Varona

No.43   Julio-Diciembre, 2006.    ISSN: 1992-82

Ciencia-Actividad Laboral-Profesionalidad en las Especialidades de Postgrado

Science-Labor Activity-Professionalism in post-graduated specialties

M Sc Roberto G. González Cancio. Profesor Auxiliar. ISP “Enrique José Varona”

Recibido octubre de 2005   Aceptado enero de 2006


RESUMEN

Las Especialidades de Postgrado, conocidas en el contexto latinoamericano como Especializaciones, tienen como objetivo formar a un profesional de alta calificación, combinando de manera balanceada, de acuerdo con sus fines, la actividad científica y laboral como elementos activos del proceso de profesiona- lización del futuro especialista, a fin de alcanzar un elevado nivel de profesionalidad.

PALABRAS CLAVE: postgrado, especialidad de postgrado, actividad laboral, profesionalidad.

ABSTRACT

The Specialty of Postgraduate, known in the Latin American context Specialties, have as an objective the formation of a high quality professional, according to their basic necessity combining the laboral and scientific activity as active elements of the process of professionalism for future specialist to obtain a higher level of professionalism.

KEYWORDS: postgraduate, postgraduate specialities, laboral activity, professionalism.


Introducción

Las Especialidades de Postgrado constituyen una de las formas que asume el postgrado académico y es reconocida como tal en la mayor parte de los países latinoamericanos; no obstante, desde el punto de vista de su concepción curricular, en cada país asume características que las diferencian entre sí.

Las propias especificidades de las Especialidades de Postgrado definen la relación dialéctica que se establece entre tres elementos que son, a criterio de este autor, vitales en su diseño curricular: ciencia, actividad laboral y profesionalización.

El propósito de este trabajo es, a partir de la definición de los tres elementos citados, definir el lugar que ocupa cada uno de ellos en el diseño curricular de las Especialidades de Postgrado en particular y, en breve síntesis, exponer la relación que se establece entre ellos en ese contexto.

Desarrollo

El hombre moderno se encuentra inmerso en un mundo cada vez más complejo, permeado por el constante avance de las ciencias y las tecnologías en todos los campos de la producción y los servicios. Los vertiginosos cambios que se operan en esos campos generan un conjunto de necesidades que compulsan a nuevos cambios, convirtiéndolas en un ciclo que asciende en forma de espiral hacia estadios superiores de desarrollo.

Esas propias necesidades llevan a la búsqueda de sus soluciones, claro que estas últimas pueden ir en dos direcciones, unas por la vía del conocimiento cotidiano y empírico como resultado de la propia experiencia que en la práctica va acumulando el ser humano, pero otras no son solubles por esa vía y es, entonces, cuando se hace necesario buscar su solución a través de la investigación científica con la aplicación de métodos, procedimientos, técnicas de indagación, así como la búsqueda de referentes teóricos alrededor del objeto de estudio en cuestión.

Según un prestigioso grupo de investigadores cubanos, la investigación constituye un proceso de construcción del conocimiento científico acerca de la realidad natural o social desarrollado bajo el impulso de las necesidades sociales y de la propia ciencia.1

La ciencia no puede verse aislada de los procesos productivos y de servicios, pues la aplicación de sus resultados es a través de ellos que tributa a la satis- facción de las necesidades materiales y espirituales del hombre.

Según la Dr C Castellanos B2 ante la pregunta:

¿qué es ciencia? Se descubre una amplia variedad de formas de comprender este complejo y multifacético fenómeno. Al hacer un resumen de diferentes autores, se constata que puede ser conceptualizado como:

A partir de esta afirmación, de quien es una autoridad en el campo de la investigación científica y lo polisémico de la palabra, en este trabajo se asume como definición del concepto de ciencia “el sistema de conocimientos sobre la naturaleza, la sociedad y el pensamiento que está históricamente condicionado en su desarrollo y que tiene como base la práctica histórico-social de la humanidad”.3

El ser humano como sujeto cognoscente activo es potencialmente capaz de desarrollar sus capacidades, habilidades y destrezas con mayor eficiencia y calidad en la medida en que se apropie de ese sistema de conocimientos sobre la naturaleza, la sociedad y el pensamiento humano, y relacionarlo de manera práctica con la realidad que le rodea de forma tal, que en y a través de su propia actividad transforme esa realidad en beneficio de la sociedad y, por qué no, de sí mismo.

En el postgrado académico el lugar de la ciencia y su lógica aplicación, como resultado del proceso investigativo, varía en cada una de sus formas: especialidad, maestría y doctorado.

Las Especialidades de Postgrado se caracterizan por su dirección hacia la aplicación en los procesos productivos y de servicios, de los aportes de las investigaciones científicas, pues su sentido es de carácter más utilitario, por lo que en ellas la ciencia es su punto de partida, el medio para lograr el perfeccionamiento en la práctica de la actividad laboral.

