Varona

No.44   Enero-Junio 2007.    ISSN: 1992-82

Hacia la educación bioética de los estudiantes de las carreras pedagógicas

To the bioethical education of pedagogical careers students

Dr C Yara Luisa Cárdenas Cepero. Profesora Auxiliar. ISP “Enrique José Varona”

M Sc Eduardo Ribot Guzmán. Profesor Auxiliar. ISP “Enrique José Varona”

Recibido septiembre de 2006   Aceptado enero de 2007


RESUMEN

La Bioética, en su empeño de resaltar el papel benéfico que ha de desempeñar la ciencia para el bienestar de la humanidad, ofrece soluciones interdisciplinarias y se opone al irrespeto, a la corrupción y a cualquier intento discriminatorio que afecte a la humanidad y a la dignidad del ser humano. La Bioética llama la atención, no solo como saber, sino ante todo actitudinalmente para asumir hábitos constructivos a favor de la interiorización crítica de todos los problemas que rodean el “logos” y el “ethos” biológico para superar los desafíos y amenazas que afectan nuestro destino humano, o mejor: nuestro destino común.

El presente trabajo está encaminado a proponer una alternativa pedagógica para la incorporación de la educación bioética en la formación inicial de profesores de Ciencias Naturales para la Enseñanza Media Superior, que comprende los componentes del plan de estudio y la extensión universitaria con un enfoque sistémico, a partir de un redimensionamiento de la ética hacia el medio ambiente.

PALABRAS CLAVE: bioética, medio ambiente, educación bioética, alternativa pedagógica, dimensión bioética.

ABSTRACT

Bioethics, in its effort to highlight the benefits of science for the well being of humanity, offers interdisciplinary solutions and apposes, the lack of respect, corruption and any other discriminatory intent which affects humanity and the dignity of human-beings Bioethics calls for attention, not only as knowledge, but before all to assume constructive habits in favor of the critical self-review of all problems which surround “logos” and “ethos” to overcome all and threats which affect our destiny as humans, or better yet our common destiny. This article points toward a pedagogical alternative for the incorporation of bioethics in the initial formation of teachers of General Science for Secondary Level is which undertake the components from the syllabus and the university extension with a systemic approach, stemming from the ethical dimensioning toward the environment.

KEYWORDS: bioethics, environment, bioethical education, pedagogical alternative, bioethical dimension.


Introducción

La formación integral de profesores para el preuniversitario por área del conocimiento, es

una de las actuales tareas de los institutos superiores pedagógicos, en el marco de las transformaciones del Sistema Educacional que se vienen desarrollando en la educación cubana.

El objetivo máximo es preparar a los estudiantes para saber enseñar, en este caso, se trata de la formación de los futuros profesores, para que sepan enseñar las asignaturas correspondientes al área de las Ciencias Naturales y los valores humanistas necesarios a partir del sistema de conocimientos. En otras palabras, capacitarlos para que puedan diseñar, conducir y desarrollar estrategias de enseñanza que promuevan el aprendizaje desarrollador de los estudiantes.

Para conducir los procesos de enseñanza y de aprendizaje de manera eficaz, los profesores requieren reelaborar los contenidos de las Ciencias Naturales ya trabajados en niveles previos de la formación y algunos conceptos sobre el mundo natural con una concepción integradora.

La formación en Ciencias Naturales contribuye a que los futuros profesores comprendan que, si bien cada disciplina analiza de forma particular los hechos y los fenómenos que tienen lugar en el mundo natural, existen criterios y problemas de la realidad, que requieren ser estudiados con un enfoque interdisciplinario, en el que se incluyan todas las disciplinas y asignaturas, lo cual puede ser logrado desde concepciones bioéticas.

De igual forma, resulta relevante en la formación de profesores, que se establezcan los vínculos y las relaciones necesarias de los conocimientos científicos con la vida diaria, de modo tal, que estos sean analizados mediante la relación ciencia-tecnología-sociedad-valor, lo cual puede lograrse también desde la Bioética. Entendida esta, desde sus orígenes, como una ética del medio ambiente, al considerarse el medio ambiente como un objeto moral, en tanto es un valor y sujeto de valores, por lo que también debe ser respetado.

