Lic. Calandua Lupolo Lombe. Profesor. Gobierno Provincial de Huíla. República de Angola.
Correo electrónico: gilsonwashington@hotmail.com.

Recibido: octubre 2017               Aprobado: mayo 2018

Introducción

Constituye una inquietud constante la superación profesional del profesorado en muchos países en aras de alcanzar resultados alentadores en la educación, al respecto se ha enfatizado en que este es uno de los factores esenciales, así como una importante condición para su renovación, esto significa que se debe tomar conciencia de la necesidad de continuar profundizando en ello, de acuerdo con los adelantos científicos y las exigencias sociales.

Una muestra de esto es lo expresado en el informe de la UNESCO (1996), en el que se planteó que: “el mundo en su conjunto está evolucionando hoy tan rápidamente que el personal docente, como los trabajadores de la mayoría de las demás profesiones, deben admitir que su formación inicial no le bastará ya para el resto de su vida” (UNESCO, 1996:171-172).

Como lo expresado anteriormente, muestra que la superación profesional conquista en el mundo una esfera significativa para las alternativas de los sistemas educativos. Es decir que la problemática de la superación profesional debe ser atendida con rigor para lograr las mejoras que se pretenden alcanzar en una sociedad determinada, sin embargo, la realidad demuestra que no en todos los lugares se le ha dado la prioridad que merece. En la República de Angola con la Reforma Educativa (2001) viene ganando espacios significativos con resultado en implementación en el modelo de la sociedad angolana, así lo exige, de ahí que esté concentrada en lograr un cambio educativo que se produzca de manera gradual e intencional dirigido a promover una educación de calidad en el país.

Desarrollo

El término superación puede expresar el movimiento propio de la dialéctica que radica en el proceso de negación de una realidad para dar lugar a otro aspecto en el cual, no obstante, se sigue conservando el primero. De esta manera se guarda a la vez lo superado, perdiendo sólo su inmediatez, pero sin que por ello quede anulado.

En el informe a la UNESCO por la Comisión Internacional sobre educación para el siglo XXI, dedicado a los profesores se plantea “nunca se insistirá demasiado en la importancia de la calidad de la enseñanza y, por ende, del profesorado (...) así pues, mejorar la calidad y la motivación de los profesores debe ser una prioridad en todos los países” (UNESCO, 1996:167). Por tanto, prestar atención a la formación de profesores, adquiere una connotación cada vez mayor, en un mundo dinámico como el actual, permanentemente sometido a múltiples y acelerados cambios.

El proceso de enseñanza y aprendizaje es cada vez más complejo. Por tanto “el proceso de cambio y recombinación implica una transformación del individuo en sí mismo presupone un cambio de actitud, comprensión y transformación gradual de los profesores, pues además de una profunda formación teórica de los contenidos que enseña, tiene que mostrar el modelo en que se aplican en la solución de los profesionales y personales: es transmitir lo pasado, construir y anticipar el futuro” (Fernández, B., 2013:2).

Si bien es claro la necesidad de que el profesor mantenga una actitud de superación permanente, también debe ganarse en conciencia que esta superación, para que cumpla con el fin que le da razón de ser, debe ser de calidad, de ahí la importancia que reviste atender el perfeccionamiento de la superación profesional.

La superación profesional aparece definida en la literatura por varios autores: Añorga, J. (1995), Añorga, J. y et al. (2000), Valle, A. y Castro, O. (2002), Bernaza, G. (2004), Del Llano, M. y Arencibia, V. (2004), Torres, C. y González, S. (2005). En la presente investigación, destacamos las que ofrecen:

Añorga, J. et al. (2000),  la definen como “el conjunto de procesos de enseñanza aprendizaje que posibilita a los graduados universitarios la adquisición y el perfeccionamiento continuo de los conocimientos y habilidades requeridas para un mejor desempeño de sus responsabilidades y funciones laborales. Proporciona la superación de los profesionales de los diferentes sectores y ramas de la producción, los servicios, la investigación científica y la docencia en correspondencia con los avances de la ciencia, la técnica, el arte y las necesidades económico sociales del país, con el objetivo de contribuir a elevar la calidad y la productividad del trabajo de los egresados de la educación superior.” (p. 34)

Por su parte Torres, C. y González, S. (2005), concretan como “el conjunto de procesos de formación que posibilitan a los graduados universitarios la adquisición, ampliación y perfeccionamiento continuo de los conocimientos y habilidades básicas y especializadas requeridas para un mejor desempeño de sus responsabilidades y funciones laborales, así como para su desarrollo cultural integral, que permite elevar la efectividad y calidad de su trabajo.” (p. 4)

En estas definiciones se sintetizan aspectos importantes tratados por estés investigadores, como el hecho de que la superación profesional es un proceso, tiene un carácter continuo y permanente en la actualización, ampliación y perfeccionamiento de conocimientos y habilidades, en función del contexto en que se desarrolla, y transcurre durante el desempeño profesional para su mejoramiento.

