Varona

No.50   Enero-Junio 2010.    ISSN: 1992-82

Memorias


Gaspar Jorge García Galló: político, investigador y destacado pedagogo de orientación marxista

Gaspar Jorge García Galló: Politician, Researcher and Outstanding Pedagogical Figure With Marxist Orientations

Dr.C. Rolando Esteban Buenavilla Recio. Profesor Titular. Profesor Consultante. Universidad de Ciencias Pedagógicas “Enrique José Varona”. La Habana, Cuba.

Correo electrónico: rolandobr@ucpejv.rimed.cu

Recibido septiembre de 2009   Aceptado noviembre de 2009


RESUMEN

El trabajo que se presenta se apoya en aspectos significativos de la vida y la obra de Gaspar Jorge García Galló, pero fundamentalmente en el análisis y la valoración de casi una treintena de publicaciones suyas, que incluyen intervenciones públicas, conferencias, charlas, artículos, ensayos y libros. En el trabajo se trata de revelar su contribución al desarrollo de la educación y de la teoría pedagógica cubanas por medio de su actuación como Secretario General del Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza y la Ciencia, como publicista de la educación, como historiador de la educación cubana y como divulgador de la teoría marxista de la educación. Aunque su obra filosófica es tan amplia como la pedagógica propiamente dicha, pero la extensión de un artículo obligó a privilegiar su quehacer pedagógico, que no está huérfano de sus concepciones filosóficas. En el trabajo se hace uso de tres conceptos que guían la labor de investigación y exposición: novedad científica, valoración y contribución. Este último término ha sido utilizado profusamente en otras investigaciones, por tal razón el artículo profundiza en su contenido a partir de los aportes del Proyecto en que está insertado este trabajo sobre García Galló.

PALABRAS CLAVE: Gaspar Jorge García Galló, educación, teoría pedagógica cubana, novedad científica, contribución, teoría marxista de la educación, historia de la educación

ABSTRACT

This articles is assisted by significant aspects of the life and works of Gaspar Jorge Garcia Gallo, but fundamentally in the analysis and evaluation of almost thirty of his publications, which include public speeches, conferences, lectures, articles, essays and books. This articles tries to bring to light his contribution to the development of education and to Cuban Pedagogical theories through his work as General Secretary of the Teachers and Scientist Workers Union, as publisher of educational materials, educational historian and as divulger of the Marxist education theory. Even though his philosophical as well as his pedagogical works are vast this article highlights his philosophical points of view toward education, especially three concepts which guide research and presentation: scientific novelty, evaluation and contribution. This last mention term contribution has been used vastly in researches and for this reason this articles goes deeper into its meaning and its results.

KEYWORDS: Gaspar Jorge Garcia Gallo, education, cuban pedagogical theory, scientific novelty, contribution, marxist theory of education, history of education, evaluation.


Introducción

Gaspar Jorge García Galló forma parte de toda una generación de maestros de escuela que, durante la República Neocolonial, se identificaron con las ideas del marxismo-leninismo. Las autoridades de la época los agrupaban con el nombre de “maestros comunistas” que pretendía conferirles una denominación despectiva. En esta relación se incluye a José Miguel Pérez, el Isleño, fundador del primer Partido Comunista, Juan Marinello Vidaurreta, Salvador García Agüero, Raúl Ferrer Pérez, Felicita Ortiz, Mirta Aguirre y José Cantón Navarro, entre otros.

El presente trabajo se basa en aspectos significativos del informe de investigación: “Gaspar J. García Galló: su contribución al desarrollo de la educación y la teoría pedagógica cubana”, que forma parte del conjunto de resultados del Proyecto de Investigación: Figuras destacadas de la cultura nacional.

En el Proyecto se hace una valoración, siguiendo un orden cronológico, de todos aquellos trabajos de carácter pedagógico de Gaspar J. García Galló publicados durante el proceso de la Revolución Cubana; se soslayan, sin dejar de reconocer su importancia, las obras de carácter propiamente filosófico que identifican también la obra de este autor.

El trabajo hace uso de tres conceptos que guían la labor de investigación y exposición: novedad científica, contribución y valoración.