Se puede afirmar que en la actualidad nos encontramos ante una situación de emergencia planetaria, marcada por una serie de problemas estrechamente relacionados, entre los que se encuentran: la contaminación y la degradación de los ecosistemas, el agotamiento de los recursos naturales, los desequilibrios sociales y económicos, los conflictos destructivos, la pérdida de la diversidad biológica y cultural, entre otros. La gravedad de esta situación condujo a que en las

Conferencias de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo celebradas en Río de Janeiro y Johannesburgo (2002) se convocara a los educadores de todas las asignaturas y niveles de enseñanza para que contribuyeran a formar a los estudiantes y prepararlos en la toma fundamentada de decisiones relacionadas con el futuro del planeta.

Como resultado del vertiginoso desarrollo de la revolución científico-técnica, cada vez se hace más estrecho el espacio entre el descubrimiento científico y su aplicación, lo que implica una marcada orientación práctica de la ciencia, una acelerada dinámica de la producción del saber, la aparición de nuevas ramas de la ciencia y la intensificación de su tendencia integradora. Del mismo modo, el creciente papel de la información en la divulgación del conocimiento científico y sus repercusiones sociales han generado cambios en la situación social del mundo, el medio ambiente, los dilemas éticos y en general en la cultura.

Todo esto obliga a que se produzcan cambios profundos en el campo de la educación, en los paradigmas científicos que orientan la producción del conocimiento y la generación del saber, incluyendo en esa concepción lo que se entiende por saber. Una de las vías utilizadas, desde hace unos años, ha estado encaminada al perfeccionamiento de la enseñanza de las Ciencias Naturales, a partir de la introducción en los currículos de enfoques cada vez más integradores, con una orientación más global de los conocimientos científicos.

El presente trabajo está encaminado a proponer una alternativa pedagógica para la incorporación de la educación bioética en la formación inicial de profesores de Ciencias Naturales para la Enseñanza Media Superior, que comprende los componentes del plan de estudio y la extensión universitaria con un enfoque sistémico, a partir de un redimensionamiento de la ética hacia el medio ambiente.

Desarrollo

EDUCACIÓN BIOÉTICA EN ELCONTEXTO DE LA EDUCACIÓN EN VALORES

La educación bioética contribuye a la formación de valores morales universales como: la sensibilidad humana, la comprensión, la ayuda, la generosidad, la sinceridad, la sencillez, la modestia, la cortesía, el respeto mutuo y la censura a la traición. A estos valores se asocian las formas psicológicas generales de las vivencias morales, los mecanismos psicológicos de la autorregulación moral, la emoción, los sentimientos, la intuición, la vergüenza, entre otros; así como el aporte positivo a la experiencia moral humana que ha tenido la noción de la dignidad humana, la solidaridad, la intolerancia a la humillación, a la opresión, que desempeñan el papel de ideales morales y movilizan las acciones del hombre hacia el logro de su realización. El doctor Acosta J R considera que la educación bioética consiste en la estructuración de un conjunto de valores morales acerca de la vida y de la salud, que permite la implementación de procedimientos de decisión moralmente válidos, ante situaciones que pongan en juego los valores bioéticos.

También se expresa por Kottov (1995) como la superación de una ética convencional, el desarrollo de una conciencia ética reflexiva, interesada, no tanto en concebir una normativa definitiva, sino revisar constantemente la validez y la generalidad de las normas buscando nuevos acuerdos morales.

El análisis de las definiciones anteriores y de otras, cuyos criterios se comparten, hacen que los autores definan la educación bioética como: el proceso dirigido al desarrollo de los conceptos, las aptitudes y los valores necesarios para formar una nueva cultura de la vida y de la naturaleza, que permita la participación responsable y eficaz en la valoración, la prevención y la solución de dilemas relacionados con la dignidad humana, la calidad de la vida y la del medio ambiente.

La educación bioética está encaminada a la formación de valores morales considerados como resultado de la actividad moral, como parte de la activad humana, que abarca el amplio campo de las actitudes, de las actuaciones y de la educación moral de los individuos, que se producen en el contexto de las relaciones morales. En el proceso educativo, la educación bioética puede fortalecer las bases de la construcción de conocimientos, valores, actitudes y competencias requeridas para el desarrollo multifacético y consciente de los sujetos, en el mejoramiento de su estilo de vida y de la comunidad, su incorporación creativa y productiva en la sociedad cubana. Además, da la oportunidad para que educadores y educandos constaten experiencias que los conduzcan a descubrir potencialidades inéditas, fortaleciendo la solidaridad y el compromiso en el proceso de desarrollo individual y colectivo, en su contexto de actuación.