La superación profesional constituye la forma más difundida y sistematizada de superación, pues sistemáticamente sus procesos resulta el basamento esencial para el trabajo metodológico del profesional en todas las instituciones educativas, lo cual asegura su idoneidad y la calidad de la educación. Esto lo confirman las diversas investigaciones, que, junto a las ya referenciadas, pueden mencionarse: Valdivia, M. (1997), Rodríguez, F. (1999), Leiva, A. (2002), Berges, J. (2003), González, K. (2005), Fraga, C, (2006), entre otros. Estas investigaciones presentan en común propuestas de superación a través de modelos, metodologías y estrategias para procesos relacionados, fundamentalmente, con la preparación profesores, en aspectos contentivos de su labor profesional.

Añorga, J. (1995), la reconoce como “un nuevo paradigma, porque conceptualiza las llamadas educación de postgrados, superación, educación permanente, educación continua, superación, capacitación y otras figuras, dentro de la categoría mejoramiento profesional y humano al incorporar y desarrollar en el currículum no solo los contenidos y acciones para los aspectos cognitivos, sino muy especialmente los afectivos y de desarrollo de valores y los de producción e introducción de conocimientos, mediante la acción participativa de los sujetos y conductores y el desarrollo de sus motivaciones.” (p. 54)

En la Resolución 6/1996 del MES de la República de Cuba, queda definida la superación profesional como “un conjunto de procesos de formación que posibilitan a los graduados universitarios la adquisición, ampliación y perfeccionamiento continuo de los conocimientos y habilidades básicas y especializadas requeridas para un mejor desempeño de sus responsabilidades y funciones laborales, así como para su desarrollo cultural integral” (p.11).

Luego se precisa en la Resolución 132/2004 del MINED de la República de Cuba, como “la formación permanente y actualización sistemática de los graduados universitarios, el perfeccionamiento del desempeño de sus actividades profesionales y académicas, así como el enriquecimiento de su acervo cultural” (p. 3).

Los planteamientos anteriores permiten afirmar que la superación profesional debe ser un proceso que se caracterice por su papel transformador sobre el profesor, y que a la vez permita que éste se convierta en un agente de cambio de la realidad educativa de su radio de acción, apoyándose para ello en la experiencia profesional acumulada por cada profesor y por la influencia de los demás colegas y deberá considerar la búsqueda de soluciones a los problemas más apremiantes del proceso docente-educativo de los que en ella participan.

Zinga, A. (2012), considera importante que en la formación de profesores “la unidad entre la formación básica y la pedagógica, y le otorga a esta última la responsabilidad de la profesionalización con lo cual se invalida su carácter de proceso” (p.26). Como plantea Gimeno, J. (1998), “la profesionalidad está integrada por dos componentes básicos: la formación básica, que es la que lo capacita para transmitir o ayudar a aprender contenidos curriculares y la formación pedagógica que es la que lo profesionaliza como docente, actuando ambos aspectos como una unidad.” (p. 220) En ambos planteamientos se manifiesta la interrelación dialéctica entre la formación básica y pedagógica.

El término superación en la República de Angola ha sido el más utilizado en los últimos años para nombrar a esta etapa de la formación como señala Leitão, F. (2015) “es una temática de elevada relevancia en los sistemas de educación de los países, por permitir responder al proceso de formación permanente de los recursos laborales a lo largo de la vida profesional.” (p.11)

En contexto angolano ha sido realizados estudios por varios investigadores: Zinga, A. (2012), Funete, J. (2013), Paulo, A. (2013), Memo, A. (2015), Da Silva, A. (2015), Leitão, F. (2015), Samuel, V. (2015), Kirinda, A. (2016) con resultados que tributan en esta dirección de la superación de los directivos, profesores y agentes administrativos del sector de la educación. Los rasgos de estas investigaciones aportan elementos valiosos al proceso de superación profesional del profesor angolano al considerarlo como un proceso pedagógico profesional permanente.