En opinión del autor se entiende como novedad científica aquellas ideas, conceptos, reflexiones, principios, tesis planteadas por García Galló, que no habían sido expresadas anteriormente por otro autor cubano; por lo tanto, tienen un carácter original en la historia de la educación y la pedagogía nacional, o a las cuales se les confiere una nueva interpretación o un alcance mayor, pedagógicamente hablando; la novedad científica está estrechamente vinculada con la actualidad y con un contexto determinado.

Contribución. Al abordar el estudio de figuras destacadas de la cultura nacional, puede hablarse de contribución a partir de:

a) Entender las potencialidades que presenta la figura, como aquellas capacidades inmanentes a la naturaleza de su personalidad y obra que generan o constituyen fuentes en disposición de tributar al campo teórico, práctico o metodológico; capacidades que son portadoras de valores cognitivos y educativos, éticos y estéticos; posibilidad de ejercer influencia educativa en los demás;

b) esta contribución está estrechamente vinculada a las necesidades de desarrollo propias del fenómeno, y/o a las demandas que la sociedad le está planteando a la educación o al campo teórico en un momento histórico determinado;

c) la interrelación dialéctica entre la figura y otras personas, y/o la interrelación entre la figura y la educación como fenómeno social, y/o la interrelación entre la figura y el campo teórico de la ciencia de que se trate, interrelación que puede ser simultánea, continua o mediada por el tiempo y las instituciones y organizaciones sociales;

d) toda contribución ha de expresarse en determinados resultados.

Valoración. Es la forma superior del análisis, que implica crítica. La valoración crítica y el análisis crítico están comprendidos dentro de la reflexión crítica. La reflexión crítica es un acto y posición del pensamiento, un esfuerzo intelectual y práctico, que expresa el movimiento del razonamiento y la intelección de los fenómenos de la realidad. “Para valorar es necesario estudiar el fenómeno en su desarrollo, y a partir de los nexos y relaciones esenciales, determinar su trascendencia. Implica la confrontación del objeto de estudio con ciertos puntos de vista, a partir de la utilización de un criterio teórico, sobre la base del enfoque dialéctico materialista”.1 

La estructura interna de la valoración implica:

Identificación y análisis del objeto en su desarrollo histórico.

Caracterización: determinación de aquellos rasgos esenciales del objeto que se valora.

Establecimiento de los criterios de valoración.

Comparación del objeto con los criterios de valor que pueden ser: otros objetos; criterios teóricos establecidos para valorar lo particular sobre la base del prisma de la esencia o generalizaciones teóricas; elaboración del juicio de valor.

Desarrollo

Síntesis biográfica

Gaspar Jorge García Galló nació en la localidad de Quivicán, provincia de La Habana, el 6 de enero de 1906, hijo de una familia pobre de origen libanés. A los diez años se vio obligado a dejar la Escuela Pública para incorporarse al trabajo. Primero fue obrero agrícola azucarero y a los once años trabajó en una escogida de tabacos como engavillador. A los doce años aprendió el oficio de torcedor o tabaquero en un chinchal de su localidad: empleo al que recurrió en diferentes momentos de su vida. También se desempeñó como barbero, vendedor ambulante de telas, dependiente de comercio, entre otras ocupaciones.

Como tabaquero trabajó en la fábrica de tabacos H. Upmann, lo que le permitió estudiar por las noches. A los 18 años se examinó de maestro habilitado y posteriormente se graduó como tal. Laboró también en las tabaquerías “Roméo y Julieta” y la de Tomás Gutiérrez. Esta condición lo vinculó al movimiento obrero cubano. En la década de los años veinte, como militante revolucionario, fue discípulo y compañero de Julio Antonio Mella, en la Universidad Popular “José Martí”, quien ejerció una gran influencia en su orientación política.

Su labor como maestro de escuela le permitió seguir superándose; se hizo bachiller e ingresó en la universidad. El año 1930  es de mucha significación en su vida porque terminó sus estudios de Filosofía y Letras en la Universidad de La Habana e ingresó en las filas del primer Partido Comunista. Durante estos años simultanea sus estudios de Pedagogía y de Derecho. En 1933 alcanzó el doctorado en Pedagogía y comenzó a ejercer como profesor de Ciencias Sociales en la Escuela Normal de Santa Clara, disciplina que por su contenido le dio la oportunidad de abordar los problemas más críticos que afectaban a la sociedad cubana de la época. Profesor de inusual cultura y elegante sentido del humor, logró ejercer una enorme influencia en los jóvenes normalistas que asistían a sus clases, las cuales usualmente desbordaban la capacidad del aula.

