Dr. C. Elio Lázaro Amador Lorenzo. Profesor Titular. Universidad Agraria de La Habana Fructuoso Rodríguez Pérez.
Correo electrónico: eliolal@unah.edu.cu

M Sc. María Elena García Rodríguez. Profesor Auxiliar. Universidad de Holguín.
Correo electrónico: mariaelenagr@unh.edu.cu

Dr. C. Georgina Villalón Legrá. Profesor Titular. Universidad Central Marta Abreu de Las Villas.
Correo electrónico: georginavl@uclv.cu

Recibido: octubre 2016                                                Aceptado: mayo 2017

Introducción

Desde el surgimiento de la humanidad hasta nuestros días, el hombre ha utilizado y utiliza las bondades que le brinda la  naturaleza, de la cual forma parte, a la vez  que establece un complejo sistema de relaciones con ella. En esta trama de relaciones se han originado los problemas ambientales como resultado de formas de  interrelación negativas  hombre naturaleza que alteran el funcionamiento del medio ambiente.

Cabe preguntarse entonces ¿A qué ciencias les correspondería estudiar los comportamientos  depredadores de las personas que constantemente dañan el medio ambiente? ¿Qué son los problemas ambientales, sino resultantes de problemas del comportamiento humano y sus estilos  de vida?  ¿Qué determina la presencia de acciones agresivas contra el ambiente, sino una equívoca, egoísta e ignorante concepción humana de la existencia del hombre y su lugar en el mundo? Concepciones que se forman a lo largo de la vida,  en la actividad y comunicación con  familiares, amigos, compañeros de estudio y trabajo, bajo la influencia de la enseñanza.

¿Qué es lo que habría que cambiar? ¿Qué importancia tiene lo que piensa la gente de sí y de su medio ambiente más cercano? ¿Y ello de qué depende? ¿De la información, de la acción y comunicación, de los gustos? ¿De qué?

Este panorama sitúa a la educación como una premisa para lograr los procesos de cambio que orientan a la humanidad hacia un sistema de relaciones más armónicas entre la sociedad y la naturaleza, permitiendo el tránsito hacia niveles de desarrollo sostenible y que propicien una calidad de vida decorosa, equitativa para los hombres.

Las ciencias pedagógicas han acumulado a lo largo de los años logros que hoy deben servir a una de las más justas y apremiantes motivaciones humanas. Estas son aquellas que defienden la vida sobre el planeta Tierra, que tratan de utilizar las más mínimas potencialidades humanas para ponerlas a disposición de su propio desarrollo y el de los demás seres vivientes. Estas son las motivaciones que fomentan  la tarea de la educación ambiental.

Partimos de reconocer que el actual perfeccionamiento reviste especial  significado y oportunidad para revisar, reorientar, la educación ambiental  para contribuir al desarrollo sostenible. Hecho  que nos indica un rehacer de la práctica educativa y su proceder desde el proceso docente educativo de la escuela.

Educar para el desarrollo sostenible desde la educación ambiental significa incorporar los temas fundamentales del desarrollo sostenible a la enseñanza y el aprendizaje, entre ellos: cambio climático, la reducción del riesgo de desastres, el cuidado y conservación de la biodiversidad, la reducción de la pobreza y el consumo sostenible. Ello permite que los adolescentes  adquieran los conocimientos, las competencias, las actitudes y los valores necesarios para forjar un futuro sostenible.

Desde este punto de vista la educación ambiental para el desarrollo sostenible en la secundaria básica se concibe  como un proceso continuo y permanente que  constituye  dimensión de la educación integral de  todos los adolescentes , orientada a  la adquisición de conocimientos,  desarrollo de habilidades, capacidades comportamientos y  la formación de  valores, para favorecer las relaciones entre ellos  y de ellos  con el medio ambiente del que forman parte.

Se debe reconocer que muchas veces las  personas no están conscientes   ni alcanzan a percibir la magnitud de los problemas ambientales. En estudios desarrollados en Cuba se ha comprobado que existe una insuficiente percepción ambiental de estos problemas ambientales. Hecho  corroborado también  en resultados investigativos de proyectos en las escuelas  y en la práctica educativa

Por tanto es compromiso de la escuela trabajar por favorecer la percepción de los problemas ambientales. Baste decir que toda persona y ser viviente tiene derecho a vivir y disfrutar de un ambiente sano y acogedor pero también toda persona tiene el deber de  prevenir y controlar sus acciones para no dañar el medio ambiente. Esta debe ser frase  orientadora para el trabajo en la escuela de los que  percibimos los grandes peligros que se avecinan si no hay un giro en las acciones cotidianas del hombre. Se considera entonces oportuno  enfatizar

¿qué se entiende por percepción ambiental. Para ello se asumen las ideas y conceptos básicos del programa promoción de actividades de educación ambiental en  la cuenca del río Bermejo.

Desarrollo

Sobre la percepción del entorno como fenómeno psicológico humano.

