Varona

No.47   Julio-Diciembre 2008.    ISSN: 1992-82

El postgrado en el contexto de la Universalización de la Educación Superior

The post-degree in the context of the High education universalization

Dr C José Colado Pernas. Profesor Titular. ISP “Enrique José Varona”

Dr C Haydée D. Rionda Sánchez. Profesora Titular. ISP “Enrique José Varona”

Recibido enero de 2008   Aceptado abril de 2008


RESUMEN

El trabajo aborda la educación de postgrado, que es una de las direcciones principales del trabajo de la educación superior en Cuba.

La superación profesional presenta, como una de las formas organizativas, al curso de postgrado, el cual posibilita la formación básica y especializada de los graduados universitarios, comprende la organización de un conjunto de contenidos relacionados con los resultados de investigaciones o asuntos relevantes o trascendentes, con el propósito de complementar o actualizar los conocimientos de los profesionales que lo reciben. Se analiza el enfoque didáctico de esta forma de organización y se destaca la importancia del taller y la producción intelectual para el logro de los objetivos.

PALABRAS CLAVE: superación profesional, mejoramiento profesional y humano, taller en la superación profesional, producción intelectual..

ABSTRACT

This articles talks about post graduate courses which is one of the main avenues of attention in Cuba’s higher education today.

The professional betterment presents as one of the organization forms the post graduate courses, which allows the basic and specialized training of college graduates. These courses entail organization of a set of contents related with research results or relevant or transcendental matters with the purpose of complementing or updating information and knowledge to the professionals which are enrolled in the post graduate courses. The didactical approach of this manner of organization is analyzed as well as the importance of workshops and intellectual production is highlighted in order to be able reach the goals.

KEYWORDS: post graduate courses, professional betterment, professional post graduate workshops, and intellectual production.


Introducción

Reflexionar en torno al mejoramiento profesional y humano de los recursos laborales de la educación no es una tarea sencilla, por cuanto es un proceso complejo, en el que intervienen diferentes aspectos de la actividad profesional de los recursos de sus gestores.

En Cuba, este proceso de mejoramiento profesional y humano se realiza por diferentes vías, entre las que se pueden citar:

Como se aprecia, las vías son variadas en dependencia de la categoría ocupacional; por ello, este trabajo centra su atención en lograr el mejoramiento profesional y humano mediante la superación profesional.

Desarrollo

La educación de postgrado es una de las direcciones principales del trabajo de la Educación Superior en Cuba, la que está dirigida a promover la educación permanente de los egresados universitarios. “Las actividades de postgrado se desarrollan en diferentes modalidades de dedicación: tiempo completo o tiempo parcial y con diferentes grados de comparecencia: de forma presencial, semipresencial o a distancia”.1

La educación de postgrado se estructura en superación profesional y en formación académica:

La superación profesional tiene como objetivo la formación permanente y la actualización sistemática de los graduados universitarios, el perfeccionamiento del desempeño de sus actividades profesionales y académicas; así como el enriquecimiento de su acervo cultural.”2

La formación académica de postgrado tiene como objetivo la educación postgraduada con una alta competencia profesional y avanzadas capacidades para la investigación y la innovación, lo que se reconoce con un título académico o grado científico. Constituyen formas organizativas de la formación académica la especialidad de postgrado, la maestría y el postgrado.”3

En el caso de la superación profesional presenta como formas organizativas el curso de postgrado, el entrenamiento y el diplomado. El curso de postgrado posibilita la formación básica y especializada de los graduados universitarios; comprende la organización de un conjunto de contenidos que abordan resultados de investigaciones o asuntos relevantes o trascendentales con el propósito de complementar o actualizar los conocimientos de los profesionales que lo reciben.

Una vez analizado lo normado en los documentos de Educación Superior sobre la superación profesional, se hace necesaria la conceptualización de mejoramiento profesional y humano; para ello, se han tenido en cuenta las definiciones, las variables y los indicadores que aporta la teoría de la Educación Avanzada, representada por los doctores: Añorga J, Valcárcel N, Pérez A M, Piñón J y Toro A J, entre otros.