La incorporación de la educación bioética en la escuela constituye un imperativo de estos tiempos. En el ámbito académico, desde hace algún tiempo se realizan esfuerzos por incentivar el estudio de la bioética en América Latina y el Caribe, son varios los países de la región en que se han creado iniciativas en este sentido.

Sin embargo, la bioética que se viene desarrollando en estos países se caracteriza por mucha retórica y pocos derechos humanos, a la cual la mayoría de la población no tiene acceso. Los temas tratados casi siempre son homólogos a los que se debaten en los Estados Unidos y en la Unión Europea, de ahí que los esfuerzos intelectuales y los posibles logros de las soluciones disten bastante de la problemática de la región.

En el ámbito académico cubano, la Bioética se introduce en algunas carreras universitarias relacionadas con las Ciencias Médicas y Preclínicas; así como en otras en las que se forman especialistas cuyo perfil es la investigación científica y en los centros de investigación.

Cuba, como país subdesarrollado, está sometida a las normas de la economía internacional y a las condiciones del intercambio desigual. Por otra parte, la crisis de la década de los 90, motivada por la pérdida abrupta de los mercados tradicionales, debido a la desintegración del campo socialista y el recrudecimiento del bloqueo ejercido por el Gobierno de los Estados Unidos, tuvo un impacto desfavorable en la vida de la sociedad cubana. Toda esta situación hizo resurgir el individualismo y otras manifestaciones negativas en una parte de la población, ya que la conducta del individuo se rige tanto por sus valores personales, como por los principios éticos fundamentales. Existen marcos éticos generales en los que los intereses personales se subordinan a los beneficios que se prestan a la sociedad, por lo que es posible educar a los estudiantes en los valores que sustentan la sociedad cubana en que viven.

Los valores pueden considerarse como los motivos que se constituyen y se configuran en el proceso de socialización del hombre; es decir, todas las relaciones humanas potencialmente constituyen valores. En todos los sistemas de relación se configuran valores y son precisamente ellos, los que articulan la expresión del hombre en sus distintos espacios de relación.

No puede considerarse a los valores solamente como el resultado de una comprensión o de una información pasiva que se inyecta en los estudiantes; el valor se configura mediante la persona que lo forma y lo desarrolla; es decir, la persona acrecienta el valor mediante su historia personal, mediante su experiencia y algo que es clave, mediante su propio lenguaje. No puede haber valores expresados en el lenguaje de otros, lo que puede haber son contenidos valorativos asumidos por el individuo, pero siempre expresados en su lenguaje y en su forma legítima de ver los acontecimientos.

A la formación de los valores le es consustancial la comunicación, pero no una comunicación como instrucción ni como orientación o como transmisión, sino comunicación dialógica real en que se cree un espacio común, en que las partes que intervienen compartan necesidades, reflexiones, motivaciones y errores; es decir, la comunicación no es convencer a alguien, es ubicar a alguien en el espacio de una causa, en el espacio de la reflexión, pero mediante sus posiciones.

Si un contenido no provoca emociones que muevan fibras afectivas, no puede considerarse un valor, porque este se instaura a nivel psicológico de dos formas: los valores formales que regulan el comportamiento del individuo ante situaciones de presión o controles externos y que no son los que fundamentalmente se deben formar, y los valores personalizados, expresión legítima y auténtica del sujeto que lo asume, y que son los que se aspiran en la sociedad cubana de hoy. Se puede considerar que la dimensión ética, como problema social relativo a la educación en valores y a su desarrollo, a la transparencia del comportamiento y las intenciones, al enfrentamiento y la solución de múltiples dilemas morales de la vida y de las relaciones sociales, se presenta en un contexto de posibilidades o limitaciones para el desarrollo social en general, y constituye uno de los principales campos de formación de la dimensión humana de los estudiantes.

En este sentido, se abren muchas interrogantes ante las situaciones y los retos que plantea la complicada realidad contemporánea de muchas sociedades que se caracterizan por la pobreza y la injusticia social frente al derroche de recursos, la intolerancia y la violencia, la polarización social y la existencia de intereses económicos y de poder, la manipulación del ciudadano por grupos de intereses políticos, los medios masivos de comunicación, la contaminación ambiental y otros muchos factores, panorama que atenta contra la educación en valores éticos y de desarrollo humano y que caracteriza los sistemas educativos de muchos países.