Por otra parte, Memo, A. (2015), señala que “puede ser entendida como el vencimiento de un obstáculo o dificultad, o también como la mejoría que tiene lugar en la actividad que cada persona desarrolla, esto en cuanto a lo profesional y en el plano personal, la superación es la mejoría que se puede experimentar en las cualidades personales.” (p.29)

Lo anterior muestra que la superación profesional es parte de la vida del ser humano, sus aspiraciones, las metas y el proyecto de vida profesional y humano, desde la interrelación adecuada de lo material y lo espiritual. Resulta indispensable que los profesores influyan en los niños desde edad muy temprana, para enseñarlos a responsabilizarse con su salud, con la salud colectiva y, sobre todo, para que sean capaces de identificar en el estilo de vida saludable, los elementos beneficiosos para la salud y hacerlos suyos.

Teniendo en cuenta las consideraciones anteriores se asume la superación profesional como “un proceso de transformación individual del profesor que le permita cambiar el contexto escolar en el que actúa, como resultado del perfeccionamiento y actualización de los contenidos, métodos de la ciencia y valores, que se logra en la interacción de lo grupal e individual y además favorezca el desarrollo de la cultura en salud” (Lombe, C. 2017:7).

La superación profesional en educación para la salud es necesario perfeccionarla, atendiendo a la diversidad de profesores que se encuentran en estos momentos en el Magisterio Primario de Lubango, además se deben tener en cuenta las transformaciones actuales de la educación en el contexto angolano, donde el rol del profesor ha cambiado y se le ha otorgado la responsabilidad de formar a los futuros profesionales de la educación preescolar, primaria y el primer ciclo de la secundaria.

En este contexto los profesores, del Magisterio Primario, son los máximos responsables del desarrollo integral de los profesores en formación. Por tanto, para la consolidación de estas transformaciones, se precisa de una elevada preparación pedagógica, metodológica y científica de los profesores del Magisterio Primario, con el fin de lograr el perfeccionamiento de la educación en la cual se desempeñan y el proceso de formación de profesor para esa educación.

El noble empeño educativo ha estado siempre en el quehacer de los profesores y de esto se trata, de privilegiar lo educativo, ya se sabe que instrucción y educación constituyen una unidad dialéctica, más los tiempos actuales reclaman de especial énfasis en lo profundamente educativo, en los sentimientos, valores y comportamiento en general. Vigotsky, L. S. (1989), apuntaba que “la tarea de la escuela, en resumidas cuentas, consiste en no adaptarse al efecto sino vencerlo, es por ello imprescindible que nuestras escuelas y profesores estén preparados a abrir las puertas a la diversidad” (p.34).

Valle, A. (2002), establece como uno de los principios para la superación de profesores: “la unidad entre la actividad científica, la superación, el trabajo metodológico y el trabajo de dirección del proceso docente-educativo, tomando como centro la escuela.” (p. 20)

La escuela es el lugar desde el cual, y para el cual deben formarse los profesores, tanto en la formación inicial como permanente, para poder atender a sus necesidades de manera más personalizada y a las prioridades de cada centro. Por lo que, en el marco de la presente investigación se considera oportuno declarar la escuela como el punto de partida para crear la cultura en salud, y es un escenario importante para la educación, luego es importante definir en qué contenidos de la educación para la salud se deben superar los profesores que preparar al futuro profesor de la educación preescolar, primaria y el primer ciclo de la secundaria.

En Resolución 132/2004 del MINED de la República de Cuba en el Capítulo 3, Artículo 20 se reseña las formas organizativas principales de la superación, las que son: “el curso, el entrenamiento y el diplomado. Otras formas de superación son la autopreparación, la conferencia especializada, el seminario, el taller, el debate científico, trabajo metodológico y otras que complementan y posibilitan el estudio y la divulgación de los avances del conocimiento, la ciencia, la tecnología y el arte. Los programas correspondientes a la superación profesional son proyectados y ejecutados por centros de educación superior y centros especialmente autorizados para ello.” (p. 4)

La superación profesional en la República de Angola se realiza fundamentalmente al inicio de cada año escolar y es organizada mediante seminarios de capacitación, desarrollados a nivel local e impartido por formadores del nivel provinciales con el apoyo de directivos de las instituciones escolares.