Como ya se ha dicho en otros trabajos, en las Especialidades de Postgrado la actividad científica es la vía y no el fin de su estructura curricular. En ellas el objetivo lo constituye el desempeño laboral y la vía para lograrlo es la práctica profesional.4

El especialista busca en los resultados de la ciencia su aplicabilidad en el proceso productivo o de servicios para su posterior validación y generalización. Esta forma de postgrado deviene, por su carácter, una de las vías para la interdependencia que se establece entre el conocimiento científico, la práctica en el contexto de la producción y los servicios y su validación. Toda actividad científica encuentra en la aplicación práctica su vía de valoración y validación.

De lo expuesto se infiere una simple regularidad de las Especialidades de Postgrado: el especialista no se puede perder en la actividad práctica, olvidando su vínculo con la actividad científica.

Por lo expresado anteriormente, se enfatiza para que la actividad laboral logre estadios de desarrollo cualitativa, y cuantitativamente superiores, en la producción y los servicios y tiene que buscar en la ciencia su punto de partida.

La actividad laboral es el conjunto de tareas y acciones que propician la vinculación de la teoría con la práctica desde el puesto de trabajo. Está encaminada, en la actividad concreta del postgrado, a proporcionar la formación y desarrollo a un mayor nivel de profesionalización de habilidades prácticas en la producción o los servicios. Contribuye a la consolidación, en el profesional, de cualidades ético- cooperadoras con el colectivo laboral, de disciplina del trabajo, al perfeccionamiento de los procesos de producción o servicios y de pertinencia social con un enfoque más académico.5

La actividad laboral constituye la vía a través de la cual el hombre actúa de manera directa y consciente sobre un determinado segmento de la realidad productiva o de servicios que le rodea, con el objetivo de transformarla.

Para que el proceso de transformación de esa realidad a través de la actividad laboral sea eficiente y con la calidad necesaria, es imprescindible que los especialistas tengan una actualización continua, que les permita la aplicación práctica de los nuevos conocimientos de la ciencia en las innovaciones y las racionalizaciones que se producen de manera casi permanente en el mundo.

Uno de los elementos que precisamente diferencian a las Especialidades de Postgrado de las otras dos formas del postgrado académico es precisa- mente que su objetivo, como ya se dijo anteriormente, es su desempeño profesional en la práctica laboral. Por ello, es que el diseño curricular de ellas presta mayor atención al desarrollo de competencias profesionales en la actividad laboral y no de investigación científica.

En el proceso de formación del especialista, el vínculo permanente de la actividad académica e investigativa con la actividad laboral constituye una invariante de su diseño curricular. Por esta razón, la mayor parte de los contenidos de los programas docentes tienen que propiciar una salida a la actividad laboral, facilitando la aplicación de sus presupuestos teóricos en la práctica en el puesto de trabajo al que se vinculan los futuros especialistas.

Otro elemento de suma importancia, para lograr lo planteado en el párrafo anterior, es el vínculo imprescindible con los centros de trabajo con cuya actividad productiva o de servicios se encuentre insertada la Especialidad que se desarrolla.

La materialización de los conocimientos científicos que va adquiriendo el futuro especialista en su formación académica e investigativa se logra, inequívocamente, a través de la actividad laboral y por medio de entrenamientos de postgrado en los puestos de trabajo, por cuanto ellos van encaminados al desarrollo de habilidades y destrezas en la introducción de nuevas técnicas y tecnologías como resultado de la propia ciencia en los procesos de producción o servicios.

El diseño curricular de las Especialidades debe combinar armónicamente su estructura, de manera tal que la formación académica, investigativa y laboral devenga proceso de profesionalización del futuro especialista.

La Dr C Parra I, en su tesis doctoral, plantea la “profesionalización como proceso permanente que lo habilita para el ejercicio de la profesión y que tiene como resultado el logro de la profesionalidad”.6

Por su parte la Dr C Añorga J y el Dr C Valcárcel N plantean que “… todo esfuerzo encaminado a formalizar una instrucción que propicie el ejercicio del sujeto en una profesión del cual solucione problemas productivos, aplicando aspectos de la ciencia, la tecnología, administrativos y de relaciones sociales, convendrá llamársele proceso de profesionalización”.7

En ambos conceptos queda bien claro que la profesionalización es un proceso que propicia la solución eficiente de problemas concretos relacionados con la actividad que desarrollan los profesionales y tiene carácter permanente. Además, se ve como proceso y no como resultado, pues este sería la profesionalidad alcanzada por el profesional en su desarrollo. Es importante puntualizar, como señalan los doctores Añorga y Valcárcel, que este proceso no solamente tiene que ver con el aspecto instrumental de la actividad, sino con el carácter social de la producción y los servicios también.

La profesionalización constituye en sí un proceso y, al decir del Dr C Pérez L,8 no es solo concebida como la maestría en un oficio técnicamente hablando, sino también y muy especialmente, en la calidad humana del profesional…

El proceso de profesionalización del especialista se produce a través de su propia formación académica, investigativa y laboral, en su constante vínculo con la actividad laboral cotidiana, con la toma de conciencia sobre la pertinencia social de la labor que realiza, en el vínculo de la teoría con la práctica, en la aplicación de la ciencia y la técnica al proceso productivo o de servicio al que se encuentre insertado. Este es un proceso permanente, continuo y pedagógico, y solo a través de él, es que el especialista alcanza estadios superiores de profesionalidad.

