífice de todo el proceso educativo que se desarrolla en la escuela y es el máximo responsable del cumplimiento del encargo social asignado. Sobre este aspecto, los pedagogos cubanos, como es el caso de José de la Luz y Caballero, visualizaron la necesidad de formar maestros capaces de cumplir la misión histórico-social que les sería encomendada. Por lo tanto, se reafirman la necesidad y la conveniencia de aprovechar todos los espacios y momentos que brinda la escuela para sistematizar el proceso de preparación de los profesores.

El objetivo de este trabajo se concreta en ofrecer una propuesta didáctica que favorezca la preparación de los profesores para contribuir a la educación de la motivación profesional pedagógica.

Consideramos que una dirección esencial lo constituye la preparación de los profesores, para que sean capaces de transformar las diversas orientaciones motivacionales de los jóvenes que ingresan en las universidades de ciencias pedagógicas, tomando como punto de partida el diagnóstico de las necesidades de preparación y la actualización, las exigencias didáctico-metodológicas para la dirección de un proceso de enseñanza-aprendizaje profesional y las demandas sociales, cada vez más crecientes, de egresar profesores de las universidades de ciencias pedagógicas con una sólida motivación profesional; de esta forma, es posible lograr la preparación de los profesores en contenidos teóricos y metodológicos para educar la motivación profesional pedagógica (MPP), lo cual puede lograrse de forma permanente y contextualizada.

Desarrollo

El presente estudio parte de la concepción vigotskiana y de sus seguidores, destacando los siguientes postulados, considerados imprescindibles en la preparación del profesor para contribuir a la educación de la motivación profesional pedagógica1:

El cumplimiento del principio de la relación entre enseñanza y desarrollo, con la aplicación del concepto de “zona de desarrollo próximo” (ZDP) quien revela, precisamente, la relación entre enseñanza y desarrollo a partir de que la enseñanza conduce y dirige el desarrollo psíquico porque se debe comenzar de los conocimientos, las habilidades y los intereses que tienen los profesores (zona de desarrollo actual) para que logren la preparación adecuada que les permita contribuir a la educación de la motivación profesional pedagógica de los estudiantes (zona de desarrollo potencial).

Los profesores deben asumir la función de sujetos activos, protagonistas en la construcción y la apropiación de los saberes, se concibe el carácter rector de la enseñanza en el desarrollo psíquico por medio de los debates y reflexiones que se producen con un mayor empleo de las potencialidades individuales.

El desarrollo psíquico humano es de naturaleza social y cultural, y se produce como consecuencia de la acumulación de la experiencia individual.

Utilizar todo lo que está disponible en el sistema de relaciones más cercano a los profesores para propiciar su interés, mayor grado de participación e implicación.

Se aprovechan todos los elementos que les permitan a los profesores el despliegue del proceso de redescubrimiento y reconstrucción del conocimiento, de sus particularidades personales y potenciar un ambiente de cooperación para la solución conjunta de las dificultades.

El principio de la unidad de lo afectivo y lo cognitivo, al vincular los contenidos de la motivación profesional pedagógica con los intereses sociales y personales más estrechos, que implica la provocación de profundas emociones, de manera tal que se favorezca una personalización de lo aprendido, concienticen y sientan la necesidad de transformar la práctica educativa.

En virtud del enfoque histórico-cultural, que parte de la consideración del carácter objetivo de la motivación humana y su determinación histórico-social en el proceso de la actividad, se asume que el estudiante cuando ingresa al primer año en las universidades pedagógicas, puede llegar a niveles superiores de autonomía funcional, solo cuando se le crean las condiciones y situaciones adecuadas en el contexto social donde acontece su vida como universitario. Por tanto, educar la motivación profesional es aprovechar el proceso educativo que se desarrolla en la escuela.

