Lic. Alexander López Neira. Instructor. Instituto Pedagógico Latinoamericano y Caribeño (IPLAC)

Recibido noviembre de 2005   Aceptado enero de 2006

Introducción

La Educación a Distancia, en particular la modalidad en línea, ha experimentado un vertiginoso crecimiento en los últimos años mediante el aprovechamiento de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC). Estas han contribuido a ampliar las posibilidades de superación de los profesionales de todos los sectores. Cabe destacar la influencia que ha tenido el desarrollo de los cursos a distancia a través de las redes en el sector educacional, como se revela en la revisión realizada a los diferentes números del Boletín Electrónico de Noticias de Educación a Distancia (BENED).

Las redes telemáticas han permitido que la disponibilidad de información actualizada y su transmisión aumenten en volumen y calidad. Los cursos en línea, como modalidad de la Educación a Distancia, aparecen con mayor fuerza en los sitios web de las instituciones educativas de diferentes niveles, tanto en el pregrado, como en postgrado. Sin embargo, ¿qué herramientas pueden aprovechar las instituciones educativas para ofrecer cursos en línea?

¿Cómo seleccionar plataformas tecnológicas sobre la base de un criterio pedagógico? Estas y otras interrogantes son comunes para cualquier centro educativo que pretende ofrecer cursos a distancia, en la modalidad en línea, para ampliar el alcance de sus sistemas de formación o superación profesional.

El rápido avance tecnológico propone estudiar y analizar diversas herramientas, que permitan realizar cursos en línea. Las potencialidades de estos sistemas ofrecen nuevas oportunidades de superación a los profesionales de la educación que se encuentren en zonas alejadas de los centros de estudios o que, por determinadas razones (tiempo, distancia, limitación físico-motora), no pueden realizar estudios empleando la modalidad presencial. Se presentan, además, como un reto que exige de los profesionales un dominio de las tecnologías.

¿Qué herramientas emplear para desarrollar los cursos en línea?

Inicialmente, para ofrecer cursos en línea, se emplearon aplicaciones separadas, lo que equivale a expresar que las instituciones que efectuaban estos tipos de cursos debían integrar y gestionar programas informáticos independientes realizados por diferentes entidades. Se empleaban herramientas distintas para la administración del curso, su gestión académica, la creación de actividades de aprendizaje, el aprovecha- miento de la multimedia, la comunicación y el trabajo colaborativo. La separación de las aplicaciones, que eran hechas por diferentes entidades o personas, tenía la desventaja de poseer grandes diferencias entre sí, con la consiguiente incompatibilidad, que limitaban la integración de los procesos implicados en un curso en línea.

Posteriormente, comenzaron a aparecer los Sistemas de Gestión del Aprendizaje, traducidos del término en idioma inglés Learning Management System (LMS), denominados también plataformas tecnológicas, plataformas virtuales, de teleeducación o de teleformación, entre otros términos. Estas herra- mientas integran muchas de las aplicaciones mencionadas en un único sistema que las relaciona de manera más directa.

En la actualidad, el incesante desarrollo tecnológico ha traído como resultado la existencia de plataformas para realizar cursos en línea y es posible encontrar en Internet una amplia variedad de estos sistemas. Por una parte, se encuentran aquellos que exigen el pago de una licencia para su uso, y por otra, los que apoyan el Software Libre (Open Source) y ofrecen gratuitamente sus herramientas, para que sean empleadas sin costo alguno.

Como resultado de la alta disponibilidad de sistemas de este tipo en Internet, se precisa realizar un proceso de selección que permita aprovechar la plataforma tecnológica que integre los procesos implicados en un curso en línea (información, inscripción, matriculación, participación, titulación) y permita desde un enfoque pedagógico, complementar otras modalidades de dedicación (tiempo) y/o comparecencia (espacio) como, por ejemplo, la modalidad presencial.

Con independencia del soporte tecnológico, otra de las cuestiones inherentes a la Educación a Distancia con el aprovechamiento de las TIC, radica en que los indicadores para el diseño didáctico de cursos en ambientes virtuales de enseñanza-aprendizaje, se toma el criterio de Herrera E (2005). En tal sentido, la selección de las plataformas se considera independiente del diseño didáctico de estos cursos.