En 1935 fue cesanteado en este centro por su activa participación en la huelga general de marzo de 1935, donde el magisterio cubano desempeñó un papel fundamental. Desplazado frecuentemente de su trabajo de maestro por sus actividades revolucionarias, García Galló retornaba siempre a la tabaquería, donde lideró junto a Lázaro Peña y Joaquín Ordoqui diferentes movimientos sindicales del sector. En el año 1939 aspiró a ocupar una plaza como profesor en la Cátedra de Filosofía de la Universidad de La Habana, pero no alcanzó su propósito.

Su labor política en Las Villas lo llevó a ser reconocido como uno de los dirigentes revolucionarios de esa provincia, junto a Joaquín Ordoqui, Jesús Menéndez, Faustino Calcines y otros destacados luchadores socialistas. De 1946 a 1950 tuvo el dolor de ocupar la plaza vacante que había dejado Jesús Menéndez en la Cámara de Representantes, tras su asesinato. Esta posición y su preparación política le permitieron desempeñar el papel de sublíder parlamentario del Partido Socialista Popular (PSP), cuyo comité estaba integrado entonces por Juan Marinello, Blas Roca y Aníbal Escalante, y entrar a formar parte del Ejecutivo Nacional de este partido. En 1949 asiste como delegado al Congreso Continental por la Paz, en México.

En 1952 ganó por oposición la Cátedra de Lengua y Literatura Griegas de la Escuela de Filosofía y Letras de la recién fundada Universidad Central de Las Villas. Alternó su labor profesional, conferencista y autor de numerosos artículos en revistas pedagógicas, con las actividades político-revolucionarias. Aquí creó un núcleo de comunistas. Fue uno de los oradores y conferencistas que más labor rindió entre los obreros y campesinos de Las Villas, lo que le permitió ser conocido no solo en los predios universitarios, sino en los más humildes hogares de extracción proletaria y campesina. En 1953 preside la delegación del PSP que participó en una reunión de esta organización en la ciudad de Santiago de Cuba, ocasionalmente en momentos trascendentales para el país. Al salir de esta reunión, en camino para Holguín, es detenido, enviado al Cuartel Moncada y más tarde al vivac, donde es trasladado, junto con Fidel Castro y los asaltantes del  Moncada, a la cárcel de Boniato. Desde 1953 hasta el triunfo de la Revolución su casa sufrió reiterados registros, fue fichado, detenido y encarcelado en varias ocasiones. En 1954 participa en el Pleno clandestino del PSP, donde se hace un balance de la activad del Partido desde el 26 de Julio.

En 1959, tras el triunfo de la Revolución Cubana, fue elegido decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Central de Las Villas, como reconocimiento por su sostenida labor, dentro y fuera del centro, a favor de la elevación del nivel cultural de estudiantes y trabajadores. En 1960 formó parte del Consejo Universitario, integrado por decanos, presidentes de escuelas, el rector y el presidente de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU). En 1961, Año de la Educación, representó las Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI) en la Comisión Nacional de Alfabetización, donde contribuyó con su prestigio y conocimiento real de la situación de atraso de la población y la idiosincrasia del pueblo cubano, a impulsar la labor de organización de la Comisión y la puesta en práctica de medidas que agilizaron la alfabetización de grandes masas de analfabetos. En estos años recorrió varios países socialistas en  representación del Consejo Universitario de la Universidad Central de Las Villas. En el I Congreso de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), en 1961, ingresó como miembro en esta institución. En 1962, en representación de la provincia de Las Villas en el Consejo Superior de Universidades, participó en la reforma universitaria, que tuvo la responsabilidad de proyectar las principales transformaciones de la enseñanza en los centros de educación superior. A la vez, asistió al Simposio Internacional celebrado en la Universidad de Lomonosov, Moscú, donde fue declarado Huésped de Honor.