La percepción es uno de los procesos psíquicos que permiten el conocimiento del mundo, de ahí que se le denomine proceso cognoscitivo. Desde el momento del nacimiento el niño comienza a explorar el mundo que lo rodea. Primero son las sensaciones aisladas de frío-calor, oscuridad-luz, olores y sabores que va descubriendo en la medida que sus interacciones con el mundo, (principalmente con la madre),  se lo van permitiendo. Los alimentos, los juguetes y sonajeros, los rostros de las personas que se le acercan, las voces o ruidos de su entorno van haciendo que maduren las estructuras psico-fisiológicas, de manera que el cuerpo se prepara para las múltiples estimulaciones que implican su desarrollo y crecimiento en plena armonía con su entorno. De  su carácter de imagen del mundo, de la realidad objetiva que rodea al hombre. Si nuestro entorno está en constante movimiento, es lógico que junto con él cambie la imagen que poseemos del mismo.

Esta concepción de la percepción permite que comprendamos los cambios que en ella se producen. La investigación  de la percepción  como imagen de la realidad objetiva, parte de  la misma realidad para llegar después a la imagen. Es lo mismo que decir que parte de su origen y funcionamiento, para de ahí ver sus características. Por ello es necesario destacar que  las características de la percepción no dependen directamente de la imagen sino de la conciencia que de ella (de la percepción) se tiene. De ahí que cuando nos referimos al carácter histórico, social, selectivo y holístico que posee la  percepción, estamos refiriéndonos a características precedentes de la conciencia humana, que se ponen en ella de manifiesto.

La percepción  ambiental en resumen abarca el proceso de formación de la imagen del entorno social en un individuo determinado a partir de la organización y la interpretación de los elementos significativos para él que sobre dicho entorno recibe. (Comprende la historia personal del que percibe, por lo tanto el sentido que para él tiene). Ella puede ir  desde una visión del medio ambiente con objetivos esencialmente utilitarios o funcionalistas hasta objetivos de carácter emocional, estética o relacional depredadora.

La percepción es un proceso humano, una función del sistema psicológico en desarrollo que  necesita actualizarse y que como proceso tiene un inicio y un fin, es una secuencia de momentos que se caracteriza  por su enriquecimiento. Este enriquecimiento se alcanza como resultado de otro proceso dirigido interpersonal, como lo es la educación que es portadora de conocimientos, vivencias y reflexiones en las personas que contribuyen a su crecimiento.

El tema ambiental urge  de propagación y profundización y su blanco principal es la percepción humana que está a la espera de  contenidos que afectiva y cognitivamente se asimilen y puedan ser reguladores del comportamiento en la escuela, pero no de una forma pasiva  ni conductista, sino despertando el activismo del sujeto en desarrollo, comprometido con la realidad en la que vive, con los problemas ambientales desde donde crece y se desarrolla.

El rol del maestro en el conocimiento de los problemas ambientales.

Los problemas ambientales locales deben ser del conocimiento de todos los ciudadanos de una comunidad. Al ser reales, visibles, tangibles para todos, constituyen herramientas pedagógicas mucho mejores que los libros, pancartas y manuales. Los maestros no tienen que ir lejos para encontrarlos. El conocimiento de los mismos por niños, jóvenes y adultos permite ir avanzando en la toma de conciencia de la responsabilidad ambiental que todos tenemos ante los mismos.

El profesor juega un papel importantísimo en el conocimiento de los problemas ambientales y para ello necesitan el apoyo de los administradores y de las comunidades de manera que contribuyan a ubicar a los niños fuera del aula para conocer, usar y mantener los recursos de la localidad y hacer que sus programas de estudio sean más significativos.

Los educadores no son solo transmisores de conocimiento de los problemas ambientales, junto a ello deben preparar a los alumnos a trabajar en su resolución. Crear habilidades de las que ellos mismos sean portadores, y esto, en muchas ocasiones no es posible. ¿Por qué? En primer lugar porque es necesario que los maestros estén motivados. Es decir que quieran incorporar los temas ambientales en sus clases.

Para este logro es necesario que reconozcan algunas características básicas de los temas ambientales como son su complejidad de contenidos, los diferentes enfoques sobre un tema, la necesidad de una comprensión del contexto, del cambio de percepciones sobre los problemas, las diversas formas de actuar sobre un mismo problema, el carácter continuo de la solución de problemas etc. Independientemente de la materia que  estén tratando los maestros y profesores, siempre existen posibilidades de relacionarla a temas ambientales.

La formación de habilidades para resolver los problemas con los estudiantes implica un conocimiento que se inicie en la práctica donde se le den diversas perspectivas, identificación de recursos, búsqueda de información y desarrollo de acciones que los ayudará a comunicar y actuar en la dirección necesaria. La mayoría de las comunidades tienen problemas ambientales que valen la pena estudiar, profundizar y analizar para combatirlos. Cualquier tema de la comunidad local ya sea urbana o rural que resulte de interés para los estudiantes, merece ser explorado y resuelto.

En las comunidades urbanas pueden ser de interés el abuso de drogas, las condiciones higiénico-sanitarias, el embarazo en la adolescencia, la contaminación del aire, ruidos, aguas residuales, etc. En las comunidades rurales la contaminación, erosión o degradación en general de los suelos, la tala de árboles, la pérdida de la diversidad biológica, etc.