La selección de la plataforma tecnológica justifica su independencia, en tanto el diseño didáctico de un curso a distancia no debe estar unido a una única tecnología, sino que debe ser complementado con ella, porque esta última constituye un mediador que responderá a las necesidades de profesores y estudiantes. Como resultado se obtiene que, ante un cambio de contexto y la necesidad de emplear otras tecnologías, el curso en su esencia permanezca invariable y pueda ser implementado empleando otras tecnologías aplicadas en la modalidad abierta y a distancia, según Bates A (1999) de forma integrada o complementaria.

Desarrollo

El proceso de selección de una plataforma tecnológica debe estar acompañado de criterios que permitan evaluar la posibilidad de emplear un elemento o sistema a diferencia de otros, elegir entre varios de similares características, siguiendo un orden lógico de procedimientos que permitan revelar la utilidad de cada uno y qué resultados se obtienen en comparación con el objetivo planteado; ello causa que se devele la interrogante siguiente: ¿cómo realizar la selección de una plataforma tecnológica?

Para realizar la selección de una plataforma tecnológica en una institución educacional sería preciso indagar sobre la existencia de metodologías que puedan orientar los principales elementos que componen la selección y evaluación de estos sistemas de herramientas.

La sistematización realizada por el autor al esquema de evaluación de plataformas de aprendizaje, según Le Roy H (2003), al instrumento de evaluación elaborado por Zapata M (2003), a la relación de indicadores del Gabinete de Tele-educación de la Universidad Politécnica de Madrid (GATE) de Arriaga (2001); la sistematización de herramientas para la creación, distribución y gestión de cursos a través de Internet realizado por Benito B (2000), y los criterios técnico-organizativos de la Cátedra UNESCO en Educación a Distancia, se revela que estas metodologías tienen en común elementos que integran elementos de áreas pedagógicas, tecnológicas y de organización.

El estudio comparativo y la sistematización realizados permitió reconocer, como área pedagógica, a aquella que se refiere principalmente a las posibilidades de interacción profesor-tutor-estudiante mediante el uso de herramientas de comunicación interpersonal (individual o grupal), el aprendizaje colaborativo, el acceso a la información del curso y los contenidos de la enseñanza, su organización y presentación, los ejercicios de evaluación, coevaluación y autoevaluación, el seguimiento del estudiante en su recorrido por los diferentes materiales y actividades, enfatizando en la integración entre estos.

El Dr C Bringas JA advierte que “las plataformas tecnológicas deben garantizar un entorno óptimo de aprendizaje para el estudiante y el profesor, así como las condiciones técnicas apropiadas para la gestión y organización académica de los cursos”.1

Aunque en las metodologías analizadas no se incluye, de modo general, el tema referido al diseño gráfico y estructural de la plataforma, debe estar concebido para interactuar de manera sencilla. Su importancia radica en que si la plataforma precisa la utilización de términos muy especializados y es engorrosa en su diseño estructural y gráfico, los profesores, estudiantes y otros participantes (evaluadores, invitados) aprenderán de manera lenta a interactuar, el contacto será frustrante y la barrera será el propio sistema.

Si, por el contrario, el sistema está diseñado teniendo en cuenta los perfiles que se implican en este proceso, la interacción con el sistema, y un diseño estructural simple, permitirá una rápida familiarización en la ejecución de las actividades.

No se incluye, en tres de las metodologías analizadas, el estudio de la cantidad de usuarios que la emplean, si existe alguna comunidad de participantes que permita su desarrollo y si es posible valorar la opinión de estos sobre la funcionalidad del sistema como herramienta tecnológica que facilite el aprendizaje. No se precisan los costos económicos o de operaciones que se requieren para su actualización y si esta es posible.

En el área tecnológica de las metodologías analizadas, se incluyen temas vinculados al empleo de sistemas propietarios o libres bajo licencia pública, los requerimientos de hardware-software para el servidor y el usuario, escalabilidad, la capacidad de ser multiplataforma, el número de usuarios que soporta, su compatibilidad con otras plataformas para reutilizar el contenido a partir de estándares: por ejemplo, SCORM (Shareable Content Object Readable Module), la disponibilidad de soporte técnico en línea o por otra vía de comunicación, herramientas de comunicación sincrónicas y asincrónicas, administración del curso, los estudiantes y las actividades, seguridad del sistema para mantener copias automatizadas de datos y metadatos, la posibilidad de crear o realizar los cursos sin estar conectados a la red, la personalización de la plataforma y su mantenimiento, la funcionalidad de los perfiles de usuarios, la colaboración en la implementación del curso y la presentación de información en formato hipertextual.