Según Álvarez C, en el desarrollo de la personalidad existe dialécticamente un solo proceso integrador, que es el proceso formativo, el cual transcurre por medio de tres dimensiones integradas e interrelacionadas: instrucción, desarrollo y educación.2 Estas tres dimensiones constituyen proceso y resultado, lo que implica que están estrechamente interrelacionadas, aunque cada una tiene un fin determinado; en el caso de la instrucción, se dirige al dominio de una rama del saber, el desarrollo a la formación de las potencialidades funcionales de la personalidad y la educación que es considerada por este autor como un proceso de formación y de desarrollo de sentimientos, convicciones, voluntad y valores. Este análisis posibilita afirmar que en la educación se integran armónicamente la instrucción y el desarrollo, por constituir un proceso de formación y desarrollo social que influye en la adquisición de rasgos positivos de la personalidad.

En este caso se refiere al proceso de educación profesional de la personalidad, visto desde su sentido estrecho, como aquello que se desarrolla dentro de las universidades de ciencias pedagógicas, al asumir el papel rector los profesores que son los responsables de la organización, planificación y conducción de situaciones de aprendizajes para el desarrollo de las potencialidades de los estudiantes, de forma tal que estos se apropien de conocimientos y habilidades que les permitan asumir una actuación profesional autodeterminada y fortalecer la personalidad.

Para educar la motivación profesional como formación psicológica reguladora de la actuación del sujeto, donde se integran en unidad dialéctica sus aspectos de contenido y funcionamiento, se requiere de un proceso educativo específico, dirigido por profesores con una óptima preparación teórica y metodológica en esta dirección, así como de estudiantes que en su papel de sujetos activos de su formación profesional estén convencidos de la necesidad de una actuación profesional responsable.

Sobre esta base, se define la educación de la motivación profesional pedagógica en los estudiantes como el trabajo organizado, planificado y consciente de los profesores del centro formador, encaminado a la transmisión de conocimientos y al desarrollo de intereses y habilidades profesionales en los estudiantes que les posibiliten en su desarrollo alcanzar un nivel superior de regulación y autorregulación de los modos de actuación, en correspondencia con las exigencias de la profesión pedagógica.

Consecuentes con la integralidad del proceso de enseñanza-aprendizaje, donde se concibe la unidad de lo instructivo y lo educativo, lo afectivo-motivacional y lo cognitivo instrumental, y sobre la base de la sistematización de los aportes de diferentes investigadores al estudio de la motivación profesional, las limitaciones y carencias de conocimientos y habilidades de los profesores para la educación de esta se determinaron los contenidos necesarios para educar la motivación profesional pedagógica en una unidad dialéctica y sistémica.

En el análisis de estos contenidos, se consideró en el tratamiento de dos procedimientos básicos: enfoque problematizador y personológico del proceso de enseñanza-aprendizaje, para los cuales se proponen los siguientes contenidos para la preparación metodológica de los profesores (Fig. 1).

Principios de la orientación profesional pedagógica (POP).

Indicadores de la motivación profesional (IM).

Diagnóstico psicopedagógico motivacional (DP).

Metodología para el estudio de la motivación profesional pedagógica (ME).

Etapas de la educación profesional de la personalidad (EEP).

Estrategia metodológica para educar la MPP (EM).

Fig. 1. Enfoques y contenidos de la preparación metodológica de los profesores.

La preparación del profesor en esta dirección le permitirá dirigir el proceso de enseñanza-aprendizaje desde una relación problematizada, centrada en el vínculo del estudiante con el mundo laboral y con la carrera en particular; para ello, debe crear espacios de reflexión acerca del valor de la profesión pedagógica, de su extraordinaria importancia social, de su valor estratégico, etc., a la vez que le facilitará la identificación de los intereses y expectativas personales que puede satisfacer por medio del estudio de la carrera, también podrá ayudarlos a vencer conflictos, alcanzar la madurez profesional adecuada para el desempeño exitoso de la profesión, conocer las experiencias que poseen en el área pedagógica y cómo son elaboradas y vivenciadas individualmente.