La realidad cubana es otra, lo que posibilita que las concepciones éticas del acervo universal, junto con las tradiciones propias del pensamiento filosófico y social, constituyan los pilares de la estructuración de los fundamentos y del programa de desarrollo de la dimensión ética, y de la formación de nuestros estudiantes. Sería erróneo considerar la educación bioética como algo nuevo en nuestro país. Hay diversas muestras de esta vertiente en el contenido de la educación de las diferentes direcciones del proceso educativo cubano, en el decurso de su historia.

El culto a la dignidad plena del hombre y al sentido de la identidad nacional y cultural patrióticos _como reclamaba José Martí_ constituyen la esencia de la educación en Cuba. Junto con los valores universales, aquellos procedentes de la mejor tradición nacional, que enaltece la dignidad humana referidos a la sociedad y a la justicia social o al examen reflexivo a que invitaba Varela F, conforman el marco conceptual de una ética para la práctica educativa y social cubanas, basadas en concepciones éticas de ilustres pedagogos que fueron resumidas por el doctor Chávez J, cuando expresaba que para Varela F , la educación debía ser de carácter popular, criterio que alcanzó su máxima expresión en las tesis pedagógicas escritas en 1829.

Además, Varela consideró a la educación con un fuerte carácter desarrollador de las potencialidades intelectuales y morales del hombre, dándole a aquella, un sentido ético y social. Expresó que el hombre será menos vicioso cuando sea menos ignorante y será más rectamente apasionado cuando se haga un exacto pensador.

De igual forma, Luz J de la consideraba que el objeto de la educación estaba en la formación integral del hombre: física, intelectual y moral, pero centró su pedagogía en la formación moral, dándole a sus concepciones un sentido ético muy elevado, por lo tanto, una dirección axiológica.

Para Martí J era necesaria la formación integral del hombre, en la que el trabajo desempeñara un papel primordial en la formación del individuo. El centro aglutinador de la integralidad está en la formación de valores y en la dirección de los sentimientos. De manera similar, Varona E J propuso la formación integral del hombre en lo físico, lo intelectual y lo moral.

Como se puede apreciar, en el proceso de la formación de los estudiantes se deben tener presentes, tanto las concepciones éticas de los pedagogos cubanos, como las universales, contextualizadas en la realidad nacional, en la historia de tradición latinoamericana e iberoamericana, a la luz de las necesidades actuales, del desarrollo social alcanzado y de los ideales de mejoramiento humano, considerando esto como punto de partida para la acción transformadora de la sociedad. Por tanto, la formación de valores éticos de la persona está en estrecha correspondencia con el examen de los fundamentos de las relaciones sociales concretas en la que esta se desempeña, de las bases de sustento de sus instituciones y valores sociales, de la tradición histórica y la vida cotidiana de la sociedad en cuestión. A ello puede contribuir el análisis y la reflexión sobre temas bioéticos que abarcan una amplia gama de aspectos de la vida social, de las relaciones interpersonales cotidianas, áreas de conflictos del comportamiento moral, de conformación del sentido de identidad personal, cultural y nacional, vinculados a la formación de la dignidad, la solidaridad humana y la integridad de la persona, en el contexto de sus situaciones vitales como integrante del medio ambiente, como elemento promotor de relaciones sociales renovadoras, basadas en la raíces de identidades nacionales, hacia un orden superior de progreso, justicia social y plenitud humana.

El desarrollo de la personalidad íntegra permite formar un tipo de ciudadano capaz de tomar en cuenta el punto de vista de otros, argumentar sus propuestas y sustentar sus decisiones de manera reflexiva y creativa, más cooperativa en la solución conjunta de los problemas y de mayor consistencia moral en su quehacer cotidiano. En consecuencia, este enfoque promueve un tipo de interacción social basada en el respeto mutuo, el razonamiento, la cooperación, la aportación constructiva y la coherencia ética, en los que se despliega en su totalidad la persona como ser humano social, evidenciándose una ética medioambientalista. Ello requiere que se introduzcan enfoques y métodos desarrolladores de personas reflexivas, creativas e íntegras, a escala de todos los subsistemas educativos, las instituciones y el sistema social en su totalidad.