Desde 1962 y hasta 1967 fungió como Secretario General del recién constituido Sindicato Nacional de Trabajadores de la Enseñanza, posición que le permitió participar en las principales transformaciones revolucionarias que se estaban gestando en la educación. Actuó como conferencista en reuniones y asambleas de maestros, colaborador de la primera revista de Educación al triunfo de la Revolución, contribuyó a orientar el desarrollo de los contenidos presentes en lo nuevos programas que se pusieron en práctica. Desde 1963 comenzó a dirigir el Departamento de Filosofía de la Universidad de La Habana, tras una intensa preparación y después de haber impartido cursos sobre Marxismo-Leninismo. Desde 1967 fue asesor de esta disciplina en el Centro de Desarrollo Educativo del Ministerio de Educación (MINED). Del 1970 al 1973 ocupó diversas responsabilidades políticas, sin dejar de dar clases de Filosofía Marxista-Leninista en diferentes organismos del Estado: miembro de la Comisión Ideológica de la Secretaría de Organización del Partido Comunista de Cuba (PCC) y llegó a ser Jefe de la Sección de Ciencias del Departamento de Ciencia, Cultura y Centros Docentes del Comité Central del PCC.

En 1975 es responsabilizado con la preparación de los materiales del I Congreso del PCC. Es delegado y secretario de la Comisión que elaboró el Proyecto de Tesis y Resoluciones de la Política Educacional y Científica del I Congreso del PCC. En 1977 se le otorgó la condición de Profesor de Mérito de la Universidad Central de Las Villas. En estos años desarrolló una encomiable labor como profesor de Filosofía en el Centro Nacional de Investigaciones Científicas, de La Habana, uno de los primeros centros de formación de investigadores científicos, a donde acuden jóvenes universitarios y profesionales de diferentes centros de investigación del país. En 1986, en su 80 aniversario, la Universidad Central de Las Villas le otorgó el Diploma de Distinción en reconocimiento de su amplia labor profesional, educativa y política en este alto centro de estudio. Murió el 4 de febrero de 1992, a los 86 años de edad.

Contribución al desarrollo de la educación y de la teoría pedagógica cubanas

1. Como Secretario General  del Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza.

En noviembre de 1961, después de un largo proceso de organización, quedó constituido el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Enseñanza (SNTE). En el congreso constituyente estuvieron presentes cerca de mil delegados en representación de los trabajadores  del sector de educación de toda la Isla. Gaspar J. García Galló fue elegido Secretario General. Uno de los principales problemas que tuvo que enfrentar el Sindicato era cambiar la mentalidad de “colegio de maestros” y no de sindicato prevaleciente en amplios sectores del magisterio. Hasta el triunfo de la Revolución, la organización mayoritaria que representaba a los maestros tenía la denominación de Colegio de Maestros Normales y Equiparados. Para muchos educadores su sueño era integrar una organización que tuviera el prestigio del Colegio de Médicos o el Colegio de Abogados.

García Galló desplegó una labor política e ideológica, de explicación y persuasión en el seno de la organización, que conjuntamente con las transformaciones que se venían produciendo en la sociedad cubana, derivaron en una mejor comprensión por parte de la masa de educadores de lo que significaba, desde el punto de vista organizativo, formar parte de la prestigiosa Confederación de Trabajadores de Cuba (CTC) y poder contar con el apoyo de los otros sindicatos del país cuando se presentasen demandas de tipo laboral.

Por medio de conferencias, charlas y publicaciones de diferente naturaleza, pero sobre todo apoyándose en su capacidad de comunicación con las masas, pudo enfrentar los puntos débiles de la organización que se acababa de fundar: la actitud anti-ministro por parte de varios cuadros sindicales, del mismo modo que la actitud anti-sindical de funcionarios del MINED; la poca confianza de los trabajadores de la educación en el sindicato para resolver asuntos laborales, así como la necesidad de llegar a todos los afiliados potenciales.

En el trabajo Naturaleza y Función del Sindicato de los Trabajadores de la Enseñanza y la Ciencia, García Galló dejó sentado claramente para la organización cuál era el papel que le correspondía a los sindicatos en la construcción de la nueva sociedad y su relación con el poder político: “Nuestro Sindicato no puede tener iguales funciones que el sindicato metalúrgico, o el azucarero o el de transporte. Nosotros trabajamos con la conciencia”2; introduce el concepto del trabajo del educador y del investigador como trabajo creativo, y del maestro en específico como creador de valores humanos, conceptos que debieron ser explotados en todas sus dimensiones por la organización sindical a lo largo de su trayectoria histórica; concibe al dirigente sindical no como un funcionario de administración sindical, sino como un cuadro que tiene que estar al tanto de los avances de la educación, la ciencia y la pedagogía.