En los resultados de observaciones a actividades metodológicas, revisión de planes de trabajo metodológico y documentos normativos, se ha constatado que los profesores no están suficientemente preparados en el dominio de contenidos teóricos y metodológicos sobre motivación profesional, que les posibiliten educar esta formación psicológica en los estudiantes; además, las acciones que se proyectan en función de la futura profesión de los estudiantes, propician una ejecución formal, mecánica y empírica muchas veces con una organización externalista, fragmentada, lo que evidencia la poca capacitación que poseen para integrar sus fines y contenido, a la dirección del proceso de enseñanza-aprendizaje.

La solución de esta problemática desborda los márgenes de lo estrictamente teórico, para tener connotaciones prácticas que garanticen la comprensión de los profesores de la necesidad de prepararse en esta dirección, dotándolos de herramientas teóricas y metodológicas, que lo conduzcan a interpretar lo esencial; así como erradicar o modificar formas operativas de enseñanza utilizadas de manera cotidiana en la formación inicial de docentes.

Como resultado de este análisis, se considera que un profesor está preparado para contribuir a la educación de la motivación profesional pedagógica en los estudiantes cuando tiene un dominio de los conocimientos y las habilidades imprescindibles para educar la motivación profesional pedagógica desde la dirección del proceso de enseñanza-aprendizaje con una marcada motivación y satisfacción por esta actividad.

Desde el punto de vista teórico se asumen, desde una orientación filosófica dialéctico-materialista, los postulados del enfoque histórico-cultural, por constituir la concepción más integradora, que posibilita comprender la naturaleza dialéctica y contradictoria de la motivación humana.

Condicionantes importantes para contribuir a la educación de la motivación profesional pedagógica

En la educación de la motivación profesional pedagógica es importante el nivel de compromiso de los estudiantes que se forman como docentes durante el tiempo que permanecen en la sede central, partiendo de la tesis de que la motivación profesional pedagógica se puede desarrollar a partir de la acción recíproca entre el estudiante que se forma como profesional de la educación y los restantes protagonistas que intervienen en el proceso de formación. Se refieren las principales condiciones:

Para los profesores en su función de guías, directivos y/o tutores

Incentivar en los estudiantes la necesidad de sentirse útiles e importantes para la profesión pedagógica.

Mantener una comunicación educativa eficiente con los estudiantes e informarlos de los principales acontecimientos, decisiones y políticas que se tracen en la institución, escuchando sus criterios y propuestas.

Favorecer la autodirección y el autocontrol estudiantil en las diversas tareas profesionales.

Establecer un ambiente pedagógico agradable donde todos los estudiantes contribuyan con sus esfuerzos dentro del límite de sus capacidades.

Planificar acciones y operaciones sencillas, y de fácil aprendizaje.

Retroalimentar y evaluar constantemente a los estudiantes sobre su desempeño con un reconocimiento del esfuerzo y estímulo personal.

Conocer las diferentes necesidades de autorrealización de los estudiantes.

Evaluar el esfuerzo-desempeño de los estudiantes en correspondencia con los contenidos motivacionales en la ejecución de las tareas profesionales.

Para los estudiantes

Disposición para tomar decisiones personales y plantearse metas importantes relacionadas con la profesión.

Disposición para solucionar las tareas profesionales con creatividad, autodirección y control de sí mismo.

Autoconciencia de la importancia y necesidad social y política de la profesión pedagógica.

Disposición para cooperar aprovechando al máximo sus recursos personales.

Demostrar sentimientos de pertenencia a la institución.

Aprovechar todas las oportunidades de aprendizaje desarrollador para el crecimiento personal y profesional.

Disposición para autoevaluar su desempeño a partir de los resultados alcanzados.

¿Cómo contribuir a la educación de la motivación profesional pedagógica en los estudiantes desde la dirección del proceso de enseñanza-aprendizaje?

El proceso de educación de la motivación profesional pedagógica en los estudiantes debe desarrollarse con fuerza, intensidad y sistematicidad durante los primeros años de las carreras pedagógicas, período importante para organizar, planificar y ejecutar un sistema de actividades dirigidas a la transformación de los estudiantes, en función del desarrollo de una actuación profesional responsable ante la profesión seleccionada. En este momento los profesores, a partir de una concepción de integralidad del proceso de enseñanza-aprendizaje, desempeñan un papel esencial en la comprensión y la argumentación de la necesidad de la educación de la MPP, con el fin de lograr la formación de un profesional eficiente y capaz de actuar con responsabilidad en la solución de los problemas que tiene que enfrentar en su práctica.