Se asume como mejoramiento profesional “el proceso a través del cual se manifiesta la profesionalidad y creatividad creciente de un individuo a partir de la motivación profesional; que le hace dedicarse a su oficio o profesión con espíritu colectivo y de ayuda a los demás. Intrínsecamente muestra en su desempeño su competitividad manifestada por: precisión, rapidez, gestión, organización e independencia, expresión oral y escrita, habilidades manuales (cuando se requiera), autoridad, habilidades para la comunicación, formas de trabajo y otras”.4

Se reconoce como variable del mejoramiento profesional al comportamiento profesional, el cual se define como los modos de actuación relacionados con los conocimientos sobre los objetos, los fenómenos y los procesos; así como los procedimientos y las habilidades para su aprehensión, su transformación, su producción, su aplicación y su transmisión por el hombre y que se corresponda con la ética profesional de la educación cubana.

El comportamiento profesional está muy relacionado con la concepción de profesionalidad que se asuma; la que es entendida por los autores, como la expresión de la esencia de la conciencia humanista de la labor del pedagogo, cuyo objeto de trabajo es un sujeto activo con inteligencia, sentimientos, valores y voluntad, teniendo como objetivo el de transformar y/o formar la personalidad de sus educandos; para ello, es necesario la interacción de las cualidades personales y las cualidades profesionales del profesor, que se convierten en instrumentos del proceso educativo que él dirige.

Son indicadores del comportamiento profesional: interés por el cambio, participación en las transformaciones de su centro de trabajo, solución a situaciones complejas, producción de conocimientos de él y de sus alumnos, introducción de nuevos conocimientos, aplicación de otras experiencias, trabajo cooperado en grupo, ejecución de las acciones, actualización constante, ejemplo de actuación y motivación, métodos de enseñanza y avance de sus alumnos.

Se asume como mejoramiento humano “el aumento cuantitativo y cualitativo de las capacidades intelectuales, productivas, científico-técnicas y espirituales del hombre y su comunidad, tiene como punto de partida la reflexión, el análisis, la interiorización y la concientización de sus necesidades, intereses, aspiraciones y problemas, garantizando su solución con una intención creadora en función de las motivaciones humanas en un contexto social determinado y que permite la satisfacción de todos los órdenes de la vida espiritual, personal, profesional, ecológica y social”.5

El comportamiento humano comprende los modos de actuación relacionados con las cualidades personales del profesional, las que se manifiestan en: asistencia y puntualidad al centro de trabajo y a las actividades; presencia personal acorde con la labor que desempeña; relaciones humanas que establece con el colectivo laboral; sentido de la responsabilidad que asume ante las tareas y la búsqueda de soluciones a los problemas que se presentan en correspondencia con la política y la ideología que sustenta la Revolución Cubana y teniendo en cuenta el contexto histórico-social en que se desenvuelve.

Son indicadores del comportamiento humano: actitud para el cambio, nivel de motivación, satisfacción e interés por cambiar, asistencia y puntualidad, relaciones humanas y clima de trabajo, exigencia y crítica, sentido de la responsabilidad, creatividad e iniciativa, grado de constancia y voluntad para el perfeccionamiento constante, grado de sensibilidad humana, disposición a la cooperación.

El comportamiento humano y el comportamiento profesional contribuyen, como un todo único, al correcto desempeño profesional del profesor que necesita la sociedad cubana.

Como se infiere, de los indicadores planteados para ambos comportamientos, el mejoramiento profesional y humano tiene un carácter procesal y se relaciona estrechamente con la profesionalidad y el desempeño profesional.

Por lo analizado hasta el momento, se entiende que, para el desarrollo con éxito de cualesquiera de las formas de organización de la superación profesional, es necesario tener en cuenta:

Las actividades de postgrado que se planifiquen deben garantizar la reflexión y valoración de situaciones relacionadas con la profesión de los participantes, donde la experiencia profesional de cada uno desempeña una función fundamental. Compartir con otros, dar solución a problemas de manera cooperada permite el crecimiento de estos en la actividad, cuya máxima se encuentra ahora en el nuevo contexto de universalización.

El papel activo del sujeto en la construcción de su propio conocimiento durante la realización de las actividades y la valoración de sus resultados, aplicados a su entorno cotidiano.