La influencia de García Galló en la constitución del Sindicato fue decisiva porque se apoyaba en su prestigio como profesional de la educación y su sistemática labor de participación, análisis y reflexión crítica de la organización. El MINED solía invitarlo a todas las actividades que generaba la transformación del Sistema Nacional de Educación y la aplicación de la política nacional de educación, que llevaba a cabo el Ministro, doctor Armando Hart Dávalos; se le asignaban tareas en la superación del personal docente, en la estructuración de nuevos planes de enseñanza, así como  la intervención en actos masivos de trascendencia nacional. Un ejemplo elocuente de esta última tarea es la intervención realizada por García Galló en la sesión de clausura de la “Primera Conferencia Nacional Técnica de Educación Primaria en las Zonas Montañosas”, en la Escuela “Sierra Maestra” de Minas del Frío, los días 3, 4 y 5 del mes de julio de 1964.3

Era un dirigente que solía estar presente, brindaba sus sugerencias y opiniones, con voz propia, en los momentos más trascendentes de la marcha de la revolución educacional.

2. Como publicista de la educación.

El trabajo de investigación al que se hace referencia en la introducción se apoyó en la búsqueda, selección, análisis y valoración de los principales trabajos publicados por García Galló durante la Revolución. Se pudieron estudiar 29 trabajos: 18 publicados en la década de los años 60; seis en la década de los años 70 y cinco en los 80.

El primero que se analiza es de 1962 y el último de 1989: –que no significa que estén todos sus trabajos de carácter pedagógico; pueden aparecer todavía artículos en otras publicaciones no consultadas–, lo que arroja un promedio de una publicación cada año, incluidos artículos breves y libros de cientos de páginas.

La publicación de varias de sus charlas, conferencias e intervenciones públicas, con independencia del público que tuvo la oportunidad de estar presente e intercambiar con García Galló, alcanzaron tiradas considerables que favorecieron que su contenido llegara a zonas alejadas de la capital, en un momento donde todo material acerca de las transformaciones educacionales generaba un interés en la masa de educadores.

Aunque no es recomendable establecer una clasificación basada en el contenido de sus trabajos, se puede constatar la presencia de siete u ocho trabajos de divulgación de la teoría marxista de la educación; tres o cuatro de historia de la educación cubana: alrededor de tres o cuatro de formación de las nuevas generaciones, como el orientador trabajo Ante el futuro: algunos problemas de la formación vocacional y la orientación profesional: tres acerca del papel del sindicato, varios de politecnización, como Politecnización de la enseñanza, 1964, y Generalidades sobre politecnización, 1966, y otros que pueden ser incluidos en una u otra clasificación.

Escritos de un maestro, –en el que está incluido el artículo “José Martí y la educación” de 1972– y José Martí, demócrata revolucionario, ambas publicaciones de 1984, merecen un estudio aparte, que evidencia que García Galló, además de Herminio Almendros, es de los primeros educadores que, tras el triunfo de la Revolución, publicó trabajos acerca de la concepción martiana de la educación.

El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Enseñanza, pronto extendido a las Ciencias (SNTEC), se preocupó por imprimir muchas de las intervenciones y conferencias de García Galló y divulgarlas entre sus miembros, las cuales  pueden ser encontradas aún en centros educacionales o en bibliotecas municipales.

Por formar parte del consejo de redacción de las primeras revistas de educación o ser colaborador asiduo, muchos de sus trabajos han sido publicados por la revista Escuela y Revolución en Cuba, del MINED y el SINTEC, o Educación en Cuba y Educación, del MINED. La revista Isla, de la Universidad Central de Las Villas, publicaciones  de la Universidad de Oriente y la de Camagüey y el Consejo Nacional de Educación, recogieron importantes publicaciones suyas. La Editorial Academia y la Editora Política dieron a la luz publicaciones más extensas.