Según Milgrom (1997), las herramientas empleadas en la formación en línea posibilitan el acceso remoto a profesores y estudiantes, mediante un navegador web (Internet Explorer, Netscape Navigator, Mozilla Firefox) para acceder a la información mediante una interfaz gráfica, que permite actualizar la información de manera sencilla, empleando métodos para controlar el acceso, según el perfil del participante (estudiante, profesor, administrador). Añade que son sistemas multiplataforma con una estructura cliente-servidor que posee páginas escritas en lenguaje de marcado de hipertexto (HTML), según Benito B de (2000).

Sin embargo, el análisis comparativo, la sistematización y la valoración de este particular permite reconocer que los criterios de selección de plataformas, más que describir elementos tecnológicos, deben ser clasificados por la funcionalidad que brindan al personal que participa en los cursos en línea, principalmente a profesores y estudiantes. Estos criterios deben reasentarse en las relaciones que se establecen entre profesores y estudiantes, en la actividad y la comunicación, cuando aprovechan los entornos virtuales.

Los criterios anteriores se refieren a los aspectos pedagógicos que, de manera integrada y organizada, se dirigen al logro de los objetivos didácticos de las unidades temáticas de una actividad docente, los cuales deben sustentarse en el modelo pedagógico que se asuma.

El análisis que se ha expuesto permite plantear que el proceso de selección de las plataformas, según la sistematización teórica efectuada, por Gunawardena (2000), Le Roy (2003), Zapata (2003), Arriaga (2001), de Benito Crosetti (2000), debiera estar sustentado en criterios pedagógicos que pudieran definirse de la manera siguiente:

Vínculo participante-actividad de aprendizaje:

• Flexibiliza la organización del curso en la relación entre las unidades temáticas y la duración del curso.
• Permite la estructuración de los objetivos didácticos basados en sistemas de habilidades intelectuales.
• Facilita la creatividad y el desarrollo de habilidades intelectuales, con el aprovechamiento de textos, gráficos, sonidos, animaciones, vídeos y símbolos.
• Estructura los contenidos de manera secuencial e hipertextual.
• Integra los contenidos en archivos y actividades que faciliten su localización y consulta.
• Facilita la actualización del contenido de manera rápida y sencilla.
• Permite la aplicación de variedad de métodos de enseñanza.
• Refuerza la activación de los métodos empleados con el aprovechamiento de textos, imágenes, sonidos y multimedia.
• Efectúa un seguimiento a los estudiantes acerca de las actividades realizadas.
• Flexibiliza la entrega de tareas y la realización de actividades.
• Respeta los estilos y ritmos de aprendizaje (autogestión).
• Flexibiliza el proceso de evaluación del proceso docente-educativo.
• Permite la evaluación, la coevaluación y la autoevaluación de modo sistemático, parcial y final.
• Mantiene los resultados de la evaluación de los estudiantes en cada actividad.
• Controla el seguimiento de la actividad de los
• participantes de modo individual y/o grupal.

Vínculo participante-actividad comunicativa:

• Activa la relación sujeto-sujeto (comunicación) y sujeto-objeto-sujeto (colaboración) en las etapas de organización, ejecución y evaluación del curso.
• Incluye los tipos de comunicación sincrónica y asincrónica con carácter público-privado e individual- grupal entre los participantes.
• Permite la manifestación de estados de ánimo de los participantes.
• Permite los debates mediante el planteamiento de situaciones que partan de problemas.
• Promueve el diálogo personalizado profesor- estudiante para potenciar la independencia cognoscitiva, la búsqueda de información y la investigación científica.
• Permite la selección del idioma en la interfase.
• Eleva la interacción de la comunicación sincrónica mostrando información de forma permanente de los participantes que están en línea.
• Crea ambientes de significación en la comunicación entre participantes de diferentes contextos socioculturales.

Desde la dimensión tecnológica y organizativa, la sistematización realizada, se pudo reconocer cuatro criterios para la selección de las plataformas virtuales. La inclusión de ellos se justifica en tanto la actividad docente es organizada, planificada y sujeta a un contexto en que la actividad y la comunicación poseen un carácter intencional y mediado por tecnologías para acceder a la información y para establecer la comunicación.