La vivencia personal como actividad fundamental en el desarrollo de lo afectivo y lo cognitivo de la personalidad.

La superación profesional que se desarrolle debe estar caracterizada por un carácter humanista, personalizado, transformador, integral, flexible, contextualizado y colaborativo-grupal.

Debe ser humanista por cuanto tiene como objeto de trabajo al hombre con el objetivo de transformar y educar su personalidad mediante sus propias cualidades profesionales, morales y personales como profesor, estos son sus principales instrumentos de trabajo.

Poseer un carácter personalizado para que se tengan en cuenta las particularidades individuales de cada sujeto, para organizar el trabajo colectivo y atender a sus necesidades e intereses.

Un carácter transformador que contribuya al desarrollo integral de la personalidad. Y debe ser flexible para poder adaptarse a los diferentes contextos; así como en el empleo de diversos métodos para el desarrollo de los contenidos del programa.

Contextualizado, pues se requiere del vínculo con el contexto social, la toma oportuna de decisiones, de acuerdo con las exigencias del proceso pedagógico y las características de los recursos humanos involucrados. Colaborativo-grupal porque en el proceso pedagógico se establecen interrelaciones entre los actores involucrados que posibilitan establecer un proceso comunicativo, donde se intercambien ideas, se produzca la reflexión y la valoración de forma colectiva, apoyado en los aprendizajes de grupos como estimulador del desarrollo.

En la didáctica de la superación profesional se hace necesario reflexionar sobre el aprendizaje y las formas de organización que se emplean para el desarrollo de los contenidos de la superación profesional.

El aprendizaje en la superación profesional en Cuba, y en particular, del profesional de la educación, parte de la concepción materialista dialéctica del mundo, de la teoría histórico-cultural como fundamento psicológico de la relación entre educación y desarrollo, evidenciado en la comprensión del proceso de aprendizaje y el desarrollo humano, como soporte didáctico para su investigación y aplicación en un contexto docente determinado.

En este sentido, se caracteriza el aprendizaje en la superación profesional postgraduada como un proceso cognitivo-afectivo y significativo del ser humano o de un colectivo, mediante el cual se produce la apropiación y sistematización de la experiencia profesional y de la cultura, propiciando que el profesional se transforme para que pueda transformar la realidad de su contexto de trabajo, mediante su accionar en el proceso profesional pedagógico, desarrollando sus competencias profesionales, inmerso en los procesos de actividad y comunicación; así como facilitando el cambio en función del beneficio, del desarrollo humano y del progreso social. El aprendizaje en la superación profesional es un proceso por cuanto en él, el profesional se transforma y transita de un momento inicial a otro final cualitativamente superior, cumpliendo distintas etapas en la formación y desarrollo de sus conocimientos, habilidades y valores. Para lograr el aprendizaje en la superación profesional se puede utilizar el taller como una de las formas de organización de la actividad docente. Los autores se acogen a la definición de taller de Calzado D, que lo considera: “Como un tipo de organización que concuerda con la concepción problematizadora y desarrolladora de la educación en la medida en que, en él se trata de salvar la dicotomía que se produce entre teoría-práctica; producción-transmisión de conocimientos, habilidades-hábitos; investigación-docencia; temático-dinámico. Fenómeno que se presenta en mayor o menor grado en algunas de las formas de

organización empleada hasta el momento”.6

El taller centra el proceso en el estudiante del postgrado, en la solución de problemas profesionales de manera colectiva, como ocurre en la sociedad, en el que se estimulan la cooperación y la participación de los actores del proceso pedagógico.

Esto no obvia que el profesor sea el director del proceso, ya que durante el desarrollo del taller debe permanecer receptivo a toda idea creativa, a toda interrogante y trabajar con los estudiantes del postgrado para lograr su transformación y desarrollo, ya que se le considera como un espacio donde se intercambian ideas, se produzca la reflexión y la valoración de forma colectiva, apoyado en los aprendizajes de grupos, como estimulador del desarrollo.

De esta manera cada estudiante del postgrado va haciendo suya la cultura a partir de procesos de aprendizaje que le permiten el dominio progresivo de los objetos y su socialización, así como de los modos de actuar, de pensar y de sentir, e inclusive, de las formas de aprender vigentes en cada contexto histórico. Los aprendizajes que se logran constituyen el basamento indispensable para que se produzcan procesos de desarrollo, y simultáneamente, estos niveles de desarrollo abran caminos a los nuevos aprendizajes.