El Partido Comunista entrenaba a los líderes políticos en general, y a los maestros en particular, en cómo llevar a cabo la oratoria y la comunicación con las masas: los mensajes que se proponían divulgar llegaban fácilmente a todos los auditorios. Su lenguaje se diferenciaba por su elegancia, apego a la verdad y dominio del tema de los politiqueros burgueses. Alcanzaron prestigio en el país por el estilo de su comunicación: Salvador García Agüero, Juan Marinello Vidaurreta, Carlos Rafael Rodríguez, Raúl Ferrer, entre otros. García Galló, hombre de apreciable cultura desgranó esas condiciones, tanto en el lenguaje oral como en los artículos y ensayos.

3. Como historiador de la educación y la pedagogía en Cuba.

El autor de este trabajo puede constatar que García Galló fue uno de los primeros investigadores que, tras el triunfo de la Revolución, se propuso integrar un colectivo para redactar una obra de la historia de la educación en Cuba. Una primera versión de la etapa colonial llegó a imprimirse en material ligero para ser sometido a un análisis y valoración por un equipo de historiadores profesionales, entre los cuales estuvo José Luciano Franco. Las numerosas  tareas que debieron asumir de manera urgente los integrantes del equipo, incluido el propio García Galló, obligó a posponer la realización de la obra.

Este manifiesto interés se evidencia en varios trabajos suyos que constituyen verdaderos aportes a la historia de la educación en el país. El más conocido de todos, principalmente por los educadores cubanos y el que más influencia ha ejercido, tal vez, en otros investigadores, es Bosquejo Histórico de la Educación en Cuba.

El artículo Bosquejo general del desarrollo de la educación en Cuba, apareció publicado por la revista Educación, del MINED, en 1974, en tres partes. La primera parte vio la luz en el No. 13, año IV, abril-junio, de 1974, de la revista con el título de La educación en Cuba desde la conquista hasta  1793. La segunda parte, en el mismo número, con el título de La educación en Cuba durante el siglo XIX. La tercera parte en el No.14, año IV, jul-sep, 1974, dividido, a su vez, en tres subpartes. La primera: La escuela primaria durante la ocupación de Cuba por el ejército norteamericano; la segunda, La educación durante la etapa republicana; la tercera y última sub-parte, Balance del estado de la educación en Cuba durante las últimas décadas.

Este conjunto de artículos publicados aportó una nueva visión de la historia de la educación en Cuba, tanto para nuevos como para viejos lectores de esta disciplina y mencionó problemas que no habían sido tratados por otros autores:

La influencia formativa de las condiciones materiales de vida “formas no escolares de educación”.

El papel educativo de la prensa y otros medios de comunicación masiva propios de la época, que permite captar el proceso de desarrollo de la conciencia nacional en lo que atañe a la lucha de ideas durante el siglo XIX.

Introdujo el concepto de “educador mambís”.

Prefiguró el concepto de educador social, en esta afirmación: “Los grandes conductores de los pueblos son, por razón de su liderazgo, educadores de ámbito universal y de todos los tiempos, porque su influencia rebasa ambas fronteras”.

El autor hace una de las mejores caracterizaciones de la escuela pública cubana, en su momento; subraya cómo esa escuela pública, laica, gratuita, con todas sus debilidades, fue la verdadera formadora de las generaciones que se sucedieron hasta llegar al triunfo de la Revolución; destaca algo que ha sido poco explotado en trabajos científicos, la influencia de la poseía en la formación de los educandos más jóvenes.

Hace una justa valoración de las Escuelas Normales, cómo de sus aulas salieron los mejores educadores de Cuba y buenos revolucionarios.

Brinda una interpretación del concepto “revolución educativa”: un proceso que remueve hasta sus cimientos los tradicionales conceptos y categorías de la Pedagogía y todas sus ramas directas o colaterales: el ser de la educación, el conocer y pensar acerca de la educación: el actuar y transformar la realidad educativa. Con tantas transformaciones, planes y proyectos, realizaciones e instituciones educacionales creadas, desde la época de García Galló hasta hoy, seguimos operando con los viejos conceptos y categorías de la Pedagogía.

Estos artículos, que aparecieron primero en la Revista, luego fueron publicados en una monografía con formato de libro: Bosquejo Histórico de la Educación en Cuba, por la Editorial de Libros para la Educación, La Habana, 1978.