Los criterios tecnológicos y organizativos para la selección de plataformas tecnológicas se pudieran operacionalizar del modo siguiente:

• Vínculo plataforma-organización (institucional y personal).
• Revela la orientación de la actividad de superación profesional en correspondencia con objetivos institucionales, sociales y estatales.
• Permite la participación en el curso a partir del perfil del participante (estudiante, profesor, facilitador, diseñador de curso, evaluador, administrador, invitado).
• Expresa la organización del tiempo del curso y de los estudiantes.
• Facilita la creación de grupos de estudiantes para elevar la atención personalizada.
• Permite la realimentación para determinar las necesidades de los participantes, la calidad del curso ofrecido y el impacto social obtenido.
• Facilita la integración de los datos de los estudiantes y las evaluaciones.

Vínculo plataforma-sistemas de conectividad.

• Automatiza procesos, como el envío de correo y la creación de cuentas a partir de otros servicios de la red.
• Interactúa con otros servicios de la red interna local, la red nacional e internacional (correo electrónico, biblioteca virtual, centro de recursos, transferencia de ficheros, actualización automática del sistema).
• Protege el sistema y los datos mediante chequeos antivirus y la ubicación en otro servidor de las copias de seguridad realizadas.

Vínculo plataforma-potencialidad de crecimiento.

• Expresa la disponibilidad para diferentes sistemas operativos como, UNIX, Windows, Linux y FreeBSD.
• Permite la reusabilidad de contenido mediante el cumplimiento de estándares, como ADL SCORM, ARIADNE e IMS.
• Determina el estimado de la cantidad de usuarios e instituciones que la emplean y/o desarrollan aplicaciones informáticas o tecnológicas para el sistema, determinado por los creadores y verificable por los evaluadores. Este criterio avala la sustentabilidad del sistema.

Vínculo participantes-plataforma.

• Dispone de material de ayuda.
• Incluye los conocimientos previos para el uso de la plataforma.
• Dispone de idiomas que facilitan su trascendencia sociocultural.
• Controla el acceso a la información del curso y los participantes, según el perfil del participante.
• Permite la modificación de la interfase y su contenido, de modo rápido y sencillo.
• Correspondencia entre el diseño gráfico-estructural y el nivel educativo que lo emplea.
• Facilita la búsqueda en el curso, las actividades y en la ayuda del sistema.

Se ha identificado que los vínculos mencionados se construyen a partir de necesidades de profesores, facilitadores y estudiantes, administradores, evalua- dores, invitados, programadores y diseñadores de cursos. Estas necesidades deben ser satisfechas por las herramientas tecnológicas para poseer mayor utilidad general para la educación y la Educación a Distancia en la modalidad en línea.

Los cursos a distancia que emplean las plataformas tecnológicas como ambiente para la realización de actividades y el establecimiento de la comunicación presentan un proceso doblemente mediado. En primer lugar, se revela en la mediación entre el estudiante y la computadora para el acceso al contenido y la realización de la actividad de aprendizaje y comunicación. En segundo lugar, se revela el proceso de mediación sociocultural que existe entre profesor-estudiante y entre los propios estudiantes para la transmisión y apropiación de conocimientos, habilidades, hábitos, actitudes, valores y cultura.

En la etapa inicial se seleccionaron, entre alrededor de 50, las siguientes plataformas, partiendo de los criterios anteriores:

Nacionales.

Aprendist -Instituto Politécnico José Antonio Echeverría. La Habana. Cuba.

Sistema para la Enseñanza Personalizada a Distancia (SEPAD) - Universidad Central de Las Villas. Villa Clara. Cuba.

Extranjeras.

Propietarias  Libres Licencia GNU

Los criterios pedagógicos, tecnológicos y organiza- tivos para la selección de plataformas identificados le brindan un sustento científico a un proceso que, en muchas ocasiones, se les resta importancia. Sin embargo, la práctica demuestra la necesidad de dedicarle mayor atención a la selectividad de las plataformas virtuales, dada la gran variedad de sistemas existentes.

Tomando como punto de partida estas reflexiones y con la experiencia que se ha acumulado en este proceso, seguidamente se ofrecen los argumentos en la preferencia de MOODLE como plataforma para la ejecución de WebCT Blackboard Co Mentor

Fle3 - Universidad de Arte y Diseño de Helsinki. Filandia.

Atutor - Universidad de Toronto. Canadá

Claroline - Universidad de Lovaina. Francia.

MOODLE - MOODLE Project.

Martin Dougiamas. Australia. ILIAS - Universidad de Colonia. Alemania.

La experiencia en la selección de plataformas: ¿por qué moodle?