Sin embargo, en el Reglamento de postgrado de la República de Angola en su Decreto nº 29/11, del 3 de marzo, se orienta que el curso de superación debe ser desarrollados por instituciones de la enseñanza superior, después de la autorización del Ministerio de la Enseñanza Superior de la República de Angola, pero no se define que es el “curso”.

En la actualidad con la contextualización de las formas organizativas de la superación profesional que se definen en el Reglamento de Educación de Postgrado de Cuba, se introdujeran otras formas organizativas como el entrenamiento y el trabajo metodológico, por Zinga, A. (2012), Funete, J. (2014), Samuel, V. (2015), Leitão, F. (2015) y Kirinda, A. (2016).

El curso “posibilita la formación básica y especializada de los graduados universitarios; comprende la organización de un conjunto de contenidos que abordan resultados de investigación relevantes o asuntos trascendentes con el propósito de complementar o actualizar los conocimientos de los profesionales que los reciben” (Resolución 132/2004:4).

Como refiere Bernaza, G. (2013) que en “ocasiones el curso antecede al entrenamiento para preparar al profesional desde el punto de vista teórico y metodológico: ejercitarse en el puesto de trabajo y llevar a la práctica profesional activa, lo aprendido.” (p.123)

El entrenamiento “posibilita la formación básica y especializada de los graduados universitarios, particularmente en la adquisición de habilidades y destrezas y en la asimilación e introducción de nuevos procedimientos y tecnologías con el propósito de complementar, actualizar, perfeccionar y consolidar conocimientos y habilidades prácticas” (Resolución 132/2004:4).

Existen varias formas de entrenamiento, definimos el entrenamiento metodológico conjunto, porque se hace de forma metodológica, se concibe como un método de dirección científica educacional que “nace como un método de trabajo técnico metodológico” (Alonso, S., 2013:14). Esencialmente es el “método de intervención y transformación de la realidad educativa, dirigido a cambiar los puntos de vista, estilos de trabajo y modos de actuación de las personas, con el fin de obtener mayor eficiencia en su trabajo, que hace énfasis en el funcionamiento de las escuelas, los municipios y las provincias, como sostén de los esfuerzos transformadores. El rasgo esencial del método, como su nombre lo indica, es el de promover el trabajo conjunto entre dirigentes y dirigidos, a fin de estimular la reflexión, el análisis, el intercambio y búsqueda de soluciones, para encauzar el trabajo metodológico necesario a las transformaciones que se desean lograr” (Valle, A. et al.1994:16).

El trabajo metodológico “es la actividad planificada y dinámica que requiere de flexibilidad y capacidad para enfrentar cambios, teniendo en cuenta sus componentes esenciales: el diagnóstico, el sistema de visitas a clases, la preparación metodológica, la auto-preparación de los docentes” (Añorga, J. 2010: 69).

El trabajo metodológico es un proceso de formación de los profesionales de la enseñanza, a través del tratamiento didáctico-metodológico manifestada en el campo de las diferentes disciplinas en la lógica interdisciplinaria de las correspondientes áreas de conocimiento reconocidas en la escuela y que se “desarrolla como consecuencia de la solución de las contradicciones entre las dimensiones administrativa, didáctica y formativa, con el fin de optimizar el proceso de enseñanza-aprendizaje de estas asignaturas en función, en definitiva, del cumplimiento de los objetivos de la formación del escolar” (Añorga, J. 2010: 69).

Conclusiones

Se concluye que:

La superación profesional del profesor permita añadir contenidos de educación para la salud como el conocimiento de sí mismo y los medios de mantener la salud física y psicológica, o el aprendiz aje para conocer mejor el medio ambiente natural y preservarlo. Y sin embargo los programas escolares cada vez están más recargados. Por tanto, será necesario escoger, en una clara estrategia, pero a condición de preservar los elementos esenciales de una educación básica que enseñe a vivir mejor mediante el conocimiento, la experimentación y la formación de una cultura en salud.

Estas razones justifican la necesidad de que se conciban acciones que permitan superar a los profesores en educación para la salud según las exigencias del Magisterio Primario angolano, para lo cual será importante que se profundice en los fundamentos teóricos de esta.

Bibliografía

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