Es sumamente importante que los educadores en la escuela cuenten con el diagnóstico ambiental del entorno escolar,  ya que  con una información ambiental clara y profunda del medio ambiente próximo se puede planificar la dimensión ambiental en el proyecto educativo escolar para el caso particular en el currículo.

Selección  de  problemas ambientales objetos de estudio: Criterios a tener en  cuenta

La fase de selección de problemas ambientales y su diseño se corresponde con  un grupo de criterios entre ellos:

• Potencialidades desde el punto de vista educativo.
  
• Potencialidad para el enfoque integrado de las asignaturas.
  
• Posibilidad de conectar con los intereses de los alumnos y sus concepciones para lograr aprendizajes significativos.
  
• Facilidad para trabajar o ejecutar acciones que promuevan el protagonismo estudiantil y formación de orientaciones valorativas.
  
• Relevancia socio-económica, cultural y ecológica de los contenidos con los que se relaciona.
  
• Atendiendo a estos criterios se sugiere proceder a la  ubicación en el plano de la escuela de los puntos de interés pedagógico relativos a la dimensión ambiental, e inicio de la etapa de diseño.
  

Diseño de los problemas ambientales objetos de estudio

En esta fase es indispensable el trabajo metodológico del grupo de docentes del grado de que se trate,  para modelar los problemas objeto de estudio y favorecer la  relación interdisciplinar. En este sentido las acciones son:

• Definición del tópico de trabajos que puede tener una  aproximación  u origen desde el área de Ciencias, Humanidades o como  planteamiento  interdisciplinar, ejemplo: contaminación   del    agua,  problema energético, estudio de un ecosistema.
  
• Analizar  la relación del objeto o tema con las tramas de contenidos propios de las áreas curriculares donde se expliquen:
  
• Conexiones entre los contenidos.
  
• Jerarquización.
  
• Profundidad atendiendo al nivel que se pretende llegar en el desarrollo de habilidades   con los estudiantes que pueden ser:
  
• Identificar problemas ambientales del entorno.
  
• Analizar  problemas ambientales e identificar los  agentes  o causas.
  
• Investigar problemas ambientales y reconocer las implicaciones económicas, políticas, sociales, etc.
  
• Evaluar y determinar vías para resolverlos.
  
• Ejecutar planes de acción.
  
• Determinación  de los problemas que han  de  investigar  los estudiantes con relación al tópico.
  
• Elaboración de pautas  metodológicas e información complementaria que permita el diseño de la secuencia de actividades.
  

Al efectuar un análisis de lo abordado en este acápite  resulta clara la necesidad de la realización del diagnóstico ambiental, como  vía para el perfeccionamiento  curricular orientado al desarrollo sostenible, lo que favorece la percepción ambiental y el conocimiento de los problemas ambientales.

La planificación de actividades con base en el entorno permiten ejercer un rol activo en el proceso perceptivo y esta participación es, a la vez, dinámica y creativa. Los estudiantes  perciben  el entorno e interpretan en función de los principios adquiridos a lo largo de su experiencia ambiental. Cuando aparece algún conflicto perceptivo, que contradice la experiencia perceptiva,  la persona dialoga con el entorno y reajusta su experiencia ambiental de ahí la labor del docente.

La consecuencia de todo ello es que los juicios perceptivos que la persona se forma del entorno son altamente subjetivos. El mundo que se percibe  es un mundo creado por nosotros mismos a través de nuestras experiencias y es un mundo que refleja nuestras expectativas, necesidades y objetivos particulares, o sea, nuestra manera de ser y de estar en el mundo.

Ello  permite  dar  un nuevo sentido a  la  tarea  educativa  y ofrecer  un  perfil  diferenciado, lo que da identidad  al  trabajo  de educación ambiental en la escuela.

Ya está planteado el llamado a que esta nueva era sea un siglo que se caracterice por el desarrollo sostenible, desarrollo de comunidades  y de mayor participación  en las decisiones esenciales. Ello se podrá alcanzar si  la educación ambiental se  extiende con pasos firmes en el planeta y la escuela juega el papel que le toca en la formación ambiental de las nuevas generaciones.

El perfeccionamiento de la educación ambiental orientada al desarrollo sostenible en el proceso educativo que se desarrolla en la secundaria básica cubana integra a esta dimensión de la educación a partir de la determinación de objetivos encaminados a la adquisición de conocimientos, desarrollo de habilidades y formación de valores en relación con el cuidado y conservación del medio ambiente y, toma como contenidos temas priorizados que deben ser asumidos desde la perspectiva interdisciplinar en todos los grados.

La percepción ambiental como fenómeno psicológico en los estudiantes de secundaria básica debe ser especialmente atendido por los profesores en su labor educativa y estrechamente vinculado al estudio de la problemática ambiental, sobre todo, en el entorno en que se desenvuelve el estudiante y sus proceso de aprendizaje.

Bibliografía

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