Durante los meses finales del año 2003 el Instituto Pedagógico Latinoamericano y Caribeño (IPLAC) y la Red Informática del Ministerio de Educación (RIMED) realizaron un estudio acerca de las plataformas tecnológicas disponibles para ofrecer cursos en línea, fueran estos libres de pago o con licencia de uso comercial.

Después de realizar un estudio comparativo de plataformas, propuestas por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), una revisión documental del tema y visitar múltiples sitios en Internet de temáticas asociadas, se pudo determinar que la mirada debería apuntar hacia sistemas Software Libre (Free Software Foundation), y Código Abierto (Open Source), debido a las proyecciones estatales, sociales e institucionales en el área tecnológica, unidas a las facilidades para el estudio y desarrollo de este tipo de aplicación web en el ámbito nacional.

Se realizaron entrevistas a especialistas nacionales y extranjeros acerca de la Educación a Distancia, los cursos en línea y las plataformas tecnológicas para determinar las posiciones pedagógicas y su vínculo con la plataforma que empleaban. Con el propósito de evadir posibles interferencias asociadas al criterio personal de los entrevistados, se intentó obtener información acerca de los sistemas propietarios establecidos junto a los que se ofrecían gratuitamente.

A las plataformas se accedió de diferentes modos. En el caso de las creadas en el territorio nacional, se experimentó con SEPAD, mediante un curso de capacitación recibido mientras que con Aprendist se observó la demostración de los expositores y se hizo un estudio posterior para determinar sus características. Fue posible también realizar una exploración de las posibilidades y limitaciones de cada una. En relación con las internacionales, a las propietarias se pudo acceder a través de demostraciones disponibles en Internet, ofrecida por vendedores, mientras que las gratuitas se copiaron en la computadora para su posterior evaluación.

Después de efectuar la evaluación, para la que se emplearon los criterios descritos anteriormente y considerar las experiencias adquiridas en un entrenamiento internacional recibido por el autor de este trabajo, se seleccionó MOODLE como la plataforma gratuita extranjera para emplear en el Instituto Pedagógico Latinoamericano y Caribeño (IPLAC). Por otra parte, se seleccionó Aprendist como la plataforma de desarrollo potencial en el entorno nacional para realizar cursos en línea y se dan los primeros pasos para la creación de una plataforma propia ajustada a las necesidades pedagógicas (en el menor plazo posible).

Con el propósito de extender la experiencia y evaluar los criterios de selección en otras instituciones se comenzó a difundir el sistema entre las universidades pedagógicas cubanas de manera directa o indirecta. De este modo, se ofreció la preparación al personal técnico y pedagógico en el año 2004. Como resultado de esta iniciativa, el Instituto Superior Pedagógico “Enrique José Varona” (ISPEJV) incorporó la plataforma MOODLE a sus actividades docentes en la modalidad en línea y se realizaron acciones iniciales para emplearla en el Instituto Superior Pedagógico para la Educación Técnica y Profesional ‘‘Héctor Alfredo Pineda Zaldívar’’.

La diversidad de plataformas que son empleadas a nivel nacional en la formación de pregrado y postgrado, como alternativas a las crecientes necesidades de superación, indica la necesidad de homogeneizar los esfuerzos en los procesos de selección de plataformas y ampliar el proceso de diseño de sistemas de este tipo, que respondan a las necesidades de los participantes potenciales que aprovechen la modalidad a distancia, en la forma de curso en línea, para su mejoramiento profesional. Hacia esta dirección apuntan las referencias que realizaremos en próximos espacios de intercambio.

Conclusiones

La selección de plataformas tecnológicas para realizar los cursos en línea ofrecidos por instituciones educativas, deben ser evaluadas con diferentes enfoques y enfatizar en lo que aporta y limita la actividad, incluyendo las facilidades que ofrece para la comunicación, como aspectos esenciales que respondan al modelo pedagógico asumido.

La plataforma no es la única, ni la mejor o peor solución para la Educación a Distancia aprovechando las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC). Las tecnologías de la educación abierta y a distancia, según Bates (1999), poseen características unidireccionales o bidireccionales, poseen ventajas y limitaciones particulares.

Las tecnologías empleadas en las tres generaciones de la Educación a Distancia, a partir de los textos revisados de Nipper, en 1989, y Kaufman, en 1989, son aplicables en un mundo donde la alfabetización del iletrado es un reto. Cada tecnología tiene su aporte y su limitación; por tanto, será posible aprovecharlas en la medida que las condiciones de cada contexto lo precisen.

Referencias

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