IMPORTANCIA DE LA EDUCACIÓN BIOÉTICA EN LA FORMACIÓN DE PROFESORES, DESDE UNA ÉTICA MEDIOAMBIENTALISTA

Los institutos superiores pedagógicos son portadores de conocimientos, de cultura, reserva de humanidad y de humanismo, tienen la misión de formar a los maestros y a los profesores que se requieren en estos tiempos, que sean sujetos y actores sociales dado su encargo social, por lo cual tienen que proyectar hacia la sociedad los valores universales y dar testimonio real de aquello que pueda ser cambiado para preservar la justicia, la igualdad de derechos, la equidad y la relación armónica con la protección del medio ambiente, de modo tal que satisfaga las necesidades de las generaciones actuales y de las futuras, principios estos que sustentan las transformaciones educativas que se están llevando a cabo en estos momentos en la enseñanza preuniversitaria.

El perfeccionamiento del trabajo de educación y desarrollo de los valores en los estudiantes de las carreras pedagógicas se debe continuar, lo que implica analizar de forma crítica los comportamientos personales y sociales de las personas que no promueven la dignidad humana, e investigar, elaborar y difundir nuevos modelos de actuación personal acorde con las aspiraciones compartidas de una humanidad que sueña con un futuro mejor.

La educación no es un proceso directo sino indirecto, ya que se realiza mediante el contenido; no es el educador quien se traslada y penetra en la conciencia del educando, sino el contenido educativo que aquel le formula y le presenta para su discernimiento. Educar y ser educados son acciones que se llevan a cabo mediante el contenido denominado cultura (Anexo 1).

Desde este punto de vista es preciso desarrollar niveles pedagógicos y didácticos, modelos y estrategias pedagógicas que hagan posible que la educación bioética sea de forma colectiva, consciente y crítica, a esto pueden contribuir las actividades de extensión universitaria que se realizan desde las microuniversidades y desde las sedes universitarias. Así es indispensable la búsqueda y la construcción de consensos en torno a elementos de la educación bioética, en los diferentes niveles y etapas de la formación humana.

Frecuentemente, algunas personas se olvidan que este mundo es el resultado de la evolución biológica y que, por tanto, se forman cadenas y redes de interdependencia que sostienen a la vida en su conjunto. El valor de la naturaleza es una de las áreas de reflexión de la Bioética que relaciona los problemas del medio ambiente y el desarrollo sustentable.

Considerando que la Ética, como ciencia encargada del estudio de la moral, contribuye a dilucidar la cuestión del desafío de las relaciones del hombre consigo mismo y con la sociedad, se puede afirmar que la Bioética amplía el campo de esta reflexión a las relaciones con el medio ambiente. En este sentido, se comparte el criterio de Acosta J R que la define como “un redimensiona- miento ético de las relaciones del hombre consigo mismo, con la sociedad y con la naturaleza, cuyo objeto es la salud humana y la vida en general…”.1

El objeto de estudio de esta nueva disciplina ha sido expresado por Nöelle N L, fundadora del Comité de Bioética de la UNESCO, como “el comportamiento humano con respecto a la Naturaleza, comprendida la propia naturaleza humana”.2

Pudiera precisarse que la Bioética se refiere al estudio de las relaciones entre el hombre y el medio ambiente, considerado este como “un sistema complejo y dinámico de interacciones ecológicas, socioeconómicas y culturales, que evolucionan a través del proceso histórico de la sociedad, abarca la naturaleza, la sociedad, el patrimonio histórico cultural, lo creado por el hombre, la propia humanidad y como elementos de gran importancia las relaciones sociales y la cultura”.3

En el libro Bioética Global, editado en 1988, ante la necesidad de resignificar el concepto de Bioética planteado por Potter en la década de los 70; insiste en la necesidad de establecer un puente entre la bioética médica y la ambientalista, y llama a considerar las consecuencias a largo plazo de las acciones humanas y de convertir a la bioética en una ciencia de la supervivencia. En este sentido, afirmó: “Desde el comienzo, he considerado la bioética como el nombre de una nueva disciplina que cambiaría el conocimiento y la reflexión. La Bioética debería ser vista como un enfoque cibernético de la búsqueda continua de la sabiduría, lo que yo he definido como el conocimiento de cómo usar el conocimiento para la supervivencia humana y para mejorar la convivencia humana. En conclusión, les pido que piensen en la bioética como una nueva ética científica que combina la humildad, la responsabilidad y la competencia, que es interdisciplinaria e intercultural, y que intensifica el sentido de la humanidad”.4