En este proceso de profesionalización del futuro especialista, un papel muy importante lo tienen los tutores, quienes deben velar porque exista un estrecho e indisoluble vínculo entre la actividad académica e investigativa con la actividad laboral, a fin de garantizar que su trabajo turoral esté encaminado al fortalecimiento del desempeño profesional del futuro especialista, lo que constituye objetivo y fin de esta forma académica del postgrado.9

Fig. 1. Proceso de profesionalidad en las especialidades de postgrado.

Como se puede observar en la Figura 1, los componentes académico e investigativo son portadores de los elementos científico-investigativos que proveen al futuro especialista de todo el aparato teórico conceptual que fundamenta y da sustento a su formación académica. Ambos componentes tributan, de manera directa, al componente laboral, el que deviene taller científico-productivo para la aplicación, en el puesto de trabajo, de los cono- cimientos que han adquirido a fin de transformar cualitativamente el proceso de producción o de los servicios. A su vez, el componente laboral logra la relación teoría-práctica a través de los entrenamientos de postgrado que se han organizado, en estrecha vinculación con los centros de trabajo, con los cuales se encuentra insertada la Especialidad, con la activa participación de los tutores y el resto del colectivo laboral.

La relación dialéctica que se establece entre estos tres componentes constituye, en sí misma, el proceso de profesionalización de los futuros especialistas. Es bueno aclarar que este proceso, aunque se enmarca dentro de la concepción curricular de la Especialidad, trasciende el mismo para convertirse en un proceso de carácter permanente y socializador. Este ascenso en espiral de los especialistas los debe llevar a alcanzar un alto nivel de profesionalidad, en el que se conjugue, de manera armónica e integral, lo académico, lo científico, lo laboral y lo humano.

Conclusiones

Como se planteó al principio del trabajo se ha tratado de dar en apretada síntesis, cómo se refleja en el diseño curricular de las Especialidades, el lugar y las relaciones que se establecen entre la ciencia, la actividad laboral y la profesionalidad.

La formación de un especialista debe conjugar estos tres elementos, para que defina con mayor claridad la finalidad de esta forma del postgrado académico y contribuya, concretamente, al perfeccionamiento de los procesos de producción y los servicios, de manera tal que ambos propicien una mayor calidad de vida del especialista y de la sociedad, en general, a partir de su mejoramiento profesional y humano.

 

Referencias

1 MARTÍNEZ M, CASTELLANOS B. Reflexiones teórico-prácticas desde las ciencias de la educación. Provisional. La Habana, Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 2004. p. 39.

2 CASTELLANOS B. Del conocimiento cotidiano al conocimiento científico. La Habana, Cuba: Centro de Estudios Educacionales. Instituto Superior Pedagógico “Enrique José Varona”; 2000. p. 25.

3 AÑORGA J, SORIANO I. Ingenio y Creatividad en el Postgrado. Ciudad Universitaria. Sucre, Bolivia; Proyecto Sucre; 2001. p. 43.

4 GONZÁLEZ R. Las Especialidades de Postgrado. Una alternativa a considerar. Rev Electrónica Órbita Científica. La Habana, Cuba: Instituto Superior Pedagógico “Enrique José Varona”; 1999. p. 3.

5                      . Las Especialidades de Postgrado. Sus características generales. En soporte magnético. La Habana, Cuba: Instituto Superior Pedagógico “Enrique José Varona”; 2000. p. 63.

6 PARRA I. Modelo didáctico para contribuir a la dirección del desarrollo de la competencia didáctica del profesional de la educación en formación inicial. [Tesis en opción al grado científico de doctora en Ciencias de la Educación]. La Habana, Cuba: Instituto Superior Pedagógico “Enrique José Varona”; 2002. p. 85.

7 AÑORGA J, VALCÁRCEL N. Profesionalización y Educación

Avanzada. Impresión Ligera. La Habana, Cuba. 1998. p. 23. 8 PÉREZ L. La formación profesional en la teoría educativa de José Martí. Rev Varona, No.39 jul-dic, La Habana, Cuba: Instituto Superior Pedagógico “Enrique José Varona”; 2004. p. 73.

9 GONZÁLEZ R. El tutor en las Especialidades de Postrgrado. En soporte magnético. La Habana, Cuba: Instituto Superior Pedagógico “Enrique José Varona”;. 2003. p. 30.

Bibliografía

AÑORGA J, ROBAU D L. Glosario de Términos de la Educación Avanzada. La Habana, Cuba: CENECEDA; 1996.

GONZÁLEZ R. Acercamiento a un estudio comparativo de las concepciones sobre la Especialización en el contexto latinoamericano. Rev Varona, No.39 jul- dic. La Habana, Cuba: Instituto Superior Pedagógico “Enrique José Varona”; 2004.

KURSANOV G. Problemas fundamentales del materialismo dialéctico. La Habana, Cuba: Editorial de Ciencias Sociales; 1976.