Consideramos que los profesores de las UCP deben desarrollar una estrategia metodológica para la educación de la motivación profesional pedagógica (MPP). Para este fin, se proponen algunas recomendaciones que pueden constituirse en herramientas didáctico-metodológicas que les permitan acercarse al cómo instrumentar los contenidos teóricos y metodológicos desde la dirección del proceso de enseñanza-aprendizaje (PEA):

1. Aprovechar las potencialidades de los contenidos para despertar inquietudes, dudas, búsqueda, investigación y debate de diversas alternativas vinculadas a la profesión.

2. El enfoque profesional de los objetivos debe quedar explícitamente declarado en su formulación.

3. Dominar los fundamentos psicológicos, pedagógicos y metodológicos de la MPP para poder establecer estrategias educativas desde las asignaturas, que contribuyan a la solución de las limitaciones profesionales que presentan los estudiantes ofreciendo los niveles de ayuda que correspondan.

4. Los métodos y los medios de enseñanza, desde su selección, determinación y aplicación, deben propiciar la problematización del conocimiento y la práctica, estimulando el desarrollo de un pensamiento crítico, reflexivo y autovalorativo, mediante la presentación de situaciones problémicas profesionales que estimulen la expresión de sus criterios personales.

5. Ofrecer un modelo profesional de comunicación profesor-estudiante que oriente la futura actuación profesional.

6. Diseñar tareas docentes y educativas que despierten la duda, la curiosidad cognoscitiva y la creatividad pedagógica.

Propuesta didáctica para contribuir a la educación de la motivación profesional desde las asignaturas del currículo:

1. Cuando seleccionen los métodos para la clase deben tener presente que su función dentro de la clase no puede reducirse a la instrumentación de las acciones para el desarrollo del contenido de la materia; también hay que tener en cuenta lo siguiente:

¿Cómo hacer más consciente los objetivos de aprendizaje para los estudiantes?

¿Cómo evaluar a los estudiantes en correspondencia con el método seleccionado?

¿Cómo organizar el trabajo para que asuman su futuro papel profesional?

¿Cómo lograr que el método responda a los niveles de aprendizaje y desarrollo motivacional de los estudiantes?

2. Tener en cuenta la relación entre los componentes personales y no personales del proceso, mostrándoles los mejores modelos de actuación profesional.

3. Desarrollar un pensamiento crítico mediante cuestionamientos, planteamiento de dudas y confrontaciones, de forma tal que expresen criterios personales sobre la base de la problematización del conocimiento y la práctica.

4. Propiciar un ambiente comunicativo, flexible y abierto para que el estudiante reflexione sobre su realidad profesional.

5. Lograr un proceso pedagógico donde las meto-dologías que predominen sean: diálogo, juegos de roles, dramatizaciones, simulaciones, debates, investigaciones, etcétera.

Conclusiones

1. Los aportes de los seguidores del enfoque histórico cultural sobre motivación profesional pedagógica se consideran de gran valor teórico y metodológico, al posibilitar, desde una perspectiva dialéctica, la integración y la determinación de contenidos fundamentales para garantizar la preparación de los profesores, a fin de que puedan contribuir a educar la motivación profesional de los estudiantes desde la dirección del proceso de enseñanza-aprendizaje.

2. La preparación de los profesores para contribuir a la educación de la motivación profesional pedagógica en el orden teórico y metodológico condicionan y determinan cambios sustanciales en la actividad pedagógica profesional que dirigen, tomando en consideración el contexto donde desarrollan su labor.

3. Las recomendaciones y/o sugerencias que se ofrecen constituyen herramientas que se pueden utilizar en las clases, de forma tal que respondan a las exigencias, cada vez más crecientes, de graduar profesionales de la educación con una eficiente motivación profesional pedagógica.

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