En A land ethic, Leopold A se refiere a que las primeras éticas trataban el tema de las relaciones entre los individuos, la regla de oro era procurar la integración de lo individual en lo social, pero no había una ética que se refiriera a las relaciones de los individuos con la tierra y con los animales y las plantas que crecen sobre ella. Como si nuestra relación con la Tierra fuera estrictamente económica, entrañando privilegios, pero no obligaciones. Leopold A insistió en la extensión de la Ética a este tercer elemento del entorno humano.

En relación con esto, hoy se habla de una Ética ambiental (o medioambiental) concebida por Valdés C como una rama de la Ética aplicada que conduce autocríticamente a la formación de normas, principios y valores dirigidos a respetar, conservar y proteger la naturaleza.

Como funciones de la Ética ambiental o medioambiental se han identificado las siguientes:

Sus principios de solidaridad, prudencia, sensibilidad y justicia se corresponden con los que se han venido considerando desde los orígenes de la Bioética y los valores morales planteados en nuestra sociedad.

Para la educación bioética de los estudiantes de las carreras pedagógicas, se deben crear los espacios de reflexión; ya sean programas curriculares u optativos, en que se propicie el análisis sobre los valores morales universales como la justicia, el respeto, la tolerancia, la igualdad, la solidaridad y la democracia, entre otros, con el objetivo que los estudiantes conozcan y discutan los diferentes puntos de vista y enfoques teóricos que se han generado a lo largo de la historia de la humanidad, tanto en Cuba como a nivel mundial. En estos espacios de reflexión, se propiciará un ambiente o clima que favorezca la vivencia comunitaria de los valores universales y fortalezca la formación integral de los estudiantes, para lo cual en este trabajo se tiene en cuenta la concepción pedagógica enunciada por Freire P (Anexo 2).

LA EDUCACIÓN BIOÉTICA DE LOS ESTUDIANTES DE LAS CARRERAS PEDAGÓGICAS

En el Instituto Superior Pedagógico “Enrique José Varona” se está desarrollando una alternativa pedagógica de educación bioética de los estudiantes que se forman como profesores de Biología y de Ciencias Naturales con una concepción sistémica, en la cual este proceso se desarrolla mediante los componentes organizacionales del plan de estudio y la extensión universitaria (Anexo 3).

La interacción armónica y coherente de estos componentes entre sí y con la extensión universitaria, contribuye a elevar la calidad de la formación integral de profesores; es decir, de un profesional que sea capaz de solucionar los problemas que se les presentan en la práctica pedagógica sistemática.

El componente laboral contribuye a que los estudiantes adquieran los conocimientos y desarrollen las habilidades que deben caracterizar a los maestros y profesores para desarrollar la actividad profesional, en la concepción de su formación desde la escuela y para la escuela. Contribuye, también, al desarrollo de la conciencia laboral, la disciplina y la responsabilidad en el trabajo.

Mediante el componente académico los estudiantes reciben los conocimientos y desarrollan las habilidades requeridas en su desempeño como maestros y profesores en la práctica laboral, a partir de los contenidos de las diferentes disciplinas del plan de estudio.

El trabajo investigativo de los estudiantes permite integrar los componentes académico y laboral, y contribuye fundamentalmente al desarrollo de la iniciativa, la independencia cognoscitiva, el fomento de intereses por esta actividad y al aprendizaje del método científico, todo lo cual contribuye al desarrollo de la creatividad de los estudiantes.

La extensión universitaria contribuye, también, de manera importante al desarrollo integral, a partir de la realización de diferentes actividades dentro o fuera de la institución, dirigida a los estudiantes, los trabajadores y a la comunidad.