El artículo La formación emergente de Maestros Primarios fue publicado en el No. 3, jul-dic de 1964, de la revista Escuela y Revolución en Cuba que, como revista de educación, era entonces el órgano oficial del MINED y el SINTEC. En su desarrollo presenta una visión panorámica y en síntesis de la historia de la escuela primaria en Cuba, mediante una exposición de la trayectoria histórica de la formación de maestros. Se evidencia una utilización consecuente del método histórico-lógico. El artículo está dividido en cuatro partes: 1. La formación emergente de maestros primarios en la fase colonial; 2. La formación emergente de maestros primarios en la etapa republicana pre-revolucionaria; 3. La formación emergente de maestros de 1959 a la fecha; 4. El sistema de maestros populares.

Una valoración de este artículo permite constatar que García Galló asigna el concepto de formación emergente a aquel personal que no transita por cursos regulares; es decir, por cursos sistemáticos y dirigidos por una institución reconocida para ese fin. Por definición, emergencia significa “ocurrencia, accidente que sobreviene”, lo que puede entenderse como que la formación emergente no sigue la vía normal, sino que es un accidente que sobreviene para darle solución a la necesidad que existe de disponer de maestros. Por extensión, esa formación debe llevarse a cabo de manera breve y, una vez, resuelta la causa que le dio origen, volver a la normalidad.

De hecho en la Colonia, según la información que este autor dispone, las autoridades coloniales no denominaron emergente a este sistema de formación de maestros, ni en los documentos oficiales se utilizó este término. Autores como Aurelio Mitjáns, Antonio Bachiller y Morales, o Enma Pérez Téllez, quienes abordaron los problemas de la educación en este período tampoco utilizaron el término con la connotación que le otorgó García Galló.

Es muy probable que el término emergente, más que de las páginas de la historia, haya surgido de las expresiones más usuales utilizadas en las reuniones y las pláticas relacionadas con la educación en los primeros años del triunfo de la Revolución. Hay que tener presente que, desde 1959, las transformaciones educacionales que se acometieron fueron hechas con un espíritu de aceleración del proceso. Las propias autoridades educacionales expresaban la necesidad de no perder un solo instante ante las grandes tareas que la Revolución debía acometer en el sector educacional.

Lo cierto es que García Galló, al trasladar el término formación emergente a una revista pedagógica, que servía de orientadora de la labor educacional para maestros y funcionarios del sector, estaba estableciendo una categoría pedagógica que reflejaba lo que realmente estaba ocurriendo en la práctica socioeducativa cubana.

El estudio de García Galló que se remite a la historia de la colonia y a la más reciente en lo relacionado con la formación emergente de maestros muestra la amplia gama de vías y formas utilizadas para suplir la escasez de maestros. Profundizar en esas vías, de la historia más cercana, algunas de las cuales fueron de aplicación local o regional, permite revelar las enormes potencialidades y reservas que están presentes en el contexto social.

Otros artículos suyos, como La formación de cuadros científicos y técnicos en Cuba, La escuela al campo, Ante el futuro: algunos problemas de la formación vocacional y la orientación profesional, brindan información puntual y datos acerca del estado de la educación en el país que lo convierten en un referente imprescindible para la historia de la educación en Cuba.

4. Como divulgador de la teoría marxista de la educación.

El hecho que García Galló formara parte del grupo de maestros comunistas lo identifica con la divulgación del marxismo como concepción del mundo y la sociedad, pero mejor aun su trayectoria como político revolucionario vinculado con la lucha del proletariado y su experiencia como dirigente del movimiento sindical, además de su condición de educador, le otorgaba una especial posición para poder ejercer influencia educativa en las nuevas generaciones de maestros que se incorporaban a la vida laboral.

Entre el año 1961, cuando se declara públicamente el carácter socialista de la Revolución Cubana, y el I Congreso del PCC, en 1975, cuando se aprobaron las Tesis y Resoluciones de la Política Educacional, media un tiempo apreciable en que se van constituyendo las primeras escuelas de instrucción revolucionaria y se van incorporando, a los planes de estudio y programas, contenidos de Filosofía Marxista-Leninista. Mientras ese proceso se va consolidando, el SINTEC pero fundamentalmente la voz y actividades de García Galló, llenan ese vacío con su trabajo sistemático de divulgación de los elementos fundamentales de la Filosofía Marxista-Leninista. El sector educacional fue afortunado porque pudo contar desde los primeros años con un verdadero instructor político e ideológico.