La superación profesional tiene un carácter consciente y se caracteriza por la participación activa del sujeto en el proceso de apropiación de los contenidos de la cultura, su disposición al esfuerzo intelectual, a la reflexión, la problematización y a la búsqueda creadora del conocimiento.

Un aspecto que los autores de este trabajo consideran de gran importancia en la superación profesional es la producción intelectual, la cual se define por Añorga J como: “toda producción de conocimientos de los hombres que abarca toda la actividad humana donde se manifiesta la creación, aunque se reduzca a una nueva forma de exponer los conocimientos y los resultados de otros”.7

La Educación Avanzada la considera como un resultado natural del proceso de mejoramiento profesional y humano que se opera en los participantes que acceden a las diferentes formas de superación y se produce con independencia del nivel de escolaridad que ellos hayan alcanzado.

Sin lugar a dudas, es en la superación profesional donde la producción intelectual adquiere una especial significación en el proceso de producción de conocimientos y saberes científicos.

Conclusiones

La superación profesional requiere, hoy más que nunca, que se profundice en su didáctica, ya que el nivel científico-tecnológico alcanzado por la humanidad exige que este nivel de enseñanza responda a la actualización sistemática de los graduados universitarios, al perfeccionamiento del desempeño y sus competencias profesionales, de sus actividades profesionales y académicas; así como al enriquecimiento de la cultura. El empleo de métodos que propicien la participación activa del sujeto en la construcción de su propio conocimiento, durante la realización de las actividades programadas en el curso, la reflexión y valoración colectiva de los resultados de estas; así como la producción intelectual como un fin esencial en este nivel de enseñanza y otras vías que se puedan emplear, potenciarán el crecimiento profesional y humano de los profesionales de la educación que se requieren en Cuba.

 

 

Referencias

  1. MINISTERIO DE EDUCACIÓN SUPERIOR (MES). Resolución 132/2004. La Habana, Cuba: MES; 2004. p. 3.
  2. IBÍDEM.
  3. IBÍDEM.
  4. AÑORGA J, ET AL. Modelo evaluativo de impacto de programas educativos. Rev Varona, No.38. Ene-jun. La Habana, Cuba: Instituto Superior Pedagógico “Enrique José Varona”; 2004. p. 27.
  5. IBÍDEM. p. 26.
  6. CALZADO D. El taller: Una alternativa de forma de organización del proceso pedagógico en la preparación profesional del educador. [Tesis en opción al título de Máster]. La Habana, Cuba: Instituto Superior Pedagógico “Enrique José Varona”; 1998. p. 26.
  7. AÑORGA J. Paradigma educativo alternativo para el mejoramiento profesional y humano de los nuevos recursos laborales. Sucre, Bolivia: Universidad San Francisco Xavier de Chuquisaca; 1998. p. 32.

 

Bibliografía

AÑORGA J, VALCÁRCEL N. La profesionalización y la Educación Avanzada. En soporte electrónico. La Habana, Cuba: Instituto Superior Pedagógico “Enrique José Varona”; 1996.

COLADO J. Una estructura didáctica para las Ciencias Naturales. [Tesis en opción al Grado Científico de Doctor en Ciencias Pedagógicas]. La Habana, Cuba: Instituto Superior Pedagógico “Enrique José Varona”; 2003.

CHACÓN N, ET AL. Dimensión ética de la educación cubana. La Habana, Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 2006.

DÍAZ C, AÑORGA J.  (COMPILADORAS).  La producción

intelectual un proceso organizativo y pedagógico. La Habana, Cuba: Editorial Universitaria; 2002.  FREIRE P. Pedagogía de la autonomía: saberes necesarios para la práctica educativa. Sao Paulo, Brasil:

Editora Paz y Tierra; 1996.

TORO A J, AÑORGA J. La producción intelectual: esencia y reto del postgrado. Ponencia. Evento Universidad 2008. La Habana, Cuba: Instituto Superior Pedagógico “Enrique José Varona”; 2008.