La concepción sistémica de las influencias educativas para desarrollar la educación bioética de los estudiantes pude llevarse a cabo de la forma siguiente:

Componente académico: mediante la dimensión bioética de las diferentes asignaturas que integran el plan de estudio, a partir de los contenidos que se desarrollan; así como de la reflexión y el debate de los temas relacionados con el respeto a la dignidad de la persona y de la supervivencia humana en el planeta, por lo que incluye a todas las disciplinas. El taller de Educación Bioética que se desarrolla en el quinto año de la Carrera, sistematiza y profundiza la dimensión bioética que se ha trabajado en las diferentes asignaturas. Dentro de las actividades que desarrollarán los estudiantes, como parte del taller, se encuentran las de carácter investigativo que deben realizarse en la escuela y en la comunidad, encaminadas a identificar y solucionar algunos problemas. Además, se pretende extender la dimensión bioética al trabajo metodológico que desarrollan en el tratamiento de los diferentes temas de los programas de estudio de la Educación Secundaria Básica y la Educación Preuniversitaria.

Componente laboral: a partir de los modos de actuación profesional que los estudiantes aprenden en la actividad pedagógica sistemática pueden, de forma creadora, desarrollar la educación bioética en la escuela desde lo extracurricular y las actividades curriculares, mediante los contenidos de enseñanza de las diferentes asignaturas con un enfoque interdisciplinario, teniendo en cuenta su desempeño como Profesor General Integral. También pueden organizar y ejecutar diferentes actividades que se proyecten desde la escuela hacia la comunidad, ubicando a la familia en el centro de este contexto. La actividad investigativa sistemática con el grupo de estudiantes de la escuela, permitirá el análisis y la selección de las estrategias de enseñanza y de aprendizaje más efectivas para desarrollar la educación bioética.

Componenteinvestigativo:mediante la prevención, la identificación y la solución de problemas que se presentan en la práctica pedagógica sistemática con el grupo de estudiantes de la escuela, por la vía científica, muchos de los cuales pueden ser objeto de análisis y reflexión sistemática en los talleres de educación bioética. También en las propuestas que se realizan en el sistema de trabajo científico estudiantil encaminadas a solucionar problemas pedagógicos detectados en el grupo o en la escuela, así como en la participación en diferentes eventos científicos estudiantiles y de los territorios en los que se encuentran las microuniversidades, como una vía de intercambio y de divulgación de experiencias pedagógicas, como parte de la extensión universitaria.

Extensión universitaria: en la organización y en la ejecución de diferentes actividades extensionistas que se desarrollan desde las microuniversidades o desde las sedes universitarias pedagógicas hacia la comunidad (muchas de las cuales se derivan de los componentes académico e investigativo), en las que consciente y crítico, para lo cual es indispensable la búsqueda de consensos en torno a los elementos educativos e instructivos de la Bioética en los diferentes niveles y etapas de formación humana.

En la concepción sistémica para la educación bioética de los estudiantes, que se propone, las influencias educativas que se ejercen por las agencias socializadoras deben desarrollarse mediante los componentes organizacionales del plan de estudio y la extensión universitaria

Conclusiones

Constituye una necesidad de estos tiempos la educación bioética de los estudiantes de las carreras pedagógicas, como parte de la educación en valores que se desarrolla en el proceso de formación general integral de los institutos superiores pedagógicos. Es preciso desarrollar estrategias y alternativas que hagan posible que la Bioética sea de dominio colectivo, consciente y crítico, para lo cual es indispensable la búsqueda de consensos en torno a los elementos educativos e instructivos de la Bioética en los diferentes niveles y etapas de formación humana. En la concepción sistémica para la educación bioética de los estudiantes, que se propone, las influencias educativas que se ejercen por las agencias socializadoras deben desarrollarse mediante los componentes organizacionales del plan de estudio y la extensión universitaria.

 

Referencias

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  2.  NÖELLE N L. Responde a las preguntas de Vahgat Elnadi y Adel Rifota. En: El Correo de la UNESCO. año XLXII, No.9, sept, 1994. p. 7.
  3.  UNIVERSIDAD PARA TODOS. Introducción al conocimiento del medio ambiente. La Habana, Cuba: Editorial Academia; 2000. p. 3.
  4. ACOSTA J R. La Bioética de Potter a Pottter. En: Bioética para la sustentabilidad. La Habana, Cuba: Publicaciones Acuario. Centro Félix Varela; 2002. p. 22.

 

Bibliografía

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Anexos

ANEXO 1. Educación, cultura y bioética.

 

ANEXO 2. Enfoque metodológico para la Educación Bioética.

ANEXO 4. Componentes de la alternativa pedagógica para la Educación Bioética.