Fueron muchas las asambleas, charlas, conferencias, debates y publicaciones, encabezadas por García Galló, en estos años fundacionales, que permiten corroborar el papel desempeñado por este educador en la tarea de dar a conocer la teoría marxista de la educación y la experiencia en este sentido alcanzada por los antiguos países socialistas. A continuación, una relación de sus principales intervenciones, dedicadas a este tema, que aparecieron casi de inmediato como publicaciones ligeras:

Los fundamentos de nuestra educación socialista, 1963.

La enseñanza científica y técnica como principio fundamental del socialismo, 1963.

La educación política e ideológica como principio fundamental del socialismo, 1963.

La educación física, el deporte y la recreación como un principio fundamental de la educación socialista, 1963.

Nuestra moral socialista, 1964.

La concepción marxista sobre la escuela y la educación, 1973.

Selección de temas de Pedagogía, 1978 (que en realidad, es un análisis de la obra de V. I. Lenin).

Problemas de la formación de las nuevas generaciones, 1986.

En estos trabajos, García Galló adelanta a los educadores e investigadores cubanos, el estudio y la profundización de destacados teóricos marxistas de la educación, como Suchodolski B, Karras H, Manacorda M y, en nuestra región, Ponce A, Legaspi A, e introduce las principales tesis marxistas sobre educación a partir de Marx C, Engels F y Lenin V I, y deja sentados planteamientos que contribuyeron a una interpretación revolucionaria de la educación y la pedagogía, como:

La educación está indisolublemente ligada a la transformación social.

El problema de la formación de la conciencia está vinculado al problema de las transformaciones sociales. Para profundizar en la esencia de la educación es necesario asimilar la interrelación entre educación y proceso histórico de la actividad social y productiva de los hombres.

En la teoría marxista se rompe con toda tendencia psicologista de la Pedagogía, pues se concibe al desarrollo, no como algo individual, sino como algo histórico social.

La Pedagogía revolucionaria debe fundamentarse científicamente, para lo cual está obligada a realizar investigaciones objetivas de las condiciones de vida, a investigar el proceso de transformación de esas relaciones mediante la actividad colectiva.

La combinación del trabajo productivo con la enseñanza desde una edad temprana es uno de los más potentes medios para la transformación de la sociedad actual.

La Pedagogía debe concebir principalmente la vida y no la idea; conocer los hombres reales bajo relaciones concretas, y no la idea de los hombres y de la cultura.

El problema principal de la formación moral es el problema de la participación de los hombres en la lucha por el avance social. Es necesaria la participación para que toda personalidad llegue a ser.

Al llegar el triunfo de la Revolución Cubana, Gaspar J. García Galló era una personalidad política de limpia trayectoria revolucionaria y un educador que tenía un conocimiento profundo de la realidad educativa cubana, lo que le permitió comprender de inmediato la naturaleza de las transformaciones del Sistema Nacional de Educación que se acometieron por el Gobierno Revolucionario y asumir posiciones en el proceso de construcción de la nueva sociedad.

Su preparación teórica proveniente de su filiación marxista y su experiencia práctica en el sector educacional, favorecieron su integración al proceso y su consecuente contribución para satisfacer las urgentes demandas de orden teórico y metodológico de la sociedad educativa cubana.

Su formación cultural, su capacidad de comunicación con las masas y su atrayente personalidad lograron ejercer influencia educativa en varias generaciones de educadores.

Los últimos treinta y tres años de su vida los dedicó a trabajar, sin descanso, con entusiasmo, pasión y con el amor de los revolucionarios, por enaltecer la obra educacional de la Revolución.

 

Referencias

1ÁLVAREZ R. El desarrollo de las habilidades en la enseñanza de la Historia. La Habana, Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 1990. p. 20-21.

2GARCÍA G J. Naturaleza y función del Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza y la Ciencia, La Habana, Cuba: 1962.

3GARCÍA G J. Estamos creando una pedagogía hecha en la vida y revolucionariamente. Revista de Educación “Escuela y Revolución en Cuba”, No. 4, jul-dic, 1964, p. 4-9.

Bibliografía

BUENAVILLA R. Figuras destacadas de la cultura nacional: su contribución al desarrollo de la educación y la teoría pedagógica cubana. Proyecto de investigación. La Habana, Cuba: Instituto Superior Pedagógico “Enrique José Varona”; 2008.